Está en la página 1de 41

Informe Jurídico

Sobre el encaje de la “Proposición de Ley contra la


discriminación por orientación sexual, identidad o
expresión de género y características sexuales, y de
igualdad social de lesbianas, gais, bisexuales,
transexuales, transgénero e intersexuales”,
presentada por el Grupo Parlamentario Confederal de
Unidos Podemos-En Comú Podem-En Marea
(“Proposición de Ley”), en el Ordenamiento Jurídico
español.

Rafael Ruiz Morales


Mario Ilde Velasco Bueno

Sevilla, 31 de julio de 2017

  1  
ÍNDICE

Introducción…………………………………………………………………………………..3

Exposición de motivos………………………………………………………………………3

Disposiciones generales…………………………………………………………………….5

Capítulo I. Organización administrativa………………………………………………..8

Capítulo II. De la protección social………………………………………………………9

Capítulo III. Medidas en el ámbito de la salud………………………………………11

Capítulo IV. Medidas en el ámbito familiar…………………………………………..14

Capítulo V. De la violencia intragénero………………………………………………..16

Capítulo VI. De la Administración de Justicia y la tutela judicial………………17

Capítulo VII. Medidas en el ámbito educativo……………………………………….21

Capítulo VIII. Medidas en el ámbito laboral………………………………………….23

Capítulo IX. Medidas en el ámbito de la infancia y la juventud…………………24

Capítulo X. Medidas en el ámbito del ocio, la cultura, la educación en el


tiempo libre y el deporte………………………………………………………………….26

Capítulo XI. Del derecho de admisión…………………………………………………27

Capítulo XII. Centro Nacional de la Memoria Histórica LGTBI………………….28

Capítulo XIII. Del asilo y las medidas de cooperación internacional……........29

Capítulo XIV. Medios de comunicación……………………………………………….30

Capítulo XV. Orden público y privación de libertad……………………………….31

Capítulo XVI. De las Fuerzas Armadas……………………………………………….32

Capítulo XVII. De las Administraciones Públicas…………………………………..33

Capítulo XVIII. De las transidentidades e intersexualidad……………………….35

Capítulo XIX. Régimen de infracciones y sanciones……………………………….37

Conclusiones………………………………………………………………………………..40

  2  
Introducción
 

El presente informe técnico-jurídico analiza los principales puntos


de fricción entre la Proposición de Ley enunciada y la legalidad vigente.
Se señalan los aspectos con mayor impacto en nuestro Ordenamiento
Jurídico, con especial atención a los Derechos Fundamentales y las
Libertades Públicas, consagrados en la Constitución Española de 1978
(en adelante CE).

Cada capítulo cuenta con un extracto, en que se recoge sucintamente el


contenido completo del mismo, seguido de una enumeración de las
principales propuestas, a las que se acompaña del consecuente
comentario jurídico.

Exposición de motivos

Entendemos que el hecho de que la comunidad LGTB haya sufrido


discriminación y todavía lo siga haciendo a nivel mundial no es
discutido, como se menciona en la exposición de motivos. Hoy en día
son muchos lo países que reservan la pena capital a aquéllos que
proclaman no tener tendencias heterosexuales. Celebramos que
España no se encuentre entre esta lista de países que discrimina a
sus ciudadanos, sea cual sea el motivo.

Es necesario, por tanto, responder a la primera pregunta que nos


parece adecuada hacernos, cual es: ¿es necesaria una legislación ad
hoc para la comunidad LGTB con el fin de proteger de forma efectiva
sus derechos fundamentales o, por el contrario, los derechos
fundamentales a los que se hace referencia en la exposición de motivos
se encuentran ya protegidos en nuestro ordenamiento jurídico?
Para responder a la cuestión podemos guiarnos por la propia exposición
de motivos.

La Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH) establece en


su artículo primero, tal y como indica la exposición de motivos, la
igualdad en “dignidad y derechos” de “todos los seres humanos” para
continuar en su artículo segundo afirmando que los derechos
contenidos en la DUDH son reconocidos “sin distinción alguna de
raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra
índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o
cualquier otra condición”. Esta última mención explícita a “cualquier
otra condición” nos indica que el listado que le precede no pretende ser
exhaustivo, por lo que los individuos que se sientan parte de la

  3  
comunidad LGTB tienen reconocido todos y cada unos de los
derechos contenido en el mencionado tratado internacional.

En la misma línea, la Carta de los Derechos Fundamentales de la


Unión Europea, reconoce los derechos recogidos en la misma a “toda
persona” (Art. 2 - Derecho a la Vida) y prohíbe la discriminación “y
en particular la ejercida por razón de sexo, raza, color (…) u
orientación sexual” (Art. 12).

Estos principios de igualdad y no discriminación han sido desarrollados


de forma prolija por parte del Parlamento y del Consejo de la Unión
Europea, aprobando diversas Directivas en diferentes áreas como puede
ser el empleo. Es el caso de la Directiva 2006/54/CE, en cuyo
Capítulo segundo se establece el principio de no discriminación que
se aplicará a la “población activa” (Art. 6), incluyendo así, de nuevo,
a todos los que se sientan identificados con el colectivo LGTB.

La Constitución Española de 1978 supuso un hito en la consecución


de derechos y libertades, consagrando derechos fundamentales como la
vida (Art. 15), a libertad ideológica (Art. 16), intimidad personal (Art.
18) y participación en la vida pública (Art. 23), amén de otros muchos
que son aplicables a aquéllos que se sientan afines a la comunidad
LGTB, como al resto de ciudadanos españoles.

La legislación española bebe de los derechos humanos y los derechos


fundamentales mencionados. Prueba de ello es la protección que ofrece
la Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre, del Código Penal que en
su artículo 510 establece penas de hasta cuatro años de prisión para
“quienes fomenten (…) o inciten al odio (…) (por razón de) sexo,
orientación o identidad sexual, por razones de género, enfermedad
o discapacidad”.

Como juristas, podemos aseverar que España es un país donde ni la


legislación ni los poderes públicos discriminan a los ciudadanos por
su condición, sea cual fuere. De ahí que nos sorprenda la proposición
de una ley ad hoc cuya Exposición de Motivos dedique gran parte de
su texto a esgrimir las razones por las cuales España es hoy el día
un país garante de derechos y libertades, lo que hace que más que
justificar la aprobación, se pueda defender todo lo contrario.

  4  
Título I

Disposiciones Generales

Extracto:

Circunscribe el objeto de la Ley a garantizar la “igualdad real y efectiva”


de las personas LGTB y de sus “descendientes”, pretendiendo que sea
aplicable para todas las personas –físicas o jurídicas- de derecho público o
privado. Define distintos conceptos creados al efecto –y sobre los que
pilota todo el desarrollo de su articulado- así como lo que se entenderá
como “discriminación” –incluyendo incluso la mera opinión o el
desconocimiento de los conceptos manejados por el presente texto-, y
redefine términos ya asentados por el derecho penal –“acoso”-. Limita de
facto el derecho a la no discriminación a estos colectivos, e impone un
deber de persecución y denuncia a la práctica totalidad de la sociedad.
Obliga a la Administración a divulgar el contenido de la Ley y a que le sea
otorgado pleno respaldo, apoyo, patrocinio y publicidad desde las
instituciones. Detalla los principios en los que se inspira, redefiniendo
igualmente su concepto, alcance y contenido, y establece un lugar
preeminente de su fundamento ideológico en cualquier iniciativa,
actuación y funcionamiento de la actividad pública y privada.

Resumen de medidas propuestas:

a. Elevar a categoría jurídica realidades subjetivas, como la “vivencia


interna e individual” de la persona, su “deseo íntimo” o su
“orientación sexual”.

b. Inclusión en los colectivos LGTBI a los menores de edad que estén


bajo la tutela o custodia de los mayores de edad pertenecientes a
éstos.

c. Redefinir y graduar la “discriminación”, principio


constitucionalmente contemplado en su formulación negativa
(prohibición de la discriminación) que no puede ser matizado o
regulado en exclusiva por una ley ordinaria.

d. Convierte el error de tipo (cuando el autor obra desconociendo los


elementos del tipo objetivo, ya bien sea sobre los hechos
constitutivos de la infracción o sobre las circunstancias agravantes) -
que no es punible- en punible (art. 3.5 y art. 4, art. 7.1.a)

e. Contraviene la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas


de Protección Integral contra la Violencia de Género, en tanto que
elimina el factor de diferenciación entre sexos de la pareja (art.3.9)

  5  
f. Adopción de medidas no incardinadas en la situación actual, sino
como respuesta a situaciones pasadas (art. 3.10 y 11)

g. Establece una obligación genérica para la práctica totalidad de la


sociedad a ejercer una función de vigilancia para ante una eventual
autoridad administrativa, adulterando de este modo tanto los
procedimientos en materia de sanciones que prevé el Derechos
Administrativo, como el artículo 450 del Código Penal (De la omisión
de los deberes de impedir delitos o de promover su persecución) (art.
5)

h. Se impone la oficialidad de una ideología concreta, en tanto que los


presupuestos de la Proposición de Ley son, exclusivamente,
ideológicos, contraviniendo así el artículo 16 de la Constitución
Española (que garantiza la libertad ideológica). (Art. 6.1, 6.6, 6.7)

i. Otorga a hechos subjetivos e indeterminados (como el sentimiento) la


categoría de derechos personalísimos (art.7.1.b) pero, sin embargo,
permite que estos permanezcan ocultos por el sujeto (art.7.1.d), en
cuyo caso, empujarían al error de terceros y –según los propios
presupuestos de esta Ley- a la imposición de sanciones (art. 3.5).

j. Pretende reforzar un derecho fundamental (tutela judicial efectiva),


que es objeto de desarrollo por Ley Orgánica, a través de esta Ley
ordinaria, y cualificarlo en exclusiva para un minoritario grupo
poblacional (art. 7.1.e)

k. Hace depender la adopción de determinadas medidas de conceptos


vacíos de contenido (conductas homofóbicas), permitiendo que sean
definidos ad casum, con la consecuente inseguridad jurídica para el
pretendido transgresor. (art. 7.2)

l. Declara ilegítimamente derechos fundamentales (art. 7.3.a)

m. Se arroga la potestad de suplir criterios médicos y científicos (art.


7.3.b)

n. Vulnera flagrante y gravísimamente el principio constitucional


del libre desarrollo de la personalidad consagrado en el artículo
10 de la Carta Magna, así como el de los profesionales que deben
ejercer su labor amparados por el artículo 20, en una clara
contradicción entre su propio articulado (que pretende
consagrar la autodeterminación como principio universal, pero
cercena la libertad de quien desee someterse a determinadas
terapias). (art. 7.3.d)

  6  
o. Vulnera el derecho a la objeción de conciencia de los profesionales
sanitarios, y propone la diversidad afectivo-sexual (concepto jurídico
indeterminado e indeterminable) como referencia desde la que
redactarlos formularios de la Administración Sanitaria. (art. 7.3.e)

p. Desactiva lo previsto en los artículos 456 y 457 del Código Penal (“De
la acusación y denuncia falsas y de la simulación de delitos”) en tanto
que prefigura la posibilidad de la denuncia anónima. (art. 7.4.d)

q. Establece una cualificación especial para un colectivo de límites


difusos y no objetivables, que quiebra el principio de igualdad del
art. 14 de la Constitución Española, otorgándoles una
representación desproporcionada y abusiva. (art. 7.5 a, b,c)

Comentario jurídico:

Las Disposiciones Generales (cuyos conceptos y principios se irradian,


posteriormente, a todo el articulado de la Proposición de Ley) ya marcan
con nitidez el cariz del texto.

Se prescinde de la jerarquía normativa del artículo 9 de la


Constitución, pretendiendo matizar, modificar o definir determinadas
materias reservadas a Ley Orgánica –aquellas que recoge el Código
Penal, como la omisión del deber de impedir delitos, el concepto o la
punibilidad por discriminación, …-, y se adulteran, vulneran o
quedarían seriamente afectados otros como el libre desarrollo de la
personalidad (art. 10 CE), la libertad ideológica (art. 16 CE), la
tutela judicial efectiva (art. 24 CE), o la libertad de expresión (art.
20 CE).

En cualquier caso, entendemos que, aunque la igualdad y la no


discriminación son principios genéricos enunciados en las Constitución,
cuya esencia es ser inspiradores de todos los demás textos legislativos
(y no contar con un texto propio), para el caso de pretender desarrollar
una ley orientada exclusivamente hacia la “no discriminación”, ésta
debería, primero, adoptar el carácter de Ley Orgánica (como el caso de
la “Ley Orgánica 3/2007 de 22 de marzo, para la igualdad efectiva de
mujeres y hombres”) y, en segundo lugar, extenderse a cualquier
situación de discriminación que recoge el propio artículo 14 de la
Constitución Española (“Los españoles son iguales ante la ley, sin que
pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza,
sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia
personal o social”), con la advertencia de convertir alguna de las
categorías señaladas en el texto constitucional en menos susceptibles

  7  
de protección que otras y quedando, así, desnaturalizadas o
neutralizadas.

Capítulo I. Organización administrativa

Extracto:

Plantea la creación de una Agencia Estatal al efecto, que será juez y parte
en procedimientos sancionadores en materia de discriminación a los
colectivos por los que está conformada, y unas Comisiones
Interministeriales que, extralimitando sus funciones normativas, se
adentra ilegítimamente en el campo de la Ciencia.

Resumen de medidas propuestas:

a. Propone la creación de una “Agencia Estatal contra la discriminación


por orientación sexual, identidad de género, expresión de género y
características sexuales”, desatendiendo los criterios que
fundamentaron la existencia de éstas en la Ley 6/1997, lo propuesto
en la extinta Ley 28/2006 de 18 de julio de Agencias Estatales y lo
expuesto en la Exposición de motivos de la Ley 40/2015 que la
deroga, así como en los cometidos que deben perseguir según su
artículo 88.

b. Convierte a una Agencia constituida por los propios colectivos


autodenominados LGTB en instructora de expedientes
sancionadores iniciados contra sus propios intereses de grupo,
vulnerando el derecho fundamental que ampara a cualquier
ciudadano a contar con un juez –o instructor- imparcial en los
procedimientos en que se hay incurso según el principio
constitucional del artículo 24 –tutela judicial efectiva-. (art. 8.4)

c. Pretende que una Subcomisión específica dentro de una Comisión


Interministerial creada ad hoc suplante los criterios médicos,
psicológicos y científicos (art. 9.2.e)

Comentario jurídico:

Crear una Agencia Estatal fundada exclusivamente en criterios


ideológicos que, consecuentemente con su naturaleza administrativa,
poseyere potestad sancionadora, constituiría por la vía de los hechos la
negación y posterior conculcación del Estado de Derecho. Tampoco
parece que los criterios por los cuales se pretende la creación de una
Agencia Pública estén suficientemente justificados, habida cuenta de
que en España existen siete Agencias Públicas de carácter Nacional, con

  8  
objetivos muy concretos, y siempre en atención al Servicio Público y al
interés general de toda la población.

La propuesta de la creación de una Agencia Pública en exclusiva para


supervisar la implantación de una Ley infringe el principio de eficacia
que debe regir la Administración pública según el artículo 103 de la CE.

Asimismo, dota de potestad a la propia Administración para decidir


sobre asuntos que no son de su competencia, por manifiesto
desconocimiento respecto de la materia, en tanto que pretende que una
Subcomisión se pronuncie acerca de las características patológicas (o
no patológicas) de determinadas manifestaciones afectivo-sexuales.

Título II

Capítulo II. De la protección social

Extracto:

Se obliga a instituciones públicas y privadas a dirigirse –incluso


oficialmente- a las personas acogidas en sus centros (residencias de día,
de la tercera edad, pisos tutelados etc) por su “sexo sentido”, adquiriendo
el derecho de usar las instalaciones (Ej: baños, vestuarios etc) reservadas
al sexo “sentido”. Sin embargo se aplica el sexo registral para leyes como
la de Violencia de Género, creando una inseguridad jurídica a la hora de
ver qué normas serán aplicables según el “sexo sentido” o el “sexo
registral”.

Resumen de medidas propuestas:

a. Los menores de edad tendrán que ser tratados conforme a su


“identidad sentida” en los centros de menores y los pisos tutelados.

b. Creación de viviendas tuteladas específicas para mayores de


edad o menores emancipados que hayan huido o hayan sido
expulsados de sus domicilios por razón de su identidad sexual.

c. Garantizar continuidad de tratamiento hormonal en


establecimientos psiquiátricos, servicios sociales y centros de la
tercera edad.

d. Derecho a utilizar los espacios separados por sexo en función


del sexo sentido –no el biológico ni el registral – en centros de día,
de la tercera edad, de menores o de atención a la discapacidad.

  9  
e. Asistencia adicional a víctimas de delitos e infracciones
administrativas cometidos en razón de orientación sexual, consistente
en asistencia jurídica, sanitaria y psicológica, entre otras.

f. LO 1/2004, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia


de Género, será aplicable a mujeres transexuales.

Comentario jurídico:

La Proposición de Ley, en sus definiciones, diferencia entre el “sexo


registral”, la “identidad de género” y la “orientación sexual”,
aplicando los mismos de forma arbitraria según el fin pretendido.
En el caso del uso de baños y otros espacios públicos, se opta por el
“sexo sentido” o “identidad de género”, mas cuando se trata de
determinar quién es sujeto de derechos específicos, como los recogidos
en a LO 1/2004, se opta por el “sexo registral”. No es sostenible en
un Estado de Derecho la utilización de diferentes categorías –mucho
menos si se trata de categorías subjetivas- según el asunto a tratar. En
el caso que se menciona con respecto a la LO 1/2004, una mujer
transexual (mujer biológica que dice sentirse del sexo opuesto), se le
reconocería el derecho de utilizar lugares públicos para varones; se
obligaría a todo el personal sanitario -de centros públicos, profesores y
demás trabajadores públicos- a tratarle por su “sexo sentido” –esto es,
como hombre-, so pena de graves sanciones; y sin embargo, el Estado si
podría tratarle como una mujer a la hora de aplicar estatutos legales
privilegiados. Entendemos que los ciudadanos se merecen seguridad
jurídica a la hora de aplicar la ley con criterios exclusivamente
objetivos, y no subjetivos.

Asimismo, cabe destacar que la Ley 4/2015, del Estatuto de la


víctima del delito, ya incluye medidas “para garantizar la vida de la
víctima y de sus familiares, su integridad física y psíquica, libertad,
seguridad, libertad e indemnidad sexuales, así como para proteger
adecuadamente su intimidad y su dignidad” (Art. 19) y la creación
de Oficinas de Asistencia a las Víctimas donde se ofrece “asistencia
psicológica” asesoramiento sobre cómo acceder a la justicia gratuita,
“derivación a servicios de apoyo especializados” (Art. 28). Por todo lo
anterior entendemos que las medidas propuestas son una mera
duplicación de las prestaciones ya existentes en el Estado y que se
hace innecesaria la existencia de una norma específica para un
grupo concreto de víctimas, puesto que la ley mencionada ya prevé la
asistencia integral a las victimas, sin discriminación por razón del
motivo por el que han de protegerse como tales.

  10  
Ejemplo de legislación afectada:

Como hemos visto, esta capítulo supone la repetición de contenidos


de la Ley 4/2015 y podría suponer también a confusión
generalizada y un debilitamiento severo del principio de seguridad
jurídica al aplicar diferentes categorías diferentes leyes, esto es, la
utilización del “sexo registral” para reclamar unos derechos y del “sexo
sentido” para reclamar otros.

Capítulo III. Medidas en el ámbito de la salud


Extracto:

Se pretende que menores de 10 años en adelante puedan tomar


decisiones sobre los tratamientos médicos necesarios para la adecuación
de sus cuerpos a su “sexo sentido”, aun en contra de la voluntad de sus
padres o tutores –dañando así la patria potestad-, situación preocupante
a la vista de estudios científicos que asegurar que la disforia de género en
niños desaparece en un 85% de los casos tras la pubertad. Se prohíben los
tratamientos orientados a la aceptación del propio cuerpo biológico,
violando así el derecho del paciente a recibir un tratamiento médico de
su elección, haciendo uso del consentimiento informado. Se niega el
derecho a “la protección de la salud” al prohibir la realización de pruebas
médicas para determinar si el paciente padece disforia de género,
trastorno recogido por la OMS.

Resumen de medidas propuestas:

a. Prohibición de que se trate al colectivo LGTB como portadores de


una patología. Prohibición de pruebas psíquicas que determinen si
una persona es transexual o no.

b. Establecer mecanismos para afrontar los “problemas de salud


específicos de las personas LGTB”

c. Realización de campañas sobre el VIH y otras enfermedades.

d. Se pretende asegurar que el tratamiento recibido por el personal


sanitario sea respetuoso con las personas del colectivo en cuestión.

e. Garantizar la reproducción asistida de mujeres lesbianas y


bisexuales en los hospitales de todo el Estado.

f. Consagración de un derecho que “no podrá ser limitado” a los


adultos y menores que se concretara en la posibilidad de la “libre
autodeterminación”, con todas las consecuencias que ello pueda
suponer, entre otras, la atención sanitaria (bloqueadores hormonales
incluidos) para el desarrollo físico, mental(…) y social”. Se garantiza que

  11  
haya suficiente personal especializado en este área en las unidades
pediatría.

g. Tratamientos que podrán decidirse a partir de la pubertad:


bloqueadores hormonales y tratamiento hormonal cruzado para
evitar el desarrollo de los caracteres propios de su sexo biológico.

h. Creación de centros de salud especializados en todo el territorio


español para tratamiento específicos al colectivo LGTB

Comentario Jurídico

La primera medida pretende que no se trate al colectivo LGTB como


portador de una patología, especialmente dirigida al colectivo
transexual y la imposición de esta visión al personal médico y científico.
Nadie merece ningún tipo de discriminación por ninguna razón.

El primer comentario que nos vemos obligados a hacer es que el


colectivo LGTB es amplio e incluye varias realidad que no merecen ser
fruto de generalizaciones. De hecho, las categorías “transexual” o
“transgénero” engloban generalmente a una variedad de personas, en
ocasiones con características genéticas, psiquiátricas y psicológicas
variadas, como por ejemplo son las siguientes: la disforia de género
(CIE-10, Organización Mundial de la Salud - OMS), que desde el 2018
pasará a formar parte del epígrafe “trastornos de la personalidad y el
comportamiento” y pasará a ser denominada “incongruencia de
género”; Síndrome de Harry Benjamin; Síndrome de Klinefelter;
Síndrome de Turner; o Síndrome de Insensibilidad a los Andrógenos,
entre otros. Lejos de pretender realizar un informe médico, pues no es
nuestra especialidad, es de justicia señalar que en ocasiones las
personas con las características genéticas señaladas son las que
presentan también cuadros que se podrían incluir dentro de la
disforia de género – o incongruencia de género - y que estas personas
necesitan un tratamiento acorde a su condición genética y/o
psicológica. La prohibición de pruebas médicas que determinen la
“transexualidad” –siendo éste un concepto no definido en la ciencia
médica- de una persona podría suponer la negación del derecho que
tienen las mismas a recibir un diagnóstico médico sobre su
condición, lo que es más grave todavía cuando se trata de cuestiones
reconocidas por la OMS, lo que contraviene frontalmente el artículo
43 de la Constitución que reconoce el “derecho a la protección de
la salud”.

No hay que olvidar tampoco que el artículo 7.3 de la Proposición de Ley


prohíbe las “terapias que pretendan revertir la orientación sexual o

  12  
la identidad de género (…) aun con el consentimiento de la misma”,
pues debe ser leído junto con el Capítulo III. De nuevo nos encontramos
ante un caso insólito en el que la Proposición de Ley presenta
contradicciones y viola, de paso, Derechos Fundamentales recogidos en
nuestra Carta Magna, amén de la legislación en materia sanitaria.

En lo que respecta a las contradicciones, resulta difícil sostener la


“libre autodeterminación” de las personas en lo que respecta a su
orientación sexual o identidad de género- esto es, defender que se trata
de pura elección- para acto seguido prohibir que una persona,
incluso “con su consentimiento”, decida buscar ayuda profesional
para aceptar su sexo biológico o sentirse atraída por el sexo que la
misma decida, máxime cuando en el primer caso se trata de un
trastorno reconocido por la OMS.

Aquél que no se sienta identificado con su sexo biológico tiene derecho


a asistencia sanitaria, lo que por lo general se resume en dos tipos de
tratamiento, a saber: aquéllos encaminados a realizar los cambios
oportunos para que el cuerpo se parezca lo más posible al “sexo
sentido”; y los tratamiento enfocados a la aceptación del propio
cuerpo.

El respeto a la dignidad de la persona humana, el respeto a la


autonomía de su voluntad y a su intimidad (Arts. 1 y 18 CE 1978) han
llevado al legislador español a regular el derecho al consentimiento
informado, esto es, la “conformidad libre, voluntaria y consciente de un
paciente, manifestada en el pleno uso de sus facultades después de
recibir la información adecuada, para que tenga lugar una actuación
que afecta a la salud” (Art. 3 de la Ley 41/2002, básica reguladora de
la autonomía del paciente). Restringir terapias tendentes a ayudar a
personas con una condición reconocida por la OMS no sólo sería una
vulneración de los derechos constitucionales más básicos arriba
mencionados, sino que supondría también la limitación injustificada
del derecho al consentimiento informado que de ellos ha emanado.

En clave más básica de teoría general del Derecho, entendemos que no


corresponde al legislador decidir sobre cuestiones científicas, sino
que es la comunidad científica la que, en uso del derecho a la
Libertad de Cátedra, puede expresarse sobre lo que considere
oportuno en cuestiones médicas o de otra índole tras conducir los
estudios necesarios y contrastarlos.

En lo que atañe al consentimiento de los menores de edad (desde la


pubertad, esto es, desde los 10 años) para tomar decisiones sobre
terapias que muchas veces no son reversibles, nos concierne

  13  
gravemente el hecho de que su consentimiento no pueda ser
libremente tomado debido a su falta de madurez. Otro elemento
preocupante es que no se tenga en cuenta la opinión de aquéllos
que ostentan la patria potestad, quienes son últimos responsables del
interés del menor de edad.

Nos resulta apropiado comentar que diferentes estudios científicos


comentados por Juana Martínez Tudela, especialista en Psicología
Clínica del hospital Carlos Haya, coinciden en señalar que el 85% de los
casos de disforia de género en menores de edad desaparecen tras la
pubertad, de ahí que nuestra recomendación sea el posponer este
tipo de decisiones que afectarán a toda una vida a edades más
adultas, cuando haya pasado ya la barrera en la que la disforia de
género sólo persiste en un 15% de los casos y se tenga madurez
suficiente para tomar decisiones de ese calado.

Ejemplo de legislación afectada:

Son varios los derechos violados por este capítulo. No sólo el “derecho
a la protección de la salud” (Art. 43 CE) sino también los derechos de
la persona del Art. 10 CE, entre los que se encuentran el libre
desarrollo de la personalidad y la dignidad humana, de la que emana
el derecho de un paciente a poder escoger el tratamiento médico
que considere más oportuno para sus circunstancias (Ley 41/2002).

Entendemos que afecta igualmente a la libertad de cátedra al imponer


por medio de ley visiones que debería ser el resultado del trabajo de
la comunidad científica.

Capítulo IV. Medidas en el ámbito familiar

Extracto:

Se obliga a los centros educativos a divulgar las “diferentes realidades


afectivas”, lo que, dependiendo del contenido de estos cursos, podría
suponer una intromisión del Estado en el derecho que asiste a los padres
a escoger la educación de sus hijos. Además se reconoce el derecho a la
no discriminación las personas del colectivo LGTB que forman una unión
y los menores que tengan a cargo, lo que supone la enésima reiteración
de este derecho constitucional que no requiere de una ley ad hoc para ser
reconocido.

Resumen de medidas propuestas:

a. Protección jurídica frente a cualquier discriminación contra


familias LGTB

  14  
b. Programas en centros públicos para dar a conocer distintas
“realidades afectivas”.

c. Garantizar que las parejas del colectivo LGTB puedan adoptar en


las mismas condiciones.

Comentario jurídico:

La técnica jurídica en este capítulo no podría definirse como óptima,


pues se pretende reconocer como nuevos derechos que están
vigentes desde hace decenas de años –derecho a la no
discriminación, igualdad, entre otros-. Reiteramos que no es necesaria
una ley ad hoc para reconocer dichos derechos constitucionales y que
ello hace que la mayoría del texto del presente capítulo sea
irrelevante.

En lo que respecta a la única propuesta relevante que se propone,


cual es la de promover en los centros públicos las “diferentes
realidades afectivas”, podría entrar en conflicto con la libertad de los
padres de educar a sus hijos de acuerdo con sus convicciones
morales (Art. 27 CE), aunque todo dependerá del contenido de dichos
cursos.

Es necesario hacer mención a la necesidad de hacer frente al


bullying o cualquier tipo de discriminación en los colegios sin
discriminación alguna sobre el tipo de acoso, esto es, poniendo en el
centro la “dignidad de la persona” (Art. 10 CE) y no las
características que han provocado el acoso (obesidad, delgadez,
utilización de lentes, acné, voz peculiar, pertenencia al colectivo
LGTB etc). Save the Children realizó una extensa encuesta a nivel
nacional que arrojó luz sobre los motivos por los que los acosadores
actuaban, siendo un resumen de éstos, los siguientes: “No lo se”
(11.6%), “para gastarle una broma (10.8%), “por sus características
físicas” (11.1%), “por su color de piel, cultura o religión” (9.3%), “por
las cosas que le gustan (cine, música, libros…)” (7.3%), por su
orientación sexual (8.6%). Esto pone de manifiesto la necesidad de un
plan integral en contra del acoso escolar, algo que el Gobierno de
España ya hace y que se puede conocer a través de la página web del
Ministerio de Educación, donde se publica también material contra
el acoso a los miembros de la comunidad LGTB como se puede ver
en este enlace (https://www.mecd.gob.es/educacion-
mecd/mc/convivencia-escolar/recursos/publicaciones/lgbtiq.html).

  15  
Capítulo V. De la violencia intragénero

Extracto:

Se aplica la LO 1/2004 de Protección contra la Violencia de Género a la


ejercida entre dos personas del mismo sexo. Esta medida es contraria al
principio de igualdad ante la ley al no cumplir los requisitos que exigió el
TC en su sentencia sobre esta Ley. La violencia intragénero se define
como aquélla que aprovecha las situaciones de desigualdad de la pareja,
algo que podría aplicarse, según el caso, a la violencia ejercida por una
mujer contra un hombre, al ser ésta una situación que tendrá que
probarse según el caso.

Resumen de medidas propuestas:

a. Aplicación de la Ley Orgánica 1/2004, de Protección Integral


contra la Violencia de Género a la “violencia intragénero”.

b. Derecho de las víctimas intragénero a acceder a los servicio


sociales con prestaciones concretas.

c. Obligación de que los empleadores den prioridad a las víctimas


(entendemos que sólo las de violencia “intragénero” por encontrarse
en este Capítulo) sobre cualquier otro caso a la hora de pedir traslado
o modificación de horario.

Comentario jurídico:

El principio de igualdad de los ciudadanos ante la ley (Art. 14 CE) exige


la aplicación de la misma norma a dos circunstancias similares, razón
por la que se permite la discriminación positiva en varios ámbitos del
ordenamiento jurídico –podría resaltarse como ejemplo la dedicación
exclusiva de plazas de aparcamientos para personas con alguna
discapacidad reconocida-. Existen, pues, situaciones diferentes a las
que a veces hay que dar respuesta diversas.

Esta es la razón por la que el Tribunal Constitucional (TC) avaló la


discriminación negativa o el trato diferenciado reconocido en la LO
1/2004 al imponer más pena al varón que a la mujer por los mismos
tipos penales. En sentencia 59/2008, el TC establece límites a la
igualdad, cuales son el “fin legítimo” que se persiga y la
“proporcionalidad” que ha de guardarse siempre a la hora de pisar el
terreno peligroso de la diferencia de trato. El TC justifica la LO 1/2004
en las “altísimas cifras en torno a la frecuencia de una grave
criminalidad que tiene por víctima a la mujer y por agente a la
persona que es o fue su pareja (varón)”.

  16  
De aprobarse la Proposición de Ley, la LO 1/2004 se aplicaría a la
violencia ejercida en las parejas heterosexuales –sólo cuando la
violencia sea ejercida por el hombre-, y a las parejas homosexuales
– en cualquier caso, esto es, a la violencia ejercida por una mujer contra
una mujer y un hombre por un hombre-. La única excepción
existente sería la violencia por parte de una mujer dirigida a un
hombre, en cuyo caso la LO 1/2004 no regiría.

Por mucho que se intente resulta difícil justificar este cambio


legislativo utilizando el test de igualdad que creó el Tribunal
Constitucional, máxime cuando la “violencia intragénero” se define
en la propia ley como la cometida aprovechando una “situación de
desigualdad y las relaciones de poder entre los miembros de una
pareja del mismo sexo”. O lo que es lo mismo, no se tiene en cuenta ya
el sexo del que delinque, sino la existencia o no de una “situación de
desigualdad” dentro de la pareja, algo que podría ser perfectamente
aplicable de forma objetiva a la violencia ejercida sobre un varón a
manos de una mujer, pues los hombres también pueden estar en
situación de desigualdad en una pareja por diversos motivos que van
desde la discapacidad o la fuerza física hasta el padecimiento de
enfermedades, lo que también podría estudiarse caso por caso para
determinar si se cumple el requisito de la “situación de desigualdad” y
aplicar la norma de la LO 1/2004 a las mujeres en este caso, al igual
que se aplicaría en el caso en que la pareja fuese del colectivo LGTB.

Resaltamos la confusión que crea la redacción del artículo 30.2 de la


Proposición de Ley, que establece la obligación de priorizar el cambio
turno de trabajo o de localización de las “víctimas” a cualquier otro
caso. El referirse a “las víctimas” en un capítulo dedicado en exclusiva a
la violencia intragénero, podría hacer pensar que dicho artículo es
aplicable sólo a este tipo de violencia, cuando entendemos que no es ese
el espíritu del artículo.

Capítulo VI. De la Administración de Justicia y la tutela


judicial.

Extracto

La ley se aplicará según el sexo sentido, y no el registral o el biológico,


haciendo que los presos puedan elegir la cárcel de su sexo opuesto pero
sentido si así lo desean o que los varones, por ejemplo, pueda optar a las
pruebas de acceso a la Policía exigidas a las mujeres. Un varón podría
contar también como mujer a lo que a las cuotas en listas electorales se
refiere, por lo que la seguridad jurídica y la igualdad se ven claramente
afectada. Asimismo se presume el daño moral en casos de discriminación,

  17  
algo contra lo que ya se ha pronunciado en contra el TC en sentencia de
2006.

Resumen de medidas propuestas

a. Todos los funcionarios deberán tratar a las personas por su


identidad “sentida”.

b. La ley, cuando establezca diferenciaciones por sexo, se aplicará


siempre teniendo en cuenta el sexo sentido, aunque éste no
concuerde con el sexo registral ni el biológico.

c. Documentos oficiales deberán respetar la “diversidad de género”.

d. Formación específica en “diversidad de género” a todos los


cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y a los agentes de seguridad
privada.

e. Derecho a asesoramiento jurídico gratuito previo al inicio de


actuaciones policiales o judiciales, sin procedimientos formales ni
requerimientos objetivos.

f. Fomentar la queja de infracciones administrativas y divulgar


las campañas que hagan las asociaciones LGTB.

g. Se seguirá el Protocolo de Estambul a la hora de calcular el daño


integral de la violencia, cuando el Protocolo sólo está destinado tratar la
tortura.

h. “Se presume la existencia de daño moral si la discriminación


queda acreditada”

i. Proteger la identidad de las víctimas, celebrar juicios a puerta


cerrada.

j. Elección entre centros penitenciarios masculinos o


femeninos, dependiendo del género sentido de cada cual.

Comentario jurídico:

De aprobarse este Capítulo, estaríamos ante una de las violaciones más


severas de la Seguridad Jurídica consagrada en el Art. 9.3 CE. En línea
con lo expresado en el comentario jurídico del Capítulo II, en un Estado
de Derecho no pueden coexistir diferentes criterios para aplicar la
ley y que éstos puedan ser objeto de elección por parte de los
ciudadanos sin ningún otro límite que la “autodeterminación” o la
libre elección cambiante según el parecer del ciudadano. No es posible
el mantenimiento de un Registro Civil cuya información va a ser

  18  
determinante a la hora de aplicar la ley en diferentes ámbitos –edad,
lugar de nacimiento etc- y a la vez defender que dicha información no es
relevante cuando se trata del sexo y que éste, a efectos jurídicos, será el
que elija cada cual, sin poner límites al mismo, como puede ser el
registro previo, el número de veces que se puede escoger en un periodo
de tiempo, o tantos otros. El art. 31.3 de la Proposición de Ley
supondría la posibilidad de que durante un procedimiento judicial
una persona pudiese cambiar de “sexo sentido” cada día, o un preso
pidiese el traslado a cárceles de distinto sexo cada mes, al
considerarse de un sexo distinto cada cierto tiempo o que un aspirante
a policía varón se considere mujer el día del examen para cumplir
los requerimientos de estatura para ser aceptados en el cuerpo de
Policía. Como ven, ningún análisis mínimamente jurídico puede
sostener esta medida.

Otro de los aspectos de este capítulo que se nos antoja preocupante es


la presunción del daño moral al probarse la discriminación, máxime
cuando el Tribunal Supremo (TS) y el TC ya se han pronunciado al
respecto en varias sentencias, que pasamos a comentar brevemente. EL
TS en sentencias de sala cuarta, de 12 de diciembre de 2007 (Rec.
25/2007), 21 de julio de 2003 (Rec. 4409/2002), 28 de febrero de 2000
(Rec. 2346/1999), entre otras, ha reiterado la inconstitucionalidad de
la aplicación automática de daños tras la acreditación de una
vulneración de derechos fundamentales, pues siempre se requiere la
acreditación de “indicios o puntos de apoyo suficientes en los que se
pueda asentar una condena de tal clase”.

El TC en sentencia 247/2006 apoyó la imposibilidad de presumir


daños por la mera vulneración de derechos fundamentales, aunque
flexibiliza esta visión introduciendo la opción de utilizar varios
elementos para la acreditación y la cuantificación del daño, cuales son
la agresividad o la intensidad en el comportamiento o la finalidad
disuasoria de los daños, por ejemplo.

Por último, hay que recalcar la inseguridad jurídica que puede provocar
que la decisión sobre el tipo de prisión deseada recaiga sobre la decisión
unilateral del preso en función de su “sexo sentido” que, recordamos,
puede ser cambiante incluso a diario. No obstante esto es sólo un
ejemplo anecdótico de las consecuencias de instaurar el derecho a la
“autodeterminación” del sexo sin tener siquiera que registrar dicha
decisión en el Registro Civil. Sería también el fin de las políticas de
diferenciación de trato en función del sexo o de políticas de
discriminación positiva o negativa como pueden ser las cuotas,

  19  
pues cualquier persona podría acceder al trato más favorable con una
mera decisión momentánea.

Ejemplo de legislación afectada:

Las implicaciones prácticas del art. 31.3 de la Proposición de Ley son


innumerables, pudiendo llegar a situaciones en las cuales se produzca
una violación sangrante del principio de igualdad, como veremos en los
siguientes ejemplos de legislación y normativa afectada.

- La propia LO 1/2004 –sin entrar en consideraciones jurídicas


sobre la misma- podría dejar de tener sentido al poder un varón
decidir cambiar de “sexo sentido” antes de acometer un acto de
violencia sobre su pareja sentimental o incluso a posteriori.

- Art. 44 bis de la LO 5/1985, del Régimen Electoral General,


que establece la obligatoriedad de que las candidaturas a diversas
elecciones se compongan de un 40% de candidatos de cada sexo
como mínimo podría verse, de nuevo, afectada. Y es que cualquier
partido político podría presentar una lista con el 100% de los
candidatos del mismo sexo alegando que el 40% de la misma se
sienten de otro sexo, sin que ello esté registrado en el Registro Civil.
Esto haría casi imposible hacer el seguimiento del nivel de
cumplimiento de esta ley y haría que las cuotas contempladas dejaran
de tener valor.

- Real Decreto 614/1995 que regula los procesos selectivos de


Ingreso en la Policía Nacional, en consonancia con la LO 9/2015, de
Régimen de Personal de la Policía Nacional, se establece que los
aspirantes deberán tener una estatura mínima de 1,65 metros los
hombres y 1,60 las mujeres. Según la Proposición de Ley que nos
ocupa un varón de 1,60 podría presentarse a la prueba diciendo
sentirse mujer desde esa misma mañana y pidiendo que se le trate
como tal. El requisito de altura, por ejemplo, es diferente teniendo en
cuanta la media de estatura entre los diferentes sexos. La media de
estatura depende del sexo biológico y no al “sexo sentido”, por lo que la
aplicación de dichas normas a aquéllos que no fuese del sexo biológico
concreto sería una forma de desigualdad.

- El elenco de iniciativas dentro del Programa de Apoyo


Empresarial a la Mujer (PAEM) –reguladas en diferentes normas en
todo el territorio estatal- podría aplicarse también a los varones,
quienes sólo tendrían que declarar “sentirse” mujeres para poder
acceder a los variados programas de apoyo a la mujer. Lejos de
valorar las consecuencias –positivas o no- de esta medida, nos

  20  
limitamos a hacer notar las incongruencias con el sistema jurídico
actual basado en la existencia de dos sexos.

Capítulo VII. Medidas en el ámbito educativo

Extracto:

Se incluirá la “realidad LGBT” de forma trasversal en todas las


asignaturas desde infantil –lo que supone un choque frontal con el
derecho de los padres a educar según su conciencia- y se obligará a
centros públicos y privados a reflejar el “sexo sentido” en la
documentación oficial aunque no concuerde con el Registro Civil. Se
crearán servicios específicos en las Universidades y se formará al
alumnado en diversidad sexual, aunque no tenga relación con la materia
a estudiar, lo que supone una intromisión en la autonomía universitaria y
a la libertad de cátedra.

Resumen de medidas propuestas:

a. Incorporación de la “realidad LGTBI” y la diversidad familiar de


forma trasversal, esto es, en todas las asignaturas desde educación
infantil. Se desarrollará un plan integral a tal efecto a nivel estatal y
por comunidad autónoma.

b. Protocolo de acoso escolar al alumnado LGTBI.

c. Obligación de centros públicos y privados a respetar la


elección de sexo de su alumnado, a dejarle usar las instalaciones que
desee y a vestir según el sexo que estime oportuno. La documentación
oficial del centro reflejará en todo momento el nombre “escogido”,
aunque no concuerde con el reflejado en el Registro Civil.

d. Las Universidades, sin excluir las privadas, tendrán que crear


por ley “servicios específicos” dotados de personal y recursos
económicos para garantizar el respecto ala comunidad LGTBI. También
se formará a todo el personal el alumnado en a “diversidad sexual” e
“identidad de género”.

Comentario jurídico:

En lo que respecta al primer punto que hemos entendido necesario


resaltar y en línea con el comentario realizado en el Capítulo III,
entendemos que la propuesta de introducir material LGTBI desde la
educación infantil – desde los 3 años-, supone una merma
considerable a la patria potestad y choca frontalmente con el
derecho de los padres a educar según su conciencia. Esta formación
propuesta puede ser vista no sólo como una educación en respeto al

  21  
diferente –algo contra lo que ningún jurista debería tener nada que
objetar- sino como una forma de incentivar ciertos modos de vida.
Los padres, pues, deben tener el derecho de que la “formación
integral” de sus niños se adecue a sus principios morales,
incluyendo los contenido escolares.

Los colegios concertados y privados verían mermados sus derechos


de forma grave al imponerse contenidos que pueden ir en contra de
sus valores. Esto se hace más grave, si cabe, cuando se tiene en
cuenta que los postulados en los que se fundamenta la Propuesta de
Ley –“autodeterminación del propio sexo”-, son puramente
ideológicos y sin base científica alguna.

La medida encaminada a tratar al alumnado según su “sexo sentido”,


como ya hemos tenido ocasión de estudiar en otro apartado de este
informe, supondría la desaparición de la seguridad jurídica y de la
publicidad de la que el Registro Civil es garante, pues se establecería así
la existencia de dos realidades jurídicas: la del Registro Civil, con
todas las garantías que se regulan por ley, y la de la voluntad de los
ciudadanos, cambiante y no sujeta a ninguna norma. Hacer que
categorías no objetivas se conviertan en base de aplicación jurídica
se nos antoja arbitrario y fuera de lugar en un Estado de Derecho, pues
abre la puerta a que los ciudadanos elijan las normativas a las que
quieren estar sujetos según conveniencia personal.

El apartado dedicado a la Universidad merece ser objeto de Estudio a la


luz, sobre todo, de la libertad de cátedra y la autonomía
universitaria. El estudio de la realidad LGTBI por parte del mundo
académico se nos antoja inocuo e incluso necesario. El problema que
encontramos, no obstante, reside en que por ley se establecen cuáles
son los resultados “posibles” a los que se puede llegar con el
método científico, puesto que el legislador pretende imponer la idea
de que el sexo es una cuestión de “autodeterminación”. Un
catedrático de universidad o cualquier docente, por ende, estaría
obligado a aceptar los postulados de esta Proposición de Ley e
incluirlos en sus respectivas materias sin poderlos someter al
estudio científico sosegado que pudiera determinar las causas que
provocan la disforia de género, la atracción por el mismo sexo u otros
sentimientos recogidos en esta Proposición de Ley o incluso sin poder
estudiar libremente cuáles son los mejores tratamientos para los
mencionados casos. La Unesco, en su recomendación sobre el Personal
Docente de 11 de noviembre de 1997 establece que “el personal
docente de la enseñanza superior tiene derecho al mantenimiento
de la libertad académica, es decir, la libertad de enseñar y debatir

  22  
sin verse limitado por doctrinas instituidas, la libertad de llevar a
cabo investigaciones y difundir y publicar los resultados de las mismas,
la libertad de expresar libremente su opinión sobre la institución o el
sistema en que trabaja, la libertad ante la censura institucional”. Esto
concuerda a la perfección con la libertad de cátedra que protege la
Constitución y por lo que entendemos que el imponer determinadas
ideologías o visiones científicas a la comunidad docente supone un
craso error que consideramos limita de forma inaceptable el
derecho del personal docente a buscar la verdad y enseñar de
acuerdo con esta búsqueda.

Capítulo VIII. Medidas en el ámbito laboral

Extracto:

Se suprime el “género” en toda la documentación relativa a las elecciones


sindicales y se considera que cualquier transexual está en riesgo de
exclusión social. Ligar incentivos fiscales a la condición subjetiva de la
“autodeterminación” de la identidad sexual podría dar lugar a un fraude
masivo en la contratación, pues cualquier ciudadano podría considerarse
“en riesgo de exclusión” sin ninguna prueba posible por parte del Estado
para acreditar dicha condición.

Resumen de medidas propuestas:

a. Supresión de la mención de “género” en toda la documentación


relativa a las elecciones sindicales.

b. Prevención de riesgos laborales específica para miembros del


colectivo LGTBI

c. Se considerará de forma automática que toda persona transexual


está en “riesgo de exclusión social”. Redacción de un Plan Integral para
la integración de este colectivo ala vida laboral, incluyendo beneficios
fiscales por su contratación.

Comentario jurídico:

Resulta complicado argumentar la necesidad de un plan específico de


riesgos laborales para el colectivo LGTB y a la vez sostener que lo único
determinante para ser parte del mismo es la “autodeterminación”. Las
diferencias legislativas deben basarse en hechos objetivos, por lo que
dejar al arbitrio del ciudadano el estar sujeto a una normativa – en
este caso sobre riesgos laborales- o no dependiendo de su decisión
personal resulta insostenible. Quizás pretenda ocultarse que los
sentimientos homosexuales o transexuales no se escogen y que,

  23  
efectivamente, estas personas requieren de una atención especial, algo
que no discutimos.

Todavía no hemos llegado a entender la necesidad de retirar la mención


“género” en la documentación relativa a las elección sindicales y las
consecuencias jurídicas que pretenden desprenderse de esta decisión.
Esto supondría la imposibilidad de imponer cuotas en este tipo de
procedimientos, si algún día se estiman necesarias.

Defendemos la necesidad de establecer controles objetivos para que la


legislación nacional pueda ser aplicada con igualdad y con criterios
básicos de justicia. Considerar que cualquier persona que se diga, en
un momento dado, transexual –sin acreditación médica posible-
pase a ser considerada “en riesgo de exclusión social” está fuera de
lugar, pues ésta condición dependerá de las circunstancias específicas
de la persona en cuestión. Asimismo, ligar la decisión del “sexo
sentido” fruto de la autodeterminación a incentivos fiscales para la
contratación podría dar lugar a un fraude masivo en la contratación
mermando así las arcas públicas, pues bastaría que un trabajador se
declarase transexual –sin tener que probarlo- para que el empresario
obtuviese incentivos fiscales.

Capítulo IX. Medidas en el ámbito de la infancia y la juventud

Extracto:

Se permite que los menores escojan una identidad y un nombre


diferentes a los recogidos en el Registro Civil y se obligue a formar a los
menores en la “diversidad sexual”, de nuevo. Hay que tratar este asunto
con delicadeza al tratarse de niños que dicen sentirse del sexo opuesto.
No puede pretenderse que éstos tengan la capacidad suficiente para
escoger tratamientos que pueden cambiar por completo su vida de
adultos.

Resumen de medidas propuestas:

A. Derecho de los menores a la autodeterminación y a utilizar el nombre


que hayan escogido.

B. Formación a los menores en la diversidad sexual (algo ya


mencionado varias veces en la norma propuesta).

Comentario jurídico:

El que la Constitución haya fijado la mayoría de edad en la que un


ciudadano puede ejercer sus derechos y cumplir sus obligaciones en los
dieciocho años cumplidos (Art. 12) no es baladí. Y es que los padres de

  24  
la Constitución entendieron que era de vital importancia incluir una
frontera objetiva en aras de la seguridad jurídica. No obstante, el
legislador entiende que hay que moldear esta decisión teniendo en
cuenta la madurez del menor de edad para tomar decisiones sobre su
persona siendo capaz de conocer sus consecuencias de sus actos. De
ahí que diversas leyes hayan optado por dotar al menor con capacidad
decisoria en casos muy restrictivos, como la posibilidad de trabajar
desde los 16 años (Art. 6 del Estatuto de los Trabajadores), de contraer
matrimonio para los menores emancipados (Art. 323 del Código Civil),
de ser escuchado a la hora de escoger un tratamiento determinado o
incluso decidir sin condiciones a partir de los 16 años (Art. 9.4 de la Ley
de Autonomía del Paciente, Ley 41/2002).

El asunto que queremos abordar ha de tratarse con mucha


delicadeza, pues estamos hablando de menores de edad –sin
concretarse la edad en la Proposición de Ley- que dicen sentirse del
sexo opuesto al biológico. Es necesario contar con la opinión de
expertos en la materia para comprender que en las edades tempranas
este sentimiento puede aparecer debido a varios factores pero que,
tras la pubertad, suele desaparecer sin dejar rastro alguno. El
introducir la opción de que cualquier menor tome una decisión
precipitada que pueda afectarle de por vida sin posibilidad de
marcha atrás, supone un verdadero atentado contra la dignidad de
estos menores, pues en muchas ocasiones no tendrán capacidad para
conocer el impacto que los bloqueadores hormonales, por ejemplo,
pueden tener en su desarrollo en la etapa adulta. Según el estudio
realizado en 2015 por el Journal of Adolescent Health, “un porcentaje
notablemente superior de pacientes adolescentes y jóvenes
transexuales sufrían problemas de salud mental en comparación
con los jóvenes cisgéneros (personas que se sienten bien con su sexo)”,
datos similares al estudio publicado en Plos One en el año 2011 en
Suecia, que llegó a la conclusión, después de estudiar 300 casos de
personas que se habían sometido a cambios de sexo, de que
“después del cambio de sexo, las personas con transexualismo
tienen riesgos notablemente más altos de mortalidad, conducta
suicida, patología psiquiátrica que el conjunto de la población” para
ahondar más y afirmar que “nuestros resultados indican que el cambio
de sexo, aunque alivia la disforia de género, puede ser un tratamiento
insuficiente para el transexualismo, y deberían llevar a mejorar la
atención psiquiátrica y médica”.

Somos conscientes de que la referencia hecha a sendos estudios sobre


la transexualidad no son estrictamente jurídicos, pero defendemos que
el legislador y los juristas deben beber de la ciencia para tomar

  25  
decisiones de tal trascendencia. Legislar haciendo que un menor
pueda tomar una decisión que pueda afectar su riesgo a
“desarrollar una conducta suicida”, prohibiendo los tratamientos
psicológicos o psiquiátricos a los transexuales –cuando parte de la
comunidad científica lo estima necesario- aun si el paciente lo
requiere, o entendiendo que la sexualidad es un elemento ligado a
la “autodeterminación” y no a la biología, supondría caminar a
pasos agigantados hacia un Estado dictatorial que se cree
legitimado para decidir en el Parlamento lo que debe creerse o
realizarse en el ámbito de la ciencia dando la espalda a la
comunidad científica. Sería asumir un papel que no le corresponde en
absoluto.

Capítulo X. Medidas en el ámbito del ocio, la cultura, la


educación en el tiempo libre y el deporte

Extracto:

La promoción de diversidad sexual en fiestas populares o actos


culturales, la creación de fondos bibliográficos LGTB en poblaciones de
más de 20.000 habitantes o la participación de las personas en
competiciones deportivas según su sexo sentido, son algunas de las
medidas propuestas en este Capítulo X. Con ésta medida se quiebra el
principio de igualdad pues la separación por sexos en competiciones
deportivas se debe a criterios objetivos – diferencias bilógicas- que tiene
como fin la creación de “igualdad” de condiciones. Dos equipo formados
por hombres que se sienten mujeres y otro exclusivamente por mujeres
no estarían en igualdad de condiciones.

Resumen de medidas propuestas:

a. Promocionar la diversidad sexual y diversas orientaciones en fiestas


populares y actos culturales o lúdicos de cualquier tipo.

b. Obligación de que los pueblos con más de 20.000 habitantes


dispongan de un fondo bibliográfico de temática LGTB que tendrá que
ser coordinado por el Centro Nacional de Memoria Histórica LGTB.

c. Evitar que se cometan actos de discriminación por razón de


orientación sexual, expresión o identidad de género.

d. Colocación de monumentos y nombramiento de calles con temática


LGTB.

e. Administraciones Públicas incentivarán que las personas puedan


participar en competiciones deportivas según su sexo sentido.

  26  
f. Se fomentará la diversidad de orientación sexual en las actividades de
ocio y tiempo libre de jóvenes y adolescentes.

Comentario jurídico:

Nos resulta alarmante que el Estado pretenda “promover” ciertas


actividades sexuales entre toda la población, sin distinción de edad,
a través de actividades culturales, monumentos y demás presencia
cultural. Entendemos que no es un papel que le corresponda, aunque
no ahondaremos más al tratarse de un asunto político más que jurídico,
aunque de vez en cuando se entrelacen.

Lo que si nos parece justo resaltar es la propuesta de que la


participación en competiciones deportivas dependa exclusivamente
del sexo sentido. Si bien se trataría de que las Administraciones
Públicas “incentivasen” esta medida, es por todos conocido que la
capacidad del Estado de “incentivar” puede ser tan poderosa –vía
impuestos- que en la práctica puede resultar una imposición en
toda regla. Aunque ya hemos tenido la oportunidad de comentar la
falta de seguridad jurídica que ello supondría, hemos de detenernos con
más detalle en esta ocasión, pues vulnera el principio de igualdad
constitucional y nos explicamos: la separación por sexos en las
competiciones deportivas tiene su raíz en la desigualdad que supondría
el enfrentar a ambos sexos a la vez por tener éstos condiciones
físicas diferentes por lo general. El aceptar que un equipo deportivo
formado por hombres biológicos que se sienten mujeres puedan jugar
contra un equipo formado por mujeres biológicas, supondría contrariar
el principio de igualdad que atentaría con los derechos de las
féminas, pues se verían obligadas a participar en una competición
donde no habría igualdad de condiciones. La separación de sexos
está justificada en la diferencias objetivas, no siendo el ”sexo
sentido” una diferencia de esta naturaleza que pueda quebrar el
principio de igualdad.

Capítulo XI. Del derecho de admisión

Extracto:

Reitera las condiciones en las que puede operar el derecho de admisión,


así como los principios generales de nulidad de los contratos o cláusulas
de los mismos.

Resumen de medidas propuestas:

  27  
a. Propone la prohibición de que el derecho de admisión opere –
exclusivamente- en los casos en que afecta a personas que forman
parte de los colectivos LGTBI, sin contemplar la situación concreta ni
el reciento cuyo acceso se pretende.

b. Reitera el contenido del artículo 1.300 del Código Civil en materia de


nulidad de disposiciones, cláusulas o actos de negocios jurídicos.

Comentario jurídico:

El derecho de admisión está, en todo caso, sujeto al artículo 14 de la


CE, de modo que cualquier establecimiento, celebración, evento o
similar habrá de observarlo. A su vez, estará contemplado en la
normativa específica que regule los espectáculos públicos y los locales
de ocio, así como las condiciones en que éstos puedan presentar sus
reservas oportunas.

Cabe apuntar que el derecho de admisión se fundamenta, del mismo


modo, en la adecuación de los asistentes a un lugar o espectáculo, de
modo que hacer una ampliación genérica al respecto resulta irrelevante,
pues habrá de estar al caso concreto.

En su artículo 61, concreta las causas de nulidad de los contratos o de


algunas de sus cláusulas, exclusivamente en el sector LGTB,
incurriendo en una innecesaria reiteración de los principios que el
Código Civil enuncia.

Capítulo XII. Centro Nacional de la Memoria Histórica LGTBI

Extracto:

Propone la creación de un Centro Nacional de Memoria Histórica LGTBI,


con una visión unilateral de los hechos, privando a la ciencia social del
oportuno y necesario debate en el análisis histórico.

Resumen de medidas propuestas:

a. Creación de un Centro Nacional de la Memoria Histórica LGTBI.


b. Impulso y fomento institucional de la visión unilateral de dicho
Centro.
c. Presencia de esta institución en las publicaciones del Ministerio
de cultura y en Festivales de cine.

Comentario jurídico:

  28  
El artículo 103.1 de la CE establece que “La Administración Pública sirve
con objetividad los intereses generales”.

Con la creación de este Centro, quedarían vulnerados tanto el principio


de objetivad (por tanto que el Centro plantea una visión de parte) como
el servicio al interés general (por cuanto se centraría en un interés de
colectivos particulares).

Capítulo XIII. Del asilo y otras medidas de cooperación


internacional

Extracto:

Contempla que las políticas de cooperación y en materia de derechos


humanos se cualifiquen en función de la orientación sexual, y establece
unas medidas específicas para estas personas. Sin embargo, no sólo no
exige pruebas de pertenencia a estos grupos, sino que prohíbe
expresamente que éstas se recaben.

Resumen de medidas propuestas:

a. Propone que se contemplen unos derechos humanos –que no


enuncia- para las personas LGTBI.

b. Circunscribe los principios informadores de la Ley 12/2009, de


30 de octubre, del Derecho de asilo, a los colectivos LGTBI,
incrementando las obligaciones y responsabilidades de los
responsables de su aplicación.

c. Desactiva sus propios objetivos, en tanto que refuerza las


garantías de los demandantes de asilo pertenecientes a los
colectivos LGTBI, pero, posteriormente, permite que cualquier
individuo se defina como miembro de los mismos, sin más prueba
que su propia declaración. (art. 64. 5, 6 y 7)

d. Fomenta la propia diferenciación y consecuente exclusión de los


demandantes de asilo LGTBI frente al resto. (art. 64.9)

e. Obliga al cambio de nombre del solicitante de asilo, debilitando


sensiblemente los controles en materia de seguridad y prevención
de actividades ilícitas y en materia de terrorismo.

f. Otorga preferencia en el acceso al sistema sanitario a los


miembros de los colectivos LGTBI frente al resto de solicitantes de
asilo.

  29  
Comentario jurídico:

Este Capítulo parece distinguir entre los derechos humanos de las


personas heterosexuales frente a los que conforman los colectivos
LGTBI. Sin embargo, nada dice respecto a las personas LGTBI que
puedan ver vulnerados sus derechos fundamentales por otros aspectos
(étnicos, religiosos, etc.), dejando un vacío legal y conceptual de difícil
relleno.

Circunscribir, pues, derechos universales a grupos sociales de frontera


difusa y, además, no delimitables por expresa imposición de esta
Proposición de Ley (en tanto que excluye cualquier prueba, más allá de
la declaración voluntaria del sujeto sobre su pertenencia a estos
colectivos) podría, o bien desactivar cualquier actuación, o bien tener
que aplicarla a la totalidad de las personas que así lo deseen, en una
quiebra absoluta del principio de seguridad jurídica que debe presidir
todo procedimiento de esta naturaleza.

Asimismo, crea grupos privilegiados de solicitantes de asilo frente a


otras personas en sus mismas condiciones, y dificulta sensiblemente la
identificación de sus miembros, con la consecuente merma en materia
de seguridad.

Capítulo XIV. Medios de comunicación

Extracto:

La Administración fomentará la difusión de los contenidos relacionados


con los postulados LGTBI en cualquier franja horaria y para cualquier
público. Los medios deberán adoptar las medidas lingüísticas y de
procedimiento que la Administración dictamine.

Resumen de medidas propuestas:

a. Puesta de los medios de comunicación al servicio de los


postulados de de determinados colectivos LGTBI (art. 65.1)

b. Exposición obligatoria de los menores de edad, en la


programación infantil, a lo que la Administración entienda como
adecuado en materia LGTBI (art. 65.4)

c. Incorporación obligatoria de las tesis LGTBI en los códigos


deontológicos de los medios de comunicación públicos y privados.

Comentario jurídico:

  30  
Al no definir lo que entiende por subvenciones o fondos públicos (entre
los que pueden comprenderse los percibidos en concepto de publicidad
institucional) este Capítulo deja expedita la vía a que la Administración
imponga a todos los medios de comunicación la observancia y el
patrocinio de la visión de los colectivos institucionalizados LGTBI,
vulnerando su autonomía y afectando directamente a su derecho básico
a “comunicar (…) libremente información veraz por cualquier medio de
difusión” (art. 20.1.d de la CE).

Podría, pues, entenderse que con este procedimiento de control, se


establecería una censura expresamente prohibida por el apartado
segundo del artículo 20 de la Carta Magna.

Afectaría, además, al “derecho que asiste a los padres para que sus hijos
reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus
propias convicciones” (artículo 27.3 de la CE), en tanto que impediría
elegir una programación televisiva o un consumo mediático acorde con
sus principios.

Capítulo XV. Orden público y privación de libertad

Extracto:

Los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se


formarán, obligatoriamente, en materia LGTBI, y se establecen medidas
de trato diferenciado para quienes formen parte de estos colectivos
frente al resto de penados.

Resumen de medidas propuestas:

a. Los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado se formarán,


obligatoriamente, en materia de LGTBIfobia.

b. Observar determinadas especificidades de los detenidos, presos y


penados que formen parte de los colectivos LGTBI.

c. Adaptación del lugar, las medidas y los procedimientos del


detenido a su identidad sentida.

Comentario jurídico:

La formación específica de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del


Estado en materia de LGTBIfobia supone una cualificación específica de
unos pretendidos delitos, sin que estos estén contemplados en un tipo
propio en el Código Penal. Al desligarlos del resto de hechos

  31  
constitutivos de delitos de odio, podría incurrirse, pues, en la
persecución de conductas, ciertamente, atípicas –y, por ello, no
punibles-. Entendemos, pues, que no puede distinguirse entre un hecho
y otro subsumibles en los mismo tipos, por el peligro que conllevaría
sancionar de modo distinto actos iguales.

En cuanto a aquellos aspectos en materia de detención, internamiento y


privación de libertad, es la Ley Orgánica 1/1979, de 26 de septiembre,
General Penitenciaria, la única competente para establecer las
condiciones de estos individuos, sin que una ley ordinaria pueda
modificar, adulterar o condicionar su articulado.

Establece, además, unas medidas que permitirían a individuos con


caracteres sexuales masculinos, permanecer ingresados en prisiones de
mujeres, o a que éstos fuesen tratados por agentes mujeres, obviando
cualquier criterio de seguridad y eficacia en la actuación policial.

Capítulo XVI. De las Fuerzas Armadas

Extracto:

Se contemplan determinadas condiciones de preceptiva observancia por


las Fuerzas Armadas, como la formación obligatoria en materia de
orientación sexual e identidad de género, así como el trato diferenciado a
sus miembros con estas características.

Resumen de medidas propuestas:

a. Establece la obligatoriedad de incluir la orientación sexual y la


identidad de género dentro de los planes de formación de las
Fuerzas Armadas, y a la realización de labores de “sensibilización”
sobre esta materia.

b. Obliga a que se garantice el tratamiento médico y hormonal –


incluida la cirugía de cambio de sexo- a sus miembros.

Comentario jurídico:

Este Capítulo reitera los principios de no discriminación y el respeto a


la intimidad, que han de presidir todas las actuaciones del Estado, si
bien las focaliza exclusivamente en el ámbito concreto de las personas
comprendidas en el ámbito LGTBI.

Al tiempo, incluye determinadas obligaciones relacionadas directamente


con una cualidad directa y fundamental para la participación y

  32  
mantenimiento dentro de las Fuerzas Armadas, cual es el estado físico y
psicológico de sus miembros, que en todo caso estará sometido a lo que
disponga la Ley Orgánica 9/2011, de 27 de julio, de derechos y deberes
de los miembros de las Fuerzas Armadas, y al bien jurídico que han de
proteger, como es la defensa y seguridad nacional.

Capítulo XVII. De las Administraciones Públicas

Extracto:

La documentación administrativa se adecuará a la diversidad sexual y,


los nombramientos de los empleados públicos se harán según género
manifestado. Se formará a los trabajadores públicos en la
“sensibilización” LGTBI. Los demandados en procedimientos en materia
de diversidad sexual serán considerados culpables mientras no
demuestren lo contrario, y se aconseja la solicitud de informes periciales
de parte.

Resumen de medidas propuestas:

a. La documentación administrativa se adaptará a la diversidad


sexual, y el nombramiento de cada persona se hará según su
identidad manifestada.

b. Se garantiza la confidencialidad de la orientación sexual y la


identidad de género, y se tratarán como datos especialmente
protegidos.

c. Los empleados públicos serán obligatoriamente formados en la


“sensibilización”. (art. 70)

d. Propone que el hecho LGTB sea valorado como un mérito en


materia de contratación con las Administraciones y en la
percepción de subvenciones.

e. La Administración deberá confeccionar informes de evaluación


sobre el impacto de todas las disposiciones en materia de
orientación sexual e identidad de género.

f. La parte demandada en procedimientos por razón de


discriminación por orientación sexual o identidad de género
deberá demostrar su inocencia, invirtiendo la carga
probatoria. (art.74)

g. Se solicitará por los órganos decisorios informes de parte.

  33  
Comentario jurídico:

La Propuesta de Ley no termina de decantarse por la publicidad o


confidencialidad de los datos afectivo sexuales. Por un lado, propone el
nombramiento de los empleados públicos según su identidad elegida, y
la adaptación de la documentación administrativa a la diversidad
sexual existente (sin especificar cuántas opciones habrían de ser
contempladas) mientras que por otro pretende darle a estos datos un
carácter de relevante confidencialidad.

Realmente, si se optase por la vía de que cada administrado debe


rellenar los formularios administrativos declarando sobre su propia
afectividad sexual y, en tanto que esto trasciende la materia científica y
médica, y se convierte en ideología, estaríamos ante vulneración del
artículo 16. 2 de la CE, que enuncia que “nadie podrá ser obligado a
declarar sobre su ideología, religión o creencias”.

Sin embargo, de no hacerlo obligatorio (o de no contemplar todas las


inclinaciones y afectividades sexuales existentes en el mundo),
estaríamos ante una actuación administrativa desigual y dispar según
unos y otros ciudadanos, licuando así la seguridad jurídica, y el
principio de igualdad, entre otros.

A la postre, queda en evidencia que la ausencia de elementos


objetivos y/u objetivables genera una problemática de difícil
solución y, aun peor, muy complicado encaje en el Estado de
Derecho.

En materia de contratación y subvenciones, otorga preeminencia a


los miembros de los colectivos LGTBI, contraviniendo abiertamente
los principios que deben presidir esta potestad administrativa,
enunciado en la Ley 30/2007, de 30 de octubre, de Contratos del Sector
Público, que garantiza la libertad de acceso a las licitaciones, la
publicidad, la transparencia de los procedimientos, la no discriminación
e igualdad de trato entre los candidatos, y la eficiencia de los fondos, la
libre competencia y la selección de la oferta económicamente más
ventajosa. El propio Tribunal Constitucional ha reforzado, con su
jurisprudencia, la idea de que en materia básica de contratación
administrativa, se ha de garantizar la publicidad, igualdad, libre
concurrencia y seguridad jurídica.

En este caso, una alusión genérica a la adopción de medidas “tendentes


a lograr la igualdad de oportunidades” podría, en su caso, dilapidar lo
que la Ley y la jurisprudencia han consagrado.

  34  
Igualmente, proponen que sea la parte demandada en los
procedimientos relacionados con la discriminación por razón de
diversidad sexual o identidad de género la que demuestre su inocencia.
En virtud de este precepto, queda derogado uno de los principios más
básicos y fundamentales de un Estado de Derecho, cual es la
presunción de inocencia (consagrado en el artículo 24 de nuestra
Constitución), obligando a un demandado a demostrar que no es
responsable de los hechos que se le imputan.

Con disposiciones como esta, nuestro Ordenamiento Jurídico se pone


en jaque, y se dilapidan los pilares donde se fundamenta el Estado
Constitucional. Es por ello que en el mismo artículo 74 de la
proposición de Ley, y conocedores de su inconstitucionalidad, eliminan
este aspectos una vez se esté incurso en un procedimiento penal.
Olvidan, sin embargo, que las garantías constitucionales se extienden a
toda la actuación administrativa y judicial, sin que pueda obviarse en
ningún momento procesal o fase de cualquier procedimiento.

Asimismo, se propone que se tenga como pericial en esta materia los


informes o dictámenes de los organismos competentes en materia de
igualdad. Siendo, pues, estos, de configuración política, se desvirtúa la
necesaria profesionalidad y objetividad que debe presentar cualquier
pericial, máxime si es solicitada por el órgano decisor, derogando en la
práctica los artículos 456 y siguientes del Código Penal.

Capítulo XVIII. De las trasidentidades e intersexualidad

Extracto:

La Ley propone la autodeterminación de la identidad de género como un


derecho absolutamente ajeno al reconocimiento legal del mismo o a la
exposición de una eventual documentación médica o psicológica. En ese
sentido, propone la eliminación de todas las referencias a la
identificación anterior a la nueva asignación del individuo, incluidas las
de los residentes en España.

Resumen de medidas propuestas:

a. Se reconoce el derecho a la autodeterminación de la identidad de


género, que se hace depender del sentimiento, no del
reconocimiento legal (art. 76 y 77)

b. Se establecen beneficios para las personas transexuales en


materia laboral, ocupacional y de acceso a la vivienda, entre
otros.

  35  
c. La Administración deberá emprender campañas de sensibilización
a favor de este colectivo.

d. La Administración (en concreto, los empleados públicos) se


dirigirán al usuario según la identidad de éste, y no según conste
en los oportunos registros.

e. Los documentos acreditativos de la personalidad se expedirán


según la voluntad del usuario –incluso si éste es menor de edad-.

f. Se establece un procedimiento de acreditación de la personalidad


que prohíbe la solicitud por la Administración de documentación
médica o psicológica.

g. Obliga a la eliminación de toda referencia anterior de la persona.

h. También los residentes pueden solicitar, al llegar a España, la


adecuación de sus datos según sus intereses.

Comentario jurídico:

Se reconoce el derecho a la autodeterminación de la identidad de


género, si bien no exige para ello el reconocimiento legal oportuno. Así,
se podrían multiplicar las situaciones de usurpación o suplantación
de la personalidad, fruto de la situación objetiva de inseguridad
jurídica creada, dando base suficiente para la comisión de delitos
como el fraude, la estafa, el descubrimiento y la revelación de
secretos y otros.

La propia ley entiende la inconveniencia práctica de este procedimiento,


en tanto que para trámites en los que la personalidad debe ser
fehacientemente acreditada, reconoce que constarán los datos oficiales.
Del mismo modo lo contempla para los casos en los que sea preciso
aludir al historial médico dónde, libre de toda intoxicación ideológica,
no puede sino rendirse a la evidencia de que los usuarios sólo pueden
ser hombres o mujeres.

Este procedimiento de libre elección de identidad, además de la


meritada inseguridad podría permitir, en su caso, que fuesen recogidos
sobrenombres, apodos y otros vocativos de dudoso encaje según el
Reglamento del Registro Civil, y la Circular de 2 de junio de 1981 de la
Dirección General de los Registros y del Notariado.

La eliminación de toda referencia a su propia historia que propone la


Ley, da lugar a una situación de imposible solución en distintas

  36  
materias sensibles, como la acreditación del nivel de estudios, de la
carrera profesional o, incluso, de antecedentes penales. Más
controvertido sería, aún, cuando los extranjeros que soliciten la
residencia legal en España pueda, por su simple voluntad, cambiar
todos sus datos en cuanto a su identidad, lo que ampararía el
encubrimiento de un sinfín de delitos en materia internacional. De ser
así, España podría incumplir seriamente los requisitos exigidos para la
cooperación internacional en materia de seguridad.

Capítulo XIX. Régimen de infracciones y sanciones

Extracto:

Este Capítulo erige a la pretendida Agencia Estatal contra la


discriminación por orientación sexual en un órgano con capacidad para
incoar, instruir y resolver expedientes administrativos del régimen
sancionador, y le otorga la posibilidad de adoptar unas medidas
provisionales que incluyen la suspensión de actividades, el embargo de
bienes, la intervención de ingresos o la prohibición de actividades sin que
medie, en ningún momento, intervención judicial. Asimismo, enumera
las infracciones –catalogadas entre leves, graves y muy graves- de modo
tan amplio que quedan bajo la exclusiva interpretación parcial del órgano
decisorio. Entre ellas, aparece como una infracción muy grave la libre
decisión de cualquier individuo de decidir sobre las terapias a las que
desee someterse, y el libre desarrollo profesional de los sanitarios.

Resumen de medidas propuestas:

a. Se entienden como infracciones administrativas a estos efectos


aquella discriminación que tenga lugar en el ámbito del trabajo
con motivo de la orientación sexual o la identidad de género (art.
87).

b. La vía administrativa se inhibirá frente a la jurisdicción penal en


caso de apreciarse ilícito penal.

c. Determina que el órgano competente para la instrucción de estas


sanciones será la Agencia Estatal contra la discriminación por
orientación sexual e identidad de género (art. 91) según un
Reglamento que será elaborado por las propias entidades LGTBI
(art. 92).

d. Establece la adopción de medidas provisionales por parte del


propio órgano decisor, que afectan, sin intervención judicial,
a derechos fundamentales.

  37  
e. Enumera las infracciones, y las categoriza como leves, graves o
muy graves, así como las sanciones que llevarían aparejadas.

Comentario jurídico:

Las sanciones administrativas propuestas serán incoadas, instruidas y


resueltas por la pretendida Agencia Estatal contra la discriminación por
orientación sexual, cuya composición, según el mismo texto, estará
compuesta por representantes de las asociaciones LGTBI.

En ese caso, y habida cuenta de la parcialidad de esta Agencia, nos


encontraríamos ante una vulneración del artículo 24 de la CE –derecho
a juez imparcial- que supondría, de facto, la nulidad de todos los
procedimientos conocidos por dicho organismo.

Asimismo, otorga capacidad a ese mismo organismo de establecer unas


medidas provisionales, sin supervisión ni mediación del Poder Judicial,
que conculcan gravemente derechos recogidos en la Carta Magna, como
la libertad de empresa (artículo 38), de expresión (artículo 20 CE), o a la
propiedad privada (artículo 33), entre otros.

El margen de discrecionalidad que se observa en estas medidas


provisionales excede los límites de la potestad administrativa, en
cualquier materia, incluida la sancionadora.

En cuanto a la a catalogación que hace de las sanciones, genérica y


abstracta, contempla, entre las graves, la reincidencia, obviando que
ésta viene contemplada en el Código de Derecho penal (artículo 22) no
como un tipo independiente, sino como una circunstancia agravante
que precisa que “el culpable haya sido condenado ejecutoriamente por un
delito comprendido en el mismo título de este Código, siempre que sea de
la misma naturaleza. A los efectos de este número no se computarán los
antecedentes penales cancelados o que debieran serlo, ni los que
correspondan a delitos leves. Las condenas firmes de jueces o tribunales
impuestas en otros Estados de la Unión Europea producirán los efectos de
reincidencia salvo que el antecedente penal haya sido cancelado o
pudiera serlo con arreglo al Derecho español.” (artículo 94.3 a,b,c)

Asimismo, pretende complementar vía ley ordinaria una ley orgánica


(Código Penal), cualificando los artículos 511 y 512 (art. 94.3 g,h), y
dibuja estipulaciones tan abiertas que, de facto, implicarían sancionar
cualquier acto con el que el órgano instructor estuviese en
desacuerdo (art. 94.3 l).

  38  
En esa línea, el apartado n) del artículo 94.3 vulnera gravemente el
artículo 27.3 de la Constitución (“Los poderes públicos garantizan el
derecho que asiste a los padres para que sus hijos reciban la formación
religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones”), y el
q) se entromete ilegítimamente en la acción de los profesionales de
la salud.

Entre las infracciones muy graves del artículo 94.4, su apartado b)


cercena la libertad de empresa del artículo 38 de la CE, y el c) no sólo
atenta directamente contra el derecho al libre desarrollo de la
persona del artículo 10 de la CE sino, al mismo tiempo, la
promoción debida de la Ciencia –sin imposiciones ideológicas- del
artículo 44 CE, al libre desarrollo de los profesionales en su
actividad laboral del artículo 35 y a la propia libertad de expresión
de los mismos, subsumible en el artículo 20 del texto
constitucional.

Incluye entre las infracciones muy graves las convocatorias de actos


públicos que, según la apreciación subjetiva de un órgano de criterio
parcial, fomenten directa o indirectamente, según su criterio, la
discriminación, lo que, en la práctica, implicaría el cese de cualquier
acto no acorde a sus principios ideológicos. EL artículo 20 de la CE
queda, así, automáticamente desactivado.

Las sanciones propuestas de índole económico son considerablemente


desproporcionadas; y las contempladas en el artículo 96.4, además de
su desproporción, en tanto no medie sentencia judicial, su imposición
sería absolutamente ilegal y recurrible ante cualquier Juzgado de lo
Contencioso a través del Procedimiento Especial para la protección de
derechos fundamentales.

  39  
CONCLUSIONES

Problemática Básica de la Proposición de Ley

-Permanente alusión a conceptos jurídicos indeterminados y no


objetivables. No se puede legislar, por mayor que sea el empeño, sobre
el “sentimiento”, en tanto que éste es volátil, móvil, caduco y mutable.
Son necesarias realidades objetivas, sobre las que establecer criterios
claros y precisos. La propia Proposición de Ley define la “identidad de
género” como una vivencia “interna e individual”, conceptos que no
encajan con la redacción normativa o legislativa. Por otra parte, es
evidente que la realidad afectivo-sexual no se agota con lo expuesto en
esta Ley. Existen filias y tendencias que no son contempladas, porque,
a fuer de ser sinceros, no sería posible abarcarlas jamás.

-Dotar de representatividad a los colectivos LGTBI implica una clara


discriminación frente a las personas que, por sus circunstancias
afectivas, podrían incluirse entre ellos, pero difieren radicalmente de los
postulados defendidos por los mismos. Especialmente grave,
jurídicamente, es dotarlos de unas potestades administrativas (como la
sancionadora) que no corresponden a grupos de estas características.
Estas capacidades de la Administración (derivadas del Poder ejecutivo
que, a su vez, dimana del sufragio universal y directo de la Nación en su
conjunto), a su vez, están sometidas a la posible nulidad de los actos,
para todos aquellos casos en que estén dictados por órganos
manifiestamente incompetentes (art. 47 Ley 39/2015)

-Presenta, en su generalidad, un texto ampliamente reiterativo, con


referencias permanentes a principios generales, a procedimientos ya
establecidos, a derechos ya reconocidos, pero cualificándolos
exclusivamente a los efectos de la diversidad sexual. En ese sentido, o
bien se pueden entender los demás como faltos de desarrollo normativo,
o bien estos como supranormativizados.

-Una Ley que pretende agotar toda la casuística siempre será una
“mala Ley”. Es por ello que convendría que imperase la sensatez y la
humildad, y reconocer que un derecho como el de no ser discriminado
por razón alguna no está enunciado para ser recogido en un texto
legislativo, sino para que impregne toda la legislación.

-Tanto en materia de función pública, como en el acceso a la misma, se


ven comprometidos los principios de méritos y capacidad que
deberían presidirla siempre y en todo caso (artículo 103 CE).

  40  
-Nos parece especialmente grave el ataque a los menores de edad,
dejando a su arbitrio decisiones que puede tener un grave impacto en
su vida de adulto sin tener el cuenta la madurez, o la falta de ella, de
los mismos. Ligado está este comentario con la degradación de la patria
potestad al impedir que unos padres puedan rechazar tratamientos
para sus hijos de edades tempranas –desde la pubertad, esto es, desde
los 10 años en algunos casos-.

  41  

También podría gustarte