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PLATÓN (427- 347)

1. CONTEXTO HISTÓRICO-FILOSÓFICO

El pensamiento de Platón se desarrolla en el centro de tres tensiones:

1.1. Tensión hacia el presente

Platón vive una situación de crisis político-social derivada de la derrota de Atenas frente
a Esparta en la guerra del Peloponeso. Atenas es una ciudad que hay que reconstruir. Él
mismo colabora con los Oligarcas que gobiernan la ciudad en aquel momento, pero pronto se
apartará de ellos al obligar a su maestro, Sócrates, a formar parte de un pelotón de ejecución.
Sin embargo, la democracia moderada que sustituye a los oligarcas cometerá aún, un pecado
mayor, será la responsable de la condena y muerte de Sócrates.
Decepcionado de la política y por los acontecimientos (Carta VII), inicia una serie de
viajes que le conducirán a Megara, Cirene, Egipto, Magna Grecia.
Pero Platón vive, ante todo, una situación de aguda crisis de valores. Se han venido
abajo los valores religiosos, éticos, cognoscitivos, jurídicos…y el correlato de esta situación es
la implantación de las tesis sofistas.

1.2. Tensión hacia el futuro

La solución que planteará Platón a estos problemas será el crear una nueva fórmula de
convivencia (como expone en su “República”) que permita restablecer los valores perdidos, una
sociedad unitaria, sin lucha de clases, un Estado basado en los méritos, y no en el dinero y la
competición. Sus viajes a Siracusa para asesorar a Dionisio el Joven, son un ejemplo del
intento de llevar a la práctica sus planteamientos. A pesar de que todos ellos se saldaron con
un rotundo fracaso, Platón intentó rebajar sus planteamientos (“Las leyes”), pensando que su
utopía podría llevarse a la práctica.
La filosofía platónica se presenta, como la de su maestro Sócrates, como una medicina
que devuelva a Atenas la salud perdida.

1.3 Tensión hacia el pasado

También gravita constantemente sobre el pensamiento de Platón el pasado político. Él


pertenece a una familia aristocrática. Por parte de padre, desciende de Codre, último rey de
Atenas; por parte de madre, está emparentado con dos de los treinta tiranos (Critias y
Cármides). Platón siente nostalgia de tiempos pasados en los que se mantenía un rígido
espíritu jerárquico y tiende a supervalorar, por principio, el sistema aristocrático de Atenas.

Pero es, sobre todo, el pasado ideológico el que ejerce una mayor presión sobre él. El
pasado inmediato, en primera instancia: los SOFISTAS, como ideología a combatir,
SÓCRATES, como doctrina a seguir y perfeccionar. Pero también el pasado remoto. No se
entendería la filosofía platónica sin tener en cuenta el estímulo pensante de la filosofía
presocrática.

a) la ilustración sofística en el punto de mira de Platón.

El movimiento sofístico surge en pleno auge de la democracia ateniense (s. V), como
resultado de una demanda social de educación superior. Son los primeros profesionales de la
enseñanza, no se limitaron a ejercicios retóricos, sosteniendo con neutralidad los pros y los
contras de las más diversas tesis; sino que llegaron a poner en tela de juicio el valor de la moral
y de la ley, la inmutabilidad de los principios, la intervención de los dioses en la vida ciudadana
y hasta su misma existencia. Su mentalidad cosmopolita desarraigada de las tradiciones, su
racionalismo laico y humanista, su relativismo cognoscitivo y ético, su agnosticismo metafísico
y su individualismo a ultranza, erosionaron profundamente el sistema de valores del que se

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nutría Atenas, y provocaron efectos desestabilizadores en la sociedad en la que vivió Platón,
debilitando la estructura social de la Ciudad-Estado. Por eso la crítica a dicho movimiento
resultaba inevitable y prioritaria para cuantos creyeron en este tipo de organización social, entre
los que se encuentran Platón y, antes que él, su maestro Sócrates.

b) El magisterio de Sócrates, influjo sobre Platón y limitaciones de su enseñanza.

A Sócrates le interesaron en exclusiva los problemas éticos y, en el marco de estas


preocupaciones, defendía la tesis de que la virtud es conocimiento. Basta conocer qué es lo
bueno para practicarlo. Sócrates ideó un método consistente en realizar una inducción de
casos concretos, para llegar después a la definición esencial o genérica que englobaría todos
los casos particulares. Sócrates está preocupado por el relativismo gnoseológico-ético de los
sofistas e intenta enfrentarse a él construyendo una ética basada en valores absolutos. Para
que la convivencia en la ciudad sea correcta, los ciudadanos tienen que practicar la virtud
(areté).
Sócrates pensaba que si los hombres llegaban a comprender esencialmente lo que es
la virtud, no tendrían más remedio que practicarla. Encontramos la definición de las virtudes
recogiendo una muestra lo suficientemente amplia de actos que llamamos “virtuosos” e
investigando lo que tienen en común unos con otros. Sócrates articula su método en dos fases:
ironía y mayéutica. La ironía consiste en que Sócrates finge ignorancia ante su interlocutor,
para de este modo formularle una serie de preguntas articuladas a conseguir que reconozca su
ignorancia. En realidad es la eliminación del falso saber. La mayéutica estriba en ayudar a parir
“ideas”, a decir, a definir. No se trata de introducir conocimientos en el interlocutor. Sócrates
creyó que con este proceso definitorio se podría llegar a descubrir verdades absolutas,
universalmente aceptadas por todos. Esta es su aportación a la lucha contra el relativismo de
los sofistas.

2. LA TEORÍA DE LAS IDEAS

La teoría de las ideas viene a ser como la “columna vertebral” de la filosofía platónica.
Comienza por configurarse como una metafísica encargada de servir de respaldo a la ética
socrática, pero pronto se convierte en referencia inevitable para entender al ser humano en su
totalidad y en una verdadera concepción del mundo. La teoría de las ideas es el centro de la
filosofía platónica, constituye el contenido verdadero de su teoría del conocimiento y metafísica;
tiene importancia también en su lógica, política, filosofía de la naturaleza. Platón no hizo nunca
una exposición sistemática y completa de su teoría, sino que la fue desarrollado poco a poco.

2.1. Problemas que pretende resolver

El primer problema es el de la recuperación ético-política de la sociedad ateniense,


colapsada por el laicismo, relativismo, escepticismo y amoralismo de los sofistas. Platón se da
cuenta de que ninguna reforma efectiva del pensamiento político y de la misma vida ciudadana
puede tener lugar sin una teoría metafísica, es decir, sin la reforma de las ideas a cerca de la
naturaleza de la realidad. Esa teoría metafísica es la teoría de las ideas.
A Platón le preocupa además el problema de la ciencia ¿Cómo es posible conseguir
un saber seguro, infalible, si el objeto de la ciencia es el mundo sensorial, sometido al cambio y
a la mutación o fluir permanente, como defendía Heráclito? La teoría de las ideas saldrá al
paso de este problema.

2.2. Formulación de la teoría

La formulación de la teoría estriba en “aceptar la existencia de realidades absolutas,


eternas, inmutables, universales e independientes del mundo de los fenómenos y,
paralelamente admitir que de esas entidades derivan su realidad todas las cosas materiales”.
Es decir, las cosas que llamamos “bellas”, “buenas”, “justas”, son lo que son, gracias a su
dependencia causal de entidades como la belleza absoluta, la justicia absoluta, la santidad
absoluta. La filosofía platónica es un idealismo: porque admite la existencia de cosas que no
son más que inteligibles, por otorgar a las cualidades y muy especialmente a las cualidades

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morales el privilegio de esta existencia; por considerar que estos puros inteligibles son el
principio eterno de la presencia de las cualidades en los seres que percibimos por nuestros
sentidos y de la existencia que pertenece a estos seres; por considerar estas esencias formales
como realidades permanentes y ejemplares, de los cuales, la percepción no es más que una
experiencia fugaz y una copia imperfecta.
Todas estas características muestran la clara distinción, en Platón, entre lo que podríamos
llamar fenómenos e ideas. La idea platónica no tiene sentido de NOEMA, sino de EIDOS
(forma), este sentido hace patente, de una parte, la objetividad de la idea, de otra, su
trascendencia respecto a los fenómenos.
2.3. Influjos

Platón en su teoría de las ideas está vinculado a la tradición filosófica griega: la


corriente materialista y del devenir es aplicada en su explicación del mundo sensible; la
corriente espiritualista y del inmovilismo regirá la explicación del mundo ideal.
Los influjos que marcan su teoría quedan reflejados al caracterizar cada uno de los
mundos.
1. Para el mundo sensible (cosmos aiscetos) rige el movilismo de Heráclito, el
materialismo de Demócrito, el relativismo de los sofistas. En efecto, en él todo es material,
relativo, cambiante (el captado por los sentidos del cuerpo).
2. Pero la realidad no se agota en el mundo sensible. Existe el mundo de las ideas (el
verdadero), que es captado por el alma (racional).
3. Y en el mundo de las ideas no rige ni el movilismo de Heráclito, ni el materialismo de
Demócrito, ni el relativismo de los sofistas. Las ideas son inmóviles, eternas, inmateriales
(espirituales) y universales (Parménides, Pitagóricos y Sócrates).

3. DUALISMO ONTOLÓGICO

La teoría de las ideas supone la introducción de los dualismos: dos mundos


(dualismo ontológico: cosmos aiscetos y cosmos noetos) que con objetos de diferente
naturaleza, se conocen de diferente forma (dualismo gnoseológico), y quien conoce ambos
tipos de realidades es el hombre, que mediante su alma extiende un puente entre uno y otro
mundo (Fedro, Teetetos) y que, por tanto, es dual también en su composición. El alma
pertenece al mundo de las ideas y es de la misma naturaleza que las realidades que allí
existen, el cuerpo, por el contrario, pertenece al mundo sensible y su naturaleza es perecer
como las realidades que allí existen

3.1. Propiedades y relaciones entre ambos mundos

Las propiedades que caracterizan a ambos mundos son las siguientes:

-Mundo inteligible o mundo de las ideas (cosmos noetos) que son objeto de
conocimiento del “nous”: son realidades que no están ni en el espacio ni en el tiempo, son
verdaderas, eternas, permanentes, modelos, paradigmas, prototipos, universales, únicas,
causas, perfectas, fines en sí y además están jerarquizadas (Bien, Belleza, Justicia, etc.). Es un
cosmos.

-Mundo sensible o mundo de las cosas materiales (cosmos aiscetos) que son
objeto de conocimiento de los sentidos: son realidades que están en el espacio y en el tiempo,
aparentes, temporales, variables, copias, imitaciones, participaciones, plurales, efectos,
imperfectas, aspiraciones a un fin y están también jerarquizadas (alma del mundo o alma
cósmica, el hombre, los objetos materiales, etc.). Es un cosmos.

4. DUALISMO GNOSEOLÓGICO

La teoría de las ideas explica la gnoseología o conocer del hombre. (Alegoría de la


línea)

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Para comprender el planteamiento platónico sobre el conocimiento humano, es preciso
entender que es una teoría objetivista, es decir, en el hecho de conocer es más importante el
objeto conocido que el sujeto cognoscente. Por ello la categoría del conocimiento viene dada
por el objeto que conocemos.
En la “República” las “ideas” son consideradas como modelos, de los que las cosas
sensibles son copias y, no como una cosa de la que formarían parte el resto de las cosas, que
deben a su participación (con el modelo) lo que tienen de existencia. Como toda imitación, el
mundo físico es imperfecto, realidad de segunda categoría, devaluada. Esta consideración de
las “ideas” como modelos, permite la localización de las mismas en un universo de ideas, y, por
tanto, la distinción entre la esfera de lo visible y de lo invisible. En el “mito de la caverna”
aparecen tanto la polaridad de los dos mundos, como las relaciones de causalidad entre ellos.

4.1. Implicaciones gnoseológicas

El “mito de la caverna” pone de relieve que la subida al mundo de arriba es el


símbolo de la “ascensión” del alma hasta la “región inteligible”. Los episodios de dicha
ascensión significan los diversos tipos de conocimiento de que el hombre es capaz, y el criterio
para valorar los diversos escalones cognoscitivos es el mismo: un conocimiento es tanto más
verdadero cuanto más auténticas son las realidades que atrapa.

a) Grados de conocimiento

1. El prisionero que contempla las sombras (imágenes) tiene un conocimiento muy


precario (imaginación o eikasia), las realidades que atrapa son evanescentes. Cuando se
acostumbra a mirar directamente los objetos que hay dentro de la caverna (fuego, porteadores,
objetos) su visión es más verdadera (creencia o pistis), ya que está ante objetos más reales,
pero todavía su visión es fluctuante, porque no ha salido del campo de la mera opinión (dóxa,
interior de la caverna).
2. La salida al exterior supone un cambio cualitativo del conocimiento. El sujeto se
encuentra con realidades más sólidas y el conocimiento tiene más valor. Y aún, en este caso,
cabe distinguir dos grados diferentes: no es lo mismo conocer las cosas del mundo de arriba
que todavía están vinculadas a lo sensible, como son los números (reflejos en el agua) por
medio del pensamiento o dianoia (conocimiento discursivo) que, conocer directamente las
ideas (luz de sol, en especial, la idea de Bien) mediante la noesis o conocimiento intuitivo
(conocimiento o episteme)..

b) Métodos para conocer las ideas

Así pues, si las ideas están separadas en otro mundo y el ser humano está en éste
¿Cómo puede conocerlas?
Al conocimiento de las ideas no se llega espontáneamente, sino al término de un
trabajoso proceso. Los escalones previos al último sirven para preparar el camino. No obstante,
el último tramo a recorrer necesita de un método peculiar, el método dialéctico. Platón no
entiende la dialéctica como los sofistas: arte de la discusión con el único propósito de vencer al
adversario. En ellos no había ningún afán por encontrarse con la verdad. Para Platón la
dialéctica es una herramienta intelectual que debe servirnos para descubrir la verdad, para
entrar en contacto con las ideas.
-La dialéctica es tanto una actitud como un método (L. VII)
· Como actitud representa un “intento de dirigirse con ayuda de la razón y sin
intervención de ningún sentido hacia lo que es cada cosa en sí” (la idea)
·Como método: a) en sentido amplio es un “tipo de enseñanza que capacita para
preguntar y responder con la máxima competencia” b) en sentido estricto: -“método para llegar
de forma sistemática a la esencia total de cada cosa”. –“método mediante el cual se adquiere
una visión de conjunto”. –“método que echando abajo las hipótesis se encamina hacia el
principio mismo” (intenta distinguir la dialéctica del método matemático). –“método que consiste
en definir ideas, separándolas por su esencia (método analítico de la división, p.e. animal –
género-, que es uno, pero a la vez es múltiple porque contiene varias especies, perro, gato,
hombre…), que siendo distintas participan del mismo género (jerarquía de especies y géneros,
todos los cuales se subordinan al ser).

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Además de la dialéctica, Platón habla de otros métodos que nos permiten llegar hasta
el conocimiento de las esencias, éstos son:
-Métodos auxiliares: Aritmética, Geometría, Astronomía, Música, sus objetos están
cercanos a las ideas, aunque necesitan representaciones: estas figuras, números, cielos,
sonidos…nos elevan hasta los verdaderos cielos, números, etc.
-Métodos concretos: -·Reminiscencia o recuerdo: conocer es recordar (mito del
carro alado); mediante el recuerdo el alma recupera las ideas que contempló en su
preexistencia y que al nacer quedaron olvidadas hasta que el contacto con los objetos
sensibles excita su recuerdo (el maestro ayuda a dar a luz las propias ideas, mayéutica
socrática). –Eros o amor platónico: Eros, según el mito desarrollado en el diálogo el
Banquete, es hijo de Poros y Penia; es toda riqueza y menesterosidad. El amante busca lo que
le falta, principalmente la belleza. No es un dios, porque anhela algo que le falta…es un
intermedio entre los dioses y los hombres, como el filósofo es entre los sabios y los ignorantes.
El amor platónico lleva al amante a buscar la belleza, primero en los cuerpos, luego en las
almas y, finalmente, en las ideas. La idea de belleza coincide con la idea de verdad, eros es
filósofo, el impulso de buscar lo bello le lleva a encontrar la verdad. -Purificación o catarsis: la
catarsis es la liberación del alma de los lazos materiales mediante el saber (partes inferiores del
alma) para poder ver las ideas.
–La virtud es equilibrio, es control y sabiduría. Los sofistas desconocen la naturaleza
humana cuando afirman que las tendencias del hombre son el dominio del más fuerte (se rigen
por la fortaleza como los animales) y el hacer lo que cada cual quiere hacer (se rigen por el
apetito como los niños). Platón, como su maestro Sócrates, identifica la virtud con el
conocimiento, para él lo más natural del hombre es la razón. Ésta permite conocer al hombre
las ideas (bondad, justicia…) para poder ser virtuoso.
La réplica de Platón a los sofistas es:
-Existen valores absolutos (ideas), contra el relativismo.
-Lo propio del hombre es la razón (de la que carecen los animales y los niños).
-La virtud se aprende, pero girando la razón hacia las virtudes-ideas. Así el hombre
será sabio, virtuoso. El pedagogo no enseña, ayuda a mirar bien las ideas, éstas son quiénes
enseñan y hacen virtuoso.

5. IMPLICACIONES ÉTICO-POLÍTICAS DE LA TEORÍA DE LAS IDEAS

La teoría de las ideas está montada con la finalidad primordial de dotar de cobertura
metafísica a la ética socrática y conseguir, de este modo, la recuperación de la sociedad
ateniense. Se trata de dar un paso más y defender que esas realidades pueden erigirse en
cánones morales y políticos objetivos, por los que deben ser juzgadas la conducta individual y
colectiva del hombre.

5.1. La justicia en Platón.

En la República enuncia Platón: “el que quiera proceder sabiamente (éticamente) en su


vida privada y pública tiene por fuerza que partir de la idea de bien”. Esto equivale a decir que
la idea de bien ha de servir como norma para la conducta individual y colectiva. La traducción
ética de bien es justicia, definida como “ajustamiento armónico y jerarquizado de las partes que
componen un todo”.
El diálogo la República trata de la justicia y su relación con la felicidad. Pero la justicia
es cualidad-virtud “areté” de individuos y Estados; su diseño se dirige pues, hacia el
conocimiento de cuándo éstos son justos y en qué consiste la verdadera justicia.
El individuo y la sociedad serán justos cuando en ellos se dé el orden debido, cuando
se respete su jerarquía y respectivas funciones. La sofística había defendido el divorcio o
separación del individuo y el Estado, entre Physis y nomos. Platón planteará un orden que de
hecho no existe, pero que debería existir por imperativo ético.

5.2. Sociedad e individuo (dualismo antropológico).

a) Sociedad

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El orden o ajustamiento en la ciudad lo concibe Platón a través de una organización de
la sociedad en clases.
La ciudad surge como respuesta a la incapacidad del individuo de satisfacer sus
propias necesidades. Se necesitan individuos que atiendan esas necesidades: alimento, cobijo,
vestido; esto da lugar a ciertos oficios: agricultor, ganadero, comerciante, etc. El conjunto de
individuos que ejercen estas funciones son los productores o trabajadores. El desarrollo de la
ciudad hace necesaria una nueva clase social que mantenga la convivencia, amplíe el territorio
y lo defienda frente a las agresiones exteriores y desórdenes internos, éstos son los
guardianes auxiliares, que deben poseer ciertas cualidades. Valentía, fuerza, rapidez, amor a
la verdad y, habrán de ser educados para esta función. Las tareas de gobierno corresponden a
los mejores guardianes. La clase de los guardianes se desdobla en dos grupos, el ejército de
auxiliares y los guardianes perfectos. El ingreso en este grupo exige una educación y dotes
adecuadas. La ciudad queda estructurada en tres clases, según las actividades necesarias:
economía, defensa y gobierno.
La justicia en la ciudad se producirá cuando cada clase cumpla la función que le
corresponde y no otra en el organismo social. Así reina la virtud. Prudencia para los
gobernantes-sabios-filósofos (es esencialmente intelectual, episteme, saber). Su objeto es el
bien de la ciudad y su cometido práctico la vigilancia para que ésta alcance el bien que le es
propio. La ciudad será prudente si lo son sus ciudadanos. Fortaleza o valentía para los
guerreros (conocimiento de lo que debe ser temido y lo que no). Su valentía es también la de la
ciudad. Se exige opinión correcta. La templanza o moderación por parte de los productores,
que es una forma de autocontrol, de armonía entre lo que es inferior y lo que es inferior
respecto de la parte que debe gobernar.

b) Individuo (mito del carro alado)

Platón mantiene un dualismo antropológico que se encuentra ligado al resto de sus


planteamientos.
El hombre es, a semejanza de los dos mundos, dual en cuanto a su composición, tiene
cuerpo y alma, dos realidades heterogéneas unidas como el cochero y el coche o el timonel y
la nave. Ambas realidades difieren por su naturaleza y por su origen. El cuerpo es material,
pertenece al mundo sensible y su destino es perecer. El alma es
espiritual, procede del mundo de las ideas y su destino está en él. El cuerpo es mortal, tumba,
sepulcro o cárcel del alma, caída en él por alguna falta que cometió en el mundo de las ideas.
Lo propio del alma no es estar junto al cuerpo, su lugar es el mundo de las ideas. Por eso su
anhelo, su eros es ir, volver a su casa y, ansía liberarse de los lazos que la atan al mundo
sensible. En este mundo el alma anima al cuerpo (es principio de vida) y tiene una composición
tripartita (tiene tres funciones).
La parte racional es el cochero en el mito del carro alado. Es la parte más noble y
elevada pues conoce las ideas, y su misión es guiar y dirigir a las otras dos. Es inmortal, ha
existido y existirá siempre. Los argumentos que articula Platón para defender la inmoralidad del
alma son: -si conocer es recordar…se supone la preexistencia del alma. –si el alma es principio
vital…participa de la idea de vida y no de la de muerte. –si el alma es simple…no se corrompe.
–si el alma muriera…lo justo quedaría sin recompensa.
La parte irascible está representada por el caballo blanco, bueno, hermoso y dócil,
simboliza el valor y la voluntad.
La parte concupiscible, está representada por el caballo negro, malo, feo y difícil de
guiar. Representa el deseo y la pasión inmoderada.
El hecho de nacer supone una falta. Con la exposición del mito del carro alado
pretende Platón resolver el problema de lo racional y lo irracional en el hombre y señalar la
necesidad de que lo racional gobierne en él.
Cada parte del alma tiene una misión, una función, si se cumplen cada una de ellas, el
hombre será justo, será bueno, la condición es que lo racional gobierne lo irascible y lo
concupiscible.
El orden o ajustamiento en el individuo (justicia) consiste en tener debidamente
jerarquizadas sus potencias anímicas (partes del alma), de modo que la racionalidad dirija a los
elementos concupiscibles e irascibles del ser humano. Cada una de las partes del alma hace lo
que le corresponde y se domina y enlaza en una unidad la variedad contradictoria de sus
fuerzas interiores. Las reflexiones al respecto proceden de su dualismo antropológico radical,
que contrapone alma y cuerpo, y tiene su punto de partida en la doctrina socrática y la filosofía

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religiosa pitagórica. Ambas se fundamentan en la experiencia de los conflictos internos que
desgarran nuestra conciencia

6. LA EDUCACIÓN EN PLATÓN

La teoría de las ideas suministra la pauta de lo que debe ser la educación, en especial,
la educación superior. El esquema ético-político que propone Platón sólo puede llevarse a cabo
mediante la acción educadora. Política y educación están íntimamente unidas.
Platón distinguirá dos niveles: en el primero y más elemental, está destinado
a la masa, al pueblo. El segundo a las élites, a los futuros guardianes perfectos. Cada nivel
estará adecuado a la función que cada clase social debe realizar. Al pueblo le basta con una
educación elemental (pautas culturales, ejercicios corporales, literatura, etc.). Para las élites,
Platón elabora un extenso plan de estudios, en el que se incluyen el cálculo, la geometría, la
astronomía, el movimiento armónico y finalmente la dialéctica. La constante de este plan es la
selectividad. La primera, de los más aptos a los 20 años; la segunda a los 30 años, y de ahí
saldrán aquellos que se dedicarán a la dialéctica; la tercera se lleva a cabo evaluando la
ejecutoria pública al ocupar cargos.

7. FORMAS DE GOBIERNO

Sólo los que demuestran especial madurez serán llamados a gobernar, por
turno y, a partir de los 50 años. No deben gobernar, ni los que no saben, ni los que no están
dispuestos a compartir la verdad con los demás.
En el estado ideal platónico no existen leyes, pues éstas podrían obstaculizar las
decisiones que hayan de tomar los gobernantes, y éstos no poseerán hacienda propia
(abolición de la propiedad privada), tampoco los guardianes auxiliares. La razón de ello es que
la propiedad privada desencadenaría un conflicto interno. El comunismo platónico tiene una
finalidad estrictamente moral.
En su último diálogo “Las Leyes”, de contenido político, Platón rebajará algunos
de estos planteamientos.
El Estado perfecto que Platón sugiere es un Estado utópico, se trata de un Estado
aristocrático (de “aristos”, los mejores y “kratos” poder, fuerza).

En el libro VIII de la República Platón distinguirá varias formas de gobierno:

Correcta: Aristocracia

Incorrectas: Timocracia, Oligarquía, Democracia y Tiranía

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