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1. CONTEXTO HISTÓRICO-FILOSÓFICO
Platón vive una situación de crisis político-social derivada de la derrota de Atenas frente
a Esparta en la guerra del Peloponeso. Atenas es una ciudad que hay que reconstruir. Él
mismo colabora con los Oligarcas que gobiernan la ciudad en aquel momento, pero pronto se
apartará de ellos al obligar a su maestro, Sócrates, a formar parte de un pelotón de ejecución.
Sin embargo, la democracia moderada que sustituye a los oligarcas cometerá aún, un pecado
mayor, será la responsable de la condena y muerte de Sócrates.
Decepcionado de la política y por los acontecimientos (Carta VII), inicia una serie de
viajes que le conducirán a Megara, Cirene, Egipto, Magna Grecia.
Pero Platón vive, ante todo, una situación de aguda crisis de valores. Se han venido
abajo los valores religiosos, éticos, cognoscitivos, jurídicos…y el correlato de esta situación es
la implantación de las tesis sofistas.
La solución que planteará Platón a estos problemas será el crear una nueva fórmula de
convivencia (como expone en su “República”) que permita restablecer los valores perdidos, una
sociedad unitaria, sin lucha de clases, un Estado basado en los méritos, y no en el dinero y la
competición. Sus viajes a Siracusa para asesorar a Dionisio el Joven, son un ejemplo del
intento de llevar a la práctica sus planteamientos. A pesar de que todos ellos se saldaron con
un rotundo fracaso, Platón intentó rebajar sus planteamientos (“Las leyes”), pensando que su
utopía podría llevarse a la práctica.
La filosofía platónica se presenta, como la de su maestro Sócrates, como una medicina
que devuelva a Atenas la salud perdida.
Pero es, sobre todo, el pasado ideológico el que ejerce una mayor presión sobre él. El
pasado inmediato, en primera instancia: los SOFISTAS, como ideología a combatir,
SÓCRATES, como doctrina a seguir y perfeccionar. Pero también el pasado remoto. No se
entendería la filosofía platónica sin tener en cuenta el estímulo pensante de la filosofía
presocrática.
El movimiento sofístico surge en pleno auge de la democracia ateniense (s. V), como
resultado de una demanda social de educación superior. Son los primeros profesionales de la
enseñanza, no se limitaron a ejercicios retóricos, sosteniendo con neutralidad los pros y los
contras de las más diversas tesis; sino que llegaron a poner en tela de juicio el valor de la moral
y de la ley, la inmutabilidad de los principios, la intervención de los dioses en la vida ciudadana
y hasta su misma existencia. Su mentalidad cosmopolita desarraigada de las tradiciones, su
racionalismo laico y humanista, su relativismo cognoscitivo y ético, su agnosticismo metafísico
y su individualismo a ultranza, erosionaron profundamente el sistema de valores del que se
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nutría Atenas, y provocaron efectos desestabilizadores en la sociedad en la que vivió Platón,
debilitando la estructura social de la Ciudad-Estado. Por eso la crítica a dicho movimiento
resultaba inevitable y prioritaria para cuantos creyeron en este tipo de organización social, entre
los que se encuentran Platón y, antes que él, su maestro Sócrates.
La teoría de las ideas viene a ser como la “columna vertebral” de la filosofía platónica.
Comienza por configurarse como una metafísica encargada de servir de respaldo a la ética
socrática, pero pronto se convierte en referencia inevitable para entender al ser humano en su
totalidad y en una verdadera concepción del mundo. La teoría de las ideas es el centro de la
filosofía platónica, constituye el contenido verdadero de su teoría del conocimiento y metafísica;
tiene importancia también en su lógica, política, filosofía de la naturaleza. Platón no hizo nunca
una exposición sistemática y completa de su teoría, sino que la fue desarrollado poco a poco.
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morales el privilegio de esta existencia; por considerar que estos puros inteligibles son el
principio eterno de la presencia de las cualidades en los seres que percibimos por nuestros
sentidos y de la existencia que pertenece a estos seres; por considerar estas esencias formales
como realidades permanentes y ejemplares, de los cuales, la percepción no es más que una
experiencia fugaz y una copia imperfecta.
Todas estas características muestran la clara distinción, en Platón, entre lo que podríamos
llamar fenómenos e ideas. La idea platónica no tiene sentido de NOEMA, sino de EIDOS
(forma), este sentido hace patente, de una parte, la objetividad de la idea, de otra, su
trascendencia respecto a los fenómenos.
2.3. Influjos
3. DUALISMO ONTOLÓGICO
-Mundo inteligible o mundo de las ideas (cosmos noetos) que son objeto de
conocimiento del “nous”: son realidades que no están ni en el espacio ni en el tiempo, son
verdaderas, eternas, permanentes, modelos, paradigmas, prototipos, universales, únicas,
causas, perfectas, fines en sí y además están jerarquizadas (Bien, Belleza, Justicia, etc.). Es un
cosmos.
-Mundo sensible o mundo de las cosas materiales (cosmos aiscetos) que son
objeto de conocimiento de los sentidos: son realidades que están en el espacio y en el tiempo,
aparentes, temporales, variables, copias, imitaciones, participaciones, plurales, efectos,
imperfectas, aspiraciones a un fin y están también jerarquizadas (alma del mundo o alma
cósmica, el hombre, los objetos materiales, etc.). Es un cosmos.
4. DUALISMO GNOSEOLÓGICO
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Para comprender el planteamiento platónico sobre el conocimiento humano, es preciso
entender que es una teoría objetivista, es decir, en el hecho de conocer es más importante el
objeto conocido que el sujeto cognoscente. Por ello la categoría del conocimiento viene dada
por el objeto que conocemos.
En la “República” las “ideas” son consideradas como modelos, de los que las cosas
sensibles son copias y, no como una cosa de la que formarían parte el resto de las cosas, que
deben a su participación (con el modelo) lo que tienen de existencia. Como toda imitación, el
mundo físico es imperfecto, realidad de segunda categoría, devaluada. Esta consideración de
las “ideas” como modelos, permite la localización de las mismas en un universo de ideas, y, por
tanto, la distinción entre la esfera de lo visible y de lo invisible. En el “mito de la caverna”
aparecen tanto la polaridad de los dos mundos, como las relaciones de causalidad entre ellos.
a) Grados de conocimiento
Así pues, si las ideas están separadas en otro mundo y el ser humano está en éste
¿Cómo puede conocerlas?
Al conocimiento de las ideas no se llega espontáneamente, sino al término de un
trabajoso proceso. Los escalones previos al último sirven para preparar el camino. No obstante,
el último tramo a recorrer necesita de un método peculiar, el método dialéctico. Platón no
entiende la dialéctica como los sofistas: arte de la discusión con el único propósito de vencer al
adversario. En ellos no había ningún afán por encontrarse con la verdad. Para Platón la
dialéctica es una herramienta intelectual que debe servirnos para descubrir la verdad, para
entrar en contacto con las ideas.
-La dialéctica es tanto una actitud como un método (L. VII)
· Como actitud representa un “intento de dirigirse con ayuda de la razón y sin
intervención de ningún sentido hacia lo que es cada cosa en sí” (la idea)
·Como método: a) en sentido amplio es un “tipo de enseñanza que capacita para
preguntar y responder con la máxima competencia” b) en sentido estricto: -“método para llegar
de forma sistemática a la esencia total de cada cosa”. –“método mediante el cual se adquiere
una visión de conjunto”. –“método que echando abajo las hipótesis se encamina hacia el
principio mismo” (intenta distinguir la dialéctica del método matemático). –“método que consiste
en definir ideas, separándolas por su esencia (método analítico de la división, p.e. animal –
género-, que es uno, pero a la vez es múltiple porque contiene varias especies, perro, gato,
hombre…), que siendo distintas participan del mismo género (jerarquía de especies y géneros,
todos los cuales se subordinan al ser).
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Además de la dialéctica, Platón habla de otros métodos que nos permiten llegar hasta
el conocimiento de las esencias, éstos son:
-Métodos auxiliares: Aritmética, Geometría, Astronomía, Música, sus objetos están
cercanos a las ideas, aunque necesitan representaciones: estas figuras, números, cielos,
sonidos…nos elevan hasta los verdaderos cielos, números, etc.
-Métodos concretos: -·Reminiscencia o recuerdo: conocer es recordar (mito del
carro alado); mediante el recuerdo el alma recupera las ideas que contempló en su
preexistencia y que al nacer quedaron olvidadas hasta que el contacto con los objetos
sensibles excita su recuerdo (el maestro ayuda a dar a luz las propias ideas, mayéutica
socrática). –Eros o amor platónico: Eros, según el mito desarrollado en el diálogo el
Banquete, es hijo de Poros y Penia; es toda riqueza y menesterosidad. El amante busca lo que
le falta, principalmente la belleza. No es un dios, porque anhela algo que le falta…es un
intermedio entre los dioses y los hombres, como el filósofo es entre los sabios y los ignorantes.
El amor platónico lleva al amante a buscar la belleza, primero en los cuerpos, luego en las
almas y, finalmente, en las ideas. La idea de belleza coincide con la idea de verdad, eros es
filósofo, el impulso de buscar lo bello le lleva a encontrar la verdad. -Purificación o catarsis: la
catarsis es la liberación del alma de los lazos materiales mediante el saber (partes inferiores del
alma) para poder ver las ideas.
–La virtud es equilibrio, es control y sabiduría. Los sofistas desconocen la naturaleza
humana cuando afirman que las tendencias del hombre son el dominio del más fuerte (se rigen
por la fortaleza como los animales) y el hacer lo que cada cual quiere hacer (se rigen por el
apetito como los niños). Platón, como su maestro Sócrates, identifica la virtud con el
conocimiento, para él lo más natural del hombre es la razón. Ésta permite conocer al hombre
las ideas (bondad, justicia…) para poder ser virtuoso.
La réplica de Platón a los sofistas es:
-Existen valores absolutos (ideas), contra el relativismo.
-Lo propio del hombre es la razón (de la que carecen los animales y los niños).
-La virtud se aprende, pero girando la razón hacia las virtudes-ideas. Así el hombre
será sabio, virtuoso. El pedagogo no enseña, ayuda a mirar bien las ideas, éstas son quiénes
enseñan y hacen virtuoso.
La teoría de las ideas está montada con la finalidad primordial de dotar de cobertura
metafísica a la ética socrática y conseguir, de este modo, la recuperación de la sociedad
ateniense. Se trata de dar un paso más y defender que esas realidades pueden erigirse en
cánones morales y políticos objetivos, por los que deben ser juzgadas la conducta individual y
colectiva del hombre.
a) Sociedad
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El orden o ajustamiento en la ciudad lo concibe Platón a través de una organización de
la sociedad en clases.
La ciudad surge como respuesta a la incapacidad del individuo de satisfacer sus
propias necesidades. Se necesitan individuos que atiendan esas necesidades: alimento, cobijo,
vestido; esto da lugar a ciertos oficios: agricultor, ganadero, comerciante, etc. El conjunto de
individuos que ejercen estas funciones son los productores o trabajadores. El desarrollo de la
ciudad hace necesaria una nueva clase social que mantenga la convivencia, amplíe el territorio
y lo defienda frente a las agresiones exteriores y desórdenes internos, éstos son los
guardianes auxiliares, que deben poseer ciertas cualidades. Valentía, fuerza, rapidez, amor a
la verdad y, habrán de ser educados para esta función. Las tareas de gobierno corresponden a
los mejores guardianes. La clase de los guardianes se desdobla en dos grupos, el ejército de
auxiliares y los guardianes perfectos. El ingreso en este grupo exige una educación y dotes
adecuadas. La ciudad queda estructurada en tres clases, según las actividades necesarias:
economía, defensa y gobierno.
La justicia en la ciudad se producirá cuando cada clase cumpla la función que le
corresponde y no otra en el organismo social. Así reina la virtud. Prudencia para los
gobernantes-sabios-filósofos (es esencialmente intelectual, episteme, saber). Su objeto es el
bien de la ciudad y su cometido práctico la vigilancia para que ésta alcance el bien que le es
propio. La ciudad será prudente si lo son sus ciudadanos. Fortaleza o valentía para los
guerreros (conocimiento de lo que debe ser temido y lo que no). Su valentía es también la de la
ciudad. Se exige opinión correcta. La templanza o moderación por parte de los productores,
que es una forma de autocontrol, de armonía entre lo que es inferior y lo que es inferior
respecto de la parte que debe gobernar.
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religiosa pitagórica. Ambas se fundamentan en la experiencia de los conflictos internos que
desgarran nuestra conciencia
6. LA EDUCACIÓN EN PLATÓN
La teoría de las ideas suministra la pauta de lo que debe ser la educación, en especial,
la educación superior. El esquema ético-político que propone Platón sólo puede llevarse a cabo
mediante la acción educadora. Política y educación están íntimamente unidas.
Platón distinguirá dos niveles: en el primero y más elemental, está destinado
a la masa, al pueblo. El segundo a las élites, a los futuros guardianes perfectos. Cada nivel
estará adecuado a la función que cada clase social debe realizar. Al pueblo le basta con una
educación elemental (pautas culturales, ejercicios corporales, literatura, etc.). Para las élites,
Platón elabora un extenso plan de estudios, en el que se incluyen el cálculo, la geometría, la
astronomía, el movimiento armónico y finalmente la dialéctica. La constante de este plan es la
selectividad. La primera, de los más aptos a los 20 años; la segunda a los 30 años, y de ahí
saldrán aquellos que se dedicarán a la dialéctica; la tercera se lleva a cabo evaluando la
ejecutoria pública al ocupar cargos.
7. FORMAS DE GOBIERNO
Sólo los que demuestran especial madurez serán llamados a gobernar, por
turno y, a partir de los 50 años. No deben gobernar, ni los que no saben, ni los que no están
dispuestos a compartir la verdad con los demás.
En el estado ideal platónico no existen leyes, pues éstas podrían obstaculizar las
decisiones que hayan de tomar los gobernantes, y éstos no poseerán hacienda propia
(abolición de la propiedad privada), tampoco los guardianes auxiliares. La razón de ello es que
la propiedad privada desencadenaría un conflicto interno. El comunismo platónico tiene una
finalidad estrictamente moral.
En su último diálogo “Las Leyes”, de contenido político, Platón rebajará algunos
de estos planteamientos.
El Estado perfecto que Platón sugiere es un Estado utópico, se trata de un Estado
aristocrático (de “aristos”, los mejores y “kratos” poder, fuerza).
Correcta: Aristocracia