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CANO BALLESTA Juan - La Poesia de Miguel Hernandez (BRH GR)
CANO BALLESTA Juan - La Poesia de Miguel Hernandez (BRH GR)
LA POESÍA DE
MIGUEL HERNÁNDEZ
*
LA POESIA DE
MIGUEL HERNANDEZ
https://archive.org/details/lapoesiademiguelOOOOcano
LA POESIA DE MIGUEL HERNÁNDEZ
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA
Dirigida por DÁMASO ALONSO
LA POESÍA DE
MIGUEL HERNÁNDEZ
SEGUNDA EDICIÓN AUMENTADA
EDITORIAL GREDOS, S. A.
313674
8 La poesía de Miguel Hernández
El Autor
Mirasierra (Madrid),
23 de abril de 1970
Capítulo primero
INFANCIA - AMBIENTE
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 2
i8 La poesía de Miguel Hernández
EN MADRID
postal que don José envió a Ramón Sijé aparece escrito del puño y letra
de don José: “Díme si las has recibido”, con la firma. En el reverso de
la misma tarjeta de visita contesta José Marín Gutiérrez: “Recibido.
Gracias de nuevo. Rubricado. José Marín.”
Su trayectoria. Mimetismo y personalidad 25
DE LA MANO DE GÓNGORA
EN LA ESCUELA DE CALDERÓN -
DESPERTAR DEL YO HERNANDIANO
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 3
34 La poesía de Miguel Hernández
39 Duran Gilí señala los años 1925-1936 como fechas límite del super¬
realismo en España con dos momentos de culminación en 1928 y 1931.
El superrealismo en la poesía española contemporánea, pág. 38.
40 Zardoya, pág. 19.
41 Hernández, Miguel, “Residencia en la tierra. Poesía ' 1925-1935.
Pablo Neruda”. Folletones de El Sol, Madrid, 2 enero 1936. Sobre esta
tremenda crisis espiritual y artística que sufre M. H. por estos años entre
las más opuestas influencias, véase en el Apéndice I: “Miguel Hernández
y su amistad con P. Neruda”.
38 La poesía de-Miguel Hernández
47 Carta sin fecha a don Juan Guerrero, conservada por doña Ginesa
Aroca, viuda de Guerrero.
48 El discurso de Miguel Hernández en homenaje a Ramón Sijé al im¬
ponérsele su nombre a una calle de Orihuela, aparece en La Verdad, de
Murcia, 7 de mayo de 1936, con el título: “Letras evocando a Sijé. En el
ambiente de Orihuela”, y también en El Sol, 17 de abril de 1936, con el
título: “Un acto en memoria de Ramón Sijé. Unas cuartillas de Miguel
Hernández”.
Su trayectoria. Mimetismo y personalidad 43
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 4
50 La poesía de Miguel Hernández
EN LENTA INTROSPECCIÓN
Y el Hombre-niño:
rOESÍA M. HERNÁNDEZ. — 5
66 La poesía de Miguel Hernández
EL TRÍPTICO TEMÁTICO
Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida (OC 213).
Escribí en el arenal
los tres nombres de la vida :
vida, muerte, amor (OC 364, 10).
AMOR Y VIDA
El corazón es agua
que te acaricia y canta.
El corazón es puerta
que se abre y se cierra.
El corazón es agua
que se remueve, arrolla,
se arremolina, mata (OC 374, 38).
No quiso ser.
No conoció el encuentro
del hombre y la mujer.
El amoroso vello
no pudo florecer.
Detuvo sus sentidos
negándose a saber
y descendieron diáfanos
ante el amanecer.
Vio turbio su mañana
y se quedó en ayer.
No quiso ser (OC 386, 67).
78 La poesía de Miguel Hernández
LA ESPOSA
EL HIJO
Niño radiante: ,
va mi sangre contigo
siempre adelante.
Herramienta es tu risa,
luz que proclama
la victoria del trigo
sobre la grama.
Ríe. Contigo
venceré siempre al tiempo
que es mi enemigo (OC 381, 56).
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 6
82 La poesía de Miguel Hernández..
EL VIENTRE
LA HABITACIÓN
Desbordadamente sorda
la leche alumbra tus huesos.
Y la casa se desborda
con ella, el hijo y los besos.
PERPETUACIÓN EN EL FLUIR
DE VIDA DE LA NATURALEZA
LA MUERTE - TRAGICISMO
máticos, los que rubrican ese signo trágico y fatal que constituye,
con el acento rebelde y con la exaltación de lo fecundo, la sus¬
tancia mejor de una de las más vivas y humanas obras poéticas
de nuestro tiempo” 18. Por primera vez nos plasma en apretados
versos su vida de amores ensombrecida por el pensamiento de la
muerte: concentración de todo el mensaje de su poesía posterior.
Esta obsesión de muerte aparece también en OC 216, 7; 223, 17,
18; 228, 28.
En Citación final, la elegía a Sánchez Mejías, tropezamos de
nuevo con la vivencia de la muerte. Ésta se halla encarnada en
el toro, y Miguel, todavía desde fuera, desde la barrera, contempla
la lid entre la muerte —toro—- y el torero —vida, juego, danza—.
Al fin, al vencer la muerte, comienza el poeta a filosofar despreocu¬
padamente :
Me veo de repente
envuelto en sus coléricos raudales,
y nado contra todos desesperadamente
como contra un fatal torrente de puñales.
Me arrastra encarnizada su corriente,
me despedaza, me hunde, me atropella,
quiero apartarme de ella a manotazos,
y se me van los brazos detrás de ella,
y se me van las ansias en los brazos.
Me sobra corazón.
Hoy descorazonarme,
yo el más corazonado de los hombres,
y por el más, también el más amargo (OC 258).
rOESÍA M. HERNÁNDEZ.™7
98 La poesía de Miguel Hernández
CONCEPTO ARISTOTÉLICO
LA METÁFORA CLÁSI¬
CA Y LA MODERNA
LEVANTINISMO t PREDOMI-
NIO DE LO SENSORIAL9
Pino de oro.
Esquilas de oro divino.
Yo me enjoyo la mañana
caminando por las hierbas u.
Oh limón amarillo,
patria de mi calentura.
Si te suelto
en el aire,
oh limón
amarillo,
me darás
un relámpago
en resumen.
Si te subo
a la punta
de mi índice,
oh limón
amarillo,
me darás
un chinito
coletudo,
y hasta toda
la China,
aunque desde
los ángeles
contemplada (OC 35; 40).
! grillo
domador de jugadores
director de bravura (OC 43)
_Anuncio de la temperatura
termómetro
/ascensor numerado de mercurio (OC 45)
LA METÁFORA NEOGONGO-
rina: “perito en lunas”
rOESÍA M. HERNÁNDEZ. — 8
ií4 La poesía de Miguel Hernández
LA IMAGEN DESCRIP¬
TIVA Y PICTÓRICA
frescuras manantiales
| = aguas
coro de inocencia (OC 77)
agilidad
desliz de lujo | = lagarto
cocodrilo en miniatura (OC 77)
)
14 Cfr. los títulos de todas las octavas en la nota 5, pág. 61. El artículo
de Marie Chevallier nos revela la gran dificultad de las octavas hernan-
dianas y el peligro de una interpretación que fácilmente se ha dejado se¬
ducir por ciertos vocablos de sentido metafórico tomados como plano real
y que se ha entregado demasiado a la imaginación en lugar de practicar
una mayor sobriedad.
118 La poesía de Miguel Hernández
ABSTRACCIÓN Y COLORISMO
LA METÁFORA EN LA
POESÍA RELIGIOSA
Un elemento
de inacabable caudal,
transparente, celestial,
que ni es vidriera ni es fuente,
siendo como ésta corriente
y como aquélla cristal [viento] (OC 439).
Se cosecha cenizas,
parvas de llamaradas,
en la Sagrada Forma de la era (OC 162).
la sagrada eucaristía
de la Blanca-Luna-Llena (OC 531)
Yo te vi llegar, criatura,
a este atlántico de oro.
Te vi, terrestre remero,
rasar cereales olas;
y tras tu paso, ligero,
te vi dejar un reguero
malherido de amapolas.
Te vi avanzar; con la mano
te vi vencer del henchido
y caliente mar del grano;
pero al fin, hombre y hermano,
te vi naufragar vencido (OC 505 s.).
PRIMEROS TANTEOS
INTENSIFICACIÓN Y PERFEC¬
CIONAMIENTO DE LA IMAGEN
COMPLICACIÓN DE SU ESTRUCTURA
POESÍA M. HERNÁNDEZ.—9
130 La poesía de Miguel Hernández
(OC 235 ss.) con nuevas fórmulas, sobre todo por medio de imá¬
genes-frase a base de un verbo, que prestan a la imagen poética
gran vivacidad y dinamismo.
Tales formulaciones tienen evidentemente un origen superrea-
lista. Incluso creemos muy probable que para su poesía Relación
que dedico a mi amiga Delia se inspirara Miguel en un par de
poemas superrealistas franceses. Nos referimos a las composiciones
L’unión libre de André Bretón y Clin d’oeil de Benjamín Péret.
La composición a Delia parece realizada sobre el molde de Clin
d’oeil: ambas dirigidas a una dama, Delia o Rosa; verso libre y
estructura sintáctica muy parecida. Cronológicamente sería posible
la prioridad de la poesía de Benjamín Péret (1936). Las fórmulas
introductorias de la metáfora se parecen a L’unión libre:
LA IMAGEN CONTINUA¬
DA EN SU PERFECCIÓN
Me veo de repente,
envuelto en sus coléricos raudales,
y nado contra todos desesperadamente
como contra un fatal torrente de puñales.
Me arrastra encarnizada su corriente,
me despedaza, me hunde, me atropella,
quiero apartarme de ella a manotazos,
y se me van los brazos detrás de ella,
y se me van las ansias en los brazos.
ELEMENTOS CLÁSICOS EN
ORIGINALÍSIMA FUSIÓN
Y en una alberca
•—arcón donde la luna es tul de plata—
se echa la Leda astral como una joya (OC 42).
VUELTA A LA ME¬
TÁFORA CLÁSICA
las noches
son vidrio de puro claras;
las tardes de puro verdes,
de puro azul, esmeraldas;
142 La poesía de Miguel Hernández
y he sentido
que mi corazón herido
de un solo dardo certero... (OC 673).
METAFORISMO AGRESTE
LA IMAGEN DE
SABOR POPULAR
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — XO
146 La poesía de Miguel Hernández
El color de su calzona
ha sido en mi ojo cuchilla.
Y el color de su persona
como el color de Castilla.
Me clavó en el corazón
cuchilladas de colores (OC 674).
148 La poesía de Miguel Hernández
Tu agitada alegría,
que agitaba columnas y alfileres,
de tus dientes arrancas y sacudes (OC 266)
Sementales corceles,
toros emocionados,
como una fundición de bronce y hierro,
surgen tras una crin de todos lados,
tras un rendido y pálido cencerro.
constelaciones crueles
de crímenes.
Se nubló la azucena,
la airosa maravilla:
patíbulos y cárceles degüellan los gemidos,
la juventud, el aire de Sevilla.
He regresado al tigre.
Aparta o te destrozo (OC 315).
y empuña la cuchara
dispuesto a que ninguno se le acerque a la mesa.
Se ha retirado el campo
al ver abalanzarse
crispadamente al hombre (OC 315).
LA METÁFORA DE
MOTIVO SEXUAL
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — II
IÓ2 La poesía de Miguel Hernández
LA IMAGEN CORPÓREA
Troncos de soledad,
barrancos de tristeza
donde rompo a llorar (OC 383, 60).
LA IMAGEN-FRASE
y niños
que gritan vividamente
si un muerto nubla el camino (OC 386, 68).
166 La poesía de Miguel Hernández
LA METÁFORA DE
GRANDIOSIDAD CÓSMICA
EL MOTIVO META¬
FÓRICO DEL AVE
Siempre en la cuna,
defendiendo la risa
pluma por pluma.
Ríete tanto
que mi alma al oírte
bata el espacio.
172 La poesía de Miguel Hernández
LA E V O L U C I Ó N DE LA
METÁFORA HERNANDIANA
i. — el símbolo
CONCEPTO DE SÍMBOLO
POFSÍA M. HERNÁNDEZ. — 12
i78 La poesía de Miguel Hernández
EL SÍMBOLO MONOSÉMICO
Un carnívoro cuchillo
de ala dulce y homicida
sostiene un vuelo y un brillo
alrededor de mi vida.
SÍMBOLO BISÉMICO
2. — EL FENÓMENO VISIONARIO
POESfA M. HERNÁNDEZ. — 13
194 La poesía de Miguel Hernández
Y aquellos otros:
La parte de mi pechera
que con su cuerpo rozara
se ha vuelto una primavera
de luz amorosa y clara.
i. —SIMBOLISMO FÓNICO
...besando tu boca
las horas me den!
Bésame a la una,
las dos y las tres,
bésame a las cuatro,
las cinco y las seis,
bésame en el tiempo
que tardan en ser
las siete y las ocho,
las nueve y las diez.
Las once y las doce
las oigo caer
al son de tus besos,
relojes de miel (OC 672).
Yo te guardo, yo te velo,
siempre en vela, siempre en vilo;
yo tu sosiego vigilo
con mi amor, que va de vuelo.
No vuelvas a la ribera;
206 La poesía de Miguel Hernández
2. — EL RITMO
8 Pongs, I, pág. 48. Pius Servien, Essais sur les rythtnes toniques du
franíds. Ap. Ghyka, pág. 83.
208 La poesía de Miguel Hernández
3 3 4',
II. - 3 3 4',
3 3 4'-
3 3 4',
III.— 2 2 2 4',
2 4 4'.
i 3 2 4',
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 14
210 La poesía de Miguel Hernández
IV. —1 3 2 2 2',
4 2 4'-
I 3 2 4',
V.— 3 3 4',
6 4'-
3 3 4'.
VI.— 3 3 4',
4 2 4',
4 2 4'-
y desamordazarte y regresarte.
i. — SINTAGMAS NO PROGRESIVOS
Ai A2 A3 A4 . An.
y más discreto
E3
A B C D Ei E2 E3.
ESTRUCTURAS DE EQUI¬
LIBRIO (hasta 1935)
Ai A2 Bx B2 Q C2 Dt D2 Ex E2 F G H, H2 H3 I.
HACIA ESTRUCTURAS
MÁS PERSONALES
un sobresalto,
que aumentaban los timbres, los avisos,
las alarmas, los hombres y el asfalto (OC 182).
Asturianos de braveza,
vascos de piedra blindada,
valencianos de alegría
y castellanos de alma,
228 La poesía de Miguel Hernández
la de la muerte,
la de la vida.
Cfr. los sintagmas temarios de OC 364, 10, 11, 12; 388, 72;
389, 76; 396, 90, 91; 399, 93; 403, 98; 420; 424; 426; y
sobre todo OC 427; 429 s.; 431.
Dando una interpretación biográfica al fenómeno de las plu¬
ralidades en Góngora, ha constatado Dámaso Alonso que a la
ilusión y entusiasmo vital del período juvenil corresponde una
gran proporción de versos bimembres y a los períodos de desilusión
un índice bajo. La gran abundancia de sintagmas binarios en el
Sondeos en la estructura interna 231
2.— LA CORRELACIÓN
Correlación Paralelismo
Ai A2 Ai Bi
Bi B2 A2 B2
LA CORRELACION PROGRESIVA
Ai Bi Ci A2 B2 C2
Q C2
Ci c2
Q c2
Ai A2
Bj Bj B2 B,
Ci c2
Di * D,
1) Un carnívoro cuchillo
de ala dulce (Aj) y homicida (A2)
sostiene un vuelo (Bj) y un brillo (B2)
alrededor de mi vida.
Cogedme (A4).
Dejadme (A2) (OC 369).
LÁ CORRELACIÓN REITERATIVA
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — l6
242 La poesía de Miguel Hernández
3. — EL PARALELISMO
Correlación Paralelismo
At A2 Aj Bx
-^
Bi B2 A2 B2
->-
244 La poesía de Miguel Hernández
Ai B4 Ci d2 e2 f2
A2 c2 d3 e3 f3
a3 b3 c3 d4 e4
A4 b4
Huracanes quisieron
con rencor separarlos.
Y las hachas tajantes.
Y los rígidos rayos.
Aumentaron la tierra
de las pálidas manos.
Precipicios midieron
por el viento impulsados
entre bocas deshechas.
Recorrieron naufragios
cada vez más profundos,
en sus cuerpos, sus brazos.
Perseguidos, hundidos
por un gran desamparo
de recuerdos y luna,
de noviembres y marzos,
aventados se vieron:
pero siempre abrazados (OC 367).
Sondeos en la estructura interna 249
★ ★ ★
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 17
258 La poesía de Miguel Hernández
★ ★ *
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — l8
274 La poesía de Miguel Hernández
Miguel, Adiós
LA RENOVACIÓN ESTÉTICA
10 Cfr. págs. 72-86 de esta obra, donde se exponen los motivos centrales
de la cosmovisión hernandiana y págs. 157-162 en que se estudia la metá¬
fora de motivo sexual. Mucho antes de conocer a Neruda ya había sido el
tema sexual una constante de su poesía (págs. 65-66; 116-117). Esto
prueba una vez más cómo fue una cierta afinidad Interna la que unió
entre sí a estos dos grandes poetas de lo material y corpóreo.
286 La poesía de Miguel Hernández
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 19
290 La poesía de Miguel Hernández
Este hecho, que no vemos por qué poner en duda, nos parece una
prueba más de que los poetas de estas décadas no prestaban ex¬
cesiva importancia a los manifiestos llamativos y actitudes espec¬
taculares del surrealismo francés que contrastaban con la escasez
de grandes obras artísticas de mérito indiscutible. En España se
siguió el proceso a la inversa; se comenzó con la creación superrea-
lista antes de formularla teóricamente, y de un modo gradual y en
parte no consciente, lo cual no impide para que España pueda
presentar “una tal cantidad de surrealismo realizado poéticamente
que tiene poco que envidiar a la correspondiente poesía francesa”,
como formula el mismo Bodini18.
Es curioso a este respecto que Miguel Hernández escriba un
estudio crítico sobre la Residencia en la tierra de Pablo Neruda
sin emplear una sola vez la palabra surrealismo. Se la considera
un tipo de poesía cuyos valores decisivos aparecen más como ex¬
presión de una fuerte personalidad creadora que como producto
de las técnicas de un ismo. A esta misma actitud fundamental de
reserva se debe el que el superrealismo español se inicie funda¬
mentalmente como una preocupación estética y no se presente con
todo un programa de insurrección moral, social, política. Ha sido
sometido a una criba y selección. La mayoría de los fenómenos
constatados en la poesía de Miguel Hernández, como la prodigiosa
ampliación de la realidad en el poema, el extrañamiento de los
elementos de la metáfora, la superación de los tabús, antes repri¬
midos en el subconsciente y la aparición de lo sexual, onírico y
visionario en la superficie del poema, son fenómenos que se con¬
sideran esencialmente surrealistas. En Miguel Hernández se re¬
flejan ciertos elementos del ambiente, que a medida que avanzaban
los años treinta se iba cargando de modo más palpable e intenso de
esencias surrealistas de origen francés, pero también se constatan
LA REVOLUCIÓN IDEOLÓGICA
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 20
30 6 La poesía de Miguel Hernández
de su viuda doña Ginesa Aroca, que nos revela el gran dolor y consterna¬
ción que precisamente en aquel momento de desavenencias le causó la
muerte del amigo y maestro de juventud y precoz escritor oriolano:
“Querido Guerrero: Estoy consternado como tú por lo inmensamente
triste que acaba de pasar. Me dio la primer noticia Vicente Aleixandre,
que la había leído en un periódico y enseguida recibí una carta del her¬
mano de la novia de nuestro trágico amigo en la que apenas me decía lo
sucedido. Espero con ansiedad nuevas noticias que me expliquen la muer¬
te temprana de mi hermano hace diez años, porque no acierto a com¬
prender esta verdad terrible. Me decía aquella carta que todo había sido
rapidísimo menos la agonía: entró en cama hacia el trece o catorce de
diciembre con un ligero malestar de estómago —no me dicen si degeneró
en peritonitis u otra cosa—, fiebre, a las siete del día de nochebuena
empeoró y a las once dejó de existir. Es espantoso, querido Guerrero.
Me dicen que durante las últimas cuatro horas de su vida se dio cuenta
de que moría. Yo sé lo que sufriría en ese tiempo porque yo sé el terror
que tenía a la muerte. Me dicen que no cesó de llamar a su novia a la
que quería como nadie querrá a nadie en el mundo fuera de él. Todas
sus esperanzas, todas sus ambiciones, todos sus amores muertos de repen¬
te. Yo lo venía presintiendo desde hace algunos años: siempre lo veía
temeroso, huido, concentrado, lleno de desesperaciones, dudas y penas.
Se estremecía si veía pasar un entierro, le asustaba una pequeña herida,
y pensaba escribir un ensayo que iba a llamar “El matrimonio por terror
a la muerte”. Todo hacía pensar que no podía durar mucho aquella vida
de tremendas tempestades consigo mismo. Yo estoy muy dolorido de
haberme conducido injustamente con' él en estos últimos tiempos. He
llorado a lágrima viva y me he desesperado por no haber podido besar
su frente antes de que entrara en el cementerio.
“Fíjate que me he quedado con una carta escrita para él en la que le
hablaba de ese triste asunto de Sevilla.
“El mismo escultor que hizo el busto a Miró ha sacado una mascarilla
a Sijé, para hacerle otro y colocarlo frente al de Gabriel. Creo que no ha
habido ninguna persona de Orihuela que no haya sentido y llorado su
muerte. Se disputaban los muchachos amigos nuestros el ataúd. Dentro
de mi corazón se ha quedado vacío el rincón mejor.
“Sí, hay que hacer un número extraordinario de El Gallo Crisis, que¬
rido Guerrero. Hay que tributarle el más grande homenaje. Yo no haré
nunca bastante por él.
Apéndice I. Su amistad con Pablo Neruda 309
Combatimos firmemente
a todo el que la deshonra,
la modifica, la vende.
Derribamos las paredes
sin valia y sin historia
que ocupaban mercaderes
de Dios (OC 865).
Miguel”
Canto a Valencia.
Ancianidad.
Al verla muerta.
El Palmero, ya citada antes.
El árabe vencido.
Juan Sansano, tríptico de sonetos, que reproducimos.
r. — VERSO
CANTAR
EL NAZARENO
OCTAVAS GONGORINAS
* * *
3i8 La poesía de Miguel Hernández
IMPROVISACIÓN
Un verso se me atropella
tras otro y en ellos digo
que con mi pluma y contigo
te dejo como recuerdo
esta décima de un cuerdo
que está casi loco, amigo.
Apéndice II. Suplemento a sus “Obras Completas”• 319
JUAN SANSANO
II
En el Castillo-Venta de la Vida,
el Dolor consagrólo caballero
y fue en busca del néctar de la Fama...
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 21
322 La poesía de Miguel Hernández
III
CANCIÓN
Atraviesa la calle,
dicen que todo el barrio
y yo digo que nadie.
Pero escuchando, ansiando,
oigo en su mismo centro
el alma de tus pasos,
y me parece un sueño
Apéndice IL Suplemento a sus “Obras Completas” 323
que, sobre el empedrado,
alce tu pie su íntimo
sonido descansado.
POEMA EN LA CÁRCEL
ORILLAS DE TU VIENTRE
2. —PROSA
ESPERA-EN DESASEO
Miguel Hernández
* * *
★ ★ ★
★ ★ ★
332 La poesía de Miguel Hernández
★ ★ ★
★ ★ ★
En traducción:
i. — Libros
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 22
338 La poesía de Miguel Hernández
2. — Ensayos
—> “Pablo Neruda and the new trends in Spanish Poetry of the Thir-
ties”, The Spanish Generation of 1936, Syracuse University Press,
1971.
“Paisaje y mundo interior”. Puerto, Universidad de Puerto Rico, nú¬
mero 3, abril-junio 1968, págs. 33-41.
—■, “La prosa poética de Miguel Hernández (Tres obras desconocidas.
Valoración)”, Papeles de Son Armadans, Palma de Mallorca, tomo 51,
dic. 1968, págs. 266-276.
Carmona, Luis, “Sobre Miguel Hernández”, Cuadernos Americanos, Mé¬
xico, XI, 1952, págs. 265-271.
Castelltort, Ramón, “Expresionismo vitalista: Miguel Hernández”, La
poesía lírica española del siglo XX, Barcelona, 1957, págs. 195-201.
Celaya, Gabriel, “From Miguel Hernández”, The Sixties, Madison, Minn.,
núm. 9, Spring 1967, págs. 32-33-
Cernuda, Luis, Estudios sobre poesía española contemporánea, Guadarra¬
ma, Madrid-Bogotá, 1957.
Ciplijauskaite, Birute, “Un poeta de transición: Miguel Hernández”,
El poeta y la poesía, ínsula, Madrid, 1966.
ClRRE, José Francisco, Forma y espíritu de una lírica española, Paname¬
I934-
—, “Un acto en memoria de Ramón Sijé. Unas cuartillas de Miguel
Hernández”, El Sol, 17-IV-1936.
—, ‘Letras evocando a Sijé. En el ambiente de Orihuela”, La verdad.
Murcia, 7-V-1936.
—■, “Miguel Hernández, herido del rayo”. La verdad, Murcia, 21-V-1936.
—•, “Viento del pueblo”, La Voz, Madrid, 10-VI-1937.
—, (Pedro Mourlane Michelena?), “Hernández Giner, Miguel: Perito
en lunas”. El Sol, Madrid, 6 junio 1933.
—, “Perito en lunas — Miguel Hernández Giner”, Presencia, Cartagena,
1934, núm. 2, pág. 7.
—, “Miguel Hernández, poeta y soldado”, ABC, 20 mayo 1937.
•—, “Miguel Hernández”, Blanco y Negro, Madrid, 14 abril 1938.
—■, “Miguel Hernández, un poeta español”, Diretrizes, Río de Janeiro,
V, núm. 134, 1943.
346 La poesía de Miguel Hernández
C) Bibliografía general
Págs.
Págs.
Págs.
1. El símbolo. 176
2. El ritmo. 206
POESÍA M. HERNÁNDEZ. — 23
354 La poesía de Miguel Hernández
Págs.
2. La correlación . 231
La correlación progresiva, 233.—La correlación reite¬
rativa, 240.
3. El paralelismo . 243
Apéndices
1. Verso. 314
“Cantar”, 314.—“El Nazareno”, 314.—“Octavas gon-
gorinas”, 315.—“Elegía de la novia-lunada”, 315.—
“Improvisación”, 318.—“Elegía media del toro”, 319.—
“Juan Sansano”, 321.—“Canción”, 322.—“Poema en la
cárcel”, 323.—“Orillas de tu vientre”, 323.
2. Prosa. 325
“Yo. La madre mía”, 325.—“Espera. En desaseo”,
326.
Págs.
Bibliografía. 334
POESÍA M. HERNANDEZ. — 23
BIBLIOTECA ROMÁNICA HISPÁNICA
Dirigida por: Dámaso Alonso
i. TRATADOS Y MONOGRAFÍAS
4
144. Gustavo Correa: La poesía mítica de Federico García horca. Se¬
gunda edición. 250 págs.
145. Robert B. Tate: Ensayos sobre la historiografía peninsular del
siglo XV. 360 págs.
147. Emilio Alarcos Llorach: Estudios de gramática funcional del
español. Reimpresión. 260 págs.
148. Rubén Benítez: Bécquer tradicionalista. 354 págs.
149. Guillermo Araya: Claves filológicas para la comprensión de Or¬
tega. 250 págs.
150. André Martinet: El lenguaje desde el punto de vista funcional.
Reimpresión. 218 págs.
151. Estelle Irizarry: Teoría y creación literaria en Francisco Ayála.
274 págs.
152. G. Mounin: Los problemas teóricos de la traducción. 338 págs.
153. Marcelino C. Peñuelas: La obra narrativa de Ramón J. Sender.
294 págs.
154. Manuel Alvar: Estudios y ensayos de literatura contemporánea.
410 págs.
155. Louis Hjelmslev: Prolegómenos a una teoría del lenguaje. Se¬
gunda edición. 198 págs.
156. Emilia de Zuleta: Cinco poetas españoles (Salinas, Guillén, Lorca,
Alberti, Cemuda). 484 págs.
157. María del Rosario Fernández Alonso: Una visión de la muerte
en la lírica española. Premio Rivadeneira. Premio nacional
uruguayo de ensayo. 450 págs. 5 láminas.
158. Ángel Rosenblat: La lengua del «Quijote». 380 págs.
159. Leo Pollmann: La «Nueva Novela» en Francia y en Iberoamérica.
380 págs.
160. José María Capote Benot: El período sevillano de Luis Cemuda.
Con un prólogo de F. López Estrada. 172 págs.
161. Julio García Morejón: Unamuno y Portugal. Prólogo de Dámaso
Alonso. Segunda edición corregida y aumentada. 580 págs.
162. Geoffrey Ribbans: Niebla y soledad (Aspectos de Unamuno y
Machado). 332 págs.
163. Kenneth R. Scholberg: Sátira e invectiva en la España medieval.
376 págs.
164. Alexander A. Parker: Los picaros en la literatura (La novela
picaresca en España y Europa. 1599-1753). 2.* edición. 220 pá¬
ginas. 11 láminas.
166. Angel San Miguel: Sentido y estructura del «Guzmán de Alfarache»
de Mateo Alemán. Con un prólogo de Franz Rauhut. 312 págs.
167. Francisco Marcos Martín: Poesía narrativa árabe y épica hispá¬
nica. 388 págs.
168. Juan Cano Ballesta: La poesía española entre pureza y revolu¬
ción (1930-1936). 284 págs.
169. Joan Corominas: Tópica hespérica (Estudios sobre los antiguos
dialectos, el substrato y la toponimia romances). 2 vols.
170. Andrés Amorós: La novela intelectual de Ramón Pérez de Aya-
la. 500 págs.
171. Alberto Porqueras Mayo: Temas y formas de la literatura espa¬
ñola. 196 págs.
172. Benito Brancaforte: Benedetto Croce y su crítica de la literatura
española. 152 págs.
173. Carlos Martín: América en Rubén Darío (Aproximación al con¬
cepto de la literatura hispanoamericana). 276 págs.
174. José Manuel García de la Torre: Análisis temático de «El Ruedo
Ibérico». 362 págs.
175. Julio Rodríguez-Puértolas: De la Edad Media a la edad conflictiva
(Estudios de literatura española). 406 págs.
176. Francisco López Estrada: Poética para un poeta (Las «Cartas
literarias a una mujer» de Bécquer). 246 págs.
177. Louis Hjelmslev: Ensayos lingüísticos. 362 págs.
178. Dámaso Alonso: En torno a Lope (Marino, Cervantes, Benavente,
Góngora, los Cardemos). 212 págs.
179. Walter Pabst: La novela corta en la teoría y en la creación litera¬
ria (Notas para la historia de su antinomia en las literaturas
románicas). 510 págs.
182. Gemma Roberts: Temas existenciales en la novela española de
postguerra. 286 págs.
183. Gustav Siebenmann: Los estilos poéticos en España desde 1900.
582 págs.
184. Armando Durán: Estructura y técnicas de la novela sentimental
y caballeresca. 182 págs.
185. Werner Beinhauer: El humorismo en el español hablado (Impro¬
visadas creaciones espontáneas). Prólogo de Rafael Lapesa.
270 págs.
186. Michael P. Predmore: La poesía hermética de Juan Ramón Jimé¬
nez (El «Diario» como centro de su mundo poético). 234 págs.
187. Albert Manent: Tres escritores catalanes: Carner, Riba, Pía.
338 págs.
188. Nicolás A. S. Bratosevich: El estilo de Horacio Quiroga en sus
cuentos. 204 págs.
189. Ignacio Soldevila Durante: La obra narrativa de Max Aub (1929-
1969). 472 págs.
190. Leo Pollmann: Sartre y Camus (Literatura de la existencia). 286
páginas.
191. María del Carmen Bobes Naves: La semiótica como teoría lin¬
güística. 238 págs.
192. Emilio Carilla: La creación del «Martín Fierro». 308 págs.
193 E. Coseriu: Sincronía, diacronía e historia (El problema del cam¬
bio lingüístico). Segunda edición revisada y corregida. 290 págs.
194. Oscar Tacca: Las voces de la novela. Segunda edición. 206 págs.
195. J, L. Fortea: La obra de Andrés Carranque de Ríos. 240 págs.
196. Emilio Náñez Fernández: El diminutivo (Historia y funciones en
el español clásico y moderno). 458 págs.
197. Andrew P. Debicki: La poesía de Jorge Guillén. 362 págs.
198. Ricardo Doménech: El teatro de Buero Vallejo (Una meditación
española). 372 págs.
199. Francisco Márquez Villanueva: Fuentes literarias cervantinas.
374 págs.
200. Emilio Orozco Díaz: Lope y Góngora frente a frente. 410 págs.
201. Charles Mullen Estadística lingüística. 416 págs.
202. Josse de Kock: Introducción a la lingüística automática en las
lenguas románicas. 246 págs.
203. Juan Bautista Avalle-Arce: Temas hispánicos medievales (Litera¬
tura e historia). 390 págs.
204. Andrés R. Quintián: Cultura y literatura españolas en Rubén
Darío. 302 págs.
205. E. Caracciolo Trejo: La poesía de Vicente Huidobro y la van¬
guardia. 140 págs.
206. José Luis Martín: La narrativa de Vargas Llosa (Acercamiento
estilístico). 282 págs.
207. Ilse Nolting-Hauff: Visión, sátira y agudeza en los «Sueños» de
Quevedo. 318 págs.
208. Alien W. Phillips: Temas del modernismo hispánico y otros es¬
tudios. 360 págs.
209. Marina Mayoral: La poesía de Rosalía de Castro. Con un prólo¬
go de Rafael Lapesa. 596 págs.
210. Joaquín Casalduero: «Cántico» de Jorge Guillén y «Aire nues¬
tro». 268 págs.
211. Diego Catalán: La tradición manuscrita en la «Crónica de Al¬
fonso XI». 416 págs.
212. Daniel Devoto: Textos y contextos (Estudios sobre la tradición).
610 págs.
213. Francisco López Estrada: Los libros de pastores en la literatura
española (La órbita previa). 576 págs. 16 láminas.
214. André Martinet: Economía de los cambios fonéticos (Tratado de
fonología diacrónica). 564 págs.
215. Russell P. Sebold: Cadalso: el primer romántico * europeo» de
España. 296 págs.
216. Rosario Cambria: Los toros: tema polémico en el ensayo es¬
pañol del siglo XX. 386 págs.
217. Helena Percas de Ponseti: Cervantes y su concepto del arte
(Estudio crítico de algunos aspectos y episodios del «Quijote»).
2 vols.
218. Goran Hammarstrom: Las unidades lingüísticas en el marco de
la lingüística moderna. 190 págs.
219. H. Salvador Martínez: El «Poema de Almería» y la épica romá¬
nica. 478 págs.
220. Joaquín Casalduero: Sentido y forma de «Los trabajos de Per si¬
les y Sigismunda». 236 págs.
221. Cesáreo Bandera: Mimesis conflictiva (Ficción literaria y violen¬
cia en Cervantes y Calderón). Prólogo de René Girard. 262 págs.
222. Vicente Cabrera: Tres poetas a la luz de la metáfora: Salinas,
Aleixandre y Guillén. 228 págs.
223. Rafael Ferreres: Verlaine y los modernistas españoles. 272 págs.
224. Ludwig Schrader: Sensación y sinestesia. 528 págs.
225. Evelyn Picón Garfield: ¿Es Julio Cortázar un surrealista? 266 págs.
226. Aniano Peña: Américo Castro y su visión de España y de Cer¬
vantes. 318 págs.
227. Leonard R. Palmer: Introducción critica a la lingüística descrip¬
tiva y comparada. 586 págs.
228. Edgar Pauk: Miguel Delibes: Desarrollo de un escritor (1947-
1974). 330 págs
229. Mauricio Molho: Sistemática del verbo español (Aspectos, modos,
tiempos). 2 vols.
230. José Luis Gómez-Martínez: Américo Castro y el origen de los
españoles: Historia de una polémica. 242 págs.
231. Francisco García Sarriá: Clarín y la herejía amorosa. 302 págs.
232. Ceferino Santos-Escudero: Símbolos y Dios en el último Juan
Ramón Jiménez (El influjo oriental en «Dios deseado y
deseante»), 566 págs.
233. Martín C. Taylor: Sensibilidad religiosa de Gabriela Mistral.
Preliminar de Juan Loveluck. 332 págs.
234. De la teoría lingüística a la enseñanza de la lengua. Publicada
bajo la dirección de Jeanne Martinet. 262 págs.
235. Jürgen Trabant: Semiología de la obra literaria (Glosemática y
teoría de la literatura). 370 págs.
236. Hugo Montes: Ensayos estilísticos. 186 págs.
237. P. Cerezo Galán: Palabra en el tiempo (Poesía y filosofía en
Antonio Machado). 614 págs.
238. M. Durán y R. González Echevarría: Calderón y la critica:
Historia y antología. 2 vols.
239. Joaquín Artiles: El «Libro de Apolonio», poema español del si¬
glo XIII. 222 págs.
240. Ciríaco Morón Arroyo: Nuevas meditaciones del «Quijote». 366
páginas.
241. Horst Geckeler: Semántica estructural y teoría del campo léxico.
390 págs.
242. José Luis L. Aranguren: Estudios literarios. 350 págs.
243. Mauricio Molho: Cervantes: raíces folklóricas. 358 págs.
244. Miguel Angel Baamonde: La vocación teatral de Antonio Ma¬
chado. 306 págs.
245. Germán Colón: El léxico catalán en la Romanía. 542 págs.
246. Bemard Pottier: Lingüística general (Teoría y descripción). 426
páginas.
247. Emilio Carilla: El libro de los «Misterios» («El lazarillo de ciegos
caminantes-»). 190 págs.
248. José Almeida: La crítica literaria de Fernando de Herrera. 142 págs.
249. Louis Hjelmslev: Sistema lingüístico y cambio lingüístico. 262 págs.
250. Antonio Blanch: La poesía pura española (Conexiones con la
cultura francesa). 354 págs.
251. Louis Hjelmslev: Principios de gramática general. 380 págs.
252. Rainer Hess: El drama religioso románico como comedia reli¬
giosa y profana (Siglos XV y XVI). 334 págs.
253. Mario Wandruszka: Nuestros idiomas: comparables e incompa¬
rables. 2 vols.
254. Andrew P. Debicki: Poetas hispanoamericanos contemporáneos
(Punto de vista, perspectiva, experiencia). 266 págs.
255. José Luis Tejada: Rafael Alberti, entre la tradición y la van¬
guardia (Poesía primera: 1920-1926). 650 págs.
256. Gudula List: Introducción a la psicolingüística. 198 págs.
257. Esperanza Gurza: Lectura existencialista de «La Celestina».
352 págs.
258. Gustavo Correa: Realidad, ficción y símbolo en las novelas de
Pérez Galdós (Ensayo de estética realista). 308 págs.
259. Eugenio Coseriu: Principios de semántica estructural. 248 págs.
260. Othón Arróniz: Teatros y escenarios del Siglo de Oro. 272 págs.
261. Antonio Risco: El Demiurgo y su mundo: Hacia un nuevo en¬
foque de la obra de Valle-Inclán. 310 págs.
262. Brigitte Schlieben-Lange: Iniciación a la sociolingüística. 200 págs.
263. Rafael Lapesa: Poetas y prosistas de ayer y de hoy (Veinte es¬
tudios de historia y crítica literarias). 424 págs.
264. George Camamis: Estudios sobre el cautiverio en el Siglo de
Oro. 262 págs.
265. Eugenio Coseriu: Tradición y novedad en la ciencia del lenguaje
(Estudios de historia de la lingüística). 374 págs.
266. Robert P. Stockwell y Ronald K. S. Macaulay (eds.): Cambio
lingüístico y teoría generativa. 398 págs.
267. Emilia de Zuleta: Arte y vida en la obra de Benjamín Jarnés.
278 págs.
268. Susan Kirkpatrick: Larra: el laberinto inextricable de un román¬
tico liberal. 298 págs.
269. Eugenio Coseriu: Estudios de lingüística románica. 314 págs.
270. James M. Anderson: Aspectos estructurales del cambio lingüís¬
tico. 374 págs.
271. Carlos Bousofio: El irracionalismo poético (El símbolo). 458 págs.
272. Eugenio Coseriu: El hombre y su lenguaje (Estudios de teoría y
metodología lingüística). 270 págs.
III. MANUALES
IV. TEXTOS
V. DICCIONARIOS
VIII. DOCUMENTOS
IX. FACSIMILES
63 0170855 2
TRENT UNIVERSITY
(Viene de la solapa anterior)