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UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE ZACATECAS

“FRANCISCO GARCÍA SALINAS”

UNIDAD ACADÉMICA DE MEDICINA HUMANA

Y CIENCIAS DE LA SALUD

PRODUCCIÓN DE ENERGÍA EN ISLANDIA Y COMO DISMINUYE LA


PRODUCCIÓN DE GASES DE EFECTO INVERNADERO

En relación con el objetivo 7 de los ODS


“Energía asequible y no contaminante”

PRESENTA

CARLOS RIVERA ESCOBEDO

DOCENTE

DRA. CHRISTIAN STARLIGHT FRANCO TREJO

ZACATECAS, ZAC., A NOVIEMBRE DE 2021


INTRODUCCION
Desde antes de la revolución industrial, donde la sociedad inició una vida basada
en la energía eléctrica para el alumbrado, la calefacción, entre otras, y a partir desde
entonces, la energía se ha vuelto cada vez más, parte de nuestra vida, y hasta el día de
hoy, toda nuestra vida funciona entorno a la energía eléctrica. Dentro de las formas de
energía existentes, la electricidad resulta hoy en día imprescindible en la mayoría de las
actividades humanas, por su comodidad, limpieza y la automatización de muchos
procesos industriales (Correa Álvarez, González González, & Pacheco Alemán, 2016).
Hasta el día de hoy, se han ideado diversas maneras de producirla para llevarla a
todos los hogares, desafortunadamente, la producción de energía, cuesta al mundo
entero los daños que de producirla ocasionan, afectando directamente al medio ambiente,
produciendo altos índices de contaminación, ya que la generación de electricidad se
sustenta fundamentalmente sobre la base de la utilización de las reservas de
combustibles fósiles tales como el petróleo, el carbón, el uranio, es decir las llamadas
fuentes de energía no renovables, las cuales por su naturaleza son agotables y su
extracción por tanto se encarece a medida que se hacen más inaccesibles (Correa
Álvarez et al., 2016)
Lamentablemente, aun cuando hay mucha afección ocasionada por la manera en
cómo producimos energía, ésta no ha llegado a todo el mundo, hoy por hoy, una de cada
siete personas aún no tiene acceso a la electricidad, la mayoría de ellos vive en áreas
rurales del mundo en desarrollo, más del 40 por ciento de la población mundial,
aproximadamente tres mil millones de personas, dependen de combustibles
contaminantes e insalubres para cocinar, por esto mismo, ahora existen diversas formas
de producir energías sin afectar al medio ambiente, estas energías son producidas por el
movimiento del agua, el aire y gases que se movilizan a gran velocidad.

DESARROLLO
Antecedentes
El uso intensivo de la energía basada en la quema de combustibles de origen fósil,
como el petróleo, carbón y gas ha sido uno de los principales insumos del crecimiento
económico durante varias décadas, tanto en países desarrollados como en desarrollo. Sin
embargo, la externalidad negativa asociada al consumo de este tipo de combustibles son
las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI). Si bien se reconoce que la
trayectoria de las emisiones de los GEI en el tiempo es una función de una compleja
relación con diversos factores, se identifica que existe una relación entre dichas emisiones
con distintas variables como la evolución del producto y su composición el grado de
desarrollo financiero y la apertura comercial, la inversión extranjera directa y el grado de
urbanización. (Catalán Alonso & Catalán Alonso, 2021)
La proporción de la energía renovable en el consumo total de energía final alcanzó
el 17,3 por ciento en el año 2017, frente al 17,0 por ciento en 2015 y el 16,3 por ciento en
2010. Este crecimiento fue impulsado principalmente por el aumento del consumo de
fuentes renovables modernas, que aumentó del 8,6 por ciento en 2010 al 10,5 por ciento
en 2017. La proporción de la población mundial con acceso a la energía eléctrica aumentó
del 83 por ciento en 2010 al 90 por ciento en 2018, lo que significa que más de mil
millones de personas adquirieron este servicio esencial. Sin embargo, 789 millones de

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personas, 85 por ciento en zonas rurales, carecían de energía eléctrica en 2018. América
Latina y el Caribe, y Asia oriental y sudoriental mantuvieron un firme progreso, y para el
año 2018, superaron el 98 por ciento de acceso a este servicio. El déficit se concentra
cada vez más en África subsahariana y afecta a unos 548 millones de personas, es decir,
al 53 por ciento de la población (ONU, 2021)
Los avances tecnológicos alcanzados dentro de la sociedad moderna muestran
que los nuevos equipos eléctricos y electrónicos han incrementado su eficiencia en el uso
de energía, traduciéndose esto en menores consumos de electricidad por equipo.
Aunque, por otro lado, se han disminuido sus costos de producción, lo que ha logrado
incrementar el acceso a una mayor cantidad de aparatos eléctricos, de manera tal que el
efecto final sobre el consumo de electricidad suele ser mayor, a pesar de la eficiencia de
los equipos. Por ello, la innovación tecnológica es una solución parcial para cuidar los
recursos. (Morales Ramírez et al., 2021)
El ahorro de energía puede provenir, entonces, por una mejora en la eficiencia de
los equipos y una reducción en la frecuencia de uso. El ahorro por reducción suele
asociarse a los comportamientos de cuidado de la energía, como apagar la luz y
desenchufar aparatos, entre otras cosas. A este tipo de prácticas se les denomina como
de bajo costo y se asocian a una reducción en los niveles de confort del hogar. En tanto
que el ahorro por eficiencia suele relacionarse con la compra de aparatos y con
modificaciones estructurales realizadas en la vivienda para hacerla más eficiente en el
uso de energía, lo cual implica un mayor costo, aumento en la frecuencia de uso de los en
seres, y comúnmente un mejor nivel de confort. (Morales Ramírez et al., 2021)
En México, se puede apreciar que a partir de 2008 se registra un cambio en la
tendencia de la serie y los niveles de emisiones se estabilizan, reportando un crecimiento
anual de 0.6 por ciento, indicando una posible fase de descarbonización de la economía
mexicana. Por otra parte, la quema de combustibles de origen fósil tiene un peso
importante en la evolución de los GEI, toda vez que en 2015 contribuyeron con 64 por
ciento de las emisiones totales. De hecho, un indicador ampliamente utilizado para
realizar comparaciones internacionales es considerar las emisiones per cápita derivadas
del consumo de combustibles, las cuales se ubicaron en 2015 en 3.7 toneladas de CO2
por habitante. (Catalán Alonso & Catalán Alonso, 2021)
El océano es el mayor sumidero de carbono del planeta ya que absorbe alrededor
del 23 por ciento de las emisiones anuales de CO2 generadas por la actividad humana y
ayuda a mitigar los efectos del cambio climático. Sin embargo, el CO2 que absorbe ha
hecho que el agua de mar se vuelva más ácida, lo que se evidencia en un descenso del
26 por ciento en los niveles de pH desde la época preindustrial. La acidificación de los
océanos pone en riesgo los arrecifes de coral y otras especies clave que son la base de la
cadena alimentaria marina y tiene efectos negativos en los servicios derivados de los
ecosistemas marinos, como la pesca y la acuicultura, la protección de las costas, el
transporte y el turismo (ONU, 2021)

Modelo en producción de energía


Islandia es un país bautizado a menudo como “la tierra del fuego y el hielo”. Es esta
combinación de geología y ubicación al norte la que confiere al país su amplio acceso a las
energías renovables. La isla se encuentra en la dorsal mesoatlántica, entre las placas
tectónicas de Eurasia y América del Norte, una zona volcánica muy activa que impulsa sus

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sistemas geotérmicos. Los glaciares cubren el 11 por ciento del territorio del país. El deshielo
estacional alimenta los ríos glaciales, que discurren desde las montañas hasta el mar y
contribuyen a garantizar los recursos hidroeléctricos de Islandia. Asimismo, el país cuenta con
un enorme potencial de energía eólica, que permanece prácticamente sin explotar. (Nations,
2021)

Para incentivar aún más el uso de la energía geotérmica, el Gobierno de Islandia


estableció un fondo de mitigación en relación con las perforaciones geotérmicas a finales de la
década de 1960. El fondo prestó dinero para la investigación geotérmica y la perforación de
sondeo, a la vez que garantizaba la recuperación de gastos para los proyectos fallidos. El
marco jurídico establecido también hizo que conectarse a la nueva red geotérmica de
calefacción centralizada de ciudades fuera una opción más atractiva para los hogares que la
de seguir usando combustibles fósiles. De forma simultánea, Islandia comenzó a centrarse en
el desarrollo hidroeléctrico a gran escala, lo cual atrajo a un gran número de usuarios de
energía industrial a nivel internacional. El objetivo era atraer a las nuevas industrias a Islandia
para diversificar la economía del país, crear empleo y establecer una red eléctrica a nivel
nacional. (Nations, 2021)

Consecuencias

Desde la revolución industrial, la tecnología ha impulsado nuestras sociedades de


formas hasta entonces nunca vistas. Logramos afrontar algunos de los mayores retos de
nuestra era: la producción de comida, la erradicación de enfermedades y la expansión de
los sistemas de transporte y comunicación. Pero este modo de desarrollo ha tenido un
coste y se ha convertido quizás en la mayor amenaza de nuestra época. La combustión de
fósiles como el petróleo, el carbón o el gas, que alimentaron la producción, ha liberado
toneladas de gases de carbono a la atmósfera. Los océanos y los bosques reabsorben
parcialmente las emisiones de gases de efecto invernadero, pero su drástico aumento en
los últimos 50 años, junto con la deforestación provocada por una agricultura no sostenible,
ha causado un calentamiento global: la temperatura media de la Tierra es un 1°C más alta
de lo que era antes de la revolución industrial. (Desarrollo, 2019)

CONCLUSIONES

Es necesario que se trabaje más en estándares de energía más eficientes ya que


estos podrían reducir el consumo de electricidad de los edificios y la industria en un 14 por
ciento. Entre 2000 y 2016, la cantidad de personas con acceso a energía eléctrica aumentó de
78 a 87 por ciento, y el numero de personas sin energía, bajó a poco menos de mil millones.
Sin embargo, a la par con el crecimiento de la población mundial, también lo hará la demanda
de energía accesible, y una economía global dependiente de los combustibles fósiles está
generando cambios drásticos en nuestro clima. Expandir la tecnología para contar con
energía limpia en todos los países en desarrollo, es un objetivo crucial que puede estimular el
crecimiento y a la vez ayudar al medio ambiente. (PNUD, 2021)

Para ayudará disipar la contaminación que ocasiona la producción de energía, se debe


iniciar desde en casa con el ahorro de energía, ya que esto favorecerá al medio ambiente sino
también a la economía familiar. Deben de existir las políticas necesarias que apoye la inversión
privada y la buena gestión de las empresas que puedan obtener energía de manera
renovable, es ahí, donde se debe de apostar a que la industria de energía crezca en pro de

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mejorar las condiciones de vida de la población mundial, y que las poblaciones que aun no
gozan del privilegio de usar la energía eléctrica puedan hacerlo cada día más y más.

Aunque los gobiernos de todo el mundo a través de la Organización de las Naciones


Unidas han trabajado arduamente en los objetivos de desarrollo sustentable, en el cual, el
crear energías limpias que favorezcan al medio ambiente ha sido un tema resaltante, pero aun
falta mucho por lograr y por hacer. Hasta hoy, las inversiones en proyectos hidroeléctricos
representaron el 46 por ciento de las corrientes de 2017, seguidas por las inversiones en
energía solar en 19 por ciento, eólica en un 7 por ciento y finalmente la geotérmica con un
6 por ciento, si bien los progresos son alentadores, sólo el 12 por ciento de esas
corrientes financieras alcanzaron a los países menos adelantados, que son los que más
se han retrasado en la consecución de las metas del Objetivo 7. Es necesaria una
dedicación especial para asegurar que el financiamiento llegue a los países más
necesitados. (ONU, 2021)

REFERENCIAS

Catalán Alonso, H., & Catalán Alonso, H. (2021). Impacto de las energías renovables en
las emisiones de gases efecto invernadero en México. Problemas del desarrollo,
52(204), 59-83. https://doi.org/10.22201/iiec.20078951e.2021.204.69611
Correa Alvarez, P. F., Gonzalez Gonzalez, D., & Pacheco Aleman, J. G. (2016,
septiembre). RENEWABLE ENERGIES AND ENVIRONMENT. ITS LEGAL
REGULATION IN ECUADOR. 8(3), 5.
Desarrollo, O. N. U. (2019, septiembre 5). Cinco estrategias para la neutralidad de
carbono [Organización]. Recuperado 22 de noviembre de 2021, de Medium
website: https://pnud.medium.com/cinco-estrategias-para-la-neutralidad-de-
carbono-a7ac0d17f2c1
Morales Ramírez, D., Alvarado Lagunas, E., González Del Ángel, L. J., Morales Ramírez,
D., Alvarado Lagunas, E., & González Del Ángel, L. J. (2021). Disposición al
ahorro de energía eléctrica en los hogares de México. Estudios demográficos y
urbanos, 36(2), 533-561. https://doi.org/10.24201/edu.v36i2.2002
Nations, U. (2021, noviembre 22). La historia de la energía sostenible en Islandia: ¿un
modelo para el mundo? | Naciones Unidas [Organización]. Recuperado 22 de
noviembre de 2021, de United Nations website:
https://www.un.org/es/chronicle/article/la-historia-de-la-energia-sostenible-en-
islandia-un-modelo-para-el-mundo
ONU. (2021, noviembre 22). Informe de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2020. 1(1),
68.
PNUD. (2021). Objetivo 7: Energía asequible y No contaminante | PNUD [Organización].
Recuperado 22 de noviembre de 2021, de UNDP website:
https://www1.undp.org/content/undp/es/home/sustainable-development-goals/goal-
7-affordable-and-clean-energy.html

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