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Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

Crisis económica, migración interna y cambios


en la estructura ocupacional de Tijuana, México

Félix ACOSTA, Alejandra REYES y Marlene SOLÍS

El Colegio de la Frontera Norte/Consejo Nacional de Población/


El Colegio de la Frontera Norte, México

Resumen

Tijuana, como ciudad fronteriza, ha sido punto de encuentro para la llegada de miles de hombres
y mujeres provenientes del interior del país en busca de oportunidades de empleo o para seguir
el camino hacia Estados Unidos. En este artículo se analizan los efectos de la crisis económica
reciente y las altas tasas de desocupación presentes en la región fronteriza de México para ex-
plicar los diversos cambios en la inserción laboral de los inmigrantes en relación a los nativos.
Las recientes tendencias hacia la polarización de la estructura ocupacional, la segmentación y la
precarización laboral han dado una nueva fisonomía a la ciudad, que pasó de constituir un lugar
de oportunidades a uno de inseguridad social y laboral, por lo que se ha observado en la década
de 2000 a 2010 una disminución en el componente social del crecimiento de su población.

Palabras clave: Migración interna, estructura ocupacional, Tijuana, crisis económica, empleo.

Abstract

Economic crisis, internal migration and changes in the occupational structure


of Tijuana, Mexico

Tijuana, as a border city, has been a meeting point for the arrival of thousands of men and women
from the interior of the country in search of job opportunities or to follow the path towards the
United States. This article discusses the effects of the recent economic crisis and high unemplo-
yment rates in Mexico´s northern border region to explain the various changes in employment
of migrants in relation to the natives. Recent trends towards polarization of the occupational
structure, segmentation and labor precarization, have given a new face to the city, which went
from constituting a place of opportunities to one of social and job uncertainty so it has been al-
ready observed a decrease in the social component of its population growth in the decade, from
2000 to 2010.

Key words: Internal migration, occupational structure, Tijuana, economic crisis, employment.

9 julio/septiembre 2015
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

Introducción

P
or varias décadas en la historia reciente, la ciudad de Tijuana,
México había sido un lugar de llegada de miles de hombres y
mujeres provenientes del interior del país, pues las actividades
productivas que se desarrollaron ahí se constituyeron en nichos de oportu-
nidades de empleo para la población migrante. No obstante, en los últimos
años se han visto tasas de desocupación que no habían tenido cabida en
el mercado de trabajo de la ciudad. En este sentido, puede hablarse de un
punto de quiebre respecto a la dinámica y estructura del mercado de trabajo
y su impacto en los procesos de poblamiento que parecieran distanciarse
de lo ocurrido durante la década de los noventa, cuando Tijuana se presen-
taba como un lugar de atracción por el dinamismo del mercado laboral, en
contraste con lo que ocurría en el centro del país, marcado por los efectos
de la crisis económica de 1994.
La condición de ciudad fronteriza con Estados Unidosha implicado que
el ciclo económico de Tijuana se encuentre estrechamente relacionado con
el comportamiento del comercio internacional y por ello, sea una locali-
dad expuesta tanto a los efectos positivos del sector exportador mexicano,
como a los impactos negativos de las diferentes recesiones económicas de
un lado y de otro de la frontera, tal como ha ocurrido durante el transcurso
de este siglo.
En diversos trabajos como los de Margulis y Tuirán (1986), Klagsbrunn
(1988), Coubés (2001) y Kopinack (2003) se ha abordado el estudio de las
de la inserción laboral de los inmigrantes en diversas ciudades fronterizas
de México y en Tijuana en particular, señalando que esta población se ha
caracterizado por incorporarse a los empleos más precarios del mercado
de trabajo, por lo que, comparada con la población nativa, ha enfrentado
mayores restricciones para mejorar sus condiciones de vida.
Sin embargo, de acuerdo con los hallazgos de un trabajo reciente de
Serna (2008) para el periodo 1995-2000, cuando se transitaba por un pe-
riodo de relativo auge de la actividad productiva en las maquiladoras, se
observó por un lado la existencia de una selectividad positiva de los mi-
grantes recientes en Tijuana, considerando que en general presentaban
ventajas por contar con mayores niveles de escolaridad respecto al resto
de la población ocupada y por ser jóvenes provenientes en su mayoría de
localidades urbanas de las entidades más cercanas a Baja California. Por

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otro lado, estas ventajas de la población migrante reciente se reflejaban en


las oportunidades y en el tipo de inserción laboral que lograba, ya que en el
citado estudio se encontró un mayor nivel de ocupación entre los migrantes
recientes respecto al resto de la población ocupada, puesto que las tasas
observadas de desempleo eran menores entre los hombres y mujeres de
reciente inmigración. Otros resultados de ese trabajo mostraron que aun-
que se daba cierta concentración de la población migrante en actividades
de media y baja calificación, los migrantes recientes presentaban un grado
más alto de salarización que el resto de la población ocupada y que eran
los inmigrantes quienes realizaban en mayor medida empleos con jornadas
completas de trabajo.
Considerando lo ocurrido en el periodo más reciente, caracterizado por
los efectos de la crisis económica de 2008 y las históricamente altas tasas
de desocupación en la región fronteriza, en este trabajo se busca responder
cuáles han sido las transformaciones en la estructura del empleo en Tijua-
na en el periodo 2000-2010 y si la selectividad positiva de los migrantes
observada por Serna para el periodo 1995-2000 se mantiene o si se ha
tornado negativa en este nuevo contexto de contracción generalizada de la
actividad productiva.
A fin de examinar los planteamientos anteriores, se analizan los cambios
observados en algunas de las características demográficas de la población
inmigrante y su inserción a la estructura laboral de Tijuana en los años cen-
sales de 2000 y 2010, mediante un análisis comparativo entre inmigrantes
recientes, inmigrantes no recientes y quienes no registraron algún movi-
miento migratorio —en adelante nativos—. Para ello, fue necesario llevar
a cabo un trabajo previo de homogenización de la Clasificación Mexicana
de Ocupaciones (usada en el censo de 2000) y la Clasificación Única de
Ocupaciones (adoptada en el censo de 2010), teniendo como fuente de
información la muestra ponderada de los censos mexicanos de población y
vivienda de los dos años señalados.
En este trabajo se presenta la discusión teórica acerca de la relación
entre la migración interna y los mercados de trabajo; se muestran las prin-
cipales características y dinámicas sociales y económicas de la ciudad du-
rante el periodo de análisis; se hace una breve descripción de la metodo-
logía empleada en el estudio; se elabora un análisis de los cambios en los
perfiles demográficos de la población de reciente inmigración a la ciudad;
se identifican los cambios en el tipo de inserción laboral de los tres grupos
de población propuestos y por último, se plantean las conclusiones y algu-
nas reflexiones finales.

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Consideraciones teóricas sobre la relación entre


la migración interna y la inserción ocupacional

Una de las principales teorías de la migración, que tiene como exponentes


principales a Ravenstein (1885), Lee (1966) y Todaro, (1969), ha conside-
rado que la decisión de migrar está fundada en expectativas sobre la inser-
ción laboral aunada a diferencias salariales favorables respecto al lugar de
origen, elementos que pueden ser subjetivos al individuo y que se enfren-
tan a obstáculos o mediaciones como la distancia y los costos asociados.
Desde los primeros estudios sobre migración se identificó que la estructura
productiva ha demandado trabajadores a través de los distintos sectores
económicos, que se han encontrado con una oferta de trabajo fundada en
el deseo inherente a la mayoría de la población de progresar en cuestiones
materiales.
Dentro del enfoque funcionalista e histórico, se han sentado las bases
conceptuales y teóricas para abordar los movimientos con un sentido más
complejo. Singer (1975) ha señalado a la migración como un mecanismo
de redistribución que se ha adaptado al reordenamiento espacial de las ac-
tividades económicas dentro de determinada configuración histórica; en el
mismo sentido, Zelisky (1971) y Brown (1991) desarrollaron modelos en
los que relacionan a las migraciones como parte de los procesos de mo-
dernización y desarrollo, identificando etapas y diferencias en un mismo
tiempo.
La literatura ha señalado que las actividades de la industria y el comer-
cio, así como el crecimiento de servicios para el productor o consumidor
suelen marcar pautas para los desplazamientos y determinar las caracterís-
ticas de la inserción migratoria (Ravenstein, 1885; Argüello, 1972; Singer,
1975). En el mismo sentido, Rodríguez y Busso (2009) sostienen que “los
cambios del modelo de desarrollo económico y social, las transformacio-
nes tecnológicas y de estilos de vida, la descentralización y la globaliza-
ción tienen poderosas y variadas repercusiones en los flujos migratorios”
(Rodríguez y Busso, 2009: 9).
En México, algunos estudios sobre migración interna cristalizan la re-
lación entre los movimientos poblacionales y algunas etapas de desarrollo
en el país, señalando que los grupos de población se insertan en sectores
económicos propios de cambios en la estructura de trabajo acotada por
procesos como la industrialización y la apertura comercial.1
1
Entre ellos se encuentran las investigaciones de Muñoz, Oliveira y Stern (1977); para el caso de
la ciudad de México, Balán, Browning y Jelin (1973); para Monterrey, y el estudio de Margulis
y Tuirán (1986) sobre el caso de Reynosa.

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Dichos trabajos encontraron que la inserción de los inmigrantes a la es-


tructura del empleo no ha sido estática, debido a los procesos de desarrollo
económico; es decir, que el dinamismo en la migración deviene de modifi-
caciones constantes en las actividades que se desarrollan en los lugares de
destino, las cuales reflejan dinámicas de carácter estructural.
Por otra parte, en los años sesenta, se empezó a plantear el enfoque de
la selectividad de los migrantes, refiriéndose a las características distinti-
vas entre esta población y aquellos que deciden quedarse en su lugar de
origen. En esos años y teniendo como referente a Estados Unidos, Blau
y Duncan (1967) comprobaron empíricamente la selectividad positiva de
los migrantes, es decir, que esta población contaba con mayores niveles
de educación y mayor movilidad social que los no migrantes, por lo que
la selectividad puede definirse como positiva si los migrantes poseen ven-
tajas o ciertas cualidades —experiencias en trabajo no agrícola, educación
superior, edades jóvenes— que hacen a esta población más competitiva
en relación a la población receptora, mientras que es negativa cuando se
presentan desventajas.
En México, los primeros estudios sobre el tema apuntaban hacia otra
dirección. Así, Muñoz et al. (1977) mostraron en su análisis para la Ciudad
de México que la inserción en las actividades catalogadas como formales
se contrae a través del tiempo y que las nuevas olas de migrantes se inserta-
ban en actividades del sector servicios con características de informalidad.
Más tarde, Margulis y Tuirán (1986) mostraron diferencias significati-
vas en la inserción por parte de los inmigrantes y no migrantes a los distin-
tos sectores económicos en contextos fronterizos, ya que a las actividades
económicas orientadas hacia el mercado exterior catalogadas como “fron-
terizas”, se incorporaban en mayor medida las personas de reciente arribo
a la ciudad; en cambio, a las labores clasificadas como “no fronterizas”,
comercio y servicios para el consumo interno, se agregaban las personas
nativas.
Por su parte, Kopinack (2003) y Coubés (2001) para el caso de Tijuana,
han señalado las desventajas de la población migrante que ha tendido a
insertarse en el mercado de trabajo de las maquiladoras y en general en los
empleos de mayor precariedad. Kopinack (2003) ha documentado la exis-
tencia de una segmentación2 en la ocupación de la industria manufacturera
2
Cabe recordar que la Teoría de la segmentación de los mercados de trabajo parte de una crítica
a la perspectiva sociodemográfica de los mercados de trabajo, al plantear que la constitución
de éstos puede ser independiente de las características sociodemográficas de la población y de
las estrategias individuales o familiares de vida. En cambio, se sostiene que el mercado de tra-
bajo se encuentra segmentado por algún tipo de lógica como la adscriptiva, que puede implicar
alguna forma de discriminación por género, etnia, raza, procedencia y/u orientación sexual o

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asociada a la condición migratoria; dicha autora sostiene que el mercado


de trabajo de la industria maquiladora ha tenido como una estrategia de
empleo la incorporación de población de reciente arribo a la ciudad.3 Para
Coubés (2001) las diferencias en la inserción laboral son analizadas desde
el enfoque de las trayectorias laborales; es decir, que a medida que los
individuos suman experiencias laborales en el lugar de residencia cuentan
con mejores mecanismos para insertarse en el sector terciario, donde se
ofrecen mejores condiciones de trabajo. Lo anterior contrasta con la re-
ciente apertura4 del mercado de trabajo de la industria maquiladora, al que
se han incorporado en su mayoría jóvenes recién llegados a la ciudad, de
baja calificación y como parte de un proceso de inmigración generalmente
limitado en lo que respecta a las redes de apoyo y referentes para lograr una
inserción laboral en las ocupaciones mejor remuneradas (Coubés, 2001).
El objetivo de este trabajo consiste en dar cuenta de los cambios recien-
tes en la estructura ocupacional de la ciudad de Tijuana y las diferencias en
la inserción laboral entre inmigrantes recientes, inmigrantes no recientes y
nativos, a fin de identificar las nuevas tendencias y las continuidades en la
selectividad de la población de reciente inmigración a la ciudad, así como
ofrecer evidencia estadística de las diferencias en la inserción laboral de
acuerdo con el tiempo de residencia de la población en la ciudad, lo cual
permitirá indagar en la posible segmentación del mercado de trabajo según
la condición migratoria.

por características personales adquiridas, como el nivel educativo o la experiencia laboral o


por alguna norma establecida, como puede ser la existencia de contratos colectivos de trabajo
(Ludger, 2003). Mientras, Doeringer y Piore (1971) sostienen la existencia de un mercado dual,
en el que existe un sector primario y otro secundario; el primero con mejores remuneraciones y
mayor estabilidad laboral que el segundo, lo cual equivaldría a los empleos “fronterizos” y “no
fronterizos’ de Margulis y Tuirán (1986), así como a la idea de la inserción diferenciada entre un
mercado de trabajo formal y otro informal.
3
En trabajo de campo realizado en la ciudad de Tijuana se obtuvo información acerca de em-
presas como Hundai o Samsung, que han utilizado servicios de transporte especializados para
emplear desde sus lugares de origen a jóvenes —en particular desde Chiapas— y transportarlos
a Tijuana para trabajar en las fábricas con contratos de trabajo temporales.
4
Al calificar al mercado de trabajo de las maquiladoras como abierto (o secundario) la autora
refiere a un concepto de la Sociología del trabajo —desarrollado por Doeringer y Piore (1971)—
que da cuenta de aquellos empleos que demandan fuerza de trabajo con pocas restricciones —en
lo que respecta a experiencia previa, cartas de recomendación o nivel educativo— de tal manera
que es fácil insertarse y se orienta a la ocupación de población no calificada.

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Tijuana, dos tiempos: de la crisis del modelo maquilador


a la crisis económica mundial

El modelo de industrialización aplicado en los estados de la frontera norte


surge desde finales de los sesenta, cuando el Gobierno Federal implementó
el Programa de Industrialización Fronteriza, el cual impulsó un tipo de ac-
tividad económica que ya se venía presentando en las ciudades fronterizas
y que consistía en la instalación de empresas extranjeras que se dedicaban
a una parte del proceso productivo —ensamblado de piezas— y cuya pro-
ducción se exportaba al extranjero, principalmente a Estados Unidos.
Este programa implicó una mayor interacción económica entre los dos
países, al permitir el reforzamiento de la dimensión transfronteriza de esta
zona geográfica de México y la conformación de una región económica
fronteriza, que después de la firma del Tratado de Libre Comercio (TLC)
en 1994, se vería fortalecida al incrementarse aún más la interdependencia
entre ambos lados de la frontera.
En el caso particular de Tijuana, la industrialización que se impulsó en
aquellos años significó un cambio significativo en la vocación económica
de la ciudad que había estado orientada hacia las actividades turísticas,
al mismo tiempo que generó un rápido crecimiento urbano que ocasionó
que la ciudad incrementara su población de 340 583 habitantes en 1970 a
1 210 820 en 2000 y a 1 559 683 en 2010.
En los primeros años, que van de 1966 a 1980, las empresas maquila-
doras de exportación tuvieron un crecimiento moderado y se localizaron en
la frontera norte, considerada como pionera o tradicional de la maquilado-
ra. Posteriormente, durante los ochenta, ocurrió un proceso de expansión
hacia el interior del país, el cual fue impulsado por el interés del gobierno
por promover la instalación de este tipo de empresas en otras regiones de
México. En este periodo especialmente, se presentó un aumento tanto del
personal ocupado en la industria maquiladora de exportación como del
número de establecimientos; en Tijuana, éstos últimos pasaron de 123 en
1980 a 436 en 1990 (Solís, 2009). Cabe mencionar también la importancia
de la incorporación de mujeres y de población inmigrante en este sector
productivo, pues se presentaron intensos flujos de personas tanto de aque-
llos que venían a Tijuana, como de quienes la veían como ciudad de paso
hacia Estados Unidos.
Durante los años noventa, la industria maquiladora transitó por una
época de auge, lo cual se debió a las facilidades que brindó el Tratado de
Libre Comercio (TLC). En esa década se gestó un proceso de especia-

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lización productiva en las diferentes regiones del país, pues se observó


un mayor crecimiento de la industria textil y del vestido en las regiones
de expansión y emergentes, mientras que la electrónica y la de autopartes
adquirieron una mayor importancia relativa, sobre todo en las ciudades
fronterizas como Ciudad Juárez (autopartes) y Tijuana (electrónica). El
auge de la industria maquiladora implicó una intensificación de la oferta
de empleos, lo cual contribuyó al crecimiento social de la población de
las ciudades fronterizas, que se constituyeron en ciudades de oportunida-
des laborales y sociales. En este periodo, algunas empresas dejaron de ser
simples ensambladoras para integrar otras etapas del proceso productivo y
la mayor presencia de capital asiático fortaleció un proceso de diversifica-
ción tecnológica y productiva; al mismo tiempo, se incrementó el número
de empresas transnacionales y la conformación de instituciones, actores
locales e infraestructura urbana para el desarrollo industrial (ver Barajas
Escamilla, 2009 y Carrillo, 2009).
A partir de 2001, como efecto de los atentados del 11 de septiembre en
Estados Unidos —que han conducido al cierre sistemático de la frontera—
y de la mayor competitividad que presentó la economía de China, hubo un
cambio drástico en la dinámica de crecimiento de este sector, pues el nú-
mero de establecimientos empezó a disminuir en los municipios fronteri-
zos y no fronterizos. En Tijuana alcanzó su punto más alto en 2000, cuando
se registraron 819 establecimientos, de allí el número de establecimientos
empezó a caer hasta alcanzar los niveles observados a principios de los
noventa; luego se observó una ligera mejoría en 2007 para volver a dismi-
nuir en 2012 a 540 y recuperarse un poco en 2013 con 567 establecimien-
tos (INEGI, 2007-2013).
Esta disminución de la actividad productiva de las empresas maquila-
doras junto con la crisis económica de 2008 en Estados Unidos impacta-
rían con particular intensidad los niveles de empleo y el poder adquisitivo
de los salarios. Uno de los indicadores que da cuenta del alcance de esta
crisis económica son las altas tasas de desempleo que se han presentado
en Tijuana, las cuales alcanzaron niveles sin precedentes en primeros años
de este siglo.5
En las ciudades fronterizas, la debilidad del tejido social, el conjunto de
carencias que han afectado a la población y el propio impacto social y eco-
nómico del reforzamiento del muro fronterizo agudizaron los problemas de
5
Según datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), las tasas de desocu-
pación en Tijuana del segundo trimestre del año, han sido de 3.46 en 2008, a 6.97 en 2009 a
6.29 por ciento en 2010, mientras que la tasa de ocupación en el sector informal también creció
ligeramente de 2005 a 2010 de 19.2 a 21.8 por ciento de la población ocupada.

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inseguridad y violencia urbana. Por ello, hoy en día la ciudad se enfrenta


a una crisis social de magnitud indeterminada, pues se articula a la mayor
incertidumbre acerca del rumbo de la economía tanto en la escala regional
y nacional como mundial.
Asimismo, en la frontera y en el resto del país se ha observado un pro-
ceso generalizado de precarización laboral,6 de tal manera que la calidad
del empleo, es decir, el nivel de ingreso, la estabilidad y el acceso a presta-
ciones del conjunto de actividades productivas del país se ha deteriorado.7
En México, como plantean Rojas y Salas (2008), el recibir bajos ingresos
se ha convertido en una característica generalizada en la fuerza de trabajo,
debido a que la competitividad internacional del mercado mexicano se ha
logrado mediante la contención salarial. Por lo tanto, los bajos niveles sala-
riales son uno de los principales rasgos de la precariedad laboral en el país.
En Baja California, esta situación se ha visto reflejada en una disminu-
ción en la inmigración, tal como lo indican los cambios en la tasa de inmi-
gración de 2000 a 2010, que fue 22.64 y 10.78, respectivamente (CONA-
PO, 2011). Este mismo comportamiento se ha observado para Tijuana.
Respecto al número de personas que cinco años antes se encontraban en
otro estado de la República diferente a la entidad, los llamados inmigrantes
recientes pasaron de 157 400 a 93 500, en el año 2000 y 2010, respectiva-
mente, mientras que los inmigrantes no recientes pasaron de 448 003 a 639
470 y los nativos de 399 571 a 530 292 personas en el mismo periodo de
2000 a 2010.
La caída de la importancia relativa de los migrantes recientes en la com-
posición de la población de 2010, comparada con lo ocurrido en 2000, se
expresa en la tasa anual de crecimiento de esta población en la ciudad de
Tijuana, que fue de -5.4 por ciento. Este cambio en el componente social
del crecimiento poblacional de Tijuana representa un punto de inflexión en
el proceso de poblamiento de la ciudad, pues durante las últimas décadas
del siglo pasado había sido un gran centro de atracción de los flujos de mi-
grantes procedentes del interior del país. En la década más reciente se ha
configurado una imagen más pesimista de la ciudad, en la que se conjugan
experiencias de pobreza y exclusión social con situaciones más extremas
como las de miles de mexicanos deportados de Estados Unidos por el puer-
to de entrada a Tijuana.
6
La tendencia hacia la precarización del empleo también se relaciona estrechamente con las
prácticas de flexibilización productiva de las empresas, entre ellas la subcontratación o outsour-
cing, la cual se está convirtiendo en una práctica cada vez extendida entre las empresas maqui-
ladoras de Tijuana.
7
Véanse al respecto los trabajos sobre precarización laboral de Mora y Oliveira (2010), así como
Guadarrama, Hualde y López (2012) y Solís (2014).

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Aunado a lo anterior, los cambios en los niveles de competitividad entre


países, sumados a las transformaciones tecnológicas constantes, han de-
salentado la permanencia o han limitado la instalación de nuevos parques
industriales; por el contrario, los movimientos de inversiones de la ciudad
fronteriza a sedes asiáticas redujeron la oferta de empleo apenas en el ini-
cio de este siglo, mientras que el cambio en la organización de la produc-
ción de maquiladoras de primera generación a organizaciones de segunda
se manifestó en una reducción de los puestos de trabajo de base (Carrillo,
2009; Vargas, 2003). De esta forma, el uso de la tecnología y el aumento
de la profesionalización han polarizado las actividades productivas de la
ciudad. Lo anterior se combina con una inestabilidad laboral que es propia
de la evolución de los sistemas productivos y que se ha visto intensificada
por la crisis económica de 2008.
Tales circunstancias han modificado la estructura de empleo en donde
se inserta la Población Económicamente Activa migrante y no migrante.
De forma general, lo que se tiene es un aumento en la absorción de la
población ocupada en el sector servicios y una disminución en el sector
manufacturero y en el comercio (Barajas, 2009a). El sector servicios ha
cobrado importancia debido a los cambios que se han dado en su interior
en materia de ocupación, pues ha presentado un aumento en la absorción
de la población ocupada en los servicios profesionales, financieros y cor-
porativos además de los servicios personales, mientras que el porcentaje
de población ocupada en los restaurantes y bares ha disminuido (Coubés
y Silva, 2009).
La tasa de las condiciones críticas de ocupación refleja el deterioro en
las condiciones laborales de quienes se encuentran en el mercado de tra-
bajo, relacionando el ingreso y las horas trabajadas. Por tanto, indica el
aumento del segmento de la población ocupada que trabaja pocas horas de-
seando hacerlo en mayor medida, así como el de quienes laboran jornadas
largas, ambos con ingresos precarios. El aumento observado para Tijuana
en dicha tasa ha sido de 2.4 a 4.5 por ciento en el período de 2005 a 2010
(Reyes Miranda, 2012).
En cuanto a los ingresos, hay dos variables que dan cuenta de la ten-
dencia a la baja. Por un lado se encuentra el mayor porcentaje de población
ocupada en los rangos de salarios inferiores. Por ejemplo, en 2005, uno
por ciento de la población ocupada tenía un ingreso de hasta un salario
mínimo, mientras que en 2010 en este mismo rango se encontraba tres por
ciento de la población que trabajaba. Asimismo, en el rango de uno a dos
salarios mínimos el porcentaje de trabajadores ha crecido de 2005 a 2010,
pasando de seis por ciento a 13 por ciento (INEGI, 2010).

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Por otro lado, si se considera la variación del Índice de la Tendencia


Laboral de la Pobreza (ITLP), elaborado por el Consejo Nacional de Eva-
luación de la Política de Desarrollo Social (CONEVAL), se hace visible el
deterioro sistemático del poder adquisitivo del salario, ya que esta medida
muestra la tendencia de la proporción de personas que no pueden adquirir
una canasta alimentaria mediante el ingreso de su trabajo. Los elementos
que componen el indicador y que tienen mayor impacto en su valor son la
variación de los precios de los alimentos y los ingresos laborales ligados a
los niveles de ocupación y empleo (CONEVAL, 2010).
Tal como se observa en la Gráfica 1, para el caso de Baja California el
indicador ha aumentado a partir del segundo trimestre de 2008 por encima
del monto del indicador a nivel nacional urbano y en algunos trimestres
presentó la cifra más alta a nivel nacional.
En suma, en los primeros diez años de este siglo se ha configurado
un panorama muy distinto para la población inmigrante de Tijuana. Ante
estas condiciones, una parte de esta población ha empezado a retornar a
su lugar de origen frente a la falta de oportunidades en la ciudad y los que
todavía llegan, difícilmente podrán construirse trayectorias de mejora y de
movilidad social, como ocurrió durante la década de los noventa, pues los
empleos que encuentran son precarios y muy inestables. Tijuana luce ya
como una ciudad distinta, más polarizada socialmente, más heterogénea la-
boralmente y más orientada hacia los servicios en su estructura económica,
tal como se verá más adelante.

Fuentes de información y metodología


La fuente de datos utilizadas en este trabajo para analizar la relación entre
la migración interna y la estructura ocupacional de Tijuana provienen de
la muestra ponderada del Censo General de Población y Vivienda del año
2000 y del Censo de Población y Vivienda de 2010. Entre las ventajas de
utilizar dicha información se encuentran: i) lograr una mayor certeza en
los indicadores que se generan; ii) la posibilidad que ofrece la información
censal para llevar a cabo un estudio tomando un periodo de largo plazo,
que comprende de 2000 a 2010 y iii) a su vez, esta fuente de datos permite
distinguir a dos tipos de inmigrantes de acuerdo con el tiempo de llegada
a la ciudad. Lo anterior es útil para cumplir con el propósito de analizar
los cambios en la estructura ocupacional de Tijuana y su asociación con la
condición migratoria de la población de la ciudad en un contexto en que
han ocurrido importantes procesos sociales y económicos.

19 julio/septiembre 2015
Gráfica 1. Promedio anual del índice de la tendencia laboral de la pobreza, Baja California
y nacional urbano, 2005-2011
2

1.8
Nacional urbano
1.72   1.71  
1.64  

1.6
Baja California
Papeles de POBLACIÓN No. 85

1.4

ITLP
1.2
1.22  

20
1.27  
1.23  

1
1.01   1.23  
0.99   0.97  
1.07  

0.8
1.00   1.02  
0.98  

2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011

Fuente: Consejo Nacional de Evaluación de Política de Desarrollo Social en base en estimaciones de la Encuesta
Año  

Nacional de Ocupación y Empleo de 2005-2011.


 
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La información que se utilizó para este análisis fue el apartado de per-


sonas de la muestra ponderada de ambos censos, dividiendo los datos en
tres grupos de población: inmigrantes recientes, inmigrantes no recientes
y nativos, utilizando las preguntas de la entidad federativa de nacimiento
y de residencia cinco años atrás.8 Lo anterior, en términos de la migración
interna limitada a la población residente en el municipio de Tijuana. Es
necesario mencionar que las preguntas censales que se utilizaron para cla-
sificar a los tres grupos permitieron identificar a las personas migrantes que
tenían más tiempo en la ciudad de aquellos que recién llegaban a ella. Esto
toma importancia debido a que la literatura teórica y los estudios empíricos
señalan que el tiempo de residencia es un elemento que puede distinguir las
ocupaciones y la jerarquía laboral en que se inserta la población inmigrante
en un espacio social determinado.
Otro grupo que se desprende de la información de las fuente de datos
son los migrantes internacionales, es decir, aquellas personas que nacieron
en otro país o que cinco años antes se encontraba en un país diferente a Mé-
xico. Retomando la idea de que la población objetivo son los inmigrantes
internos en comparación con las personas que no registraron algún movi-
miento migratorio, los migrantes internacionales o de retorno son omiti-
dos en el análisis. Tijuana se ha caracterizado por nutrirse de migración
interestatal; a pesar de ser un espacio fronterizo y con ello ser proclive a
constituirse también en destino de los migrantes internacionales, la ciudad
se había mostrado hasta el pasado reciente como un espacio de oportuni-
dades laborales para la migración interna. En este sentido, la intención en
este trabajo es captar el proceso de inserción laboral de las personas que
han llegado a la ciudad del interior del país.
En la parte metodológica, la clasificación de las ocupaciones partió de
la pregunta sobre ocupación u oficio del apartado de personas mayores de
12 años de edad. Es necesario señalar que la clasificación del último año
(2010) tuvo modificaciones respecto al catálogo del año 2000. El cambio
surgió como consecuencia de la necesidad de reflejar la estructura ocupa-
cional del país comparándola con otros sistemas de clasificación interna-
cional. En otras palabras, la información del apartado de ocupación del

8
Los nativos son aquellas personas residentes en Tijuana en la fecha del censo, nacidas en Baja
California y con residencia en Baja California cinco años antes de la fecha del censo; los inmi-
grantes son los residentes en Tijuana en la fecha del censo, nacidos en una entidad federativa
distinta de Baja California; los inmigrantes recientes son aquellas personas residentes en Tijuana,
que nacieron en una entidad federativa distinta de Baja California y que residían fuera de la enti-
dad cinco años antes de la fecha en que se realizó el censo y los inmigrantes no recientes son los
residentes de Tijuana, nacidos en una entidad distinta de Baja California y que residían en Baja
California cinco años antes de la fecha del censo.

21 julio/septiembre 2015
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

censo 2000 y 2010 no es estrictamente comparable debido a cambios en los


catálogos de ocupaciones usados en los censos.
De esta manera, una parte importante del trabajo metodológico con-
sistió en homogeneizar la información de ocupaciones del año 2010 de
acuerdo con la Clasificación Mexicana de Ocupación CMO (2000) a ni-
vel grupo unitario, identificando la actividad y el nombre de la ocupación.
Posteriormente, se agrupó la información a nivel de grupo principal con el
objetivo de sintetizar y hacer comparable la información de ambos censos.

Cambios en el perfil sociodemográfico de los migrantes


internos de Tijuana

Como se ha mencionado con anterioridad durante los últimos años la mi-


gración interna hacia Tijuana se ha reducido considerablemente. En el año
2000, del total de las personas que llegaron a la ciudad procedentes de otro
lugar —alrededor de 600 mil personas— 26 por ciento era población que
tenía menos de cinco años residiendo en ella, mientras que para 2010, del
total de 730 mil inmigrantes, los recientes representaban cerca de 13 por
ciento. Esta disminución está ligada a una contracción en las fuentes de
empleo a las que tradicionalmente se incorporaban los migrantes de recién
arribo a la ciudad y que puede reflejar además la disminución generalizada
de la migración interna a nivel nacional observada durante ese decenio
(CONAPO, 2011; Cruz, 2010).
Para este trabajo, es necesario conocer si características como la edad,
la escolaridad y los lugares de procedencia de los inmigrantes hacia la ciu-
dad se han modificado en el periodo de análisis; lo anterior, con el objetivo
de verificar si para este periodo continúa la selectividad positiva observada
por Serna (2008), en su estudio realizado con los datos del censo de 2000.
Cambios en la estructura por edad
La información sobre el promedio de edad y la estructura porcentual de la
población por grupo de edad para Tijuana en 2000 y 2010 que se presenta
en el Cuadro 1, muestra que la estructura de la población nativa de Tijuana
está compuesta en gran medida por menores de hasta 14 años de edad (40
por ciento), tanto en el año 2000 como en 2010, mientras que el porcen-
taje de la población en las edades productivas es de alrededor de 60, para
ambos años censales. Por su parte, en los grupos de población inmigrante,
la población en edades laborales es alrededor de 80 por ciento, tanto de
quienes tienen más tiempo en la ciudad como de la población con menos
de cinco años en ella.

22
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

Cuadro 1. Tijuana: distribución porcentual de la población de cinco años


o más por grandes grupos de edad según condición migratoria y sexo,
2000 y 2010
Condición migratoria 5-14 15-64 65 años Edad
y sexo años años o más Total promedio
2000
Nativos
Hombres 41.2 58.0 0.8 100.0 20.4
Mujeres 40.0 59.1 0.9 100.0 20.9
Inmigrantes no recientes
Hombres 8.2 85.2 6.6 100.0 36.2
Mujeres 8.7 83.7 7.7 100.0 36.8
Inmigrantes recientes
Hombres 18.3 80.3 1.3 100.0 25.4
Mujeres 20.2 78.2 1.6 100.0 25.0
2010
Nativos
Hombres 37.6 61.7 0.7 100.0 22.4
Mujeres 38.3 60.9 0.8 100.0 22.4
Inmigrantes no recientes
Hombres 6.6 86.3 7.1 100.0 38.5
Mujeres 5.5 85.9 8.5 100.0 39.4
Inmigrantes recientes
Hombres 19.6 76.0 4.4 100.0 27.8
Mujeres 16.2 81.3 2.5 100.0 27.7
Fuente: elaboración propia con datos de los Censos de Población y Vivienda de 2000 y 2010.

Sin embargo, existen algunas diferencias al interior de los inmigrantes,


entre aquellos que tienen más tiempo en la ciudad y quienes recién han
llegado. El promedio de edad del primer grupo es mayor, debido a una
representación de la población en las etapas productiva y de adultos ma-
yores, mientras que las personas con una estancia menor a cinco años en
Tijuana, muestran una presencia importante de menores de hasta 14 años.
En un trabajo anterior, Chávez (1999) había señalado dicha característica
en segmentos de los grupos de población de reciente arribo dentro de la
migración interna mexicana, identificándolos con la movilidad de familias
que se trasladan a otro lugar en busca de mejores condiciones de vida.

23 julio/septiembre 2015
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

En términos de sexo, tanto los promedios de edad como los porcen-


tajes por grupos de edad son muy similares entre hombres y mujeres. Lo
más destacable es que en el año 2000 se mostraba ligeramente un mayor
porcentaje de hombres en edades productivas respecto a las mujeres (80 y
78 por ciento, respectivamente), mientras diez años después, la presencia
masculina en este grupo de edad es menor (76 y 81 por ciento, respectiva-
mente).
Cambios en los niveles de escolaridad
El grado de escolaridad de la población de Baja California ha estado entre
los mayores a nivel nacional. De acuerdo con los datos censales de 2010, el
promedio de años de educación en el país se situaba en 8.6, mientras que en
Baja California era de 9.3 y a nivel municipal, en Tijuana el promedio de
años de escolaridad fue de 9.2 años. Esta diferencia en los niveles educati-
vos está relacionada con la estructura de edades de la población: un mayor
porcentaje de población en edades jóvenes y en edades productivas hace
elevar los años de escolaridad, sobre todo en las poblaciones migrantes de
reciente arribo con motivos laborales.
Tomando en cuenta la condición migratoria de la población, los datos
que se presentan en el Cuadro 2 para Tijuana sobre el promedio de años
escolares aprobados por grupos de edad de la población para los años cen-
sales de 2000 y 2010, hacen evidente que los más escolarizados son los
nativos en todos los grupos de edad y en ambos sexos. Al interior de los
inmigrantes, en el año 2000 las diferencias en los niveles educativos en
hombres y mujeres, se mostraban entre los mayores de 45 años, en desven-
taja para las personas con menos tiempo en la ciudad. Para el año 2010,
este último grupo mostró un incremento en el nivel educativo respecto a
la población que había llegado a la ciudad con anterioridad, igualando el
número de años de estudio en el caso de las mujeres y superándolo entre
los más jóvenes en el caso de los hombres.
En este sentido, es posible señalar la existencia en 2010 de una selec-
tividad positiva entre los migrantes varones de reciente arribo a la ciudad
respecto a los que llevaban más tiempo en ella. Pero al mismo tiempo ocu-
rre una selectividad negativa de los dos grupos respecto a los nativos. En
el caso de las mujeres, entre las inmigrantes, ha mejorado la escolaridad;
sin embargo, a diferencia de los hombres, las mujeres de reciente arribo a
la ciudad muestran el mismo nivel educativo que aquellas que tienen más

24
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

tiempo en Tijuana; por su parte, respecto a las nativas, en las mujeres inmi-
grantes se observa una selectividad negativa en todos los grupos de edad.9

Cuadro 2. Tijuana: promedio de años escolares aprobados por la población


de 15-64 años por grupos de edad, según condición migratoria y sexo, 2000
y 2010
Condición migratoria 15-14 25-34 35-44 45-54 55-64
Total
y sexo años años años años años
2000
Nativos
Hombres 9.0 9.5 9.2 8.6 7.9 9.2
Mujeres 9.4 9.6 9.0 8.3 6.9 9.3
Inmigrantes no recientes
Hombres 8.0 8.5 8.0 6.6 5.8 7.7
Mujeres 8.2 8.4 7.2 5.8 4.9 7.3
Inmigrantes recientes
Hombres 8.1 8.5 7.8 5.6 3.7 7.9
Mujeres 8.1 8.4 6.7 4.7 3.8 7.7
2010
Nativos
Hombres 9.7 10.8 10.6 10.3 9.5 10.2
Mujeres 10.0 10.8 10.5 10.4 8.7 10.3
Inmigrantes no recientes
Hombres 9.2 9.7 9.5 9.1 7.9 9.3
Mujeres 9.6 9.7 9.1 8.0 7.0 8.9
Inmigrantes recientes
Hombres 9.1 9.9 10.2 8.8 8.2 9.5
Mujeres 9.6 9.8 9.0 8.6 5.1 9.3
Fuente: elaboración propia con datos de los Censos de Población y Vivienda de 2000 y 2010.

Cambios en el lugar de procedencia


Debido al crecimiento urbano del país, en 2010 existe un porcentaje ma-
yor de población migrante que proveniente de dichos municipios urbanos
9
En el estudio de Serna (2008), para Tijuana, con los datos censales de 2000, se aborda la
diferencia en los niveles de escolaridad entre la población nativa y la población inmigrante,
concluyendo que existe una selectividad positiva de este último grupo de forma general. Las
diferencias en los datos aquí presentados respecto a los de ese trabajo obedecen en parte a los
diferentes cortes de edad y a la inclusión de los inmigrantes internacionales en el grupo de los
inmigrantes recientes.

25 julio/septiembre 2015
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

respecto a lo observado diez años antes, así como una disminución de la


población inmigrante procedente de lugares de origen clasificados como
rurales. Al asociar la escolaridad con el lugar de origen, se ha encontrado
también que las personas que provienen de municipios urbanos tienen más
años de escolaridad en promedio, en relación con la población de origen
semiurbano y rural: si se compara la población que proviene de municipios
urbanos y rurales, existe una diferencia de poco más de un año de esco-
laridad promedio, diferencia que se mantuvo entre 2000 y 2010 (Reyes
Miranda, 2012; Sobrino, 2010).
Otra forma de abordar las características sociales de los lugares de ori-
gen de los inmigrantes consiste en considerar el grado de rezago social de
la entidad de origen, tomando en cuenta la metodología y la información
producida por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desa-
rrollo Social (CONEVAL). En el Cuadro 3 se muestran los datos corres-
pondientes al municipio de Tijuana para los inmigrantes recientes y los
inmigrantes no recientes. Derivado de tal ejercicio se puede afirmar que
en 2010 respecto al año 2000, los inmigrantes no recientes provenientes
de estados con rezago social medio han disminuido; en su lugar, se ha
incrementado ligeramente el porcentaje de personas procedentes de enti-
dades con muy alto y alto rezago y se observa también un incremento en el
porcentaje de personas que tienen como lugar de origen a entidades fede-
rativas clasificadas con bajo y muy bajo grado de rezago social. El mismo
comportamiento ocurre entre la población que recién ha llegado a la ciudad
fronteriza, que muestra una mayor representación de la población prove-
niente de entidades con bajos niveles de carencias económicas, aunque ese
porcentaje disminuyó de 2000 a 2010.
En síntesis, los inmigrantes internos que se dirigen a Tijuana, se en-
cuentran mayormente en edades productivas y se puede señalar un enve-
jecimiento de dos años en la edad promedio, tanto en hombres como en
mujeres entre 2000 y 2010. En términos educativos, a pesar de que aún
prevalece un promedio de años de escolaridad más alto entre los nativos, la
brecha respecto a los inmigrantes se ha reducido, tanto en hombres como
en mujeres. Dicha disminución se debe a un aumento de años de escola-
ridad entre los inmigrantes recientes, sobre todo en hombres y en edades
productivas que no sobrepasan los cuarenta y cinco años de edad. Final-
mente, el análisis de los lugares de origen de los inmigrantes en los años
estudiados indica una modificación en la distribución de los migrantes por
grado de rezago social de la entidad de origen, al disminuir drásticamente
el porcentaje de inmigrantes provenientes de entidades con niveles medios

26
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

de rezago social y aumentar significativamente la participación relativa de


los inmigrantes provenientes de las entidades con niveles bajos y muy ba-
jos grados de rezago social y aumentar también significativamente, aunque
en menor medida, el porcentaje de inmigrantes de entidades con alto grado
de rezago social.

Cuadro 3. Tijuana: distribución porcentual de los inmigrantes no recientes y


los inmigrantes recientes por grado de rezago social de la entidad federativa
de origen, 2000 y 2010
Inmigrantes no Inmigrantes
Grado de rezago social de la recientes recientes
entidad federativa de origen
2000 2010 2000 2010
Muy alto 9.3 10.2 23.6 18.5
Alto 14.0 20.2 11.5 20.2
Medio 35.9 10.7 32.9 9.2
Bajo 22.1 25.9 17.5 23.3
Muy bajo 18.7 31.6 14.5 28.7
Total 100.0 100.0 100.0 100.0
Fuente: elaboración propia con datos de los Censos de Población y Vivienda de 2000 y 2010 y
metodología de Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social.

Diferencias y cambios en la inserción laboral de la población


ocupada según la condición migratoria

Una vez que se han señalado algunas características y cambios en el perfil


sociodemográfico de los inmigrantes de Tijuana, es necesario abordar la in-
serción de estos grupos de población a la estructura de empleo de la ciudad.
Para ello, en un primer momento se analiza la inserción por sector y rama
de actividad económica; en segundo lugar, las ocupaciones principales en
las que se concentra la mayor parte de la Población Económicamente Acti-
va ocupada de los diferentes grupos y finalmente, se mostrarán las distribu-
ciones de las ocupaciones de acuerdo con el sexo. Dicha información será
comparada entre los dos años de estudio y entre los grupos de acuerdo con
su condición migratoria.
Derivado de las condiciones que enfrentó la ciudad en los últimos años
del decenio que va de 2000 a 2010, los niveles de ocupación de los tres
grupos de población fueron más favorables en el primer año respecto al
año 2010, pues en el primero las tasas de desocupación rondaban 1.5 por
ciento; en cambio, para 2010, las tasas de desocupación fueron alrededor

27 julio/septiembre 2015
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

de cinco por ciento. En este último año, el grupo que mostró los mayores
niveles de desempleo fue el de los nativos (5.5 por ciento), seguidos por
los inmigrantes no recientes (5.2 por ciento) y en contraste respecto a lo
que ocurría diez años antes, los migrantes recientes tuvieron los menores
niveles de desocupación (4.8 por ciento) entre las poblaciones (Reyes Mi-
randa, 2012).
Al analizar los datos de acuerdo con el sexo, los hombres han sufrido
mayor desocupación que las mujeres en ambos años, exceptuando en el
año 2000 cuando las mujeres inmigrantes recientes mostraron tasas más
elevadas frente a los varones de este grupo. Al mismo tiempo, es de resal-
tar que la población femenina que recién llega a Tijuana tiende a mostrar
mayores niveles de desempleo que el resto de mujeres, mientras que las
inmigrantes con más tiempo en la ciudad muestran los niveles de empleo
más favorables (Reyes Miranda, 2012).
Para darle más significado a los datos anteriores es necesario conocer la
estructura del empleo de la ciudad y la forma en la que los grupos se han in-
sertado en ella. En términos de sectores económicos, la población ocupada
ha disminuido dentro del sector secundario debido a la contracción en las
actividades de la industria manufacturera, no obstante el ligero crecimiento
reciente de las actividades de construcción. El cambio en la inserción de
la población ocupada se ha orientado hacia las tareas que se desempeñan
en el sector terciario, con mayor importancia en la rama de los servicios.
Algunos cambios en las actividades económicas de la ciudad han sido do-
cumentados por Serna (2008), Barajas (2009a) y Coubés y Silva (2009).
En el Cuadro 4 se muestran las distribuciones porcentuales de la po-
blación ocupada en Tijuana por sector y rama de actividad económica y
de acuerdo con la condición migratoria para los años censales de 2000
y 2010. En el año 2000, quienes en mayor medida se insertaban en acti-
vidades manufactureras eran los inmigrantes recientes (49.5 por ciento),
seguidos de los inmigrantes no recientes (30.7 por ciento) y finalmente, los
nativos (23 por ciento). De forma inversa, 64.8 por ciento de los nativos se
desempeñaban en actividades del sector terciario, en mayor medida que los
inmigrantes no recientes y la población ocupada que recién había llegado a
la ciudad (55.1 y 38.8 por ciento, respectivamente).

28
Cuadro 4. Tijuana: distribución porcentual de la población económicamente activa ocupada
por sector y rama de actividad económica según condición migratoria, 2000 y 2010
Sector y rama
de actividad 2000 2010
económica
Inmigrantes Inmigrantes Inmigrantes Inmigrantes
Nativos Nativos
no recientes recientes no recientes recientes
Primario 0.7 1.1 0.9 0.6 0.5 0.1
Secundario 29.1 40.3 57.2 28.3 39.9 43.2
Construcción 5.5 9.2 7.5 6.5 7.8 8.6
Manufactura 23.0 30.7 49.6 21.2 31.8 34.6
Otros 0.6 0.4 0.2 0.6 0.3 0.1

29
Terciario 64.8 55.1 38.8 69.8 58.5 55.5
Comercio 19.8 17.6 11.8 21.4 19.5 14.9
Servicios 45.0 37.5 27.0 48.3 39.0 40.6
No especificado 5.4 3.5 3.1 1.3 1.2 1.2
Total 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0 100.0
Fuente: elaboración propia con datos de los Censos de Población y Vivienda de 2000 y 2010.

julio/septiembre 2015
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

Diez años después, la tendencia hacia la terciarización de la economía


tijuanense fue evidente, mostrando un impacto mayor entre la población
ocupada que tenía menos de cinco años residiendo en la ciudad, mientras
que tanto en 2000 como en 2010 los nativos y los inmigrantes no recien-
tes mostraron una ocupación significativa en las ramas del sector terciario
(comercio y servicios), para los inmigrantes de reciente arribo a Tijuana ha
ocurrido un cambio significativo, pues de estar predominantemente incor-
porados en las actividades del sector secundario en 2000 (57.2 por ciento),
se han trasladado igualmente hacia el sector terciario en 2010 (55.4 por
ciento).
Como puede observarse, existe una diferenciación por grupo poblacio-
nal en la inserción a la estructura del empleo por medio de los sectores
económicos, que se definen a través de la condición migratoria y el tiempo
de estancia en la ciudad. Es decir, que se presenta una segmentación en el
mercado laboral, en la que la inserción laboral de las personas de reciente
arribo a la ciudad muestra las tendencias emergentes de cambio en los mer-
cados de trabajo, tal como ha ocurrido en los dos momentos analizados en
este trabajo: uno de mayor participación y auge del sector secundario en la
década de los noventa y el otro con un sector terciario acrecentado durante
la primera década de este siglo.
En este sentido, vale la pena analizar cómo se modificó en ese periodo
la inserción de los inmigrantes de Tijuana por ocupación principal. Esta
información se presenta en las gráficas 2 y 3, en las que se muestran las dis-
tribuciones porcentuales de la Población Económicamente Activa ocupada
por categoría ocupacional y según la condición migratoria, para los años
censales de 2000 y 2010, respectivamente.
De la misma forma en que sucedió con la incorporación de la pobla-
ción ocupada por sector y rama de actividad económica, la incorporación
de los diferentes grupos de la población ocupada —nativos, inmigrantes
no recientes e inmigrantes recientes—, mostró cambios por ocupación du-
rante el periodo de estudio. El presente análisis tiene varias dimensiones:
primera, los cambios observados en la estructura del empleo de la ciudad
que corresponden a una mayor importancia del sector terciario; segunda,
la diferenciación en la inserción ocupacional de acuerdo con la condición
migratoria de la fuerza de trabajo y tercera, la dinámica al interior de los
diferentes grupos poblacionales, comparando 2000 y 2010.

30
Gráfica 2. Tijuana: distribución porcentual de la Población Económicamente Activa ocupada según condición
migratoria, 2000

Profesionistas, especialistas
y técnicos
50 Funcionarios y directivos
No especifícados de los sectores público,
40 privado y social
Trabajadores en 30 Jefes, coordinadores y
actividades agrícolas, trabajadores en actividades
ganadores, silvícolas y caza 20 administrativas
10
Vendedores ambulantes y
Supervisores en la industria

31
trabajadores ambulantes en 0
manufacturera
servicios

Trabajadores en servicios Trabajadores en la industria


domésticos manufacturera
Trabajadores en servicios
Ayudantes en la industria
personales en
manufacturera
establecimientos de
Comerciantes, empleados
de comercio y agentes de
ventas

Nativos Inmigrantes no recientes Inmigrantes recientes

julio/septiembre 2015
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

Fuente: elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda de 2000.

Gráfica 3. Tijuana: distribución porcentual de la Población Económicamente Activa ocupada según condición
migratoria, 2010
Profesionistas,
especialistas y técnicos
50 Funcionarios y directivos
No especifícados de los sectores público,
40 privado y social
Trabajadores en 30 Jefes, coordinadores y
actividades agrícolas, trabajadores en actividades
Papeles de POBLACIÓN No. 85

ganadores, silvícolas y 20 administrativas

10
Vendedores ambulantes y
Supervisores en la industria
trabajadores ambulantes en 0
manufacturera

32
servicios

Trabajadores en servicios Trabajadores en la


domésticos industria manufacturera

Trabajadores en servicios
Ayudantes en la industria
personales en
manufacturera
establecimientos de
Comerciantes, empleados
de comercio y agentes de
ventas

Nativos Inmigrantes no recientes Inmigrantes recientes


CIEAP/UAEM

Fuente: elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda de 2010.
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

En relación a la primera dimensión, como se ha señalado anteriormente,


las actividades del sector secundario disminuyeron en la ciudad debido a la
pérdida de dinamismo de la industria maquiladora, que ha constituido tra-
dicionalmente el grueso de la actividad manufacturera de la ciudad; ello se
ilustra en la contracción de la participación relativa de la población ocupa-
da de los tres grupos poblacionales en tareas como supervisores y trabaja-
dores en la industria manufacturera, aunque se incrementó la participación
relativa de las ocupaciones como ayudantes en dicha rama. En contraste,
aumentó la participación relativa de las tareas propias del sector terciario,
como los trabajadores en servicios personales en establecimientos de pro-
tección y vigilancia, así como los vendedores y trabajadores ambulantes.
Finalmente, es importante mencionar que los espacios para desempeñarse
como profesionistas y funcionarios han crecido dentro de la estructura ocu-
pacional de la ciudad.
En relación a la segunda dimensión, la población ocupada nativa per-
maneció en ciertas ocupaciones en ambos años respecto a los otros gru-
pos. Los profesionistas, funcionarios y directivos, jefes y coordinadores,
así como los comerciantes son principalmente personas nativas, mientras
que los trabajadores, ayudantes y trabajadores en servicios personales en
establecimientos y de protección y vigilancia en mayor medida son los in-
migrantes recientes seguidos de los inmigrantes no recientes. En este sen-
tido, es posible mencionar una segmentación en la estructura del empleo
que favorece a los nativos, pues las ocupaciones que desempeña este grupo
muestran una mayor jerarquía en términos laborales.
Finalmente, al interior de los grupos, si bien la población ocupada na-
tiva se mantuvo en mayor medida que los migrantes —recientes y no re-
cientes—, en ocupaciones como profesionistas, también se incorporaron a
empleos en los que anteriormente tenían una menor participación relativa,
tales como ayudantes en la manufactura y vendedores ambulantes. Por su
parte, los migrantes con más tiempo en la ciudad muestran la misma ten-
dencia, a la que se suma una importante reducción de su población ocupa-
da como trabajadores en la manufactura. De forma diferenciada, los inmi-
grantes de reciente arribo a la ciudad mostraron una mayor inserción que
los grupos anteriores, como profesionistas, funcionarios y directivos, así
como ayudantes en la manufactura, lo cual es un reflejo de la polarización
social de los inmigrantes recientes que se identificó en el apartado anterior
al analizar los lugares de procedencia. Es decir, si bien hubo reducciones
e incrementos en la participación económica según ocupaciones, los tres
grupos de población experimentaron cambios en su estructura ocupacional

33 julio/septiembre 2015
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

de 2000 a 2010; no obstante, mantuvo una segmentación en la estructura


ocupacional de la ciudad según la condición migratoria.
Los cambios en las características sociodemográficas como la edad y
la escolaridad, así como los lugares de origen analizados en la sección an-
terior, están asociados a los cambios observados en el mercado laboral de
2000 a 2010. Es de esperar que los inmigrantes recientes con más años de
escolaridad tengan una inserción a ocupaciones como profesionistas y téc-
nicos, así como funcionarios y directivos de los sectores público, privado
y social, que refieren a personas que se encuentran en el grupo de edad de
hasta 45 años y que provienen de lugares urbanos de bajo y muy bajo nivel
de rezago social. Al mismo tiempo, dentro de este mismo grupo, es pro-
bable que aquellas personas que tienen menos años de estudio se inserten
en ocupaciones como ayudantes en la industria manufacturera, así como
trabajadores en servicios personales en establecimientos y de protección
y vigilancia. De esta forma, la disminución de esta corriente migratoria,
constituye un reflejo de la contracción de las oportunidades laborales de la
ciudad, pero responde también a las oportunidades laborales que ofrece la
urbe, entre cuyas características se encuentran la terciarización del merca-
do de trabajo y la polarización de la estructura ocupacional.
Por su parte, como se ha mencionado, los migrantes con más tiempo en
Tijuana muestran una inserción laboral similar a los nativos, con la diferen-
cia que este último grupo se ha incorporado a ocupaciones más favorables
y cuenta con más años de escolaridad. De esta manera, se pueden describir
dos formas en la incorporación de los diferentes grupos de población al
mercado del trabajo de la ciudad: por un lado, el menor tiempo de estancia
en la ciudad de los migrantes respecto a los nativos, determina las trayec-
torias laborales bajo un esquema de segmentación del mercado laboral y lo
anterior ocurre en un escenario marcado por los efectos de la reciente crisis
económica mundial y de avances en las actividades del sector terciario; por
otro lado, los inmigrantes recientes, que se enfrentan a la misma segmen-
tación laboral, tienden a insertarse en las ocupaciones que han mostrado
cierto auge por el deterioro social de la ciudad y el incremento de la inse-
guridad, como son los puestos en las ocupaciones en servicios personales
en establecimientos y de protección y vigilancia, al mismo tiempo que se
observa un aumento importante de la participación relativa de los profesio-
nistas y técnicos.
Es posible afirmar que la historia de la ciudad de Tijuana como un es-
pacio disponible para la inserción laboral se ha modificado en un decenio.
Las crisis económicas mermaron la presencia del sector secundario; auna-

34
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

do a ello, el sector terciario se tornó más importante en la estructura del


empleo con características de polarización en sus ocupaciones. Este último
hallazgo fue encontrado también por Barajas (2009), mostrando una diver-
sidad de ocupaciones que han ganado importancia recientemente, como los
profesionistas y técnicos, los dueños o iniciadores de pequeños negocios,
así como los comerciantes y trabajadores ambulantes.
Para conocer de mejor manera los cambios observados en la estructura
laboral de Tijuana y su relación con la migración interna, se abordará en
seguida el análisis de la estructura ocupacional de la ciudad de acuerdo con
el sexo para los inmigrantes recientes en los dos años censales de estudio.
Estas distribuciones porcentuales se presentan en las gráficas 4 y 5, para
los hombres y para las mujeres, respectivamente.
Como se ha mostrado anteriormente, la contracción de la industria ma-
nufacturera afectó a los diversos grupos poblacionales analizados: para la
población de reciente arribo a la ciudad, en la estructura ocupacional se
han observado reducciones en las tareas como supervisores y sobre todo
para los trabajadores en la manufactura. Para el caso de los hombres, esta
contracción significó su traslado hacia ocupaciones como ayudantes, así
como un incremento relativo en empleos como trabajadores en servicios y
vendedores ambulantes, lo anterior en términos de trabajos de baja jerar-
quía; por otra parte, se incrementó la importancia relativa de los profesio-
nistas y de los funcionarios y directivos de diversos sectores respecto al
decenio anterior.
En el caso de la población ocupada femenina, al parecer su panorama
laboral y ocupacional presentó cambios significativos entre 2000 y 2010,
debido a que se observó una disminución en la importancia relativa de las
ocupaciones como supervisoras en la industria manufacturera y al igual
que sucedió con los hombres, una reducción del peso relativo de las tareas
como trabajadoras en dichas industria.
La diferencia entre ambos sexos fue que las mujeres ocupadas que son
inmigrantes recientes se han trasladado en mayor medida hacia ocupacio-
nes como trabajadoras en servicios personales en establecimientos y de
protección y vigilancia, así como trabajadoras y vendedoras ambulantes y
no pudieron incorporarse en la misma medida en labores como funciona-
rias o directivas en los diversos sectores, ni como profesionistas.

35 julio/septiembre 2015
Gráfica 4. Tijuana: distribución porcentual de la Población Económicamente Activa ocupada masculina, Inmigrantes recientes, 2000 y 2010

Profesionistas, especialistas y técnicos




50


Funcionarios y directivos de los sectores


No especifícados
público, privado y social


40 

Trabajadores en actividades agrícolas, 30 Jefes, coordinadores y trabajadores en



Papeles de POBLACIÓN No. 85

ganadores, silvícolas y caza y pesca actividades administrativas




20


10


Vendedores ambulantes y trabajadores




0 Supervisores en la industria manufacturera

36
ambulantes en servicios





Trabajadores en servicios domésticos Trabajadores en la industria manufacturera 




Trabajadores en servicios personales en




Ayudantes en la industria manufacturera


establecimientos de protección y vigilancia


Comerciantes, empleados de comercio y




agentes de ventas




2000 2010

CIEAP/UAEM

Fuente: elaboración propia con datos del Censo de Población y Vivienda de 2000 y 2010.

Gráfica 5. Tijuana: distribución porcentual de la Población Económicamente Activa ocupada femenina, Inmigrantes
recientes, 2000 y 2010

Profesionistas, especialistas y
técnicos
50 Funcionarios y directivos de los
No especifícados
sectores público, privado y social
40
Trabajadores en actividades 30 Jefes, coordinadores y trabajadores
agrícolas, ganadores, silvícolas y
en actividades administrativas
caza y pesca 20

37
10
Vendedores ambulantes y
Supervisores en la industria
trabajadores ambulantes en 0
manufacturera
servicios

Trabajadores en servicios Trabajadores en la industria


domésticos manufacturera

Trabajadores en servicios
Ayudantes en la industria
personales en establecimientos de
manufacturera
protección y vigilancia
Comerciantes, empleados de
comercio y agentes de ventas

2000 2010

julio/septiembre 2015
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

Fuente: elaboración propia con datos del censo de población y vivienda de 2000 y 2010.

Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

Lo anterior guarda relación con las tasas de desempleo más altas para
este grupo durante 2010, respecto a las observadas para las mujeres nativas
y para las inmigrantes no recientes. En este sentido, Coubés y Silva (2009)
han señalado que si bien la crisis de la industria maquiladora ha afectado a
la población de reciente arribo a la ciudad en general, para las mujeres en
particular significó en mayor medida una reubicación hacia el autoempleo
y las ocupaciones de muy baja jerarquía en la estructura ocupacional de la
ciudad.
Finalmente, retomando los resultados del análisis de los niveles de es-
colaridad de la sección anterior, hay que recordar que los hombres de este
grupo de inmigrantes recientes mostraron mayores niveles educativos, lo
que puede asociarse a su mayor inserción en actividades de mayor jerar-
quía, en comparación con las mujeres; de esta forma, las ocupaciones de
los hombres parecieran ser las más polarizadas. En el caso de las mujeres
de reciente arribo, durante el año 2000 mostraron una tasa de desempleo
mayor que todos los grupos de ambos sexos, mientras que en 2010 refleja-
ron un desempleo menor que los hombres pero mayor respecto a las muje-
res con mayor tiempo de estancia en la ciudad. Esto podría ser un síntoma
de los efectos de la crisis de la industria manufacturera entre las trabajado-
ras inmigrantes recientes, situación a la que no han encontrado todavía una
respuesta adecuada dentro del mercado laboral de Tijuana.

Conclusiones y reflexiones finales


En este trabajo se propuso analizar los cambios en la estructura ocupacio-
nal de la ciudad de Tijuana en el periodo de 2000 a 2010, con el objetivo de
identificar las continuidades y las nuevas tendencias en la selectividad de la
migración interna y en la inserción laboral de la población de reciente arri-
bo a la ciudad en un contexto de crisis económica, así como mostrar a las
diferencias en la inserción laboral de acuerdo con el tiempo de residencia
de la población en la ciudad, para indagar acerca de la posible segmenta-
ción del mercado de trabajo según la condición migratoria.
Frente al objetivo de este trabajo, en la revisión de literatura se tuvieron
dos posiciones contrastantes: por un lado, algunos estudios basados en las
teorías de los mercados segmentados han postulado que en el proceso de
desarrollo de la frontera norte, los inmigrantes han mostrado una tendencia
a incorporarse a actividades económicas propias del comercio y los servi-
cios —cuyo dinamismo ha sido concomitante a los procesos de apertura
económica nacional y de industrialización de la franja fronteriza—y que,
cuando empezaron a ser requeridos también por la industria maquiladora

38
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

de exportación y hasta la crisis observada en este sector en 2001, ésta les


ofreció empleos de menor calificación y menores ingresos que los empleos
a los que accedía la población nativa; por otro lado, al revisar los estudios
realizados sobre el tema para la ciudad de Tijuana, apareció un trabajo en
el que se analiza el periodo 1995-2000 y que documenta la existencia de
una selectividad positiva de la inmigración laboral a la ciudad y de algunas
características de mejora en las condiciones de trabajo de este grupo pobla-
cional en un contexto de auge de la industria maquiladora.
La realidad económica y demográfica de Tijuana durante el decenio de
2000 está marcada por los efectos tanto de la crisis de la industria maqui-
ladora observada apenas a principios del nuevo siglo, como de la más re-
ciente y más generalizada crisis económica de 2008, que tuvo como origen
la crisis financiera en Estados Unidos. Algunos indicadores han mostrado
ya estos efectos sobre los niveles de empleo y el poder adquisitivo de los
ingresos laborales; al mismo tiempo, los datos censales sobre el volumen y
la tasa de inmigración han revelado que la ciudad de Tijuana ha disminui-
do su histórico atractivo para la población proveniente de otras entidades
federativas en la búsqueda de mejores condiciones laborales y sociales.
Ante esta nueva realidad económica y demográfica, el análisis de este
trabajo documenta los cambios y las continuidades en el perfil de los inmi-
grantes y en las oportunidades ocupacionales que la ciudad ofreció tanto
a inmigrantes como a la población nativa en el periodo que va de 2000 a
2010. En la síntesis de los procesos económicos mencionados, los cam-
bios en la estructura ocupacional muestran una nueva fisonomía de la ciu-
dad, alejándose de aquella imagen dominada por la industria maquiladora,
reorientándose más hacia el comercio y los servicios, y generando estímu-
los diferentes en la población del interior del país (para un análisis de los
cambios y las permanencias en los perfiles de la migración interna en el
periodo reciente en México, ver el volumen coordinado por Cruz Piñeiro
y Acosta, 2015).
En relación a los cambios en el perfil sociodemográfico de los inmigran-
tes de Tijuana, los resultados de este trabajo muestran algunas diferencias
con los hallazgos de Serna (2008) para el periodo 1995-2000, en relación
a la existencia de una selectividad positiva de los inmigrantes recientes
comparados con los nativos, aunque los datos de este trabajo permiten afir-
mar que la brecha en los niveles de escolaridad —principal indicador de la
selectividad— entre la población nativa y los inmigrantes, tanto recientes
como no recientes, disminuyó entre 2000 y 2010.

39 julio/septiembre 2015
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

Esta disminución de la brecha en los niveles de escolaridad entre nati-


vos e inmigrantes es consistente con una modificación en el origen social
de los inmigrantes, pues al comparar su distribución por grado de rezago
de la entidad federativa de origen, entre 2000 y 2010 han ganado impor-
tancia las entidades con niveles bajos y muy bajos de rezago social, para
concentrar en 2010 a un poco más de la mitad de los inmigrantes tanto re-
cientes como no recientes; al mismo tiempo, la participación relativa de los
inmigrantes provenientes de entidades con un nivel alto de rezago social se
incrementó en el mismo periodo, para constituir en 2010 a una quinta parte
de los inmigrantes. En este sentido, el origen social de los inmigrantes se
muestra más polarizado y refleja en buena medida un cambio en las señales
que la ciudad manda al interior del país en términos de las oportunidades
que ofrece su estructura económica y ocupacional, modificada por los efec-
tos de la crisis de 2001 de la industria maquiladora y de la crisis económica
de 2008.
El análisis de los cambios entre 2000 y 2010 en la distribución de la
población económicamente ocupada por sector y rama de actividad eco-
nómica muestra que aunque persisten diferencias en la incorporación de
la Población Económicamente Activa en los diferentes sectores y ramas
de actividad atendiendo a la condición migratoria de la fuerza de trabajo,
existe una tendencia evidente hacia la terciarización de la economía de la
ciudad y que este proceso ha afectado principalmente a los inmigrantes
recientes de la ciudad, aunque éstos mantienen porcentajes todavía altos de
participación relativa en las actividades industriales.
De esta manera y para hacer una reflexión sobre la aportación de este
trabajo al estado del arte sobre el tema, se puede decir que los datos para
la ciudad de Tijuana validan los obtenidos por otros autores como Kla-
gsbrunn (1988), Margulis y Tuirán (1986), Kopinack (2003) y Coubés
(2001), que sostienen que las economías de las ciudades de la frontera nor-
te tienen mercados de trabajo segmentados y que los inmigrantes recientes
tienden a incorporarse a actividades “típicamente fronterizas”, como es el
caso de los empleos que ha ofrecido la industria maquiladora, mientras que
la población nativa lo hace mayormente en las actividades del comercio y
los servicios. Estos resultados contrastan con los encontrados por Balán,
Browning y Jelin (1973) para la ciudad de Monterrey y por Muñoz, Olivei-
ra y Stern (1977) para la Ciudad de México, quienes habían señalado que
los inmigrantes recientes se incorporaban a esas economías en actividades
de comercio y servicios y con características de informalidad.

40
Crisis económica, migración interna y cambios en la estructura ocupacional de Tijuana, México / F. ACOSTA et al.

Sin embargo, para entender estas diferencias es importante recordar que


las estructuras económicas y el desarrollo industrial de esas ciudades han
sido muy diferentes a lo observado en las ciudades fronterizas, donde las
posibilidades de desarrollo industrial descansaron durante muchos años en
la industria maquiladora de exportación. Sin embargo, los cambios en la
fuerza de trabajo de Tijuana entre 2000 y 2010, son muy relevantes por-
que muestran que cuando la industria maquiladora pierde su dinamismo,
los inmigrantes recientes se trasladan a las actividades comerciales y de
servicios.
Los resultados del análisis de las diferencias y los cambios observados
entre 2000 y 2010 en la estructura de las ocupaciones por condición migra-
toria de la fuerza de trabajo, permitieron entender mejor las características
del mercado de trabajo de Tijuana: la segmentación de dicho mercadoa-
tendiendo a la condición migratoria de la fuerza de trabajo, el proceso de
tercerización de la economía de la ciudad y el traslado particular de los
inmigrantes recientes de la industria al comercio y los servicios.
En síntesis, ante la crisis económica, la segmentación del mercado de
trabajo persiste y en el proceso de terciarización de la economía de la ciu-
dad, los inmigrantes recientes han sido los más afectados, pues un porcen-
taje considerable se ha tenido que mudar de los empleos formales aunque
precarios que ofrecía la industria maquiladora hacia ocupaciones de menor
jerarquía social en la misma industria maquiladora —mayormente en el
caso de los hombres— y en las actividades del comercio y los servicios
—más en el caso de las mujeres—, cuando se les compara con los nativos
y los inmigrantes no recientes, los cuales han logrado permanecer en ocu-
paciones de mayor calificación; sin embargo, es de llamar la atención la
participación en 2010 de los inmigrantes recientes —tanto hombres como
mujeres— como profesionistas y técnicos, lo cual puede estar asociado con
el aumento en la importancia relativa de las entidades con menor grado de
rezago social entre los inmigrantes recientes.

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Información de los autores

Félix Acosta
Licenciado en Economía y en Estadística Social por la Facultad de Econo-
mía de la Universidad Autónoma de Nuevo León. Maestro en Economía
por la Universidad de Missouri-Columbia y Doctor en Ciencias Sociales
con Especialidad en Estudios de Población por El Colegio de México. Es
investigador del Departamento de Estudios de Población de El Colegio de
la Frontera Norte desde 1989, donde imparte clases de estadística aplicada
a las ciencias sociales, metodología de la investigación, gestión pública,
gobernanza y evaluación de políticas públicas. Sus temas de investigación
son la familia, la pobreza y la política social. Es miembro del Sistema
Nacional de Investigadores, Nivel 1. En 2006 fue electo como uno de los
seis Investigadores Académicos del Consejo Nacional de Evaluación de
la Política de Desarrollo Social (CONEVAL) para el periodo 2006-2010.
Sus publicaciones más recientes son “Grado de apropiación de la ciudad
y percepciones sobre la calidad de vida en ciudades de la frontera norte
de México, en Revista Cofactor, vol. III, núm. 6, julio-diciembre de 2012,
“Derechos sociales y política social en México: de la gobernanza posi-
ble a la gobernanza deseable”, en Fundación Ciudadanía y Valores, Serie
Documentos e Informes, Area social y económica, 2011; “De Pronasol a
Oportunidades: política social y persistencia de la pobreza en México”, en
Barataria Revista de Ciencias Sociales, núm. 11, 2010 y “La evaluación de
la política social en México: avances recientes, tareas pendientes y dilemas
persistentes, en Papeles de población, vol. 64, núm. 16, 2010.
Dirección electronica: acosta@colef.mx

Alejandra Reyes
Economista por la Universidad Autónoma Metropolitana y Maestra en Es-
tudios de Población por El Colegio de la Frontera Norte. Colaboró como
asistente de investigación en El Colegio de la Frontera Norte. Actualmente
labora en el Consejo Nacional de Población en la Dirección de Estudios
Socioeconómicos y Migración Internacional, donde ha participado en di-
versas publicaciones en temas relacionados con la migración internacional,
entre ellas, Migración y Salud. Inmigrantes mexicanos en Estados Unidos;
así como Mujeres centroamericanas en tránsito por México con destino a
Estados Unidos.
Dirección electrónica: armiranda81@gmail.com

45 julio/septiembre 2015
Papeles de POBLACIÓN No. 85 CIEAP/UAEM

Marlene Solís
Es Doctora en Ciencias Sociales con Especialidad en Estudios Regionales
por El Colegio de la Frontera Norte y Maestra en Desarrollo Urbano por el
Colegio de México. Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores en el
Nivel I. Entre sus publicaciones más recientes se encuentran: “El género,
la fábrica y la vida urbana en la frontera”, en Estudios Demográficos y Ur-
banos, vol. 26, num. 3 (78), 2011 y “La construcción simbólica de un mer-
cado de trabajo feminizado en Tánger: una aproximación”, en Frontera
Norte, núm. 43, enero-junio 2010. Actualmente es profesora-investigadora
del Departamento de Estudios Sociales de El Colegio de la Frontera Norte,
en la línea de investigación: relaciones de género, trabajo y frontera.
Dirección electrónica: msolis@colef.mx

Artículo recibido el 8 de octubre de 2014 y aprobado el 1 de julio de 2015.

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