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PERSPECTIVAS
Tutorial
Trastorno del desarrollo del lenguaje:
aplicaciones para defensa, investigación,
y servicio clínico
Karla K. McGregor,a Lisa Goffman,B Amanda Owen Van Horne,C
Tiffany P. Hogan,D y Lizbeth H. Finestackmi
Objetivo: El grupo CATALISE (Bishop, Snowling, Thompson,
Greenhalgh y CATALISE Consortium, 2016; Bishop, Snowling,
Thompson, Greenhalgh y CATALISE-2 Consortium, 2017)
recomendó que el término trastorno del desarrollo del lenguaje
(DLD) para referirse al déficit del lenguaje del desarrollo
neurológico. En este tutorial, explicamos la aplicación adecuada
del término y presentamos las ventajas de seguir las
recomendaciones de CATALISE.
Conclusión: Tanto la discapacidad específica del lenguaje como la DLD
se refieren a una condición del neurodesarrollo que afecta el habla
I
En este tutorial, describimos la aplicación apropiada del
término trastorno del desarrollo del lenguajeDLD) y
explicar nuestras razones para preferirlo al término
deterioro específico del lenguaje (SLI). Reconocemos desde el
principio que ningún término puede capturar perfectamente
una categoría que es compleja y de interés para las partes
interesadas con diversas perspectivas y objetivos.DLD es el
término recomendado por el grupo CATALISE (Bishop,
Snowling, Thompson, Greenhalgh, & CATALISE Consortium,
2016; Bishop, Snowling, Thompson, Greenhalgh, & CATALISE-2
Consortium, 2017). Este grupo de 59 expertos, la mayoría, pero
no todos, eran patólogos del habla y el lenguaje, de
aCentro para la sordera infantil, el lenguaje y el aprendizaje, Boys Town
National Research Hospital, Omaha, NE
BCallier Center for Communication Disorders, Universidad de Texas
en Dallas
CDepartamento de Trastornos de la Comunicación, Universidad de
Delaware, Newark
DDepartamento de Ciencias y Trastornos de la Comunicación,
MGH Institute of Health Professions, Boston, MA
miDepartamento de Ciencias del Habla, Lenguaje y Audición, Universidad de
Minnesota, Minneapolis
Correspondencia a Karla K. McGregor: karla.mcgregor@boystown.org
Editora: Laura Green
Recibido el 12 de septiembre de 2019
Aceptado el 17 de octubre de 2019
https://doi.org/10.1044/2019_PERSP-19-00083
Nota del editor: Este artículo es parte del Foro: Discapacidad específica del
lenguaje / Trastorno del desarrollo del lenguaje.
38 Perspectivas de los grupos de interés especial de ASHA • Vol. 5• 38–46 • Febrero de 2020 • Copyright © 2020 Los Autores
Este trabajo está sujeto a una licencia internacional Creative Commons Attribution 4.0.
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SIG 1
lenguaje, es de larga data y no está asociado con ninguna condición
causal conocida. Las aplicaciones de los términosdeterioro
específico del lenguaje y DLD difieren en amplitud y en la medida
en que la identificación depende del impacto funcional. Uso del
términoDLD vincularía los esfuerzos de promoción en los Estados
Unidos con los de otros países de habla inglesa. Los criterios para
identificar DLD presentados en el consenso de CATALISE ofrecen
oportunidades para el progreso científico al tiempo que se alinean
bien con la práctica en las escuelas públicas de EE. UU.
seis países de habla inglesa diferentes (29 del Reino Unido,
siete de los Estados Unidos, ocho de Canadá, seis de
Australia, cuatro de Nueva Zelanda y tres de Irlanda)
participaron en un ejercicio de creación de consenso
dirigido a los criterios de identificación y la terminología . La
mayoría de los participantes en el proyecto CATALISE
coincidieron en que el plazoDLD y su definición asociada, un
problema de lenguaje que perdura en la niñez media y más
allá y que tiene un impacto significativo en la función social
o educativa, captura la naturaleza del problema y maximiza
la comunicación efectiva sobre el problema mejor que las
alternativas bajo consideración, incluido el SLI.
En el resto de este tutorial, cuando nos referimos al problema
del lenguaje en sí, usamos una frase descriptiva neutral déficit del
lenguaje en el desarrollo neurológico. Cuando nos referimos a la
forma particular en que las personas conceptualizan el problema del
lenguaje bajo la definición tradicional de SLI o la nueva definición de
DLD, usamos las etiquetas precisasSLI y DLD. Comenzamos
comparando lo fundamental
Divulgaciones
Financiero: Karla K. McGregor no tiene intereses financieros relevantes que revelar. Lisa
Goffman no tiene intereses financieros relevantes que revelar. Amanda Owen Van Horne no
tiene intereses financieros relevantes que revelar. Tiffany P. Hogan no tiene intereses
financieros relevantes que revelar. Lizbeth H. Finestack no tiene intereses financieros
relevantes que revelar.
No financiero: Karla K. McGregor no tiene intereses no financieros relevantes que revelar.
Lisa Goffman no tiene intereses no financieros relevantes que revelar. Amanda Owen Van
Horne no tiene intereses no financieros relevantes que revelar. Tiffany P. Hogan no tiene
intereses no financieros relevantes que revelar. Lizbeth H. Finestack no tiene intereses no
financieros relevantes que revelar.

aspectos de la definición más ampliamente aplicada de SLI en la
literatura de investigación a la definición recientemente propuesta de
DLD.
Definición de SLI
La Enciclopedia de trastornos de la comunicación del MIT
define el SLI como un término que se refiere a "...niños que
muestran un déficit significativo en su capacidad del lenguaje
hablado sin problemas obvios que lo acompañen…. Este tipo de
trastorno del lenguaje se considera de naturaleza del desarrollo
porque los niños afectados presentan problemas de aprendizaje del
lenguaje desde el principio ”(Leonard, 2004, p. 402). Aunque es
evidente en la infancia, existe una variabilidad extrema en las
trayectorias tempranas del desarrollo del lenguaje, y la mayoría de
los hablantes tardíos no presentan un déficit del lenguaje en el
desarrollo neurológico (Rescorla, 2011). Los investigadores de la
tradición SLI reconocen tácitamente esta variabilidad temprana.
Sería inusual ver el términoSLI aplicado a niños menores de 3 años
en la literatura de investigación; en lugar de,tarde hablando o
retraso del idioma sería más típico.
Los científicos identifican a los niños con TEL para estudios de
investigación utilizando criterios tanto de inclusión como de exclusión. El
criterio de inclusión es el deterioro en la comprensión o expresión del
lenguaje, en relación con los compañeros de la misma edad. Por lo
general, se identifica la deficiencia por puntajes bajos en una o más
pruebas estandarizadas de lenguaje, pero el punto de corte que
constituye "bajo" varía ampliamente (Spaulding, Plante y Farinella, 2006).
En cuanto a los criterios de exclusión, por lo general, los investigadores
administran una prueba audiométrica de tonos puros y una prueba de
coeficiente intelectual no verbal para descartar la discapacidad auditiva y
la discapacidad intelectual y recopilar un historial de casos para descartar
otras afecciones clínicas que podrían explicar el problema del lenguaje,
como trastorno del espectro autista (TEA). En esencia, estos pasos están
destinados a garantizar que los participantes tengan unespecífico
deterioro del lenguaje, no una condición más amplia. Al describir a los
niños con TEL, Leonard (1998) señaló, “[lo] único claramente anormal
acerca de estos niños es que no aprenden el lenguaje rápidamente y sin
esfuerzo” (p. 3). Si es así, entonces, presumiblemente, las historias de
casos o los protocolos de diagnóstico también se utilizan para descartar
otras afecciones biomédicas que limitan la atención, la función motora, el
comportamiento y la salud emocional, pero rara vez se mencionan
explícitamente en los artículos sobre el SLI, a menos que sea el propósito
del artículo. es investigar sospechas de comorbilidades. Estas
condiciones rara vez se evalúan directamente en los laboratorios de
investigación del lenguaje, aunque a menudo hay evaluadores fácilmente
disponibles (p. Ej., Para TEA, función motora).
Una puntuación de CI no verbal que excluya la discapacidad intelectual
se considera esencial para el diagnóstico de TEL. Los investigadores que
estudian el SLI a menudo excluyen de su investigación a los niños que tienen
un coeficiente intelectual no verbal normal pero también por debajo del
promedio. Sin embargo, en la literatura sobre SLI, no existe un estándar
uniforme para la exclusión. Los puntajes de corte varían más que una
desviación estándar completa, desde laboratorios que excluyen a cualquiera
con un puntaje estándar no verbal por debajo de 70 hasta laboratorios que
excluyen a cualquiera con un puntaje estándar no verbal por debajo de 90
(Gallinat y Spaulding, 2014).
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SIG 1 Aprendizaje y educación de idiomas
Similitudes en la extensión
de los términos DLD y SLI
El término DLD, como el término SLI, se aplica a
problemas importantes en el desarrollo del lenguaje
receptivo o expresivo. Como el términoSLI, uno no aplicaría
típicamente el término DLD a los niños pequeños porque,
de acuerdo con las declaraciones de CATALISE, DLD se
refiere a problemas que probablemente sean de larga data
y que no respondan a las prácticas educativas generales. En
otras palabras, el mal pronóstico es parte de la definición de
DLD. Además, de acuerdo exactamente con los límites de la
aplicación del términoSLI, el términoDLD no se aplicaría a
los problemas del lenguaje que son parte de un trastorno
del desarrollo más amplio, como el TEA, la pérdida auditiva
neurosensorial o el síndrome de Down. Los documentos de
CATALISE se refieren a estos como "condiciones
diferenciadoras" y recomiendan la frase "trastorno del
lenguaje asociado con", como en "trastorno del lenguaje
asociado con el síndrome de Down", cuando se hace
referencia a las dificultades del lenguaje que forman parte
de estos complejos trastornos. La lógica aquí es triple: los
problemas del lenguaje son característicos de estas
condiciones, la causa de los problemas del lenguaje en estas
condiciones probablemente sea diferente de la causa de la
DLD, y la amplitud de los tratamientos también podría
diferir. No obstante, muchos de los tratamientos pueden
superponerse. La frase "trastorno del lenguaje asociado con
la condición X,
Diferencias en la extensión de los
términosDLD y SLI
A diferencia de SLI, el término DLD se puede aplicar a los
problemas del lenguaje de personas que tienen afecciones
concurrentes que deterioran el funcionamiento cognitivo,
sensoriomotor o conductual, pero cuya relación causal con el
trastorno del lenguaje se desconoce. Entonces, por ejemplo, a
un niño se le puede diagnosticar DLD y trastorno por déficit de
atención / hiperactividad (TDAH), o DLD y trastorno de
coordinación del desarrollo. En particular, las condiciones
potenciales coexistentes rara vez se evalúan en los laboratorios
de investigación del lenguaje, incluidos algunos de los nuestros.
Cuando lo son, a menudo los encontramos, y esto es válido
incluso para los niños que cumplen con los criterios
tradicionales de SLI (por ejemplo, Bishop y Edmundson, 1987;
Hill, 2001; Vuolo, Goffman y Zelaznik, 2017). Por ejemplo, en su
revisión de cinco estudios que incluyeron evaluaciones motoras
relevantes de niños identificados con TEL,
Teóricamente, la aplicación de los términos SLI y DLDdifiere con
respecto al coeficiente intelectual no verbal por debajo del promedio
(pero no clínicamente significativo), aunque recuerde que, en la práctica,
el término SLI se ha aplicado a niños con un coeficiente intelectual tan
bajo como 70 (Gallinat y Spaulding, 2014). Bajo la aplicación de los
criterios de DLD, los niños con puntajes de CI no verbal por debajo del
promedio no están excluidos ni en teoría ni en la práctica a menos que
McGregor y col .: Trastorno del desarrollo del lenguaje 39
SIG 1 Aprendizaje y educación de idiomas
esos puntajes son tan bajos que ameritan el diagnóstico de discapacidad
intelectual.
Finalmente, existen diferencias en cómo se
determina la importancia del déficit del lenguaje del
desarrollo neurológico en los enfoques SLI y DLD.
Aunque las declaraciones de CATALISE no descartan el
uso de pruebas estandarizadas para la identificación de
DLD, ponen mayor énfasis en su impacto en las
funciones sociales y académicas que en los puntos de
corte de una puntuación de lenguaje baja, y esto
contrasta con la mayoría de las prácticas de
investigación en el SLI. tradicion. Es tentador considerar
la inclusión en un número de casos clínicos como la
principal evidencia de los déficits funcionales, sin
embargo, la DLD a menudo se diagnostica
erróneamente o no se diagnostica (Bishop y McDonald,
2009; Hendricks, Adlof, Alonzo, Fox y Hogan, 2019;
Tomblin et al. , 1997) y la recepción de servicios está
sujeta a sesgos sustanciales (Morgan et al., 2016; Wittke
& Spaulding, 2018). La necesidad de nuevos
En resumen, tanto SLI como DLD se refieren a una
condición del neurodesarrollo que afecta el lenguaje hablado
que es de larga data y que no está asociada con ninguna
condición causal conocida. Las aplicaciones de los términosSLI y
DLD difieren en amplitud y en la medida en que la identificación
depende del impacto funcional. En el resto del tutorial,
consideramos las ventajas de adoptar una concepción más
amplia del déficit del lenguaje en el desarrollo neurológico y de
enfatizar el impacto funcional durante el diagnóstico, ya que se
aplican a tres dominios: promoción, investigación y servicio
clínico.
Ventajas del Término DLDy
su aplicación
DLD y defensa
A pesar de los llamados a la acción (Schuele y Hadley, 1999),
el término SLI nunca ha sido ampliamente aceptado por los
patólogos clínicos del habla y el lenguaje o las familias a las que
sirven. En su lugar, se ha utilizado una cacofonía de términos
(Bishop, 2014; Kamhi, 2007) y, sin duda, esta es una de las razones
por las que su primo, vecino, pediatra y senador estatal desconocen
que millones de personas en los Estados Unidos luchan por
aprender y usar su lengua materna. Desafortunadamente, la falta
de conciencia entre la población en general se traduce en recursos
limitados para abordar el problema. Las personas con déficit del
lenguaje en el desarrollo neurológico están desatendidas (Norbury
et al., 2016; Tomblin et al., 1997), y esto puede ser especialmente
cierto si esas personas no son hombres, blancos o ricos (Morgan et
al., 2016), o de familias bien educadas (Wittke & Spaulding, 2018).
Además, en relación con su prevalencia e impacto potencial, la
condición no atrae amplios esfuerzos de investigación (Bishop,
2010). Por lo tanto, la falta de conciencia sobre la DDTS no solo da
como resultado una prestación de servicios inadecuada en el día
actual, sino que también afecta a las generaciones futuras, al limitar
el número de estudios de investigación o el número de participantes
reclutados para estudios de investigación.
40 Perspectivas de los grupos de interés especial de ASHA • Vol. 5• 38–46 • Febrero de 2020
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En 2012, Raising Awareness of Developmental
Language Disorder (RADLD, nd), una organización de
médicos e investigadores interesados en el Reino
Unido, lanzó una serie de esfuerzos de sensibilización
que incluyeron la producción de videos informativos y la
organización del Día de Concientización sobre la DLD. En
2018, esos esfuerzos se hicieron internacionales. Las
impresiones para el Día Internacional de Concientización
sobre la DLD de 2018 fueron 569,479 en Facebook y
258,700 en Twitter, aunque la participación de los
Estados Unidos fue escasa. Recientemente, la
participación en los Estados Unidos ha aumentado a
través de una campaña de concientización en América
del Norte (DLD y Me, 2020). En 2019, Raising Awareness
of Developmental Language Disorder publicó
traducciones de materiales de concientización sobre DLD
a otros idiomas además del inglés para permitir un
alcance mundial más efectivo. Estos idiomas incluyen
albanés, árabe, catalán,
Mientras tanto, las recomendaciones de CATALISE están
ganando terreno. Por ejemplo, el términoDLD y los procedimientos
de identificación recomendados en CATALISE fueron adoptados en
2017 por la Asociación Irlandesa de Terapeutas del Habla y el
Lenguaje y en 2018 por Speech Pathology Australia. Ambos
enfatizaron los costos para el niño y la familia, y para la sociedad en
su conjunto, cuando la DLD no se diagnostica. Tanto los grupos
australianos como los irlandeses buscan utilizar el consenso de
CATALISE, no solo para garantizar que sus miembros estén
unificados en sus acciones en nombre de las personas con DLD, sino
también para pedir un cambio en las políticas nacionales que limitan
los servicios que estas personas reciben. Al presentar el documento
de política, el copresidente de la Asociación Irlandesa de Terapeutas
del Habla y el Lenguaje escribió:
Como terapeutas del habla y el lenguaje, somos conscientes
de que el trastorno del desarrollo del lenguaje es muy
prevalente y que puede ser una afección de por vida. En la
práctica, los niños y adolescentes pueden comportarse
frustrados por no comprender o no ser comprendidos por los
demás. Pueden tener dificultades para participar en el juego
y las actividades sociales debido a una mala comprensión de
las reglas de los juegos y la conversación. Estas experiencias
pueden resultar en una reducción de la autoestima. Los
desafíos pueden agravarse aún más si quienes rodean al
niño o joven con DLD no reconocen las dificultades
subyacentes del lenguaje.
Tenemos un conocimiento cada vez mayor de los beneficios de
las intervenciones y un mayor apoyo que se puede brindar. El uso
de una terminología coherente solo puede ayudar a que la
conversación sobre la DDTS sea más accesible.
- Niamh Davis (Grupo de Trabajo IASLT, 2017, p. 5).
En resumen, las limitaciones en la conciencia, el servicio y la
investigación se retroalimentan y, en última instancia, las personas que viven
con un déficit del lenguaje en el desarrollo neurológico pagan el precio. Un
punto importante de consenso en los documentos de CATALISE es la
necesidad de una terminología coherente. Dado que otros países de habla
inglesa están por delante de nosotros en el uso del término

facilitar la promoción y promover la política, nos convendría
unirnos a ellos. Apoyamos el uso del términoDLDinvolucrar a
familias, profesionales y legisladores en conversaciones sobre
el impacto del déficit del lenguaje en el desarrollo neurológico.
Pasamos ahora a las ventajas y oportunidades que presenta el
consenso CATALISE a los científicos que estudian el déficit del
lenguaje en el desarrollo neurológico.
DLD e investigación
En esta sección, destacamos dos diferencias fundamentales
entre el constructo de déficit del lenguaje del desarrollo neurológico
captado por DLD y la definición tradicional de SLI y discutimos las
implicaciones de estas diferencias para la investigación.
Presentamos cada uno con una cita de los documentos de
CATALISE.
CATALIZE Cotización 1
"El deterioro del lenguaje con frecuencia coexiste con otras
dificultades del desarrollo neurológico, incluidos los problemas
de atención, los trastornos motores, las dificultades para leer, el
deterioro social y los problemas de conducta". (Bishop et al.,
2016, p. 14)
“…los límites entre la DLD y otros trastornos del
desarrollo neurológico no están bien definidos (Bishop y
Rutter, 2008) ”. (Bishop et al., 2017, p. 1077)
Inicialmente, la palabra específico fue fundamental para la construcción de SLI. La
especificidad hipotetizada tiene su origen en teorías que postulaban a la facultad del
lenguaje como independiente de otros módulos cognitivos. Sin embargo, la especificidad de
SLI se ha cuestionado durante mucho tiempo. Leonard (1987), por ejemplo, resumió la
evidencia de deficiencias en el procesamiento auditivo no lingüístico, el juego simbólico y las
imágenes mentales entre los niños con TEL. Varios artículos influyentes de Rice y sus colegas
documentan los problemas sociales entre los niños con TEL (Redmond y Rice, 1998; Rice,
1993; Rice, Sell y Hadley, 1991). Hoy en día, sabemos que las personas con deficiencias en el
desarrollo neurológico del lenguaje pueden presentar una amplia gama de problemas
subclínicos en áreas como la función ejecutiva (p. Ej., Kapa y Plante, 2015), la cognición social
(p. Ej., Marton, Abramoff y Rosenzweig, 2005), percepción (por ejemplo, Ferguson, Hall, Riley,
& Moore, 2011) y control motor (p. Ej., Brumbach y Goffman, 2014; Hill, 2001). También
tienen un mayor riesgo de problemas clínicamente diagnosticables como discalculia (Young
et al., 2002), TDAH (Tirosh y Cohen, 1998), dislexia (Catts, Adlof, Hogan y Weismer, 2005),
comprensión lectora deficiente (Nation , Clarke, Marshall y Durand, 2004) y ansiedad y
depresión (Clegg, Hollis, Mawhood y Rutter, 2005; Conti-Ramsden y Botting, 2008). En el
consenso de CATALISE sobre DLD, pero no en las aplicaciones tradicionales de SLI, se
permiten diagnósticos duales. mala comprensión lectora (Nation, Clarke, Marshall y Durand,
2004) y ansiedad y depresión (Clegg, Hollis, Mawhood y Rutter, 2005; Conti-Ramsden y
Botting, 2008). En el consenso de CATALISE sobre DLD, pero no en las aplicaciones
tradicionales de SLI, se permiten diagnósticos duales. mala comprensión lectora (Nation,
Clarke, Marshall y Durand, 2004) y ansiedad y depresión (Clegg, Hollis, Mawhood y Rutter,
2005; Conti-Ramsden y Botting, 2008). En el consenso de CATALISE sobre DLD, pero no en las
aplicaciones tradicionales de SLI, se permiten diagnósticos duales.
Diagnóstico dual y causalidad. Si excluimos de nuestros estudios a
los participantes que tienen, digamos, un déficit del lenguaje en el
desarrollo neurológico y TDAH, corremos el riesgo de perder pistas
potencialmente útiles sobre los factores causales. Es posible que una
afección que con frecuencia se presenta junto con el déficit del lenguaje
del desarrollo neurológico aumente el riesgo de
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SIG 1 Aprendizaje y educación de idiomas
déficit de lenguaje (o viceversa), que la condición concurrente
causa el déficit del lenguaje del desarrollo neurológico, o que
algún factor común causa la afección concurrente y el déficit
del lenguaje del desarrollo neurológico. Tomblin y Mueller
(2012) explican estas posibilidades y presentan un argumento
racional para examinar muestras que incluyen diagnósticos
concurrentes.
Más radical aún es la noción de muestreo para rasgos comunes
(p. Ej., Aprendizaje estadístico deficiente, asimetrías hemisféricas atípicas)
e ignorar los diagnósticos por completo cuando se persiguen preguntas
causales (Levy y Ebstein, 2009). En otras palabras, en lugar de mejorar la
homogeneidad de las muestras al excluir a las personas con afecciones
concurrentes, se busca una muestra que sea homogénea para un rasgo
dado, al tiempo que permite que varíen los diagnósticos. Al hacerlo, los
investigadores están abiertos a la posibilidad de que el rasgo común,
más que el diagnóstico de referencia, sea la información crítica necesaria
para concluir la base biológica de las habilidades o comportamientos
atípicos. Insel y Cuthbert (2015) abogan por el mismo enfoque como una
forma de adaptar los tratamientos de manera más precisa a las
necesidades individuales. Un ejemplo a considerar de nuestro campo es
la memoria de trabajo deficiente, un rasgo que caracteriza a muchos,
pero no a todos, los niños con dislexia, DLD o dislexia + DLD y a los niños
típicos (Gray et al., 2019). Se podría buscar una memoria de trabajo
deficiente como un nivel cognitivo de descripción, en un esfuerzo por
comprender el mapeo del comportamiento complejo en las funciones
cognitivas y, en última instancia, las funciones cognitivas en las funciones
neuronales y las funciones neuronales en los genes (Levy y Ebstein,
2009).
Diagnóstico dual y fenotipo. La inclusión de condiciones
concurrentes en nuestros estudios de investigación podría conducir a
una mayor comprensión de la naturaleza del déficit del lenguaje en el
desarrollo neurológico. Si imponemos límites arbitrarios para definir
categorías clínicas que son dimensionales, podemos malinterpretar las
presentaciones que no encajan como comorbilidades (Kaplan, Dewey,
Crawford y Wilson, 2001; Kraemer, Noda y O'Hara, 2004). Nuestra
perspectiva es que probablemente estemos caracterizando
erróneamente el fenotipo, o la presentación observable, de la DLD al
excluir a los niños que tienen afecciones concurrentes pero
potencialmente no causales. El hecho mismo de que estos coexistan con
tanta frecuencia con el déficit del lenguaje del desarrollo neurológico
sugiere que un fenotipo más amplio podría ser más válido y que el más
estrecho es algo artificial.
Existe evidencia que impulsa la consideración de un fenotipo más
amplio. Considere un ejemplo, la alta coexistencia de déficit del lenguaje
en el desarrollo neurológico y disfunción motora. Vuolo y col. (2017)
encontraron que los niños que clásicamente se definen como personas
con TEL se desempeñaron peor que sus compañeros de edad en las
tareas motoras gruesas y finas y un tercio de ellos presentaba una
discapacidad motora clínicamente significativa. En relación con los
compañeros de edad típicos, los niños con TEL tenían dificultades
significativas en la secuenciación y coordinación bimanual, pero no en la
sincronización unimanual. Este patrón de fortalezas y debilidades
recuerda los perfiles lingüísticos típicos de los niños con TEL; es decir, los
procedimientos complejos y secuenciados (como la gramática) están
particularmente comprometidos. Estos datos sugieren que las
manifestaciones más amplias del déficit del lenguaje del desarrollo
neurológico no siempre son secuelas.
McGregor y col .: Trastorno del desarrollo del lenguaje 41
SIG 1 Aprendizaje y educación de idiomas
o co-ocurrencias aleatorias; más bien, los factores comunes a nivel
genético, neuronal o cognitivo pueden limitar el lenguaje y la función
motora de formas específicas (Botting y Marshall, 2017). Examinar toda la
amplitud de la presentación es una línea de investigación esencial para
establecer un fenotipo preciso, una línea de investigación que se cerraría
si continuamos aplicando la definición tradicional de TEL, en este caso,
excluyendo a los niños que también presentan problemas de desarrollo.
trastorno de coordinación. Es importante destacar que la inclusión de
personas con fenotipos más amplios en los estudios de investigación no
excluye a los niños que han sido identificados por las definiciones
tradicionales de SLI.
CATALIZA Cita 2
“Un niño con un trastorno del lenguaje puede tener un
nivel bajo de capacidad no verbal. Esto no excluye un
diagnóstico de DLD ". (Bishop et al., 2017, p. 1072)
Lógicamente, uno podría estar convencido de que muchos niños
con déficit del lenguaje del desarrollo neurológico pueden presentar un
fenotipo que es más amplio que el lenguaje, pero aún así mantener que
los niños que tienen una presentación muy "limpia" presentan
problemas significativos de lenguaje pero un coeficiente intelectual
medio o alto no verbal y ningún problema significativo en otros.
dominios: constituyen un subgrupo de niños con DLD cuyos problemas
pueden tener diferentes causas y pueden requerir un enfoque diferente
para el manejo clínico. No negamos que puedan existir razones
legítimas para estudiar estos casos; sin embargo, un creciente cuerpo de
evidencia sugiere que el SLI no es un subgrupo científicamente
significativo de DLD.
Un ejemplo es el trabajo de Lancaster y Camarata (2019), quienes
utilizaron análisis de conglomerados para examinar la estructura latente
de los puntajes en las pruebas verbales y no verbales entre los niños de
kindergarten con DLD en la base de datos EpiSLI (Tomblin, 2010), ambos
que cumplieron con los criterios tradicionales de SLI. (puntajes estándar
de CI no verbal por encima de 85) y aquellos que tenían puntajes
estándar de CI no verbal entre 70 y 85. Los investigadores no
encontraron evidencia de subgrupos definidos por puntajes de CI no
verbal o cualquier otro puntaje. Llegaron a la conclusión de que el SLI no
es una categoría o subgrupo separado dentro de la población más
amplia de DLD y que la DLD en sí misma se caracteriza con precisión
como un trastorno del espectro, como el autismo, por ejemplo.
Abogamos por la inclusión de niños de todo el espectro de la DLD en
los estudios de investigación. Si excluimos de nuestra investigación a los niños
con un coeficiente intelectual no verbal normal bajo, corremos el riesgo de
perder la oportunidad de aprender más sobre la asociación entre la cognición
no verbal y verbal en los niños afectados. Dethorne y Watkins (2006)
encontraron que el coeficiente intelectual no verbal representaba
aproximadamente el 20% de la variación en las habilidades del lenguaje en un
grupo de niños de 4 a 6 años con DLD. Incluso en los estudios de SLI (estudios
que han excluido a los niños con un coeficiente intelectual no verbal normal
bajo), todavía encontramos esta asociación. En un metanálisis de 131 estudios,
los participantes con SLI puntuaron .69Dakota del Sur menor en las pruebas
de CI no verbal que sus compañeros de edad después de ajustar las
diferencias en las pruebas utilizadas, las puntuaciones de corte utilizadas y la
coincidencia del nivel socioeconómico (Gallinat y Spaulding, 2014). Para
comprender plenamente el déficit del lenguaje en el desarrollo neurológico,
debemos permitir que tanto el lenguaje verbal como el
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habilidades no verbales para variar en lugar de limitar artificialmente las
posibilidades de observar el alcance de su asociación.
En resumen, el consenso de CATALISE es que el déficit del
lenguaje en el desarrollo neurológico no es específico del lenguaje.
Al reconocer que los déficits del lenguaje del desarrollo neurológico
pueden presentarse junto con un coeficiente intelectual no verbal
de promedio bajo y condiciones concurrentes, las pautas de
consenso sugieren oportunidades para el descubrimiento de la
causalidad, la documentación de los fenotipos y la comprensión de
la asociación entre las habilidades verbales y no verbales entre las
personas afectadas. Pasamos ahora a algunas ventajas que el
consenso de CATALISE ofrece a los médicos.
DLD y práctica clínica
En las escuelas públicas de EE. UU., Cuando los niños con un
déficit del lenguaje del desarrollo neurológico califican para los servicios,
generalmente lo hacen en las categorías retraso en el desarrollo
(reservado para personas de 3 a 9 años), deterioro del habla o del
lenguaje, o Discapacidad Especifica de Aprendizaje (Ley de Educación
para Personas con Discapacidades, 2004). Los códigos de facturación
típicos de la Clasificación Internacional de Enfermedades (ICD-10) son
F80.1Trastorno del lenguaje expresivo o F80.2 Trastorno del lenguaje
expresivo y receptivo. Reconocemos estos términos obligatorios como
restricciones para la adopción del término DLD (o el término SLI, para
esa materia). Sin embargo, el constructo de DLD tiene ventajas para los
patólogos clínicos del habla y el lenguaje, incluso cuando deben usar
otros términos para las tareas de verificación y facturación. A
continuación, exploramos tres de estos.
CATALISE enfatiza la función. Si los niños con TEL se
diferencian y cómo se diferencian de los niños con habilidades
lingüísticas promedio ha sido un tema de debate durante mucho
tiempo (Johnston, 1991; Leonard, 1991). Las declaraciones de
CATALISE toman posición. El déficit del lenguaje en el
neurodesarrollo no es una categoría natural y distinta aparte de la
habilidad típica del lenguaje, sino que es dimensional. Las
dimensiones son distribuciones continuas de características que
reflejan diferencias individuales en toda una población. Para tomar
prestado un ejemplo de la psicología clínica, considere un continuo
de facilidad social que va desde la comodidad en todas las
interacciones sociales hasta la angustia en todas las interacciones
sociales. El punto a lo largo de este continuo que constituiría la
ansiedad social no es evidente de inmediato (Kotov et al., 2017).
La evidencia reciente de la dimensionalidad de SLI es el trabajo de
Rudolph, Dollaghan y Crotteau (2019; ver también Dollaghan, 2004,
2011). Rudolph y sus colegas analizaron 676 muestras conversacionales
de una muestra comunitaria. Los niños que no pasaron un examen
audiométrico de tonos puros o que obtuvieron una puntuación inferior a
77 en una medida cognitiva fueron excluidos de acuerdo con las pautas
tradicionales para identificar el TEL. Los niños no fueron seleccionados
sobre la base de su capacidad lingüística; por lo tanto, la muestra incluyó
niños con desarrollo típico del lenguaje y aquellos con TEL. El hallazgo
clave fue que los compuestos de morfología de verbos finitos no
separaban a los niños con TEL de sus compañeros típicos de una manera
categórica. El compuesto de morfología de verbos finitos es una medida
del uso de morfemas de tiempo y concordancia, más a menudo la tercera
persona del singular regular:s, como en "ella

juegos," pasado regular -ed, y cópula y formas auxiliares dees y soy.
El estudio de Rudolph et al. (2019) arroja evidencia particularmente
fuerte de SLI como dimensional dado que, en otros estudios que se
basan en una muestra clínica en lugar de una comunidad, el uso de
tiempo y concordancia fueron marcadores sensibles y específicos
de SLI (p. Ej., Goffman & Leonard, 2000; Rice, Wexler Y Hershberger,
1998; Souto, Leonard y Deevy, 2014). La morfología del verbo finito
probablemente revelaría la naturaleza categórica de SLI, si fuera
categórica.
El clínico podría preguntarse qué significa para la
práctica la estructura dimensional del déficit del lenguaje
del desarrollo neurológico. Después de todo, existe la
necesidad de crear categorías incluso cuando no existen
divisiones naturales claras: alguien tiene ansiedad social
o no, alguien tiene DLD o no y alguien califica para los
servicios o no. Son decisiones categóricas. La solución
recomendada es enfatizar la severidad del impacto
funcional sobre cortes arbitrarios en pruebas
estandarizadas. La consideración de la gravedad de los
síntomas es esencial al diagnosticar afecciones que no
muestran distinciones categóricas claras (Kamphuis &
Noordhof, 2009). Una persona tiene DLD si sus
habilidades lingüísticas son tan limitadas que impiden
una función adecuada en entornos sociales, familiares,
educativos, ocupacionales o comunitarios. En la práctica,
Los médicos notarán que el énfasis en el impacto funcional es
consistente con el requisito descrito en la Ley de Educación para
Individuos con Discapacidades (2004) y los objetivos de la Ley Cada
Estudiante Triunfa (2015), es decir, que los niños deben recibir
apoyos de educación especial cuando sus discapacidades sean
negativas. afectar el rendimiento académico. Las herramientas que
son prometedoras para ayudar a evaluar el impacto funcional en la
interacción social y la participación incluyen la Evaluación de la
participación de los niños y la herramienta complementaria, el
disfrute y las preferencias para las actividades de los niños (King et
al., 2007), las cuales son apropiadas para niños de 6 a 21 años. La
Prueba de la Escala de Lenguaje del Estudiante de Destrezas
Integradas de Lenguaje y Alfabetización (Nelson, Howes y Anderson,
2016) es un evaluador que puede proporcionar información sobre el
impacto funcional de la DLD en el uso del lenguaje en el aula
(Nelson et al., 2016). Para los niños en edad preescolar, el Enfoque
en los resultados de la comunicación para menores de seis años es
útil para evaluar los avances en la comunicación en la comunidad, la
escuela y el hogar (Thomas-Stonell, Oddson, Robertson y
Rosenbaum, 2010).
CATALISE evita las referencias cognitivas. Los documentos de
CATALISE argumentan que la referencia cognitiva es un medio ineficaz
para verificar la necesidad de servicios lingüísticos. Las presentaciones
clínicas de los niños con DLD que tienen un coeficiente intelectual no
verbal más alto y más bajo son similares, en promedio. Norbury y col.
(2016) compararon a niños con DLD que tenían un coeficiente intelectual
no verbal superior a 85 con aquellos con un coeficiente intelectual no
verbal entre 70 y 85 y no encontraron diferencias significativas en la
gravedad de los déficits del lenguaje, las habilidades de producción del
habla, el desarrollo socioemocional o
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SIG 1 Aprendizaje y educación de idiomas
logro educaciónal. Tampoco difirieron en las tasas de derivación para la
terapia del habla y el lenguaje, el porcentaje de apoyo escolar o la necesidad
de educación especial. Además, la respuesta a la intervención del lenguaje es
tan fuerte entre los niños con un coeficiente intelectual no verbal normal bajo
como entre aquellos con un coeficiente intelectual no verbal promedio o más
alto (Cole, Coggins y Vanderstoep, 1999). Estos datos respaldan la inclusión
de todos los niños con DLD en los casos clínicos, no solo de aquellos que
presentan una brecha entre sus habilidades verbales y no verbales.
Esta postura es consistente con la ley federal de los EE. UU., En el
sentido de que no se requiere que los niños demuestren una
discrepancia entre las habilidades verbales y no verbales para calificar
para los servicios de habla y lenguaje. También es coherente con el
alcance de la práctica de los patólogos del habla y el lenguaje. Aunque no
están calificados para administrar pruebas de CI, están calificados para
diagnosticar trastornos del lenguaje (American Speech-Language-
Hearing Association, 2016).
Debido a que no se requiere referencia cognitiva, el número de
casos del patólogo del habla y el lenguaje en la escuela probablemente
incluirá a niños que representan la gama completa de presentaciones, no
solo a niños que tienen un lenguaje deficiente frente a una cognición no
verbal fuerte. Por lo tanto, también en este caso, los médicos
reconocerán el ajuste entre las recomendaciones de CATALISE y sus
prácticas. Si los investigadores aplican la terminología DLD y su definición
asociada, las muestras de investigación se alinearán mejor con la
cantidad de casos clínicos y será más probable que proporcionemos a los
médicos de las escuelas información sobre los niños que se parecen a los
estudiantes que tratan.
¿Qué pasa con el término en sí? Se podría estar de acuerdo
en que la definición de DLD encaja bien con la práctica clínica en los
Estados Unidos pero aún rechaza el término real DLD.
Particularmente en el contexto de EE. UU., Los patólogos del habla y
el lenguaje expresan su preocupación de que el término de
desarrollo llevará a los padres, los legisladores y las compañías de
seguros a descartar el problema como algo que un niño superará
con la edad. Según informes anecdóticos, estas partes interesadas a
veces malinterpretan el término y, como resultado, ignoran el
problema.
Al unirnos a otros países para adoptar el término, nos
beneficiaríamos de una plataforma sólida, cohesiva y compartida
para la educación y la promoción. A través de esta plataforma, será
fundamental transmitir a las partes interesadas que el términode
desarrollo,como se aplica a la DLD y todos trastornos del
neurodesarrollo, discapacidades intelectuales, tartamudeo, TDAH,
TEA, trastornos específicos del aprendizaje, trastorno de
coordinación del desarrollo, dislexia, apraxia del habla infantil,
trastornos de tics, entre otros, se refiere a problemas de aparición
durante el desarrollo temprano (Asociación Estadounidense de
Psiquiatría, 2013). De desarrollo no significa que el niño que padece
la afección desaparecerá al llegar a la edad adulta. Sabemos que, si
un niño ingresa al jardín de infancia con un déficit del lenguaje en el
desarrollo neurológico, es poco probable que alcance a sus
compañeros (Tomblin, Zhang, Buckwalter y O'Brien, 2003).
De desarrollo es útil para enfatizar la naturaleza cambiante de los
trastornos del desarrollo neurológico a lo largo de la vida. La
sintomatología cambiará a medida que la persona aprenda, crezca y se
enfrente a nuevos desafíos. Algunos síntomas pueden desaparecer, pero
otros pueden aparecer. Al abrazar el términode desarrollo, nosotros
McGregor y col .: Trastorno del desarrollo del lenguaje 43
SIG 1 Aprendizaje y educación de idiomas
puede contribuir en gran medida a promover una mejor comprensión
clínica y educativa de la DLD.
En resumen, la caracterización de la DLD presentada en el
consenso de CATALISE se alinea bien con la práctica en las escuelas
públicas de EE. UU., Especialmente en el rechazo de las referencias
cognitivas y el énfasis puesto en el impacto funcional. El término en sí
presenta algunos obstáculos, ya que puede malinterpretarse como una
indicación de una preocupación temporal.
Una llamada a la acción
Es imperativo que nosotros, como médicos, investigadores y las
organizaciones profesionales que nos representan, eduquemos a las
partes interesadas sobre la naturaleza de los trastornos del desarrollo.
Para enfatizar esta necesidad crítica, considere que una aseguradora le
escribió recientemente a uno de nosotros (KM): "Si un niño simplemente
no habla o no habla con claridad, no está cubierto". ¿Es más probable
que las aseguradoras despidan a un niño de 6 años que "simplemente"
no camina o camina de manera constante? Estos no son niños que sean
demasiado perezosos para hablar o que eventualmente se pondrán al
día. No pueden hablar (o entender el habla) tan bien como sus
compañeros debido a una condición de por vida caracterizada por un
desarrollo neuronal atípico (Mayes, Reilly y Morgan, 2015), y es hora de
que usemos todas las plataformas nacionales e internacionales
disponibles para nosotros. para hacer este caso. En lugar de esconderse
del términode desarrollo, Vemos ventajas en compartir su verdadero
significado con las familias y los legisladores.
En última instancia, las palabras que usa la gente no pueden
ser impuestas por las políticas o preferencias de ningún grupo de
personas. Los patólogos del habla y el lenguaje saben mejor que la
mayoría que no es así como funciona el lenguaje. Si el consenso
sobre un término fuera el único tema en juego, no estaríamos tan
interesados en que se adopten las recomendaciones de CATALISE.
El proyecto CATALISE no solo se trataba de terminología, sino
también de una caracterización basada en la evidencia del déficit del
lenguaje en el desarrollo neurológico. En nuestra opinión, la
caracterización de DLD tal como se presenta en CATALISE motiva un
nuevo enfoque para comprender el déficit del lenguaje del
neurodesarrollo, uno que reconoce su naturaleza dimensional,
anticipa variaciones a lo largo del tiempo de desarrollo y valora lo
que se puede ganar examinando un fenotipo más amplio.
Proporciona una plataforma útil para defensores, motiva nuevas
direcciones para la investigación y refleja la práctica clínica en los
Estados Unidos. Los avances en las políticas, la investigación y el servicio
clínico son esenciales para la salud y el bienestar de las personas con
DLD. En esto radica nuestro entusiasmo por el consenso de CATALISE.
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