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Variabilidad en los patrones de asentamiento

en la cuenca de Sayula, Jalisco.


Estudio arqueológico de la evolución en los usos del
espacio rural
Francisco Valdez*

El estudio arqueológico pretende evidenciar y com- misma intensidad que en la cuenca de México. Por
prender los modos de vida de las sociedades pre- otro lado, sus características son muy distintas a las
téritas. Desde hace ya algunas décadas, la tendencia que son comunes en el resto de Mesoamérica (entre
es realizar trabajos sistemáticos con un enfoque re- otras se destacan grandes concentraciones de pobla-
gional. Sin limitarse al área de un sitio específico, ción, conjuntos habitacionales ligados a centros ad-
se selecciona una región de acuerdo a criterios geo- ministrativos con arquitectura monumental).
gráficos o culturales y se le toma como universo de Tradicionalmente, se ha tomado la evidencia arqueo-
estudio. El análisis regional identifica las diversas lógica de superficie como sugerente de un modo de
características preponderantes y busca las huellas de vida aldeano, sin una marcada dependencia estruc-
la actividad social allí desarrollada a través del tiem- tural hacia centros administrativos mayores. Sin em-
po. La información obtenida permite reconocer y bargo, los trabajos de reconocimiento intensivo
proponer modelos hipotéticos de estructuración in- realizados por Phil Weigand han puesto en evidencia
terna para comprender la dinámica y la interrelación formas arquitectónicas particulares a Occidente
de todos los componentes (Binford 1964). ("huachimontones") que sugieren un patrón "urba-
El enfoque regional cobra importancia para abor- no" con características sui generis (Weigand 1974,
dar el estudio de las sociedades prehispánicas del 1976, 1980 Y 1985).
Occidente de México, cuya arqueología sigue siendo El fenómeno urbano en Occidente debe ser replan-
aún muy poco conocida. Desde que Paul Kirchhoff teado en términos de las evidencias físicas situadas
definiera (1943) la noción de Mesoamérica, escasos dentro de un contexto amplio, dejando de lado las
son los trabajos sobre el pasado cultural de los pue- características definidas para la Mesoamérica nu-
blos indígenas de esta subárea. Como consecuencia clear. Antes de catalogar los fenómenos hay que co-
de la falta de investigación se ha pretendido calificar nocer las condiciones específicas de esta subárea;
a Occidente como un área marginal al fenómeno so- sólo entonces se podrá evaluar la validez de los es-
cio-cultural mesoamericano (Schündube 1990) y por quemas. Quizás el problema de fondo que se plantea
ende, excluirlo del mundo indígena civilizado. Una es ¿hubo O" no realmente sociedades complejas en
de las características regionales que ha contribuido Occidente? y si las hubo ¿desde cuándo aparecen?
a diferenciar a Occidente del resto de Mesoamérica y ¿cuáles son sus modalidades de complejidad?
es el carácter marcadamente rural de la mayoría de En apariencia, fue durante la llamada "época de
los asentamientos prehispánicos identificados. Apa- Tumbas de tiro" (800 a.C. - 400 d.C.) cuando surgen
rentemente, el fenómeno urbano no se dio con la
las primeras jefaturas en la región, a partir de un
reordenamiento social aún no definido. Desde aquel
momento, los. pueblos de Occidente adquieren una
• ORSTOM
personalidad que los singulariza del resto de

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Mesoamérica, Desgraciadamente, no se conocen las sobre el poblamiento. las diversas ocupaciones y so-
causas ni los mecanismos efectivos que impulsaron bre todo, de los procesos de cambio socio-cultural
el surgimiento temprano de estas sociedades com- habidos a a través del tiempo. Para ello se ha tomado
plejas. La cultura material y las costumbres fune- a la cuenca de la laguna somera de Sayula como un
rarias que se atestiguan en esta época denotan -a universo de estudio no arbitrario." El enfoque regio-
través de una homogeneidad relativa- los fuertes nal propuesto tiene una perspectiva, sincr6nica y
lazos ideol6gicos que unieron a las jefaturas regio- diacr6nica pues a más de buscar la secuencia de los
nales hacia el primer milenio antes de la era cris- distintos grupos humanos, se pretende establecer y
tiana. . analizar la interrelaci6n del hombre con el medio fí-
Si se toman en cuenta los esquemas propuestos sico. Al estudiar la estructuraci6n del espacio y las
por Steward (1949) y Wittfogel (1955), comentados transformaciones generadas por el hombre. se busca
y ampliados para Mesoamérica por Palerm (1990: identificar las estrategias adaptativas que permitie-
31-55 y 444-487), una de las causas determinantes ron la explotaci6n de los recursos presentes en la
del surgimiento de sociedades complejas sería el de- regi6n. Parece evidente que debe existir una inte-
sarrollo de técnicas agrícolas especializadas, como racci6n entre la utilizaci6n adecuada del medio y los
sistemas de regadío o drenaje. Si bien es cierto que procesos sociales que caracterizan a los pueblos.
a primera vista, las obras hidráulicas no son una ca- El análisis regional propuesto se inici6 en octubre
racterística notable del registro arqueol6gico de Oc- de 1990 con una metodología de trabajo que se pue-
cidente, muy poco se ha hecho para evidenciarlas de sintetizar en dos puntos:
de manera sistemática. Observaciones detenidas en
algunas zonas han demostrado el antiguo uso de un 1) RECONOCIMIENTO ARQUEOLOGICO y prospecci6n
sistema de cultivo chinampero en el valle del Mag- sistemática de la cuenca, con un énfasis en el es-
dalena (Weigand 1993). tudio del medio ambiente presente y pasado. Este
La falta de estudios sistemáticos ha hecho pensar estudio analiza varios tipos de datos proporcionados
que las técnicas agrícolas de grandes rendimientos no por la fotografía aérea, las imágenes del satélite
fueron la regla en la mayor parte de Occidente. El pa- SPOT y naturalmente, por el reconocimiento físico de
tr6n de asentamiento, que se puede evidenciar en dis- los distintos sectores de la cuenca. En la evaluaci6n
tintas regiones. sugiere una serie de pequenas aldeas y reconstrucci6n del medio. ambiente pasado y pre-
agrícolas dispersas a través de todos los nichos eco- sente interviene, en primera instancia, el levanta-
lógicos presentes. Aparentemente, en cada caso, su ca- miento de inventarios de vegetación y de recursos
pacidad de carga permite asegurar su propia naturales disponibles, para luego intentar establecer
subsistencia y generar una cantidad limitada de exce- curvas polínicas de referencia para estudios paleo-
dentes para el intercambio con productos escasos o palinol6gicos.
complementarios de otros medios. Como primera ge- Este trabajo involucra, sobre todo, el análisis es-
neralizaci6n, esta apreciaci6n pudo resultar satisfacto- pacial de la cuenca permitiendo poner en evidencia
ria; sin embargo es ya hora de comprobar este supuesto las asociaciones entre las estructuras arqueol6gicas
analizando las especificidades de una regi6n. y el medio físico en el que se hallan inmersos. En
el estudio se resaltan las relaciones latentes que
existen entre los distintos sectores de la región. Un
resultado de este proceso es la selecci6n de los sitios
Proyecto Arqueólogico Cuenca de Sayula más representativos, de diferentes problemáticas
anotadas, para la realizaci6n de excavaciones siste-
Con miras a recabar informaci6n sobre estos fen6- máticas.
menos, se ha planteado el Proyecto Arqueol6gico
Cuenca de Sayula.' Este pretende estudiar una re- 2) LA EXCA VACION ARQUEOLOGICA es el proceso de
gi6n de manera sistemática para obtener evidencias obtenci6n de vestigios contextuales y evidencias
de la actividad social pasada. La lectura horizontal
1 El Proyecto Arqueológico Cuenca de Sayula es realizado por
un equipo de investigadores de tres instituciones: el Laboratorio 2 Se trata de una unidad geográfica bien definida y en apariencia
de Antropología de la Universidad de Guadalajara, el Instituto dotada de una identidad cultural prehispánica. Esta fue identi-
Francés de Investigación Científica en Cooperación (ORSTOM) y ficada por Isabel KeIly y calificada como una de las nueve
el Instituto Nacional de Antropología e Historia (IN AH). provincias cerámicas de Occidente (Kel1y 1948: 63).

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Patrones de asentamiento en la cuenca de Sayula

de los pisos de ocupaciones sucesivas, favorece el


análisis estructural de las evidencias y permite re-
conocer la organización de un sitio. Con la exca-
vación se vinculan los objetos, según su naturaleza,
de acuerdo a su posición en la estructura. La com-
binación de estos resultados permite encontrar la or-
ganización del espacio y hacer un cuadro de las
actividades realizadas dentro de un hábitat. A partir
de estas evidencias, se busca identificar las activi-
dades pasadas, midiendo el grado de desarrollo tec-
nológico empleado en la relación hombre I medio
ambiente, para así poder caracterizar etnográfica-
mente a un pueblo y definir su modo de vida. La
comparación arqueológica de los diversos pueblos
identificados, o de los distintos momentos históricos
de un pueblo, deberá permitir el reconocimiento de
los procesos que generan el cambio socio-cultural.

El marco geográfico

La región de estudio se encuentra en la parte media


del estado de Jalisco, aproximadamente a unos se-
tenta kilómetros al sur de Guadalajara (véase mapa).
Es una cuenca endorreica, limitada al este y al oeste
por dos cadenas montañosas. La sierra del Tigre li-
mita por el norte, este y sur; separando la región
de la cuenca de Chapala. La sierra de Tapalpa, limita
1·---.·:·: ,:·1 Sitios preclásicos - - Sitios postclósicos
su lado oeste y separa hacia el noroeste de la cuenca
de Zacoalco-San Marcos. El lecho de la laguna de Evolución del parrón de asentamien-
to prehispánico en la cuenca de Sa-
Sayula reposa a 1 350 metros sobre el nivel del mar,
yula, Jalisco.
mientras que las elevaciones más altas de ambas sie-
rras oscilan entre los 2400 Y2500 m snm. La cuen-
ca se conforma de las estribaciones de las sierras
y el vasto lecho lacustre. En la laguna, el espejo la calificación de suelos fértiles es la presencia de
de agua conserva un nivel estable durante todo el múltiples vertientes a todo lo largo del sector oriental
año, sólo en el extremo sur de la cuenca. En cambio, bajo de la cuenca; donde la saturación constante de
el resto del lecho sufre una desecación total durante los estratos superficiales mantiene diluida o en sus-
la época de secas (noviembre a junio). Durante el pensión la carga salitrosa que reside en los suelos.
estiaje quedan expuestas amplias zonas del fondo la-
custre en las que afloran minerales que sólo favo-
recen el crecimiento de escasas especies halófilas.
Obviamente, este fenómeno cíclico impide casi to-
Discusión de los primeros resultados de la
dos los cultivos en las orillas del lago y en general prospección regional
sobre el extremo norte del lecho. Por el contrario,
las zonas agrícolas más favorecidas se hallan en la El recorrido sistemático de la parte baja de la cuenca
mitad sur del lago, así como sobre las primeras te- ha producido más de 50 sitios con acumulaciones
rrazas lacustres, ricas en suelos orgánicos. Las la- significativas de vestigios, a más de muchos otros
deras de las dos sierras tienen una capa vegetal sitios con vestigios dispersos. Estos, probablemente,
delgada que tradicionalmente sostiene cultivos de reflejan el patrón de asentamiento generalizado, así
tipo coamil. Sin embargo, el factor determinante en como áreas específicas de cierta actividad y tránsito.

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Para comprender mejor los datos obtenidos del vienen, hasta hoy, para aprovechar el amplio refugio
análisis regional y a falta de fechas absolutas de 14C, natural que constituye el lecho del lago. De igual
se tratarán metodológicamente las evidencias dentro manera, diversas variedades de peces y pequeños
del marco cronológico que se utiliza tradicionalmen- mariscos aparecen estacionalmente en las aguas so-
te en la arqueología mexicana. La sucesión de tres meras. Este recurso, muy disminuido en la actuali-
periodos culturales -Preclásico, Clásico y Postclá- dad, se sigue explotando de manera artesanal. Por
sico-- coincide, a grandes rasgos, con los cambios último, pequeños mamíferos bajan temporalmente
o las transformaciones detectadas en el registro ar- hacia las orillas del lago buscando satisfacer sus neo
queológico de la región. Sin embargo, se utilizan es- cesidades de sal, ingiriendo plantas halófilas y be-
tas referencias amplias únicamente en su dimensión biendo en las aguas ligeramente salobres. Estos
temporal, sin tomar en cuenta los contenidos cultu- recursos fueron aparentemente muy explotados por
rales que se les otorgó para definir la secuencia cro- el hombre desde la época de su más temprana apa-
nológica del área mesoamericana. rición en el área (Lorenzo 1964).
Así, los sitios encontrados se asocian (por el con-
tenido de su evidencia cerámica) a las tres fases de- 2) AGRICULTURA INTENSIVA EN: a) el extremo sur del
finidas por Isabel Kelly para la región de Sayula lecho del lago; b) las primeras terrazas lacustres; e)
(manuscrito s.f.).' La secuencia tentativa se inicia faldas inclinadas de los cerros. En las laderas es-
con evidencias claras de la llamada época de Tum- carpadas de ambas sierras se practicó una agricultura
bas de tiro (Preclásico e inicios del Clásico). Para de subsistencia caracterizada por rendimientos me-
esta época se han identificado rasgos de los com- diocres. En ocasiones, la gradiente obligó inclusive
plejos cerámicos Verdía y Los Ortices, este último a terracear amplias zonas de terrenos fuertemente in-
clinados. Se han constatado igualmente posibles tra-
de Colima (Kelly 1945, 1949). Del periodo Clásico
bajos antiguos de irrigación en las zonas próximas
se tienen evidencias bien localizadas que se asocian
a fuentes de agua permanentes, tanto en los escarpes
al complejo Sayula. Mientras que la gran mayoría
de las sierras, como en la parte baja de la cuenca,
de los vestigios vistos en superficie, pertenecen al donde la irrigación constante del terreno contribuye
complejo Amacueca del periodo Postclásico (Tem- a desalar los suelos y a mejorar los rendimientos.
prano y Tardío). De la época inmediatamente ante- El aprovechamiento del recursos hídrico parece sin
rior a la conquista española, se han encontrado embargo no haber involucrado trabajos de orden mo-
claras evidencias de la presencia tarasca en la parte numental.
nororiental de la cuenca. Estas aparecen mezcladas
con materiales de la fase Amacueca y sugieren una 3) EXPLOTACIONES DE LOS RECURSOS MINERALES PRE-
cohabitación de pueblos locales con gentes origina- SENTES; siendo en toda apariencia, la industria de
rias del actual estado de Michoacán. la sal una actividad practicada en gran escala desde
antes de la primera mitad de la era cristiana. Es
La prospección efectuada en la casi totalidad de igualmente evidente que a niveles más o menos or-
la cuenca ha permitido identificar tres tipos básicos ganizados, se buscaron y extrajeron distintos tipos
de actividades productivas pasadas: de rocas culturalmente apreciadas por su valor sim-
bólico o funcional (en esta categoría habrá que in-
1) EXPLOTACION DE LOS RECURSOS BIOTICOS, que de cluir ocres, cinabrios y otros tipos de pigmentos
manera intermitente se hacen presentes en el vaso minerales corrientemente utilizados en la actividad
de la cuenca. Grandes bandas de aves migratorias alfarera). Hacia el siglo IX después de Cristo, es
probable que se haya comenzado a buscar y a ex-
3 Los primeros estudios sistemáticos en la regi6n de Sayula fue-
plotar minas de cobre (y quizá otros metales...) en
ron realizados por Isabel Kelly, quien lIev6 a cabo un detenido las serranías occidentales de la cuenca.
reconocimiento del área entre 1940 y 1941. Del estudio de ma- Los patrones de asentamiento que se han identi-
teriales de superficie, defini6 tres complejos cerámicos que ficado reflejan una adaptación especializada que per-
atribuy6 a tres fases de ocupación. Kelly los denominé, como Ver-
día. Sayula y Amacueca; siendo la fase Verdía la más temprana
mitió el aprovechamiento del conjunto de estos
y Amacueca la más tardía. Sintetiz6 sus trabajos en el manuscrito recursos a través del tiempo. Las evidencias de asen-
intitulado"A surface survey of the Sayula-Zacoalco basins of Ja- tamientos del llamado periodo Preclásico se concen-
lisco". Este estudio constituye una guía apreciable en los trabajos tran sobre todo en la mitad suroriental de la cuenca.
del proyecto en la cuenca.
En este sector se concentran igualmente las fuentes

so
Patrones de asentamiento en la cuenca de Sayula

de agua permanentes que irrigan el suelo de manera dos por Kelly en la región de Autlan/Tuxcacuesco
continua. Sin embargo, Kelly originalmente identi- para esta misma época (fases Cofradía y Coralillo,
ficó sitios con cerámica de esta primera etapa (fase Kelly 1945 y 1949). Aparte de unas cuantas varian-
Verdía) en el extremo noroccidental de la cuenca. tes específicas de la fase Sayula, no se constata el
En una zona que se caracteriza por tener restos ar- auge de grandes estilos artísticos o constructivos.
quitectónicos de explotación salinera pertenecientes No obstante, en la cuenca se registra la edificación
al periodo Clásico (fase Sayula). Material de colec- (o por lo menos la ampliación) de dos conjuntos ar-
ciones particulares procedentes de la zona de Teo- quitectónicos. Los complejos conocidos como Car-
cuitatlán, hacia el extremo nororiental de la cuenca melita y Cerros Colorados son quizás las
muestra también una clara afiliación genérica con la edificaciones más relevantes encontradas hasta aquí
cerámica típica del periodo Preclásico. en el área. Ambos sitios están situados en las orillas
Es de interés capital poder determinar si la ex- del lago y ambos están literalmente cubiertos de ce-
tracción de este recurso se inicia de manera orga- rámica perteneciente a los estilos de la fase Sayula.
nizada en el Preclásico. De ser así, se podría Esto sugiere que la utilización principal de estos si-
postular como hipótesis de trabajo que en los pro- tios se dio durante el periodo Clásico y estuvo ligada
cesos de formación de señoríos locales, el control de una manera directa a la explotación de la sal que
de la extracción y de la distribución de este impor- aflora en las playas. En ambos sitios se pueden dis-
tante recurso pudo haber jugado un papel determi- tinguir áreas de aparente uso residencial con mues-
nante. Si en cambio, las evidencias muestran la tras importantes de restos funerarios saqueados y
ocupación del sector, habrá que postular que los gru- espacios de actividades específicas como talleres lí-
pos de poder surgieron por causas independientes a ticos o de artesanado en concha marina. Las estruc-
la extracción o al intercambio de la sal. De cualquier turas especializadas en actividades extractivas de sal
modo, cabe señalar que la presencia de asentamien- se encuentran en los contornos más próximos a las
tos preclásicos en estas zonas no se debe al azar. playas. Existen igualmente evidencias de actividad
En estos sectores coinciden dos factores de orden ritual tales como caches de ofrendas cerámicas y en-
estratégico. Por un lado, en el extremo nororiental tierros de cráneos aislados.
existen tierras con un rico potencial agrícola y, por Una característica notable de los conjuntos es que
otro, ambas zonas controlan las rutas o accesos na- ambos actuaron, aparentemente como asientos de po-
turales a la cuenca: el corredor norte-sur y el paso der para un grupo que estuvo directamente ligado
hacia los territorios orientales. a las actividades extractivas de sal. La influencia de
En ambas opciones, el análisis espacial permite este grupo y de sus tipos cerámicos asociados puede
percibir que las evidencias materiales del Preclásico apreciarse sobre todo en la mitad noroccídental de
se agrupan en torno a la ubicación preferencial de la cuenca y de manera especial en las playas, en las
los recursos más rentables de la región. No se debe primeras terrazas lacustres. Hasta la fecha, en la mi-
perder de vista, tampoco, el posible valor simbólico tad sur o suroriental de la cuenca no se han iden-
de las localidades escogidas, ya que son áreas pró- tificado asentamientos de importancia que
ximas a los pasos montañosos, de donde llegan las compartan los principales rasgos cerámicos caracte-
lluvias y donde tradicionalmente se dice que residen rísticos de la fase Sayula, Como ya se ha señalado
los espíritus (Townsend 1987 y 1992). Ciertamente, anteriormente, en estos sectores la salinidad de los
las causas que impulsaron el surgimiento de los pri- suelos es casi nula. Naturalmente, siempre cabe la
meros señorfos nunca fueron puramente económicas. probabilidad de que las evidencias de esta ocupación
El paso al periodo Clásico (siglos del 1 al VIII se encuentren estratigráficamente por debajo de los
d.C.) puede considerarse como un momento de trans- niveles superficiales. Las evidencias del Clásico que
formación social en la cuenca. Cronológicamente no se han reconocido en esos sectores son más modes-
se le puede aún especificar; pero la evidencia ar- tas y corresponden al patrón de pequeñas aldeas muy
queológica indica una serie de cambios en la cultura dispersas. En toda la mitad norte, en cambio, las evi-
material, en los estilos cerámicos, en los usos del dencias son abundantes en los sitios de playa y aún
espacio y naturalmente en las costumbres funerarias. en las faldas de las laderas de ambas sierras.
A nivel macro regional se anotan grandes similitu- Excavaciones de salvamento efectuadas por el
des dentro de las tendencias cerámicas de las zonas equipo del Proyecto demostraron inclusive, la pre-
vecinas. El registro arqueológico, aunque aún in- sencia de entierros de un grupo de élite en un asen-
completo, es comparable con los materiales estudia- tamiento ubicado sobre las playas de Atoyac.

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El panorama que se perfila en esta época es claro. los sitios de playa o "tepalcateras" no se evidencian
Se observa un cambio importante en el patrón de vestigios claros de ocupaciones importantes del
asentamiento, favoreciéndose los sitios de extrac- Postclásico. Para este entonces, parece evidente que
ción de sal. El reordenamiento socio-espacial refleja el carácter corporado de la industria minera es ya
un cambio sustancial en los modos de vida que fa- una reliquia del pasado. Las excavaciones de rescate
vorecen el desarrollo de nuevas jefaturas, acaso más efectuadas, tanto en una aldea con cementerios en
centralizadas, con asentamientos que sugieren la el sitio San Juan de Atoyac (Valdez, manuscrito
concentración del poder en nuevas manos. Sin em- 1992), como en un panteón tardío ubicado en el sitio
bargo, aún no se puede hablar en términos reales de Caseta de Usmajac, han permitido obtener datos con-
un incremento o de una disminución de la población cretos sobre algunos aspectos de los modos de vida
en la cuenca. Se observa simplemente un cambio en de esta época. Según parece, la distribución espacial
los modos de producción, con un marcado énfasis de grandes asentamientos aldeanos en casi la tota-
hacia la actividad "minera". En términos cuantita- lidad de la cuenca refleja la instauración de señoríos
tivos, los asentamientos dispersos de carácter aldea- regionales, con pueblos súbditos de tamaños varia-
no-agrícola mantienen una misma proporción que en bles. La cultura material tiene nuevamente un mar-
el periodo precedente. Lo que se debe señalar es una cado carácter homogéneo con un grado de
clara redistribución de las actividades productivas variabilidad proporcional a la distancia que cada
con un consecuente cambio en los usos del espacio. pueblo tiene con respecto a la cabecera del poder
Es probable que durante este periodo el comercio regional. Se aprecia así, la clara unidad estilística
de la sal haya abierto y establecido de manera for- en los materiales encontrados sobre las partes norte
mal contactos a corta y a larga distancia con otras y central de la cuenca. El conjunto de tipos cerá-
regiones tanto de Occidente como de otras áreas cul- micos estudiados en esta zona coincide con los tipos
turales. definidos por Kelly para la fase Amacueca de la re-
Desgraciadamente, aún no se tienen evidencias gión sayulteca. Los materiales observados en el ex-
tangibles que permitan tratar de posibles cambios en
tremo sur y suroriental de la cuenca tienen, en
el dominio ideológico, pero resulta evidente que es-
cambio, mayor afinidad con los tipos definidos por
tas transformaciones estuvieron fuertemente enraiza-
Kelly para las fases Autlán y Tolimán de la región
das en factores de orden simbólico-religioso.
de Autlán Tuxcacuesco. Esto sugiere que si bien hay
Un tercer momento de transformación social, se
una personalidad específica en cada jefatura regio-
da quizás hacia el siglo IX de la era cristiana, coin-
nal, todas comparten básicamente los mismo elemen-
cidiendo con el paso al llamado periodo Postclásico.
tos ideológicos. Estos se manifiestan a través de una
En esta etapa se puede apreciar un nuevo reorde-
namiento en la ocupación preferencial de la cuenca. clara similitud en:
Se observa un aparente abandono de las instalacio- • La organización del espacio y usos del suelo
nes extractivas de sal en las playas y se nota un mar- • Los componentes de la unidad doméstica
cado incremento de sitios más o menos grandes en • Los instrumentos y modos de producción
las terrazas lacustres de toda la cuenca. Los sitios • Las nociones estéticas y estilísticas
mayores coinciden aproximadamente con la ubica- • Los elementos de decoración corporal
ción actual de los principales pueblos y representan • Los rasgos funerarios.
ciertamente el emplazamiento de aldeas con una Cómo estuvo asentado el poder local es algo que
fuerte concentración demográfica (Verdía, Techalu- aún no se ha definido; no obstante, el estudio del
ta, Amecueca, Tepec, Cofradía, Sayula, Usmajac, conjunto de montículos artificiales detectados en las
Amatitlán, El Reparo, Cuyacapán, Tultitlán, Atoyac, zonas de Techaluta, Amacueca, Sayula, Usmajac y
Tehuantepec, San José de Gracia, Cuatezquite y Teo- La Barranca (área al sur de Cuyacapan) puede dar
cuitatlán). Es de suponer que para esta época se ha pautas para comprender el fenómeno. Estos mon-
operado un nuevo cambio en la orientación econó- tículos comparten ciertos rasgos formales con los
mica del conjunto de pueblos de la cuenca. La agri- conjuntos estudiados por Isabel Kelly en Paso Real
cultura y las artesanías parecen ocupar a la mayor y Tolimán (Kelly 1949: 171-198). Si se consideran
parte de la población, siendo la extracción de la sal estos rasgos, a más de la fuerte cantidad de material
quizás una actividad marginal que se practicaba a tardío que aparece en la superficie de todos estos
nivel doméstico o comunal para satisfacer las de- sitios, se debe suponer que todas son construcciones
mandas locales. En realidad, en la mayor parte de del periodo Postclásico y responden- a una necesidad

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Patrones de asentamiento en la cuenca de Sayula

jerárquica que los individualiza. Sólo con trabajos 1949 - The Archaeology of the Autlan-Tuxcacuesco Area of
Jalisco 11: the Tuxcacuesco-Zapotitlan Zone. Ib,ro-Am,ricalla
detallados en cada sitio se podrá aclarar este punto.
27. Universily of California, Berkeley.
Pues de ser todos contemporáneos y ocupando es- Sin fecha· A Surface Survey of the Sayula-Zacoalco Basins of
pacios tan reducidos entre sí, cabría pensar en una Jalisco (1941-1944). Manuscrito (traducci6n realizada por O.
posible variabilidad de funciones para cada sitio. Schondube).
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d,1 valle d, M¿xico. ElIsayos sobr« evoluci611 y ecologta, Con-
re por 10 menos tres episodios de transformación so- sejo Nacional para la Cultura y las Artes. México.
cio-política en la cuenca de Sayula. Observándose Schündube Otto 1990 - ¿El Occidente de México, marginal a Me-
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