Explora Libros electrónicos
Categorías
Explora Audiolibros
Categorías
Explora Revistas
Categorías
Explora Documentos
Categorías
Tesi di Licenza
El silencio de Dios:
Estudio del salmo 88
además -y tal vez con mayor claridad- su profundo carácter orante. Los
salmos son sobre todo oración, es decir representan un diálogo, y por lo
tanto correspondencia, bilateralidad, reciprocidad. Un diálogo supone que
las personas que ahí participan se hagan presentes y contribuyan en el
establecimiento de la relación que el diálogo significa. Por lo tanto a la
base del establecimiento del diálogo encontramos la libertad, y si libertad
entonces “espontaneidad”, existencia de la posibilidad de lo inesperado, de
lo nuevo que la libertad de cada uno de los miembros del diálogo pueda
donar a la relación. La maravilla de la oración es el hecho que una de las
partes del diálogo es el Dios omnipotente cuya libertad es una sola cosa con
su amor, y por lo tanto todo aspecto que pueda adquirir esta libertad en su
entrar en diálogo con el hombre no puede ser otra cosa sino una
manifestación de su amor.
El trabajo presentado a continuación es un estudio sobre el salmo 88: una
de las características principales de este salmo es precisamente una
particular manifestación de la libertad de Dios: su silencio, su no respuesta
al hombre que lo busca y quiere entrar en contacto con Él a través de su
oración. Consideramos que la belleza de nuestro salmo se manifiesta
también en el profundo carácter trágico que asume la oración del salmista,
su implorar a Dios del cual no recibe respuesta y que en cambio es
experimentado como Uno que se esconde, como fuente de hostilidad. En el
Sal 88 nos encontramos con una poesía impactante que adquiere tonos
verdaderamente dramáticos.
Resumiendo entonces podemos decir que en los salmos encontramos la
belleza expresada a través de la poesía que es sobre todo oración, obra del
hombre y obra de Dios. El Sal 88 concretiza de una manera especial estos
aspectos, los cuales serán tratados en el siguiente trabajo que consta de dos
partes: en la primera parte comentaremos la traducción del salmo y algunos
aspectos de carácter general, además de algunas observaciones concretas
sobre los recursos presentados por el salmista para enfatizar la belleza de su
oración. En la segunda parte abordaremos la forma concreta que adquiere
la invocación del salmista, además algunas observaciones con relación a su
situación extrema y finalmente nos detendremos a considerar la
profundidad de las preguntas que el orante dirige a Dios en los vv.11-13.
Si ya la belleza en sí nos puede impresionar “sacudiéndonos”,
sacándonos de nosotros mismos y llevándonos a algo más grande, ¿cuánto
más lo podrá realizar la belleza concretizada en una poesía que también es
Palabra de Dios? Acerquémonos entonces con reverencia al Sal 88 y
contemplemos hasta dónde puede llegar la revelación del Dios siempre más
grande, sobre lo cual haremos algunas observaciones en la conclusión de
este trabajo. A.M.D.G.
PRIMERA PARTE:
CUESTIONES GENERALES
1. Texto y traducción
x;Cäenm: .l; xr;qïO ynEòb.li rAmªzm> i ryvi 1 Cántico. Salmo. De los hijos de Coré.
Para el que preside. Según mahalat
`yxi(r'z>a,h' !m"ïyhel. lyKiªfm. ; tAN=[;l. tl;äx]m'-l[; le‘anot. Maskil. De Heman el ezraita.
yti_['Wvy> yheäl{a/ hw"hy>â 2 Oh Señor, Dios de mi salvación, de
día grito pidiendo ayuda,
`^D<)g>n< hl'y>Lå:b yTiq.[;Þc'-~Ay; de noche (estoy) en tu presencia.
yti_L'piT. ^yn<p'lâ. aAbåT' 3 Entre ante tu rostro mi oración,
`yti(N"rIl. ^ªn>z>a÷'-hJe(h; inclina tu oído a mi lamento.
yvi_p.n: tA[år'b. h['äb.f('-yKi 4 Puesto que harta de males está
`W[yGI)hi lAaïv.li yY:©x;w> mi alma y mi vida al Sheol llega.
rAb= yder>Ayæ-~[i yTib.v;x.nâ< 5 Soy contado con los que bajan a la
`ly")a/-!yae( rb,g<åK. ytiyyI©h÷' fosa, soy como un hombre sin fuerza.
rb,qª, ybek.vïo Ÿ~yli’l'x] AmÜK. yviîp.xñ' ~ytiªMeB; 6 Con los muertos libre (estoy), como
los caídos que yacen en el sepulcro, en
dA[+ ~T'är>k;z> al{å rv<Üa] donde ya no los recuerdas más, porque
`Wrz")g>nI ^ïd>Y"mi hM'hªwe ÷> ellos de tu mano son arrancados.
tAY=Tix.T; rAbæB. ynIT;vâ; 7 Me echas en la fosa de las partes
más bajas, en regiones oscuras,
`tAl)cmo .Bi ~yKiªv;x]m;B÷. en abismos.
^t<m+ 'x] hk'äm.s' yl;[â' 8 Sobre mi se apoya tu furor
`hl'S(, t'yNIï[i ^yr,ªB'v.m÷i-lk'w> y sobre mi abates todas tus olas.
Aml'_ tAbå[eAt ynITå:v; yNIM<ïmiñ y[;ªD"yUm. T'q.xî;r>hi 9 Haces alejar de mí a mis conocidos,
me haces una grande abominación
`ace(ae al{åw> aluªK÷' para ellos; encerrado y no puedo salir.
ynI[ðo yNImò i hb'ªa]d' ynIïy[e 10
Mi ojo languidece por la aflicción;
~Ay=-lk'B. hw"åhy> ^ytiäar'q. te invoco, oh Señor, cada día;
`yP'(k; ^yl,äae yTix.J;Þvi extiendo mis palmas hacia ti.
2. Comentario a la traducción
1.
`yxi(r'z>a,h' !m"ïyhel. lyKiªfm. ; tAN=[;l. tl;äxm] '-l[; x;Ceän:m.l; xr;qOï ynEòb.li rAmªz>mi ryvi
Cántico. Salmo1. De los hijos de Coré. Para el que preside2. Según mahalat
le‘anot. Maskil. De Heman el ezraita.
1
LXX, la traducción de San Jerónimo Psalterium Iuxta Hebraeos y la Vulgata han
traducido el segundo sustantivo como un genitivo: «Cántico de salmo».
2
x;Cenm: .l; podría también traducirse con «del que preside»; siendo un participio piel de
xcn, cabe la pregunta de Alonso Schökel: «¿[Director] del coro de la orquesta?», en L.
ALONSO SCHÖKEL - C. CARNITI, Salmos, I, 87. LXX y la Vulgata traducen: eivj to. te,loj,
in finem (¿«para el final, hasta el final, hasta el extremo, completamente»?); Iuxta
Hebr.: victori (¿«para el vencedor», en el sentido de «para el director» como el texto
hebreo?).
3
Cfr. M.E. TATE, Psalms 51-100, 394. Dos versiones antiguas han traducido tl;x]m'-l[;
con un nombre propio (LXX: u`pe.r maeleq, Vulgata: secundum Mahalat); Iuxta Hebr. en
cambio y las versiones griegas de Aquila, Símaco y Teodocio «en coro»: en lugar de
tl;äxm] ', han leído tolxom., que se puede traducir con el adjetivo coreia: «coral» o «del
coro» (cfr. aparato critico de la BHS).
6 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
de un patrón de canto para ser usado con el salmo (una designación del tipo
de melodía, por ejemplo)4, o bien una indicación sobre su contenido5;
ambas propuestas no se excluirían mutuamente, dándole por lo tanto una
posible polisemia al texto original6.
lyKifm. ; - Término que posee probablemente también una connotación
musical combinada con el contenido del salmo al cual hace referencia:
«lykfm sería el “cántico plasmado artísticamente”, creado según los
principios de la sabiduría […]. Tal «cántico artístico» busca la palabra
acertada, elevadora y poderosa que sea adecuada para el tema cantado y
ensalzado»7; Tate por su parte afirma que el término «probablemente indica
un poema bien escrito, el cual da una expresión intensa a su contenido»8.
yxir'z>a,h' !m"yhel. - Algunos comentaristas simplemente transliteran el
término que muy probablemente hace referencia a un nombre propio: «De
Heman Ezrahita»9; otros en cambio traducen la segunda parte del sintagma
por «el aborigen»10; Castellino hace notar que «la atribución del salmo a
Heman parece contradecir la otra a los «hijos de Core», por lo cual Briggs
piensa que la atribución a Heman sea original y la otra añadida
4
Cfr. M. DAHOOD, Psalms, II, 302; H.J. KRAUS, Salmos, I, 41; G. RAVASI, Il Libro dei
Salmi, II, 813; M.E. TATE, Psalms 51-100, 394; Alonso I, 87; G.R. LORENZIN, Libro dei
Salmi, 346.
5
Sobre esta misma línea encontramos la traducción presentada por G. SAVOCA, ed., I
Canti di Sion. Traduzione interlineare dei salmi ebraici, 153; véase además la
traducción de G. Flor Serrano en su comentario al Sal 88 en S. GUIJARRO OPORTO - M.
SALVADOR GARCIA, Comentario al Antiguo Testamento, II, 472; E.R. Ruiz por ejemplo
traduce: «Sobre enfermedad y sufrimiento», de acuerdo a las posibles raíces presentes
indicadas: hlx I: ser débil, enfermo y hn[ III: ser afligido, oprimido: cfr. E.R. RUIZ,
«El salmo 88 y el enigma del sufrimiento humano», 226-227; véase además el
comentario al Sal 88 de MCCANN JR, en A. BERLIN, ed., Introduction to Hebrew Poetry;
Job; Psalms; 1 & 2 Maccabees, The New Interpreter’s Bible IV,1027.
6
Presentan también ambas posibilidades: A. WEISER, I Salmi, 642; Kraus I, 38; Tate
menciona una serie de teorías propuestas por varios estudiosos (Mowinckel, Goulder,
Eerdmans) sobre los posible significados e interpretaciones de esta parte del título, sin
embargo concluye: «Las teorías son interesantes, pero las conclusiones seguras son
inexistentes» (Tate, 395); cfr. además Ruiz, 226.
7
Kraus I, 35.
8
Tate, 395. Las versiones antiguas han traducido el término probablemente en base a la
raíz lkf hifil «prestar atención», «comprender» o «hacer comprender» (cfr. Ruiz, 227):
LXX: de la comprensión (sune,sewj); Vulgata: intellectus; Iuxta Hebr.: eruditionis.
9
Cfr. G.R. CASTELLINO, Libro dei Salmi, 210; Waiser, 642; H.J. KRAUS, Salmos, II,
287; McCann, 1026.
10
Cfr. Dahood, 302, que explica: «El término yxir'z>a, designa originalmente «aborigen»
y por lo tanto “miembro de una familia pre-israelita”»; del mismo modo Ravasi II, 813:
«…por lo tanto se trataría de una cananeo»; cfr. también la BdeJ.
CAPÍTULO I: TEXTO Y COMENTARIO A LA TRADUCCIÓN 7
Si hay razón por la que existan tanta variedad de títulos, y por ella puede
demostrarse que así fueron intitulados todos los salmos, pues unos se intitulan
de un modo y otros de otro, de suerte que ningún título concuerda con los
otros, yo confieso que no pude encontrarla a pesar de haberlo intentado con
empeño; y, si leí algo que se consiguió sobre este asunto por algunos que antes
que yo trataron estas cosas, no satisfizo a mi deseo o a mi poca inteligencia13.
De hecho Ravasi señala que este título representa «uno de los más largos
y complicados de todo el salterio […]. De nuevo otra vez las connotaciones
más bien oscuras de los títulos impiden de acceder a su plena
comprensión»14.
Presentamos como propuesta de traducción de este primer versículo
algunos de los términos que poseen un significado preciso difícil de
establecer sólo transliterados15.
11
Castellino, 210.
12
Dice esto de acuerdo a 1 Cro 6,18-23 (6,33-38) en donde los antepasados del «cantor
Heman» pueden ser relacionados con Core; además de esta cita, Tate refiere: 1 Cro 2,6;
15,17.19; 25,5; 1 R 5,11 (4,31). Cfr. Tate, 395; del mismo parecer Ravasi II, 812-813.
Las versiones antiguas difieren en este punto: La LXX ha leído en modo diferente y
presenta Israhli,th; en cambio la Vulgata y Iuxta Hebr. coinciden con el texto hebreo:
Ezrahitae.
13
PL 37, 1109.
14
Ravasi II, 812-813. Si bien es cierto que, con relación a los títulos de los salmos, «los
problemas que estos títulos presentan son superiores a aquellos que quisieran resolver»
(G. RAVASI, I Salmi. Introduzione, testo e commento, 9); me parece ir al extremo la
decisión de L. Alonso Schökel y C. Carniti en su comentario a los salmos: «Para evitar
malentendidos, nosotros no traducimos los títulos ni en la Biblia ni en el comentario»:
Alonso I, 86.
15
lyKifm. ; tAN[;l. tl;xm] '-l[; - Presentan la transliteración: Castellino, 210; Weiser, 642;
Dahood, 301; Ravasi II, 380; Tate, 393; McCann, 1026.
8 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
2.
`^D<)g>n< hl'y>Lå:b; yTiq.[Þ;c'-~Ay yti_['Wvy> yheäl{a/ hw"hy>â
Oh Señor, Dios de mi salvación, de día grito pidiendo ayuda, de noche
(estoy) en tu presencia.
16
En la LXX el verbo al indicativo aoristo, al latín en perfecto indicativo.
17
Alonso II, 1130; LXX y Vulgata añaden la cópula antes del segundo adverbio.
18
Cfr. Dahood, 302; del mismo modo Tate, 396 que considera «~wy como equivalente
de ~myb (cfr. Sal 18,1; 102,3) o del adverbio ~my (“diariamente”)».
19
Cfr. Dahood, 302.
20
Dahood, 302. Presentan esta posibilidad de traducción: Ravasi II, 803 (afirmando de
todos modos: «El orante deja filtrar un granito de confianza en el Salvador», 813);
McCann, 1026.
21
Tate, 396.
CAPÍTULO I: TEXTO Y COMENTARIO A LA TRADUCCIÓN 9
3.
`yti(N"rIl. ^ªn>z>a÷'-hJe(h; yti_L'piT. ^yn<p'lâ. aAbåT'
Entre ante tu rostro mi oración, inclina tu oído a mi lamento.
22
Kraus II, 291.
23
Tate, 396.
24
Sin embargo Tate ha traducido el v. 2 en la presentación del salmo: «Oh Yahweh,
Dios de mi salvación, diariamente grito pidiendo ayuda, todas las noches (estoy) delante
de ti»: Tate, 393.
25
Hay además algunos autores que adoptan las correcciones presentadas por el aparato
critico de la BHS: cfr. Castellino, 210; Alonso II, 1129; R.J. CLIFFORD, Psalms 73-150,
88; para la explicación y justificación de las teorías de interpretación en base a las
propuestas de corrección: cfr. Tate, 395-396; en dichas propuestas de corrección «la
única expresión de confianza “Dios de mi liberación” desaparece, puesto que se traduce:
“Señor, mi Dios, de día grito pidiendo ayuda…”»: cfr. K.-J. ILLMAN, «Psalm 88. A
lamentation without answer», 112.
26
Cfr. Zorell, 656.
27
Cfr. Sal 19,15; 22,28; 41,12; 76,8; 79,11; 86,9; 102,29; 119,169-170; 141,2; etc.
Dahood considera el verbo como una forma de yusivo puesto que «el yusivo
acompañado de un imperativo es común en el salterio»: Dahood, 303. Por la forma del
verbo en imperfecto, Tate afirma «es posible leer esta expresión como una afirmación:
10 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
4.
`W[yGI)hi lAaïv.li yY:©x;w> yvi_p.n: tA[år'b. h['äb.f'(-yKi
Puesto que harta de males está mi alma y mi vida al Sheol llega.
“mi oración llegará ante ti”»: Tate, 396; sin embargo ha traducido en la presentación del
salmo: «Llegue mi oración a tu atención», es decir considerando el yiqtol como una
forma de yusivo, como ha hecho Dahood. Otro motivo para considerar el verbo aAbT'
como una forma de yusivo es «por su ubicación al inicio de la frase»: Ruiz, 213.
28
La frase también es empleada para indicar que su oración ha sido atendida por el
Señor; dicho sintagma representa un buen ejemplo de la «incapacidad de abstracción del
semita» (Ravasi, 15); cfr. Uso paralelo con [m;v': 2 R 19,16; Is 37,17; Dn 9,18; en
perfecto: Sal 116,2 –véase le bella expresión ds,x,-hJ'hi yl;['w> (Esd 7,28): «Sobre mi ha
inclinado (su) misericordia»–; con relación al deseo de ser escuchado, cfr. Sal 31,3;71,2;
86,1; 102,3.
29
Si quisiéramos conservar la asonancia que presenta el texto original podríamos
traducir: «Entre ante el rostro de ti la oración de mi, inclina el odio de ti al lamento de
mi». La LXX añade al final del versículo «ku,rie», formando una inclusión con el texto
de 2a («ku,rie o` qeo.j th/j swthri,aj mou…»), de tal modo «se da un mejor balance al
colon»: Tate, 396.
30
Cfr. Zorell, 777; señala Castellino: «La raíz !nr expresa el alto clamor que puede ser
exultación de gozo como también lamento de dolor ardiente»: Castellino, 211.
31
Ravasi II, 813.
32
Por su parte la LXX ha distinguido los dos términos paralelos como hace el texto
original: proseuch, (oración) - de,hsij (súplica); Vulgata: oratio-prex; en cambio Iuxta
Hebr. ha traducido el segundo hemistiquio: «Inclina aurem tuam ad laudationem
meam», considerando el segundo significado de hN"rI. Por su parte la LXX ha traducido
ambos verbos en imperativo aoristo, Vulgata e Iuxta Hebr. subjuntivo e imperativo
respectivamente.
CAPÍTULO I: TEXTO Y COMENTARIO A LA TRADUCCIÓN 11
5.
`ly")a/-!yae( rb,g<åK. ytiyyI©h÷' rAb= yder>Ayæ-~[i yTib.v;x.n<â
Soy contado con los que bajan a la fosa, soy como un hombre sin fuerza.
40
Cfr. THAT II, 1008; como referencias cita: Jr 2,13; 3,4; 44,9; Ez 6,9; 20,43; Os 7,1;
Sal 55,16; 141,5; Pr 15,28.
41
El texto del v. 4a es: o[ti evplh,sqh kakw/n h` yuch, mou en donde kakw/n podría ser un
sustantivo, neutro, plural de la forma base kakia (y por lo tanto traducción literal del
original hebreo) con el significado de malicia, vicio; el mal; deshonor; o bien aflicción o
sufrimiento (y por lo tanto cabrían las dos posibilidades de traducción de las cuales
hablábamos antes). La Vulgata y S. Jerónimo tradujeron «quia repleta est malis anima
mea», con un participio pasivo del verbo repleo y por lo tanto expresa la misma idea de
la LXX. Otro argumento para considerar el texto con el primer significado de [r; citado
es el hecho que, de los comentarios estudiados para este trabajo, ningún autor considera
esta posibilidad, más bien se menciona sólo la primera acepción de la traducción
mencionada (como en los textos ya citados en este apartado por ejemplo). Sobre las
diferentes acepciones que puede asumir la raíz [[r (ser malo) véase TTB, 786-787.
42
Cfr. 2S 1,23; Job 21,7.
43
«Vir militans», cfr. Jue 5,30.
44
«Mas adultus», cfr. Ex 10,11; 12,37; Dt 22,5; Jr 43,6: 44,20. Cfr. Zorell, 140.
45
Alonso II, 1135.
46
Ruiz, 228; que cita como referencias: Gn 31,15; Lv 7,18; Sal 44,23; 106,31; Os 8,12.
CAPÍTULO I: TEXTO Y COMENTARIO A LA TRADUCCIÓN 13
«auxilio»47; sin embargo Iuxta Hebr. presenta «factus sum quasi homo
invalidus», acercándose más al texto original. El orante entonces se
considera ya «en la lista del censo de los ciudadanos del Sheol»48.
6.
rb,q,ª ybek.voï Ÿ~yli’l'x] AmÜK. yviîp.xñ' ~ytiªMeB;
`Wrz")g>nI ^ïd>Y"mi hM'hªwe ÷> dA[+ ~T'är>k;z> al{å rv<Üa]
Con los muertos49 libre50 (estoy), como los caídos que yacen en el sepulcro,
en donde ya no los recuerdas más, porque ellos de tu mano son
arrancados.
Con los muertos libre (estoy) - Con esta traducción en forma nominal
encontramos un sentido irónico, paradójico por parte del salmista: se
encuentra «libre» pero entre los muertos51.
~ylil'x] - Es un término con diferentes matices, proviene de ll'x' que
significa «herido, vulnerado, llagado con la espada; muerto
violentamente»52; el sustantivo de nuestro texto hace referencia a «los
muertos a causa de un arma perforante en batalla y abandonados sin
sepultura en el campo, o bien que han recibido una sepultura sumaria»53;
47
Cfr. Zorell, 41 que cita la LXX, Peshitta y Vulgata.
48
Dahood, 303; y sobre los que bajan a la fosa señala: «Expresión poética para aquellos
que han muerto». Con relación a los verbos, la LXX ha traducido siempre con dos
indicativos aoristos; Vulgata e Iuxta Hebr. presentan dos perfectos pasivos.
49
Pocos manuscritos y la versión aramea presentan ~ytmk, posiblemente porque ~ytmb
es un hápax.
50
«Libre»: del mismo modo LXX (evleu,qeroj), Vulgata e Iuxta Hebr. (liber).
51
Cfr. Alonso II, 1136. Señala Ruiz: « …una vez más la paradoja nos sorprende, al unir
el adjetivo “libre” con la realidad que lo hace inútil: la muerte». El término es empleado
en el sentido de «libre» en Ex 21,2.5; Dt 15,12.13.18; Jb 3,19; Is 58,6. Dado el sentido
incierto de la palabra y por «el uso extraño del adjetivo» en este contexto (cfr. Ruiz,
221), encontramos gran variedad de propuestas: respetando las consonantes originales
con diferente vocalización, algunos traducen «mi lecho» (de Hopeš documentado en el
hugarítico Hps): Castellino, 212; Dahood, 304; Ravasi II, 814; Zorell, 260; corrigiendo
la escritura: «Mi alma/vida» (napšî): Weiser, 642; «tengo que habitar» (HuÑšabtî): Kraus
II, 288; adhiere a la traducción literal Tate, 396. Para mayor variedad de correcciones
presentadas, cfr. Castellino, 889.
52
Zorell, 245.
53
Castellino, 212; cfr. Kraus II, 292; Tate, 396; Alonso II, 1136; Lorenzin menciona
además «echados en la fosa común sin los honores fúnebres»: Lorenzin, 346. Pasos
citados: Dt 21,1ss; 1 S 31,1.8; 2 S 1,19; Jr 25,35; Is 14,19; Ez 32, 20ss.
14 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
54
«Libre con los muertos»: ¿Qué clase de libertad, entonces? «El ser abandonado sin
sepultura era la peor maldición (cfr. Dt 21,22-23; 1 R 14,11; Jr 16,4; 22,19; 25,33; Ez
29,5); sepultar a los muertos era entonces un deber sacro (cfr. 2 S 2,5; Si 7,33; 38,16)»,
Bibbia TOB, nota a Tb 1,17. Después de ~ylil'x], la LXX añade evrrimme,noi, participio
perfecto pasivo del verbo r`i,ptw, el cual hace más explícito el texto hebreo: «Como (los)
heridos que han sido abandonados, que yacen en la tumba, de los cuales no te
acuerdas más y ellos de tu mano han sido arrancados»; dicho aumento añade
dramaticidad a la descripción del salmista, siendo un participio en perfecto la idea sería:
que han sido abandonados y que siguen siendo abandonados.
55
Cfr. Tate, 396.
56
Esta posibilidad permitiría ver un posible origen “antiguo” del texto, dado que a pesar
de la presencia del pronombre relativo, se añade el pronombre retrospectivo objeto de
tercera persona plural que tendía a omitirse en un periodo considerado más reciente, cfr.
Joüon - Muraoka, 571.
57
Señalado por Dahood, 304, que cita Sal 78, 42.43; 84,4; Nm 20,13.
58
Cfr. Tate, 396.
CAPÍTULO I: TEXTO Y COMENTARIO A LA TRADUCCIÓN 15
7.
`tAl)com.Bi ~yKiªv;x]m;B÷. tAY=Tix.T; rAbæB. ynIT;v;â
Me echas en la fosa de las partes más bajas, en regiones oscuras, en
abismos.
59
Cfr. Joüon - Muraoka, 437.
60
e;qento, me evn la,kkw| katwta,tw| evn skoteinoi/j kai. evn skia/| qana,tou: «Sombra de
muerte» se obtiene por metátesis al final del versículo del texto hebreo: twmlcb por
twlcmb, que puede ser considerado un sinónimo del término Sheol (del mismo modo la
versión siríaca): cfr. Castellino, 213.
61
¿Quiénes lo han puesto y por qué el matiz del aoristo medio? ¿Se refiere a los
muertos del v.6? ¿O posiblemente estamos ante un “pasivo teológico”? La Vulgata
presenta también el perfecto plural, no así S. Jerónimo que traduce con la segunda
persona singular; además ha traducido tAYTix.T; rAB. «en la última fosa»; san Agustín
traduce «fosa ínfima» citando el texto griego: «¿Qué es la fosa ínfima o bajísima sino la
profundísima miseria, fuera de la cual no hay cosa más profunda?», nótense los
superlativos (cfr. Enarrationes: PL 37,1112).
62
Ravasi II, 815.
63
Cfr. Tate, 396; de hecho la LXX ha traducido el primer plural con el superlativo
katw,,tatoj.
64
Se trata de una “doble” profundidad: no sólo de «una fosa», sino de «una fosa de las
partes más bajas».
16 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
8.
`hl'S,( t'yNIï[i ^yr,ªB'v.m÷i-lk'w> ^t<+m'x] hk'mä .s' yl;['â
Sobre mi se apoya tu furor y sobre mi abates todas tus olas.
9.
`ace(ae al{åw> aluªK÷' Aml'_ tAbå[eAt ynITå:v; yNIMï<mñi y[;ªD"yUm. T'q.x;îr>hi
Haces alejar de mí a mis conocidos, me haces una grande abominación
para ellos; encerrado y no puedo salir.
65
Cfr. Alonso II, 1131.
66
Cfr. Ruiz, 212 que presenta ambas posibilidades. Zorell traduce el piel de hn[
«afflixit» (cfr. Zorell, 613) que aquí presento en el sentido de «abatir», «echar contra».
67
«Reconduces sobre mi...», también la traducción siríaca e la Vulgata. La LXX ha
traducido los verbos del versículo in indicativo aoristo, por lo tanto, como en los
versículos anteriores, con el sentido de una acción completa realizada en el pasado.
68
Tate, 397. Para una interesante presentación de las diferentes traducciones latinas
antiguas a partir de las variantes del texto griego realizada por San Agustín, véase
Enarrationes: PL 37, 1113-1114.
69
La LXX ha traducido «… e;qento, me bde,lugma e`autoi/j …»: « …me hicieron un
abominación para sí mismos …», en segunda persona plural (se refiere a «mis
conocidos»): del mismo modo que en el v.7 se “suaviza” de nuevo la acusación contra
Dios (coincide el verbo como en el TM). De la misma forma la Vulgata («posuerunt»);
no así Iuxta Hebr. que conserva la 2a singular como en el TM.
CAPÍTULO I: TEXTO Y COMENTARIO A LA TRADUCCIÓN 17
aluK' 71
- encerrado, encarcelado, detenido ; sin necesidad de corregir el
TM, se puede considerar este participio pasivo como una oposición del
sufijo presente en ynIT:v;72.
Sobre el modo de traducir el último verbo, cuando el sujeto de un yiqtol
es un hombre la frase puede poseer un sentido modal «cuya connotación es
la posibilidad o no de realizar una acción»73.
10.
`yP'(k; ^yl,äae yTix.J;Þvi ~Ay=-lk'B. hw"åhy> ^ytiäar'q. ynI[ðo yNImò i hb'ªa]d' ynIïy[e
Mi ojo languidece por la aflicción; te invoco, oh Señor, cada día; extiendo
mis palmas hacia ti.
yny[ - Dahood hace notar que la vocalización puede ser la del sustantivo
dual (yn:y[e) y considerar hb'a]d' como «femenino dual o plural»74 y por lo
tanto traducir la frase de 10a al plural, he preferido seguir el TM; sea que se
considere singular o plural de acuerdo a la vocalización se trata de una
sinécdoque que reenvía a toda la persona que está sufriendo75; se trata
también de expresar poéticamente el llanto76. Hermosa la asonancia creada
por la insistencia sobre el hireq al inicio del estico: `ênî dä´ábâ minnî `önî, el
orante identifica incluso fonéticamente su ojo a su aflicción77.
70
Cfr. Zorell, 892; Joüon - Muraoka, 534; Alonso II, 1131 (que señala otra posibilidad:
«Forma fenicia del singular»); Ruiz, 222. La LXX y la Vulgata traducen en singular: es
ya suficientemente fuerte la palabra para añadirle un plural intensivo (de nuevo el texto
es suavizado).
71
Cfr. Zorell, 357 que cita Jr 32,2; Ec 8,8; cfr. Illman, 113. Con un matiz de diferencia,
la LXX y la Vulgata traducen «he sido entregado» (paredo,qhn, traditus sum); Iuxta
Hebr. en cambio presenta «clausum».
72
Cfr. Dahood, 305; Kraus II, 289; Tate, 397; Illman, 113. LXX y Vulgata tradujeron
considerando una forma finita del verbo (cfr. nota anterior).
73
Ruiz, 223; traducen así: Castellino, 212; Weiser, 643; Dahood, 303, Kraus II, 288;
Tate, 394; Alonso II, 1129; McCann, 1026.
74
Dahood, 305.
75
Cfr. Tate, 397; Lorenzin, 347: «…es una sinécdoque para expresar que la vitalidad de
toda la persona se está extinguiendo (v.10a)».
76
Cfr. Ravasi II, 816; Alonso II, 1137. Con respecto a las traducciones antiguas, la
LXX y la Vulgata han traducido el sustantivo inicial en plural, y por «aflicción» han
traducido «pobreza» (ptwcei,aj, inopia); no así Iuxta Hebr., que permanece fiel al
original hebreo: «Oculus meus infirmatus est ab adflictione».
77
De hecho el efecto sonoro se hace más expresivo por el hecho de que «el sonido i
simboliza la delicadeza femenina»: Morla, 120 (que cita como ejemplo Jc 4,8). Si
quisiéramos conservar algo del sonido original, podríamos traducir: «El ojo de mí
languidece por la aflicción de mí; invoco a ti, Señor, cada día; extiendo hacia ti las
palmas de mí».
18 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
~Ay-lk'B.
- Señala McCann que «la frase “cada día” in 10b puede ser
también traducida “durante todo el día”...»78: presentamos la primera
posibilidad de traducción a causa de la presencia de otro complemento de
tiempo en el v.18; cabe señalar de nuevo la polisemia: no sólo el clamor del
orante se realiza «cada día», es decir puntualmente durante la sucesión de
los días, sino también en un mismo día la oración se lleva a cabo en cada
momento, o sea cubre la entera jornada.
11.
`hl'S,( ^WdìAy ŸWmWqÜy" ~yaiªp'r÷>-~ai al,P,_-hf,[]T; ~ytiîMel;h]
¿Por los muertos harás maravillas o las sombras se alzarán, (y) te
alabarán?
83
«son los espíritus de los muertos que viven como sombras» ; Tate por su
parte señala que «el significado exacto de la palabra es incierta, excepto
para decir que claramente señala los habitantes del Sheol», es decir el
término se podría entender como «una réplica sombría de personas que han
muerto, la disminuida individualidad que sobrevive a la muerte...», y
provendría de la raíz hpr que significa «hundir(se), relajar(se)» 84.
al,P, - Podríamos considerarlo como un sustantivo singular colectivo85.
12.
`!AD)b;a]B' ^ªt.n"Wm)a÷/ ^D<+s.x; rb,Qå<B; rP:åsuy>h;
¿Será narrado en el sepulcro tu amor fiel, tu fidelidad en el lugar de la
aniquilación?
83
Kraus II, 293.
84
Tate, 397; de hecho en su traducción propuesta no ha traducido el término: «¿Se
alzarán los ~yaip'r> (y) te alabaran?».
85
Cfr. Tate, 397.
86
Cfr. Dahood, 306.
87
Variadas son las traducciones presentadas para el binomio hn"Wma/ - ds,x,: La LXX
tradujo e;leo,j-avlh,qeia, (Misericordia-Verdad, precedida de cópula); Iuxta Hebr. y la
Vulgata: Misericordia-Veritas; Bondad (Kindness, Dahood, 302; Chaim, 1095)–
Fidelidad (Castellino, 214; Kraus II, 288; Lorenzin, 347); Gracia–Fidelidad (Weiser,
643); Amor–Verdad fiel (Ravasi II, 817); Amor fiel (Loyal-love)–Fidelidad (Tate, 394);
Cuidado fiel–Constancia (Illman, 112); Lealtad–Fidelidad (Alonso II, 1129; cfr. THAT
II, 223-224); Amor-Fidelidad (Ruiz, 210; McCann, 1026). Sobre estos atributos de Dios
regresaremos más adelante.
88
Ravasi II, 811.
89
Alonso II, 1137. La LXX tradujo avpwlei,a (destrucción); Vulgata y S. Jerónimo
«perditio»; encontramos en las traducciones modernas: sólo transliterado: Castellino,
214; Dahood, 302; Ravasi II, 804; Tate, 394; «ruina total»: Chaim, 1095; «reino de los
muertos»: Weiser, 643; Kraus II, 288; Flor Serrano, 472; «lugar de perdición»: BdeJ;
20 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
13.
`hY")vin> #r<a,äB. ^ªt.q'd>ciw÷> ^a<+l.Pi %v,xåoB; [d:äW"yIh]
¿Será dada a conocer en la tiniebla tu maravilla y tu justicia en la tierra
del olvido?
14.
`&'m<)D>q;t. ytiîL'piT(. rq,Bªob;W÷ yTi[.W:+vi hw"åhy> ^yl,äae ŸynIÜa]w:
Sin embargo yo hacia ti, ho Señor, grito y en la mañana mi oración entre
en tu presencia.
w
considerada adversativa95; nótese además el énfasis a través del
pronombre de primera persona singular, en modo tal que «se enfoca la
Illman, 112; «infiernos»: Savoca, 154; «reino de la muerte, del no-ser»: Alonso II,
1129; «lugar de la destrucción»: Ruiz, 210; «Destrucción» (con mayúscula): McCann,
1026.
90
Del mismo modo la LXX, la Vulgata y Iuxta Hebr. Las tres versiones inician las
preguntas de los vv. 11-13 con «¿Acaso…» manifestando una pregunta retórica que
espera la respuesta negativa («mh.…»; «Numquid…»).
91
Joüon - Muraoka, 529; no sucede en este caso, ya que el sustantivo es el sujeto del
verbo y éste viene expresado al singular.
92
De hecho en el v.11, de acuerdo al paralelismo, al,P, al plural coincidiría con su
correspondiente también al plural (~yaip'r>).
93
gh/| evpilelhsme,nh|: se trata de un participio perfecto, por lo tanto: «Tierra que ha sido
olvidada y que sigue siendo olvidada»; así mismo Iuxta Hebr.: «…et iustitia tua in terra
quae oblivioni tradita est»; la Vulgata presenta: «…et iustitia tua in terra oblivionis». En
la misma línea, Alonso Schökel señala también el sentido pasivo de la expresión hebrea:
«nšyh: del olvido, sentido pasivo, de los olvidados…»: Alonso II, 1131.
94
Cfr. Dahood, 306; Alonso II, 1137.
95
Cfr. Sal 13,6; 26,11; 31,7.15; 35,13; 38,14;70,6; 71,14; 73,2; 75,10; etc.
CAPÍTULO I: TEXTO Y COMENTARIO A LA TRADUCCIÓN 21
96
McCann, 1028.
97
La frase en Ravasi II, 817; el autor cita como referencias: Sal 5,4; 17,15; 30,6; 46,6;
57,9; 90,14; 130,6; 143,8; señala además que la expresión hace referencia al «instante
que sintetiza la metonimia: “todo el día” (v.10) abrazando aquellas horas en las que se
continuará a lanzar hacia Dios la oración».
98
Ravasi II, 818.
99
Cfr. Sal 18,7; Sal 22,25; 28,2.6; 30,3; 31,23.
100
Además, sobre el sentido “positivo” de la frase del v.14: cfr. Castellino, 214; Kraus
II, 293; Tate, 403; Lorenzin, 347.
101
Cfr. Tate, 398.
102
Ruiz, 223; sin embargo el autor del artículo señala «es verdad […] que esta
asociación no es evidente en este contexto [del salmo 88]; pero aun así puede funcionar
como idea subyacente y por tanto significativa».
103
Por su parte, la LXX ha traducido los verbos del versículo en indicativo aoristo el
primero y en futuro el segundo, de la misma manera Vulgata y Iuxta Hebr.
22 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
15.
`yNIM<)mi ^yn<åP' ryTiÞs.T; yvi_p.n: xn:åz>Ti hw"hy>â hm'äl'
¿Por qué, oh Señor, rechazas mi alma, ocultas tu rostro de mí?
Se trata de un paralelismo sinonímico entre las dos partes del estico. Con
relación al término vpn, encontramos un empleo paralelo en la primera
parte del estico y el sufijo de primera persona singular añadido a la
preposición, en la segunda parte; probablemente por este motivo vpn ha
sido traducido por diferentes comentadores también como referido a toda la
persona104. Propongo la traducción arriba mencionada por la referencia al
v.4 (mismo fonema) y por el empleo de términos diferentes presentados en
el versículo en el original hebreo.
16.
`hn"Wp)a' ^ym,äae ytiaf'Þn" r[;Nm=O i [;AågEw> ynIåa] ynIÜ['«
Afligido [estoy] yo y moribundo desde la juventud; soporto tus terrores,
estoy turbado.
104
La LXX presenta el mismo término del v.4 (yuch,), sin embargo el Códice Vaticano
presenta la variante proseuch,, posiblemente a causa del versículo anterior, del mismo
modo la Vulgata (oratio), cfr. Castellino, 889; Iuxta Hebr. por su parte presenta: «¿Por
qué, oh Señor, desprecias [abicio] mi alma, ocultas tu rostro de mi?». Han traducido el
término con el pronombre de 1ª persona: Dahood, 302 (no lo traduce en este modo en el
v.4); Ravasi II, 804 (que a pié de pagina señala: «Literalmente “rechazas mi alma”»);
Tate, 394 (no lo traduce en este modo en el v.4); Illman, 112 (también traduce el
término en este modo en el v.4); Ruiz, 224 (que señala: «“Mi alma” funciona aquí, a
nivel semántico, como paráfrasis del pronombre personal»); McCann, 1027 (no lo
traduce en este modo en el v.4); otras traducciones: Kraus traduce en 15a: «¿Porqué
rechazas mi vida?»: Kraus II, 288; Alonso Schökel: «¿Porqué, Señor, rechazas mi
aliento?»: Alonso II, 1130.
105
Cfr. Ruiz, 224.
106
Cfr. Zorell, 522; Castellino, 215; Joüon - Muraoka, 535. Unicas apariciones del
sustantivo abstracto r[;nO: Pr 29,21; Jb 33,25; 36,14 y en nuestro salmo (en las dos citas
de Jb también con relación a la muerte).
CAPÍTULO I: TEXTO Y COMENTARIO A LA TRADUCCIÓN 23
17.
`ynItU)WtM.ci ^yt,ªW[Bi÷ ^yn<+Arx] Wråb.[' yl;['
Sobre mi transitan tus iras vehementes; tus terrores me abaten.
18.
`dx;y") yl;ä[' WpyQIßhi ~AY=h;-lK' ~yIM;k;â ynIWBås;
Me rodean como el agua todo el día; me circundan por doquier.
19.
`%v")x.m; y[;îD"ymU )> [:r_Ew" bheäao yNIMm, âi T'q.x;är>hi
Haces alejar de mí amante y compañero; mis conocidos (son) región
oscura.
123
Joüon - Muraoka, 343; aquí se señala que se trata de un sustantivo que
sintácticamente tiene una función de acusativo adverbial. Han traducido así: Castellino,
214 que traduce «….sobre mi se acercan en masa (compacta)»; Ravasi II, 804; Ruiz,
210.
124
Traducen en este sentido: Weiser, 643; Kraus II, 288; Tate, 394 (el cual señala el
significado: Tate, 404); Illman, 114; McCann, 1027.
125
Alonso II, 1130 («…me cercan todos a una»). Todos los significados señalados son
ofrecidos todos por B. DAVIDSON, The Analytical Hebrew and Chaldee Lexicon, 306
(señala además el significado «en un sólo lugar»).
126
La traducción de la LXX ha empleado verbos diferentes pero también paralelos
(kuklo,w-perie,cw, en indicativo aoristo), del mismo modo Iuxta Hebr. (circumdare-
vallare), la Vulgata emplea en ambos casos circumdare (ambas traducciones latinas
también en perfecto).
127
Traducen de la misma manera Dahood, 302; Ravasi II, 804; Alonso II, 1130;
Lorenzin, 347; Ruiz, 224; McCann, 1029; Dahood en su comentario señala como
endíadis [:rEw" bheao y traduce «mis prójimos cordiales» (my friendly neighbors) tomando
el sufijo del término siguiente; además considera y[;D"yUm. como un plural de excelencia y
traduce «mi principal compañero…es la tiniebla»: Dahood, 307.
128
%v"xm. ; como aposición de y[;D"yUm..
26 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
la raíz de y[;D"ym
U . ([dy): se han convertido en personas en cierto modo
desconocidas para el orante, personas que ignoran su situación129. Otra
sugestiva posibilidad de traducción, indicada por K.J. Illman: «…Podemos
dejar el TM como es y tomarlo como una exclamación: “¡Oscuridad!”
como el final de este desesperado salmo»130. Con un pequeño cambio de
vocal en %v"xm
. ; y considerando el verbo de 19a como regente también para
19b, la LXX y la Vulgata han leído: «Has alejado…mis conocidos de mi
miseria» (preposición !mi y dando a %v<x el sentido de miseria)131, creando
un interesante paralelismo sinonímico entre los sustantivos del primer
hemistiquio (amigo, compañero, conocido) y el pronombre de primera
persona singular con el sustantivo miseria del segundo hemistiquio132. Iuxta
Hebr. en cambio ha introducido un segundo verbo, creando un paralelo
balanceado con 19a: «…notos meos abtulisti»133. Encontramos además un
posible merismo en el texto hebreo: abundancia de términos para expresar
la misma idea con relación a las personas cercanas al orante (amante134,
compañero, conocido), es decir, ha sido abandonado por todos aquellos que
podrían hacerle algún bien.
129
De hecho uno de los significados de la raíz contenida en el término %v"x.m; (es decir
%v<x) puede adquirir el significado metafórico de «ignorancia, error», cfr. Is 5,20;
29,18; Pr 2,13: cfr. Zorell, 275.
130
Illman, 114; Antes de él han traducido en este modo: Weiser, 643 («…Mis
conocidos - ¡tinieblas!»); Tate, 394; Kraus II, 289 (que menciona también las otras
posibilidades de traducción); estos últimos dos autores presentan además la posibilidad
de un texto original dañado (a causa de la dificultad de la traducción).
131
Cfr. Aparato crítico de la BHS; indicado también por Castellino, 889; Tate, 398;
Alonso II, 1131.
132
Cito el v.19 para mayor claridad: evma,krunaj avpV evmou/ fi,lon kai. plhsi,on kai. tou.j
gnwstou,j mou avpo. talaipwri,aj (de nuevo el verbo en indicativo aoristo).
133
Cfr. Ravasi II, 818.
134
He preferido traducir “amante” para indicar la procedencia del participio del verbo
bha: amar, querer.
CAPÍTULO II:
1. División
2. Tipo
3. Ubicación en el salterio.
9
Tate, 401.
10
Cfr. Alonso I, 100.
11
La ya explicada doble atribución en el título (doble «lamed auctoris»: Ravasi,
9), o bien otro tipo de autoría como el rey Ozías (llamado también Azarías) o el
rey Ezequías o el profeta Jeremías (cfr. Castellino, 210).
12
«…En tal modo, incierto el autor, permanece incierto también el tiempo»:
Castellino, 210; por su parte Tate indica dos posibilidades: una (que él
prefiere), la composición en el periodo pre-exílico, en época monárquica:
«…antes del 722 a.C. parece ser una buena pista»; la otra, de acuerdo al uso de
una larga tradición con respecto a la interpretación del salmo (Teodoro de
Mopsuestia, Teodoreto, Tárgum y Kimchi), su época de composición sería
entorno al periodo del exilio o del post-exilio, de acuerdo también a la
presencia de algún aramaismo –’ejāl en el v.5, por ejemplo – y la concordancia
de situación y de léxico con el libro de Job: cfr. Tate, 401; Chaim, 1089.
13
Castellino señala que los salmos 84-89 ocuparían el cuarto lugar del «salterio
- Jhwh» (después de los salmos 1-41, 107-150 y 90-106) de acuerdo a la
frecuencia de la presentación del tetragrama sacro: cfr. Castellino, 7.
30 PRIMERA PARTE: CUESTIONES GENERALES
14
Kraus I, 24. Recordamos sin embargo la dificultad de la atribución del salmo a causa
de la doble lamed auctoris presente en el título.
15
Junto con los salmos 42-49, 84-85 y 87.
SEGUNDA PARTE:
1
Algunos de estos elementos ya han sido mencionados en el comentario a la traducción
en la primera parte de este trabajo.
CAPÍTULO I:
1. Destinatario: hw"hy>y>
1
Cfr. G. VON RAD, Teología del Antiguo Testamento. I, 235-240; J. RATZINGER, Jesús
de Nazareth, 178.
CAPÍTULO I: DIOS Y EL ORANTE 33
2
Cfr. Von Rad I, 34.235.
3
Cfr. Von Rad I, 235-236.
34 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
2. La expresión de la oración
4
La traducción Iuxta Hebr. por su parte presenta en el v.10 el verbo «invocare», en los
vv. 2 y 14 «clamare».
5
Sobre una posible diferencia en el empleo de ambas grafías, véase el inciso “b” del
apartado 2.2.2.
6
Cfr. THAT II, 715; TWAT II, 669-670. La raíz tiene su mayor presencia en Jr (21
ocasiones), después viene Jc con 19, 16 veces en Ex, 15 en Is, 14 veces en 1 S, en el
libro de los salmos 11 presencias y finalmente Job: 8 ocasiones.
CAPÍTULO I: DIOS Y EL ORANTE 35
busca salvación»7. Hay dos diferencias con respecto a los verbos que
manifiestan dolor: una, se trata de un grito no en general sino dirigido a
alguien; la otra, el carácter de intensidad.
Con respecto a la acción de un grito dirigido a otro: quien emplea las
raíces q[z y q[c desea llegar a otra persona que quizá pueda cambiar la
situación, es decir, el grito de ayuda en la situación de necesidad tiene
como objetivo obtener apoyo inmediato en la tribulación y en la opresión.
La conexión entre la expresión de dolor y el pedir ayuda tiene como base la
solidaridad humana de los hombres entre sí, por la cual el que oye un grito
de dolor se apresura a ayudar al que grita con naturalidad8.
La otra diferencia de las raíces q[z y q[c con respecto a los verbos que
expresan dolor sería el carácter de intensidad en la exteriorización. De este
modo, el grito puede dar expresión a los siguientes estados de la persona: la
conmoción (Ez 27,30; Est 4,1), el espanto (2 R 4,40), el miedo (1 S 28,12),
la sorpresa (2 R 2,12)9.
7
TWAT II, 669-670. De hecho la LXX traduce q[c con una riqueza de términos: boan -
y derivados-, kra,zein, kalein, keru,ssein, kraukh, stena,zein, fonh,,, etc.; esto que refleja
los diferentes matices de significado y muestra que el significado base de “gritar para
pedir ayuda” está siempre a la base: cfr. TWAT II, 670.
8
Cfr. THAT II, 717; TWAT II, 673.
9
Cfr. TWAT II, 673.
10
Lamentación colectiva: Ex 2,23s; 3,7.9; Jc 10,10; Jl 1,14; Ne 9,4; lamentación
individual: Jon 1,5; Sal 9,13; 77,2; 142,2.6; y el v.2 de nuestro salmo; a través de un
mediador: Ex 8,8; 15,25; 1 S 7,9; Ez 9,8; Ha 1,2; etc. Cfr. THAT II, 721.
11
A diferencia de rt[ por ejemplo: cfr. THAT II, 721. Señala además el autor del
artículo (R. Albertz) que posteriormente la relación entre el dolor y la petición de
auxilio en la oración litúrgica perderá parte de su inmediatez, aunque seguirá
conservando su relación a una situación de angustia (cfr. Jc 10,10, Ne 9,4 y Jl 1,13s).
36 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
ya señalado más arriba) que las formas de las raíces de q[z y q[c están
constantemente relacionadas a una situación de necesidad y por lo tanto
«dan expresión al grito de ayuda y no a otras peticiones específicas12.
Existen además dos aspectos que nos ayudan para la comprensión del
empleo de este fonema cuando el destinatario es el Señor: uno, la
inmediatez de la relación con Dios en la situación del lamento y su
distinción originaria de la oración litúrgica; otro, el modo de la respuesta
por parte de Dios.
Al acercarse el Faraón, los israelitas alzaron sus ojos, y viendo que los
egipcios marchaban tras ellos, temieron mucho los israelitas y clamaron a
12
Cfr. TWAT II, 678.
13
Cfr. THAT II, 721.
14
THAT II, 718-719. En estos pasajes observamos el hecho que una violación del
derecho establecido por los hombres ofende en el fondo ordenamiento establecido o
garantizado por Dios, en este sentido «la esfera semántica jurídico-sociológica coincide
con la religiosa»: TWAT II, 673.
CAPÍTULO I: DIOS Y EL ORANTE 37
15
Parte en cursiva: hw")hy>-la, laeÞr'f.yI-ynE)b. Wqï[]c.YIw: daom
ê . ‘War>yYI)w:
16
En primera persona singular, así además en 77,2; 142,2.6.
17
Cfr. Kraus II, 783.
18
Kraus II, 488 (del comentario al Sal 107); de hecho Kraus titula el comentario a este
salmo «liturgia para una fiesta de acción de gracias para los liberados».
38 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
19
Cfr. Alonso II, 1345.
CAPÍTULO I: DIOS Y EL ORANTE 39
20
Este libro ocupa el segundo puesto en número de frecuencias después del profeta
Jeremías (cfr. nota 7). De hecho, en ningún otro libro de la Escritura aparece con tanta
frecuencia el verbo q[z-q[c acompañado de [vy como respuesta a la invocación de
ayuda: cfr. TWAT II, 677.
21
En 6,14b encontramos de nuevo el verbo [vy en la boca de Dios que dice a Jedeón:
«…Ve con ésta tu fuerza, y salva a Israel de la mano de los madianitas».
22
Es posible que la insistencia en mostrar la respuesta de Dios a través de un mediador
provenga de un redactor deuteronomista, dado que «en las partes más antiguas del libro
de los Jueces (cfr. 2,1-5; 6,11-22; 13,2-24) come en el caso del libro de la Génesis, Dios
da a conocer su voluntad a través de un ángel»: Bibbia TOB, nota a Jc 6,8. En el libro
del Deuteronomio, la relación entre Dios y su pueblo queda en manos de Moisés; para
el pueblo la voz de Dios es demasiado fuerte y peligrosa que interpone entre él y ella a
su mediador: «Acércate tú a oír lo que dice Yahvé, nuestro Dios y luego nos dirás lo
que te ha dicho; nosotros lo escucharemos y lo pondremos en práctica» (Dt 5,27); desde
40 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
25
Cfr. Nm 20,16; Dt 26,7; Jos 24,7; 1 S 12,8; Sal 22,6; 34,18; 107,6.13.19.28; Ne 9,4.9.
26
TWAT II, 677.
42 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
2.1.4 Recapitulación
Señalamos como recapitulación que el verbo q[c es empleado en
nuestro salmo en una lamentación de tipo individual sin la presencia de un
mediador entre el orante y Dios. Notamos además la ausencia de una
oración de tipo litúrgico (ninguna referencia a un rito cultual o al templo,
por ejemplo)28.
De acuerdo a la diversidad de detalles presentes en el significado del
verbo q[c y dada su presencia al inicio del Sal 88, podemos afirmar que se
trata de una imploración que el orante dirige al Señor Dios con la esperanza
de ser escuchado y por lo tanto auxiliado. Por este motivo es significativo
que el primer verbo empleado por el orante sea precisamente q[c, no sólo
con respecto a los verbos de imploración sino también con respecto a los
demás verbos presentes en el salmo. Además este verbo acompaña también
la primera aparición del tetragrama sacro. Añadimos que el carácter
emocional intenso, dramático, ya presente en el empleo del verbo en sí
independientemente del contexto, se acentúa ante la posibilidad de la no
respuesta por parte de Dios.
v.11); 31,18 (cfr. v.23); 34,7; 61,3 (cfr. v.6); 66,17 (cfr. v.19); 130,1 (cfr. v.
2); 145,18 (cfr. v.19).
-En referencia al campo semántico de la escucha, la invocación a Dios es
presentada también con imágenes antropomórficas: en el Sal 141,2 la
invocación es puesta en relación con el deseo que el Señor «preste oído» al
que lo invoca (!za hifil); en el Sal 116,2 Él «inclina el oído» (hjn con
complemento directo !z<ao) hacia el que lo llama.
-Dios «salva» ([vy hifil) quien lo invoca (5 ocasiones): Sal 18,4 (en
nifal); 34,7; 55,17; 57,3 (cfr. v.4); 119,14635. En Sal 116,4 la invocación
está en relación con el poner al seguro (jlm piel) por parte de Dios y con
su salvación (v.6).
-Dios también «rescata» (#lx piel) ante la invocación del orante: Sal
50,15 (el Señor asegura su respuesta: «Invócame en el día de la angustia, te
rescataré y tú me darás gloria»). En el Sal 81,8 es de nuevo el Señor el que
da testimonio de sí mismo en su ayuda cercana al pueblo: «En la angustia
llamaste, y yo te rescaté; te respondí en el escondite del trueno; en las aguas
de Meriba te probé». Un caso semejante encontramos en el Sal 89,27: es de
nuevo el Señor el que habla y promete su ayuda a David. En el Sal 56,10 el
orante sabe que cuando invocará al Señor, será librado de los que lo odian:
«Entonces mis enemigos retrocederán el día en que yo te invoque (arq).
Esto sé: que Dios está a favor mío».
-En el Sal 80,19 la dinámica del auxilio es invertida, es decir, si el Señor
dona la vida entonces el pueblo podrá invocarlo: «Ya no volveremos a
apartarnos de ti; nos darás vida y tu nombre invocaremos».
-Además el verbo arq está presente con el significado de invocar al
Señor en versos que expresan la alabanza, en este caso se encuentran: Sal
105,1; 116,13.17. En esta última cita el salmista invoca al Señor después de
haber mencionado la alabanza (17a) y además el favor recibido por parte de
Dios (16b): «¡Ah, Señor, yo soy tu siervo, tu siervo, el hijo de tu esclava, tú
has soltado mis cadenas! Sacrificio te ofreceré de acción de gracias, e
invocaré el nombre de Señor» (116,16-17). Por lo tanto también aquí
encontramos la secuencia «ayuda recibida e invocación» como en el caso
del Sal 80,19.
-Otros casos: Dios es el sujeto del verbo en Sal 50,1 (convoca la tierra).
4 (convoca los cielos); 105,16 (llama el hambre); 147,4 (da nombre a las
estrellas). El verbo presente no en el contexto de invocación-ayuda: Sal
14,4; 53,5 (en ambos casos los malvados «no invocan al Señor»). arq
35
Véase nota anterior (sobre Sal 119,145).
CAPÍTULO I: DIOS Y EL ORANTE 45
36
Cfr. Mandelkern, 1039-1042.
37
TWAT VI, 880; TWAT VII, 1087.
46 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
ha puesto en relación con Dios, sino es sobre todo Dios el que ha buscado
el contacto con su creatura: si bien es cierto que el verbo arq en los salmos
expresa claramente la relación del hombre con Dios (de 55 presencias, 45
corresponden a este hecho38), sin embargo antes de que el hombre buscara
a Dios es sobre todo Dios el que se ha puesto en contacto con el hombre y
le ha ofrecido su presencia.
Es significativo por lo tanto que las primeras apariciones de arq en la
Sagrada Escritura tengan como sujeto a Dios mismo, antes de la existencia
del hombre: al inicio de la obra de la creación, en los primeros tres días (Gn
1,5.8.10), creación que representa ya en sí una primera llamada por parte de
Dios39. Es significativo además que la primera vez que el hombre entra en
dialogo con el Señor se realiza cuando Dios «lo llama» después del primer
pecado y le pregunta «¿Dónde estás?»40: Dios y el hombre entran en
diálogo cuando éste último manifiesta por primera vez su capacidad de
actuar autónomamente con respecto a Dios, independientemente de Él,
desobedeciéndolo41; así Dios «lo llama» esperando una respuesta de su
parte. En este sentido, cada palabra que Dios dirige al hombre puede ser
considerada una pregunta, una interpelación por parte de Dios que espera
una correspondencia, estableciéndose así una relación dialógica,
fundamental para todo tipo de relación personal42.
38
Cfr. TWAT VII, 1084.
39
«Dios llama al cielo (Is 48,13), llama a la tierra (Sal 50,1), llama al agua (Am 5,8),
llama a las estrellas (Sal 147,4), llama a la luz “que le obedece temblorosa” (Ba 3,33)
[…] La creación es la primera evkklhsi,a, la primera llamada a salir de la nada y del caos
del ser»: H. U. VON BALTHASAR, Estados de vida del cristiano, 296.
40
Gn 3,9: hK'Y)<a; Alß rm,aYOðw: ~d'_a'h('-la, ~yhiÞl{a/ hw"ïhy> ar'²q.YIw:.
41
En este sentido, encontramos ya en Gn 3,9 la manifestación del «principio dialógico»
que atraviesa todo el A.T. (y también el Nuevo) señalado antes: Dios, creando al
hombre a su imagen y semejanza y al mismo tiempo como uno distinto de sí,
verdaderamente «corre el riesgo de la relación, del estar con nosotros»: Ratzinger
(Jesús), 178; el Señor Dios toma en serio y hasta el fondo la libertad donada al hombre,
permitiendo así misteriosamente su desobediencia; cfr. además S. LEVI DELLA TORRE, Il
Respiro del Sabato en G. TROTTA, ed., Il Sabato nella tradizione ebraica, 56.
42
De hecho arq puede ser también el «término técnico» para expresar la «vocación al
servicio de JHWH» (cfr. 1 S 3,6): TWAT VII, 1084.
CAPÍTULO I: DIOS Y EL ORANTE 47
43
Grande es el contraste por ejemplo con el Sal 56,10 («…esto sé: que Dios está a favor
mío»); véase además el contraste en Sal 91,14-16; 81,8; 89,27.
44
Véase el apartado 2.4 en este capítulo y sobre todo la conclusión al final del trabajo.
45
Cfr. Mandelkern, 1158; TWAT IX, 103-104. En Sal 5,3 encontramos y[iw>v;: al parecer
no es una forma verbal sino una forma nominal de la misma raíz de nuestro verbo (más
el sufijo de 1ª persona singular): cfr. Davidson, 706; Joüon - Muraoka, 161 (que no lo
considera entre los pocos casos presentes de un infinito piel); en cambio Mandelkern,
1158 lo incluye en la concordancia como una forma verbal de la raíz, sin embargo
menciona también la segunda posibilidad. No consideramos el término como una forma
verbal sino nominal: podría ser un infinito piel, sin embargo la segunda radical no
presenta la repetición.
46
TWAT IX, 104; el autor del artículo es J. Hausmann.
48 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
47
«Grito», h['w>v;: misma raíz del verbo en uso nominal.
48
Véase nota 34 (sobre Sal 119,145).
49
En el Sal 22,25 ver el versículo anterior.
50
La única ocasión en los salmos en la cual el destinatario no es el Señor es el Sal
72,12: «Librará (lcn) al necesitado que grita ([wv), y al pobre que no tiene quien le
socorra», en este caso la invocación va dirigida al rey (cfr. v. 1); debido a esta
excepción comenta Hausmann: «Aquí el rey deberá ser considerado como el
representante de Jhwh»: TWAT IX, 104.
CAPÍTULO I: DIOS Y EL ORANTE 49
51
Sobre las posibilidades de traducción véase el “comentario a la traducción”, v.19 en la
primera parte de este trabajo.
52
Esta cita no había sido aun mencionada: en ella encontramos otro contraste entre
nuestro salmo y el resto de las presencias de la raíz verbal en el salterio.
53
El Sal 18,42 es el único caso en el que no se presenta el sintagma la + [wv sino
l[ + [wv (ha sido usado el primer modo en 18,7). Una posible confusión entre las
grafías de las dos proposiciones podría testimoniar la presencia de copistas de lengua
50 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
aramea, puesto que en dicha lengua existe la sinonimia y una semejante pronunciación
de las radicales guturales iniciales de las dos proposiciones (Cfr. Joüon - Muraoka,
517).
54
Cfr. TWAT IX, 106.
CAPÍTULO I: DIOS Y EL ORANTE 51
55
Cfr. Mc Cann, 1027.
56
«Acto lingüístico que está sucediendo en el momento»: TWAT VII, 1087.
57
O incluso sin pronunciación, como en algunos casos: cfr. Joüon - Muraoka, 25-26.
58
Cfr. Joüon - Muraoka, 20-22; P. PEPI - F. SERAFINI, Corso di Ebraico Biblico, 3.
52 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
59
Cfr. THAT II, 723; TWAT II, 677. La no respuesta por parte de Dios al hombre que lo
invoca formaría parte del anuncio de juicio por parte de los profetas (1 S 8,18; Jr
11,11s; Mi 3,4).
60
Véase el primer apartado en el cap. II de la primera parte de este trabajo. Con relación
al sustantivo [r; del v.4, debemos descartar la posibilidad de considerar el sustantivo en
el sentido de “mal moral”, “culpa”: si fuera así, ¿por qué entonces el salmista no lo hace
patente? Se trataría entonces de “males” en el sentido de “infortunios”, como es
presentado por las traducciones (cfr. “Comentario a la traducción”, v.4 en la primera
parte de este trabajo).
61
Sobre este tema véase la conclusión de este trabajo.
CAPÍTULO II:
1
De hecho Castellino menciona esta conjunción como el inicio de la «exposición del
caso» dentro de la división de los salmos de lamentación individual: cfr. Castellino, 43;
Ravasi II, 813; Ruiz, 220.
2
Cfr. “Comentario a la traducción”, v.4 en la primera parte de este trabajo.
54 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
te alaba (hdy), como yo ahora […]» (38,19a)7, puesto que «el Sheol no te
alabará (hdy), ni la muerte te glorificará. Tampoco los que descienden a la
fosa esperarán en tu fidelidad» (38,18).
Vemos entonces una profunda unión entre la vida del hombre y la
alabanza al Señor por un lado, y por otro una relación entre la muerte y el
Sheol y la no posibilidad de la alabanza y la glorificación de Dios. Se
afirma que la vida y la alabanza van juntas: si se vive, se vive para alabar
puesto que en la muerte ya no es posible. La invocación y la alabanza al
Señor son para Israel la auténtica forma de su existencia, característica
elemental de la vida, vida en el pleno sentido del término8.
Por otra parte, es muy grande la afinidad de este pasaje con nuestro
salmo, sea por la presencia de términos comunes (hw"hy>, ~yYIx;, vp,n<, !yI[;, ~Ay,
hl'y>l;, rq,Bo, lAav., rAb-yder>Ay, twm, hdy), sea por la temática: contrasta por
ejemplo la unión lamentación-salvación en el pasaje del profeta y su
ausencia en nuestro salmo, como ya señalábamos antes con respecto a la
presencia de los verbos de invocación en el salterio y su correspondiente
respuesta9. Está presente además el tema del Sheol y la muerte y su relación
con la no posibilidad de alabanza (compárese por ejemplo Sal 88,11-13 con
Is 38,18). Sobre este último tema regresaremos en el tercer capítulo de este
trabajo.
7
Los términos ~yYIx;, hyx están presentes además en 38,11.12.16.20.
8
Cfr. Von Rad I, 453 (el autor señala además que la alabanza, como la forma más
propia de la existencia del hombre, representa «una de las proposiciones más singulares
de la antropología veterotestamentaria»); Kraus (Teología), 221.
9
Cfr. capítulo anterior.
56 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
10
THAT I, 774 (se trata de una cita de von Rad que hace Gerleman).
11
Cfr. Kraus (Teología), 217.218. Una observación al margen: a partir de las
observaciones de estos últimos apartados, podemos apreciar las profundas raíces que
posee en la Sagrada Escritura el «principio y fundamento» de los Ejercicios Espirituales
de San Ignacio de Loyola: «El hombre es criado para alabar, hacer reverencia y servir a
Dios nuestro Señor y, mediante esto salvar su ánima…» (E.E. 23): existe una profunda
relación entre la vida verdadera del hombre y la alabanza, la reverencia y el servicio que
debe a su creador, como veíamos en relación a los pasajes de Is 38 y Dt 30. Sobre este
tema cfr. H.U. VON BALTHASAR, Homo creatus est, 9-26.
12
Cfr. “Comentario a la traducción”, v.4 en la primera parte de este trabajo.
CAPÍTULO II: EL ORANTE Y LA MUERTE 57
13
Esto hecho mostraría una razón más para señalar la centralidad de los vv. 11-13 (cfr.
el primer apartado del cap. II en la primera parte de este trabajo).
14
Otro motivo señalado por Alonso Schökel: «Mi vida se acerca al Sheol: haciendo
sujeto a mi “vida”, el contraste es más fuerte que si dijera “yo”: las palabras señalan
escuetamente el límite decisivo, la contigüidad de vida y muerte; hecho constante que
ahora se apodera de la conciencia»: Alonso II, 1135.
15
Cfr. THAT II, 104.
16
La traducción que hace referencia a toda la persona (por ejemplo traducir con el
pronombre de 1ª singular) podría tener su base en este hecho; así, se consideraría vp,n< no
sólo como un principio constitutivo del ser del hombre sino como su mismo ser; con
este sentido se podrían traducir: Gn 19,19.20; 46,15; Ex 1,1.5; Nm 19,4; Lv 1,2; 13,19;
2 S 18,13; Sal 3,3; 7,3.6; 66,16; 109,20; 119,129.167; Jb 16,4; Lm 3,24; Jr 4,19; 43,6;
entre otros (cfr. THAT II, 124-126).
17
THAT II, 110.118; sobre todo cuando vp,n< aparece como sujeto, en estos casos puede
tener para nosotros el sentido de «alma», cfr. Dt 12,20; Nm 11,6; 1 S 2,16; 1R 11,37; Jb
23,13; Pr 19,15; 21,10; Sal 10,3; 42,2.3; 63,2; 84,3; 107,9; 119, 20.81; 143,6.
18
Cfr. Kraus (Teología), 194.
58 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
19
Sobre todo en los pasajes en los cuales la vp,n< del hombre sujeto de la acción y Dios
su objeto: Is 26,9; Sal 33,20; 42,2.3; 62,2.6; 63,9; 84,3; 119,20.81; 130,5s; 143,6; Lam
3,25. Cfr. THAT II, 127.130.
20
Cfr. Sal 42,6.12; 43,5.
21
Cfr. THAT II, 130; Kraus (Teología), 195.
22
Cfr. Lv 26,16; Dt 28,65; 1 S 25,29; 2 S 14,14; 1 R 19,4; Jon 4,3; Sal 16,10; 26,9;
88,15; 141,8; Jb 27,2.8; Lm 3,17.
CAPÍTULO II: EL ORANTE Y LA MUERTE 59
rechazo. Sorprende una vez más la fuerza del contraste creado por el
salmista a través de los términos empleados23.
Señalamos otro contraste presentado por parte de nuestro orante en el
v.15: al inicio el salmista ha dicho a Dios «entre ante tu rostro mi oración»
(yti_L'piT. ^yn<p'lâ. aAbåT' v.3), en el v.15 en cambio es precisamente el rostro
del Señor el que se oculta ante él (yNIM<)mi ^yn<åP' ryTiÞs.T;); expresión que
manifiesta el abandono por parte de Dios, el alejamiento de su protección y
por lo tanto la exposición a las fuerzas del mal24. En este sentido parafrasea
el v.15 un comentador hebreo: «Mi faz sería un reflejo de Tu semblante,
puesto que fui creado a Tu imagen. ¿Por qué, entonces, escondes Tu santa
faz de mi?»25.
Vemos de nuevo un movimiento contrario: la oración del salmista se
dirige hacia el rostro de Dios y este santo rostro se dirige en un sentido
opuesto: se oculta. Del mismo modo sucede con la vp,n< del salmista: ésta
tiende hacia Dios y Dios es su refugio, sin embargo Dios va en sentido
contrario: la rechaza. Acontece lo mismo con la ~yYIx del orante: creada por
Dios para alabarlo y servirlo, ahora para el salmista esta vida se dirige al
lugar en donde no es posible cumplir el motivo por el cual ha sido creada:
los infiernos. El hombre busca Dios, pero Él se esconde, no se deja
encontrar; ésta la experiencia del orante cuya vida está tocando la muerte26.
28
Cfr. Zorell, 146; THAT I, 1220; Tate, 398.
29
Cfr. THAT I, 1219.
30
Aparecerá de nuevo el verbo [wg no acompañado por twm en Gn 49,33 refiriéndose a
Jacob y en Nm 20,29 a Aarón; sin embargo para este último se empleará twm para
referirse también a su muerte en Nm 33, 38-39 y Dt 32,50.
CAPÍTULO II: EL ORANTE Y LA MUERTE 61
34
Las traducciones antiguas han “suavizado” el texto, cfr. “Comentario a la traducción”,
v.16 en la primera parte de este trabajo.
35
Un ejemplo del sufrimiento espiritual que incluye también el sufrimiento corporal
hasta el extremo lo encontramos en el N.T.: nuestra Señora al pié de la cruz (Jn 19,25);
cfr. A. VON SPEYR, La Esclava del Señor, 116.
36
Cfr. Tate, 405. Con relación a este tema, véase además el segundo apartado del cap. II
en la primera parte de este trabajo.
CAPÍTULO III:
Dios y la muerte
1. El Sheol
A lo largo del A.T. podemos apreciar que la idea sobre la muerte que
poseía el pueblo de Israel era muy amplia y compleja, sobre todo si se
compara con la visión de la muerte que puede tener el hombre moderno. El
Sal 88 presenta una concentración de expresiones como pocos textos de la
Sagrada Escritura con relación a esa visión de la muerte en el pueblo
elegido1. Presentamos a continuación una descripción de esa idea tan
amplia y compleja de la muerte en el A.T. a través de las indicaciones
concedidas por el Sal 88.
En el v.4 de nuestro salmo encontramos la única presencia del término
lAav., el cual es considerado como el nombre técnico para referirse al reino
de la muerte o de los muertos. A partir de este versículo el salmista
presenta una serie de imágenes que ayudan a formar una figura de ese lugar
misterioso; dichas imágenes destacan algunas de las características de los
infiernos presentes en la Sagrada Escritura2.
1
Cfr. Von Rad I, 474; Alonso II, 1132-1133.
2
Cfr. Zorell, 811; TWAT VIII, 908 (autor del artículo: L. Wächter); Alonso II, 1133.
Con relación a los términos tratados en los apartados siguientes, véase además el
“comentario a la traducción” en la primera parte de este trabajo.
3
Según la traducción presentada por Tate que subraya el carácter extremo de este lugar:
cfr. Tate, 396.
64 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
más alto que los cielos; ¿qué puedes tú hacer? Es más profundo que el
Sheol; ¿qué puedes tú saber?» (Jb 11,8) 4.
En diversos pasajes de la Sagrada Escritura encontramos una relación
entre este carácter subterráneo de los infiernos con imágenes empleadas
para expresar los peligros del Sheol y de la muerte bajo formas
relacionadas con el agua, peligros que también son mencionados por
nuestro orante en referencia a Dios (cfr. Sal 88,8b.18). Dicha relación
encuentra su fundamento en el hecho que, según una visión hebrea antigua,
el Sheol se encuentra por debajo del océano subterráneo sobre el cual flota
la tierra (cfr. Sal 42,8; 69,3; Jb 26,5; 38,8-11.16s)5.
Emparentada con la figura del Sheol como lugar profundo, se encuentra
la imagen de las fauces que devoran (si bien en nuestro salmo no está
presente), véase por ejemplo la impresionante narración de Num 28,34;
encontramos otras referencias sobre esta imagen en: Sal 49,16; 89,49;
141,7; Is 5,14; Ha 2,5; Pr 1,12; 27,20; 30,16; Ct 8,66.
4
Cfr. Castellino, 212; A. PINKER, «Sheol», 169-171 (señala el autor que el Sheol se
encuentra en relación con las profundidades de la tierra en casi la mitad de los casos en
los cuales aparece la referencia en la Sagrada Escritura, sobre un total de 65
apariciones).
5
Esta zona representaría la región del «Tehôm»: cfr. TWAT VIII, 904. 910; Ravasi II,
816.
6
Señala B. Costacurta con respecto a esta imagen y en referencia al Sal 124,3a: se trata
del «grande, definitivo monstruo (otra bestia también eso, pero de connotaciones
escatológicas) que con sus horrendas fauces traga los hombres vivos y los hace caer en
la nada silenciosa del reino de la muerte»: Costacurta, 84.
7
En estos pasajes, !ADb;a] está en paralelo con lAav. en Jb 26,6; Pr 15,11; 27,20; en
paralelo con rb,q, en Sal 88,12 y con tw<m' en Jb 28,22.
8
Cfr. “Comentario a la traducción”, v.12 en la primera parte de este trabajo.
9
Cfr. Chaim, 1095; Ravasi II, 811.817; Tate, 403; Alonso II, 1133; TWAT VIII, 907.
CAPÍTULO III: DIOS Y LA MUERTE 65
10
Cfr. TWAT VIII, 902-903.
11
Cfr. Dahood, 306.
12
Son los habitantes de los infiernos (cfr. “Comentario a la traducción”, v.11 en la
primera parte de este trabajo).
13
Cfr. Castellino, 214. Alonso II, 1133.
66 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
infiernos» como afirma el orante del Sal 88 (v.4) (Cfr. 2 Sam 22,4-7; Jon
2,3; Sal 18,6; 22,16; 28,1; 40,3; 55,5; 116,3; 130,1; 141,7; 143,7)14.
Podemos decir entonces que las diferentes situaciones indicadas por el Sal
88 representan ya para el orante la experiencia de la muerte que toca la
vida, que por otra parte considera como provenientes directamente de
Dios15.
Los textos que indican la salvación de los infiernos realizada por Dios
podrían ser considerados también como un ejemplo de este limite variable
entre la muerte y la vida en la concepción hebrea. Se trataría en esos casos
muy probablemente de personas que no han muerto físicamente, sino más
bien de personas que han pasado por una situación de grande angustia o
dificultad y han sido liberadas; véanse por ejemplo: Sal 30,4; 49,16; 86,13;
o bien con relación de la liberación de la fosa: Jon 2,7; Sal 103,4; Jb
33,2816.
14
Cfr. Von Rad I, 474; Balthasar (Gloria VI), 194; Ratzinger (Escatología), 84-85;
Kraus (Teología), 223-224.
15
Véanse sobre todo los vv. 4-10a. y 15-19 que corresponderían a la parte “C” del
salmo, como indicábamos en el primer apartado del cap. II de la primera parte.
16
Cfr. Kraus (Teología), 224; TWAT VIII, 910. Una afirmación aun sobre el Sheol y su
concepción en el A.T.: «En su famosa carta a Evodio, Agustín da un testimonio
exegéticamente débil, pero teológicamente fuerte, de que la realidad global del šeol
abarca todos los lugares veterotestamentarios del más allá. Distingue él allí un infernum
inferior (donde permanece Epulón) de un infernum superior (donde está Lázaro en el
seno de Abraham): ambos están separados por un chaos magnum, pero pertenecen
igualmente al Hades…»: H.U. VON BALTHASAR, Teología de los tres días, 140.
17
Cfr. Tema 2.1.1.
18
Cfr. Von Rad I, 453; Kraus (Teología), 223. Sobre la centralidad de los vv. 11-13 en
el Sal 88, véase el primer apartado del cap. II en la primera parte de este trabajo.
CAPÍTULO III: DIOS Y LA MUERTE 67
24
Cfr. THAT II, 530; TWAT VII, 136-137
25
Cfr. Balthasar (Gloria VI), 141.154; THAT I, 855-857; Lorenzin, 581. Sobre el
binomio tm,a/-ds,x, cfr. Sal 25,10; 26,3; 40,11; 57,4.
CAPÍTULO III: DIOS Y LA MUERTE 69
36
Alonso II, 1134. Cfr. Ratzinger (Escatología), 87.
37
Hoy se diría: «Hacer el bien produce buena suerte».
38
Cfr. Ratzinger (Escatología), 87-88; H.U. VON BALTHASAR, Dio e la sofferenza, 25;
E. CORTESE, «La morte che viene dalla colpa», 77-93 (el autor afirma por ejemplo que
«la fe del antiguo Israel en el Dios que castiga a causa de las culpas sostiene toda la
historia de la Obra deuteronomista, desde Dt a 2R», 88); TTB, 787.883.
39
Cfr. apartado 1.1.2: “Vida sana y plena”.
40
Sobre el esquema obrar-consecuencias véase: Jr 31,30; Ez 18,1-20; Sal 1; 31,18; 37;
49; 55,16-24; 68,22; Jb 4,7; 5,1-7; 8,13-22; 15,20-35; 18,5-21; 20,4-29; 22,5-11.21-30;
Pr 10,27; 11,19; 13,14; 14,11.34.
72 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
41
Cfr. Ratzinger (Escatología), 91.
42
Cfr. D. GUALANDI, Giobbe. Nuova versione critica, 43-47; Ratzinger (Escatología),
88-89; G. RAVASI, Giobbe, 29-33; Cortese, 85; TTB, 788.1147.
43
De hecho el término que aparece con mayor frecuencia en el libro es lb,h, «vanidad»:
36 veces y significaría sobre todo «vapor, respiro», sin embargo puede ser traducido en
diferentes formas de acuerdo al contexto: «absurdo, incomprensible, incongruente»: cfr.
TTB, 1118.
CAPÍTULO III: DIOS Y LA MUERTE 73
vida del hombre, pone el temor del Señor en primer plano: «La conclusión
de todo el discurso oído es ésta: Teme a Dios y guarda sus mandamientos,
pues esto es el todo del hombre» (12,13)44.
44
Cfr. Ratzinger (Escatología), 88-89; Morla, 208-208; Cortese, 85; TTB,
883.1121.1147.
45
Cfr. Ratzinger (Escatología), 89-90; Balthasar (Gloria VI), 256-258; P. SACCHI, «Il
problema del male nella riflessione ebraica dall’VIII sec. a.C. al I a.C.», 20-22; S.
VIRGULIN, «La morte nella Profezia d’Isaia», 45-46; TTB, 789.1147.
46
Cfr. Ratzinger (Escatología), 90; Alonso II, 301; Lorenzin 590.
74 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
47
Cfr. Alonso II, 970.
48
«El v.25 es una cumbre espiritual del A.T.»: Alonso II, 972. Cfr. Ratzinger
(Escatología), 91-92; Alonso II, 958-978; Cortese, 84-85; Lorenzin 590; TTB, 884.
CAPÍTULO III: DIOS Y LA MUERTE 75
criminal, nos privas de la vida presente, pero el Rey del mundo a nosotros
que morimos por sus leyes, nos resucitará a una vida eterna”», afirma a su
verdugo el segundo de los hermanos martirizados (2 M 7,9).
Sobre esta misma línea, el libro de la Sabiduría en los cc. 3-4 contrapone
la muerte del justo y la del malvado, la primera no sería verdadera muerte
sino un pasaje a la paz y a la vida con Dios: «Por una corta corrección
recibirán largos beneficios, pues Dios los sometió a prueba y los halló
dignos de sí; como oro en el crisol los probó y como holocausto los aceptó»
(Sb 3,5-6). Paradójicamente la muerte prematura del justo puede ser
considerada como un signo de la predilección de Dios (cfr. Sb 4,7-15),
mientras que la muerte del malvado lo conduce hacia la ruina perpetua
(4,19).
De nuevo encontramos en esta serie de textos la experiencia de la
comunión con el Señor como algo que puede ir más allá del poder de la
muerte49.
2.5 Recapitulación
Hemos señalado una «contradicción» presente en el Sal 88, sobre todo
en lo expresado por el orante en los vv. 11-13; dicha contradicción la
encontramos también en otros pasajes de la Sagrada Escritura:
¿La muerte y su reino caen fuera del poder de Dios? ¿Dios tiene un
límite más allá del cual Él no puede actuar? Los que caen en el ámbito de la
muerte, ¿permanecen para siempre alejados de Dios? Hemos señalado las
siguientes indicaciones que muestran que el mal padecido y la situación
extrema de la muerte:
No existe una divinidad contraria a hw"hy> que domine los infiernos y no
permita la acción del Dios único también en el reino de la muerte. Este
hecho tiene una consecuencia: el alejamiento de Dios por parte del hombre
lo lleva a encontrarse con el mal y sobre todo con la muerte (esquema
obras-consecuencias). Sin embargo la confrontación con la realidad por
parte del israelita muestra que esto no siempre es así, es decir, los malvados
prosperan y los justos sufren (Jb, Qo).
Hemos mencionado además las experiencias con la cual algunos
miembros del pueblo de Dios han ido más allá del esquema obras-
consecuencias a través de la relación de comunión con Dios que ha
superado la situación del mal, del sufrimiento y de la muerte: la experiencia
del hw"hy> db,[, que sufre y muere por Dios y a favor de otros (Deutero-Is);
además está la comunión con el Señor experimentada como la verdadera
vida ante la vida superficial y aparente de los malvados que progresan
49
Cfr. Ratzinger (Escatología), 93-94; Cortese, 90; TTB, 884, 1148.
76 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
52
La oración pasiva podría equivaler a una expresión impersonal, el agente puede ser el
mismo salmista (cfr. Alonso II, 1135). La LXX ha traducido con un aoristo pasivo
(proselogi,sqhn), del mismo modo la Vulgata y la traducción Iuxta hebr. (aestimatus
sum, reputatus sum - perfecto pasivo, también el ytiyyIh' de 5b: factus sum).
53
Cfr. el primer apartado del cap. II en la primera parte de este trabajo. Los verbos en
“crescendo” correspondería a la parte “C” del salmo, como indicábamos entonces.
54
Cfr. Ravasi, 24; Ruiz, 221.
55
Cfr. Alonso II, 1136; Ruiz, 221.
78 PARTE II: DIOS, EL ORANTE Y LA MUERTE
56
Cfr. Tate, 404; McCann, 1028-1029.
57
Véase el apartado 2.4.3 en la segunda parte de este trabajo.
58
Cfr. Ravasi II, 805.
59
Castellino usa la imagen de un naufrago que desaparece arroyado por una ola: cfr.
Castellino, 215.
CONCLUSIÓN
1
Cfr. Castellino, 215-216.
2
H.U. VON BALTHASAR, El Cristiano y la angustia, 68.
3
En tal modo, se trataría en el fondo del camino de preparación al misterio de la
revelación de la muerte de Dios sobre la cruz.
80 CONCLUSIÓN
Dios considerado como fuente del sufrimiento, Dios que guarda silencio,
Dios que toma en serio su relación personal con el que lo busca y espera en
Él: aspectos presentes en nuestro salmo y ante los cuales no ofrece una
“solución”, conservando para siempre su trágico carácter dramático. De
este modo el Sal 88 se convierte en un “espacio abierto”, en el cual
podemos ver uno de los límites del A.T. sobre temas de gran envergadura
que tocan el corazón de los hombres de todos los tiempos6.
4
Cfr. apartado 2.1.3 en la segunda parte.
5
Cfr. apartados 2.2.3 y 2.2.4 en la segunda parte.
6
Dice Castellino al final de su comentario al Sal 88: «En su trágico carácter concreto de
descripción y en el final de tristeza y abandono desconsolado, este salmo nos hace
penetrar y comprender realísticamente la pobreza de ciertos aspectos de la religiosidad
CONCLUSIÓN 81
Al final de este trabajo quisiéramos llevar a cabo una mirada por ese
espacio abierto que nos ofrece el Sal 88 a través de algunas observaciones
sobre la libertad de Dios que es una sola cosa con su amor y que ha querido
llegar hasta el extremo, observaciones que además han inspirado este
trabajo. No se trata de cerrar el tema sino de hacerlo más grande, no para
resolver el misterio de un Dios que también puede revelarse a través del
silencio, del sufrimiento y de la muerte, sino más bien para descubrir un
misterio siempre más grande:
«A la hora nona gritó Jesús con fuerte voz: «Eloí, Eloí, ¿lema
sabactaní?» (Mc 15,34).
La asunción por parte de Dios Hijo del sufrimiento, del mal, del pecado,
de la muerte, de todo aquello que se opone a Dios y el consecuente silencio
y abandono por parte de Dios Padre ante el Hijo eterno en la cruz (todo esto
en el Espíritu Santo, Fruto y Testigo de Ambos), todo esto hace aun más
grande el misterio y la libertad del Dios-amor que allí se manifiesta. Este
amor se revela entonces como un amor incontenible, inconmensurable que
en la cruz se muestra más que nunca como revelación suprema del amor de
Dios por el mundo, amor que todo lo arrastra y lo consume tras de sí como
un torrente que se desborda.
Que Dios Padre sea el origen de la misión de Dios Hijo, misión que debe
pasar a través del sufrimiento y la entrega hasta la muerte (Mc 8,31; 9,31;
10,33-34; Jn 3,16; 2 Co 5,21), que el Padre guarde silencio ante su Hijo y
lo abandone (Mc 15,34), ¿será posible abarcar la profundidad de esta
verdad revelada? «Descendit ad ínferos» reza el Credo Apostólico.
Podemos considerar al orante del Sal 88 como una imagen del Señor eterno
que en el Sábado Santo cae en el reino de la muerte (cfr. Sal 88,4)
abandonado por su Dios, llevando así este profundo misterio hasta el seno
mismo de la Santísima Trinidad.
Si la experiencia de los miembros del antiguo pueblo de Dios era bajar
en la muerte al lugar sin Dios, ¿por qué excluir de esta experiencia al más
excelso de sus miembros, a Jesús de Nazareth, el Dios encarnado? Dios no
ha querido hacer pasar al hombre por caminos que Él mismo no haya
experimentado (Hb 4,15): “me has echado en la fosa más profunda, en la
absoluta oscuridad, en la mayor profundidad” (Sal 88,7). En el momento
de la angustia Dios ha querido estar solo para que el hombre no estuviera
solo, incluso en el momento en el cual nadie lo puede acompañar, en el
momento extremo de la muerte. Dios mismo ha querido bajar para tocar y
asumir todo aquello que aparentemente no tenía nada que ver con Él, ha ha
querido bajar para salvar este mundo “desde adentro”, desde lo más
ordinaria del A.T. y la necesidad de una luz mayor con relación a los problemas y el
destino del más allá»: Castellino, 215.
82 CONCLUSIÓN
7
Ha dicho el Santo Padre en Auschwitz: “En un lugar como éste se queda uno sin
palabras; en el fondo sólo se puede guardar un silencio de estupor, un silencio que es
un grito interior dirigido a Dios: ¿Por qué, Señor, callaste? ¿Por qué toleraste todo
esto?...”, Benedicto XVI, Discurso en el campo de concentración de Auschwitz, 28 de
mayo del 2006; más adelante en su discurso citará el Sal 44.
8
Cfr. H.U. VON BALTHASAR, Teología de los tres días, 143ss; ID., Teodramatica. IV. La
acción, 293-315; ID., «Crucifixus etiam pro nobis», 19-30; ID., «Discesa agli inferi», 4-
6; Ratzinger (Sábado), 40; BENEDICTO XVI, Meditación en la veneración de la sábana
santa, Turín, 2 de mayo de 2010.
SIGLAS Y ABREVIACIONES
ID . Idem
IEB Introducción al Estudio de la Biblia
Iuxta Hebr. D.H. SAINTE-MARIE, ed., Sancti Hieronymi
Psalterium Iuxta Hebraeos, Ciudad del Vaticano
1954
JBQ Jewish Bible Quarterly
Joüon-Muraoka P. JOÜON - T. MURAOKA, Gramática del Hebreo
Bíblico, Estella 2007
Kraus I H.J. KRAUS, Los salmos. I
Kraus II ––––––, Los salmos. II
Kraus (Teología) ––––––, Teología de los Salmos
Lorenzin G.R. LORENZIN, Libro dei Salmi
McCann A. BERLIN , ed., Introduction to Hebrew Poetry; Job;
Psalms; 1 & 2 Maccabees, The New Interpreter’s
Bible IV
Mandelkern S. MANDELKERN, Veteris testamenti concordantia
hebraicae atque chaldaicae, Tel Aviv 1962.
NDTB ROSSANO, P. - RAVASI, G. - GIRLANDA, A., ed.,
Nuevo Diccionario de Teología Bíblica, Madrid 1990
N.T. Nuevo Testamento
PL J.P. MIGNE, ed., Patrología Latina, Paris 1844-1855.
PSV Parola, Spirito e Vita
Ratzinger (Escatología) J. RATZINGER, Escatología
Ratzinger (Jesús) ––––––, Jesús de Nazareth
Ratzinger (Sábado) THE FOUNDATION FOR IMPROVING UNDERSTANDING
OF THE ARTS, ed., El sábado de la historia
Ravasi G. RAVASI, I Salmi. Introduzione, testo e commento
Ravasi II ––––––, Il Libro dei Salmi. II
RevBib Revista Bíblica
Ruiz E.R. RUIZ, «El salmo 88 y el enigma del sufrimiento
humano»
s Siguiente
Savoca G. SAVOCA, ed., I Canti di Sion. Traduzione
interlineare dei salmi ebraici
SJOT Scandinavian Journal of the Old Testament
ss Siguientes
Tate M.E. TATE, Psalms 51-100
THAT E. JENNI - C. WESTERMANN, Theologisches
Handwörterbuch zum Alten Testament, ed., München
1971; trad. española, Diccionario teológico manual
del Antiguo Testamento, Madrid 1971
TM Texto masorético
TOB Traduction Œcuménique de la Bible, Paris 1975;
trad. italiana, Bibbia TOB, Torino 1992
SIGLAS Y ABREVIACIONES 85
trad. traducción
TTB PENNA, R. - PEREGO G. - RAVASI, G., ed., Temi
teologici della Bibbia, Cisinello Balsamo 2010
TWAT G.J. BOTTERWECK - H. RINGGREN, ed., Theologisches
Wörterbuch zum Alten Testament, Sttutgart 1970-
2000; trad. italiana, Grande lessico dell’Antico
Testamento, Brescia 1988-
v. versículo
von Rad I G. VON RAD, Teología del Antiguo Testamento. I
vv. versículos
WBC Word Biblical Commentary
Zorell F. ZORELL, Lexicon hebraicum Veteris Testamentis,
Roma 1984
Weiser A. WEISER, I salmi
BIBLIOGRAFÍA
INTRODUCCIÓN..................................................................................................1
1. División.........................................................................................................27
2. Tipo ...............................................................................................................28
3. Ubicación en el salterio.................................................................................29
2.4 Algunas observaciones sobre los tres verbos y nuestro salmo ..............50
1. El Sheol.........................................................................................................63
CONCLUSIÓN ....................................................................................................79
BIBLIOGRAFÍA ..................................................................................................87
ÍNDICE.................................................................................................................91
Dichiarazione di originalità del testo
Io sottoscritto
Dichiaro di essere l’autore dell’intero testo finale e che tale testo non è stato consegnato, né in toto né in
parte, per il conseguimento di un altro Titolo accademico o Diploma in qualsiasi Università o Istituto
universitario.
Dichiaro inoltre espressamente di non aver trasgredito alcuna delle Norme di etica universitaria della
Pontificia Università Gregoriana nella stesura del suddetto testo, specialmente le norme relative al plagio
(Art 1, §6), che sono da me conosciute.
Dichiaro infine di essere a conoscenza delle sanzioni previste in caso di plagio e di falsa dichiarazione.
In fede
__________________________________________
__________________________________________
1
Indicare Elaborato se si è iscritti al Baccellierato o al Diploma, Tesi se si è iscritti alla Licenza o al Master,
Dissertazione se si è iscritti al Dottorato.