Está en la página 1de 2

c   



Tlachtli en náhuatl, pokyab o pok-ta-pok en maya y taladzi en zapoteca. Son los nombres con que se conocía a una de
las actividades sagradas en las culturas clásicas: el juego de pelotas, el cual se practicaba para conocer el designio de
los dioses. El que perdía, era decapitado.
Las canchas para su práctica siempre se contruyeron dentro de los centros ceremoniales, y próximas a los templos
más importantes. Esto, desde hace unos 3 mil 500 años. Además, incluían santuarios y altares de sacrificios. Famosas
son las que se encuentran en Chichén Itzá, Uxmal, Xochicalco, Tula, Monte Albán y El Tajín, entre muchas otras.
Jugador de pelota
Recientemente - durante la construcción de una zona habitacional - un grupo de arqueólogos mexicanos del Instituto
Nacional de Antropología e Historia (INAH) descubrió un campo maya de juego de pelota de ¡2.500 años de
antigüedad!, que podría develar un sinnúmero de incógnitas sobre la importancia de este deporte en esa civilización,
que floreció en el sur de México y parte de Centroamérica.
El campo mide 25 metros de largo y 4,5 de anch o, y se localiza exactamente a unos 12 kilómetros de la ciudad de
Mérida - capital del estado sureño de Michoacán - en un sitio arqueológico denominado Caucel.

En ese mismo lugar se han encontrado más de


2.700 montículos, de los cuales al menos 1.500 han aportado información trascendental. Además, se encontraron 790
estructuras prehispánicas, aunque se piensa que habría cerca de mil.
Con todo esto, las autoridades debieron modificar el plan de construcción habitacional, tomando en cuenta que de 260
hectáreas liberadas por el INAH, por lo menos 46 de ellas han sido consideradas como áreas verdes o para la
construcción de parques arqueológicos en donde se localizaron los vestigios mayas.
Pero esto es lo más importante: se trata de una zona donde se creía que los mayas no habían desarrollado ningún
asentamiento por falta de zonas de cultivo. De acuerdo a los investigadores, el descubrimiento de una estructura donde
se practicaba el juego de pelota, confirma la importancia para los mayas de la planicie costera del noroeste de Yucatán.
Además, de las excavaciones surge que en la región se habría levantado una importante urbe maya del período
preclásico (700 - 400 antes de Cristo). En otras palabras, se trataría de una de las ciudadelas más antiguas de la
Península de Yucatán, anteriores incluso a las zonas de Chichén Itzá y Uxmal, también en la periferia de Mérida.
A su vez, el hallazgo, que conserva el 70 % de su estructura original, indica que los mayas de esta región se
desarrollaron a la par con los de Tabasco, Guatemala y Oaxaca.
¿En qué consistía el "juego de pelotas"?
Hasta el día de hoy se han encontrado alrededor de 1.500 "canchas de fútbol" pertenecientes a las culturas
mesoamericanas, cuya área cultural comprende los actuales territorios de México, Guatem ala, Belice, el Salvador,
Honduras y parte de Nicaragua.
El juego de pelota simboliza la lucha entre las fuerzas opuestas del universo; es la lucha entre el bien y el mal, entre la
luz y la oscuridad. La pelota en constante movimiento representa al movimiento de los astros y las fuerzas de la

creación.
¿Pero en qué consistía el juego de pelotas? Vamos por parte...
El espacio de juego tiene planta en forma de doble T o de I, limitado a los lados por muros verticales o en forma de
talud.
Lo anterior es part e de un "diseño general", que tiene algunas variantes. Durante el juego se usaban varios tipos de
marcadores, los cuales son tallados en piedra y tienen diferentes formas, y pueden estar esculpidos o no. Los más
conocidos son los anillos (tlachtemalácatl) por los cuales debía pasar la pelota durante el juego. También lo son los
marcadores esculpidos en forma de cabeza de animal, que eran empotrados en las paredes laterales de la cancha.
Marcador del juego de pelotas
Los jugadores portaban sobre el máztlatl (taparrabo) un cinturón de cuero de venado con prolongaciones para proteger
las caderas, así como musleras, rodilleras y un guante en la mano izquierda. En otras versiones aparecen con lujosos
atavíos, cascos y gruesos cinturones.
La noche anterior al partido, los participantes hacían penitencia. Al día siguiente los espectadores se sentaban en lo
alto de las murallas, y los jugadores, divididos en dos bandos, se colocaban frente a frente y a lo largo de las
banquetas.
La pelota era de caucho o hule macizo, es decir que no tenía aire como las pelotas que actualmente conocemos.
Medía entre 25 y 30 centímetros de diámetro, pesaba entre 3 y 6 libras.
El juego era de la siguiente manera: la pelota - de hule - debía golpearse con el antebrazo, las caderas y con l as
manos, utilizando una especie de guantes golpeadores o un mazo; la pelota no debía golpear ninguna otra parte del
cuerpo. Sin embargo, existían variantes: una la constituía el juego de cadera, la segunda el juego de antebrazo y la
tercera, el juego de m azo. Se trataba de que la pelota estuviera en constante movimiento, sin pasar ciertas marcas.
La pelota para el juego de antebrazo era más liviana y más pequeña; medía entre 7 y 10 centímetros, con un peso
aproximado de 500 gramos. La pelota para el juego de mazo medía aproximadamente 15 centímetros de diámetro y
pesaba entre 2,5 y 4 libras.
El que hacía que un adversario tocara la pelota con otra parte del cuerpo, o la lanzaba hasta la pared opuesta o por
encima de la muralla, ganaba un punto. Pero la única manera de conseguir un triunfo definitivo, en cualquier momento,
consistía en hacer pasar la pelota por el anillo (semejante al basquetball).
El látex para la fabricación de la pelota era conocido como kiq por los mayas. Esta materia era sacada del árbol que
actualmente se conoce como Castilla elástica. El látex extraído de este árbol era mezclado con el jugo de la planta del
guamol (Calonyction aculeatum) o joamole que crece en los mismos sitios que la Castilla elástica.Antes de la
Conquista, este juego tenía un carácter fundamentalmente religioso. De acuerdo a las investigaciones existentes, se
realizaba como acto de culto a la fertilidad de la tierra, o como juego entre deidades. Sin embargo, este deporte era tan
popular que se practicaba también para dirimir disputas y problemas de límites, para adivinar la suerte, para realizar
apuestas, e incluso por codicia de los jugadores, ya que quienes lograba hacer pasar la pelota por el anillo podía
despojar de todas sus joyas y prendas a los concurrentes.

También podría gustarte