Está en la página 1de 17

EL COVID – 19 Y SU IMPACTO ECONOMICO EN LOS HOGARES DEL

PERÚ Y EN LA ECONOMIA NACIONAL

RESUMEN

La COVID-19 es una enfermedad que no solo ha generado la pérdida de cuantiosas

vidas humanas, sino también ha aumentado la brecha de pobreza, impactando en el

desarrollo humano. La pandemia de COVID-19 generó pérdidas severas en las

economías del mundo, lo que ocasionó un grave impacto en la economía del Perú,

además de un futuro caracterizado por la incertidumbre. Con base en lo señalado, esta

investigación tuvo como objetivo identificar el impacto económico de la crisis causada

por la COVID – 19 en el Perú. Se analizan los potenciales impactos sobre los ingresos

laborales de los hogares en Perú. Si bien es aún incierta la magnitud y duración del

choque económico que éstos enfrentan, nuestro planteamiento centra la atención en la

siguiente pregunta de investigación: ¿qué tan preparados están los hogares peruanos

para choques como los que se están enfrentando en estos días? ¿Qué impactos se

esperan en las economías familiares?. Nos centramos en los ingresos laborales porque

ellos explican tres cuartas partes de los presupuestos familiares en el país.

Palabras clave: Pandemia, economía, macroeconomía, impacto Económico

Abstract

COVID-19 is a disease that has not only caused the loss of many human lives, but has

also increased the poverty gap, impacting human development. The COVID-19

pandemic generated severe losses in the world’s economies, which caused a serious

impact on the Peruvian economy, in addition to a future characterized by uncertainty.

Based on the above, the objective of this research was to identify the economic and

social impact of the crisis caused by COVID-19 in Peru. Potential impacts on labor
incomes of Peruvian homes are analyzed. Although it is still uncertain the magnitude

and duration of the economic shock those homes deal with, our approach focus attention

on this research question: how prepared are the Peruvian homes for shocks as the one

they are dealing with these days? What impacts are expected in family economies? We

focus on labor incomes because they explain three quarters of family budgets in the

country.

Keywords: Pandemic, economy, macroeconomics, economic impact.

1. INTRODUCCIÓN

En diciembre del 2019, en Wuhan, China, se observó por primera vez un grupo

inexplicable de casos de neumonía que, hasta el día de hoy, afecta a varios países a nivel

mundial. Estos fueron causados por el denominado Síndrome Respiratorio Agudo

Severo Coronavirus 2 (Sars-COV-2), y la enfermedad que provoca este virus se llama

COVID-19. En el contexto actual, debido a la masiva expansión del virus indicado, se

hace frente a una pandemia declarada por la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Al respeto, cabe resaltar que este virus viene afectando drásticamente a las naciones,

generando muertes masivas en distintos países del mundo.

Según Mena (2020), hasta el 4 de mayo de 2020, se habían contabilizado 450 000

muertes por causa del coronavirus (COVID-19); asimismo, existen alrededor de ocho

millones de casos confirmados de COVID-19 en todo el mundo.

El Perú ha sido uno de los países más afectados por este virus, ya que, según el reporte

estadístico del Instituto Nacional de Salud y Centro Nacional de Epidemiología,

Prevención y Control de Enfermedades (2021), hasta el 30 de enero del 2021, se han

confirmado 474 199 casos de COVID-19 y 16 237 muertos a nivel nacional, cifras

sumamente preocupantes para la comunidad médica dedicada a la ciencia. En este


marco, la Organización Mundial de la Salud (2020) afirma que alrededor del 80 % de

las personas que adquirieron el virus superan la enfermedad sin requerir tratamiento

hospitalario; por lo cual, solo un 20 % de personas con COVID-19 experimentan un

cuadro grave con dificultad para respirar, siendo este grupo conformado por personas de

la tercera edad, personas con comorbilidades, como hipertensión, problemas cardíacos o

pulmonares, diabetes, cáncer, artrosis, gastritis, entre otros. Sin embargo, esto no exime

a que una persona sin factor de riesgo pueda presentar un cuadro grave de COVID-19.

El impacto del COVID-19 en el Perú y en la región se siente como un gran problema en

materia económica especialmente en el territorio peruano que ha tenido que soportar

varios meses de confinamiento en cuarentena total con medidas extremas en cuidados y

prevención con campañas publicitarias lanzadas por el gobierno que ni aun así hace

efecto en el avance del nuevo coronavirus, en ese sentido la economía en el Perú hasta

el día de hoy muestra variaciones negativas y por consiguiente las expectativas en los

principales indicadores económicos se encuentran afectados. En tal sentido en la región,

el nuevo coronavirus se expandió rápidamente asimismo la OMS declaró al COVID-19

como pandemia mundial, en el territorio peruano el día 15 de marzo del año 2020 el

presidente del Perú, Martin Vizcarra Cornejo declaró cuarentena total (Bedford, Enria,

Giesecke, y Heymann, 2020).

Además, las medidas que se emplean para tratar de controlar el nuevo coronavirus

hacen efectos en la economía, observando los indicadores económicos de política fiscal

y monetaria tanto en la producción reflejada en el índice porcentual del PBI como a los

diversos índices económicos generados por el efecto de la no movilidad de las personas

y el resultado del manejo respecto al trabajo no presencial y los diversos impactos que

conllevan la inamovilidad (Deb, Furceri, D. ostry, y Tawk, 2020).


Martín Alberto Vizcarra Cornejo nació en Lima, el 22 de marzo de 1963; es un
ingeniero civil egresado de UNI (Universidad Nacional de Ingeniería) y político
peruano. Fue gobernador de la región de Moquegua y presidente de la República del
Perú tras aceptarse la dimisión de Pedro Pablo Kuczynski de cuyo gobierno había sido
primer vicepresidente. Asumió el cargo de presidente el 23 de marzo del 2018 y el 10 de
noviembre del 2020 finalizo su cargo, cuando el Parlamento declaró su permanente
incapacidad moral.

2. DESARROLLO

La economía internacional atraviesa por la peor crisis de los últimos años, a razón de la

veloz expansión del virus del SARS-CoV-2. Los países, estados y regiones en un

escenario general han asumido un compromiso en aras de fomentar estrictas directrices

en materia sanitaria y económica, articulada y coordinada para contrarrestar lo más que

se pueda la propagación de la citada enfermedad. En tal sentido, el Perú no es ajeno a

tales circunstancias por lo que actualmente la economía nacional atraviesa por una de

sus mayores crisis económicas, lo que ha generado el estancamiento de las actividades

empresariales, dadas las medidas de confinamiento o cuarenta. Es preciso señalar, que

la solidez macroeconómica en el Perú ha sido determinante para otorgarle el respaldo

necesario ante las diversas reglas adoptadas por el ejecutivo en el contexto de la

emergencia sanitaria. Estos aspectos favorables han sido generados por más de 20 años

de administración fiscal, lo que ha facilitado a Perú situarse como un estado responsable

y solvente, con una alta tendencia de crecimiento, y sin muchos problemas, por ejemplo,

en materia de inflación. Sin embargo, el coronavirus ha tenido un impacto negativo en

el comportamiento de los bienes y servicios que las empresas están en disposición de

producir y vender.

De acuerdo con Varona y Gonzales (2020): sostienen que en un nivel más amplio

“macroeconómico” el avance de la pandemia, ha creado un efecto de carácter sistémico

para la oferta-demanda agregada, ocasionando un fuerte impacto sobre el nivel de la


actividad económica. El gobierno tuvo que implementar distintas políticas económicas

para mitigar el impacto en la economía y fue así como lanzó su Plan de reactivación en

el cual progresivamente se iban reiniciando las actividades económicas. Una de las

facilidades que brindó al sector empresarial en el año 2020, fue el Programa “Reactiva

Perú”, según Decreto Legislativo N.º 1455 y su modificatoria con el Decreto Legislativo

N.º 1457, el cual tuvo como objetivo inyectar liquidez a la micro, pequeña y gran

empresa para dinamizar la economía del país. Dada la crisis sanitaria, el gobierno ha

implementado medidas económicas desde principios de mayo 2020 para mitigar el

descenso de las actividades comerciales y productivas en aras de incrementar los

ingresos en las familias. Posteriormente, en el informe del Banco Central de Reserva del

Perú (BCRP, 2020), indica que: En el caso particular del cuarto trimestre, se viene

registrando un impulso adicional por el avance de la última fase del plan de reanudación

de actividades, la ejecución del segundo bono universal y el crecimiento interanual de la

inversión pública por primera vez desde el inicio de la pandemia. Al respecto se puede

manifestar que las limitaciones al libre tránsito de las personas y/o medidas de

aislamiento que se necesitan para combatir al COVID-19 representan para varias

familias, un golpe altamente significativo de sus probabilidades de obtener rentas.

3. IMPACTO DE LA COVID-19 Y LOS INDICADORES

MACROECONÓMICOS

La rápida expansión de la COVID-19 provocó la pérdida de cuantiosas vidas humanas,

por ello, diversas naciones optaron por aplicar medidas, como el aislamiento social, para

reducir el avance de la enfermedad, aun a costa de poner en riesgo la economía global.

Estas medidas condujeron a la reducción de las actividades productivas, generando

pérdidas en todos los sectores, principalmente en aquellos más vulnerables. Al respecto,

Mendoza et al. (2020) manifiestan que estas medidas restrictivas han generado un
impacto a nivel macroeconómico, específicamente por la caída de las actividades

productivas, lo cual ha conducido a la desaceleración económica. Cabe resaltar que,

hasta el día de hoy, no se pueden conocer las consecuencias finales de las medidas

ejecutadas para evitar la propagación de la COVID-19; sin embargo, se puede ir

realizando estudios estadísticos, para conocer el impacto generado hasta el momento, a

fin de utilizar estos análisis en la implementación de medidas que impidan una crisis

económica más severa. En este marco, una de las medidas que permiten conocer el

impacto de la COVID-19 en la economía nacional e internacional son los indicadores

macroeconómicos.

De acuerdo con Bautista et al. (2020), estas son medidas que permiten analizar las

principales variables económicas que constituyen la macroeconómica de un

determinado país.

Por su parte, Rodríguez (2018) señala que estos indicadores permiten conocer la

evolución histórico-económica de un Estado, siendo esenciales para conocer la tasa de

crecimiento y desarrollo de una nación. Respecto a esto último, cabe señalar que el

análisis macroeconómico integra dos tipos de indicadores: sociales, que incluyen

subindicadores, como población, hogares, educación, salud, vivienda y servicios

básicos, trabajo, pobreza y cohesión social; y económicos, que integran subindicadores

como el PBI, tipo de cambio, índice de precios al consumidor (IPC) e inflación, reservas

internacionales, tasas de interés.

Finalmente, de acuerdo con Banda et al. (2019), estos indicadores permiten que los

Estados tomen mejores decisiones en cuanto a la implementación de medidas o

políticas, puesto que integra factores que posibilitan proyectarse hacia la repercusión de

sus acciones en la sociedad.


4. LOS HOGARES PERUANOS Y SUS INGRESOS

¿De dónde provienen los ingresos de los hogares peruanos? Como se menciona líneas

arriba, sobre todo del trabajo. Entonces, ¿qué tipos de empleos tienen los peruanos? A

continuación, presentamos cómo se distribuye la fuerza laboral según su tipo de

inserción en el mercado.

Tanto en el ámbito nacional como en el urbano, 4% de los trabajadores son

empleadores. Sus ingresos medios casi duplican los del resto de la población

trabajadora, pero detrás de este promedio hay una gran heterogeneidad. El tercio inferior

de este grupo de empleadores según la distribución de ingresos laborales percibe

ingresos inferiores que los del promedio de los autoempleados. La política pública los

atenderá junto con ese grupo. Para todos ellos, sin embargo, sí es importante prestar

atención a sus emprendimientos, en tanto generan empleo para el resto de la población.

El resto de trabajadores comprende a asalariados –alrededor de la mitad de los

trabajadores no empleadores–, independientes alrededor de 40% de trabajadores no

empleadores, trabajadores familiares no remunerados (TFNR) y trabajadoras del hogar

entre 2 y 3% de los trabajadores no empleadores. García, A. (2020)

Los segmentos de los trabajadores asalariados e independientes merecen atención

particular. En el grupo de los asalariados, uno de cada cinco trabaja para el sector

público y los otros cuatro, para el privado. De los que trabajan en el sector privado, la

mitad cuenta con contrato y la otra mitad no. Entre los asalariados del sector privado

que cuentan con un contrato, uno de cada cuatro casos es por tiempo indeterminado; la

gran mayoría tiene un contrato a plazo fijo, por lo general por periodos cortos, de hasta

un año. Entre los trabajadores independientes, 9 de cada 10 se ubican en el segmento

informal del mercado; esto es, no están registrados con la autoridad tributaria. Esta

estadística coincide con la proporción de trabajadores independientes que no cuentan


con educación superior: 9 de cada 10. En suma, de los casi 13 millones de trabajadores

en el ámbito urbano del país, cerca de 2 millones uno de cada 6 trabajan en las

condiciones que describen los libros de texto, es decir, cuentan con un contrato de

trabajo por tiempo indefinido. Así, nuestro mercado de trabajo difiere sustancialmente

de aquéllos en las economías desarrolladas. García, A. (2020)

En el Perú, el sector asalariado formal es muy pequeño, y dentro de este existe mucho

empleo inestable, esto es, se registra una fuerte presencia de contratos a plazo fijo

temporales. Además, existe un alto grado de autoempleo especialmente autoempleo

informal. Esta situación impone serios retos al diseño de políticas laborales en tiempos

regulares, así como a la canalización de apoyos transitorios en tiempos de crisis como el

actual. En cuanto a los ingresos, los ingresos laborales formales constituyen cerca del

20% de los ingresos monetarios regulares de los hogares y los ingresos laborales

informales, cerca del 50%; el resto proviene de rentas y transferencias, tanto del Estado

como de privados. García, A. (2020)

En los hogares ubicados en los deciles de ingresos más altos, el trabajo formal es

responsable de tres quintas partes de su presupuesto; el trabajo informal, de una quinta

parte; y las rentas, de la otra quinta parte. En los hogares ubicados en los deciles de

menores ingresos, el trabajo casi todo informal permite financiar la mitad de los

ingresos; la otra mitad corresponde a transferencias que reciben del Estado y de otros

hogares. En términos relativos, para los hogares ubicados en el primer decil de ingresos

las transferencias que reciben del Estado constituyen casi un tercio de sus ingresos

regulares totales. García, A. (2020)

5. LA VULNERABILIDAD DE LOS HOGARES


El análisis del tipo de inserción laboral provee evidencia acerca de la vulnerabilidad de

los hogares en la coyuntura actual. Lo primero que se debe destacar en este ámbito es el

tipo de protección social asociada a la inserción laboral. Los trabajadores asalariados

formales gozan de protección establecida en las normas, de la cual carecen los

trabajadores independientes o autoempleados. La proporción de este tipo de

trabajadores en el mercado laboral peruano es más bien pequeña: alcanza apenas

alrededor de un tercio de la PEA ocupada. Sin embargo, este tercio de la fuerza laboral

“protegida” bien podría ser incluso más pequeño. En efecto, esta categoría incluye a

trabajadores con contratos temporales tanto en el sector privado como en el público.

Esta no es una consideración trivial, puesto que el grueso de contratos laborales en el

sector privado es de naturaleza temporal (contratos a plazo fijo). Cuánta protección

efectiva existe en este momento depende de cómo se distribuye la duración de los

contratos a plazo fijo. Por lo menos 27% de estos contratos son por tres meses o menos

(Jaramillo y Campos, 2019).

Ambos tipos de contrato cuentan con protección frente al despido y, de hecho, la

protección pecuniaria frente a la terminación de un contrato podría ser mayor para los

trabajadores a plazo fijo: 1.5 remuneraciones mensuales por cada mes no trabajado,

versus una remuneración por año trabajado para los trabajadores con contrato por

tiempo indefinido. Es previsible, por tanto, que para prescindir de sus servicios las

empresas esperen a que los contratos finalicen, antes que cortarlos con anticipación.

Adicionalmente, de acuerdo con datos de la Planilla Electrónica la base de datos del

conjunto de empresas formales, cada mes concluyen alrededor de 7% de las relaciones

laborales y se crean 8% de nuevos empleos. En el primer cuatrimestre, enero-abril, las

tasas de terminación del empleo son estacionalmente altas, fluctuando entre 8% y 12%

(Jaramillo y Campos, 2020).


En el otro extremo, los trabajadores asalariados sin contrato, representando 1 de cada 5

hogares y los autoempleados informales, un tercio, son los sectores potencialmente más

afectados. Como vemos, estos dos grupos representan a poco más de la mitad de los

hogares urbanos. Por su parte, los independientes formales son un sector reducido, del

que depende una porción más bien pequeña de los hogares urbanos del país. Finalmente,

los trabajadores pertenecientes a las categorías TFNR y empleados del hogar

probablemente sufrirán las mismas restricciones para desempeñar sus labores que los

trabajadores independientes informales, salvo para los que, entre ellos, desempeñan sus

labores dentro de sus viviendas o en las de sus familiares, que de cualquier manera

enfrentarán restricciones para comerciar sus productos. En el caso de los trabajadores

del hogar, quienes pernoctan en los hogares de sus empleadores se verán menos

afectados que quienes se desplazaban cotidianamente. (Jaramillo y Campos, 2020).

6. LA VULNERABILIDAD DE LAS EMPRESAS

Para proteger las fuentes de ingreso de los trabajadores, es necesario mantener viables a

las empresas. Esto es importante no solo por el volumen de personas que emplean

directamente, sino también por el empleo indirecto que generan mediante su demanda

de bienes intermedios de otras empresas o de trabajadores independientes. En el sector

empresarial peruano conviven empresas con diversos grados de formalidad, tanto en el

empleo que generan como en su relación con el Estado. Jaramillo y Campos (2020)

Según el Directorio Central de Empresas y Establecimientos (2015), el tejido

empresarial peruano formal estaba compuesto por alrededor de 2 millones de unidades

económicas.
D. Campos (2020). Como se sabe, el total de unidades productivas del sector formal

equivale a menos de un tercio de su contraparte informal; no obstante, su producción es

cuatro veces mayor.

Con respecto al empleo, los datos están en línea con los presentados antes sobre la base

de encuestas de hogares: el empleo formal representa 27% del empleo total. Así, la

productividad del trabajo es casi cinco veces mayor en el sector formal que en el

informal. En cuanto a su estatus legal, del total de empresas formales, tan solo 23.5%

están conformadas como sociedad, mientras que el resto solamente poseen un Registro

Único de Contribuyente (RUC). (INEI, 2020)

Nótese que, la Planilla Electrónica, el registro mensual de los trabajadores de las

empresas, en ese mismo año (2015) señalaba la existencia de alrededor de 270 000

empresas, cifra que representa aproximadamente 13% del total de empresas del sector

formal del Directorio. Este dato es importante, puesto que cualquier medida de apoyo a

las empresas formales se deberá concentrar en aquéllas que cumplen con reportar cada

mes su información a la Planilla Electrónica, pues esta sería presumiblemente la

información más actualizada. Bien estos datos recaudados nos muestran el panorama del

impacto que abarca la pandemia en la economía peruana y la gran demanda que

implicaría la reactivación de la economía peruana. Jaramillo y Campos (2020)

7. OPCIONES DE POLÍTICAS

Para pensar en opciones de políticas, resulta útil distinguir dos etapas en la crisis actual.

La primera etapa se caracteriza por fuertes restricciones a la oferta laboral, consistentes

con una cuarentena generalizada de la población. En la segunda etapa se levantan

gradualmente buena parte de estas restricciones, pero con un nivel de actividad

económica muy disminuido. Las políticas que se requieren para cada uno de estos
momentos son diferentes. Durante la primera etapa no es posible estimular el empleo ni

el consumo, puesto que, de hecho, está prohibido trabajar en la mayor parte de

actividades y los hogares consumen primordialmente alimentos. En la segunda etapa, se

puede trabajar, pero el consumo y la demanda agregada están deprimidos. El objetivo en

la primera etapa es ayudar a los hogares y a las empresas a sobrellevar las barreras que

imponen las medidas sanitarias. En el caso de los hogares, esto significa apoyar

directamente el consumo básico (alimentos, renta y artículos de limpieza). En las

empresas formales, esto se traduce en medidas de apoyo a su supervivencia y a la

preservación del empleo que generan. En el reticulado de las empresas, es importante

asegurar que las cadenas de pagos se mantengan y evitar las quiebras. La segunda etapa

empezaría a aplicarse después de que se hayan levantado las restricciones a la oferta

laboral. Aquí se trata de estimular el crecimiento del empleo y la demanda agregada. En

el contexto de países como el Perú, el reto adicional es que este nuevo empleo sea

formal. Parece claro que la transición a esta etapa será gradual. Las restricciones a

ciertas actividades por ejemplo, el turismo y los espectáculos públicos seguramente

continuarán durante la mayor parte del año. En esta dirección, un tema crucial es la

política sanitaria y en qué medida será capaz de abrir espacios para reiniciar las

actividades económicas. Por necesidad, las pruebas tendrán que masificarse y podrían

ser un requisito para el reinicio de actividades. El uso de protección adecuada también

continuará siendo un condicionante de muchas actividades. Una política sanitaria más

sofisticada va a requerir una inversión pública importante para reforzar la capacidad de

actuación del sector Salud, particularmente en identificar de forma temprana los casos

de contagio y realizarles un seguimiento efectivo. Asimismo, va a ser necesaria una

colaboración más estrecha entre los sectores público y privado. Por otra parte, la

magnitud del esfuerzo de aplicar políticas en la segunda etapa va a depender tanto de


cuánto se prolongue la cuarentena indiscriminada como de cuán efectivas en mantener a

las empresas con vida hayan sido las políticas de la primera etapa. D. Campos (2020).

8. CONCLUSIONES

 La crisis sanitaria generada por la COVID-19 en el Perú ha reflejado las

deficiencias existentes en el sistema de salud, a consecuencia de la falta de

capacidad resolutiva de los establecimientos de salud, en referencia a recursos

humanos (profesionales de la salud) y recursos materiales (equipamiento médico

e infraestructura). Por otro lado, uno de los efectos de esta pandemia que más ha

afectado al desarrollo del Perú, ha sido el incremento de los niveles de pobreza,

pobreza extrema y desigualdad social, por lo cual, las primeras medidas que

adopte el Gobierno post-COVID-19 deben estar orientadas a reducir estos

niveles.

 El contexto económico de la emergencia sanitaria en el Perú ha sido

desfavorable, evidenciada en la reducción de sus principales indicadores

económicos como el producto bruto interno (PBI), la inflación, la tasa de

desempleo, la población económicamente activa; sin embargo, el país se

distingue por conservar un estado de cierta estabilidad, lo que genera seguridad a

las empresas privadas en el contexto del sistema financiero, visualizándose sus

cualidades macroeconómicas a nivel país, y consecuentemente su firme

condición fiscal antes y durante de la enfermedad.

 El coronavirus ha generado una serie de impactos altamente adversos en las

familias u hogares, dado que las empresas privadas han sido perjudicadas por la

reducción de sus niveles de ventas e inclusive el cese de actividades; originando

el despido masivo de su personal, en los periodos de las cuarentenas o

confinamiento.
 Las familias no cuentan con liquidez o disponibilidad de recursos para asumir

sus obligaciones inmediatas. Post COVID-19, deja como desafíos en el tema

económico, el fortalecimiento de las cuentas gubernamentales con el propósito

de salvaguardar el desarrollo sostenible del Perú, pero procurando no producir

consecuencias negativas en las finanzas públicas. Para tal fin y en aras de

alcanzar este propósito, el país cuenta con elementos orientados a perfeccionar

con eficiencia, eficacia y economía el gasto estatal y el aumento de los ingresos,

partiendo de la mejora de la gestión y administración pública.

 La pandemia aún no ha terminado, por lo que todavía no es posible determinar

los efectos finales en los diferentes sectores de la sociedad, además de que aún la

población global se encuentra expuesta al rebrote de la enfermedad. Sin

embargo, esta incertidumbre no debe frenar las acciones del Gobierno, quienes

tiene el deber de elaborar y ejecutar políticas públicas, fiscales y monetarias

expansivas, además de presentar mejores fundamentos macroeconómicos,

impulsando las inversiones públicas y privadas (exportaciones e importaciones)

a fin de incentivar el sistema empresarial.

 Consecuentemente, los tres niveles del Gobierno, así como las instituciones

públicas y privadas, deberán planificar acciones o medidas de carácter político,

económico y social, con base en la búsqueda de un equilibrio entre los

protocolos sanitarios y el reinicio eficiente de operaciones financieras, para

lograr una recuperación adecuada de la actividad económica.

REFERENCIAS

Banda, H., Gómez, D. y Almaraz, I. (2019). Análisis de los principales indicadores

macroeconómicos en México. ¿Estamos frente a una crisis? Red Internacional de


Investigadores en Competitividad, 13, 1043-1060.

https://www.riico.net/index.php/riico/article/view/1838

Bautista, E., Buendía, P. y Jara, J. (2020). Indicadores macroeconómicos como

apoyo para la toma de decisiones. Polo de Capacitación, Investigación y Publicación

(POCAIP), 5(18), 211-226. https://fipcaec.com/index.php/fipcaec/article/view/209

BCRP (2020). Reporte de Inflación diciembre 2020: Panorama actual y

proyecciones macroeconómicas 2020-2022. 1-160, e-ISSN: 1728- 5739. Perú:

Banco Central de Reserva del Perú. Recuperado de:

https://www.bcrp.gob.pe/docs/Publicaciones/ReporteInflacion/2020/diciembre/repor

te-de-inflacion-diciembre-2020.pdf

Bedford, J., Enria, D., Giesecke, J., & Heymann, D. (2020). COVID-19: towards

controlling of a pandemic. The lancet, 395, 1015-1018.

https://doi.org/10.1016/S0140-6736(20)3067-5

Campos,. D. (2020). La dinámica del mercado laboral peruano: creación y

destrucción de empleos y flujos de trabajadores. Próxima publicación.

https://www.grade.org.pe/wp-content/uploads/La-dina%CC%81mica-del-mercado-

WEB-1.pdf

Deb, P., Furceri, D., D.ostry, J., & Tawk, N. (2020). The economic effects of

COVID-19 cointainment measures. International monetary fund, 1-44.

https://papers.ssrn.com/sol3/papers.cfm?abstract_id=3661431

García, A. (2020). Impacto económico por COVID-19 en el primer semestre del

2020 a Mypes de Lima Metropolitana. Universidad San Ignacio de Loyola.

http://repositorio.usil.edu.pe/handle/%20USIL/10806
INEI. (2020). Producto Bruto Interno. https://www.inei.gob.pe/biblioteca-

virtual/boletines/pbitrimestral/1/

Jaramillo, M. y H. Ñopo (2020). Covid-19 y el shock externo: Impactos económicos

y opciones de política en el Perú. PNUD LAC C19 PDS No. 5.

https://www.latinamerica.undp.org/content/rblac/es/home/library/crisis_prevention_

and_ recovery/covid-19-y-el-schock-externo--impactos-económicos-y-opciones-

de._

Mena, M. (2020, 9 de junio). ¿Cuántas vidas hemos salvado quedándonos en casa?

Statista. https://es.statista.com/grafico/21304/estimacion-de-muertes-evitadas-a-

traves-de-las-medidas-contra-el-coronavirus/

Mendoza, M., Quintana, L., Valdivia, M. y Salas, C. (2020). Impactos

macroeconómicos potenciales de la Covid-19 en México. Pluralidad y Consenso,

10(44), 78-93. http://revista.ibd.senado.gob.mx/index.php

PluralidadyConsenso/article/viewFile/672/630

Organización Mundial de la Salud. (2020). Actualización de la estrategia frente a la

COVID-19. OMS. https://www.who.int/docs/default-source/coronaviruse/covid-

strategy-update-14april2020_es.pdf

Rodríguez, D. (2018). Italia: un análisis de sus principales indicadores

macroeconómicos en el periodo 1950-2014. Ingeniería: Ciencia, Tecnología e

innovación, 5(2). HTTP://REVISTAS.USS.EDU.PE/INDEX.

PHP/ING/ARTICLE/VIEW/984

Varona, L., & Gonzales, G. (2021). Dynamics of the impact of COVID-19 on the

economic activity of Peru. PLoS ONE, 16(1), 1-30, e-ISSN: 1932- 6203.

Recuperado de: https://doi.org/10.1371/journal.pone.0244920

También podría gustarte