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PwC pide a Ábalos que siga los

ejemplos de Sídney o Viena y no


el de Berlín en vivienda
La auditora recomienda seguir el camino del fomento a la inversión
privada y/o promoción de VPOs antes que el control de precios en
materia de alquiler

Sede de PwC en Madrid.  Efe.

JOAQUÍN HERNÁ…

PUBLICADO  20/01/2020 05:15

ACTUALIZADO 20/01/2020 02:57

PriceWaterHouseCoopers, una de las mayores consultoras/auditoras


privadas del mundo, ha destinado buena parte de la presentación de
su informe de tendencias inmobiliarias 2020 en Madrid a plantear su
visión sobre el "problema" de la vivienda, y en concreto, de los precios
del alquiler que afectan sobre todo a las principales ciudades - aunque
no de manera homogénea - de nuestro país.

La auditora sostiene que dicha cuestión ha


sido afrontada por los gobiernos desde tres diferentes enfoques. Así, ha
seleccionando tres ejemplos de ciudades que ejemplifican, a su
entender, el desarrollo de los mismos. 

PwC plantea como ejemplo de política exitosa en "reducir rápidamente"


los precios el fomento a los fondos de inversión que ha tenido lugar
en los últimos años en la ciudad australiana de Sídney. Frente a las
17.500 de viviendas en alquiler que había disponibles en 2017, el stock
creció hasta las 36.680 en 2019, una subida del 110% en dos años. En
ese mismo período, los precios cayeron un 8%. Se espera que se
terminen 192.000 viviendas entre 2019 y 2023.

Otra línea de actuación ha sido el impulso público al parque de


vivienda asequible. En esa línea, PwC pone el ejemplo de la capital de
Austria, Viena. Allí, la proporción de alquiler social sobre viviendas
alquiladas alcanza el 60% (y el 20% en toda Austria). Los precios se
han mantenido relativamente "estables" en la capital, según apuntan
desde la consultora, con subidas (e incluso algunas bajadas)
interanuales que no llegan al 5%. El parque de vivienda asequible
representa el 1% en España y el 6% en Alemania, según destaca PwC.

PwC critica el control de precios


Paralelamente, la auditora pone como ejemplo de política que no ha
surtido los efectos deseados el control de precios. El ejemplo escogido
por PwC es lo sucedido recientemente en Berlín. Los precios habían
subido un 22% entre 2012 y 2015, el año en que el Gobierno alemán
puso en marcha una política de limitación de precios a la que se adhirió
la capital. Entre 2015 y 2018 los precios del alquiler en Berlín subieron
otro 24%, según recoge la auditora, que además ha alertado de
la economía sumergida generada.

"Hecha la ley, hecha la trampa. Los arrendadores y arrendatarios


acaban llegando a acuerdos paralelos", esgrime el socio de inmobiliario
de PwC España, Rafael Bou, tras cuestionar que afirmar que en
España "muchos políticos están optando por la solución de Berlín"
porque "no tienen ni tiempo ni dinero".

Un eventual control de precios como el que


proyecta el nuevo Gobierno español sería
recurrible ante el Tribunal Constitucional pero
entraría en vigor, como mínimo, hasta que la
Justicia se manifieste

Berlín ha apostado por endurecer los controles a partir de este año,


congelando los alquileres por cinco años y poniendo sanciones de
500.000 euros a quienes lo incumplan. "El Gobierno central alemán, que
ya había intentado regular los precios de los alquileres en 2015 (con
poco éxito pues la Ley tenía muchas excepciones y su aplicación en la
práctica ha sido escasa) ha anunciado su intención de implementar
nuevas medidas más efectivas, similares a las aprobadas para la ciudad
de Berlín", añade Jacobo Sánchez-Andrade, counsel del área de
derecho inmobiliario de Bird & Bird.

Sánchez-Andrade añade el caso de París e incide en "que las


prohibiciones que se implantaron en 2014 tampoco han resultado
efectivas ya que los precios máximos podían aumentarse si se daban
excepciones (que se han hecho generales). Los tribunales decidieron
suspender su aplicación en París y en otros puntos calientes". Así,
advierte de que un eventual control de precios como el que proyecta el
nuevo Gobierno español sería recurrible ante el Tribunal Constitucional,
aunque los particulares deberían acatar la decisión de sus respectivas
administraciones (comunidades autónomas) hasta que no haya un
pronunciamiento judicial al respecto.

En este sentido, cabe destacar que el control de precios lleva décadas


funcionando en Suecia (donde el centroderecha impulsa ahora
eliminarlo para poner coto a las "listas de espera" para acceder a pisos y
a la "economía sumergida"), mientras el centroizquierda
en Dinamarca y algunos estados de EE.UU. como California, Oregon
y Nueva York han implementado en 2019 medidas de freno a los
precios con un ojo en los fondos de inversión.

La situación de España
Por lo pronto, desde PwC se inclinan por defender que la "regulación"
no es la solución (inciden además en que en España, más del 90% de
arrendadores son particulares) y que en nuestro país hay "un problema
de oferta" preparada para la demanda que hay hoy de alquiler.

Desde la auditora citan estadísticas del Banco de


España y Fomento para esgrimir que en España hay una demanda
estructural de 120.000 viviendas nuevas al año, siendo que en 2019 se
levantaron unas 73.000. Así, mientras el número de pisos terminados
privados creció de 45.000 (2013) a 63.876 (2019), el de Vivienda de
Protección Oficial cayó de unas 20.000 en 2013 a 5.937 en 2019. Los
precios de alquiler crecieron alrededor de un 60% en las principales
ciudades en el mismo período.
PwC destaca así el ejemplo de Sídney y pone como alternativa el de
Viena, la línea hacia la que parecen inclinarse los principales
representantes del sector inmobiliario en España como solución
políticamente viable- está recogida en el pacto de investidura
entre PSOE y Unidas Podemos - frente al control de precios. 

El Gobierno impulsa ya la promoción de 20.000


viviendas a precios regulados bajo financiación
privada, para las que se ha postulado Azora, el
segundo mayor casero de España

En su primera alocución pública de 2020, el CEO de la socimi cotizada


del Ibex 35 Merlin, Ismael Clemente, ha planteado que el Estado
compre el 100% de la Sareb (en un 55% privada ahora), y ponga sus
viviendas en alquiler (de los 34.000 millones de Sareb, 12.400 millones
son inmobiliarios, teniendo unas 60.000 viviendas). 

El Gobierno, en suma, impulsa ya la promoción de 20.000 viviendas a


precios regulados bajo financiación privada, para las que se ha
postulado Azora, el segundo mayor casero de España. La gestora
inmobiliaria Locare ha estimado que equilibrar el parque de alquiler
asequible español con la media europea requiere que entren en el
mercado del alquiler asequible 1,1 millones de viviendas (no
necesariamente nuevas) y costaría unos 130.000 millones públicos y/o
privados entre vivienda nueva y acondicionamientos de las actuales. 

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