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SUPER CUSTODIOS DE LA VIDA

Didier Zambrano

Integrantes
RED DE FAMILIAS QUINDIANAS CUSTODIAS DE SEMILLAS

Vereda…, Finca La Romelia- Calarcá, Quindío


SUPER CUSTODIOS DE LA VIDA

Esta colección de cartillas fue elaborada por la Fundación Educar de Ida y Vuelta

Con el apoyo de:

Educar Consumidores
Grupo de Investigación en Noviolencia, Paz y Desarrollo Humano del
Programa Trabajo Social de la Universidad del Quindío
Municipio de Westerlo-Bélgica
Red Flamenca de Solidaridad con la Comunidad de Paz de San José de
Apartadó

Armenia, Quindío, Colombia

2020
Super Custodios de la Vida

Textos
Rubén Darío Pardo Santamaría

Katherine Ocampo

Fotografía
María Paulina Vásquez

Revisión de Estilo
María Leonor Morales Vasco

Diseño y diagramación
Sara Rodríguez Otero

Transcripción entrevistas
Katherine Ocampo, María Paulina Vásquez, Luisa Otero, Natalia Bustos, Norberto Marín

Angélica Zuluaga, Angie Herrera, Marcela Calderón, Jose Luis Rivera.

Primera Edición: 2021

Impreso en Colombia.
Presentación
La presente cartilla hace parte de la colección “Super Custodios de la Vida”, que la
Fundación Educar de Ida y Vuelta, ha querido hacer en homenaje a la Red de
Familias Quindianas Custodias de Semillas Libres, integrada por hombres y
mujeres comprometidos genuinamente con el cultivo, protección y difusión de
semillas criollas y nativas. Representa una respuesta a la solicitud de visibilizar el
trabajo vital de los custodios y custodias de semillas, hecha en el VI Foro
Internacional de Noviolencia, realizado en la Universidad del Quindío del 25-27 de
febrero de 2020 por parte del Grupo de Investigación en Noviolencia, Paz y
Desarrollo Humano del Programa Trabajo Social de esta Alma Mater, Pueblos en
Camino y la Universidad de Algoma (Canadá).
Con las múltiples y dramáticas violencias que siguen victimizando a millones de
personas en Colombia, coexiste un número bastante plural de iniciativas
individuales y colectivas dirigidas a, desde abajo, defender y fortalecer la vida
toda. Una de esas iniciativas de base es la de los custodios y custodias de semillas
que hacen presencia en variados puntos de la geografía nacional. En el Quindío, la
idea de dar forma a la Red de Familias Quindíanas Custodias de Semillas Libres,
surge hace unos 10 años después de alguno de los fantásticos eventos de
ECOVIDA, realizados bianualmente en Manizales por el Jardín Botánico de la
Universidad de Caldas. Respondiendo al llamado para la organización en función
de proteger las semillas, varios quindianos asistentes al evento, hicieron las
primeras convocatorias que a la postre desembocaron en la creación de la Red.
La Red de Familias Quindianas Custodias de Semillas Libres está conformada
aproximadamente por 25 familias distribuidas en distintos municipios del
departamento. En tanto Red, es horizontal, no institucionalizada y sin jerarquías.
Sus reuniones son bimensuales e itinerantes en las distintas fincas de sus asociados.
Si bien no todas las familias integrantes participan de estos encuentros, si asumen
el compromiso de custodiar distintas semillas criollas y nativas.
La Red representa un aporte concreto a la consolidación del Paisaje Cultural
Cafetero, entendido como la posibilidad de construcción colectiva del territorio que
queremos. Se configura también como manifestación de rebeldía necesaria y
urgente frente a sistemas que hacen de la alimentación un negocio, que atentan
gravemente contra la biodiversidad y la identidad cultural al intentar globalizar
hábitos de consumo y al imponer legislaciones que penalizan la tenencia e
intercambio de semillas criollas y nativas.
Agradecemos a las familias custodias por su trabajo comprometido y voluntario,
por demostrar que el trueque, los afectos, el compartir desinteresado y los saberes,
son más fuertes que las meras transacciones económicas orientadas a la simple
acumulación de riqueza material.
Agradecemos igualmente a Educar Consumidores, al municipio de Westerlo-
Bélgica, a la Red Flamenca de Solidaridad con la Comunidad de Paz de San José
de Apartadó y al Grupo de Investigación en Noviolencia, Paz y Desarrollo
Humano del Programa Trabajo Social de la Universidad del Quindío por su apoyo
solidario e indispensable para hacer realidad este proyecto.

Las cartillas Super Custodios de la Vida presentan una estructura básica


representada en las siguientes secciones:
¿Quiénes somos?: Datos biográficos de los custodios y custodias de semillas,
relativos a su origen, familia, tiempo en el predio, etc.
Nuestra trayectoria como custodios: Espacio en el que se reportan las
motivaciones que les llevaron a interesarse en el cuidado de las semillas;
consideraciones sobre el papel de los custodios y custodias; dificultades y
satisfacciones en el cumplimiento de esta tarea vital y finalmente el listado
aproximado de las semillas que han decidido adoptar en su predio.
De la semilla al plato: En este apartado de la cartilla, se selecciona uno de los
frutos que la familia tiene bajo su cuidado y se explica su proceso de siembra,
cosecha y transformación, sea culinaria, artesanal o medicinal.
¿QUIÉN SOY?

Mi nombre es Didier Alfonso Zambrano Castillo, una parte de mis hermanos nació
en el Líbano- Tolima y otra en Armero. En el Líbano vivíamos en fincas que
fueron quemadas en la época de la violencia, debido a esto nos trasladamos desde
muy pequeños a Armero hasta el año 76 y de allí resultamos en el Quindío. Más o
menos en el año 2004 con amigos de ciudad tomamos la decisión de venir al
campo y creamos la Asociación Agroecológica Guaraní. La finca está ubicada en
los alrededores del Alto del Oso o el Alto de Carlacá, sitio histórico de presencia
indígena. Esta finca actualmente es del municipio, la tenemos en comodato,
anteriormente era propiedad del hospital La Misericordia, hoy en día su nombre es
finca la Romelia.
El hospital la entrego un tiempo a Cartón Colombia, ellos sembraron eucalipto,
cuando nosotros llegamos acá reconstruimos la vegetación apuntando a un
concepto agroecológico. Hemos estado en diferentes fincas pero siempre en los
alrededores del Alto del Oso, estamos en la Romelia desde el año 2008 o 2009 con
el objetivo de crear una granja integral y centros de documentación y saberes.
Para nosotros el concepto de Granja integral ha tenido el objetivo de proteger el
bosque existente e incrementar el bosque perdido, tener todas las especies menores
(gallinas, patos, ovejas, abejas), recuperar productos perdidos (cafés antiguos,
mafafa, bore, el rame…), crear un centro de atención para la producción de
nuestros propios abonos y para que los campesinos retomen el control de las
semillas nativas, que puedan reproducirla, guardarla y compartirla sin tener que
comprársela a terceros.
Una granja agroecológica debe tener de todo, incluido su propio trapiche, entonces
estamos en el proceso de recuperarlo. Consideramos, además, que una granja
agroecología debe estar en capacidad de producir la mayor parte de alimentos, pero
esto implica que el campesino sea autónomo, que pueda acceder a semillas propias,
nativas, que no hayan sido modificadas y que puedan ser sembradas en repetidas
ocasiones.

TRAYECTORIA COMO CUSTODIO


Considero que la mejor manera de preservar la semilla es cultivarla pero también
regalarla porque en caso de que se pierda existe la posibilidad de recuperarla en los
lugares en los que se compartió. La recuperación de las semillas es una actividad
permanente, por mi parte empecé desde la primera finca en la que estuve con el
frijol milenio, logramos varias producciones y lo perdimos por un cruce de
semillas pero tenemos otras variedades de frijol, sin embargo, queremos recuperar
esa semilla porque es muy productivo, muy rico y es vital por sus propiedades.
Estamos recuperando variedades de maíz, ahuyama, habichuela, ajíes... para esto
es importante reconocer que nuestro país tiene más de 35.000 variedades de frijol,
no solo los que venden en el supermercado.

Actualmente tenemos alrededor de 48 variedades entre frijoles y habichuelas, 8


variedades de ahuyamas, esta última la empleamos para controlar arvenses y evitar
el uso del azadón y de químicos. Guadañamos para mantener los pastos y
conservar la humedad del suelo, esto permite que las plantas crezcan de manera
más fácil, son tierras más productivas.
Nuestra tarea es demostrar que la agroecología es rentable en todo sentido, sobre
todo para el uso y recuperación del suelo, por eso estamos implementando el uso
de la orina humana como abono, lo cual es sencillo para el campesino a diferencia
de muchos abonos de mucha más complejidad. También estamos buscando
conocer los usos y las propiedades de cada uno de los productos que tenemos acá.
Considero que un custodio es aquella persona que se dedica a tener las semillas,
conservarlas, comerlas, masificarlas, entregarlas…un custodio debe aprender que
la mejor manera de preservarlas es ponerlas andar, teniendo conocimiento de
donde están, en qué condiciones, pero también investiga sobre ellas. Nuestra
debilidad aquí es preservarlas porque a veces les cae el gorgojo y esas cosas pero
entonces la mejor manera de preservarlas es sembrarlas, un custodio las cuida pero
también abre su mente para poder compartirlas con otros. El custodio debe ser una
persona humilde que entrega las semillas con amor y alegría, debemos estar muy
abiertos al conocimiento.
Como custodios debemos ser conscientes de la tierra, de su diversidad, extensión y
profundidad, encontrar el sitio de la semilla, donde ella quiere, crear las mejores
condiciones, sí la semilla no te dio en la finca es porque ese no es su punto de
siembra. Uno aprende con ellas.
El mayor aprendizaje es hacer conciencia de la diversidad del país, Toñito nos
decía que había una gran variedad de frijoles, 35.000 exactamente en el país, lo que
más aprendemos es eso, la diversidad y como esa diversidad nos da respuestas a
diferentes necesidades. El otro aprendizaje es la paciencia, la naturaleza resuelve
cosas, nosotros no. Lo primero que uno aprende es que el arroz no es solo blanco,
hay 200 mil variedades de arroz, blanco, rojo, negro, amarillo, el arroz de montaña
secano, esa diversidad no la han escondido.

La labor de los custodios es importante porque preserva las semillas y la diversidad


del país, algún día cuando el país se enrute vamos a valorar el trabajo del
campesino, no todas las socios tienen personas alcanzan a dimensionar la
importancia de esta labor, algunos solo buscan la rentabilidad económica, no les
importa tumbar árboles, acabar con la vegetación pero desconocen las
consecuencias ambientales.
En cuanto a las dificultades está el saber cómo preservar y guardar las semillas, en
frascos o simplemente cultivarlas, a veces me asusta que se mueran en el frasco.
Otra dificultad es que el campesino se preocupa demasiado por la demanda de los
productos, siembra cantidad pero teme no tener quien les compre, desde mi punto
de vista debemos sembrar para comer, todo alimento, por más vuelta que dé
siempre terminara en la boca de otra persona, los alimentos son para comer más
que para vender. El campesino debe buscar soberanía, no comprar cosas que el
mismo podría sembrar.

Como custodios estamos en el deber de hacer llegar nuestros productos a las


demás personas, que nuestros productos puedan ser comprados a un precio justo
para que el consumidor los conozca, sin abusar de los precios por la innovación de
la comida sana, debemos hacerle llegar a las personas de los barrios populares los
productos, ellos con poca plata deberían poder comprar nuestros productos, no ser
grupos de élite. Entre las satisfacciones esta que ya nos volvimos un referente
tanto para otros custodios y campesinos que querían vender sus fincas, como para
la academia en temas de soberanía alimentaria.

Entre las variedades de frijol tenemos el frijol mucuna, blanco, negro, jaspeado…
Tenemos caupí mejor conocido como matahambre, frijol costeño o frijol guajiro,
tenemos negro, rosado, son chiquiticos, con una arruguita muy particular. Encontré
un jaspeado, hermosísimo. Hay frijol chiriguana o frijol arroz. Tenemos una
variedad que surgió de la mezcla de dos frijoles que sembramos y le colocamos el
nombre de frijol guaraní. Hay frijol guandul, cargamanto, payares, guarzo nima,
frijol ángel, bola roja, frijol sonrisa, piquinegro, frijol costeño o frijol milo de la
familia de las canavalias (tostado y molido queda una harina con sabor a
chocolate).
Tenemos habichuela, arveja, variedades de maíces, ahuyama, plátano, cebolla,
tomate, aguacate, limón mandarino, trigo amazónico, arracacha, carambolo,
mango, papaya, chía, bore, mafafa, achiote, ajies, sacha inchi, mastranto excelente
para el cuidado de las abejas, le llaman planta milagrosa, es de la familia de las
mentas, es repelente de insectos.
Acá hemos descubierto distintas variedades de habichuelas, de las cuales ya
tenemos semilla y que son de altísima calidad, también nos encontramos con un
frijol que apareció en Calarcá después del terremoto llamado frijol milenio, capaz
de producir 5 años seguidos, pero nos mutó y lo perdimos. Tenemos una
habichuela orgánica y tres variedades de arveja que da tres años seguidos;
encontramos en la zona una variedad de arveja zarandajo, la cual usamos de
manera permanente.

DE LA SEMILLA AL PLATO

El frijol mucuna o mal llamado nescafé, es muy conocido porque contiene


dopamina, siendo bueno para las personas que tienen algún problema cerebral, de
consumo de drogas, en este último caso la dopamina es producida en laboratorios
para ser inyectada, pero este frijol la tiene de manera natural. Es bueno para el mal
de Parkinson y sube el ánimo.
El Mucuna tiene más de 17 propiedades y más de 200 usos medicinales en el
mundo, contiene saponina, dopamina, metformina abalado por diferentes
universidades en el mundo y en el país. Contiene nicotina, levodopa, saponina,
flavonoide, acido gálicos, hierro, fósforo, calcio, vitamina D y B1 proteína,
epinefrina, norepinefrina, serotonina lecitina, betasistesterol, la nicotina por lo que
es muy bueno para las personas que desean dejar de fumar.
El mucuna se come sudadito pero debemos procurar no mucho por las
propiedades que tiene, no podemos excedernos porque nos pone a dormir,
nosotros aprendimos a consumirlo tostamos y lo tomamos como el café o los
combinamos, dos cucharadas de café y dos de mucuna con aguapanela. También
hemos consumido el frijol verde cocinado con vinagre, hacemos una especie de
vinagreta y queda muy delicioso.
Se siembra la semilla, después de luna llena, se busca un sitio donde este solo y se
siembra porque él es invasivo, rastrero, forrajero, tiene 30% de proteína por lo que
en países como España es empleado para la producción de frascos de proteínas
para grandes deportistas. Lo secan al sol y lo muelen y sale un polvo para hacer
proteínas o también se hace un cuchuco para coladas ¡una sabrosura! se
recomienda consumirlo pero no en mucha cantidad.
Antes lo secábamos al viento y ahora lo ponemos en la marquesina, queda mucho
más delicioso porque tuesta muy bien. Se pone a secar por varios días hasta que se
caiga la carachita. Se conserva muy bien, es super pesado, a diferencia del café que
se disminuyen las libras en la tostión, este conserva muy bien su peso.
Para conservarlo y custodiarlo, lo guardamos la semilla en un frasco, combinado
con ceniza para conservarlo y darle un sabor amargo.

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