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Importante act | ele oc Role Cee de La: eee enviada por medio de fees) (cs servicio eS para.uso exclusivo de la olcieeli ey ACen Se ofrece con fines let ccm Hahei =| ie no se autoriza la venta ni la ey eetine n ees eB : aa cS} BDI noes responsable por el uso indebido oO que infrinjala legislacion vigente. Agradecemos su compromise para el cumplimiento COM iom HVS Itec Ew Mai: el cso eae] 818 Ignacio Monge Dobles ‘Esta obra es propiedad del “= _SIBDI-UCR Curso de Derecho te les Investigaciones Juridicas S.A. Monge Dobles, gnacio Curso de Derecho Comercial / Ignacio ‘Monge Dobles. Edicién 1. San José, Costa Rica. ISA, octubre 2014, 967 paginas, 23 x 16 em, ISBN 978.9977-13-607-3 1. Derecho comercial ~ Ensefianza 1. Titulo. Editorial Investigaciones Juridicas S.A. Consejo Eorronrat Dr. Walter Antillén Montealegre Licda, Mercedes Sol6rzano Saenz M.Sc. Ana Elena Carazo Gallardo Lic. Rolando Vega Robert Lic. German Cascante Castillo Lic. David Alberto Fallas Redondo Lic. Fabian Volio Echeverria Lic. Victor Rodriguez Rescia Lic. Moisés Solano Mojica investigaciones.juridicas.sa Tel.: 2226-8320 / 2226-6433 Fax: 2226-4118 www. investigacionesjuridicas.com E- mail: info@investigacionesjuridicas.com Apdo. 631-2010 Zapote, San José, Costa Rica © Prohibida la reproduccién total 0 parcial de esta obra a rn | Biblioteca de Derecho | ucR Sistema de Bibl ioLecas ~ UCR VLA 752635 752695 ee 45 MAR 2019 Erika y Gabriel. CAPITULO II DERECHO SOCIETARIO Seccién Primera El Fenémeno Empresarial 1.1. La Empresa El autor Guillermo Cabanellas de Torres define la “empresa”, desde una éptica meramente mercantil, asf: “Unidad de produccién o de cambio basada en el capital y que persigue la obtenci6n de beneficio, a través de la explo- tacién de la riqueza, de la publicidad, el crédito, etc. Organizacién de personal, capital y trabajo, con una fina- lidad lucrativa, ya sea de cardcter privado, en que persigue Ia obtencién de un lucro para los socios o los accionistas; 0 de cardcter piiblico en que se propone realizar un servicio priblico o cumplir otra finalidad beneficiosa para el interés general. Desde la dptica mercantil, es aquella organizacién lucrati- ‘pa de personal (empresario 0 direccién, socios industriales 0 trabajadores), capital (dinero, propiedades, mdquinas y herramientas, riobiliario, etc.) y trabajo (actividad orga- nizadora, directiva, investigadora, publicitaria, técnica y de ejecucién material), con una unidad de nombre, perma- nencia en actividad y finalidad definida.”"° La empresa es el elemento fundamental de la economia mo- derna por convertirse en instrumento imprescindible para la reali- 130 CABANELLAS DE TORRES, Guillermo. Op. cit. p.145, m4 Ignacio Monge Dobles zacién de las actividades mercantiles e industriales, ya sea indivi- dualmente o en masa. La empresa es, por ello mismo, un elemento de la organizaci6n econémica con regulacién o tratamiento juridi- col Segtin el autor espafiol Manuel Broseta Po: “En definitiva, la empresa es, por un lado, una célula de la organizacién social y, por otro, una organizacién patrimo- nial productiva. De ah la complejidad de su posicién ante el Derecho positivo (...) Desde un punto de vista econémico, nos parece que la em- presa es una organizaciOn de capital y de trabajo destinada a la produccién oa la mediacién de bienes o de servicios para el mercado. Este es el concepto que en Iineas generales siguen la mayoria de los economistas (...) Se afirma que la empresa es para el Derecho mercantil actividad econémica del empresario, organizada y profe- sionalmente dirigida al mercado y para el Derecho de la economia, simple organizacién productiva (...) Opinamos que el concepto juridico de empresa debe coin- cidir necesariamente con el concepto econémico, es decir, {que la Economia y el Derecho con el término eritpresa de- ben referirse al mismo fenémeno de la realidad social; que existe, por tanto, un concepto juridico unitario de empresa que debe ser vélido y aplicable para todas las disciplinas juridicas y, finalmente, que de este concepto o fendmeno unitario a cada disciplina juridica corresponde regular un aspecto, parte, elemento o interés distinto.”" Asf, y de acuerdo a la realidad econémica, la empresa es un conjunto de elementos para efectos de explotar una actividad de- 131 Perosu régimen juridico no corresponde a una sola disciplina sino a varias, porque ‘en la empresa concurren diversos elementos personales propios de dstintas ramas, entre as cuales figuran la propiedad intelectual, el Derecho labora, el Derecho tri- butario, el Derecho administrativo, el Derecho de consumo, entre algunos otros. Al Derecho mercantilinteresa por el tema de su sujeto activo, sea el empresario mer- ‘antilo comerciante, por su actividad econémica de relacién con el mercado y por sus distintos elementos comerciales. 132 BROSETA PONT, Manuel. Op. cit. pp. 101 y 102 Curso de Derecho Comercial us terminada, y es consecuencia de una actividad organizada, diné- mica, profesional y creativa del empresario y sus auxiliares para realizar esa actividad en determinado mercado. Esos elementos generalmente son personales (trabajo), materiales e inmateriales (capital real) al existir una dependencia funcional entre ellos." La doctrina espafiola plantea el tema de la naturaleza juridi- ca de la empresa por distintas causas. Principalmente, porque la empresa como organizacién productiva pose y supone un valor econémico y es integrada por distintos elementos, aunque exter- namente aparece como un sistema unitario. Ante esta cuestién, la doctrina ha planteado algunas teorias. Segiin la teoria atomista, la empresa se concibe como una simple pluralidad de elementos privados de unidad juridica, cada uno de los cuales mantiene su individualidad. Segiin la teoria unitaria, la empresa es una unidad integral que sustituye la individualidad de los elementos que la integran. Por otra parte, la teorfa espiritualista ve a la empresa como un bien inmaterial que resulta de la actividad empresarial organiza- da por parte del empresario. Finalmente, la teoria intermedia o ecléctica afirma més bien que la empresa es una simple unidad funcional, a las que las partes e incluso el mismo ordenamiento jurfdico la consideran como tal unidad, especialmente cuando a través de ella se celebran nego- cios juridicos. El autor Vasquez del Mercado aclara lo siguiente en cuanto a la distinci6n técnica entre empresa y sociedad, asf como la necesi- dad de la presencia del empresario: “Es cierto que a menudo se utiliza el término empresa para referirse a la sociedad, en razén a que las sociedades son una forma, una organizacién de ejercicio colectivo de una actividad econémica, de tal manera que la disciplina de la sociedad, precisamente en razén a la equivalencia de ésta a la empresa, absorbe la disciplina de la empresa. Sin embar- 133. Esta organizacién (denominada por os italianos como avviamento) es la que explica aque de la relacién de la empresa con el mercado surjan dos sitiacidnes concretas: Ja clientela que demanda sus servicios y as expectativas de ganancias que pueden Iegar a percibirse, ello dependiendo de cada tipo de organizacién empresarial us Ignacio Monge Dobles go existe diferencia respecto de ambos conceptos; la socie- dad es un sujeto, en tanto que la empresa no, dado que es solamente el resultado de la organizacién que lleva a cabo el empresario, sujeto, que lo es Ia sociedad (...) Los juristas afirman que el concepto de empresa se ha deri- vado del de empresario, que en st puede ser persona fisica 0 moral. Empresario es, dicen, quien ejercita una activi- dad econémica organizada para los fines de produccién 0 cambio de bienes y servicios para el mercado en general. Empresa es el resultado del ejercicio de esa actividad pro- fesional. La empresa no es sujeto de derecho. El empresario es quien, con la capacidad que otorga la ley Ia ejerce. Por lo tanto, decir. que la empresa es una persona fisica 0 moral, resulta equivocado (...) La empresa es un organism econdmico, se basa en una or- ‘ganizacién fundada sobre principios técnicos y sobre leyes econémicas que le proporcionan los distintos elementos, forman la estructura, regulan su desarrollo y aseguran la eficacia y la productividad. Los diversos elementos de los que la empresa se compone aseguran por tanto, el punto de vista econémico, la unidad en consideracién de la unidad funcional que los liga asi como a la actividad creadora del empresario que los com- bina. De formas simples se pasa a formas siempre mds comple- jas, en las cuales resalta el genio creativo y regulador del empresario (..) Complementamos la idea sefialando que al hablar de la empresa debe entenderse a ésta como una universalidad de hecho, esto es, la empresa se constituye por un con- junto de diversos bienes, los cuales, por la intervencién ¥y obra de su propietario, en este caso, el empresario, que- dan unidos para la consecucién de un fin. Diverso a la universalidad de derecho, que se constituye por diversas relaciones jurtdicas, como por ejemplo la herencia, y en la ‘Curso de Derecho Comercial uz que la unificaci6n es obra de la ley, que considera y regula las relaciones una por una." 1.2. La Empresa INpivipuat DE ResPoNsABILIDAD LimiTaDA En cuanto a la Empresa Individual de Responsabilidad Limita- da en Costa Rica, la cual debe constituirse mediante escritura pi- blica e inscribirse en el Registro Pablico™ siguiendo los paréme- tros de los articulos 10 y 13 del Cédigo de Comercio, el articulo 9 del mismo cuerpo de leyes establece lo siguiente: “Articulo 9.- La empresa individual de responsabilidad limitada es una entidad que tiene su propia autonomia como persona juridica, independiente y separada de la per- sona fisica a quien pertenezca. Las personas juridicas no podrdn constituir ni adquirir empresas de esta indole. Para efectos del impuesto sobre la renta, el propietario de empresas individuales incluird en su declaracién personal el imponible proveniente de cada una de ellas.”" En concordancia con el tiltimo parrafo del articulo anterior, el ordenamiento jurfdico tributario costarricense establece un princi- pio interpretativo propio y especial, contenido en el articulo 8 del ‘Cédigo de Normas y Procedimientos Tributarios, que contiene el principio de la realidad econémica como mecanismo que permite 134 VASQUEZ DEL MERCADO, Oscar: Op. cit. pp. 123 a 126. Véase también a RAYA, Tito, La nozione giuridica di empresa. Milano, 1940. p. 32; y ademas a ROTONDI, Mario. Trent anni di studi sull‘azienda. Rivista di diritto Commerciale, Italia, 1958. p34, Los autores de cita coinciden en que la actividad del empresario debe tener tun cardcter econémico, esto es, susceptible de ser valuada como riqueza y como ta! remunerada, o bien una actividad encaminada a la creacién de riqueza Ademés la actividad debe ser organizada (como medio para realizar el fin especulativo a tra- vés de la predisposicién de los bienes y servicios para el mercado); profesional (es decir, habitual, estable y duradera, desarrollada sistemiticamente y en nombre pro- pio); y tener por objeto la produccién 0 el cambio de bienes y servicios. 135. La constitucién de la empresa asf como sus modificaciones, disolucién, liquidacién © traspaso, se publicardn en extracto en el peri6dlico oficial La Gaceta y se inseri rn en el Registro Pablico, lo anterior para efectos de la personalidad juridica pro- pia constitutiva, 136 Cédigo de Comercio de la Repablica de Costa Rica. Op. cit. Articulo 9. us ‘Ignacio Monge Dobles ala Administracién Tributaria prescindir de las verdades formales y adentrarse en la relacién privada a fin de tratar de desentrafiar ia realidad material subyacente en el negocio. Este principio tiene una eminente finalidad préctica, esto es, lade permitir a la Administraci6n Tributaria -en primer lugar-y a Jos jueces, apartarse del formalismo conceptual, para interpretar de modo adecuado las formas jurfdicas para desprender la objetiva valoracién de los hechos y por ende, de la realidad que realmente se da; esto es, prescindir de las formas o apariencias juridicas para aplicar la legislacién tributaria seguin la realidad de los hechos eco- némicos, que no siempre son coincidentes con aquéllas, para que lanorma financiera cumpla la funci6n prevista. Es asi como en esta materia el método de interpretacién sf distingue entre la llamada intencién empirica y la intencién juridica de los actos y contratos. En primer término,-en él se distingue entre la llamada inten- cién empirica y la intenci6n juridica en los actos y contratos, a base de considerar que la primera es la que se encamina a obtener el re- sultado préctico, para cuyo fin, el acto se realiza; mientras que la segunda es la que, mediante la adecuaci6n o encuadre del nego- cio a una formula legal autorizada, se dirige a obtener los efectos juridicos deseados. Enel campo del Derecho Civil, se toma en cuenta la f6rmula ju- ridica. En el Derecho Tributario, es posible apoyarse en una de las. dos, de manera que aunque puede ser solamente la jurfdica, tam- bién esta permitido fundarse e interesarse tan sdlo en la intencién empirica de las partes, por encima de las formalidades creadoras de efectos legales. En otros términos, el Derecho fiscal, para los fi- nes del tributo, intenta seguir a las partes en su intencién empiri- a, y no en lo referente al régimen juridico a que se han sometido, porque la tinica fuente de la cual deben nacer las consecuencias tributarias es la ley. Por su contenido e iniplicaciones précticas es que la doctrina ha denominado este principio como “doctrina de la transparencia fiscal” o “doctrina de la penetracién o desestimacién de la perso- nalidad jurfdica”, en tanto se aboga por prescindir de las:formas jurfdicas cuando éstas son inapropiadas a la realidad de los hechos gravados o poseen un fuindamento’o finalidad distinto de la nor- Curso de Derecho Comercial ug ma tributaria, con lo cual, su finalidad es esclarecer plenamente las circunstancias reales, levantar el velo de la personalidad jurfdica para aprehender la realidad de los hechos. Y atin cuando se origin6 para corregir las anomalias y practicas elusivas de los contribuyentes (limite para el contribuyente, al obli- garle a actuar con transparencia en sus relaciones juridico-tributa- rias, en tanto conforme al citado articulo 8 del Cédigo Tributario se sanciona el abuso de las formas juridicas dentro de un contexto contrario a su naturaleza y fin, con el tinico propésito de evadir y disminuir sus obligaciones tributarias), también tiene plena apli- cacién para determinar el limite del ejercicio de la potestad tribu- taria cuando éste es excesivo (cuando la Administracién Tributa- ria intenta cobrar impuestos sobre actividades ajenas ala realidad tipificada por la norma tributaria), por cuanto, es lo cierto que la prescindibilidad de las formas juridicas en la interpretacion de los asuntos tributarios es una regla general del ordenamiento juridi- co tributario, por lo que bien puede concluirse que este principio se erige como limite y garantia de la Administracion y de los con- tribuyentes, en tanto lo que la norma pretende - artfculo 8 del C6- digo Tributario- es la prevalencia de la realidad, indistintamente del tipo de afectacién (positiva o negativa) que pueda producir a los sujetos de la relacién. De manera que para determinar la verdadera naturaleza del hecho imponible se debe atender a la realidad, sea, a los actos y situaciones econémicas que efectivamente se-realicen, persigan 0 establezcan los contribuyentes, con prescindencia -si es necesario para.un mejor entendimiento- de todo formalismo o estructura ju- ridica:' Finalmente, establecen los articulos 12 y 16 del Cédigo de Co- mercio costarricense, lo siguiente: “Articulo 12.- Unicamente el patrimonio de la empresa responderd por las obligaciones de ésta, sin que al propie- tario le alcance responsabilidad alguria, pues su obligacion se limita a aportar el capital. bunal Contencioso Administrativo, Seccién Cuarta de Segundo Circuito Judicial de San José de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica. Resoluci6n 28-2007 de Goicoechea, a las once horas del ocho de junio del dos mil siete. 37 120 Ignacio Monge Dobles Articulo 16.- La quiebra de la empresa no acarren Ia del propietario; sin embargo, si el gerente fuere condenado por el delito de quiebra fraudulenta o culpable, el Juez decreta- 14, de oficio, embargo general sobre los bienes del propie- tario, en los términos del articulo 960 de este Cédigo.”"™ Si bien la Empresa Individual de Responsabilidad Limitada presenta algunas ventajas précticas como el simple hecho de per- tenecer a una tinica persona y evitar el uso fraudulento, irracional y desmedido de sociedades de capital; también presenta ciertas desventajas, tales como la dificultad de diferenciacién y separacién entre los bienes societarios y los de su titular en perjuicio de los acreedores. Ademés de ello, para efectos tributarios, el patrimonio de la empresa y el de su propietario se pueden llegar a confundir al considerarse eventualmente como uno solo. En Costa Rica, corresponde al Registro de Personas Juridicas Ia calificacién e inscripcién de aquellos documentos referidos a las Empresas Individuales de Responsabilidad Limitada, Sociedades Mercantiles, de Actividades Profesionales y Civiles. Asimismo, le compete el tramite de documentos de Fundaciones, Asociaciones, Poderes y actos de personas fisicas en figuras como la insolvencia e insania. La Empresa Individual de Responsabilidad Limitada debe constituirse en escritura publica mediante la comparecencia del duejio de la empresa ante el Notario Publico y ademas deberd cumplirse con la publicacién de un extracto en el Diario Oficial La Gaceta. El Notario daré fe de tal circunstancia indicando la fecha de publicacién del edicto. En.cuanto a su denominacién, es prohibido el uso del nombre de una persona fisica 0 parte de él en el nombre de la empresa. A la denominacién se le antepondra o se le agregar el aditamento “Empresa Individual de Responsabilidad Limitada” osu abrevia- tura "ELRL.”. Ademés, deberd ser distinto al de cualquier otra empresa o sociedad mercantil previamente inscrita y podré expre- sarse en cualquier idioma, siempre que se haga constar su traduc- ci6n al espafiol o se indique que no tiene. 138 Cédigo de Comercio de la Repiiblica de Costa Rica. Op. cit. Articulos 12 y 16, Curso de Derecho Comercial 2 Cars de Derecto Comercial aD ‘Asimismo, deberd cumplir con ciertos requisitos minimos, ta- les como la indicacién del domicilio exacto, el objeto especifico, el plazo determinado, el capital social en moneda nacional, el nom- bramiento del Gerente. Finalmente, en cuanto a su traspaso, el duefio de una Empre- sa Individual de Responsabilidad Limitada puede venderla o tras- mitirla por sucesién hereditaria, por donacién o por cualquiera de los medios de trasmitir los bienes. En este caso cabe advertir que tuna cosa es el traspaso de la empresa como entidad y otra cosa es la transmisién del negocio que la empresa tenga. El traspaso de la empresa deberé realizarse siempre mediante escritura publica, de la cual se publicaré un extracto en el Diario Oficial La Gaceta, y deberd inscribirse necesariamente en el Regis tro Mercantil costarricense. Seccién Segunda Teoria General del Acuerdo Societario Existe cierta confusi6n entre los términos “sociedad” y “empre- sa’. Como mecanismo de reunién o agrupacién de capital, la so- ciedad es el mecanismo juridico establecido en la ley mas que por Ja voluntad de los interesados. Define el autor Cabanellas de Torres: “Agrupacién natural 0 convencional de persona, con uni- dad distinta y superior a la de sus miembros individuales, que cumple con la cooperacién de sus integrantes, un fin general de utilidad comin. ‘Asociacién de personas y bienes o industria, para obtener lucro en una actividad comercial.” El comercio no solamente se ejerce por personas fisicas, sino también por organizaciones jurfdicas creadas por ellos, las socieda- des, alas cuales la ley, por una abstraccién, ha concedido personali- dad juridica, o lo que es lo mismo, una individualidad de derecho. Lanaturaleza social del ser humano lo lleva a organizar sus es- fuerzos uniéndose a otros, mediante formas asociativas diversas. 139. CABANELLAS DE TORRES, Guillermo. Op. cit. p. 368 2 Ignacio Monge Dobles Desde los tiempos de la Antigua Grecia encontramos la corrien- te embrionaria hacia esta actividad en la formacién de las “Eranas”, nombre dado a la sociedad de socorros, cuyos miembros eran los “Eranistas”; pero donde encontramos més definida la tendencia asociativa como organizacién de esfuerzos en la Antigua Roma, con las “Societates Vectigalium”, Sociedades de Publicanos, nom- bre dado a los recaudadores de rentas 0 tributos, y con las de los. “ Argentarii” como sociedades especiales de banqueros. Mas no fue sino hasta la Edad Media, en los estatutos de las pe- quefias Reptiblicas italianas en el siglo XII, donde se acogié la idea de organizacién de esfuerzos para el desarrollo de las sociedades con personalidad juridica en su forma de “en comandita”. Pero es en el siglo XVII cuando se cristaliza propiamente la so- ciedad con personalidad juridica propia gracias a la explotacién industrial a gran escala y la realizacién de empresas que los indi- viduos aislados no habrian podido acometer. El autor Ripert explica inicialmente lo siguiente: “El estudio de las sociedades es de una importancia capi- tal, puesto que si las mismas son menos numerosas que os comerciantes individuales, en cambio poseen la mayor ; + parte de las grandes y medianas explotaciones industriales ' 'y comerciales. Las sociedades civiles son raras, pues los agricultores tienen esptritu individualista y no les gusta asociarse para la explotacién. Por otra parte, las personas que ejercen una profesion liberal no pueden hacerlo mds que en nombre propio. El comercio y la industria conocen por el contrario desde hace mucho tiempo la explotacin en comin, La transformacién econdmica del siglo XIX ha tenido como consecuencia la creacién de sociedades pode- rosas. Las sociedades por acciones constituyen el armazén’ del régimen capitalista.""° No basta para que exista una sociedad que dos o més perso- nas tengan derechos sobre la misma cosa 0 sobre un conjunto de bienes. La concurrencia de derechos crea la copropiedad o indi 140 RIPERT, Georges. Tratado elemental de Derecho Comercial. Tomo ll, Editorial TEA, Buenos Aires, 1954. p.15. : Curso de Derecho Comercial 123 si6n, pero no la sociedad, pues la sociedad es un estado volunta- rio y duradero. ‘Durante muchos afios el andlisis juridico ha girado en torno al acto creador de la sociedad. Segiin la tradicién romana, la socie- dad es un contrato. En el Derecho romano, el consortium entre los que han heredado del pater familias se transforma en societas cuan- do los hermanos adoptan la decisién de explotar en comin los bie- nes heredados. La societas en este caso es un contrato del cual na- cen obligaciones, pues el patzimonio social es la copropiedad de los socios y para crear este derecho en beneficio de los mismos, es preciso recurrir a los modos de transmisi6n de la propiedad, pues el contrato no es suficiente.™" Esta concepcién contractualista de la sociedad ha sido soste- hhida y defendida durante el siglo XIX por encuadrar dentro del principio de autonomia de la voluntad en beneficio de la misma libertad contractual. El liberalismo econémico se ha aprovechado de esta concepcién. Ripert critica esta concepcién al indicar lo siguiente: “Sin embargo, incluso cuando se trata de sociedades en- tre comerciantes 0 dirigidas por un comerciante, Ia idea de contrato no agota los efectos jurfdicos que resultan de Ia creacién de la sociedad. Del contrato nace una persona moral, pero si bien le da vida, no determina libremente su condicién juridica (...) La sociedad nace sin duda de un dcto juridico voluntario, pero es dudoso que este acto sea un contrato.”" Segtin la doctrina francesa, la sociedad es un contrato en virtud del cual dos o més personas convienen poner una cosa en comin conla intencién de repartirse los beneficios que pudieran resultar. Las empresas exigen con frecuencia capitales que no pueden ser TAT En Roma, la sociedad era una instituci6n propia del Derecho civil. Posteriormente, como consecuencia de las crecientes necesidades comerciales, en este contrato s0~ Getario persist la idea del jus frateniats, Asi, os socios aparecen en el acuerdo no ‘como adversarios con intereses contrapuestos, sino como colaboredores animados ‘de un espfritu de fraternidad. Esta expresién justifia la igualdad persistente en el acuerdo societari. 142. RIPERT, Georges. Op. cit. pp. 17 y 18. 124 Ignacio Monge Dobles aportados por una sola persona y por ello es que los comerciantes se asocian para reunirlos o bien buscan a quienes habitualmente colocan fondos con un destino determinado y estan dispuestos a correr el riesgo de la empresa. Asi, a medida que la empresa crece aumenta el ntimero de socios y se celebran contratos cada vez mas complejos para efectos de asegurar sus acuerdos sociales. De tal forma, los franceses consideran que los bienes aportados por cada socio se retinen formando un patrimonio separado del de cada uno de ellos y este patrimonio queda afectado a la socie- dad. Y se ha legado a decir que dicho patrimonio es de una “per- sona moral” que es la sociedad. El estudio de la “persona moral” es importante y cabe preguntarse si la sociedad es realmente un contrato, pues lo cierto es que la sociedad se crea por un acto jurf- dico que es obra de varias personas. Por su parte, sefiala el autor espafiol Broseta Pont: “Seniala con raz6n GARRIGUES que el fenémeno asocia- tivo es uno de los caracteres de nuestro tiempo. Se asocian oagrupan las personas fisicas para alcanzar fines cultura- les, ideales, politicos o econémicos; se asocian las ‘personas fisicas y juridicas para perseguir fines econémicos (grupos de sociedades); y, finalmente, también lo hacen los Estados para alcanzar fines econdmicos y politicos de orden supe- rior (Mercado Comin). Ante esta realidad el Derecho se ve obligado a procurar las formulas y las instituciones que permitan la satisfaccién de todas las exigencias y las nece- sidades que surgen de estos fendmenos asociativos, Del fenémeno asociativo nos interesa ahora exclusivamen- feel que se presenta cuando se agrupan personas (fisicas 0 juridicas) para realizar una actividad econémica lucrativa con el fin de repartirse las ganancias obtenidas. Cuando ast ocurre, surge una base personal colectiva ligada por un contrato de sociedad, lo cual justifica, como hemos visto, la atribuci6n del estatuto del empresario mercantil (colectivo 0 social) a la persona juridica que nace del contrato de so- ciedad si se respetan determinados requisitos legales(...) Puede concluirse, pues, que la sociedad es un contrato por el cual dos 0 mds personas se obligan a poner en comin Curso de Derecho Comercial 125 dinero, bienes 0 industria para realizar una actividad eco- némica con el fin de obtener un lucro que sea repartible entre todas ellas."® En cuanto a la naturaleza contractual societaria, segtin la doc- trina clésica la sociedad es un contrato, lo cual se reproduce en todos los Cédigos decimonsnicos, hasta que parte de la doctrina moderna lo ha negado rotundamente. Sin duda por haber alcan- zado la teoria general del negocio juridico una mayor elaboracién doctrinal y por el auge de las sociedades de capital. En este sentido, resalta el autor Paz- Ares: “Cuando se constituye una sociedad eritre varias perso- nas, el vinculo juridico que las une es de naturaleza con- tractual. El contrato de sociedad tiene una doble eficacia que lo hace peculiar: por una parte, tiene eficacia obligato ria y, por otra, tiene eficacia organizativa.” 143 BROSETA PONT, Manuel. Op. cil. p.179. Para dicho autor, la sociedad mercantil es ‘una institucién juridica privada que puede analizarse desde diversas perspectives. Segiin la primera, es un contrato que relacionando y ligand® a varios socios permite agrupar trabajo y capital para realizar una actividad que normalmente escapa a las posibilidades individuales, Segin la segunda, permite crear una empresa con las aportaciones de los socos, cuyattularidad corresponde alla persona juridica que de la sociedad nace y que funcionalmente se destina a la consecucién del objeto social Seguin la tercera, la sociedad acta de causa determinante del posterior nacimiento cde una persona juridica (empresario mercantilcolectivo) distinta de los socios, per- nalidad juridica que aparece cuando se cumplen dos requisites esenciales: otor- {gamiento en escrtura publica e inscripcién en el Registro Mercantil. Y finalmente, Ia sociedad mercantil hace referencia una complejo relacién corporativa entre dos mas sujetos. En la actualidad existe un predominio cada vez més creciente de los fempresarios colectivos (sociedades mercantiles, especialmente capitalistas) sobre los empresarios individuals. a a " 144. PAZ-ARES, Candido, Lecciones de Derecho Mercantil. Leccién Diez: Las Socie- Gades Mercantles.Sexta Edicén, Editorial Thomson Civitas, Espafia, 2008. p. 275. En cuanto ala ficacia obligatoria, sefialael autor Paz-Ares que del contrato de socie- dad surgen derechos y obligaciones de contenido patrimonial. Por ello, las normas del Derecho de obligaciones le son aplicables con toda propiedad. Pero no es un contratosinalagmético sino un contrato comunitario, pues la causa dela obligacién dde aportar no es la recepcién de una contraprestacion, sino la realizacién de un fin ‘comiin. Asi, sein dicho autor, como contrato obligatorio determina el nacimuento de un complejo haz de derechos y obligaciones que integran la condicin de soci. Por su parte, en cuanto a la eficacia organizatoa, sefiala el mismo autor que la socie- dad es un contrato de organizacién que unificael grupo y lo dota de capacidad para tener relaciones externas. Esto és decir que el contrato societario atribuye persona- lidad juridica al grupo, pues es la voluntad de las partes.de actuar como un grupo unificado en el trdfco la que atribuye personalidad juridica a aquél 126 Ignacio Monge Dobles Hasta el siglo XIX predominé la concepcién contractual socie- taria, pero posteriormente la doctrina moderna resalt6 el aspecto corporativo o asociativo de las sociedades mercantiles. Ello pues, sin duda, porque una vez estipulado el negocio constitutivo y cum- plidas las formalidades legales, nace una persona juridica nueva distinta de los socios (efecto inexplicable por la simple teoria ge- neral del contrato) y, ademas, porque gran parte del régimen juri- dico de las sociedades de capital no puede explicarse y resolverse por simple aplicacién de la teoria general del contrato de sociedad. Este fendmeno puede comprenderse pensando que el socio, mas que parte de un contrato, es miembro de una asociacién 0 corpo- racién dotada de personalidad juridica."* Ripert insiste: “Seguin la teoria de la instituci6n, al no querer ver en la so- ciedad un contrato, esta teorfa moderna la considera como una instituci6n (...) La institucién aqut se opone al contrato; implica una sub- ordinaci6n de derechos y de intereses privados a los fines que se trata de realizar (...) No es posible analizar aqué ni la teorta de la instituci6n, que es por otra parte bastante imprecisa, ni todas las con- secuencias que pueden de una concepcién institucional de la sociedad (...) Es necesario tinicamente observar que la concepcion insti- tucional sirve para justificar las numerosas intervenciones legislativas que se han inspirado en el deseo de vigilar la accién. de las sociedades en la vida econémica”."" Asf, la doctrina moderna de MESSINEO y Ia doctrina ale- mana indican que a diferencia de lo que ocurre en los contratos conmutativos, en el acto constitutivo de la sociedad no existen prestaciones de las partes que se crucen como contraprestaci6n, sino prestaciones que salen de la.esfera patrimonial de cada una 145 ‘ord. p.190, 146 RIPERT, Georges. Op. cit. p.3. Curso de Derecho Comercial 127 de ellas y que concurren a la formacién de un patrimonio so- cial.” ‘Ademés, a diferencia de lo que ocurre en los contratos, en el negocio constitutivo de la sociedad no existen dos partes con inte- reses contrapuestos que intentan armonizarse a través de un con- sentimiento perfeccionador, sino una sola parte (integrada por to- dos los socios) caracterizada por la posesién de un mismo interés (crear la sociedad con animo lucrativo). Como corolario de lo an- terior, se afirma la imposibilidad de aplicar al negocio constituti- vo de la sociedad gran parte del régimen jurfdico de los contratos bilaterales. Finalmente, se le niega naturaleza contractual porque a dife- rencia de lo que ocurre en los contratos bilaterales, del contrato de sociedad nace una persona juridica distinta de los socios. Por ello se niega su naturaleza contractual y se afirma que més bien es un acuerdo colectivo como un negocio juridico unilateral, ca- racterizado por ser formado por varias personas que poseyendo un mismo interés actdan como una sola parte, a diferencia de la dualidad de partes que integran todo contrato. La doctrina alemana ademés lo califica como un acto juridico complejo, en el cual varias personas movidas por un mismo interés pierden su individualidad para integrar una voluntad comin so- cietaria.“* TA7 Fl aporte de cada socio a una sociedad se realiza con el objeto de repartir los bene ficios que puedan resultar de la actividad desarrollada. Las personas suelen agru- parse con diversos propésitos pero silo hacen para realizar beneficios y repartirlos ‘entran en sociedad. Para que exista sociedad es preciso un acuerdo de los interesa- dos con vistas a realizar una actividad y obtener de ella un benefiio proporcional al riesgo invertido. El “aporie” a una sociedad se traduce en el bien que un socio se ‘compromete a poner a disposicin de la misma con miras a su explotaci6n. Es una ‘operacién jusfdica que afecta el bien aportado al objeto social mediante el cual el ‘portante realiza una transmisiGn plena de dominio de su aporte hacia el patrimo- rio comin a cambio de un interés. Sin aportes y solo trabajo no habrfa sociedad sino més bien colaboracién y si el socio ha prometido el aporte deber4 garantizar su verdadera existencia. Son los aportes en dinero, en especie 0en industria los que constituyen el patrimonio social y en toda sociedad debe existir patrimonio. Estas nociones estén intimamente ligadas entre sien el derecho francés através dela con- cepcién de la “persona mera”. 148. Otro sector de la doctrina alemana de los autores BESELER y OTTO admiten la na- turaleza contractual del negocio constitutivo de las sociedades personalistas (co- lectiva y comanditaria) y la rechazan para las sociedades de capital (andnima y de responsabilidad limitada), eee Ante ello, la doctrina italiana de ASCARELLI afirma més bien que el negocio constitutivo de la sociedad es un contrato plurila- teral, seguin el Cédigo italiano de 1942, entendido como negocio juridico perteneciente a la categoria de los contratos y caracteriza- do por la existencia de dos o més partes que poseen intereses con- trapuestos y una finalidad comin. ‘Seguin los italianos, la doctrina que niega el cardcter contrac- tualista al negocio juridico constitutivo societario, se debe al inten- to errado de aplicar los principios generales del contrato bilateral sinalagmatico, los cuales evidentemente no le resultan aplicables por las caracteristicas propias del contrato de sociedad. Asi, los italianos en su mayorfa consideran que en definitiva la sociedad es un contrato plurilateral que, sin dejar de ser contrato, no debe confundirse con el contrato bilateral sinalagmitico y se trata de una novedosa categoria contractual. El contrato plurilateral en definitiva se caracteriza, entre otras cosas, por la pluralidad de partes, pluralidad de intereses para efec- tos de obtener beneficios por sus aportes, y el énimo de obtener un fin comtn de obtener beneficios repartibles entre los socios a tra- vés de la constitucién de un patrimonio integrado por los aportes de cada parte para la consecucién del fin comin entre ellos. Por su parte, la jurisprudencia costarricense ha manifestado lo siguiente: “El contrato de sociedad, por su parte, es de naturaleza plurilateral. En él se da un fin comin, en pos del cual to- dos sus componentes deben realizar determinadas presta- ciones. Como elementos esenciales figuran ahi los aportes, el gjercicio en comiin de una actividad econémica y el fin de dividir las utilidades. El aporte es indispensable para la existencia de las sociedades. Este puede consistir en la transmisin de bienes o servicios. Sin aportes, resultaria imposible la realizaci6n de la actividad econdmica prevista or los socios, lo cual darta al traste con la finalidad rela- tiva a la obtencién y distribucin de utilidades. El ejerci- cio en comtin de una actividad, implica la preordenacién de los medios idéneos para Ia realizacién de una serie de Curso de Derecho Comercial actos, dirigidos a la obtencién de un fin. Los resultados de esa actividad deben soportarse por todos los socios. El riesgo econdmico es, por ende, compartido. Ahi radica el ejercicio en comiin de la actividad, lo cual no implica, em- pero, la gestién directa de la actividad social por parte de todos los socios. En efecto, es posible asignar a uno 0 a va- rios de ellos la gesti6n directa de la sociedad. Incluso, ésta puede ser ejercida por un tercero no socio. Pero todos ellos tienen la posibilidad de concurrir, por medio de los érganos deliberativos, en la determinacién de los lineamientos de la administracién y en el control de la gestion. También por ello el ejercicio de la actividad es comin. En cuanto al quehacer de la sociedad, éste puede ser de diferente tipo. Suele manifestarse a través de la venta de productos, 0 de la intermediacién comercial, o del ejercicio de la agricultura, la industria, la ganaderia, la producci6n de bienes y la prestacién de servicios, entre otros. Puede re- {ferirse a actividades especificas -como la realizacion de una ‘obra-, temporales -Ia gestion conjunta de un local comer- cial por un plazo determinado-, 0 actividades constantes no sujetas a limites temporales -colocacién de titulos valo- res en mercados bursétiles-. Por ello, se puede hablar de so- ciedades mercantiles, agricolas, industriales 0 de servicios. Normalmente, a las actividades a tas cuales se dedica una sociedad se les denomina “objeto social”, determinado en el estatuto societario, con la amplitud deseada por los so- cios. Por tiltimo, el fin de lucra es considerado como el uilti- mo elemento de la sociedad. Cansiste en la intencién de los socios de obtener ganancias, por medio del ejercicio de la actividad econémica respectiva en aras de lo cual hicieron sus aportes. Las utilidades derivadas de lo anterior, son repartidas segiin los porcentajes de participacién de cada uno, El fin de lucro es, en un primer momento, objetivo: Ia sociedad procura desarrollar una actividad econdmica que le produzea un incremento de su capital. Luego, se manifesta en su aspecto subjetivo: las ganancias obteni- das por la sociedad serén distribuidas, como utilidades 0 129 130 Ignacio Monge Dobles liquidaci6n final de las cuotas de participacién, entre los socios.”# Por su parte, el tratadista Candido Paz- Ares explica lo siguien- “Llamamos sociedad a cualquier asociacién voluntaria di- rigida a la consecucién de una finalidad comiin mediante la contribucién de todos sus miembros. Se trata de un con- cepto tinico y unitario. Unico, porque no limita su vigen- cia al Derecho comercial, sino que es comiin a todo el De- recho privado; unitario, porque se aplica a cualquier forma social, desde la mds sencilla hasta la mds sofisticada. Por lo demds, tres son los elementos del concepto de sociedad: origen negocial, fir comtin y contribuci6n de todos los so- cios a su realizacién.”"% 2.1. ELEMENTOS Y FORMALIDADES En cuanto a los elementos del contrato societario, se puede in- dicar en primer término el perfeccionamiento o el acuerdo de par- tes. Segtin el negocio jurfdico societario sea 0 no.un contrato, la 149 Sala Primera de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica. Resolucién 69 de San José, alas quince horas del diecisiete de agosto de mil novecientos noventa y cua- tro. 150 PAZ-ARES, Céndido. Op. cit. p. 273. En cuanto al origen social sefiala el autor de ita que toda sociedad tiene necesariamente un origen voluntario que se manifies- taa través de un negocio juridico de Derecho privado, pues no existen sociedades, necesarias y una agrupacién de personas que no descanse sobre a voluntad de sus miembros no puede ser sociedad. En cuanto al fn comin, toda sociedad se ha de constitu, segtin sefala el autor, para Ia consecucién de un fin comin, que es la idea que vertebra el concepto societario ¥ que permite distinguir la sociedad de otras figuras, o incluso de las meras situa-

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