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Ponente

D. Evencio Mediavilla (I.A.c.)

Nuestro cerebro esta diseiiado para situar a una fuente luminosa en la direccion en que lIegan a nuestros ojos los raves de luz que emite. Es decir, creemos que los objetos estan alii donde los vemos. Esto es verdad en la medida en que los raves de luz sean lineas rectas. Sin embargo, en la atmosfera terrestre los raves de luz siempre se curvan por efecto de las variaciones de temperatura entre la superficie de la Tierra y capas mas altas de la atmosfera. En generalla curvatura de los raves de luz es debil y la desviacion entre la posicion real y virtual de un objeto es pequeiia (pequeiia pero significativa ya que, entre otras cosas, nos permite ver un barco mas alia del horizonte qeornetrico), En ocasiones, la curvatura de los raves de luz es tan grande que puede formarse mas de una imagen de un mismo objeto dando lugar a los asombrosos espejismos que desde siempre han confundido y extraiiado a los exploradores de los desiertos (ardientes o helados).

En su Teoria General de la Relatividad Einstein dernostro que tarnbien la gravedad podia curvar los raves de luz (de hecho, la deteccion de esta curvatura durante el eclipse de 1917 dio el respaldo definitivo a su Teoria de la Gravitacion), Einstein propuso que, como consecuencia de la curvatura de las trayectorias de la luz, se