Está en la página 1de 11

Origen de las matemáticas

Para conocer el origen de las matemáticas, debemos remontarnos miles de


años en el tiempo.

Actualmente nada de lo que nos rodea sería posible sin una buena dosis de
cálculo matemático, pero no siempre ha sido de este modo.

Bloques de piedra con números de la Antigua Babilonia

Al principio era sencillo. El concepto de cifra era bastante evidente, aunque ya


representó un gran cambio conceptual. De hecho, hay restos con secuencias
de marcas que simbolizan cifras que datan de hace más de treinta mil años.

Y con las cifras aparecieron las operaciones aritméticas básicas: sumar y


restar. Simplemente con esto ya se abría todo un mundo de posibilidades. El
comercio se podía establecer, las distancias se podían medir y los ejércitos se
podían comparar.

La multiplicación y la división también surgieron rápidamente. Repartir cosas y


sumar cantidades repetidamente eran cosas que se hacían diariamente. Tanto
en el comercio, en la agricultura o en el día a día se podían emplear.
Quién inventó las matemáticas
Se puede afirmar, que los antiguos egipcios fueron los inventores de las
matemáticas.

Aunque eso sí, no existen un año o una persona a la que se le pueda


adjudicar quién es el inventor de las matemáticas, ya que ha sido una evolución
lógica de la civilización con el paso del tiempo.
Por este motivo, no se puede responder a esta pregunta con total rotundidad.
Cómo te hemos comentado la sumas y restas, por ejemplo, ya existían mucho
antes. Pero sí que es cierto, que el pueblo del Antiguo Egipto comenzó a
emplear operaciones aritméticas de cierta complejidad.
Los egipcios ya tenían una matemática un poco más avanzada. Por ejemplo,
ya sabían hacer ecuaciones, tal como dejaron anotado en algún papiro de la
época y que ha llegado hasta nuestros días.

Evolución de las matemáticas

Pero el gran salto en la evolución y el conocimiento de las matemáticas lo


hicieron los griegos de la época de Pitágoras (569 a 475 a. C.).
La clave fue empezar a analizar los números como abstracciones y no como
representaciones de cosas reales.

Pitágoras evolucionó las


matemáticas de forma considerable

Había unas reglas que regían el universo de los números y estas reglas se
podían conocer. Cuando se dieron cuenta, apareció todo un mundo para ser
explorado. Era un mundo abstracto, pero extremadamente útil cuando volvían a
la vida real.

Más o menos en la misma época (siglo V a. C.), los indios también estaban


experimentando grandes avances con las matemáticas. También luchaban con
conceptos como el número π (pi) o el infinito, cosas que iban mucho más allá
de los simples cálculos hechos por mercaderes.

Pero, después de un momento de esplendor extraordinaria, las matemáticas se


estancaron durante casi mil años. Con la excepción de los árabes y el
desarrollo que hicieron del álgebra, en Europa las matemáticas se limitaban a
las que los griegos clásicos habían descubierto. Y así siguió hasta el
Renacimiento.

Descubrimiento de las matemáticas modernas

Durante el siglo XVII, el conocimiento que los humanos teníamos del mundo y
del Universo empezó a acelerarse y hacían falta herramientas matemáticas
para manipular los nuevos descubrimientos. Pero entonces llegó un segundo
estallido de esta ciencia.

En aquel tiempo surgieron los conceptos de logaritmo, de cálculo infinitesimal,


de cálculo de probabilidades y de todo lo que ahora es la base de las
matemáticas modernas.

Son cosas que nos parecen muy abstractos, pero que se encuentran en la
base de los cálculos para hacer edificios, para conseguir que los aviones
vuelen, para enviar información por Internet o para calcular las dosis de los
medicamentos.

Ahora las matemáticas ya no estudian por su aplicabilidad directamente, sino


por la pura exploración de un lugar desconocido.

No es ninguna diversión sin sentido, ya que la experiencia indica que todos los
avances en matemáticas tienen una aplicación casi inmediata a la vida real, por
muy alejadas y abstractos que nos puedan parecer las explicaciones de los
matemáticos.
Quizás a la mayoría nos dejará indiferentes que aún no se haya demostrado
la hipótesis de Riemann (año 1859), una oscura proposición matemática
(oscura excepto para los matemáticos, claro).

Pero basta saber que el futuro de las comunicaciones depende de esta


demostración para darnos cuenta de que las matemáticas siempre tienen un
efecto directo sobre nuestra existencia.

Y, aunque a muchos nos cueste captar lo, también tienen una belleza
intrínseca, similar a las grandes obras de la literatura o del arte. Los conceptos
de elegancia y belleza están implícitos en las matemáticas, y el día que te das
cuenta se te abre todo un nuevo campo de experiencias.

Historia de los números – Origen y evolución

Origen de los números

Si estás buscando la respuesta a la pregunta, ¿quién inventó los números?,


después de leer este artículo verás que no existe una respuesta única ni
tampoco clara. Pero de todos modos, vamos a explicarte cuál es el origen de
los números.

Afortunadamente, datos y estudios sobre el origen de los números nos indican


que, a lo largo de la historia, el ser humano se las ha ingeniado para crear
sistemas numéricos más o menos efectivos para poder progresar.

¿Es más antigua la escritura que la numeración?. No hay evidencia documental


de escritura hasta el 2200 a.C. De esa fecha son las tablillas de barro cocido
halladas en las ciudades babilónicas de Susa y Uruk, hoy la ciudad iraquí de
Warka.

Numeración egipcia

No obstante esto, parece que los egipcios se adelantaron en casi un milenio, ya


que en tiempos de la primera dinastía este pueblo contaba con un sistema
decimal funcional que podía seguir el cómputo de hasta millones de unidades.

Se le denomina sistema numeral hierático.

Existía una serie de símbolos o signos separados para cada número hasta el
nueve y para cada potencia de 10. No obstante, no conocieron el número cero.
Así, el número 4 eran cuatro rayitas y el 10 una “U” invertida. Ello hizo que
tuvieran que utilizar más signos que hoy para expresar las mismas cantidades:
para escribir ’98’ ponían ocho rayas y nueve símbolos del número 10.

Numeración babilónica

La numeración primitiva no era decimal, no tenía como base la decena. El


sistema babilónico, utilizado aproximadamente sobre el 1800 a.C. tenía como
referente el número 60, y fue por ello por lo que el cómputo del tiempo se ciñó
a esa unidad de medida. Inicialmente, no existía el número 0.

Pero fue también la numeración babilónica perfeccionada en el siglo IV a.C., la


que creó el concepto y uso del número 0. Podía ponerse al principio, es decir, a
la izquierda. También podía ser insertado en medio de una cantidad, en el
interior de un número dado, pero curiosamente no podía figurar al final.
Numeración griega

Hacia el 500 a.C., los griegos utilizaban ya, como números, las letras de su


alfabeto. Se denominaba sistema acrofónico o ático.

De este modo, la letra a = 1. Este sistema carente de ceros se empleó durante


mil años. Los judíos primero y los árabes más tarde lo adaptaron a sus propios
alfabetos.

Ya por aquel tiempo, al no existir todavía las calculadoras, las cuentas se


hacían con en el ábaco, un aparato manual consistente en varias hileras de
pequeñas piedras móviles ensartadas, de donde derivó el término “cálculo”, del
latín calculus = piedrecita.
Numeración romana

Los romanos mejoraron el sistema numérico introduciendo nuevos números,


como por ejemplo el 5, el 50 y el 500: que corresponden a las letras V, L y D
respectivamente.

Establecieron asimismo una novedad importante: la colocación de un símbolo


delante o detrás de otro de mayor valor restaba o se sumaba a éste: XL era 50
– 10, y LX era 50 + 10.

Pero este sistema de dar a las letras valor numérico dificultaba la realización de


operaciones aritméticas y multiplicar grandes cantidades resultaba imposible.

Numeración maya

En la civilización amerindia de los mayas la base era el número 20: los dedos
de pies y manos. Fue el primer pueblo en emplear el 0, que más que un
número era un concepto no operativo.

Los números mayas se leían de abajo arriba, se escribían en columnas y


utilizaron la base 20. No se conoce representación gráfica de su numeración
anterior al siglo III de nuestra era.
La palabra «cero» es sánscrita: de sunya = nada, y se indicaba con una coma.

Los árabes, tras conocer sus posibilidades lo llamaron sifr = vacío.

Posteriormente fue “latinizada” por Leonardo de Pisa con el


término zephirum, de donde derivó el vocablo castellano «cero».
Origen de la numeración actual

La numeración arábiga, que es como se denomina al sistema numérico que


empleamos en la actualidad, nació en la India hacia el siglo V a.C. Algo que
debes tener claro para comprender la historia de los números.

Existe representación de los números 1, 4 y 6 en las inscripciones budistas de


Asoka del siglo III a.C. En otras inscripciones de un siglo más tarde se ven
claramente los números 2, 4, 6, 7 y 9 grabados en los monumentos de Nana
Ghat. En documentos del siglo II d.C. aparecen ya todos menos el 8.

Los números actuales aparecieron en la India, donde se inventó hacia el siglo V


la aritmética de posición decimal y el uso del 0. El primer ejemplo del uso de la
numeración decimal data del 595, en que se incluye el uso funcional del 0: un
punto.

Fue allí donde se comenzó a contar del 1 al 10, como hacemos hoy. Existe
referencia concreta a la numeración indostánica en una nota escrita por el
obispo Severus Sebokht hacia el 650, que habla de “los nuevos signos”.

A finales del siglo VIII se trasladaron a Bagdad unas tablas astronómicas en las
que ya podían verse los nuevos números. En la China del siglo IX, el 0 empezó
a representarse de la misma forma que hoy: un circulito.

Muhammad al-khwarizmi

De la India tomaron el sistema los árabes. En el año 825 Muhammad ibn Musa
al-Khwarizmi publicó en Bagdad su tratado de álgebra (de su apellido deriva la
palabra guarismo). El librito de al-Khwarizmi sería traducido al latín
por Adelardo de Bath tres siglos más tarde.
En la ciudad española de Córdoba se conocía ya la novedad en el 976. De este
año se conserva de un valioso manuscrito que contiene los nuevos símbolos
numéricos.
Es claro que estos adelantos llegaron al resto de Europa a través de España
hacia el siglo X, fecha en que viajó a Córdoba el monje francés Gerbert de
Auvergnat, que en el 999 fue proclamado Papa con el nombre de Silvestre II.
Fue el Papa que más contribuyó a difundir la nueva numeración, aunque tardó
en imponerse.

Leonardo de Pisa

La ciencia árabe, más avanzada que la cristiana en la Edad Media, no tardó en


abrirse paso, y hacia 1200 Leonardo de Pisa escribió su Liber Abaci: la
numeración de diez cifras estaba ya consagrada.
No quiere ello decir que tuvieran favorable y universal acogida, pues se sabe
que en la Europa de 1300 estaba prohibida la numeración arábiga en las
transacciones comerciales porque se podían falsificar los números con mayor
facilidad que la numeración romana. De hecho, hasta 1800 no fueron acogidos
por completo y sin reservas.

Curiosidades sobre la historia de los números

Al saber aritmético proyectable casi al infinito del hombre moderno, se


contrapone la escasa conciencia numérica de pueblos primitivos como el de los
hotentotes (pueblo nómada del sudoeste de África).

Para este pueblo, más de tres es ya un número realmente desorbitado. Si se


pregunta a un hotentote cuántas ovejas posee, si es más de tres dirá:
“Muchísimas”.

Y entre los indios del Paraguay hay nombre para los números, pero sólo del 1
al 4. Para el 5, muestran una mano. Para el número 10, las dos. Para el 15, dos
manos y un pie. Y para el 20, las cuatro extremidades: ahí termina su
competencia aritmética.
Más grave parece el caso de los Phi Tong Luang, pueblo de Indochina, que no
poseen vocablos para nombrar números. Para ellos todo
es nakobe o nemeroy: mucho o poco.

De esta ignorancia se aprovechan las tribus vecinas cuando comercian con


ellos, ya que habiendo quedado en la entrega de seis seis cesto de maíz les
entregan cuatro, diciendo: “Ahí tenéis los seis acordados”, y los ignorantones
Phi Tong sonríen e incluso dan las gracias. Es uno de los pocos pueblos que ni
sabe ni se preocupa por contar.

Que son los números

Se refiere a la expresión de una cantidad con relación a su unidad. Se trata, por


lo tanto, de un signo o un conjunto de signos. Uno (1), dos (2), tres (3), cuatro
(4), cinco (5), seis (6), siete (7), ocho (8), nueve (9) y cero (0) son
los números naturales.

Que es la matemática

La matemática es la ciencia deductiva que se dedica al estudio de las


propiedades de los entes abstractos y de sus relaciones. Esto quiere decir que
las matemáticas trabajan con números, símbolos, figuras geométricas, etc.

Simbología matemática

+ Símbolo de adición
– Símbolo de sustracción
* ó × ó • Estos son utilizados para las opresiones de multiplicar
/ ó ÷ Signos para operaciones de división.
± Es utilizado en ecuaciones determinando que se puede sumar o restar.
> Indica que el número de la izquierda es mayor.
< Indica que el número de la derecha es mayor.
≥ Indica que el número de la izquierda es mayor o igual que el de la derecha.
≤ Indica que el número de la izquierda es menor o igual que el de la derecha.
∑ Signo de la sumatoria total de la operación
√ Símbolo de la raíz cuadrada
∞ Signo conocido como el infinito
≡ Signo de la equivalencia entre números
≠ Indica que dos números son diferentes
Signos matemáticos en operaciones avanzadas
∆ Variación o Delta que indica la discriminante de un polinomio
∩ representa la intersección de dos elementos
n! Factorial de cualquier número
∫ Indica la operación de integración
∂ Indica las derivadas.
sen Valor del seno de x
cos Valor del coseno de x
sec Valor de la secante de x
csc Valor de la cosecante de x
tan Valor de la tangente de x
cot Valor de la cotangente de x
f función de x
π Símbolo pi
∏ Multiplicatoria o productora
⇒→ Indica la afirmación es verdadera pero
⇔↔ Indica la afirmación es verdadera si
∧ Conjunción lógica o unión de dos o más enunciados
∨ Disyunción lógica
¬/ Complemento lógico
∀ Cuantificador universal para afirmar
∃ Cuantificador existencial para algunos elementos
{} Corchetes
∩ Intersección
|| Valor absoluto
∇ Gradiente o Variación de una magnitud
∂ Derivación parcial

También podría gustarte