Está en la página 1de 8

RELATOS FUNEBRES

AQUÍ ESTOY… TIRADO EN UNA CAMA


ESPERANDOTE… DULCE…DULCE MUERTE. ANHELO
TU LLEGADA. NECESITO QUE ME DES PAZ. NECESITO
QUE CALMES MIS ANSIAS DE SEGUIR CON VIDA.

¿Por qué tardas tanto? ¿Por qué no acabas esto ya? Eres
una perra sedienta de sufrimiento. Lo eres, no puedes
negarlo, no me mientas a la cara. No dejes que recuerde
como llegue hasta aquí… A este estado…
Yo era alguien vivido… ¿Por qué tiene que terminar así?
Un día como cualquier otro llegaste para quedarte.
Destruiste mi vida… ¿Quién te invito? Estaba cenando
tranquilamente cuando llegas tú, clavando tus dientes en
mi columna. Saboreando mi sangre y escupiendo en mis
entrañas. Desbaratando todo lo que encuentras y todo lo
que aprecio. Mi familia me vio caer y solo tenían frases
vacías para condecorar mi descenso. “Se positivo cariño”;
“Pronto pasara”; “Tienes que ser fuerte”. Frases llenas
de esperanza que no hacían más que colocar clavos en mi
ataúd.
Al principio pensé que no eras para tanto… Un mal
pasajero que tal vez pasaría en algunas semanas. Viví con
esa esperanza, comí con esa esperanza, dormí con esa
esperanza, y pase mi tiempo contando cada segundo que
tardaría en pasar dicha esperanza.
Como dije llegaste para quedarte… Eres tan sucia…
Tan terrible. El doctor me vio y fue negligente. “Tomate
esto y sanara” “Has esto y no volverá”. Creí en el. “Es
un profesional, sabe lo que hace”, me decía a mí mismo,
pero cada vez mas terminaba esa frase con un rotundo
“Por favor créete eso”.
Fui empeorando y el doctor seguía diciendo disparates. Tú
comías vorazmente… Nada podía detenerte.
Las frases de apoyo se extendían. Incluso personas que
no conozco velaban por mi victoria… Pero todos eran
ciegos… No podían admitir lo mal que estaba.
Llega un momento en donde añoras los momentos en
dónde estabas sano. En donde podías respirar sin
dificultad… En donde podías reír y llorar sabiendo que
ya pasaría… Esos momentos tan hermosos que sin
embargo… Jamás volverán… No son para ti. No los
mereces. Hijo de puta devuélveme esos momentos.
Déjame en paz por favor. ¿Qué quieres de mí? ¿Por qué
yo? ¡Tantas personas malas que hay en el mundo y me
escoges a mí! ¿Qué te hice?... Por favor…
Llega un momento en donde esos recuerdos dejan de
serlo… ahora se sienten como pequeños ganchos que se
clavan en tu piel y te obligan a despegarte del suelo.
Remordimientos que cada uno por si solo podrían
matarme… ¿Por qué no compre ese auto?... ¿Por qué
no bese a esa chica cuando tuve la oportunidad?... ¿Por
qué no le dije a mi madre que la amaba ante su último
aliento?...
Cada vez dolía más… Era un dolor incesante… No
daba descanso…
Caí en esta prisión que antes podía llamar “lugar feliz”.
Está hecha de cojines y suaves plumas… La verdad es
un buen lugar para pasar el rato los primeros días…
luego se convierte en una cama de púas. Pequeños
pinchazos resuenan en mis huesos… haciendo pequeñas
grietas que se vuelven grandes zanjas de odio y tristeza
en mi cerebro.
Pronto perdí la movilidad… No podía rascarme la
nariz… no podía comer… incluso… tu cariño mío…
me llevabas al baño para poder seguir viviendo… Así fue
al principio, te lo agradezco… y entiendo que esto no
era para ti… Buscabas un hombre que te diera
felicidad, amor, lujuria y pasión. Este cuerpo inerte no
puede darte nada de eso… Te entiendo… no te
culpo. No puedo negar que en mi caso hubiera sido igual.
Así que vete cariño mío… Búscate alguien que te de lo
que necesitas… pues ya yo no puedo más…
O niños… me acuerdo cuando nacieron… se veían tan
llenos de vida… ganas de explorar y de ser felices…
les pido por favor que lo sean. Sigan adelante… aun
ustedes tienen mucho camino antes de llegar hasta donde
está su padre…
“Bienvenido”… Me dijo el doctor. Podía ver su sádica
sonrisa. “Te quedaras aquí hasta que mejores”… “No
será mucho tiempo”… Hijo de perra, si pudiera moverme
te mataría…
Me ataste a esa cama y me llenaste de fármacos… Mi
familia venia a visitarme… pero poco a poco dejaban de
venir hasta que empecé a olvidar sus nombres, como se
veían… ¿Quién soy?
Oh… allí estas… Doctor… ¿Podre salir de aquí?...
¿Ya estoy curado?... ¿Por qué no contesta?... ¿Acaso
esta mudo?... Deje las bromas…
JAJAJAJAJAJAJAJAJAJA. ¿Por qué me ignora?...
¿Qué le pasa?... ¿A dónde me lleva?... Hay muchas
personas como yo en este lugar… todas están arropadas
completamente… Huele a piel quemada… ¿Doctor?...
¿Qué hace?... ¿Por qué me arropa la cara?... Usted
siempre con sus bromas…
Veo todo negro… Me están levantando… Me están
metiendo en un pequeño recipiente… Menos mal que no
soy claustrofóbico…
Ya no te siento… Pequeña carnívora… ¿Por fin te
fuiste?... Me dejaste en paz y te lo agradezco…
Muerte… ¿Por fin llegaste?... Llevo esperándote tanto
tiempo… ¿Días o semanas?... Tal vez meses o años. Lo
bueno es que llegaste.
Puedo sentir un calor abrazándome… ¿Esto es gracias a
ti, muerte?... Sabes… Te ves muy seductora… Te
necesito… Por favor… Tu y yo… PASEMOS LO
QUE QUEDA DE NUESTRAS VIDAS EN UNA
INFINITA NOCHE FUNEBRE.

Hecho por: Angel Oliveros (Venezuela, 2020)

Si tienes alguna sugerencia aquí tienes mi correo:


(angeldanieloliverosrodriguez@gmail.com)

Página de Facebook: https://www.facebook.com/Noches-


F%C3%BAnebres-102187021685966

Pronto subiré mas contenido 

También podría gustarte