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ESCUELA DE POSGRADO
UNIDAD DE POSGRADO EN CIENCIAS ECONÓMICAS
TRUJILLO – PERÚ
2021
LA TASA DE DESEMPLEO EN EL PERU
Población en Edad de Trabajar (PET). - Es aquella población definida por las normas
internacionales (OIT), como apta en cuanto a edad para ejercer funciones productivas (de 14
años y más de edad). No existe uniformidad internacional para definir a la Población en Edad
de Trabajar (PET). En América Latina y Caribe, la PET ha sido precisada en función a las
características del mercado laboral de cada país. Sin embargo, en la mayoría de ellos, se
determina tomando en consideración la edad mínima. En el Perú, se estableció en 14 años, la
edad mínima para definir la Población en Edad de Trabajar, tomando en consideración lo
estipulado en el Convenio 138 de la Organización Internacional del Trabajo (019) sobre edad
mínima. La PET se subdivide en Población Económicamente Activa (PEA) conocida también
como la Fuerza de Trabajo y Población Económicamente Inactiva (PEI).
Población Económicamente Activa ocupada.- Para determinar que una persona se encuentra
ocupada se utilizan cuatro criterios: i). Ocupados son las personas de 14 años y más de edad
que estuvieron participando en alguna actividad económica, en el período de referencia. ii). Los
trabajadores dependientes, que teniendo empleo fijo, no trabajaron, la semana anterior, por
hallarse de vacaciones, huelga, licencia por enfermedad, licencia pre y post-natal, etc., todas
ellas pagadas. iii). Los trabajadores independientes, que estuvieron temporalmente ausentes
del trabajo durante el período de referencia; pero, la empresa o negocio siguió funcionando.
iv). A las personas que no estuvieron en ninguna de las condiciones anteriores se les indaga si
realizaron alguna actividad económica en el período de referencia, al menos una hora, por lo
cual recibirá pago en dinero y/o especie.
Desempleo.- Es la condición de las personas en edad y capacidad para trabajar que buscan
activamente un puesto de trabajo, con posibilidades de encontrarlo o en otros sin posibilidades
de encontrarlo, en este último caso se llama desempleo abierto.
Población Total
PEA (Fuerza
PEI
Laboral)
Desocupados
Ocupados
Ocultos
Desocupados
PEI Plena
Abiertos
Definición Técnica
La cifra del desempleo es una información poblacional calculada y registrada por el INEI en
nuestro país, la cual se realiza a través del ENAHO.
La curva de Phillips es un principio de la teoría económica que establece una relación inversa
entre la inflación y el desempleo de un país. Lo que significa que una reducción en el nivel de
desempleo viene precedido de un aumento en los salarios, lo cual automáticamente, se
trasladaría a un aumento generalizado en los precios, lo que quiere decir es que mientras
menor sea la tasa de desempleo, habrá menos trabajadores buscando trabajo.
La curva de Phillips parte del principio de que la cantidad de dinero circulante (comúnmente
denominada “masa monetaria”) tiene efectos reales sobre la economía a corto plazo. De esta
manera, un aumento de la masa monetaria tendría un efecto beneficioso sobre la demanda
agregada. Pues, como refleja la curva, los ciudadanos gastarán más al ver incrementados sus
salarios nominales (efecto conocido como “ilusión monetaria”). Por tanto, creando así un
marco más favorable a la inversión ya que las perspectivas de unos precios al alza mejorarán las
expectativas de beneficios de las empresas.
No obstante, también existe una curva de Phillips a largo plazo, la cual no se ajusta a la relación
anterior. En este caso, se parte del supuesto de que con el paso del tiempo los agentes
económicos condicionarán su comportamiento a las previsiones de inflación, y esto anularía los
efectos reales sobre la economía: se trata del principio de la neutralidad del dinero a largo
plazo, representado gráficamente por una línea vertical en el valor considerado como la tasa
natural de desempleo.
La tasa natural de desempleo (línea vertical) si se parte de una situación de desempleo que el
gobierno desea corregir, iniciará una política fiscal expansiva; la cual creará empleo, pero al
mismo tiempo subirá los precios; y así se querrá disminuir la inflación resultante con una
política fiscal restrictiva, la cual aumentará el desempleo, creando otra nueva curva.
Sucesivamente el gobierno continuará dando uso a sus herramientas de políticas fiscales, con el
fin de disminuir el desempleo pero consiguiendo una tendencia aún más inflacionaria. Sin
embargo, el gobierno no puede reducir permanentemente el desempleo de este modo, porque
los trabajadores negocian salarios reales, es decir, ajustados por la inflación, no salarios
nominales. De este modo si la tasa de inflación ha sido del 10% en los últimos años. Los
trabajadores que deseen mantener su nivel adquisitivo constante, buscaran aumentar sus
salarios a una tasa de al menos el 10 % anual. Si el gobierno decide reducir el desempleo con
una política monetaria expansiva que aumente la inflación al 15 % puede reducirlo durante un
corto período de tiempo, pero a medida que los trabajadores ajusten sus expectativas, la tasa
de desempleo volverá a su nivel anterior, pero la tasa de inflación permanecerá en un 15 %.
El regreso de Belaunde al poder fue tan apoteósico como su triunfo electoral. Pero la crisis política,
económica y social que debía enfrentar era mucho más compleja y delicada que la del año 1963.
Reacondicionar el Estado como organización democrática representativa y devolverle al país la
confianza en la seguridad jurídica para vivir en la ley y la libertad después de 12 años de dictadura
era, de por sí, un problema complejo. Y también, en esos 12 años, la deuda externa peruana había
crecido en 12 veces y la inflación estaba llegando a los tres dígitos.
Entre 1985 y 1990, se enmarca dentro del modelo de desarrollo heterodoxo de sustitución de
importaciones, mostro un crecimiento espectacular del PBI durante sus dos primeros años de
gobierno: 9.4 % (1986) y 9.7 % (1987); durante este período las tasas de desempleo aún
continuaban siendo altas 7.9 % (1986) y 7.7 % (1987).
Finalmente, fue recién hacia mediados de 1988 que García se convenció de la necesidad de una
«Guerra Frontal» contra la crisis económica, aplicándose en efecto un programa de ajuste
económico. Con ello se buscaba detener la inflación y la recesión, acabar con la perdida de
divisas y dar un contexto de estabilidad y confianza a los agentes económicos. Sin embargo el
programa en los siguientes tres años genero una recesión sin precedentes en la historia
republicana de nuestro país, donde el PBI decrece en menos de 9.4 % (1988) a menos 12.3 %
(1989) y de menos 5.0 % (1990); provocando que las tasas de desempleo suban y se
establezcan en un promedio de 7.9 %, acelerándose la inflación que pasa de 85.9 % (1987) a
667.0 % (1988) a 3,398.6 % (1989) y a 7,481.7 % (1990). Contribuyeron a esta catastrófica
situación e hicieron entrar al Perú en una crisis irreversible: la crisis de la deuda externa, la
violencia política vivida en el país, y la pobreza extrema golpeada fuertemente por el
terrorismo.
CUADRO DE LAS VARIABLES ECONOMICAS: PBI, INFLACION Y TASA DE DESEMPLEO EN EL PERU
(1991 al 2000)
ALBERTO FUJIMORI PROMEDIO 5.32% (1991-1995) 113.28 % (1991 – 1995) 8.18 % (1991-1995)
En efecto, las estrategias de reformar, modernizar, eliminar los controles de precios y sincerar
la economía, así como insertarse al mercado financiero internacional, la disciplina fiscal y las
privatizaciones de las empresas estatales, generaron las condiciones y los recursos para
estimular el incremento de las inversiones y el crecimiento de la actividad productiva, la
disminución de la inflación y el aumento del empleo en bien de la disminución de la tasa de
desempleo, cuya evaluación en términos de producción, inflación y desempleo, podemos
resumir en lo siguiente:
En 1991 la actividad económica del país mejoró, en consecuencia el PBI creció en 2.2 % y la
inflación disminuye de 7,481.7 % (1990) a 409.5 % (1991); sin embargo la tasa de desempleo
subió de 5.3 % (1990) a 5.9 % (1991).
En cuanto se refiere a la tasa de desempleo, este indicador ha venido aumentando desde 5.9 %
(1991) a 9.4 % (1992) y luego a 9.9 % (1993), donde la tasa de desempleo se ubica en el pico
más alto, como nunca había ocurrido en la historia peruana; desde entonces comienza a
disminuir a 8.2 % (1994) a 7.5 % (1995) a 7.4 % (1996) a 6.6 (1997) a 5.6 % (1998) a 5.6 % (1990)
a 5.5 % (1999) y a 5.2 % (2000).
Entre 2000 - 2005, promovió el ordenamiento de las cuentas económicas; mayor acumulación
de las reservas internacionales netas (RIN), genero una mayor inversión pública, se produce un
crecimiento económico que pasa de 0.6 % (2001) a 5.5 % (2002) y 4.2 % (2003) y 5.0 % (2004) y
6.3 % (2005), logrando el país una estabilidad monetaria y fiscal después de muchas décadas.
Con respecto a la inflación disminuye de 3.8 % (2000) a 2.0 % (2001) a 0.2 % (2002) a 2.3 %
(2003) a 3.7 % (2004) a 1.6 % (2005) y 2.0% en el período final de su gobierno.
En relación a la tasa de desempleo se mantiene en porcentajes altos que van desde 9.2 %
(2001) a 9.4 % (2002) a 9.3 % (2003) a 8.9 % (2004) a 9.6 % (2005).
Tras un periodo de ausencia en la vida política y exiliado durante ocho años en Colombia, regresó
en 2001 para postular a la elección presidencial que perdió contra Alejandro Toledo. En el 2006
probó suerte nuevamente, ganado las elecciones en segunda vuelta (48,14%) contra Ollanta
Humala.
En su segundo gobierno (2006-2010), después de 21 años, García recibe por parte de su
predecesor una economía estable y en crecimiento, que le permitió reivindicar su política
económica.
Sin embargo el crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI) en el 2006 fue de casi el 8% y para
los dos años siguientes, bordeó el 9%; por efectos de la crisis mundial, en 2009 se creció en 1,0
% y en 2010 se elevó a 8,5 %. En promedio, el PBI creció durante los cinco años en 7,0 %, a
pesar de la proyección inicial de 5,3%. Indudablemente, los precios internacionales de los
metales fueron los principales responsables de ese crecimiento. El gobierno dejó unas reservas
internacionales netas por 47.059 millones de dólares, según el Banco Central de Reserva (BCR).
Gracias a un apropiado manejo de la economía, el Perú superó sin sobresaltos la recesión
mundial, que en cambio golpeó a las principales potencias económicas como Estados Unidos y
China.
Continuó con la política de firma de tratados de libre comercio (TLC) iniciada por su predecesor.
Finiquitó el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, a los que siguieron los realizados
con Chile, China, Canadá, Singapur, la EFTA (Suiza, Liechtenstein, Islandia y Noruega), Tailandia,
Corea del Sur, México y la Unión Europea. Parte de la bonanza en las exportaciones peruanas
se debió al contexto creado por esta política, que abrió amplios y nuevos mercados,
aumentando las exportaciones peruanas tradicionales pero sobre todo las no tradicionales.
La deuda externa dejada por el último gobierno de García era de 31,3% del PBI. En su segundo
gobierno, según datos del MEF, logró un significativo cumplimiento, llegando a un avance del
102,2%, lo que supuso un pago del 12,6% del total.
Asimismo, la inflación se mantuvo controlada a lo largo del periodo 2006-2010, teniendo una
variación porcentual anual promedio de 2,8 %. La desnutrición crónica se redujo y pasó de
22,9% a 17,9%.
Para el número de empleos creados también hubo cifras alentadoras, se crearon cerca de 2
´260.045 puestos de empleo, de la meta que fue fijada en 1´500.000 (un avance del 150,7%).
Sin embargo la tasa de desempleo promedio fue de 8.2% durante su gobierno.
CUADRO DE LAS VARIABLES ECONOMICAS: PBI, INFLACION Y TASA DE DESEMPLEO EN EL PERU
(2011 al 2015)
Ante esta situación el presidente Ollanta Humala, llamo a la calma a los sectores empresariales y
los mercados dejando de lado la Gran transformación y creando una Hoja de Ruta que se acoplaba
al modelo neoliberal imperante.
Políticas sociales: Duplicación de la cobertura del programa junto, aumento del salario mínimo
a S/.750, Pensión 65 y más beneficios para los pobladores con bajos recursos, aumentando los
policías en la calle y comisarias.
Energía: Masificación del consumo del gas, despetrolización de la matriz energética usando gas
natural y energías renovables, promoción de la industria petroquímica.
Empleo: Funcionamiento del Consejo Nacional del Trabajo, Fiscalización del respeto a los
derechos laborales, implementación de capacitación de acuerdo a la demanda.
Durante su gobierno el PBI paso de un 6.5 % (2011) a 6.0 % (2012) a 5.8 % (2013) a 2.4 % (2014)
a 3.3 % (2015).
La tasa de desempleo fue de 7.7 % (2011), 6.8 % (2012), 6.0 (2013), 6.4 % (2014), 6.3 % (2015).
CUADRO DE LAS VARIABLES: PBI, INFLACION Y TASA DE DESEMPLEO EN EL PERU
(2016 al 2020)
El gobierno de PPK fue un gobierno que estuvo plagado de política obstruccionista, con un
parlamento mayoritario de oposición, el cual solo tenía por consigna vacar al presidente dado
el resultado de las elecciones las cuales dejaron nuevamente fuera del sillón de Pizarro a Keyko
Fujimori.
Aun con la perspectiva de mantener una economía estable, la oposición parlamentaria logra
vacar al presidente PPK por los casos Odebrecht y Lava Jato. Es en este contexto que asume la
presidencia Martin Vizcarra, quien solicita el voto de confianza el cual le fue negado en dos
oportunidades, viéndose en la imperiosa necesidad de cerrar el parlamento (según lo
contempla nuestra actual constitución).
Es así que el presidente Vizcarra, asume la presidencia del país, en un momento donde aún no
terminaba de acomodarse y nos vimos afectados por la crisis sanitaria mundial producto de la
aparición del virus Covid-19.
Aun en este contexto y siguiendo lo que manda la ley es que convoca a elecciones congresales
extraordinarias para elegir a los nuevos congresistas, quienes deciden vacarlo; asumiendo
como presidente interino el señor Merino, quien duró solo un día por no decir horas como
presidente del país.
Es obvio precisar que durante este periodo de gobierno donde se caracterizó por tener
periodos de transición presidencial, donde no se pudo lograr avances económicos significativos.
Siendo la crisis sanitaria una de los principales causas en la caída del PBI a menos de 11 %,
incrementándose la tasa de desempleo en un 7.4 % (2020) con respecto al año 2019 (3.6 %)
Las últimas perspectivas económicas regionales calculan que para finales de septiembre, solo en
Brasil, Chile, Colombia, México y Perú, más de 30 millones de personas habían perdido sus puestos
de trabajo; con lo que en esta recesión la contracción del empleo habría sido mayor a la del
Producto Interno Bruto (PIB).
El FMI explica que en América Latina y el Caribe, factores como el alto número de personas que
trabajan en actividades que requieren proximidad física, menores posibilidades para hacer
teletrabajo y altas tasas de informalidad y pobreza contribuyeron al “colapso histórico” de la
actividad.
Según las cifras del informe del Fondo, 45% de los trabajos de la región se encuentran en sectores
de contacto intensivo, mientras que la cifra sería de 30% para los mercados emergentes; y solo
uno de cada cinco podría realizarse de forma remota. Además, la región sería la que más tarde en
volver a sus niveles pre-pandemia. Para el FMI solo hasta 2023 se podría recuperar el PIB y hasta
2025 el ingreso real per cápita.
La entidad señala que todo este panorama podría traer graves implicaciones sociales y afectar los
avances logrados en más de cinco años, con lo que ahora los principales retos para la región serían
realizar cambios estructurales y fortalecer estos indicadores sociales.
Adicionalmente, el FMI explicó que las acciones políticas que implementaron los gobiernos, si bien
ayudaron a mitigar el contagio y proteger vidas, dejan cifras significativas en la deuda pública y
privada.
“Hay un reto fiscal para la región después de los apoyos de los gobiernos, habrá niveles de deuda
más altos y tendrán que enmarcar las políticas futuras en la estabilización de la deuda para
recuperar los espacios fiscales para estar listos si hay que responder a otro choque”, comentó
Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI durante la
presentación virtual de las perspectivas.
Para la entidad es necesario que la prioridad sigan siendo las políticas para contener la pandemia y
consolidar la recuperación. Por lo que recomienda no levantar los apoyos de manera apresurada,
siempre teniendo en cuenta la capacidad económica de cada país.
El informe plantea que la deuda bruta del gobierno general para toda América Latina podría
representar 73,3% del PIB para 2020 y 79% para 2021. “En algunas economías emergentes solo el
camino de la reestructuración de la deuda permitirá que se puedan seguir adelantando acciones
frente a la crisis generada por la pandemia”, añadió Julián Arévalo, decano de la Facultad de
Economía de la Universidad Externado.
El FMI concluye su informe reiterando que una recuperación más débil que se esperaba y la
permanencia de la pandemia representará mayores dificultades para los gobiernos y además
habría un impacto en la calificación crediticia de los países, pues la confianza de pago de los
gobiernos puede verse afectada.
Referencias Bibliográficas:
1.