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Afanes Oracion y Creer
Afanes Oracion y Creer
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1. Filipenses 4:4-7
Filipenses 4:4-7
“Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos! Vuestra
gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca. Por nada
estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en
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toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa
todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos
en Cristo Jesús.”
2. 1 de Pedro 5:7
1 de Pedro 5:7
“Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte
cuando fuere tiempo; echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él
tiene cuidado de vosotros.”
3. Mateo 6:25-34
Mateo 6:25-34
“Por tanto os digo: No os afanéis [griego: “merimno” la misma palabra
que en Filipenses 4:6 y 1 de Pedro 5:7] por vuestra vida, qué habéis de
comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir.
¿No es la vida más que el alimento, y el cuerpo más que el vestido?
Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en
graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros
mucho más que ellas? ¿Y
quién de vosotros podrá, por mucho que se afane, añadir a su estatura un
codo? Y por el vestido, ¿por qué os afanáis? Considerad los lirios del campo,
cómo crecen: no trabajan ni hilan; pero os digo, que ni aun Salomón con
toda su gloria se vistió así como uno de ellos. Y si la hierba del campo que
hoy es, y mañana se echa en el horno, Dios la viste así, ¿no hará mucho más
a vosotros, hombres de poca fe? No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué
comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles
buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis
necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios
y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas. Así que, no os afanéis
por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su afán. Basta a cada
día su propio mal.”
Agua, comida y ropa son unas de nuestras necesidad físicas más básicas.
Sin embargo, no somos los únicos que sabemos eso. ¡DIOS también lo sabe!
Es por eso que nos dice a través del Señor Jesucristo: “no se afanen”,
diciendo: “¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos?”………
pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas
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cosas ”. Y si alguno pregunta qué vamos a hacer en lugar de preocuparnos,
el verso 33 dice: “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y
todas estas cosas os serán añadidas.” Como también Mateo 7:7-11 dice:
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El pasaje no dice “no ores” sino “NO TE PREOCUPES porque tu Padre
celestial sabe que necesitas todas esas cosas”. La enseñanza es contra las
preocupaciones y no contra la oración, de hecho es lo que se sugiere contra
las preocupaciones (ver Filipenses 4:4-7, 1 de Pedro 5:7, Mateo 7:11)
Mateo 7:7-11
“Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo
aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una
piedra? ¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? Pues si vosotros,
siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más
vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan?”
4. 1 de Juan 5:14-15
Este pasaje no dice que “si le pedimos cualquier cosa Él nos oye” sino
que “si le pedimos cualquier cosa DE ACUERDO A SU VOLUNTAD, Dios nos
oye”. Por lo tanto, para que nuestra oración sea escuchada es necesario
que lo que oremos este alineado con la voluntad de Dios, la cual es como
Romanos 12:2 dice: “BUENA, AGRADABLE Y PERFECTA”. Así que, es
necesario conocer la voluntad de Dios para así saber lo que podemos
esperar de Él. Y para conocer la voluntad de alguien, éste tiene primero que
hacérnosla saber de alguna manera, así también para conocer la voluntad
de Dios, Él tiene que hacérnosla saber, ya sea a través de la Biblia, Su
palabra escrita, o a través del Espíritu Santo que Él nos dio cuando nacimos
de nuevo. En cuanto a lo anterior, cuando por ejemplo dice que no
debemos afanarnos por qué comer o tomar, o vestir sino buscar
primeramente el reino de Dios y su justicia y todas las cosas nos serán
añadidas, nos da la voluntad de Dios en cuanto a los afanes y a las
prioridades: pon a Dios primero, nos dice, no te afanes por nada; más bien,
echa todas tus cargas sobre Él, y “todas las cosas te serán añadidas”. Lo
mismo sucede también con muchas otras cosas que tienen aplicación
general para todos, tales como salvación, manifestaciones del espíritu,
sanidad, etc. Para esas y para cualquier cosa que la correctamente dividida
Palabra de Dios define como la voluntad de Dios, no es necesario esperar a
que Dios venga y nos la anuncie en privado que podremos tenerlas porque
YA LAS HA ANUNCIADO EN SU PALABRA.
Sin embargo, aparte de las cosas que tienen aplicación general y están
completamente cubiertas por la Palabra de Dios escrita, la Biblia, también
hay otras, cosas especiales, que debido a su carácter especial no están
cubiertas por ella. Como por ejemplo, la Palabra de Dios, aparte de algunas
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guías generales sobre lo que en general debemos de esperar , no me dice
que determinado trabajo es para mi, o que debo ir a tal cual lugar mañana
para hacer tal o cual obra de Dios ahí. Entonces, ¿cómo puedo saber cuál es
la voluntad de Dios en estas o cosas similares a estas? La respuesta es A
TRAVÉS DEL ESPÍRITU QUE NOS DIO para comunicarse con nosotros. Dios
no está solamente en la Biblia, como muchos cristianos creen. También está
en nosotros a través del espíritu que Él nos dio y el cual se manifiesta a
través de las nueve formas enumeradas en 1 de Corintios 12:8-10. Las
cuales son: palabra de sabiduría, palabra de conocimiento, fe, dones de
sanidad, hacer milagros, profecía, discernimiento de espíritus, diversos
géneros de lenguas, interpretación de lenguas. De estas nueve
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Nos dice por ejemplo que los dones de Dios son buenos y perfectos
(Santiago 1:17), que Dios puede hacer cosas más abundantemente de lo
que pedimos o entendemos (Efesios 3:20), que la bendición del Señor hace
a uno rico y no añade tristeza (Proverbios 9:22) etc.
manifestaciones, aquellas de palabras de conocimiento y sabiduría nos han
sido dadas específicamente para conocimiento y sabiduría en situaciones,
que de otro modo sería imposible de adquirir mediante los cinco sentidos.
Así que, si quiero saber si es la voluntad de Dios obtener tal o cual trabajo,
debería de acudir a mi Padre, discutir el asunto con Él y Él me hará saber si
es sabio o no el tomar ciertas opciones que puedo estar considerando
tomar.
Como en Santiago 1:5 dice:
Santiago 1:5
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
Santiago 1:5-8
“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a
todos abundantemente y sin reproche, y le será dada. Pero pida con fe, no
dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es
arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues,
quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble
ánimo es inconstante en todos sus caminos.”
Mateo 17:20
“si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de
aquí allá, y se pasará y nada os será imposible.”
Y Marcos 11:24 también nos dice:
“Por tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis,
y os vendrá.”
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Ver E. W. Bullinger: “A Critical Lexicon and concordance to the English and
Greek New Testament”, Zondervan Publishing House, 1975, p. 513 Spiros
Zodhiates: “ The Complete Word Study Dictionary”, AMG Publishers, 1993,
p. 1290
voy a recibir de Dios es cualquier cosa que se me haya ocurrido. Más bien,
es mi confianza en Él, expresada mediante mis actos a través de los cuales
llevo a cabo lo que YA SE QUE ES SU VOLUNTAD. Por lo cual, incluso si el
Señor me dice que algo no es Su voluntad y por eso no hago nada, si en
verdad sigo Su instrucción y no hago nada, entonces le he creído. Para ello,
primero tienes la Palabra, la voluntad de Dios (escrita o hablada) para algo y
LUEGO lo crees y actúas de acuerdo a lo que dice.
Hechos 8:21-22
“No tienes tú parte ni suerte en este asunto, porque tu corazón no es recto
delante de Dios. Arrepiéntete, pues, de esta tu maldad, y ruega a Dios, si
quizá te sea perdonado el pensamiento de tu corazón…”
A Dios le interesa el CORAZÓN, porque solo ahí Él puede habitar. Si un
corazón no es recto ante Sus ojos sino malo, ciertamente no es un lugar
apropiado para Él. Como en Proverbios 15:29 dice:
Proverbios 15:29
“Jehová está lejos de los impíos; Pero él oye la oración de los justos.”
Por supuesto que hay gente mala e impía por ahí. Y la razón por la que
agrego esta parte es porque probablemente algunos de ellos crucen en
nuestro camino. Así que si alguien nos dice que no recibe del Señor, una
razón probable (pero no la única) es porque en su corazón puede haber
iniquidad y maldad, y Dios no escucha a tales personas.
7. Conclusión
Proverbios 3:5-8
“Fíate de Jehová de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas. No seas
sabio en tu propia opinión; Teme a Jehová, y apártate del mal; Porque será
medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.”
Tassos Kioulachoglou