Está en la página 1de 1

El amor de la confraternidad

4 de enero
«Hoy en día, seguros del amor de la confraternidad, por fin podemos mirar a otro ser humano a los ojos y
estar agradecidos de lo que somos.»
Texto Básico, p. 104

Cuando consumíamos, pocos éramos capaces de mirar a alguien a los ojos; nos avergonzábamos de lo que
éramos. Nuestra mente no estaba ocupada con nada decente ni saludable, y lo sabíamos. No ocupábamos el
tiempo ni gastábamos nuestro dinero y energía en forjar relaciones basadas en el cariño, en compartir con
los demás ni en tratar de mejorar nuestra comunidad. Estábamos atrapados en una espiral de obsesión y compulsión que sólo iba en
una dirección: cuesta abajo.
En recuperación, nuestro descenso por esa espiral se ha detenido. ¿Pero qué es lo que nos ha hecho dar la vuelta? ¿Qué nos ha llevado
otra vez hacia arriba, a los espacios abiertos del mundo amplio y libre? Ha sido el amor de la confraternidad.
En compañía de otros adictos, supimos que no nos rechazarían. El ejemplo de otros adictos nos ha enseñado a empezar a jugar un
papel positivo en la vida que nos rodea. Cuando no sabíamos qué camino tomar, cuando tropezábamos, cuando teníamos que corregir
algún error que habíamos cometido, los miembros de NA -nuestros compañeros estaban ahí para animarnos.
Poco a poco empezamos a sentir nuestra libertad. Ya no somos prisioneros de nuestra enfermedad, somos libres para construir, crecer
y compartir con todos los demás. Y cuando necesitamos ayuda para dar el próximo paso, la encontramos. La seguridad que hallamos
en el amor de la confraternidad ha hecho posible nuestra nueva vida.
 Sólo por Hoy: Puedo mirar a cualquiera a los ojos sin vergüenza. Estoy agradecido por el apoyo cariñoso que lo
ha hecho posible.

El amor de la confraternidad
4 de enero
«Hoy en día, seguros del amor de la confraternidad, por fin podemos mirar a otro ser humano a los ojos y
estar agradecidos de lo que somos.»
Texto Básico, p. 104

Cuando consumíamos, pocos éramos capaces de mirar a alguien a los ojos; nos avergonzábamos de lo que
éramos. Nuestra mente no estaba ocupada con nada decente ni saludable, y lo sabíamos. No ocupábamos el
tiempo ni gastábamos nuestro dinero y energía en forjar relaciones basadas en el cariño, en compartir con
los demás ni en tratar de mejorar nuestra comunidad. Estábamos atrapados en una espiral de obsesión y compulsión que sólo iba en
una dirección: cuesta abajo.
En recuperación, nuestro descenso por esa espiral se ha detenido. ¿Pero qué es lo que nos ha hecho dar la vuelta? ¿Qué nos ha llevado
otra vez hacia arriba, a los espacios abiertos del mundo amplio y libre? Ha sido el amor de la confraternidad.
En compañía de otros adictos, supimos que no nos rechazarían. El ejemplo de otros adictos nos ha enseñado a empezar a jugar un
papel positivo en la vida que nos rodea. Cuando no sabíamos qué camino tomar, cuando tropezábamos, cuando teníamos que corregir
algún error que habíamos cometido, los miembros de NA -nuestros compañeros estaban ahí para animarnos.
Poco a poco empezamos a sentir nuestra libertad. Ya no somos prisioneros de nuestra enfermedad, somos libres para construir, crecer
y compartir con todos los demás. Y cuando necesitamos ayuda para dar el próximo paso, la encontramos. La seguridad que hallamos
en el amor de la confraternidad ha hecho posible nuestra nueva vida.
 Sólo por Hoy: Puedo mirar a cualquiera a los ojos sin vergüenza. Estoy agradecido por el apoyo cariñoso que lo
ha hecho posible.

El amor de la confraternidad
4 de enero
«Hoy en día, seguros del amor de la confraternidad, por fin podemos mirar a otro ser humano a los ojos y
estar agradecidos de lo que somos.»
Texto Básico, p. 104

Cuando consumíamos, pocos éramos capaces de mirar a alguien a los ojos; nos avergonzábamos de lo que
éramos. Nuestra mente no estaba ocupada con nada decente ni saludable, y lo sabíamos. No ocupábamos el
tiempo ni gastábamos nuestro dinero y energía en forjar relaciones basadas en el cariño, en compartir con
los demás ni en tratar de mejorar nuestra comunidad. Estábamos atrapados en una espiral de obsesión y compulsión que sólo iba en
una dirección: cuesta abajo.
En recuperación, nuestro descenso por esa espiral se ha detenido. ¿Pero qué es lo que nos ha hecho dar la vuelta? ¿Qué nos ha llevado
otra vez hacia arriba, a los espacios abiertos del mundo amplio y libre? Ha sido el amor de la confraternidad.
En compañía de otros adictos, supimos que no nos rechazarían. El ejemplo de otros adictos nos ha enseñado a empezar a jugar un
papel positivo en la vida que nos rodea. Cuando no sabíamos qué camino tomar, cuando tropezábamos, cuando teníamos que corregir
algún error que habíamos cometido, los miembros de NA -nuestros compañeros estaban ahí para animarnos.
Poco a poco empezamos a sentir nuestra libertad. Ya no somos prisioneros de nuestra enfermedad, somos libres para construir, crecer
y compartir con todos los demás. Y cuando necesitamos ayuda para dar el próximo paso, la encontramos. La seguridad que hallamos
en el amor de la confraternidad ha hecho posible nuestra nueva vida.
 Sólo por Hoy: Puedo mirar a cualquiera a los ojos sin vergüenza. Estoy agradecido por el apoyo cariñoso que lo
ha hecho posible.

También podría gustarte