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TEMA 1
Art. 1.159 C.C: Los contratos tienen fuerza de Ley entre las partes. No pueden revocarse
sino por mutuo consentimiento o por las causas autorizadas por la Ley.
Art. 1.264 C.C: Las obligaciones deben cumplirse exactamente como han sido contraídas.
El deudor es responsable de daños y perjuicios, en caso de contravención.
Art. 1.290 C.C: No puede obligarse al acreedor a recibir una cosa distinta de la que se le
debe, aunque el valor de la cosa ofrecida sea igual o aun superior al de aquélla.
Art. 1.159 C.C: ….No pueden revocarse sino por mutuo consentimiento o por las causas
autorizadas por la Ley.
Es la aptitud de los contratantes de revocar por mutuo consentimiento el contrato que han
formado, en obediencia al principio de que el mismo poder que ha creado una obligación
es el que puede revocarlo. Una vez perfeccionado un contrato, éste se independiza de tal
manera de las partes, que una sola de ellas, no puede darlo por terminado por su sola
voluntad unilateral, a menos que la ley lo autorice expresamente. Este acto de mutuo
consentimiento por el cual las partes disuelven un contrato se denomina revocatoria del
contrato, y más técnicamente, mutuo disentimiento (mutuo disenso), o también llamado
distractus.
En principio, salvo los casos permitidos por el legislador, es necesario el mutuo disenso
para terminar voluntariamente un contrato. El mutuo consentimiento es la fórmula de
terminación voluntaria por excelencia de un contrato. Sin embargo, en determinados tipos
de contrato no basta el mutuo disentimiento para extinguirlo, sino que es necesario
además, el cumplimiento de determinadas formalidades establecidas en protección de las
mismas partes o en protección de terceros. Tal es el caso de los contratos solemnes como
por ejemplo el que tiene por objeto la transferencia de un derecho real, LA VENTA; una
vez consumado el contrato, es decir, perfeccionado o ejecutado, ya existe un hecho que no
puede ser desconocido por la voluntad de las partes, la propiedad de la cosa ha pasado al
patrimonio del comprador y el precio ha pasado al patrimonio del vendedor; en
consecuencia, la revocación por mutuo disenso no operará. Si las partes insisten se estará
en presencia de un nuevo contrato, de una venta en sentido inverso.
Cada parte en la ejecución del contrato debe conducirse honestamente sin pretender en
base la letra de éste a las estipulaciones señaladas, obtener un beneficio injusto en
detrimento de la otra parte, porque si lo hace obra de mala fe. Toda ventaja o beneficio a
costa del sacrificio ajeno, que no haya sido concedida por la ley, la equidad, el uso o la
intención común contenida en una de las cláusulas del contrato, se debe descartar por ir
contra el principio de que los contratos deben ejecutarse de buena fe.
Art. 1.160 C.C: Los contratos deben ejecutarse de buena fe y obligan no solamente a
cumplir lo expresado en ellos, sino a todas las consecuencias que se derivan de los
mismos contratos, según la equidad, el uso o la Ley.
SU INTEGRACIÓN CON LA LEY: La Ley impera aun sobre la voluntad contractual cuando
se trata de normas de orden público. Existen numerosas normas supletorias para llenar el
silencio de las partes. Ejm: Contrato de arrendamiento en dos (02) líneas, con expresión
del consentimiento de las partes, cosa y precio, de regular lo demás se encarga el Código
Civil.
Art. 1.628 C.C: El arrendatario saliente debe dejar al que le sucede en la explotación los
edificios convenientes y las demás facilidades para los trabajos del año siguiente; y
recíprocamente, el nuevo arrendatario debe dejar al que sale, los edificios convenientes y
las demás facilidades, para las recolecciones y beneficios que queden por hacerse.
En ambos casos debe procederse conforme a los usos de los lugares.
Art. 592 C.C: El usufructuario, conformándose a las épocas y prácticas de los antiguos
propietarios, podrá también aprovecharse de las partes de monte alto que se hayan
distribuido en cortas regulares, bien se hagan éstas periódicamente en cierta extensión de
terreno, o bien limitadas a cierta cantidad de árboles tomados indistintamente en toda la
superficie del fundo.
2. Si cumplió parcialmente sin culpa, no está obligado a indemnizar los daños y perjuicios.
3. Si cumplió totalmente sin culpa, igualmente no está obligado a indemnizar los daños y
perjuicios consiguientes.
CULPA LEVE: No actuar como un buen padre de familia (es un descuido, se debe a la
ignorancia).
CULPA LEVE IN ABSTRACTO: Cuando se compara la conducta del deudor, con la que
hubiere observado en ese contrato una persona medianamente prudente, diligente y que
prevé y evita el incumplimiento. En contraposición a la culpa IN CONCRETO, es la culpa
que se puede determinar a cualquier persona. Se puede determinar en cualquier situación
(para todos).
Art. 1.270 C.C: La diligencia que debe ponerse en el cumplimiento de la obligación, sea
que ésta tenga por objeto la utilidad de una de las partes o la de ambas, será siempre la de
un buen padre de familia, salvo el caso de depósito.
Por lo demás, esta regla debe aplicarse con mayor o menor rigor, según las disposiciones
contenidas, para ciertos casos, en el presente Código.
CULPA LEVE IN CONCRETO: Cuando se compara la conducta del deudor con la que
hubiere desplegado en el contrato un hombre idénticamente igual, con sus mismas
capacidades y limitaciones físicas, culturales y económicas. Inobservancia de la diligencia
en los asuntos propios y que en un caso particular puede ser menor que la de un hombre
normal. Es la culpa que corresponde a cada uno de los hombres en las tareas que
específicamente realiza (actuar con negligencia, de manera individual).
La interpretación del contrato por el Juez reviste dos (02) facetas, en primer lugar la
calificación del contrato, y en segundo término la interpretación propiamente dicha del
mismo.
NORMATIVA LEGAL:
Art. 1.264 C.C: Las obligaciones deben cumplirse exactamente como han sido contraídas.
El deudor es responsable de daños y perjuicios, en caso de contravención.
Art. 1.271 C.C: El deudor será condenado al pago de los daños y perjuicios, tanto por
inejecución de la obligación como por retardo en la ejecución, si no prueba que la
inejecución o el retardo provienen de una causa extraña que no le sea imputable, aunque
de su parte no haya habido mala fe.
Art. 1.272 C.C: El deudor no está obligado a pagar daños y perjuicios, cuando, a
consecuencia de un caso fortuito o de fuerza mayor, ha dejado de dar o de hacer aquello a
que estaba obligado o ha ejecutado lo que estaba prohibido.
Art. 1.272 C.C: El deudor no está obligado a pagar daños y perjuicios, cuando, a
consecuencia de un caso fortuito o de fuerza mayor, ha dejado de dar o de hacer aquello a
que estaba obligado o ha ejecutado lo que estaba prohibido.
CARACTÉRES:
Irresistible: Que el deudor no lo pueda evitar, la fuerza del suceso es mayor a la suya
y se produce inevitablemente, aun cuando no se desee y que el hecho una vez
producido no pueda ser evitado.
Debe ocurrir después de tener la Obligación: Es decir, que surja el hecho después que
el deudor se ha obligado.
En nuestra legislación existe un único caso de excepción basado en la Ley del Trabajo, en
donde el patrón queda liberado cuando el accidente del trabajador obedece a fuerza mayor
extraña al trabajo, a menos que se pruebe la existencia de un riesgo especial.
El acontecimiento debe ser irresistible, que el deudor no lo pueda evitar, la fuerza del
suceso es mayor a la suya y se produce inevitablemente, aun cuando no se desee y
que el hecho una vez producido no pueda ser evitado.
a. Cuando la propia Ley lo ordena, o las reglas señaladas para ciertos tipos de
contratos.
c. El poseedor de mala fe, por la pérdida de la cosa debida debe indemnizar al dueño.
EN MATERIA DE COMODATO:
Art. 1.727 C.C: El comodatario responde del caso fortuito: (Se responsabiliza al
comodatario, aunque la cosa haya perecido por caso fortuito)
2º Cuando la cosa prestada perece por caso fortuito y el comodatario hubiere podido evitar
la pérdida usando una cosa propia en vez de aquélla.
5º Cuando la cosa se hubiese estimado al tiempo del préstamo, aunque la pérdida acaezca
por caso fortuito, ésta será de cuenta del comodatario, si no hubiese pacto en contrario.
EN MATERIA DE DEPÓSITO:
Art. 1.762 C.C: El depositario cumple con restituir la cosa en el estado en que se halle al
tiempo de la restitución. Los deterioros sobrevenidos sin su culpa son de cargo del
depositante.
Art. 1.777 C.C: Se reputa depósito necesario el de los efectos introducidos por los viajeros
en las posadas, fondas o mesones donde se alojan, o en las naves y demás vehículos que
los conducen; y los posaderos, fondistas, mesoneros, patrones y conductores, responden
de ellos como depositarios.
Art. 1.778 C.C: La responsabilidad comprende tanto los hurtos como los daños causados
en los efectos de los viajeros por los criados, encargados, dependientes de los posaderos,
fondistas, mesoneros, patrones, marineros, conductores o porteadores y por los extraños
que frecuentan las mismas posadas, fondas, mesones, naves y vehículos; pero no los
ocasionados por fuerza mayor o negligencia grave del viajero.
Ejm: Depósito Necesario: Persona que llega al hotel a celebrar el contrato de hospedaje,
consigna sus maletas, y luego pierde el equipaje; en este caso, el propietario del hotel,
está obligado a reparar los daños que ocasionó la pérdida, sea que la cosa la haya hurtado
cualquiera de sus empleados, o un tercero que frecuenta comúnmente el hotel. Se observa
que el hecho de un tercero, el hurto no exime de responsabilidad al depositario que es el
dueño del hotel.
Art. 1271 C.C: El deudor será condenado al pago de los daños y perjuicios, tanto por
inejecución de la obligación como por retardo en la ejecución, si no prueba que la
inejecución o el retardo provienen de una causa extraña que no le sea imputable, aunque
de su parte no haya habido mala fe.
Art. 1193 C.C: Toda persona es responsable del daño causado por las cosas que tiene
bajo su guarda, a menos que pruebe que el daño ha sido ocasionado por falta de la
víctima, por el hecho de un tercero, o por caso fortuito o fuerza mayor. Quien detenta, por
cualquier título, todo o parte de un inmueble, o bienes muebles, en los cuales se inicia un
incendio, no es responsable, respecto a terceros, de los daños causados, a menos que se
demuestre que el incendio se debió a su falta o al hecho de personas por cuyas faltas es
responsable.
Art. 1.344 C.C: Cuando una cosa determinada, que constituía el objeto de la obligación,
perece, o queda fuera del comercio, o se pierde de modo que se ignore absolutamente su
existencia, la obligación se extingue, si la cosa ha perecido o se ha puesto fuera del
comercio o perdido, sin culpa del deudor y antes de que haya incurrido en mora.
Aun cuando el deudor haya incurrido en mora, si no ha tomado a su cargo el peligro de los
casos fortuitos, se extingue la obligación, si la cosa hubiera perecido igualmente en poder
del acreedor, caso de que se le hubiese entregado.
El deudor está obligado a probar el caso fortuito que alega.
De cualquier manera que haya perecido o se haya perdido una cosa indebidamente
sustraída, su pérdida no dispensa a aquél que la ha sustraído de restituir su valor,
b) Que la cosa quede fuera del comercio: Con este requisito se sale de los
impedimentos naturales para entrar en el de los factores jurídicos que impiden a las
cosas entrar en el comercio. Caso presente en el comercio de ciertos artículos en que
el Estado prohíbe o asume el monopolio de su venta, suponiendo una venta de estos
artículos, cuando tal contrato era de posible realización por los particulares y luego se
dicta la ley que prohíbe la venta o que dispone su monopolio de comercio a favor del
Estado, en este caso se extingue la obligación del deudor.
c) Que la cosa se pierda de modo que si ignore su existencia: Esta principio viene a
ser el mismo de la destrucción, con la diferencia que una cosa destruida no vuelve a ser
nunca lo que era, mientras que una cosa extraviada puede volverse a encontrar; en
cuyo caso se debe determinar si hallándose de nuevo el objeto perdido o robado,
vuelve a surgir la obligación.
a) Se extingue la obligación, y por tanto el deudor queda liberado (no está obligado a
ningún resarcimiento de daños).
b) Como norma auxiliar de los efectos de la pérdida de la cosa debida está que cuando la
cosa ha perecido, se ha puesto fuera del comercio, o se ha perdido sin culpa del
deudor, los derechos y acciones que le pertenecían respecto de esta cosa, pasan a su
acreedor.
Art. 1.345 C.C: Cuando la cosa ha perecido, se ha puesto fuera del comercio o se ha
perdido sin culpa del deudor, los derechos y las acciones que le pertenecían respecto de
esta cosa pasan a su acreedor.
El hecho del acreedor ocurre cuando éste por su actividad intencional o culposa impide el
cumplimiento del deudor. Si por cualquier circunstancia, la intención o la culpa del acreedor
dan lugar al incumplimiento de la obligación, el deudor quedará liberado de la
responsabilidad de indemnizarlo. Ejm: El acreedor impide que el deudor cumpla su
obligación, al esconderse para que el deudor no le pague. Se levanta un acta en
Tribunales para demostrarlo y queda exento de pagar mora.
TEMA 3
INTRODUCCIÓN Y FUNDAMENTO
Los contratos bilaterales por su naturaleza especial, ameritan una serie de normas
destinadas a regular las diferentes situaciones que en ellos puedan presentarse, estudio
que puede concretarse en la Teoría de los Riesgos, la Resolución y la Excepción non
adimpleti contractus.
Los contratos unilaterales no presentan problemas, para determinar quien ha de correr con
los riesgos.
Art. 1.271 C.C: El deudor será condenado al pago de los daños y perjuicios, tanto por
inejecución de la obligación como por retardo en la ejecución, si no prueba que la
inejecución o el retardo provienen de una causa extraña que no le sea imputable, aunque
de su parte no haya habido mala fe.
NC: Si el deudor prueba que el incumplimiento de su prestación se debe a una causa que
no le es imputable, queda libre de la obligación y no está sujeto a pagar los daños y
perjuicios compensatorios. Se aplica el adagio “Res perit creditori”, la cosa perece para el
acreedor.
DEPÓSITO: Si la cosa perece sin culpa del depositario, éste no asume responsabilidad
respecto al depositante, éste último como acreedor sufre los riesgos.
COMODATO: Si la cosa perece sin culpa del comodatario, éste queda libre de toda
responsabilidad, respecto al comodante y la cosa para éste en su condición de acreedor.
EXCEPCIONES:
Art. 1.865 C.C: Si las cosas sujetas a privilegio o hipoteca han perecido o se han
deteriorado, las cantidades debidas por los aseguradores, por indemnización de la pérdida
o del deterioro, quedan afectas al pago de los créditos privilegiados o hipotecarios, según
su graduación, a menos que se hayan empleado en reparar la pérdida o el deterioro.
Los aseguradores quedan libres sin embargo, cuando hayan pagado después de treinta
días contaderos desde la publicación que hayan hecho durante tres días consecutivos en
un periódico de amplia circulación editado en la capital de la República, avisando la
pérdida o el deterioro, sin que se haya hecho ninguna oposición. La publicación deberá
hacerse dentro de los ocho días siguientes a aquél en que reciban los aseguradores la
participación que el asegurado o tenedor de la póliza les haya hecho sobre el siniestro.
También quedan afectas al pago de dichos créditos las cantidades debidas por
expropiación forzosa por causa de utilidad pública, o de servidumbre impuesta por la Ley.
En todo caso, se aplicará con preferencia a lo establecido en este artículo, lo que
dispongan sobre la materia el Código de Comercio o las leyes especiales de seguros.
NC: Como puede observarse, impera el principio “res perit domino”, la cosa perece para
su dueño, porque el acreedor no pierde su derecho de garantía, ya que ese derecho se
traslada a la indemnización que debe pagar la empresa aseguradora.
El problema del riesgo en los contratos bilaterales, plantea como cuestiones generales dos
(02) problemas a resolver. Cuando una de las partes no puede cumplir su obligación
debido a una causa extraña no imputable, la otra parte, que es su acreedora, no puede
pedirle el cumplimiento, no tiene recurso alguno para obligarle a ejecutar su prestación. En
cambio, tampoco queda obligada a cumplir con su propia obligación. Recordemos que
dada la noción de obligaciones recíprocas o correlativas en los contratos bilaterales, donde
surgen obligaciones para ambas partes, cada parte es a su vez deudora y acreedora de la
otra. En consecuencia, los efectos del riesgo son dobles: el acreedor no puede exigir del
deudor el cumplimiento de su obligación, pero a su vez como deudor que es, queda
liberado de cumplir su propia obligación.
Art. 1.588 C.C: Si durante el arrendamiento perece totalmente la cosa arrendada, queda
resuelto el contrato. Si se destruye sólo en parte, el arrendatario puede, según las
circunstancias, pedir la resolución del contrato o disminución del precio. En ninguno de los
dos casos se debe indemnización, si la cosa ha perecido por caso fortuito.
Art. 1.590 C.C: Si durante el contrato es preciso hacer en la cosa arrendada alguna
reparación urgente que no pueda diferirse hasta la conclusión del arrendamiento, tiene el
arrendatario la obligación de tolerar la obra aunque sea muy molesta y aunque durante ella
se vea privado de una parte de la cosa.
Si la reparación dura más de veinte días, debe disminuirse el precio de arrendamiento, en
proporción del tiempo y de la parte de la cosa de que el arrendatario se ve privado.
Si la obra es de tal naturaleza que impida el uso que el arrendatario hace de la cosa,
puede aquél, según las circunstancias, hacer resolver el contrato.
Art. 1.161 C.C: En los contratos que tienen por objeto la transmisión de la propiedad u otro
derecho, la propiedad o derecho se trasmiten y se adquieren por efecto del consentimiento
legítimamente manifestado; y la cosa queda a riesgo y peligro del adquirente, aunque la
tradición no se haya verificado.
Condición Resolutoria: Es aquella que cuando se verifica, repone las cosas al estado
que tenían, como si la obligación no se hubiera contraído nunca. Se basa en los
siguientes artículos:
Art. 1.203 C.C: Cuando la obligación se contrae bajo condición suspensiva, y antes de su
cumplimiento perece o se deteriora la cosa que forma su objeto, se observarán las reglas
siguientes:
Si la cosa perece enteramente sin culpa del deudor la obligación se reputa no contraída.
Si la cosa perece enteramente por culpa del deudor, éste queda obligado para con el
acreedor al pago de los daños.
Si la cosa se deteriora sin culpa de la deudora el acreedor debe recibirla en el estado en
que se encuentre, sin disminución del precio.
Si la cosa se deteriora por culpa del deudor, el acreedor tiene el derecho de resolver la
obligación o de exigir la cosa en el estado en que se encuentre, además del pago de los
daños.
William Montañez
6to Semestre “C”