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TEXTO 1.

LENGUA Y LITERATURA 4º ESO

Cuenta un escritor brasileño amigo mío, que, en una cena en la que le preguntó a un anciano japonés 1
cómo pudo transformarse Japón tras la Guerra Mundial en una potencia económica, este le respondió
ofreciéndole un tazón de arroz con una sonrisa. Mi amigo pensó que su interlocutor había optado por
ignorar la pregunta, pero este le ofreció una explicación. “Al término de la guerra, no teníamos arroz
para comer”, le aclaró. “Entendimos que solo trabajando juntos e intensamente seríamos capaces de 5
vencer al hambre y a la miseria. Así que nos convertimos nosotros mismos en arroz cocido: cuanto
más pegados unos granos a otros, más fuertes nos hacíamos.” El arroz japonés constituye la alegoría
perfecta para ilustrar las diferencias entre la naturaleza de este pueblo y la nuestra: mientras nuestro
concepto de arroz de calidad incluye como condición indispensable el que sus granos estén sueltos,
el arroz japonés es pegajoso. El señor de la historia le hizo entender a mi amigo que los japoneses, 10
ante una catástrofe de proporciones inimaginables, hicieron lo que mejor saben hacer: poner el bien
común por encima del individual. El progreso se derivó de ello por sí solo, y en la repartición de los
beneficios también entraron todos. El arte de anteponer el bien común al propio, no es sin embargo
practicado con frecuencia en muchos lugares del mundo. La lección que recibimos con cierto
desconcierto los occidentales que vivimos en Japón es que la cuestión carece de misterio, ya que no 15
requiere de ningún sacrificio heroico ni de ninguna capacidad sobrenatural. Hacer bien el trabajo de
uno, sin cuestionar ni eludir sus aspectos más ingratos, cualquiera que sea el oficio y la consideración
social que reciba, es la única clave para pertenecer a ese arroz cocido colectivo y beneficiarse al
mismo tiempo como individuo.

Montserrat Sanz Yagüe, Presentación del libro “Frente al Pacífico”, 2011. Texto adaptado

Vamos a empezar leyendo y entendiendo textos de opinión…

1. Resume el texto en pocas líneas.


2. Verás que se trata de un texto donde la autora defiende una opinión. ¿Cómo se llama
este tipo de textos?
3. Pero, además, encontramos algunos fragmentos narrativos y descriptivos. Identifica
alguno.
4. Pon también un ejemplo de estilo indirecto que encuentres en el texto.
5. En el texto hay un argumento de analogía: explica en qué consiste y qué recurso
literario se utiliza.
6. ¿Cuál es la tesis que defiende el anciano japonés? Señálala en el texto y después
redáctala de otro modo más resumido.
7. Redacta argumentos a favor y en contra de dicha tesis. Pueden ser hechos, ejemplos,
experiencias personales, palabras u opiniones de personas importantes o incluso, si te
atreves, otras analogías como la que has explicado en la pregunta 2ª.
8. Haz memoria, porque esto lo has dado: ¿qué tipo de estructuras son usuales en los
textos expositivos y argumentativos? ¿De cuál se trata en este caso? ¿Por qué?

Un poquito de gramática, para ir repasando…

9. Di qué función sintáctica desempeñan en sus enunciados las palabras subrayadas.


10. Analiza las siguientes oraciones simples y clasifícalas:
a. Cuenta un escritor brasileño amigo mío una anécdota sobre el progreso de Japón.
b. El anciano le ofreció una explicación muy sencilla.
c. El arroz japonés constituye la alegoría perfecta.
d. En la repartición de los beneficios entraron todos.
e. Querido colega, la cuestión carece de misterio.

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