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SALA CONSTITUCIONAL
El 11 de agosto de 2006 fue recibido en esta Sala Constitucional, proveniente de la Sala Séptima
de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, el
oficio Nº 0508-06 del 9 de agosto de 2006, por el cual se remitió el expediente distinguido con el
Nº 2999-06 (nomenclatura de dicha Sala), contentivo de la acción de amparo constitucional
interpuesta por la abogada MARYELITH SUÁREZ B. deV., actuando como Fiscal Centésima
Vigésima Octava del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas contra la presunta
omisión de la Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal en funciones de
Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas “de dar curso legal, al
RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO EN CONTRA DE LA DECISIÓN, mediante la cual declaró
inadmisible la recusación incoada por mi persona en su contra”, en el curso del juicio oral y
público incoado en contra del ciudadano Carlos Martín Rodríguez Ledezma por la comisión de
los delitos de violencia física, violencia psicológica y amenaza, previstos en la Ley sobre la
Violencia contra la Mujer y la Familia.
Tal remisión obedeció a que, el 9 de agosto de 2006, la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones
del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas oyó el recurso de apelación
ejercido, el 7 de agosto de 2006, por la abogada Yazmira N.D., Juez del Juzgado Décimo Quinto
de Primera Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas en contra de la decisión dictada, el 2 de agosto de 2006, que declaró
con lugar la acción de amparo propuesta.
El 19 de septiembre de 2006, se dio cuenta en Sala del presente expediente y se designó ponente
a la Magistrada Doctora C.Z. deM., quien con tal carácter la suscribe.
El 28 de septiembre de 2006 el abogado A.C.G. inscrito en el INPREABOGADO Nº 80.607,
defensor del ciudadano Carlos Martín Rodríguez Ledezma, titular de la cédula de identidad Nº
6.941.244, consignó escrito en el cual solicita su intervención como tercero “interviniente
Adhesivo a la posición y criterio de la apelante” en el proceso de amparo incoado. Asimismo
solicitó medida cautelar innominada a los efectos de suspender la sentencia de amparo dictada
el 2 de agosto de 2006 por la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal
del Área Metropolitana de Caracas y, finalmente, pidió sea declarada con lugar la apelación
ejercida por la Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal en funciones de
Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas.
El 25 de octubre de 2006 la abogada Yazmira N.D., Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera
Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, consignó copia del escrito “presentado en fecha 07-08-2006 por ante la Sala de la Corte
de Apelaciones Nº 7 del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas,
conjuntamente con el anexo marcado ‘A’ referente al Oficio identificado DID-AMC-00021-2006 de
fecha 27-07-2006 suscrito por la Directora de Inspección y Disciplina del Ministerio Público, a los
fines de que sea agregado a los autos y surta sus efectos legales”.
Realizado el estudio del expediente, se pasa a dictar sentencia, previas las siguientes
consideraciones:
ANTECEDENTES
El 18 de julio de 2006, la abogada Maryelith Suárez B. deV., Fiscal Centésima Vigésima Octava
del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas, ejerció acción de amparo
conjuntamente con medida cautelar innominada contra la presunta omisión de la Juez del
Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito
Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas “de dar curso legal, al RECURSO DE
APELACIÓN INTERPUESTO EN CONTRA DE LA DECISIÓN, mediante la cual declaró inadmisible
la recusación incoada por mi persona en su contra”, en el curso del juicio oral y público incoado
en contra del ciudadano Carlos Martín Rodríguez Ledezma por la comisión de los delitos de
violencia física, violencia psicológica y amenaza, previstos en la Ley sobre la Violencia contra la
Mujer y la Familia. En esa oportunidad se efectuó la distribución, correspondiéndole su
conocimiento a la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas.
El 19 de julio de 2006, la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas recibió las actuaciones y, en esa misma oportunidad acordó, a
los fines de resolver la acción de amparo, solicitar al Juzgado Décimo Quinto de Primera
Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, la causa original signada bajo el Nº 15J-355-06 nomenclatura de ese Juzgado.
El 20 de julio de 2006, la referida Sala admitió la acción de amparo interpuesta y ordenó las
notificaciones de la Juez presuntamente agraviante, al Fiscal Superior y a la accionante, a los
fines de la celebración de la audiencia constitucional. Asimismo negó la medida cautelar
innominada solicitada.
El 21 de julio de 2006 la abogada B.A. de Silva, Fiscal Superior del Ministerio Público de la
Circunscripción Judicial del Área Metropolitana de Caracas, consignó escrito, en el cual señaló
que no es procedente la solicitud efectuada por el referido tribunal, relativo a la designación de
un fiscal para conocer de la acción de amparo de autos, ya que “en los procesos de amparo
donde el Ministerio Público sea parte, no es aplicable el artículo 15 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales”.
El 25 de julio de 2006 la abogada Yazmira N.D., Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera
Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas consignó “informe relacionado con la Acción de A.C.”.
El 27 de julio de 2006, tuvo lugar la audiencia constitucional, en esa oportunidad la Sala Séptima
de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas declaró
con lugar la acción de amparo propuesta.
El 7 de agosto de 2006, la abogada Yazmira N.D., Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera
Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, apeló de la decisión dictada el 2 de agosto de 2006 que declaró con lugar la acción de
amparo propuesta. En esa oportunidad fundamentó el recurso de apelación propuesto.
El 9 de agosto de 2006, la abogada Maryelith Suárez B. deV., Fiscal Centésima Vigésima Octava
del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas consignó escrito “con el objeto de dar
contestación al Recurso de Apelación interpuesto por la ciudadana Juez Y.N.D.”. En el referido
escrito solicitó a la Sala sea declarado inadmisible el recurso de apelación ejercido por falta de
legitimidad de la Juez y, en consecuencia, sea declarada definitivamente firme la decisión
dictada por la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas que declaró con lugar la acción de amparo ejercida.
El 28 de septiembre de 2006 el abogado A.C.G., defensor del ciudadano Carlos Martín Rodríguez
Ledezma, como se señaló supra, consignó escrito en el cual solicita su intervención en el
proceso de amparo incoado, al señalar que la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana “admitió, sustanció y resolvió el presente proceso
a espaldas de (su) defendido, a quien nunca notificó, sumiéndolo en un estado de total
indefensión, ya que le negó la posibilidad de intervenir oportunamente para contradecir y
demostrar la improcedencia de la solicitud de amparo que intentó su contrincante en el juicio
penal. Sostuvo que a pesar de que “la acción de amparo se circunscribe al supuesto retardo del
Tribunal de Juicio en tramitar la apelación de la Fiscalía contra una interlocutoria, la sentencia
que declaró con lugar el amparo no ordenó la restitución de la situación jurídica infringida, es
decir, no conminó a la agraviante a cumplir el trámite omitido, sino que resolvió –en arrebato de
incoherencia extrema- anular de golpe y porrazo el juicio oral y público y la sentencia absolutoria
dictada en el mismo, ordenando que el acusado (a quien nunca notificó ni oyó) fuera sometido a
un nuevo juicio sobre los mismos hechos, cosa que decidió a sabiendas de que la aludida
sentencia absolutoria estaba sometida al recurso de apelación que había interpuesto la misma
fiscal accionante del amparo” (subrayado y resaltado del escrito).
II
DE LA ACCIÓN DE AMPARO
Que el 30 de mayo de 2006 se inició el debate oral y público en contra del ciudadano Carlos
Martín Rodríguez Ledezma, por la comisión de los delitos de amenaza, violencia psicológica y
violencia física, previstos en los artículos 16,17 y 20 de la Ley sobre la Violencia contra la Mujer y
la Familia.
Que en el curso del debate la víctima, ciudadana B.C.V., de forma oral, recusó a la Juez “la cual
exigió el fundamento legal, omitiendo que la víctima no tiene conocimientos jurídicos, sin
embargo culminada la exposición de la víctima, la Juez declara inadmisible la recusación
planteada y continúa el debate culminando con el testimonio de la víctima, siendo suspendido
para su continuación el día martes 06/06/06”.
Que el 2 de junio de 2006 la víctima interpone, por escrito, una nueva recusación, por lo que no
compareció a la continuación del debate fijado para el 6 de junio de 2006, ya que se encontraba
pendiente la referida incidencia de recusación.
Que tales actuaciones quebrantan el principio del Juez imparcial y Juez objetivo, debido proceso
y tutela judicial efectiva afectando las resultas del debate oral y público, por lo que, el 8 de junio
de 2006, recusó a la referida Juez, con fundamento en la causal establecida en el numeral 8 del
artículo 86 del Código Orgánico Procesal Penal, la cual fue declarada inadmisible por el Juzgado
Décimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial
Penal del Área Metropolitana de Caracas, mediante auto de esa misma fecha.
Que contra la anterior decisión ejerció, el 14 de junio de 2006, recurso de apelación, siendo que
la referida juez emplazó a los abogados del ciudadano Carlos Martín Rodríguez Ledezma, el 20
de junio de 2006, y éstos contestaron el recurso de apelación, el 13 de julio de 2006, dentro del
tiempo hábil; no obstante, cubierto todos los extremos la Juez agraviante omite deliberadamente
dar cumplimiento al procedimiento establecido en el artículo 449 del Código Orgánico Procesal
Penal.
Solicitó, medida cautelar innominada “por cuanto puede quedar ilusoria la ejecución del fallo,
ANULANDO LOS EFECTOS DEL JUICIO LLEVADO A CABO EL DÍA DE (sic) MIERCOLES 14 DE
JUNIO DE 2006, en virtud que, de que (sic) la conducta abusiva de la juez agraviante aun
continúa al negar el procedimiento legal por el Recurso de Apelación interpuesta”.
III
DE LA COMPETENCIA
Corresponde a esta Sala pronunciarse sobre la presente apelación para lo cual, previamente,
debe establecer su competencia para conocer de la misma. A tal efecto se observa que,
conforme a la Disposición Derogatoria, Transitoria y Final, letra b) de la Ley Orgánica del Tribunal
Supremo de Justicia, esta Sala es competente para conocer de las apelaciones de los fallos de
los Tribunales Superiores que actuaron como primera instancia en los procesos de amparo,
salvo en la materia contenciosa administrativa, ya que, según la norma invocada, hasta tanto se
dicten las leyes de la jurisdicción constitucional, la tramitación de las apelaciones, se rige tanto
por las normativas especiales, como por la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, en cuanto le sean aplicables, así como por las interpretaciones vinculantes de
esta Sala (vid, caso: E.M.M., del 20 de enero de 2000, y caso: Yoslena Chanchamire Bastardo, del
8 de diciembre de 2000).
IV
DE LA SENTENCIA APELADA
El 2 de agosto de 2006, la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del
Área Metropolitana de Caracas declaró con lugar la acción de amparo de autos, argumentado lo
siguiente:
…observa esta Alzada en sede Constitucional, que en el presente caso, el tribunal accionado, ante la
interposición del recurso de apelación por parte del Ministerio Público, sólo se avocó (sic) al
emplazamiento de las partes, obviando el trámite correspondiente establecido en el artículo 449 del
Código Orgánico Procesal Penal, que señala literalmente:
‘…Presentado el recurso, el juez emplazará a las otras partes para que lo contesten dentro de tres días y,
en su caso, promueva pruebas.
Transcurrido dicho lapso, el juez, sin más trámite, dentro del plazo de veinticuatro horas, remitirá las
actuaciones a la Corte de Apelaciones para que ésta decida’.
De tal forma que dicha juez estaba obligada, una vez transcurrido el lapso de tres días desde el
emplazamiento respectivo, a remitir las actuaciones ‘sin mas trámites’ a la Unidad de Recepción y
Distribución de Documentos para que fuese distribuido a una de las Salas de la Corte de Apelaciones de
este Circuito Judicial Penal.
Consideran estos decidores que la omisión en que incurrió la Juez Décimo Quinta de Primera Instancia en
funciones de juicio, Abog. YAZMIRA N.D., ocasionó una evidente violación a los derechos establecidos
constitucionalmente a la Tutela Judicial Efectiva y a recibir una adecuada respuesta, los cuales sólo
podían ser restablecidos por medio de la vía de la acción de amparo…
En razón de lo expuesto, la referida Sala declaró con lugar la acción de amparo y “en
consecuencia, se deja sin efecto el Juicio Oral y Público iniciado en fecha 30-05-06, así como
todas las actuaciones subsiguientes a esa data, para el restablecimiento de los derechos
vulnerados así como la sanidad procesal. Asimismo, se restituye (sic) la causa al estado en que
se efectúe un nuevo Juicio Oral y Público, ante un Juez en Funciones de Juicio distinto al Juez
Décimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal de este Circuito Judicial, todo de conformidad
con lo establecido en los artículos 4 y 26 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y
Garantías Constitucionales y adminiculado con la sentencia de carácter vinculante emanada de
la Sala Constitucional de fecha 01-02.2000, con ponencia del magistrado J.E.C. romero (caso
J.A. (sic) MEJÍAS) 00-0010, en el cual se estableció el nuevo procedimiento en materia de A.C.”.
Finalmente, ordenó la remisión de las actuaciones originales a la Unidad de Registro y
Distribución de Documentos del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas.
FUNDAMENTOS DE LA APELACIÓN
El 7 de agosto de 2006 la abogada Yazmira N.D., Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera
Instancia en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas, fundamentó su apelación en lo que a continuación se resume:
Que la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones al declarar con lugar la acción de amparo
propuesta actuó fuera de su competencia “al resolver por vía del amparo constitucional recursos
de apelación que se encontraban pendientes y los cuales fueron interpuestos en contra de
decisiones de incidencias resueltas en la audiencia de Debate Oral y Público”.
Que se extralimitó “al declarar la nulidad de todas las actuaciones incluyendo una sentencia que
no se encontraba firme en virtud que se encontraba en trámite en el tribunal a (su) cargo del
Recurso de Apelación interpuesto por la Fiscal del Ministerio Público en contra de la sentencia
absolutoria”.
Que la referida Sala de la Corte de Apelaciones “subvirtió el orden procesal, cuando erró al
declarar con lugar una Acción de Amparo, donde no existían violaciones de derechos ni
garantías constitucionales”.
En razón de las anteriores consideraciones, solicitó a la Sala sea requerida la causa principal en
su totalidad a los fines de que sea revisada la decisión de la Sala Séptima de la Corte de
Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas y sea declarada su
nulidad por ser contraria al ordenamiento jurídico, vulnerar el estado de derecho y desnaturalizar
la acción de amparo constitucional. Asimismo pidió sea revisada la acción de amparo incoada
por la abogada Maryelith Suárez B. deV., Fiscal Centésima Vigésima Octava del Ministerio
Público del Área Metropolitana de Caracas y sea declarada su inadmisibilidad y, en
consecuencia, sea remitida la causa en su totalidad al Juzgado Décimo Quinto de Primera
Instancia en lo Penal en funciones de Juicio, a los fines de culminar el trámite de la apelación
interpuesta por la referida Fiscal en contra de la sentencia definitiva dictada el 14 de junio de
2006.
VI
El asunto fue remitido a esta Sala Constitucional, en virtud del recurso de apelación interpuesto
por la abogada Yazmira N.D., Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal
en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas, contra la
decisión dictada, el 2 de agosto de 2006, por la Sala Séptima de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas que declaró con lugar la acción de
amparo propuesta.
Por tanto, visto que el conocimiento del amparo en segunda instancia, proviene de la apelación
interpuesta por un Juez de la República, esta Sala considera precisar como punto previo si dicho
Juez tenía legitimación para impugnar la decisión que consideró desacertada.
Al respecto, esta Sala, en la sentencia N° 1139, del 5 de octubre de 2000 (caso: H.L.Q.T.), señaló,
en relación con el carácter personal para intentar la acción de amparo, lo siguiente:
Todo accionante de amparo debe encontrarse en una situación jurídica que le es personal, y que ante la
amenaza o la infracción constitucional se hace necesario que se impida ésta o se le restablezca, de ser
posible, la situación lesionada.
Se trata de una acción personal, que atiende a un interés propio, que a veces puede coincidir con un
interés general o colectivo.
Un juez, como tal, no puede ejercer un amparo contra decisiones judiciales que afecten su función
juzgadora, ya que él no sería nunca el lesionado, sino el tribunal que preside, el cual representa a la
República de Venezuela, en nombre de quien administra justicia, y no puede el juez, si con motivo de su
función jurisdiccional se ve su fallo menoscabado por otras decisiones, impugnar por la vía de amparo, ya
que dada la estructura jurisdiccional que corresponde a la República, ella no puede infringir sus propios
derechos constitucionales. Por ello, un juez no puede incoar un amparo contra otro juez, con motivo de
una sentencia dictada por él, que el otro juez desconoce, reforma, inaplica o revoca. La función de defensa
de los fallos corresponde a las partes y no a quien los dicta.
Desde este ángulo, un juez carece de interés legítimo para accionar en amparo en defensa de sus fallos.
…omissis…
Dentro de las posibilidades legales de que la actividad de un órgano jurisdiccional sea juzgado por otro,
sin mediar la apelación o la consulta, se encuentra la del artículo 4 de la Ley Orgánica de Amparo sobre
Derechos y Garantías Constitucionales, el cual permite que un juez superior al que emite un
pronunciamiento u ordene un acto, conozca de un amparo contra dicho fallo o acto, si con él se lesiona un
derecho o garantía constitucional. En este caso excepcional, es cierto que se rompe el principio de la
unidad de la jurisdicción, sin embargo funciona la pirámide organizativa de la jurisdicción, y es el
superior quien juzga al inferior, y ello ocurre porque las partes y no el órgano incoan el amparo. Los
tribunales fueron concebidos para dirimir conflictos, no estando entre sus poderes o facultades el pedir
justicia mediante litigios. Se requiere que el orden que impone la Ley Orgánica del Poder Judicial a los
órganos de administración de justicia, se cumpla
En este sentido y de acuerdo con lo señalado en la sentencia supra transcrita, se observa que un
Juez al dictar una sentencia, actúa como órgano público, dado que al administrar justicia lo hace
en nombre de la República de Venezuela y nunca en nombre propio, tal como lo indica
expresamente el artículo 253 de la Constitución. Esta disposición constitucional se encuentra
contenida, en términos similares, en los artículos 4 del Código Orgánico Procesal Penal, 242 del
Código de Procedimiento Civil y 9 de la Ley Orgánica de Poder Judicial. De tal modo, que sólo las
partes pueden activar procesalmente mediante el uso de los medios impugnativos que les
otorga la ley.
Sin embargo, caso distinto se configura en el presente asunto, donde la demanda de amparo se
interpuso contra la omisión en el trámite de una apelación respecto de una decisión dictada con
ocasión de un pronunciamiento de la Juez en relación con una recusación interpuesta en su
contra. En este sentido se estima que la decisión que se dicte en esos casos sí afecta
directamente la situación jurídica de la apelante, pues la decisión podría provocar la separación
del juez en el conocimiento de un asunto de su competencia, así como la eventual sanción que
se le impondría en virtud de que, a sabiendas de que estaba incurso en una causal de recusación
no se inhibió del conocimientito de la causa, por lo tanto, a juicio de esta Sala, en tales
situaciones se debe excluir la prohibición del juez de apelar contra las decisión judicial que
decide la acción de amparo en referencia, por cuanto no se trata de una controversia sobre
decisiones de los Tribunales que actúan como órganos del Poder Judicial, sino de un
pronunciamiento dictado por un Juez competente para dirimir una incidencia de recusación cuya
decisión en amparo podría afectar su competencia subjetiva, por lo que se entiende que, en
estos casos, el Juez recusado es parte en el procedimiento de amparo y por tanto tiene cualidad
para apelar.
Además, cabe recalcar que, a pesar de que esta Sala no ha permitido la legitimación activa en el
amparo de los Jueces ni tampoco, la posibilidad de interponer recurso de apelación dentro del
procedimiento de amparo, esa doctrina no es aplicable en caso bajo estudio por cuanto el
motivo de la presente acción se debe a la posible vulneración del principio del Juez Natural, el
cual es de orden público, por encontrarse en entredicho la capacidad del funcionario encargado
de impartir justicia dentro del proceso penal, el cual, no puede ser reparado sino a través de la
vía del amparo constitucional. Así se declara.
Determinado lo anterior, esta Sala pasa a decidir la presente causa y, al efecto, observa que el
procedimiento llevado a cabo en la presente acción de amparo contiene irregularidades de tal
magnitud que vulneran el orden público constitucional, lo que amerita que esta Sala emita un
pronunciamiento como máximo garante de la Constitución, en aras del restablecimiento del
orden procesal infringido.
En efecto, la presente causa se originó como se señaló supra con motivo de la acción de amparo
constitucional que el 18 de julio de 2006 interpuso la abogada Maryelith Suárez B. deV., Fiscal
Centésima Vigésima Octava del Ministerio Público del Área Metropolitana de Caracas contra la
presunta omisión de la Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia en lo Penal en
funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas “de dar curso
legal, al RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO EN CONTRA DE LA DECISIÓN, mediante la cual
declaró inadmisible la recusación incoada por mi persona en su contra”, en el curso del juicio
oral y público incoado en contra del ciudadano Carlos Martín Rodríguez Ledezma por la
comisión de los delitos de violencia física, violencia psicológica y amenaza, previstos en la Ley
sobre la Violencia contra la Mujer y la Familia.
El juzgado a quo, en el auto mediante el cual admite la acción, ordenó notificar al titular del
juzgado señalado como presunto agraviante, al Fiscal Superior y a la Fiscal accionante. Sin
embargo, no ordenó la notificación de las partes –acusado y víctima- del juicio en donde se
produjo la omisión denunciada, a los fines de enterarlos de la ocasión en que se realizaría la
audiencia oral, en la cual, éstos tendrían oportunidad de exteriorizar sus razones y argumentos
con referencia a la acción introducida.
En relación con lo expuesto, se advierte que la doctrina vinculante de esta Sala, expresada en la
sentencia Nº 7 del 1 de febrero de 2000, Caso: J.A.M., estableció con respecto al procedimiento
de amparo contra decisión judicial (el presente caso trata de un amparo contra omisión de un
órgano jurisdiccional que debe entenderse comprendido en el artículo 4 de la Ley Orgánica de
Amparo sobre Derechos y Garantías Constitucionales), lo siguiente:
Cuando el amparo sea contra sentencias, las formalidades se simplificarán aún más y por un medio de
comunicación escrita que deberá anexarse al expediente de la causa donde se emitió el fallo,
inmediatamente a su recepción, se notificará al juez o encargado del Tribunal, así como a las partes en su
domicilio procesal, de la oportunidad en que habrá de realizarse la audiencia oral, en la que ellos
manifestarán sus razones y argumentos respecto a la acción...
. (Subrayado añadido).
Por lo antes expresado, considera la Sala que el juzgado que conoció de la acción en primera
instancia, al omitir ordenar la notificación de la admisión de la acción de amparo a los sujetos
que participaron en el juicio donde ocurrió la presunta omisión denunciada, no tramitó la acción
interpuesta de acuerdo al procedimiento establecido para estos casos, desacatando así la
doctrina vinculante de esta Sala.
Tal omisión impidió a las partes del juicio en donde se produjo la omisión denunciada, conocer la
existencia del proceso de amparo y, en consecuencia, hacerse partes del mismo en la
oportunidad prevista para ello, la cual, según lo ha entendido la doctrina expresada por la Sala en
la referida sentencia Nº 7, será: “...antes y aún dentro de la audiencia pública, mas no después,
sin necesidad de probar su interés”.
En este sentido, la Sala observa que el ciudadano Carlos Martín Rodríguez Ledezma, a pesar de
ser el acusado en el juicio en el cual se produjo la omisión denunciada, no intervino como parte
en el proceso de amparo antes o durante la audiencia pública, por lo que, finalizada dicha
oportunidad procesal, no puede intervenir en el procedimiento. Sin embargo, la Sala juzga que la
omisión del tribunal a quo de ordenar su notificación le impidió a éste conocer la existencia del
procedimiento de amparo y la fecha en que se realizaría la audiencia pública.
Considera esta Sala, que al tratarse el presente caso de un amparo ejercido contra omisión, era
imprescindible la notificación de las partes del proceso en el cual se produjo la omisión que
produjo la violación de los derechos o garantías constitucionales, ya que cualquier
pronunciamiento podría perjudicar los intereses de alguna de ellas, en el caso de autos, produjo
la anulación del juicio oral y público que había absuelto al acusado, ciudadano Carlos Martín
Rodríguez Ledezma.
El incumplimiento por parte del Juez de la primera instancia constitucional de dicha obligación
produjo una desigualdad procesal que devino en indefensión de la parte cuya notificación se
omitió, por lo que se hace forzoso anular la sentencia dictada el 2 de agosto de 2006, por la Sala
Séptima de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas y reponer el procedimiento a los fines de que otra Sala de la Corte de Apelaciones del
Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas distinta a la Sala Séptima, cumpla con
el procedimiento establecido en los casos de amparo contra decisiones judiciales, y así se
declara.
En virtud de lo antes expuesto, esta Sala considera inoficioso pronunciarse sobre las denuncias
expuesta por la abogada Yazmira N.D., Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia en
lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas en
su escrito de fundamentación de la apelación. Así finalmente se decide.
VII
DECISIÓN
Por las razones precedentemente expuestas, este Tribunal Supremo de Justicia, en Sala
Constitucional, administrando justicia en nombre de la República por autoridad de la Ley, declara:
PRIMERO
ANULA por orden público constitucional la sentencia dictada el 2 de agosto de 2006, por la Sala
Séptima de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas.
SEGUNDO
REPONE el procedimiento de amparo constitucional incoado por la abogada Maryelith Suárez B.
deV., Fiscal Centésima Vigésima Octava del Ministerio Público del Área Metropolitana de
Caracas contra la presunta omisión de la Juez del Juzgado Décimo Quinto de Primera Instancia
en lo Penal en funciones de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de Caracas
“de dar curso legal, al RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO EN CONTRA DE LA DECISIÓN,
mediante la cual declaró inadmisible la recusación incoada por mi persona en su contra”, hasta
la oportunidad en que otra Sala de la Corte de Apelaciones del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, se pronuncie sobre la admisibilidad de la acción propuesta y, de ser
admisible, proceda a notificar al Juez y a las partes –ciudadanos B.C.V. y Carlos Martín
Rodríguez Ledezma- en su domicilio procesal, de la oportunidad en que habrá de realizarse la
audiencia oral.
Dada, firmada y sellada en el Salón de Sesiones de la Sala Constitucional del Tribunal Supremo
de Justicia, en Caracas, a los 15 días del mes de diciembre de dos mil seis. Años: 196º de la
Independencia y 147º de la Federación.
La Presidenta,
L.E.M.L.
El Vicepresidente,
J.E.C.R.
Los Magistrados,
P.R.R.H.
F.A.C.L.
M.T.D.P.
C.Z.D.M.
Ponente
J.L.R.C.
Exp. 06-1305
CZdeM/
Quien suscribe, J.E.C.R., salva su voto por disentir de sus colegas del fallo que antecede, por las
siguientes razones:
Ahora bien, a criterio de quien disiente, la apelación de autos fue ejercida por la prenombrada
abogada en su carácter de Juez Décima Quinta de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área
Metropolitana de Caracas, en razón de lo cual, es por demás evidente que la doctrina que ha
mantenido esta Sala en cuanto a que “para que alguien pueda actuar en juicio se requiere que
sea titular de un interés en conflicto (…) aceptar que, incluso en las circunstancias que rodean el
proceso de amparo constitucional, los jueces tengan legitimación para interponer el recurso de
apelación previsto en el artículo 35 de la Ley Orgánica de Amparo sobre Derechos y Garantías
Constitucionales, debido a las consecuencias jurídicas que puedan derivar de la declaratoria con
lugar de la acción de amparo interpuesta contra una decisión, actuación u omisión que le fuera
atribuible, por lógica llevaría a aceptar que los jueces tengan legitimación para impugnar
cualquier decisión de la alzada que declare una o varias actuaciones contrarias al orden jurídico
por parte de ellos, toda vez que éstas también inciden en su ‘esfera jurídica’, o de ellas se pueden
derivar consecuencias jurídicas perjudiciales para el órgano individual que está al frente del
juzgado respectivo, lo cual es inaceptable no sólo en virtud de que el juez constituye un órgano
de la jurisdicción, sino en virtud de los nocivos efectos suficientemente explanados por la
jurisprudencia de esta Sala, como lo son, ilegítimos enfrentamientos entre tribunales y
actuaciones que desdigan del ‘desinterés e imparcialidad que es consustancial en dichos
órganos’ (…)”, se ajusta perfectamente al presente caso, y de la cual se aparta la Sala en este
fallo.
Por otra parte, no entiende el disidente, el razonamiento realizado por la Sala para establecer la
referida excepción, ya que éste resulta incoherente. Ello así, toda vez que no se entiende el por
qué una decisión que resuelva la recusación no se trata de una controversia entre tribunales que
actúan como órganos del Poder Judicial, sino “de pronunciamientos dictados por el juez
encargado de dirimir una incidencia de recusación, la cual afecta la competencia subjetiva del
juez que integra un determinado juzgado y cuya imparcialidad aparece cuestionada por una de
las partes en el juicio, de modo que debe dilucidarse la recusación interpuesta conforme al
procedimiento de ley, y donde el juez recusado es parte en el procedimiento y por tanto tiene
cualidad para accionar (sic)”.
La Presidenta de la Sala,
L.E.M.L.
El Vicepresidente-Disidente,
J.E.C.R.
Los Magistrados,
P.R.R.H.
M.T.D.P.
C.Z. deM.
A.D.R.
El Secretario,
J.L.R.C.
...gistrado que suscribe, P.R.R.H., manifiesta su voto concurrente con la dispositiva del presente
fallo; no obstante, no comparte la primera parte de los fundamentos que se recogieron en el
capítulo VI Consideraciones para Decidir, por cuanto mantiene criterio disidente con la Sala
respecto a la legitimación del Juez para que intente demandas de amparo constitucional contra
el órgano judicial que considere agraviante o para el ejercicio del recurso de apelación contra
aquellas decisiones que declaren con lugar una demanda de amparo contra un acto decisorio
que pronuncie -el Juez- en ejercicio de sus funciones jurisdiccionales.
Ahora bien, en el caso de autos, la mayoría sentenciadora señaló, en la primera parte de las
Consideraciones para Decidir, que los Jueces no tienen legitimación para la incoación de
apelación contra una sentencia que revoque o anule un acto decisorio que él mismo expidió en
nombre de la República y por autoridad de la Ley, por cuanto no afecta directamente su esfera
jurídica.
En consecuencia, estima quien suscribe que la Sala ha debido reconocer la legitimación que
tiene la Juez Yazmira N.D. para que apele contra la decisión que declaró con lugar la demanda
de amparo contra un acto jurisdiccional que él pronunció, pura y simplemente, sin que hiciera
ningún tipo de consideraciones sobre la misma; no obstante lo anterior, en el caso concreto, la
Sala reconoció la legitimación de la abogada Yazmira N.D., en su carácter de Juez del Juzgado
Décimo Quinto en función de Juicio del Circuito Judicial Penal del Área Metropolitana de
Caracas para que recurriera contra la sentencia declaratoria con lugar del amparo, por cuanto el
hecho lesivo se circunscribió a una omisión en la tramitación de la apelación en el curso de un
proceso de recusación que fue incoada contra su persona, en el cual sí podría resultar afectada
-directamente- su esfera jurídica, “por encontrarse en entredicho la capacidad del funcionario
encargado de impartir justicia dentro del proceso penal…”.
Fecha ut retro.
La Presidenta
L.E.M.L.
El Vicepresidente,
P.R.R.H.
Concurrente
F.A.C.L.
M.T.D.P.
C.Z.D.M.
…/
El Secretario,
J.L.R.C.
PRRH/sn.cr.
Exp. 06-1305