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La Gacüi Liteiwia

HlolV Madñil. 15 lie Febrero de 1930 Hüni.76


Redacción y Admínisiracióm
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[oncorsos He "La Gaceta Liteiaria" M Gaceta Literaria
Alfonsina Storni, poetisa argentina saluda a Miguel de
Premio Maura Por E. D I E Z - G A N E D O . Unamuno en España
quiero decir, ^in velos ni alegorías, di- (Véase nuestro próximo número-homenaje.)
1.000 PESETAS recta y claramente. Así lo hace también
Cuando Charles Maurras, al estudiar Alfonsina Storni, y su franqueza no de-
O F R E C E lo que él llama "romanticismo femeni- jará de producir sobresalto entre los es-
no" en la poesía de Francia, encuentra píritus tímidos, aun a las horas de Toda la música del amor, pero su
un carácter común en el origen extran- ahora. música atormentada, aun en los cantos
jero de las poetisas cuyas obras ha ido En La inquietud del rosal, su primer de felicidad, que tienen un ritmo febril,
analizando — apenas desmentido, dice, libro, se manifiesta su propia inquietud. una vibración dolorosa, se puede oír en
por unos normandos, que, al unirse con Es como el rosal, no adulto, cuya "vida ellos. El ansia de amar, la contempla-
un oriental, salió, en cierto modo, de su impaciente—se consume al dar ñores ción del ser amado, los, celos, el can-
raza—, sienta una teoría que vale tan precipitadamente". Pero las rosas na- sancio, la desolación, la tristeza de ha-
sólo para su país, fundamentalmente cidas de esa inquietud tienen también ber amado, se manifiestan en cantos
clásico, según el exegeta, desde que Ju- su aroma, su aroma romántico, por su^ cuya gravedad asume en ocasiones la
liano huho de elegirlo, quizá, como he- puesto. máscara de una sonrisa.
redero de la cultura antigua si su pre- El romanticismo de Alfonsina Stor-
dilección por París no se interpreta tor- ni, a diferencia del de la generalidad de Hombre pequeñito, te amé media hora,
cidamente. nuestras poetisas, y del de muchos, mu- No me pidas más.
. En todo movimiento romántico quie- chísimos poetas, no es romanticismo de
re ver Maurras la semilla extranjera. estampa, de evocación, de huida de la Si Alfonsina Storni no llevara en sí
Por algo es suizo Rousseau. En Alfon- ^ realidad: al contrario, es inmersión en la facultad de renovarse, el amor del
sina Storni, la forma del apellido está j ella, goce sensual de ella y confesión, amor, que es clave de su poesía amoro-
indicando que la poetisa no es oriunda confidencia, lamento por el "dulce da- sa, veríamos en ella una poetisa más;
de paísi en que se hable la lengua que ño" sufrido en el contacto de ella, al no alcanzaríamos a distinguir en sus
escribe; el cuerpo fino y menudo, el ca- reconocer que la imaginación y el deseo cantares un tono nuevo, un acento con-
ballo de un rubio miiy claro, sc\ n:ás 10 bastaron para lo;,;var ol aquietamien- vincente, traducción verbal de un lati-
de Europa que de América. Pero la li- to y reposo a que, en definitiva, aspi- do verdadero. Detrás de su poesía ha-
teratura en lengua castellana, en uno raban. llamos siempre a una mujer, a la Mu-
u otro continente, ya es romántica de De aquí sale toda la poesía de esta jer, hallazgo menos frecuente de lo que
suyo, es decir, predominantemente ro- mujer, que hoy hallará imperfectos y se supone.
mántica. Juliano apenas se dignó mirar pueriles los versos de su primer libro, De su desengaño amoroso ha sacado
hacia Espaíía; y, por lo visto, lo que pero que, al titularlo, encontró instinti- la poetisa una serenidad que le permite
El Excmo. Sr. Conde de la Mortera un Juliano, porque Maurras lo dice, vamente la mejor definición de sí mis- asistir al espectáculo del amor ajeno
pudo conferir con su predileción, no lle- ma. El rosal no se cansa nunca de dar
garon a conferírselo a España, con ha- rosas; en el suyo, más que la floración Como aquellos filósofos mendigos
a la mejor "MONOGRAFÍA DE HISTO-
ber nacido en ella, un Adriano, un Tra- constante, nos sorprende ol ansia de que van a las ventanas señoriales
RIA LITERARIA" (historia actual o res-
jano o un Teodosio. Muy en el alma producir la rosa perfecta. a mirar sin envidia toda fiesta;
trospectiva, sin limitación de tema ni de ex-
ha de llevar el hispano 'a simiente del
tensión y prefiriendo un autor novel). III
romanticismo. Y así, una mujer que,
El trabajo premiado se publicará en "Los de escribir versos franceses hubiera sido
Cuadernos de LA GACETA LITERARIA", inevitablemente romántica, al escribir- Una vez más la rosa es símbolo de
así como todos los otros ensayos premiados los en lengua española es romántica dos amor, como en los juegos florales. Al-
en nuestros concursos. veces, por su origen exótico y por ten- fonsina Storni es poetisa de amor, y lo
La recepción de trabajos se cerrará el 30 dencia natural de su idioma. de la rosa y sxi afán de perfecciona-
de mayo del presente año. Deberán dirigir-
En esto aventaja a las poetisas de miento no se ha de tomar en el sentido
se a nuestra Dirección, Príncipe de Vergal"a,
Francia, que, aun elogiadas por Char- de depuración de un arte poético, des-
4» y 44.
les Maurras, tienen para él cierto ex- de el principio suficientemente apta para
traño perfil; digámoslo, sin faltar a la comunicar su espíritu, y afirmada des-
galantería, con un vocablo antiguo: pués, con la práctica del oficio.
cierto cariz bárbaro. A nuestras poeti- Lo que hace, en verdad, fuerte y dra-

Premio Marañón sas, y, en particular, ya que hemos de mática esta poesía es su anotación cons-
hablar de ella, a Alfonsina Storni, bien tante de un sentimiento impetuoso que
podemos considerarlas como producto se entrega siin reflexión ni reserva, y la
500 PESETAS natural, refinado y expresivo de la sen- reacción reflexiva que le da al momen-
sibilidad de nuestra raza. to su color, viéndolo ya sin espejismos,
despojándolo de aquellas galas con que
al mejor "ENSAYO sobre un libro de Bio-
su ilusión lo vestía. De aquí el sabor
logía de estos dos últimos años". Admisión
II amargo que deja casi siempre la lectu-
de los trabajos hasta el 30 de abril.
ra de estos versos en cualquiera de los
¿Cuándo empezó a manifestarse, en libros de Alfonsina, aun en el que ella
literatura, im espíritu femenino, cuya considera más dulce de todos, Irreme-
expresión compitiera en franco hablar diablemente.
En el próximo número daremos los datos con el masculino predominante? No se-
del . i i..{\i^ rán en nuestros días la condesa Ma- Blanca de la Vega, recitadora
thieu de Noailles, ni la italiana Ada EN ESTE NUMERO COLABORAN:

Premio Cambó' Negri, ni, antes que ellas, Rosalía Cas- E. Diez Cañedo, Eugenio d'Ors, Saúl Me-
tro o Marcelina Desbordes Valmore; zan, José M. Salaverría, M. Núfíez de Are-
antes que ellas, entre los bocados del nas, C. M. Arconada, Josefina de la Torre,
de la meditación sobre su destino, la
persuasión de ser un- eslabón no más
en una cadena de seres, que han ex-
y del ^ Renacimiento, una Luisa Labbé, una A. Valbuena, Eugenio Montes, R. Ledesma presado por su voz los afaneai conteni-
Victoria Colonna hicieron hablar a su Ramos, J. M. Luelmo, Díaz Plaja, A. Botto, dos, lo que en ellos fué silencioso:
corazón; y una Santa Teresa también, M. Saa, Bettencourt, Da Fonseca, Bensau-
"PREMIO UNIVEI^SITñRIO" pero su corazón no era de este mundo. de, Salazar Chapela, R. Marquino, A. Pego, Pudiera ««r que todo lo qu« aquí he re-
Y mucho antes, quizá una Sulpicia ro- Jaime Ibarra, Rafael Resa, Juan Piqueras. [ cogido
mana, son duda una Safo sriega, se atre- No fuera más q«s aquello que nunca
Giménez Caballero Yieron a hablar... como unos hombres: [prado ser.
' - ""ft-M fi V,«^iy(!fl!ft«Mjj»^ilt'^'í8(íl«íMrtt» .í.'

Página 2 LA GACETA LITERARIA

No fuera más que algo vedado y re- distingue a Góngora, en su' siglo, de los los Estados Unidos de América. Creo mi norma señalada en la pregunta an-
[primido otros poetas. Mas se parece a sus pro- que las naciones europeas y aun los terior.
De familia en familia, de mujer en pios enemigos en tantas, cosas... Y cada Estados europeos tienen muchos intere- —¿Qué opina usted del nacionalismo
uno, aun el menos singularizado, se dis- ses que guardar, y el reñir sólo benefi- americano?
[mujer... tingue también de los otros muy clara- ciaría a un tercero. Por eso me parece —Es raro encontrar una nación que
Incorporado de esta manera al senti- mente. Pasarán unos años, y, por en- que traería bienes para todos una per-
cima—o por debajo—de las personali- no tenga nacionalismo. A veces en for-
miento suyo el de tantas generaciones, fecta armonía y suprimir muchas cau- ma agresiva.. Pero todo nacionalismo
y no sólo en el cerco familiar dónde dades más independientes, ae verá/ el
lazo común del tiempo. Sin ser "joven li- sas de rozaduras. Como tantas otras puede dar frutos muy buenos, especial-
ella lo encontró, sino en la hermandad
universal ,de las mujeres, se corona en teratura", Alfonsina Storni vive y alien- cosas, la probabilidad de realización mente depurando el espíritu de cada
la poetisa, al libertarse hallando al ca- ta en la atmósfera que la ha producido. de ésta estriba en el procedimiento y grupo humanO' para conseguir que dé
bo expresión y forma, con una aureola Su poesía es de hoy, por la fina elabo- en el punto en que se deba iniciar la éste la cosecha propia más caracteriza-
de martirio. "Yo padezco lo que su- ración de los elementos instintivcjs, por inteligencia o la común acción. He di- da, pero también, y al mismo tiempo, la
frieron todas" parece decir; y pide en la afirmación clara de la personahdad cho antes de ahora que, aparte otras más henchida de esencias eternas hu-
quien a ella se acerque, delicadeza femenina—que no se va a dejar sólo consideraciones, lo práctico es proceder manas. Por eso vengo aplaudiendo el
suma": para las esferas sociales. X lo Q^^ acier- por agrupaciones de los más afines para nacionalismo de una parte de la lite-
. Requieren mis jardines piedad de jar- ta a ser fundamentalmente de hoy—de luego extender la acción a los más dis- ratura hispanoamericana y espero que
[ dinero. un hoy cualquiera—^tiene muchas pro- tantes. Sea poco o mucho el resultado dé en breve plazo admirables obras.
babilidades de ser ya para siempre.
que se obtenga, la más elemental pru- —¿Cuál cree usted que debe ser la
dencia internacional pide que no se actitud frente a los Estados Unidos?
IV , ENRIQUE D I E Z - C A N E D O
abandone ese campo fructífero de re- —He contestado a esta pregunta en
A través de todos los libros de la mi libro reciente, "Últimos escritos
Storni vemos esta fisonomía, que ofre- americanistas", donde propongo la po-
ce, aun e? la sonrisa, un gesto apasio- lítica triangular, después de hacer un
nado y dolorido a la vez. No lo escon- Obras de Alfonsina Storni: La inquie- estudio detenido de Estados Unidos y
de ni con la máscara de la ficción sim- tud del rosal (1916), El dulce daño de la actitud ante éstos de la América
bolista ni con el-juego de metáforas de (1918), Irremediablemente (1919), española.
la poesía nueva. Y, s,in embargo, es tan Languidez (1920), Las mejores poe- —¿Cuál será, a su juicio, el porvenir
de su tiempo... Todo poeta verdadero sías (Barcelona, 1924), Ocre (1925), histórico de España con relación a
lo es. Ahora hemos acentuado lo que Poemas de amor (1926).
América?
—Lo único que se puede tener del
porvenir es una esperanza y un deseo.
Y lo único que se puede hacer de eficaz
Una entrevista con es poner cada elemento por su parte,
a fin de hacer realidad aquella esperan-
za y aquel deseo.
Don Rafael Alíamira
Don Rafael Altamira,
historiador, jurisconsul-
to, pcdapíOjío, publica
ahora sus "Obras cora-
1892 a la fecha; las colecciones de tex-
tos para el estudio de la Historia y de Francisco A y ala
g letas", de las cuales las instituciones de América, y las
an aparecido ya, ord'i-
nados, doce volúmenes. Monografías sueltas sobre la Historia Traducimos del Lo-
El interés de esta R'ran Colonial Española. Parte integral de kal Anzciger, de' Ber-
ficrura que es Altíimiva
nos ha conducido a su esta sección forman los ocho volúmenes lín, las si(iHÍciites lí-
casa para interroRarle tieas, comeniario a la
sobre su propia produc- "Historia de las Instituciones Colonia- conferencia dada úlli-
ción y pedirle manii:es- mamentc por t-rancisco
taeiones sobro temas les de España en América", fruto de
históricos importantes Ayala cu. el líoinanis-
y de actualidad. Con- mi labor de cátedra en la Universidad ducción amistosa y. razonable de mu- ches Seminar de la Uni-
secuencia de una en- Central, y que se incorporarán a la His- chas de las diferencias que aun nos se- versidad.
trevista son, puesj las
siguientes líneas, res- toria de América y de la civilización paran en Europa.
puestas amables d o 1 "Francisco Ayala, uno de los más ce-
maestro. hispanoamericana que prepara la Com- —¿Cree usted en la eficacia del mo-
pañía Ibero-Americana de Publicacio- vimiento pacifista europeo? lebrados escritores jóvenes de España, ha-
—^¿Qué sistema u organización si- nes. Por último, la serie literaria —Creo firmemente; pero a condi- bló en el Romanisches Seminar de la
gue usted en la publicación de sus comprende mis obras críticas, novelas ción de que no se olvide lo que vengo Unviersidad de Berlín sobre el "Signifi-
"Obras completas"? y libros de viaje. Estas dos últimas, sosteniendo en mis conferencias por cado del Cinema" en la cultura moder-
que fueron mi labor principal de ju- Universidades extranjeras: que el paci- na. El hecho, en sí sorprendente, de que
—El sistema seguido en la publica-
ventud, están abandonadas en mi acti- fismo hasta el límite mayor, no es un el representante de un país que hasta hoy
ción de mis "Obras completas" es el
vidad normal de ahora. Pero la crítica, problema de orden internacional con- sólo ha producido un "film" de alto signi-
de agrupación en secciones por mate-
en cambio, sigo cultivándola en mis fiado a los Gobiernos y a la firma de ficado se ocupe en Alemania de la esen-
rias. No necesito confesar, porque es cia de este nuevo arte e industria, debe
sabido por todos los que han seguido conferencias por Universidades extran- tratados, sino un problema sustancial
jeras y en niis colaboraciones periodís- de política interior de cada uno de los explicarse por la ya antigua e intensa-
mi labor, que soy un espíritu solicita- mente organizada importación de "films"
do por todas las cuestiones científicas ticas, particularmente en América. Estados. Sólo cuando en éstos se haya
logrado formar una mayoría poderosa extranjeros en España. Allí se está muy
y literarias, dejándome arrastrar por Un último punto de la pregunta: mi
pacifista capaz de detener en seco cual- al corriente en todo lo que se refiere al
ese enciclopedismo que ha sido la ca- propósito es dar obra de carácter eru-
quiera aventura de un ambicioso o de cine. Según la concepción de Ayala es
racterística de mi obra. Ello no me dito en ediciones definitivas revisadas
un impulsivo, es cuando se podrá estar el cine, como arte para masas amplias
pesa, porque, además de haberme per- y puestas al día como lo he hecho ya
seguro de que, salvo casos muy excep- —no para las minorías—, un asunto in-
mitido ver mucha mayor parte de la con la "Historia de la civilización es- dustrial. Siguiendo su ley vital que busca
pañola" y la "Historia de la propiedad cionales y de suprema gravedad, las
complejidad de la vida y de la ciencia, una sugestiva actuación en las inmensas
comunal". guerras podrán ser evitadas. A la for-
me ha dado ocasión de penetrar a fon- muchedumbres, y oyendo las demandas
—¿Qué estima usted más, su labor mación de esa mayoría deben dedicar
do la sustancia de la historia de la hu- sus fuerzas los pacifistas de cada país. del tiempo, se crea el cinema un peculiai
manidad y de la realidad jurídica es- literaria, su labor histórica o su labor mito, un mito de formas y héroes poéti-
pañola y extranjera. jurídica? —¿Cree usted en la influencia de la
cos. La técnica que utiliza no tan sólo
Las secciones de mis obras son cin- —La misma ilusión y entusiasmo me literatura en la paz?
permite nuevas potencialidades estéticas,
co. La primera es la serie histórica, que domina al trabajar en uno u otro sen- —Sin duda alguna. Pero con esta li- .íino que—como un hábil análisis de los
comprende en su totalidad obras de tido. Puesto a escribir, en realidad no teratura debe hacerse lo que recomen- tiempos demuestra—encierra nuevas rea-
metodología y de Historia de España. tengo preferencias. Y aunque mi labor, dé a propósito de "Sin novedad en el lizaciones espirituales en ningún arte co-
Serie jurídica y política, que reúne los según las materias, ha sido en ocasio- frente", de Remarque, y mucho'antes nocidas ni aplicadas hasta ahora. Esta
escritos sobre Historia del Derecho, nes tan diversa, creo sin embargo que en mi informe en la Fundación Carne- conferencia española, tan densa y con-
Derecho Internacional, Derecho Polí- hay en ellas un enlace orgánico, que gie sobre "La propaganda de las ideas cisa, que reproduce en lo esencial el con-
tico, Derecho Consuetudinario Espa- quizás pueda ser su finalidad docente, y los sentimientos pacifistas". Es pre- tenido de un ensayo del conferenciante,
ñol y Derecho Comparado. Serie Peda- unida a mi criterio que he sustentado ciso que esos libros no se queden en' "Indagación del cinema", recién apare-
gógica, en la cual incluyo todos los es- siempre de que el sentimiento vale más, los círculos literarios y los lean sola- cido, fué muy aplaudida."
. critos de Pedagogía general y los espe- si úabe, que la inteligencia. mente los aficionados a la literatura.
ciales referidos a problemas de ense- —¿Qué opinión tiene usted sobre los Deben ir directamente a los centros f
ñanza en España, a problemas de edu- probables Estados Unidos de Europa? de educación, a las escuelas.
cación obrera y al gran maestro don —Soy favorable a la idea; pero no —¿Qué puede aportar España al LA LIBRERÍA BELTRAN
Francisco Giner de los Ríos, La serie la considero, naturalmente, como una movimiento pacifista? PRINCIPE, 16.—MADRID
americana comprende todas las obras panacea, ni mucho menos como orga- -Í-Mucho, si en España, por los que envía a reembolso todos IQS libros
d* mi campaña americanista, desde nización perfecta, como es, por ejemplo. están en situación de hacerlo, aplican
LA GACETA LITERARIA Página 3
»e expresa por muchos medios y el viento parcialidad. Hacer «rte « , pues, TioTsr «1

Leonardo, o la ancruciiada sopla por muchas cafias. El, lenguaje deja


de iser medio exclusivo de la dialéctica, y
se pone en fila con el color y 9a nota del
pentagrama.
principio de contradicción por medio de 1*
ironía, de suerte que un todo se haga par-
te sin dejar de ser todo. El artisU «», siem-
pre, un aprendiz de mago.
Si, en efecto, la filosofía no fuese arte, Mas ai el arte existe por la limitación ma-
¿qué podría ser? Podría—se responde Va- terial, habrá tantos artes como parcialidi-
Alguna vez me he complacido en imagi- jidad e inquietud. El sofisma de Grano st des existan. Cada arte tiene, pues, sus ca-
léry—ser solamente ciencia. Pero ciencia es,
nar que alguien me preguntaba qué cosa cumple en él el hombre más inquieto de tegorías propias, impuestas por la especifi-
para Valéry, tan sólo aquello de donde sale
creía la más bella, «ntre todas las de man- la época más inquieta. De ese Renacimiento, cidad de su materia. El encuentro de esta»
la técnica. La define, litcralmerute, coma
do. Y yo contestaba que lo más bello que tumultuoso, desterrado del Paraíso medie- categorías es la obra de la Estética. Obra a
"un conjunto de fórmulas y procedimien-
existe sobre el mundo es un camino. Pero val, nostálgico todavía de la paz y la gracia que deberán entregarse urgentemente Tas
tos que siempre triunfan". El saber cientí-
el insatisfecho preguntón insistía en pedir de Dios. cabezas filosóficas para sacar las teorías del
fico será poder o no será nada. Mas si la
el nombre de algo más hermoso, todavía. •En Leonardo, todas las búsquedas del Re- filosofía es ciencia y la ciencia es técnica arte del callejón sin salida en que las mef'e-
Y yo, «ntdnces, sólo acertaba a .respond-er nacimiento se encuentran, aunque no todas Leonardo es también filósofo. "Yo digo ron el formalismo liberal y ciego de Croce y
que más hermoso que un camino no ha/ encuentren. Como ovejas en la cañada se —escribe Valéry—que tiene la pintura por sus comparsas, apologistas de la simpleza.
más que dos caminos en cruz, y ya, sobre empujan y aprietan, porque el rebaño es nu- filosofía, y pintar es, para él, una operación Tema del más sugestivo interés sería el
la tierra, nada. meroso y el espacio exiguo. El tropezón que requiere todos los conocimientos y to- de rehacer los fundamentos del genial ha-
¿Por qué se pinta a San Antonio in- es lucha, con caídas y levantamientos. Y das las técnicas. En la obra pintada halla llazgo de Leonardo. Algo insinúa Perrero,
móvil? confusión. Y pisotones. Y agonías. Todo Leonardo todos los problemas que puede aunque sin suficiente plenitud ni firmeza.
Ni la resistencia a la tentación es cléar en Leonardo es agónico, y por eso mejor proponer al espíritu el deseo de una sínte- Se oye su voz con veladuras y ronqueras
tica ni conoce sofismas de Aquiles y tor- que nada le representa simbólicamente ante sis de la Naturaleza. de adolescente en la edad crítica. Lo cual
tugas. Es, el ascetismo, móvil y andarie- nosotros esa "Cena" suya que se pudre da una grata impresión de fervor juvenil,
Aun concediendo esto último, cabe perma-
go, y más que amigo de Zenón de Etea, lenta en la sacristía de Alilán. pero también una impresión de inmadurez
necer en posición metódicamente escéptica
amigo de Enrique Bergson. Tienta al ca- Mas, agonía es muerte y resurrección, frente al problema de Leonardo como filóso- y desconcierto.
mino el llano, qu« habla de reposo y sue- tránsito y renadm-iento, aventura máxi- fo. Simplemente, porque Valéry deja el tem_ ¿Cómo llegó Leonardo a su concepto de
ño; lo tienta el bosque, con promesas de ma. En un tiempo de aventureros, Leo- intacto. Filosofía no es poesía ni técnica ni la pintura, de! que nacen tan anchos hori-
sombra y siesta, y el río, con tiernos rega- nardo es aventurero en jefe, almirante de la ecuación filosófica = a.rte -|- experimenta- zontes que en ellos caben las artes todas?
los de agua para los pies de guijo. Le sa- exploraciones. Tiene en la mano' la rosa de ción. Vacilante entre una concepción sedicen- El lugar común dice que pintar, para los
len al paso pueblos, ofreciendo posadas sin los vientos y bajo la frente el claro mirar te artística de la filosofía y otra concepción renacentistas, era imitar a la Naturaleza.
viento ni lluvia, ni sol ni rocío, Pero él matinal de dos ojos a donde, equivocadas, positivista—"science d'oü prévoyance; pré- Mas lel lugar común es áfono si no explí-
lo rehuye todo y, desasiéndose de las zar las palomas del milagro bajan a beber voyance d'oú action", escribía Comte—; em- cita, qué se entendía en el Renacimiento
zas—sirenas 'de tierra firme—, marcha sil- todos los días. Mira al suelo, encuentra fó- pirista y pragmática, Valéry parece igno- por Naturaleza.
bando sus soledades por esos campos de siles y descubre la prehistoria y la geolo- rar el carácter esencial del saber filosófico, Cuando nace la pintura del 500, en el zo-
Dios. La belleza del cajmino es la áspera gía; ve a un cervatillo aprendiendo a sal- que consiste en ser el único saber absoluto díaco de las primacías brilla la estrella de
belleza teleo'.ógica de la desnuda vocación tar arroyos y crea el salto de piedra de un que pueda imaginarse, único que no admi- la matemátilca. Con frase única—que yo
dogmática. Allá, en el límite del planeta, le puente sobre un río; persigue el vuelo de te supuestos, único que precisa justificarse aprendí de mi amigo Sánchez Mazas—dice
espera un fin. Y hacia él tiende, sin ojos, una bandada de golondrinas crucificando a sí propio y autoedificarse, único que no Piero della Francesca, ebrio de conceptos
sin oídos, macerando alma y cuerpQ, cum- atardeceres bajo el suelo toscanov y sueña admite nada dado ni recibe regalos, único del Filebo platónico y de geometría; "el
pliendo votos. en el grande "ucello" y* en la aviación. que no recoge herencias, único saber des- dodecaedro conmueve hasta la ternura". Las
Acaso sólo tin momento sintió flaqueza, Leonardo es el mito de la diversidad. Aho- heredado, único saber desnudo. En conse- fornias puras—novias de Pitágoras—de los
y fué al topar con otro camino. Encnén- ra la duda se plantea sobre si esa diversi- cuencia, Leonardo no es filósofo, por ser cuerpos geométricos, asisten como madri- ,
transe los caiminos en medio del paisaje. dad puede articularse en doctrina rigurosa mecánico y pintor. No es metafísico', por el ñas al bautizo de la pintura renaciente. Imi-
Les saltan a ambos las piernas con brin- y unitaria,, o es, meramente, dispersión, El hecho de ser físico. No lo es, al menos, tar la Naturaleza es, en los pinceles de Pie-
cos de alegría, en un goce de galgos. Tal unitario dictado de filósofo le ha sido re- pOT las razones que aduce Valéry, habitual ro y de ese enigmático Ucello que ahora
vez quieren engancharse del brazo e irse conocido muchas veces a Leonardo, aunqi-.e arquitecto de cristales, ahora arquitecto de "descubren" Bretón y Souppult, en París,
juntos, haciendo, del monólogo, diálogo y de modo vago e incorrecto. Actualmente se penumbras. imitar las relaciones matemáticas de las cua-
del silbo, dúo. Mas encuentro es ale- íe otorga en forma taxativa. Paúl Valéry les participan los cuerpos naturales.
gría y asombro, encanto y desconfianza. en su estudio "Leonard et les philosophes", Pero Leonardo no es matemático sólo.
Teme cada uno al otro, porque el paisaje publicado en el libro de Leo Perrero LEONARDO, O LA OBRA D E ARTE "La rtiecánica, dice, es el paraíso de las cien-
está desierto y en el desierto aparece el "Léonard de vinci; ou l'oevre d'art"—Ving- cias matemáticas". La mecánica introduce
maligno. Hacen la señal de la Cruz y se tiome Siecle. Editions Kra. París, 1929—. Como Leonardo mismo. Para quien los nociones de movimiento, de fuerza y resis-
apartan con miedo. Se, les ve alejarse a la Pero la argumentación de Valéry dista mu- problemas fundamentales de su fundamental tencia, de materia. Al llevar Leonardo * la
carrera, espantados, rectos a las cimas de cho de ser decisiva. oficio de pintor, son la penumbra y la pers- pintura su hábito de experimentación me-
la fe. Atrás quedan una angustia y dos Leonardo—ya lo dije—es una encrucijada, pectiva. Como expresa en sus cuadros y en cánica, aporta esas nociones que le enlo-
palos. Si la belleza del camino es la áspera pero Valéry es un laberinto. Como Fichte el "Trattato della Pittura", que publicó quecen y le empobrecen a Ta vez, y a la vez
belleza teleológica del dogma, la belleza —sí, como el germánico Fichte—el poeta A. Borselli siguiendo el códice vaticano, y lo pierden y lo salvan. Lo pierden como
de la encrucijada es la belleza del conflicto, francés pertenece a la, felizmente, escasa ahora glosa la tierna sensibilidad de Perre- pintor—ya que «1 movimiento es antipictó-
de la contradicción, del pecado y el arre- raza de los escolásticos oscuros. Es, pu'is, ro hijo. rico—y lo salvan como teórico. Asi se cum-
pentimiento, de la confesión, de la duda, un hombre que falta a su obligación, ya La sombra—y la casi sombra—^y la pers- plen en él aquellas alucinantes y opuestas
de la vacilación, del problema. Esta es 1J que el esco'ástico tiene el deber de ser cla- pectiva son para Leonardo dos revolucio- intuiciones de la angeleología medieval. Los
belleza que ama el ideólogo, la azarosa her- ro,;, como el místico tiene el deber de ser nes disciplinadas, a las que cumple hacer ángeles se suicidan por olvidar la materia.
mosura que corteja ql intelectual. Frente oscuro. Valéry no lo es. Una cálida pa- triunfar, mas sin que su triunfo sirva para Pero se salvan cuando, en carrera agillsi-
a belleza aotivaí, belleza contemplativa. Ma- sión por la claridad se une, desconcertan- otra cosa que pa.ra sostener el orden y apo- sima, devoran espacio, en campeonato con
ría frente a Marta. María, favorita del Se- temente, en él, a una increíble incapaci- yar la dictadura. Italiano, paisano de Ma- la luz, por aéreos paisajes matinales. Cuan-
ñor. dad para el encuentro de palabras lúcidas. quiavelo, camisa negra, Leonardo de Vinci to más espacio consumen, menos tiempo
Valéry es un sacerdote de las luces, pero es un fascista. Nada de liberalismo en él. tienen. Consumir espacio es, para ellos, per-
nos invita siempre a turbias misas negras. Nada de creyente en la espontaneidad. En- der tiempo. Beber kilómetros es ganar ju-
LEONARDO, O EL F I L O S O F O Así en estas páginas scíbre "Leonardo y los tiende Ta libertad, como Hegcl, a la mane- ventud.
filósofos". ra de una "necesidad comprendida". Habla
En la historia de la pintura. M a n t e c a , La condición del' ídolo—nos dice—con- del liberalismo como podía hablar el profe- EUGENIO MONTES
Velázquez, Rafael, Zurbarán, son caminos. siste en su falta de perfección. El mármol sor Gentile. Esto no lo digo yo, que lo dice
Son caminos porque son direcciones hac"a de la época arcaica griega es sentido como él mismo en Ta página i2t del "Tratado"
la parcialidad. Leonardo no es, en cambio, ídolo. Produce efectos, tiene consecuencias, —edición Borselli—Lanciano, 1914. "Lo que
un camino. No es nn camino porque es el reconforta, cura, obra prodigios. Pero el está constreñido por límites es más difícil que
mármol arcaico apenas tiene rostro, no hay lo que es libr^, pero donde hay libertad no hay
punto de cita de muchos capainos. Porque
es una encrucijada múltiple. Porque es el formas en él. Cuando en la carne del már- orden." REVISTA DE LA RAZA
más apasionanjte anhelo de totalidad. Si mol brotan perfecciones, deja de ser ído- Libertad para pintar no quiere decir bue-
eres pintor—ipor tanto, fatalmente, un par- lo y, pof tanto, de tener consecuencias y na pintura, ni h'bcrtad de pensamiento quie-
cial—vete por el 'camino imperial—para
guardias nobles del Papa—por el camino
de obrar prodigios. Se convierte en esta-
tua, en cosa bella, en algo que comienza
re decir pensamiento verdadero. La libertad
es una forma que requiere contenidos. Esto
Publicación mensual
romano de Mantejfnaj o por el camino real y acaba en sí. Hasta ahora—agrega el can- es, materias. Esto es, necesidades. El or-
—para uso de delfines-—de Velázquez, o por tor de las columnas—la filosofía fué consi- den se alimenta de limitaciones. Las reg''as
SUSCRIPCIÓN:
el camino celeste—^para uso de querubes—de derada como un ídolo^ pero debe contem- son, para Leonardo, nostálgico del c'licio,
Rafael, o por el camino, cañada de meseta plarse como una estatua, como algo con- la condición misma de la existencia de la
España: Año, 15 pesetas
—para pastores de altiplanicie—de Zurbarán. cluso e inutilizable que comienza y rema- pintura. Sin ajustarse a la necesidad de Ta
Pero si no eres pintor, sino ideólogo, si en ta en sí propia, cuna y ataúd de sí misma. Extranjero: Año, 25 pesetas
p'ntura no hay pintura posible. La opera-
parcialidades no te afanas y antes aspiras En último término,, tema equivale a pre- ción de pintar supone el conocimiento de PUERTA DEL SOL, i j , MADRID
a la totalidad, plántate en «sa encrucijada texto. La verdad y la realidad, supuesto tema
la necesidad de la pintura, de su fatalidad
por excelenciat, encrucijada por antonoma- filosófico, son el pretexto para una creación
propia y su limitación específica, que es la
sia, encrucijada ante el Altísimo, que es que no persigue nada más que el libre juego
superficie plana. Pintar es dar bu''tos en
Leonardo. creativo. Filosofar no es perseguir, sino crear.
una superficie. Dar gato por liebre. Dar,
Si los noúmenos se salvan, no es más que
Leonardo es el nombre del probl'ematismo
máximo que haya existido nunca. Todos por su armonía intrínseca, como las imáge-
en dos dimensiones, tres. Con razón Pe-
rrero se entusiasma ante los vislumbres de
s [Dins
los caminos renacientes se cruzan en él. nes del poema. Filosofía es, pues, arte, ar- GOMPAHflIlBERO-ilMERICIHADEPUIlICIICIONES
Leonardo. Como que iluminan nada menos
Y aunque ,por todos ellos se vaya a Roma, bitrariedad disciplinada. Poesía. Pero enton- MADRID
que la esencia misma del. arte, el cual consis-
siempre la «lección múltiple &erá perple- ces Leonardo es un filósofo, porque el arte
te en introducir una totalidad a través de una
Página 4 LA GACETA LITERARIA •

EN EL ANIVERSARIO filos realizaron grandes trabajos de optimismo reabsobrió las lágrimas que,
zapa para conseguir algún ejemplar. un segundo, se me habían asomado a
Blasco Ibáñez tuvo entooces un segun- l o s OJOS. • !^?| ; ' • , í s ||M.';¿|
do gesto que completó el primero: or- Le pregunté por sus nóVelaf y, ims
IIODiias novelas nóniíias de Blano Ibáiez denó a su consocio editor que destru-
yera por obra del fuego los doce mil
volúmenes; orden que fué ejecutada in-
.esgigcialmente, por la que había de con-
tinuar la serie dedicada a las grandes
figuras históricas del Descubrimiento.
mediatamente, claro está que sin que —En busca del Gran Kan—-me dijo
En abril de 1926, cuando, a peti- pasado. Tal vez llame mucho la aten- alguno de estos curiosísimos ejemplares don Vicente—no podrá ver la luz en
ción de un editor parisiense, compuse ción esta nueva forma de novela, qiie escaparan a la hoguera como por obra castellano y en francés hasta agosto
un libro sobre la vida y la obra del nadie ha hecho todavía..." de encantamiento. de 1928, es decir, hasta dentro de trece
maestro, estaba yo lejos de pensar que Pocos meses más tarde, en enero de meses. Verá usted por qué. El editor
Otra de las novelas que puede figurar
una parte importante de la labor que 1926, se publicaba El Papa del Mar. norteamericano Mr. Hearst ha adqui-
entre la obra postuma de Blasco es El
planeaba por entonces el ilustre nove- Entre esta novela y su continuación rido las primicias de. estas obras mías
Águila y la Serpiente. Está casi termi-
lista quedaría truncada por la muerte. {A los pies de Venus), que apareció un para publicarlas en sus magazines. Sólo
nada, pues su autor' dejó de redactar
Le sabía enfermo desde larga fe- año justo después, en enero de 1927, tan sólo Ips tres capítulos finales de por lo que se refiere a la novela de Co-
cha. Era diabético desde 1916. Pero Blasco Ibáñez cedió, a las instancias dicha novela. lón he percibido, en concepto de dere-
al oírle expresarse, en nuestras fre- de un editor español de novelas breves, Es una historia enojosa provocada chos literarios, 30.000 dólares. Por la
cuentes entrevistas, con aquella pa- y compuso de un golpe cinco de las por los artículos que escrihió el maes- adaptación cinematográfica de esa njis-
sión que era la característica de su seis narraciones cortas que, reunidas tro en 1920 sobre el militarismo me- ma novela he obtenido 50.000, y siem-
temperamento, al escucharle detallar en volumen bajo el título áe^Novelas jicano. pre a condición de que no aparezca en
sus ciclópeos proyectos literarios, pro- de Amor y de Muerte, fué el último de Conozco, merced a la gentileza del otros idiomas hasta haberse publicado
yectos que nuhca tardaban en adqui- los que el maestro vio publicados. Su ilustre novelista, esta obra inconclusa, en los magazines de lengua inglesa.
rir la corporeidad de la realización, aparición precedió en pocos días al fa- y debo decir que es muy grata para el Debo, pues, respetar mi contrato; pero
Blasco Ibáñez me contagiaba su opti- llecimiento de su autor. Detalle curio- pueblo mejicano (para el verdadero —añadió don Vicente^—tengo otra no-
mismo, disipando las inquietudes que so: en el prólogo expresaba su volun- pueblo, no para los macheteros falsa- vela, casi terminada, que aparecerá pri-
me inspiraba su precaria salud. tad inquebrant.able de vivir hasta los mero en español. Es una obra ligera,
mente revolucionarios que han vivido
Aun no tenía sesenta años. Y sesen- ochenta años. durante quince años de explotarlo y de amor, cuya acción transcurre en
ta años en un hombre del aspecto vi- Concluida la novela de los Borgia, y tiranizarlo). Hay en ella tipos ridícu- Montecarlo, y que titulo: El fantasma
goroso del maestro, que, además, re- simultaneándolo con los apuntes que los y repugnantes, verdaderos bandi- de alas de oro.
forzaba esta impresión de vigor con iban a continuar su gigantesca serie dos; pero sus protagonistas, un matri- "Además... (ese maravilloso "ade-
la cuenta de sus energías legendarias, histórica, de la que ya tenia muy avan- monio joven mejicano y otros persona- más" que ha preñado la existencia del
situábanle todavía en el estrato de la zada En busca del Gran Kan, Blasco jes, son leales de gran nobleza de alma, gran novelista), para el invierno pró-
madurez creadora. Ibáñez emprendió una obra nueva e heroicos y poseen otras condiciones mo- ximo tendré terminada La Juventud
Ávido de acción y de combate, no independiente de todo cuanto llevaba rales heredadas de los españoles y de del Mundo, la obra de mi vida, en la ,
ceñía sus actividades, en aquel mo- planeado hasta entonces: La Juventud los indios pacíficos, víctimas de lor. te- que pongo todo mi entusiasmo y todo
mento, a la producción literaria. Se del Mundo. rribles aztecas. mi optimismo. En ella probaré que la
vanagloriaba de ser un escritor lo me- Pero Blasco Ibáñez se sintió tan •humanidad es aún muy joven, dema-
nos literato posible. Un incidente de ofendido y lastimado por los ataques siado joven; apenas cinco o seis años
la política de nuestro país le exacer- que le dirigieron a raíz de sus aprecia- de edad en comparación con el rodar
bó sus amores de toda la vida—el li- Blasco Ibáñez tenía compuestas, des- ciones sobre el burdo militarismo meji- de los siglos. ¿Qué tenemos detrás de
brepensamiento, la República—, ins- de hace muchos años, otras obras, que cano, mantenedor de una repugnante nosotros? Unos quince mil años. Y
pirándole actitudes violentas de cau- tal vez no se publiquen nunca. guerra civil, que, a guisa de venganza^ ¿qué puede significar eso para nuestra
dillo. Su pluma gloriosa de novelista Dos de las mejores obras de Blasco decidió no terminar El Águila y /•; conciencia y nuestro espíritu cuando
desdobló una acción paralela de tribu- Ibáñez han permanecido hasta en el Serpiente. una sola estalactita necesita más de
no; pero el vigor fué decayendo, por inédito: La Voluntad de Vivir y El treinta mil para formarse? Desde el
"Jamás se publicará esta novela—me
más que el espíritu permaneciera ñel águila y la serpiente. punto de vista del amor universal, aun
decía el maestro últimamente—. He
a sus amores hasta el último minuto. E^ 1907, entre Sangre y arena y nos encontramos en el caos. Para re-
perdido los deseos de terminarla, y ya
Los meses contaban como años en Los muertos mandan, el maestro com- medio de nuestros dolores sólo se nos
no quiero escribir nada sobre Méjico
aquel organismo, castigado por tanta puso, en cuatro meses, una novela ti- ofrecen viejas soluciones utópicas. ¿El
ni en bien ni en mal."
agitación. tulada La Voluntad' de Vivir, que pasó reparto de bienes? Ojalá pudiera signi-
Durante el último período de su sin dilación a ser impresa en la edito- ficar este reparto el fin de las tristezas
existencia, se refugió por entero en rial de Valencia, tirándose de ella doce * * * humanas. De ahí que sólo podamos as-
sus tareas de novelista. mil ejemplares, que era la cifra de las pirar al método negativo: ser lo menos
"El día que triunfe la República en primeras ediciones de sus novelas en Transcurría el mes de junio de 1927, imperfectos, lo menos desiguales posi-
España—me decía el maestro a ñnes aquella época. El libro salía de las A fines de este mes el ilustre novelista ble. La humanidad no se agita hoy a
de 1925—, la serviré en los primeros prensas y se había anunciado ya al me anunciaba su llegada a París en los impulsos de ningún ideal, si no de dos
momentos si me necesita, pero con el público cuando cierta persona que ejer- siguientes términos: únicas necesidades: el hambre y el
deseo de volverme a mi casa cuanto cía entonces sobre el autor una gran "Querido Gaseó: El viernes de la amor. Son, a un tiempo mismo, lo dul-
antes. No quiero desempeñar ningún inñuencia, habiendo recibido el primer semana próxima, 8 de julio, estarenv s ce y lo acre de la vida; pero los senti-
cargo público por elevado que sea. Me ejemplar tirado, y habiéndolo leído en en París en el tiotel Claridje, Campo^; mientos exclusivamente personales ca-
aburre la vida política, en el sentido una noche, creyó reconocerse en él pin- Elíseos. Salimos el lunes en automóvil recen de fuerza bastante para redimir
vulgar de la palabra, y jamás volveré tada al vivo. Espantada por la vehe- pero nos detendremos en Grenoble y al mundo. ^
a ella." mencia de aquellas descripciones, en otras ciudades. Hasta muy pronto, Su
"En mi libro simbolizaré, criticán-
Y, pocos días después, me detallaba las que se veía como en un espejo, ima- amigo, Vicente Blasco Ibáñez. — Aun
dolos, los dos excesos de orden: el
así, en otra carta, sus trabajos de no- ginó que el público iba a adivinar la estoy enfermo de los ojos. De París
blanco y el rojo. La acción se desarro-
velista: historia de una pasión secreta allí don- iré a Suiza para curarme y pasar allá
llará en Ginebra y en Mentón. Y quie-
"Se está imprimiendo El Papa del de Blasco Ibáñez estaba convencido de todo el verano."
ro que sea un libro optimista. No pre-
Mar, primera novela de una serie que no haber escrito ni una línea que no Esta carta, autógrafa, contra la cos- tendo ver realizados en vida mis sue-
considero como la obra capital de mi fuese imaginada. tumbre del maestro, que solía dictar ños de amor y paz universales, porque
vida. El Papa del Mar es la novela de Poseo uno de los rarísinrlos ejempla- siempre su correspondencia, me llenó esto sería una forma especial de egoís-
nuestro compatriota el Papa Luna, víc- res de La Voluntad de Vivir, y com- de júbilo, pues me indicaba; que la pre- mo. Mi esperanza es que, dentro de
tima de tantas injusticias; A los pies prendo la inquieutd del protagonista al sunta congestión cerebral que determi- algunos miles de años, los hombres vi-
de Venus será la novela de los Borgia, verse descrito de modo tan perfecto. naba su afeción a la vista no ofrecía van con la mayor suma de libertad y
otros compatriotas nuestros injusta- Es una magnífica novela; y la primera excesiva gravedad, pues que le consen- la menor suma de autoridad posible,
mente calumniados; luego aparecerán: de sus obras donde interviene el ele- tía prescindir del dictado. Acudí lleno es decir, que sean dignos de sí mismos."
En Busca del Gran Kan, la novela del mento sudamericano en ambientes de de gozo a recibirle y, al tenerle enfren- Transcurrieron unas semanas. Don
verdadero Colón; La Casa del Océano, Madrid y de París. El sabio histólogo, te, sufrí una impresión espantosa. Des- Vicente se sintió decaído. Regresó rá-
que será la novela de Vasco Núñez de gloria de la ciencia española, el ex Pre- pués de una ausencia de dos años, apre- pidamente a Mentón, rechazando el
Balboa y el mar Pacífico; El Caballe- sidente de la República, el general-doc- ciaba horribles estragos en su fisono- automóvil y cuidando de que le tuvie-
ro de la Virgen, El Oro y la Muerte y tor, Doña Lucha, son figuras que han mía. La máscara, fascinante de su te- ran preparada la . cama del slceping
otras novelas sobre Magallanes, Cor- vivido conmigo en la intimidad de rei- nacidad se descomponía con rugosida- para cuando llegase a la estación.
tés, Pizarro, etc. teradas lecturas. des de corcho.
Y el 29 de enero, aniversario en que
"Estas novelas serán a modo de poe- La Voluntad de Vivir iba a aparecer Pero habló don Vicente, habló comoi
cumplía sesenta y un años, el telégrafo
mas de honor de las verdaderas glorias en los escaparates al día siguiente, y el hablaba siempre, de sus vastos 'raba- nos gritó brutalmente:
españolas. Representarán una verdade- novelista telegrafío desde Madrid, don- jos, de sus proyectos desbordantes, con "Blasco Ibáñez ha muerto."
ra novedad literaria. Su acción trans- de a la sazón residía, suspendiendo la tesón, con aquella abundancia cautiva-
(¡turre en la época moderna; pero, al aparición del libro. Como la novela dora e infatigable que le conocíamos
mismo tiempo, son una evocación del había sido anunciada, aígiuios biblió- sus amigos, y el viefo contagio de su EMILIO G A S C O CONTEÍ.L
LA GACETA LITERARIA Página 5

LOS GRANDES MAESTROS DE FRANCIA

t i HISTORIADOR DE LA REVOLUCIÓN
I primero que ha realizado y continúa rea- público ha tenido más resonancia y ha ipruebas entre líneas, y un volumen: La
lizando, es un análisis minucioso y dete- teñido más vigorosamente su labor: me reacción íerm/ioriana, en el que se ha per-
La Revolución francesa, procurando y nido, con un criterio absolutamente cien- refiero a su defensa de Robespierre y a mitido el lujo de precisar sus fuentes, in-
señalando el advenimiento de la burgue- tífico, de los papeles de la época, ence- su ataque a Danton. numerables, de archivos, folletos, perió-
sía, creando la política del siglo XlX, ha rrados en archivos y bibliotecas, y una Para Mathiez, el incorruptible, es la dicos, etc.
tenido, por este suceso, el carácter de revisión tenaz de las monografías y pu- figura más pura, más inteligente, más po- Es de esperar que al lado de ese re-
revolución universal. blicaciones históricas. Infatigablemente lítica y más grande de la Revolución. sumen tan rico, tari agradable, tan inte-
Esto, el dramatismo de sus ocurrencias ha buscado en Ips legajos, no sólo de los Danton, en cambio, es un demagogo, resante, de la historia de la Revolución,
y el dramatismo de los hechos que con su depósitos de París, sino en los de múlti- pervertido, venal, dispuesto a salvar a algún día nos dé la gran historia que está
invocación se han realizado en los demás ples provincias, durante más de treinta Luis X V I por dos millones, complicado por hacer, en la que se reunirá la más co-
países, ha contribuido a colocarla tan ro- años. Una admirable memoria y una en negocios poco limpios y rodeado de piosa erudición a la mayor amenidad.
mánticamente, que su historia ha sido leí- finísima sagacidad le ayudan poderosa- profesionales del agio y de la finanza. Anatole France tenía razón al reco-
da con avidez, primero, en todos los años mente. Alrededor de la figura de Robespierre, nocerle como el historiador más seguro
que ha habido ideales; luego, por los
Mas, para conocer la Revolución, los empezó su campaña por la revisión de la de la Revolución y al elogiar su argU'
excepcionales capaces aun de vibrar.
unos se han contentado con recorrer la historia, a principios del siglo. En 1908, mentación precisa y su fogosa lógica, tan
En España ninguna historia ha sido exposición externa de los sucesos, ya par- ya con un pequeño núcleo de adeptos, irresistibles.
tan popular como la de la Revolución funda los Anales robespierrisias. Mathiez, en su estilo, como en su pala-
francesa. Era una lectura de exaltación.
Pacientemente y sin desmayar, ha lo- bra, es fogoso, es acometedor, es irónico
Por esto no creo equivocarme al decir
grado que se erija un monumento a Ro- y violento: sus descripciones son vivas,
que no presidía ningún juicio crítico estas
bespierre: imaigen de piedra. Pero ha llenas de colorido y de fuego. No es am-
lecturas, y que aquellos que indirectainen-
conseguido algo más trascendental: des- puloso ni redundante. Su frase es clara,
te han sido obligados a tratar del asunto,
de la cátedra de la Sorbona, haber expli- precisa. Hombre de sarcasmo, como todo
lo han hecho dejándose llevar de sus pre-
cando él mismo, a los futuros historiadores hombre de pasión y de entusiasmo. Es
dilecciones, no fundamentadas con un
y a un numerosísimo público, las grandes hombre bueno y lleno de juventud. Sus
análisis científico de sus fuentes de cono-
razones en que se apoya su tesis. Con su alumnos le admiran y le quieren, aun sa-
cimientos.
entrada en la Universidad de París, des- biéndole duro en sus juicios. O quizá por
En Francia su estudio ha sido ininte- pués de haber profesado en varias pro- eso.
rrumpido no sólo por ese período tan vincias, se le reconocía oficialmente como
importante de su historia, sino, principal- el gran maestro de la Revolución. IV
mente, por considerarlo raíz de la polí-
tica posterior. Y así, unos,para dejfender III Explica ahora en la Sorbona, en la
los principios democráticos y los otros Facultad de Letras y en su admirable
Treinta años de trabajo asiduo. Vein-
para atacarlos, viendo en ellas el origen laborotario, que él llama la Escuela de
• ALBERT MATHIEZ titantos tomos. Estudios concretos sobre
de catástrofes y decadencias, los princi- estudios superiores.
puntos determinados y luz nueva en casi
pales historiadores del siglo XIX han uti- lamentarlos, ya militares, y sobre esta Acaba de volver de la América del
todos ellos. Alrededor de Robespierre, Al-
lizado la Revolución francesa para sus base han trazado las siluetas de los prin- Sur. H a sido recibido como allí saben re-
rededor de Danton, Los extranjeros en la
tesis personales. cipales personajes. Revolución jrancesa, etc. cibir a los maestros. En Argentina tiene
Política y no ciencia es la obra de Mathiez ha comprendido que el gran un discípulo que escribió hace años un
Recientemente, dos libros. Una reco-
Threis y Miguet, de Luis Blanc, de -Ri- drama de la Revolución no se'podía com- excelente trabajo sobre él: R. Caillet-
gida historia de la Revolución, de la que
chelet, de Quivet, de Jaime de Sorel y prender sin ahondar en el medio social Bois, historiador joven, autor de muy in-
van publicados sólo tres pequeños tomos,
de Aulard. La exactitud de los hechos y sin profundizar en las variaciones eco- teresantes contribuciones.
y que hoy por hoy es lo más completo y
era lo de menos. Cuando molestaban" se nómicas, como sin conocer íntimamente la H a vuelto satisfechísimo del viaje;
lo más inédito en la materia; obra sin
prescindía de ellos. evolución de las ideas religiosas y de, los pero, terrible trabajador, un poco azora-
referencias (forma parte de la colección
cultos. do y arrepentido de tener tanto tiempo
Armand Colin, dirigida por Max Le-
II Y así vemos, por primera vez, estudiar
clerc, el hombre a quien consultábamos abandonados sus libros en preparación y
El deseo de la aportación de la verdad, con infinidad de. documentos y de esta- sus notas de archivos.
hace veinte años sobre la pedagogía in-
pura y simple, es lo que ha traído Albert dísticas, el coste de la vida, la ctiantía de
glesa), pero que se percibe preñado de M. N U N E Z D E A R E N A S
Mathiez, el gran maestro de la historia los salarios, el malestar económico, las in-
de la Revolución. fluencias financieras, la corrupción parla-
En una de sus primeras obras decía: mentaria; y no sólo investigar estos he-
"Todo mi esfuerzo ha consistido en abs- chos, sino comprender su enlace y rela- MÍO Cid Campeador
traerme lo más posible de vuestras mane- ción con disturbios, con cambios políticos.
ras actuales de pensar y de juzgar, para Por otra parte, al desmenuzar las dis-
por VICENTE HUIDOBRO
hallar las maneras de pensar y de juz- tintas medidas adoptadas respecto a la Ilustraciones de ONTAÑÓN
gar de los hombres del siglo Xvni. La religión, la manera de ser cumplidas, la
misión del historiador consiste en hallar lucha contra ellas; la aceptación, las pro-
las formas en que se plantearon en dis- puestas de los perseguidos, etc., con el de- La biografía del Cid relatada con el
tintas épocas los problemas eternos de la talle de la actuación de obispos y cléri- interés de una autentica novela. El
Humanidad." Y en uno de sus últimos gos, da a conocer, como tampoco lo ha- libro que recoge con mano maes-
libros: "No afirmar nada sino con prue- bía sido nunca, con toda su complejidad, tra todo el sentido de una época
bas .ciertas;, no tener por exacto sino lo las vacilaciones, las contradicciones que de la historia de España. El li-
atestiguado por testigos bien informados la pelea impuso a la Iglesia de Francia. bro del Cid Campeador. La
y dignos de crédito, y no juzgar a los Pero en esta inspección del espeso te- más moderna versión de esta
hombres sino con las maneras de pensar jido de una época tan movida, no sólo el ñgura histórica. -:- -:- -:- -:-
de la época; rechazar implacablemente molde económico, ni el religioso, ni el po-
las interpretaciones tendenciosas o erró- lítico, ni el militar eran estudiados, sino 15 pétela»
neas. que surgían, con su gran trascendencia,
Objetivamente se ha propuesto exa- las personalidades. Compañía Ibero«Americana de Publicaciones (S. A.)
minar lo$ hombres y los hechos. Para Y aquí brota uno de los hallazgos más Principe de Versara, 42 y 44. - Madrid
ello, lo primero que se ha de exigir, y lo importantes y, desde luego, el que para el
Página 6 LA GACETA LITERARIA

CASTILLA, PORTUGAL: POEMAS


NUEVOS POEMAS laberinto de sombras, O mesmo valor, MEU MENINO, INO, INO...
espejo de jardines, E a mesma realidade.
Te qu«ría pozo de rayos del sol.—
por tu palabra inútil, Vienen galopando los vientos. Anoitdce noe meus olhos.
fuerte muchacho atlético, Escóndete en mi boca,
como un mundo desnudo y beberé delicias —Se veüs falar-me d'amor, Dos versos que exprimem,
y trazado. en taza de cristales, vé lá bem se isso é verdade. Estou cansado 1
de nervios. hecha tú prisionera en claveles de luz.
Yo te miraba, absuelto Galopan los vientos, ANTONIO BOTTO Das palavras que explicam,
de aquella gritería desbandada Estou cansado!
de gargantas y viento, su capa de nubes
cuando tú hubieras sido al mundo extendiendo.
vencedor de mi acero A los dos lados los dos vientos, Dos gestos que explodem,
y de aquella muchacha despeinada el viento blanco y el viento negrp. Estou cansado!
en su inútil esfuerzo, Vienen galopando los vientos DESNIVELAMIEÑTO
y sólo fuiste proa a llevarse mi ahna. Ai, embala-me, fútil, e frágil, no ó-ó
valiente Escóndete en mi pecho, Eu nunca fui urna vida [dos teus versos,
de tu pecho. Gosto de amante ou de nada, Ai, encosta-me ao peito...
rehcano de jaspe,
caja de tapas de oro, Tenho tido urna estragada
Eras fuerte. Con el pecho Elevasáo decaída Mais nao quero que ser embalado.
filigrana de templo de cristal.
curvado como arco tenso. Se acercan, se acercan los vientos.
Al mirarte yo pensaba , Posta em mui alta subida
que eras veloz como el viento 1 Que te cogCn, que te cogen!
Antes de eu prcprio existir 11
tendido en la fuerza viva 1 Escóndete 1
P'ra me encontrar a cair
—^hélice—del pensamiento. —¿Dónde, que no puedo?
Ao comesar desta vida. O menino está doente...
Los metales nos hacían Corre, corre, corre,
dar vueltas sobre un pandero. que ya vienen ya vienen los vientos. —diz a máe.
¡Qué bien bailaba tu cuerpo, Deixar de ser é ter sido.
1 Corre 1
profesor rítmico y sano E'-se naufragio ee aquela Qui-ó qui-é
de im seguro contratiempo! Escóndete en tí misma,
' Caravela que ha desoído , Que o menino tem?
Yo estaba hecha de cuerdas en un pliegue de tu manto.
XI,
No teP28. (P. R.)
ven; Foi de feito «aravela.
de violines de concierto, Ai...I
pero mi impulso de acero. están pasando.
Calla, calla. ÁNGEL V A L B U E N A Em minha vida nao vim —diz a pal.
Y entonces, ¡qué bien me acuerdo Sigue escondida,
de las mil pupilas libres, Encontrar-me caravela
en tí misma.
gotas de cristal de espejo, Logo o naufragio que ó déla A criada velha chora pelóa cantos
que giraban al costado Data déla antes de mim. E reza a todos os santos.
en zig-zag de nuestros cuerpos,
multiplicando la línea VERSOS DE UN BUEN Data pois da parentela Afirma
primera de nuestro encuentro! ,
VERANEO Herdeiro déla que fui O senhor doutor
E hoje a minha máo de Rui Que amanhá que está melhor.
La cintura para el braao. AMIGA Derruiu-se queda de estrela.
Brazo para la cintura. O pai suspira:
Que naciste cinturón Amiga. Voz secreta. Eu sou um nunca acabar —^Quem sabe lá.?!
y tú naiciste contorno. Piscinas de k duda- y la armonía. De qualquer coisa que sou,
Así, círculos del aire, Largo gesto sin fines, sin caricias. Urna torre que se afundou
tío vivos del momento, E o menino diz:
¡Totalmente sonora, Que nao foi maia que afundar.
ruedecita* de fortuna, cóncava flor del beso, llena el día! —Papá... I
ondas de la superficie.
Brazo, cintura, paréntesis, MABIO S A A
A máe chora:
interrogación doblada. AROMA
—Quem já me dera amanhá...!
Y no hay más. Cintura, brazo,
resumen de geometría. ' Eternidad sin sol. Sujeto frío.
Aroma en ala de la negra losa E o menino diz:
que ciñe fuegos a la cruz del río, —^Mamá...!
¡Qué bien sobre el mar tus brazo9 como ciñe su voz a cada rosa. NEBULOSA
morenos, fuertes, seguros Región muerta, de paz enternecida. E, com a febre, rezinga,
como dos remos, salados! Enjambre vivo sobre el haz de sombras. Certo passado audaz, revivo E choraminga,
Brillantes de sol y agua Antorcha azul. Alada luz cedida apenas, sob mn céu menos escuro:
desde lo alto se afirman a la mirada astral con que me nombras. Olhando a lúa amarela •
se eu vivo para o futuro Como urna vela:
agujas de la mañana.
O bien sobre el mar se tienden, quer dizer que já o vivo. —Quero aquela pela...
I)ez azvú. bajo las olas AZUCENA
doblando la espuma verde. Futuro i Mas o Pai do Ceu sorxi:
¡Que eres de mar, no de tierra, Mentira. Dedos sin Norte. Quando te posso ver, por ti plena aurora, —Vem cá vé-la 1
remero de tus dos brazos Sombra ciega. Falso sueño. condena-te a presenc-a,
salados, color de arena! (Una azucena de cuarzo E' para ti.
lleva a tu boca el viento.) es éste agora
Verdad. Firmeza y camino. que eu possuo
Mi fajlda de tres volantes Azar frío. Luz redonda. como a abelha suga a rosa; III
y mi blusa desprendida, (Una azucena de nieve e seim que o resto me importe...
que bien me adornan andares lleva tu boba.) —^Acabaste?
y brazos del aire Ubre.
¡Cómo se ondea mi falda Mas antes ou depois ver-te ou pensarte
desde el volante primero, DESTINO é ver urna nebulosa... '- —Meu amor, acabei.
perseguida curva eléctrica —é como pensar na morte...
hasta la rodilla firme! ¿Por qué el sendero, di, si el tren sujeta —^Apagaste a candela? apagaste?
Y mi blusa desprendida, im día y otro a la sección del aire? EDMUNDO DE B E T T E N C O U R T
viento y calma, sol y sombra, ¿Acaso tú negaste seriamente —Meu amor, apaguei.
¡cómo juega y se persigue las negativas pruebas del destino?
desde el hombro a la cintura! ¡Al fin un día sin segundo estricto
¡Ay, que me gusta mirarte, saldrá nevado el croquis del viaje —E fechaste o postigo?
espejito biselado, y apretará entre críticos desmayos
cristales de las esquinas, tu creación sonámbula al destierro! CLIMAS —Fechei.
gafas de los estudiantes!
¡Qué bien me veo pasar JOSÉ MARÍA L U E L M O
Toda a tarde choveu e anoiteceu... —Que romor é aquele? Nao sentes?
remolino de las brisas,
pequeña y grande, confusa
huella blanca en el asfalto! A ventada que tive de sair —Meu amor, que te importa?
pelo mundo fora... a passear... devagar... E' a vida a dar socos na porta...
JOSEFINA DE LA TORRE
CANÍ^AO ao sol, com fórga e alegría, E' lá fora. Sao éles. E' o mundo. Sao
toda, tudo se amoleceu e se afundou.,, [gentes...
A nuvem que passa,
O sorriso que íítitua, Quando, em volta, —Sáol gentes? Quem sao?
Tudo a sombra come§ou a esconder-me e a
VENDAVAL Quanto intensamente vive,— [disfar5.ar, —Sao colegas, amigos, parentes...
O que é eterno e o que é frágil, fui só fechar a janela
—Detalhe de arquitectura, para adormecer —^Vai dizer-lhes que nao! Val dizer-Ihes
Vienen galopando los vientos Pedaco de eéu, [que Mol
—en el cielo, en la tierra, en el mar- ao som da chuva na vidraga...
a llevarse mi alma. Tudo,
Escóndate en mil ojos, Tem no espelho o mesmo peso, BRANQÜINHO DA F O N S E C A JoAo BENSAÜDE
LA GACETA LITERARIA Página 7 •

a c e t a S e f a r d 1
judíos y un pagano. Hacía mediados del muchos de sus contemporáneos, el nombre
m n i H E El JDDIISHO lUGHO siglo VIH el Jan Bulan se pasó al judaismo de Valaquia—^hacia el año 1165. Según él,
con 4.000 de los suyos. Bien pronto la masa los válacos vivían en paz con los judíos
de la población en las ciudades está judai considerándolos como hermanos y llevan-
zada. do nombres hebraicos. Se sabe además que
M B éiO[3.-lloniaDíi y Mlp.-0 ie PIÜIIOÍDÍÉ del ñto lomii Fué éste el país a don.de Cyrilo fué Nicolás Shishman, príncipe de los Berzitas
enviado por la Iglesia de Constantinopla en Macedonia (9Ó3), tenía cuatro hijos que
Algunos historiadores—entre ellos Josefo riberas septentrionales del Mar Negro y en A pesar de toda su sutileza y energía, Cy- llevaban los nombres bíblicos die David,
Flavio — admiten que los hebreos con- la desembocadura del Danubio. Al comien- rilo no tuvo un gran éxito entre los jazaros. Moisés, Aarón y Samuel. Se sabe también
temporáneos de los Grandes Profetas po- zo del siglo VI, eslavos y búlgaros arrasan Después de haber discutido y disputado que cierto Simeón Set escribió una na-
seían ya ciertas nociones sobre la Mesía j ' las provincias europeas del Imperio de extensamente con los judíos, no llegó a rración en lengua griega que fué traducida
los pueblos que la habitaban. Sea como Oriente, pero sus centros principales con- dar el bautismo mas que a un número muy al búlgaro bajo el nombre de Stefanite e
S'Ca, JosefiO continuaba siendo, el más ant'- tinúan estando en Dacia frente a las plazas restringido de jazaros paganos, doscientos Ichliniate. Simón Seth y el rabino Judah
guo autor judío que parece bien infomiado fuertes enclavadas sobre el Danubio (vi y en total, según las ley eu das pannonias. El Eliezer brillaban entonces en las letras
sobre la Península del Danubio. vil). En el siglo vii se establecen lazos Jan—según confirman los mismos apolo- hebreas.
Es imposible precisar la época en que sólidos entre eslavos y judíos. Estos últi- gistas de Cyrilo—^no llegó a mudar su fe, La liberación de los búlgaros del yugo
Ibs judíos han venido a habitar la Mesía. mos se libran a un ardiente proselitísmo. y dirigió la siguiente carta al emperador bizantino comienza por la proclamación del
David Kimhi relata que mil benhamíes La conversión de los jazaros fué la obra de Oriente: jefe curaano-búlgaro Pedro, cOmo rey en
se establecieron—acaso—en los Balcanes en de judíos bizantinos originarios de la Me- "Señor: tú nos has enviado un hombie Ti.rnovo (1186). Tras una lucha épica de
ocasión de las luchas entre la tribu de Ben- sía, judíos que mantenían . relaciones con que nos ha .hecho saber por sus palabras muchos años, él y su hermanó Assen, lo-
jamín y el resto de Israel. Salomón Roza- los bárbaros del Norte, y que conocían sus y sus actos que la ley cristiana es santa, graron sacudir la dominación de los empe-
nes supone que algunos judíos medos y lenguas. Por otra parte—como ya veremos y habiendo comprendido que es la verdadera radores de Oriente. Es probable que la
persas pudieron establecerse en las mismas más lejos—los griegos emplearon a su vez fe, hemos ordenado—o autorizado—bautizarse nueva dinastía de los Assenidas, que tenían
provincias, siguiendo a los ejércitos de Da- —y más tarde—, propagandistas, Wabiendo de buena 'gana, esperando que nosotros lo grandes relaciones con los jefes de las tri-
río cuando sus expediciones contra los es- vivido y trabajado en las mismas pro- haremos así. Todos somos amigos de tu bus al otro lado del Danubio—cumanos,
citas (513 a. d J. C.) y los habitantes de vincias. reino y estamos prestos a servirte donde petchenegos y otros—y también con Hun-
la vieja colonia helénica Anhialo, so- Se admite que Tos búlgaros han deb'do quieras." gría y otros Estados de la Europa occiden-
bre • el Mar Negro, han guardado hasta ponerse en contacto con los judíos, no s j - Aun aceptando la autenticidad de esta tal, comprendió que no se debía contentar
nuestros días una vieja leyenda, según la lamente por intermedio de las colonias ju- carta, se debe convenir en que los resul- con la independencia y el libertamiento po-
cual en el emplazamiento del lago salado dias de las ciudades romanas, sino, además, tados de la misión de Cyrilo fueron bieu lítico del país, sino que aun era necesario
del mismo nombre existió una ciudad judía por los judíos tesalonicenses de las legio- mezquinos. obtener la independencia económica del
destruida por un cataclismo que dio lugar nes bizantinas hechos prisioneros por el De regreso a Constantinopla, donde lleva nuevo reino. Y como los griegos poseían
a la íormación del lago de Anhialo. rey Krum, desijués de su victoria sobre consigo doscientos prisioneros griegos liber- las ciudades del litoral del Mar Negro y
Lo cierto es que el culto de la divinidad Nicéforos, emperador de Oriente (811). La tados por los jazaros, Cyrilo es encargado muchas fortalezas en Tracia, desde donde
semítca " E l " estaba muy extendido por propaganda judía ha debidO' ser entonces de una nueva misión evangelizadora eniíS dirigían no solamente sus e.\.pediciones mi-
las provincias de los dos lados del Monte tan fuerte, que aún después del bautismo los esclavos de Moravia. Fué entonces cuando litares, sino aún la vida económica de Bul-
Haemus, muchos siglos antes de Cristo. del rey Boris (865) reinó en la Corte le vino la idea de adoptar la escritura grie- garia, está muy claro que les vino la idea
Algunos semitas—fenicios desde luego, he- una gran confusión de usos y costumbres ga a la lengua eslava, tomando también de suplantar a los comerciantes bizantinos
breos acaso—, tuvieron desde estos tiempos judías, cristianas y paganas. Por eso ocu- como punto <ie reterencia la esentura he- por otros que no fueran peligrosos para- la
remotos colonias en el país. El rey Here- rrió que poco después de este aconteci- frrea. Nosotros creemos que la "escrituia seguridad del país. Búlgaros y cumanos
des Agrippa hace mención de ellas en una miento el rey envió en 865 una delegación cJlagolitza" que él inventó, ha imitado mu- eran entonces pueblos de guerreros; los pri-
carta dirigida al emperador Calígula (37 a especial cerca del papa Nicolás, con de- chas letras del antiguo alfabeto hebreo meros, sedentarios y consagrados al trabajo
47 después de J. C.) de la existencia—ya mandas de explicación sobre 106 preguntas —A. K. T. Sil.-—El alfabeto Cyrilico, que de la tierra; los segundqs, hordas de mon-
muy antigua—de establecimientos judíos en relativas a cuestiones litigiosas, entre otras vino a sustituirle, como otras letras direc- goles' consagrados al pillaje.
Macedonia. Los apóstoles cristianos nos ha- si los judaizantes deberían ser considerados tamente a la escritura cuadrada de Esdras>. He aquí los motivos por ios cuales^ !os
cen saber también que había comunidades conio judíos o cristianos, si se debe respe- Más tarde se ha dado a muchas letras-cifras Assenidas no podían soñar con crear una
judías en Tesalónica, y Philippe Sulzc tar el Sabbat o el domingo, qué alimentes eslavas el mismo valor que tienen los ca- clase comercial suya, y no pudiendo sopor-
pretende que los judíos permanecían más están prohibidos por la religión, etc. racteres hebreos correspondientes. tar más el comercio de los griegos en su
allá del Danubio, bajo el reinado del últi- lEn esta época aparecen los hermanos El nombre de Bulgaria aparece—por pri- territorio-, .die.bían recurrir forzosamente a
mo soberano dacio, el rey Decebal. La Cyrijov Constantino el filósofo y Meto- mera vez en documentos iüdíos—en la res- los comerciantes de Genova, Venecia y Ra-
existencia de la torre Judaeus—construida dius, más tarde obispo de Moravia, qjí puesta de Josefo—antepenúltimo Jan de los güsa. Ahora bien; muchos de estos comer-
bajo el reinado del emperador Justiniano— marcan una gran etapa en el desarrollo dci jazaros—a Abu Yusef Hasday Ben Shaprut ciantes eran judíos italianos que vinieron
es ciertamente un fuerte argumento en fa- isaís y llevan en ellos las marcas de la 'n- (915-970) Hayib (primer ministro) y Katib en gran número .para establecerse en los
vor de la antigüedad de las colonias ju- fluencia judía. Originarios de Tesalón'ca (secretario de Estado) del Jalifa de Córdo- principales centros comerciales del país,
días al norte del Danubio. conocían a fondo el griego, el eslavo y el ba. Habiendo sabido este gran hombre de sobre todo en los puertos danubianos. Así
Numerosas son las pruebas de la exis- latín, fueron enviados por la Iglesia para Estado—por los miembros de una misión fué cómo la ciudad de Tirnovo recibió—in-
tencia de establecimientos judíos en las convertir a los paganos de las provine!.!'- política de Jorasán y por un enviado bi- mediatamente después de haber sido erigi-
provincias danubianas durante loa primeros europeas. Si hay que creer a ias leyenda'í zantino—que existía un Estado judío en da en capital del reino—una colonia judía,
siglos posteriores a Jesucristo. Un docu- panno;nias'. Cyrilo, habiendo sido enviado •el país de los jazaros, hacía lo imposible y el reinado .de los Assenidas se convirtió
mento decisivo es la inscripción sepulcral para contener la propaganda judía entre loi por establecer relaciones con el Jan Josefo. en una verdadera (Edad de Oro para los
de Josefus, archisinagogo de Oescus (si- jazaros y evangelizarlos, se había estable Aprovechó la presencia .de dos judías en judíos de Bulgaria, que por su cuenta con-
glo II después de J. C.) ciudad romana cido en Charson, donde habría aprendidu la misión que había enviado a Córdoba tribuyeron a la liberación económica del
situada en la embocadura del río del mismo el hebreo y hasta tradujo "las ocho parte? Hunu—^o Duku—rey de un .Estado eslavo país, tributario hasta entonces del comer-
nombre, en la cuenca del Danubio. Si en de la gramática". En la misma ciudad ha- del Bajo Danubio, para enviar por su con- cio bizantino.
esta ciudad alejada de la Mesía existían bría encontrado samaritanos, por los cuales ducto, a través de Hungría, Rusia y Bul- Bajo el reinado resplandeciente de Juan
una sinagoga y un eementerio judíos, se se inició en la lengua y la literatura sama- garia una carta al soberano judeo-jazar, Assen II (1218-1241) aún más que bajo sus
tiene pleno derecho a suponer que han de- ritanas. Desde Cherson se habría embarca- carta cuyo texto se ha conservado hasta predecesores,, este gran rey concedió mu-
bido de existir colonias judías en las otras do para el país de los jazaros, entre el lago nuestros .días. chos previlegios a los judíos y la comu.ii-
ciudades—mucho más importantes de la de Meotia y las puertas Caspias, en las En 969 los bizantinos terminaron de con- dad de la capital se agrandó considerable-
Tracia y de la Mesía. Así se suele admitir montañas del Cáucaso. quistar la Bulgaria del Rey Pedro. Enton- mente. Hacia el año 1290 los tártaros arra-
que, las ciudades de Bononia—Bdin—y Ni- Se sabe que los jazaros, .pueblo de orí- ces vienen muchos judíos bizantinos a es- saron el país. El nombre de su jefe era
cópolis, , han debido ' tener desde los <tiem- gen turánico o fino-uralés, poseían en el tablecerse en el país. Se concentran sobre Tshoki o Tshoka, y él sembraba el terror
pos más pretéritos colonias judías subsis- siglo IV vastos territorios en Europa Orien- todo en Serdica—Sofía—donde constituyen aun en el campo -de su soberano el Gran
tentes hasta nuestros días. El año 379 de tal, en la vecindad de los fineses, los búl- una comunidad judío-bizantina (967) con Jan, Pero nueve años después, el JanTshoki
la Era Cristiana registra los primeros dis- garos y otros pueblos turánicos. Hacia el su sinagoga. Los residuos de esta organi- fué capturado por las tropas del rey Tío-
turbios antijudíos en las provincias traoias fi'n del siglo va, su Estado alcanzó el apo- zación religiosa, así como un "Kahl de los doro-Sventslav (1295-1321) y decapitado en
e ilirias del Imperio de Roma, disturbios geo, englobando en sus territorios el país griegos" subsistieron hasta 1881 y en Tirnovo por un verdugo judío. Creemos que
que suscitaron las órdenes imperiales in- de los búlgarcs, entre el Don y el Volga, nuestros días mismos se muestra aún a el hecho de la existencia de un verdugo
cluidas en e,l código de Teodosio. y diversas comarcas del Cáucaso y el mar los descendientes de los judíos bizantinos judío—empleo el de verdugo abyecto y
Cairpio. Atel, la capital de su país, era un con los nombres .griegos de Kaló, Parasco, repugnante—que se daba a los individuos
• * * * gran centra icomercial donde tenían sus Pizanti... o romanos como Papo Lupo. nacidos en el seno de los pueblos parias,
factorías búlgaros, rusos, griegos, judíos de Hacia la misma fecha otros israelitas bi- y frecuentemente contra su voluntad, es un
Como acabamos de ver, los judíos habi- 'as provincias europeas o asiáticas del Im- zantinos están establecidos en Nicópolis, mal indicio de la situación de los judíos
tantes en la península . danubiana desde perio de Oriente. Bajo el régimen muy to- No se tiene ninguna noción sobre la si- bajo el rey Svcntslay, porque los judíos
tiempos inmemoriales, se han establecido lerante de las janes o príncipes jazaros. tuación de los judíos en Bulgaria durante siempre han tenido gran repugnancia por
sólidamente mucho antes de los eslavos y vivían apaciblemente eslavos, caucasianos, el siglo siguiente. Por analogía se puede tales oficios.
los búlgaros. En efecto, los primeros, em- hunnos, búlgaros, judíos, mahometanos y juzgar del estado de las cosas según 'os SAÚL MEZAN
pujados por los Hunos, na aparecen hasta cristianos. El tribunal supremo se compo- datos de Benjamín de Tudela que visitó De Sofía. »
el siglo V después de Jesucristo, sobre las nía de dos mahometanos, dos cristianos, dos la Macedonia meridional—a la cual da, como (Continuará.)
Página 8 LA GACETA LITERARIA
ción, reclamismo, maniobras, las han del Derecho privado— , ci'^ de la Cine-
existido siempre, desde que se han matografía educativa alaren, íin ¡,lu'!:i,
puesto en contacto unos productores los horizontes más aurórales de la vida
artísticos interesados en vender y unos social que está naciendo.
aficionados, más o menos lúcidos, in- Partiendo de estos principios: "Aboli-,
teresados en comprar. Siempre, enton-
ces, entre productor y adquisidor, ha
99
"Les pofflpiers en delire surgido el intermediario. Y es natural
que cuando el intermediario surge, su
función estribe en embrollar un poco
por Eugenio d'Ors. el curso natural de las cosas, en traer
el agua a su molino, en barrer para
... Habría que, de todos modos, pro- principio nacionalista, señor Mauclair. adentro y, en suma, donde había de
curar entenderse, M. Mauclair. Ha- Usted, descabalgado de su actitud de qué, en especular.
bría que entenderse y empezar por po- suspicacia, contra la concurrencia ex- Peor cuando el especulador era el
ner en claro hasta qué punto es parti- tranjera, ha amparado con un prólogo propio artista, como lo fué Rembrandt,
dario usted del exclusivismo de la ju- la propaganda hecha a favor de alguien del cual dicen si, para aumentar el
risdicción nacional, en materia de arte venido de fuera para conquistar la precio de sus cuadros, echó a volar la
y de crítica. No pretenderíamos jamás Villa Luz. Este alguien, este pintor, noticia de su propia muerte. Menos Dr. Luciano de Feo
en esta cuestión—ni en ninguna—traer- cuya inserción en la vida profesional mal, cuando la venalidad no era simo-
le a nuestras ideas: nos contentaríamos parisiense ha apadrinado usted, es es- nía y cuando el actor de las maniobras ción de toda frontera lingüística, anula-
con que se mostrase usted de acuerdo pañol, tal vez cubano. Se llama Beltrán- no es más que un comerciante, aun- ción de los límites ciudadanos estrictos,
con las suyas. Porque nos parece ad- Masés. Sin duda, ha creído usted que que alcance la audacia y la habilidad conocimiento mutuo de todos los pue-
vertir en su juego cierta contradicción; para Beltrán-Massés debía abrirse la que en el mercado moderno se han blos entre sí, elevación del nivel—inte-
contradicción traducida, desgraciada- aduana, cuyos rigores quiere mantener puesto en boga. No últimamente, por lectual y ético—de las masas", ha podi-
mente, a capítulos de conducta en que usted fieramente contra un Pablo Pi- cierto, señor Mauclair, y en ocasión de do ser calificado el Cinema (singular-
la desarmonía es improbidad. case o contra un Juan Gris. nuestros compañeros los llamados ar- mente el Cultural) como "el Gutcmberg
tistas de vanguardia, sino algo antes, de nuestros tiempos".
Usted ha tomado, en estos últimos En efecto: desde el Renacimiento, con
tiempos, como cantinela o tranquillo, * * * un cuarto de siglo atrás, en la hora de
los suyos, de aquellos artistas impre- la invención de la Imprenta, no ha exis-
en su desagradable campaña contra la
producción artística de última hora, el sionistas, a cuya gloria y difusión des-
Bien; pues sí, más o menos incohe-
reparar y denostar de extranjeros a tinaba usted un libro, que no dejó de
rentemente, ha traído usted a nuestro
quienes en esta producción o en su co- conjugarse bastante bien con el simul-
campo su batalla; sí, con no haberlo
mentario se ocupan, si lo hacen en táneo esfuerzo de las galerías del Bou-
nosotros pedido, quiere usted también
Francia. "En perjuicio—asegura us- levard o de la rué Lafitte, interesadas
entre nosotros ventilar su pleito; sea
ted—de los artistas y de los críticos en hacer subir la tarifa habitual de los
ello en hora buena. Pero demos al plei-
franceses." Usted llega a denunciarnos, precios.
to categoría extraterritorial.
en esta difusión sobrenacional, una Y ya que a nuestro estrado acude Ni la rué La Boetie está tan lejos de
maniobra, conducente, con aciagos pro- usted, oigamos desde nuestro estrado la la rué Lafitte y del Boulevard, ni puede Villa Falconieri.
pósitos, a arruinar el arte de Francia y alegación de la parte contraria. La negarse, para decirlo en una frase sim- (Del Cinema educativo en Roma.)
su supremacía, "mientras—según su C. I. A. P. ha traducido la "Farsa del bólica nada más, que de ciertos polvos
rocambolesca visión—se restriegan las arte viviente"; ¿por qué no traduciría, vienen ciertos lodos. tido una revolución de cultura compara-
manos de gusto los mercaderes de la y publicaría, y difundiría también este ble a la del Cinema. Regiones específi-
Europa central". Sí, estas cosazas dice * * * cas y enormes de las masas humanas,
otro libro del gran crítico belga Char-
usted y de ellas protesta, en nombre de les Bernard, titulado "Les pompiers en adonde el libro no llegaba en su pcp"-
los sacrosantos principios. Mas ¿de qué delire", libro que le contesta a usted, Pero de lodo y de polvo y de toda tración divulgadora, han sido perfü-'.-i-.
principios?, nos atrevemos a pregun- libro que le desmonta a usted, libro sospecha está limpio el breve libro de las y dominadas por el Cinema.
tarle nosotros. ¿De los de un estrecho Charles Bernard, cuya aparición en Al invitar el Cineclub Español t:ui
que le apabulla a usted—y obra, por eminente figura como In del Dr. LMciaiio
nacionalismo quizá? otra parte, bastante más rica en sus- Bruselas celebramos y cuya pronta
aparición en Madrid celebraríamos. Li- de Feo, ha querido dar con tilo el pt'-
Sin embargo, con sorpresa le vemos tancia estética, aun sin contar con el mer alerta enérgico en la orientación
este su mal humor llevarlo a casa aje- mérito de la intención generosa de bro puro; también libro ardiente. Y más espléndida, origina! y novísima qi:c
na y abrogarse, dejándose de cualquier aquella serie de articulitos salidos de de buen humor. Y, consiguientemente, deben tomar nuestros más inmcdia'os
territorialismo, en el derecho de inter- pluma de usted, para beneficio de su muy sano. afanes culturales: en la campaña It'
venir en la vida estética y crítica de campaña, y en los cuales yo no he sa- Y, en su apariencia ingrávida y en más profundo sentido nacional que de-
Bruselas, de París o de Buenos Aires. bido encontrar ni una vez un solo ar- su juvenil polémica, obediente con todo beremos cuanto antes emprender.
Usted, señor Mauclair, ha pronuncia- gumento que pertenezca auténticamen- a principios sólidos, austeros, bien ar- El Cinema educativo, ya en marcha
do un día—un día en que yo e s t a b a - te al campo de la estética o de la críti- ticulados y, sin duda alguna, más co- triunfante por casi todos los países ci-
una escandalosa conferencia contra los ca de arte, ni un solo análisis de forma, herentes que los que permiten a míster
pintores de su aversión, en el Palacio ni una sola adivinación de espíritu, ni Camile Mauclair protestar un día de
de las Academias de la capital belga y una sola referencia a la historia o a la que Chirico viva en París y hacer ge-
bajo los auspicios de una Sociedad que, morfología de la cultura, ni una idea, mir al día siguiente las prensas hospi-
inexplicablemente, dice defender la len- en fin, puesta al nivel de lo que hoy talarias de A B C o de La Nación.
gua de Francia, mientras consiente que se exige hasta del último de los repor-
EUGENIO D'ORS
se ataque a su civilización. Usted ha teros que dan cuenta de las novedades
tomado, a nuestro ABC madrileño, de galerías o exposiciones; ocupados
una colaboración, que duró temporada, únicamente como han estado aquellos 10." SESIÓN DEL CINECLUB
la suficiente para que usted se desaho- artículos en la cuestión de las perso- Villa Torlonia.
gase. Usted ha consentido—consentir es nalidades, en la agitación de resabios (Del cinema educativo en Roma.)
un verbo débil-^-que nuestra Compa- sociológicos o políticos y en la dema-
ñía Ibero-Americana de Publicaciones siado fácil presentación de pequeños Si vilizados, debe abrirse urgente camino
tradujese y lanzase a la expectación cuadros de costumbres, relativos al En el teatro de la Princesa celebró por España. Por esa España—ancha, de
del mercado de España y de América agio de las bolsas artísticas y a la es- nuestro Cineclub su décima sesión, bri- masas nuevas y de nuevas jerarquías
este panfleto suyo "La farsa del arte peculación de los marchantes; cuadros llivutísimamentc. La integró el c0:nferen- de valores fuertes y juveniles, que to-
viviente", en que precisamente alega que, nulos en cuanto a sus efectos en ciante Dr. Luciano de Feo.. dos debemos tratar de realizar.
usted, en punto a estética, un locus rc- el dominio de la teoría, se han queda- El Dr. Luciano de Feo es uno de los El Cineclub Español ha creído cum-
git artem, mejor que un locus regit do también bastante flojos como re- hombres jóvenes italianos más represen- plir con esta décima sesión una de sus
percusión en el dominio de la sátira. tativos del nuevo mundo social que cir- más preciosas tareas, iniciando a un Je-
actum. Usted sirve, periódica y persis- cula en torno a la Sociedad de Naciono.s. leoto grupo de españoles en tan magní-
tentemente, a la ingenuidad de buena Iniciador y creador del Instituto Na- fica vía.
Para que trascendiesen a lo teórico,
parte de los lectores de la porteña Na- zional Luce, de Italia, ha llegado a ser La exposición del Dr. De Feo—profe-
a aquellos cuadros se les exigiera te-
ción, unas crónicas singulares, donde el director del Instituto Internacional de sado en italiano—fué acompañada por
ner razón; para que picasen como sá-
toma a su cargo denunciar como co- Cinematografía Educativa: uno de los más de mil metros de "films" culturales,
tira, tener carácter. Mas el carácter
rrompido el mercado artístico de París, órganos más originales ,y potentes que ejemplificadores.
sólo se da en lo que es específico y en la postguerra ha fundado el hombre
así como denunciara de sucio un puer- Le presentó el Vicepresidente del Ci-
concreto; y mal podían aquellos cua- europeo para la paz universal. Junto a necluh, Sr. Marqués de Guad-el-Jelú.
to algún comercial enemigo, embosca-
dros de costumbres alcanzar a tanto, los otros organismos típicos del nuevo El jueves, e] Cineclub dio un té en ho-
do y traidoramente empeñado en el
cuando su asunto no era específico ni pacifismo mundial — Corte Permanente nor del Sr. de Feo, para poner en con-
cese de su prosperidad.
concreto, no se refería especialmente de Justicia, Organización Internacional tacto todos los posibles elementos que
Y usted ha hecho todavía algo más a nuestra época ni a los marchantes del Trabajo, Instituto de Cooperación podrían integrar una lal»or «l« Cia* Cul-
que cter en todas estas violaciones del de los artistas nuevos. Agio, especula- Intelectual, Instituto para la unificación tural en E»pftña.
LA GACETA LITERARIA Página 9
ires. Pocas veces, en una imaginería js- desnudo, agrio, tajante, degeneraría en
nica se ha llegado tan a '.o vivo del do- lo bufo. Es justamente su pergeño gro-
r y de la avidez humana. Y de ahí que,
pesar de todas las gazmoñerías inicial:?, tesco lo que le da, hondamente, en su
1 obra, interpretada con sobria, magnífica raíz humana, su realidad dramática.
concisa verdad por Lola Membrives, se
laya impuesto al público, que asiste a Ui Sólo el humor, en su más pura y alta
jropia descarnadura de su alma, al espec- acepción, puede dar en este clavo per-
táculo vivo de la lucha del hombre en pos forante, que horada la sensibilidad, chi-
•jfim ,,^' de una ilusión que, precisamente por inase^-
quible, es el mejor regalo de la vida. rriando. Sólo el humor podía resolver,
''El monje blanco" talmenteobrasu teatral). Logran obtener justa-
cuerpo lírico, su expresión exac-
Redimir el pecado fácil, la galantería do
arrabal, sin sentimentalismos cursis, halHr
borrando toda solución, no maculando
ninguna, esta antinomia que pone al
ta. Logran llenar la justa medida de la en la prostitución el fondo humano de pie-
dad y de amor que la redime, convirtién- descubierto, al aire frío de la razón, la
situación con el contenido verbal que le dola en algo más que un placer y dándole tortura desvalida del sentimiento.
pertenece. En El monje blanco hay mu- excelsitud en la realidad de su propio dolor,
Frente a una obra teatral de éxito com- son ya bastantes motivos para que la ob;a "Farsa un poco seria" llama el au-
chas, muy buenas situaciones, donde la de Gantillón sobresalga del nivel corrien:e tor a su obra, y con ello la unge de hu-
pleto, de público y crítica, sería cuestión riqueza poética coincide admirablemente al tratar un tema que la ñoñez sentimental manidad, con un denso temblor vital.
de averiguar por qué gusta al público, con la fuerza dramática del momento. El o la huera pudibundez se empeñaban en
por qué gusta a la crítica. No puede ser mantener fuera de la literatura. Hay que Y el acierto mayor de Martínez Sie-
verso fluye sin tropiezos, con facilidad añadir a todo esto la vivacidad colorii:a, rra en la ocasión presente ha sido la
por iguales motivos, aunque ambos jui- —pero no fácil— ajustando su sentido
cios coincidan en un mismo, positivo fallo. ágil pirueta con que, en alas del humor,
al pensamiento o la emoción escénicos. con sutil alacridad, se sitúa por enci-
El público recoge siempre una línea ele- Varias ocasiones ha tenido Marquina en
mental, un perfil. La crítica, cuando lo ma del bien y del mal, dando a los
asta obra de dar "ríenda suelta" a una personajes la facultad de una libérri-
es verdaderamente, va más allá y sigue lírica fácil, oratoria, para obtener el
paso a paso vicisitudes íntimas de la ma acrobacia.
aplauso inmediato. Pero todo lo ha su-
obra, motivos, técnica, resortes. La pri- Ese tono de modernidad que unáni-
bordinado a los límites precisos del poe-
mera es una mirada ingenua. Por consi- memente se ha reconocido en Triángu-
ma. El verso nunca escapa del contorno
guiente, de superficie. La segunda es una lo—esta misma nomenclatura geomé-
previo marcado por la situación, ni sufre
mirada avisada, experimentada, sabia. trica, también—responden a esta razón
una de esas evasiones líricas tan frecuen-
Por tanto, capaz de averiguar desniveles de humor, patente en toda la obra, y en
tes en este tipo de teatro y disculpables,
y baches, como asimisino de intuir acier- virtud de la cual la vida, por encima
por otVa parte, en un poeta, como Mar-
tos, excelencias artísticas. de toda disquisición metafísica, al per-
quina, de gran caudal.
El público (respetable) y la (respeta- der la razón, readquiere el libre ejerci-
Los antecedentes poemáticos de El cio de su cordura.
ble) crítica de Madrid, coinciden en pro-
monje blanco, así de su asunto como de Se derivan de todo esto la elegancia
clamar esta obra de Eduardo Marquina,'
su lírica, están en los romances de la épo- fácü, el donaire galano, la gracia ríen-
El monje blanco, como una gran obra, lí-
ca, de los cuales goza la obra felices, te de estas escenas; pero también—pro-
rica y teatralmente considerada. Teatral-
deliciosas reminiscencias. Sería inútil se- fundamente—su fuerza humana, su
mente, El monje blanco ofrece un desarro-
ñalar las escenas de mayor y más fino realidad dramática.
llo perfecto en sus accidentes, episodios o
sabor en aquel sentido, como sería inútil Flecha lanzada al águfla, ha ido a
escenas. Marquina ha puesto en esta obra
asimismo señalar las partes de El monje clavarse en el corazón de Prometeo. Y
todos los resortes teatrales y uno más, co-
blanco donde éste alcanza su máximo vi- acaso el águfla siente más la herida.
rrespondiente más al cinema que al tea-
gor. Ello está condicionado por el des- El juego fácfl esconde durante toda
tro. El modo de hacer actual, vivo, el re-
arrollo de su asunto, por las situaciones, "Azorín". la obra la gravedad del caso. Pero, al
cuerdo, hasta enlazarlo con el presente
incluso por los actores. final, al aire la faz del protagonista,
de la obra, es un procedimiento vulgarí-
el vigor humano de las estampas escénicas
simo, por facilísimo, en el cine, pero ex- que constituyen la obra. aunque sin abandonar la carátula có-
cepcional, por difícil, en la escena.- Y a * * * Aunque un poco tardíamente, hemos que- mica, se acabó la comedia, y las po-
esta dualidad—épocas de la vida de unos rido comentar, sin entrar en su análisis, la bres almas, ateridas de frío, tembloro-
obra de Gantillón, para rendir además tn-
personajes—presta sugestivo movimiento a Al éxito resonante de El monje blanco buto de aplauso y de elogio al maest.-o sas de soledad, vértices de un triángu-
la obra y la dota de extraordinario inte- coadyuvan en buena parte dos factores "Azorín", que la ha traducido con fervor lo equilátero, aspiran inútilmente a en-
rés. Merced a esa dualidad penetra en y con acierto. Se ha aludido ya a los que cerrarse en un círculo euclidiano. Se
importantísimos. La espléndida decora- Lola Membrives pone en su interpreta-ción.
un convento de no sé qué frailes la vida ron del señor Burmann, perfecta en cada justa, humana, suasoria, dictada por la in- acabó la comedia, y el humorista ha po-
de fuera, dura, roquera, medieval y, por uno de los cuadros, y la bonísima volun- teligencia, animada por la inspiración. Pal a dido clavar su flecha. Ahí queda, en
mayor fortuna, la obra ha sido presentada el blanco, hiriente y palpitadora.
consiguiente, de aleones. Por esa duali- tad y justa interpretación de los actores. cüTi una perfecta escenografía de Mignoni
dad, el poema no se estabiliza en un Entre éstos destacan Santiago Artigas y que, aiin apartándose un poco de la lecció:i Como obra de verdadero humorismo,
claustro: consigue en cuadros sucesivos, magnífica de Gastón Baty, es adecuada y la farsa, sin perder ninguna de sus gra-
Josefina Díaz de Artigas. Manuel Díaz bellísitna, y ha merec'do, por parte de 's
superpuestos, presenciar distintos modos González, insustituible en su papel de compañía, una versión escénica elogiabilí- cias de hflaridad, se ha puesto un poco
de la vida de la época, en el campo y Fray Can. Rosa Gimeno, deliciosa de sima, en la que destacan Trinidad Carras- seria. Acaso demasiado seria para to-
en el castillo. co, Ricardo Puga y Guillermo Grases y marse en serio a sí misma.
figura, voz y expresión. Fernando Fresno.
Pero no se crea por ello que Marqui- "Maya" ha sido, pnes, entre nosotros, El acierto en el desarrollo escénico,
na se propone con esta obra poética un una nueva batalla ganada contra la rutina. conduce fácflmente al espectador, sin
E. S A L A Z A R Y C H A P E L A Por eso era justo señalarla aquí, aunque an
cuadro de Historia. Sus propósitos son poco tardíamente. fatiga y con delicia, al borde mismo de
más serios—esto es, más poéticos. La his- R. M. la sima, con una maestría llena de in-
toria sólo le proporciona unos tipos de tención. Pocas veces el humor ha al-
sentimentalidad, unos personajes con mo- canzado en nuestra escena—acaso en
algunos momentos de alguna "farsa
tivos espirituales diferenciados, distintos
de nosotros; unas figuras poéticas puras, ''Maya" "triangulo" grotesca" de Arniches, aunque en otro
de una pieza. La Historia, con mayúscu- tono—tan persuasiva eficacia.
la, está subordinada por completo a la Nuestro teatro cómico no pasa, por Triángulo, farsa en la que plasman
historia de El monje blanco, a su reali- lo general, de ser festivo, según la de- muchas orientaciones y apetencias ad-
zación poemática, lírica. Ante todo, y sobre todo, conviene des- nominación con que hemos tenido la vertibles en obras anteriores de Mar-
tacar, desenterrar, por decirlo así, la raíz tínez Sierra, es, por su intención y su
Teatralmente, la obra de Eduardo piofunda que, en este caso, tiende un valoi comodidad de bautizar ciertos abusos
Marquina incluye propósitos de orden es- excepcional. Pocas veces, en efecto, se ctim- antiliterarios. No es frecuente, en efec- modo, una obra de arte perfectamente
tético, ambiciones en este sentido muy ple en nuestros días el prodigio de elevar
to, registrar en la producción teatral lograda. Lo humano adquiere en ella,
la piedad a categoría estética. Y éste es, entre ficciones, su honda verdad paté-
grandes, las cuales se logran con soltura en definitiva, el germen inicial de la obra de española de nuestros días obras de
y esplendidez en escenas de máximo, de- Gantillón. Una piedad que, arrancando de humor. (¿Pero se tiene en España un tica. Y toda ella rezuma luz, como miel
finitivo vigor. Teatralmente—pero con la igualdad humana, llega a la desencarna-
verdadero concepto del humorismo?) de un panal. No acercarse sin adoptar
ción sobrenatural. ciertas precauciones.
más precisión: dentro del teatro de Mar- "Maya", esa mujer galante que no es nin- He aquí, sin embargo, una obra de
quina—El-monje blanco supone una obra guna determinada y que es en cada ca.so la humor. Triángulo, de Gregorio Martí- El arte de Catalina Barcena, tan su-
pensada con amplitud y realizada con mujer que el hombre de un momento nece- tfl y tan hondo, tan lleno de gracias
sita, resulta, para quien a través de ella bus- nez Sierra. Ya esta categoría la sitúa
bonísimo sentido de la escena. Una obra ca saciar esa necesidad de infinito que el ventajosamente. Y la favorece con el como de esfuerzos, tan inteligente como
distinta, distante de todo cuanto se pro- hombre lleva ingénita en sí mismo, la ra-
don mirífico de infinitas posibilidades. intuitivo, subraya maravillosamente la
zón suprema de la vida, sin pasar de ser intención y la gracia. Su interpretación
duce y estrena de teatro. En Madrid, se un episodio fútil, fortuito y caedizo. Tantas, que no pueden dar entre todas
entiende. Esta verdad inalterable, esta condición una verdadera solución. Quizá esta rea- alcanza en Triángulo la difícil plenitud
Pero en una obra de Eduardo Mar- permanente, esta profunda humanidad, se
lidad, que escapa a toda realidad posi- de lo perfecto. Le acompañan con so-
desarrolla en la obra con una dinámica de bresaliente mérito elogiabilísimo Mila-
quina ofrece interés, particularmente, la eternidad. Todo termma en el mismo pun- ble, es, con su levadura de dolor, la
lírica. Poeta, autor de Elegías, Marqui- to en que vuelve a empezar. Nada acaba li gracia más decisiva de la comedia. gros Leal, Elena Cortesina y Manuel
perece, porque todo se reproduce y coTt'- Collado. Y les secunda el resto de la
na ve, goza o padece líricamente cada iiúa. Las reencarnaciones de Maya, que ella Se proyecta en ella un conflicto cuyo
una de sus distintas situaciones escénicas. inicia en sí misma y que suceden a las pre- compañía, e n episódicos menesteres
dramatisrrío tiene efectividad patética muy atinadamente.
Estas no logran ser pretextos del verso téritas reencarnaciones milenarias, continua-
rán más allá del tiempo, con- otros símbo- precisamente por su razón grotesca. Si
(ello iría en detrimento de la obra, como los y otro barro, para otros ensueños y do- lo grotesco desapareciera, el patetismo RAFAEL MARQUINA
Página 10 LA GACETA LITERARIA

G a c e ía a í a I a n a
L'annada de Mistral MOTS D'A6RESSIÓ
per J. P. RÉGIS

So que m'a lo mai agradat aqueste cap de pena á digus. E lo sár Peladan (De "Fulls Groes", hoja surrealista cata- Insistim en la nostra protesta per la con-
primier de jcnier, es de veirc que los jor- que sé prenia per quicóm mandét acó: lana.) cessió del Premi Crcixell a El Cercle mágic,
nals catalans an dubert l'annada en par- de J. Puig i Ferreter la novcl-la mes rcsclo-
Mistral -f Mistral — íelibrige. Els redactors d'aquest íuU subversiu de les
lan de Mistral Dins la Vea de Catalu- sida, mes pairal, mes poc interessant de l'any.
Felibrige — Mistral = 0. valors artístiques i literáries actuaran tothora
Anoteni, de passada, el iracas d'aquesta ins-
nya, Alfons Maseras dis que 1930 sara violentamcnt. Cadascú, pero, firmará les seves titució.
Tan de Mistral "ol patriarca del renai-; Peladan e son obra son rebonduts e
conviccions. Ni evasions, ni subterfugis. El Insistim, encara: ruralisme i realisme son
xament literari proveaigal, el faisonador lo felibrige se porta pron plan. Voli pos
nostre full está regit per un imperatiu d'efi- els dos grans enemics de la nostra novel-la.
de la germanor occitana i el profeta de diré que i aje ajut res a recastenar al
cácia. Per tant d'acció. ¡Aci no s'ha passat encara,de Zola! (i88o.)
ramiscat deis pobles llatins'. Dins la felibrige; Mes i a res de parfét sus aques-
Mai, davant una cosa desplaent adoptarem
PubticUat, Jaimie lioíill apond que se ta térra. Coma dizon los pacans d'enta
una actitud irónica. La ironia—de que fan ús
"Tolstoi assumeix modernament el pa- nautres: "Cal de.tot monde per far fe-
molts escriptors catalans: Soldevila, Carner,
triarcat onenDal de los llotres, l'rcdenc librige vei qun es lo drech camin que etc.—és un vici d'esclau.
JVlisiral es el rióslre patriarca d'occi- cal que siegue". Nosaltres per contra actuarem d'una ma-
Los jovents an al,cor un ideal que vól Ens és grat de constatar com una gran part
dent". La Ñau a balhat un imaje euros nera directa i contundent. de la intel-lectualitat és al costat nostre. Ama-
ont son apílate Mistral lo '"germa espi- quicóm mai que de móts. Sabon que tot I actuarem cada vegada que la tumefacció gadament, pero. Amb tot, a les seves declara-
ritual de Virgili" e sos bravos {;om(pa- n'es pas finit taléu que s'es cantada la de l'ambient literari i artístic íaci irrespirable cions periodístiques s'lii pot copsar la seva po-
nlions Aubancl o liomanille. iJi Mati es copa santa al torn d'una taulejada. Sa- la seva atmósfera.
bon l'óbra que demora. Sabon que cal sició. Sense que cap d'ells tingui la suficient
yengut aiaOe lor lar belainent prodél. presencia d'csperit per a dir fraricament la seva
qu'en Occitania la lenga d'óc prengue
L'armada misfcralenca s'anonsa plan. á l'escóla la plasa que i es diguda. Sa- veritat.
L'astrada a pas volgut que Mistral Anotcm els noms de Miquel Llor, Josep
bon que tant qu'acó sara pas fach tot
qu'abia vist sa statuia vejes son cenlena- Ací on tot és tortuós, ací ón tot és mesquí, M.' Girona, Pere Rahola, i d'altresy les pá-
so que se pod recocaro res es só metiu. és urgent el nostre crit d'indignació.
n . A poscut pi-acü, abana de morir, aga- ranles deis quals reflecteixen una extraordina-
E debremban brica que tot só qu'an al No n'hi ha prou amb les nostres persistents
j'ar ambe gaucli cosiii abian grelliat las ria por de compromctre's; mes llastiraosament
cor es á Mistral que ba dibon. Es Mis- actituds personáis; cal donar la sensació de
idéias qu auia semauatlas. encara les lamentables justificacions del Jurat
tral que los a fach só que son. grup, d'unió davant la forga—numérica, natu-
, So que i íaria mai de plazer encara, per tal d'excusar la seva actitud. Al marge,
Aqui perqué, pertot ont rebombis nos- ralment—deis nostres contrincants. honorablement, Just Cabot i Josep M.' Junoy.
es de veire qu'aprép el aqúelas idéias tra lenga raairc, cal qu'aqueota annada Actuera com a crítics, no com a escriptors.
contunha-ü do probainar e que, de mai siasque vertadiérament la de Mistral. Creiem arribada l'hora de les máximes exi-
en mai, la térra occitana, totas las térras Cal que se veje que Mistral mórt, lo géncies, per tal de desarrelar el cofoisrae, el * * *
d'óc, se capélan de la ílor mistralenca... mistralisme es mai viu que plus. babiequisme, el xovinisme i la manca de sen-
Taléu que lo poderos autor de Mireia Los jomáis catalans d'aquesta annada tit de la respbnsabilitat que omplen d'inefa- Una de les coses que ens repugnen mes vi«
siét mórt un jornal domandét cosin vi- novela ne son una proba. Aqui perqué bles grandeses — inexistents — l'estultisme deis vament del nostre ambient intel-lectual es la
rarla la íelibrige sens Mistral. Barres ra'an tant agradat. E tot me fa pensar incondicionals. ' covardia, la manca de sinceritat, la por al risc.
repondét que volha pas ba diré per far que m'agradaran encara. Denunciem com una cosa inicua la guerri
de gasetilla, que pcrmet a qualsevol innominat,
a qualsevol estult biliós d'encarar-se anónima-
ment amb el seu adversari i difamar-lo públi-

LA EDITORIAL RENACIMIENTOse ha asegurado la edición de la obra entera, literaria, filosófica y crítica de


cament, entre la riota deis imbécils.
Aixó és incorrecte, aixó és covard. Hi ha
homes de válua molt diversa i fins i tot discu-
tible en im pía normal, l'atac persistent i nies-
quí ais quals és intolerable.
E U G E N I O D'O RS Els seus ñoras: Eugeni d'Ors, Gaziel, J, Pa-
que aparecerá en una serie de volúmenes, publicada bajo el título general rran i Mayoral, R. Rucabado...
Apart, naturalment, els joves l'audácia i la

ORBIS RICTUS forga destructiva deis quals els ía insuporta-


bles per ais patums imbécils i les mediocritats
dé claro abolengo renacentista y doblemente alusivo a la universalidad de .esta obra y a su carácter artísticamente figurativo. pairáis.

• • *

"Eugenio d ' O r s, un "Gracias a Eugenio d'Ors, jel donii- "Eugenio d'Ors es, con Charles
Ja fa molt temps que-el Manifest Groe va
Sócrates de la moderna nio ibérico entero ha entrado a tomar Bemard, el primer crítico de arte de
publicar-se. No obstant les institucions pairáis
España." parto en la conversación europea." nuestros días." han seguit posant la seva estulticia a l'alenada
(Eberhard Vogel) (Valery Larhavd) (León Daudet) renovadora. S'ha oblidat Salvat-Papasseit »
s'ignora tot el que depassi els limits de la mes
estricta mediocritat. El Manifcsf podria tornar
a publicar-se integrameiit. No ha perdut ac-
Está próximo a galirel primer volumen: tualitat.
Estem submergits en un baf d'embobament
familiar. Cada vegada mes pairalisme, mes pro-
CUANDO YA ESTE TRANQUILO vincia.
Preguntem: ¿ quina, obra catalana contempo-
Páginas en que la ideología y la poesía se funden en claras imágenes lacónicas. ránia podria presentar-se, amb un minim de
decórum a un mitjá intel-lectual europea?

residente G. DÍAZ PLAJA


Del "Orbia Pictus", de Eugenio d'Ors, seguirán apa- 1 -
Pictus",
de E. d'Ors cuyo precio de 4,50 0 5,50 (rústica 0 encua- reciendo cuatro volúmenes por año. Precio de cada vo-
dernado) pagará contra reembolso al recibir cada vo- lumen: rústica, 5 pesetas; encuadernado, 6. Por suscrip-
lumen.
Firmas
ción: 4,60 y 6,50, en rústica, y encuadernado, respecti-
vamente. LA GACETA LITERARIA
PRINCIPE DE VEEGARA, 42 y 44.—MADRID
APARTADO 33
MADRID
Compañía Ibero-Americana de Publicaciones: Librería Femando Fe, Puerta del Sol, 15; librería Renacimiento, Preciados, 46,
y plaza del Callao, 1. Madrid.—Librería Barcelona, Ronda de la Universidad, 1. Barcelona. — Feria del Libro. — Exposición
Iberoamericana. Sevilla.
15.338, 53.742, 13.816. Llame a uno de estos teléfonos. Recibirá el libro que desee sin recargo alguno. COMPAÍÍÍA GENERAL DE ARTES GRÁFICAS ( S . A.)

PRÍNOPE DE VERGARA, 43 y 44. —MADRID


LA GACETA LITERARIA Página

^ALefKiTEímxmÁiEii
las únicas barbaa visibles son las de loa
Valladohd y Segovia Sefár dies Ha lia curas griegos, quienes se resignan a llevar-
las, un poco avergonáados en esta época dé
Intercambio cultural.—Un grupo de es- La lengua hebrea progresa sin cesar en- • La Comisióai designada por la dii-ccción de Líarbiiampmos, escandiéndolas, cuando van
critores jóvenes de Valladolid, afectos a tre los sefardíes de la zona septentrional de un lugar a otro, en la muenondad de tm
L'Italia Letteraria para conceder el pre- taxi.
El Norte de Castilla, han organizado, de marroquí. Como lengua de cultura pura,
mio 1929 (de 5.000 liras) ha votado la no- Pero si las barbas de Valle-Inclán patía-
acuerdo con los que en Segovia hacemos no como suplaiitadora del español, que si-
Bl Adelantado, un intercambio de confe- gue siendo la lengua familiar y comercial. vola Moizo, de Piero Gadda. Coa el cnterio ron dosaperoibiüiis, no es monos cierto y
previo de conceder este premio—pret'eren te- lanientaDie que lo propio ocurre a sus
renciantes y poetas. El caso es tan desusa- Para los sefardíes tiene el estudio del he-
mente— a un escritor joven, fuerza aún no uiiruri. xiquí beiiemos al propio Tirano Ban-
do en Castilla que bien merece dedicarle breo enormes ventajas sociales, porque re- uc.ras rucogida en 01 uitierior de las hbrerias
unas líneas. En el mapa literario de nues- fuerza su personalidad en el seno de los reconocida, mejor que consolidar un nombre con 01 luu-uiü averguuzaimento con que I0&
tra reglón todos los esfuerzos han de se- pueblos entre los cuales viven, afirmando su ain discusión. —l'or eso se excluyó de la saceruüuw griegos ocuiuan sus barlDás en los
ñalarse con un punto aislado, sin que exis- cultura como algo original y vivo, contra- votación deíinitiva el volumen La Dulce Ca- taxis.
ta ni un momento la precisa y necesaria riando la tendencia general a considerar Lamita, de iUitomo Üaldmi.— Piero üadda es shLi Morteamérica todas las obras, y m u -
conexión entre los distintos grupos litera- al hebreo como un paria o un gitano a cau- cho mas las traducciones, salen de las casas
milanos. Tiene vemtiocho años. Procede del euitoriaies con aneima congemta. La pro-
rios. Este—acaso egoísta aislamiento—aho- sa de su falta de vinculación con un terri-
epnodismo. Mozzo es su cuarta novela. uuccion es tan copiosa que la robustez es-
ga todas las posibilidades. Así se lanzaron torio fijo. La lengua bíblica, considerada
casamente alcanza a los autores de mucho
a un mismo tiempo tres distintas revistas como lengua selecta, le da prestancia y
l)rostigio popular. Es neoosario, para asegu-
—Parábola, Meseta y Manantial—sin que de hace innecesario el aprendizaje del francés. rarles im exioo de nbreria—y aquí los imi-
la lamentable "conferencia de Segovia" en- En este sentido debe España favorecer el Cüs éxitos que cuentan son los de librería—
tre sus tres directores saliese la unión que sionismo y su lengua. En el sentido de quei Giiisepe Bottai inició en Pisa un curso so- ei proporcionariesi emulsión.
todos parecían desear. Hasta sus centros el sefardí tiene hoy forzosamente que es- bre política corporativa en la Escuela de La omuisiüu consisoe eu una -buena dc6Ís
de cultura parecen tener especial empeño | coger entre el hebreo y el francés. A Es- Períeccionaoiiento Corporativo. En la orga- de publicidad bien oneniaida: i^eíatar en ia
en no incluir en sus programas los más paña le conviene que aprenda el hebreo prensa diana las dilicuitades enormes, m.su-
nización, de este curso ha cooperado el Ate-
destacados elementas castellanos. (Sólo el como lengua religiosa y el español como lieraDies, que ei autor ha tenido que salvar-
neo de Pisa. Las primeras conferencias han para edcriuir la obra; alguna biograíia in-
Ateneo de Valladolid, bajo la dirección del lengua práctica, porque dos lenguas latinas
tratado de la organiüación corporativa del ücresanie üel autor, y digo alguna, porque
exquisito hterato Jirancisco de Cossio, pue- no pueden existir paralelamente en el is-
•Katado. no es raro ver a los autores aiterar su üio-
de ser una excepción en la anterior regla.) raelita. Preferible es la nuestra. Ejemplos gralia a la conveniencia de las casas edito-
Ahoira parece iniciarse una reacción. El de esta actividad: En Tánger, al traer de riales; aigun suceso callejero que le haya
joven y brillante escritor vallisoieíano José Palestina un profesor de hebreo hablado, ocurrido ai novelista; y, en iutmio recurso,
Antonio G. bantelices y ei notable perio- por cuenta de la 'Comunidad. En Tetuán, se le agrega aigun parralo esHiaDroso a la
dista de Segovia Gonzalo España, han to- una sociedad laica para el fomento de esta Gura, se la lleva a iDoatou y a buen seguio
mado a su cargo la organización de este lengua, sociedad presidida por don Jacob Nueva York que ia censura en la puritana ciudad mipide
su venta, lo que la asegura de un modo
intercambio cultural, ¿fero quedará redu- J. Nahon. En Larache, otra sociedad aná-
labuiotío.
cido a Vjilladolid y Segoviaí üueremos loga, más pequeña. UN SOLO DE LAMENTACIÓN
creer que no. Esperamos que otras ciuda- La casa Henry Holt, que ha publicado
The Tyrant, carece de un nombre de nnagi-
des se apresuraran a organizar esta clase Acaba de aparecer en las librerías de iiaoión en su sección de pubucidad. ¡Itu-
de excursiones artisticas. ünndamos—so- Nueva York Tirano Banderas, de Valle-ln- biera costado tan poco haber dicho que Ti-
bre todo—la idea a leótilo Ortega, que Se ha constituido en Berlín -un Comité d á n . Pero para enterarse de que está a la rano Banderas estaba inspirado eu la rea-
desde su rincón de Falencia tanto se ha encargado de recaudar cantidades para eri- venta en las librerías es necesario penetrar lidad de Un presidente hispanoamericano que
distinguido por sus trabajos en pro del re- gir un monumento a Heine, el sefardí. En en ellas, hacer una rebusca general, lisgonear había queriílo aieitaiue las barbas a don
surgimiento espiritual de Castilla. el Comité figuran Gorki, Tagore, Romain, a lo policía, y allá, perdido en un estante itamóu!
(lejano, que viene a ser el polo norte de ia
Mucho puede hacerse coa este inter- RoUand, Selma Lagewlof, Tomás Mann, librería, aparece el volnmen del iliistre maes-
Hupo una perfecta afinación por parte
cambio de representantes hterarios y artís- Enrique Mann y muchos hebreos. El mo- de los que en la gran prensa se ocuparon
tro barbado. de la obra de VaUe-lncián. Nadie se salió
ticos, pero el mayor fruto de estas confe- numento se levantará en Dusseldorf—ciu- Lo ha publicado una casa editorial paco de quicio. Todos convinieron en ei colonao
rencias será el acercamiento y conocimien- dad natal de Heine—, sobre terrenos cedi- conocida y, desde luego, con un agente de asombroso de sus trazos, en su estilo iüi'pe
to de los elementos jóvenes, a quienes está dos por aquel Ayuntamiento. pubücidad mediocre, iáqlo así se expnca que cable y üorido, tan en contraste con el bu-
destinado demostrar que Castilla sigue un übro'de trazos tan vigorosos como Tira- siness Like de la üteratura norteamericana,
abierta a todas las finas y nuevas orienta- no Banderas no se venda y apenas algunas en su técmca de maestro del género.
ciones. REVIHi DE FILOlOGÍll UñMÚ firmas desconocidas se hayan ocupado de íái acaso había que poner aigun reparo,
Director: D. RamAn Menéndez Pldal él desde las secciones literarias de ios pe- piímenta de la critica, era la falta de corre-
riódicos. lación, continuidad, sucesión o • hgamiento
SE PUBLICA EN CUADERNOS TRIMESTRALES Hace unos años, el propio don Ramón entre las diíerentes acciones que encadenan
Noticiario.—El poeta vallisoletano José EEpañai 20 pentaa año, Número saetía vino a pasear sus barbas por la Quinta Ave- la vida del tirano, protagonista sombrío del
María Luelmo, autor de Inicial, pubhcará sxtranjerot 22 * > S peseias. nida. No causó la menor sensación. La gen- libro de Valle-lncián. Y se lo ponen. "Fal-
en breve una interesantísima novela en edi- Centro de Estudios Históricos te indígena le contemplaba al pasarf y de- ta umdad", han dicho.
ción privada. cía: "Otro sacerdote griego", y no le daba Y on este coro de alabanzas a la cmda y

Se prepara un homenaje al poeta Lucia-


Almagro, a6.—MADRID

J la menor importancia.
Esa es la verdad, que en Nueva York
satírica obra de don llamón, hubo un sólo.
interpretó este solo Gustav Davison, desde
im uiiportante diario de la tarde. Fué un
solo de lamentación.
no de la Calzada, uno de los redactores de

PÉREZ C A L D O S
Se lamentaba de que no se hubieran tra-
Meseta, por su triunfo en el concurso sobre ducido al inglés todas las obras del poeta
la novela de Remarque Sin novedad en el —^ya que poeta era, ante todo, para Davi-
.frente, en el que ha alcanzado el primer son nuestro Valle-lncláji—, puesto que lo
premio. OBRAS INÉDITAS merecían por su "sabor y por su inteligencia
vigorosa y predominantemente sana".
Organizadas y prologadas por Fué un lamento que careció de eco, pues
el público, que devora las obras de Ludwig
El abogado madrileño don Rafael Sala- y arrebató en años pretéritos las de Blasco

Alberto Ghiraldo
zar Alonso, cronista de Tribunales de El Ibáñez, rechaza el arte en la novela o ig-
Sol, ha visitado Valladolijl, dando dos nora profundamente a nuestro abuelo de
conferencias, una en la Academia de Juris- la presente üteratura, a pesar de los sigtüen-
prudencia, sobre el tema " B r abogado y el tes méritos, apuntados con motivo de la pu-
derecho público", y otra en el Casino Repu- bücación de The Tyrant:
blicano, desarrollando el tema "El derecho
volúmenes publicados Profundo espíritu poético.
público y el hombre". Fué muy agasajado Franco estudio de la política hispana.
I.-FISONOMÍAS SOCIALES.—IL-ARTE Y CRÍTICA.—IIHV.-POLÍTICA ES- Frase frugal.
por los elementos intelectuales.
PAÑOLA.—V.-NUESTRO TEATRO.—VL-CRONICÓN ( 1 8 8 3 - 1 8 8 6 ) . — V I L - Intensidad en el efecto y en la imagen.
CRONICÓN ( 1 8 8 6 1890).—VIII.-TOLEDO ( s u HISTORIA Y SU L E Y E N D A ) Dramatismo trágico.
Agudo satírico.
Segovia ofrecerá en breve dos novedades IX.-VIAJES Y FANTASÍAS. ^^^^T^ÍN^^'^Í^T^X-"- «^ ••**• Técnica de lírico.
a cargo de los poetas Luis Martín García Vy.,'^'*-yM. EN^ PRENSA:_ X.-MEMORIAS. Intenso colorido.
Marcos y Alfredo Marqueríe. El primero '___ •*«««» i».ti, -••'•.'•'.-». . • . . . . _ _ ^ 1 . • Escenas vividas.
publicará un hbro de poesías titulado Clau- i:™'^"" ' /'^•SC/O de cada^ volumen: 4 pesetas. Brillantez de exposición.
Pese a tan excelentes cualidades, que na-
sura, y el segundo editará una revista de Renacimiento. Compañía Ibero-Americana de Publicaciones. Librería Fernando Fe^ die ha discutido, acaso porque muy pocos
juventud. De verdadera juventud. Queremos Puerta del Sol, 15. Librería Renacimiento, Plreciados, 46, y Plaza del Callao, i, Ma- han leído la obra, se podrían contar, sin per-
decir que sólo colaborarán en ella escritores drid. Librería Barcelona, Ronda de la Universidad, i, Barcelona. Librería Fe, Lar- der la cuenta, los que mediante el pago de
noveles de pocos años—siempre menos de ga, 8, Jerez. Librería Fe, Mariano Catahna, 12. Librería Fe, Isaac Peral, dos dólares y medio han adquirido en Nue-
veinte—que aún en las aulas universitarias va York The Tyrant.
número 14, Cartagena. Feria del Libro, Exposición Ibero-Americana, Sevilla.
se esfuerzan en llevar su inquietud y su voz
153.38, 53742, 13816.—iLlame a uno de estos teléfonos. Recibirá el libro que desee
nueva a todos los problemas actuales. AüHELIO PEGO
ain recargo alguno.
FRANCISCO MARTIN Y GÓMEZ MM^MMM Nueva York, enero.
Página 12 LA GACETA LITERARIA

SOBRE MARAÑON
RESURREXIT
(CONCLUSIÓN)
El deber de las edades
Hairta del vampÍTÍsmo de la nmkaez y de vriére—se preocupará socialmente de allegar
la senilidaid, España dirige sus ojos y tiende la riqueza que le proporcionará el confort
Cuando veo alguno de éstos—ahora, que cortesía era extremada y era glacial. Las sus brazos a la juveníud, en tin ademán supli- y la buena comida. Su estimulante será tan
ea inofensivo para mí—, lo iiiiro como gentes se miraban sorprendidas, pero con cante de protección. Sus esperajizais vuelan sólo el placer o el dolor y se conformará con /
a una fiera encadenada en un parque un poco del temor que se tiene ante lo que coiix> 'as mariposas en torno a áa luminosádad las leyes y costumbres, porque es su pro-
brillante y rebelde de la edad juven'I. El joven, pio interés quien se lo manda. En cambio, «
zoológico. Muchas veces me parecía invero- no se comprende. Fenómeno extraño, toma- eterno defensor de las bellas ideas e imipul- a los caracteres convencionales o imitativos
símil que yo pudiera salir de las garras de ban la actitud estupefacta que toman las siiido a la lucha por ellas, biológricamente, .cons- pertenecen esos individuos de tipo también '
tales basiliscos. Cuando uno siente un dolor, multitudes ante los mitos religiosos. Aque- tituye e¡ contrapeso eficaz del viejo iníidapilado convencional, liabituales sostenedores de la
propende a agrandarlo. Sólo por este anhelo lla furia del principio, aquel revolverse con- y egocéntrico y del hombre maduro exlmusto ley, el trono, la espada y el altar. El uni- •
de indagar en nosotros mismos, por este que- tra todo, ahora era tma suerte de confor- de moralidad, que dirige sus obras en atención forme es un culto, y su ideal social la tra-
rer profundizar en las heridas que nos han midad. Todo estaba, bien por cuanto todo a las prop'as necesidaides y 'convencionalismos. dición y el orden que aseguran su estabili-
La juventud será en definitiva, cuando su dad. Los tipos intuitivos buscan, por el
hecho, podemos dar importancia a seres to- existía. El asombro de las gentes quería ver obra social se deje sentir, la preparadora
talmente nulos. La vida moderna ha impues- lo que detrás de aqueUo había. Y detrás contrario, detrás- del fenómeno material, las
genial del terreno .sobre el que ha de p-ender leyes verdaderas, que se utilizarán después
to a los más osados. Tener la seguridad de de aquello no había nada. No había nada ia semilla de la libertad y de la justicia, como en provecho de la humanidad, asegurando
ser un villano es como tener una patente de más que la verdad. El había creído siem- esos grandes terremotos geológicos nivelan de este modo el crecimiento y el progreso
corso. Toda nobleza ha sido excluida. La pre que la luz existía. El no la veía—esto después de su aparatosa anarquía la firmeza del organismo social. Los inventores, los
era cierto—, pero la luz existía. Había te- del suelo acogedor y protector, en lo futuro, pedagogos, ios jefes sociales, los espíritus
vida es de los osados. Y como cuanto más de la vxla.
se ignora se tiene aspecto de más suficiencia nido siempre fe ciega en ella. Loe demíxs entusiastas de los apóstoles valen lo que
—y las gentes juzgan por lo aparente—, ape- la oscurecían, la ocultaban. Pero él sabia Pero esos fenómenos sísmicos que en la vale su intuición: unos adulan a las multi-
nas hay hombre de mérito que se atreva a que aquello había de ser inútil. Era inútil aparieincia no demuesti-an esitar inflij'dos por tudes haciéndolas esclavas de sus conven-
iey naburaj alguna y en los que n o * e puede cimientos y los otros preparan seriamente
hablar. Se ha dejado la calle libre a la inep- .jue atribuyeran esto a móviles sospechosos. la ciencia de mañana y ia organización so-
prever de momento ningún resultado úti!,
cia y a la intrepidez. Para valer, es uno t.r> laico sospechoso que había ?hora era el obedece a las órdenes inmutables y eternas C'al sobre fundamentos de solidaridad y jus-
mismo el que ha de afirmarlo, sin rubor y sin ;.usombro de ellos. Los que habían estado que presiden la formación de Jos mundos. ticia.
delicadeza. La vida así lo quiere. Y las gen- ciegos eran ellos; tanta confianza pusieron Después del período revolucionario y caótico En cuanto a los tipos racionales, como
tes tienen el instinto del momento. Nadie en la superchería. La soberbia de que ha- de la adoilescencia, en que. se boma al contra- los grandes sabios, son los que ponen lo
hay que conozca hacia dónde sopla el viento bían realizado algo perfecto fué su pérdida. rio ia hermosa definición de , Monitesquieu en individual al servicio de lo universal y lo
como el que está acostumbrado a vagar por Era di. general consenso que ellos eran los cuanto a que la libertad no es ia licencia temporal al servicio de lo eterno. Los más
todas partes. Así se han hecho muchos pres- más geniales. Entre ellos se habían repar- (le hacer lo que se puede, sino el pod'Cr de ha- elevados y lo.s menos abundantes.
cer lo que se debe, el renacimiento espiriltwal Utilizando las pruebas, psicológicas y pu-
tigios. Y muchos paladinos se han levantado tido .03 adjetivos más laudatorios. Nada vte! fin de la juventud, que es la base de la fu- diendo determinar en !o futuro, dentro de la
sobre yn pavés de papel de estraza. Hay que habíd fuera de ellos que mereciera atención. tura .personalidad, cridtaliza, ee organiza, se seguridad de los "tests", las posibilidades
dejar correr a la vida, con la esperanza, un Olvidaron que nada hay perfecto. Que aun .s.olidTica. Entonces es cuando ia obra juvenil caracterológicas de los hombres, ¿no mere-
poco incierta, de que la vida que los le- que la superchería estaba bien hecha, ha- puede tener un esbozo de utilidad para la cerá la pena ocuparse, no sólo del deber
vantó al triunfo los abatirá hasta el fracaso. bían dejado olvidada la trama de la suplan- nación, suponiendo realizada la gran labor de las edades, sino también de los deberes
Sin embargo, para el hombre de vida inte- tación. ¡Cómo era posible! EUos, que eran preparatoria de dforrocajrtiiento y anarquía, de cada tipo temperamental?
maestros en toda clase de violencias. A l^ara ésta sólo se necesita dejar hacer a Ja
rior, capaz de hacerse cargo, hay algo que inquietud nerviosa, a la ^lotencia muscular, R.WAFX RES A
le compensa de todas estas cosas. Poder son- quienes el crimen les era consuetudinario. a la superior capao.dad del corazón adoles-
reír. Sonreír al ver cómo todos estos sujetos Que habían ocultado las aberraciones _ má.' cente para im{)rimiir velocidad vertiginosa a
son muñecos de la sueVte. Ver cómo en el incomprensibles. Que con gesto tan insu-- la corriente sanguínea, no poner trabas, en una
curso inexorable de las cosas nada represen- ficiente y con maneras tan tímidas se pu- palabra, a su plenitud biológica; pero para la Dn pioblena iD[eina.ioDal de [oopeíatiáa
tan—representan menos que la vida más hu- diera salir de la red que se le hívbía ten- labor seria y consciente del fin de la juventud
milde—. Esta deja un recuerdo fragante, un dido, era algo tan extraordinario como que es preciso que su actividad se organice, encau- inteíitul
el sol hubiera caído sobre la tierra. Sin zando ese conjunto de buenos dcíseos .bajo ei Un problema que preocupa hondament»
grato recuerdo de paz. Mientras que estos pabellón de la razón, al comenzar a usar la
otros—los violentos—no dejan nada, pues el embargo, allí estaba, sereno, casi más joven, al Instituto laternacionail (o mejor dicho, a
facultad de discurrir, de discutir y de ra-
recuerdo de sus violencias también pasa. Esta sonriente. Aunque un poco lejano. Haberle zonar tomando como base los conocimientos la Comisión Caneultiva ante la Sociedad dt
justicia inmanente muchas veces cumple su tenido taj.\to tiempo apartado de los de- adiciuiridos libremente, sin que el vdo más Naciones) es el pral)lchma de las traduocic-
misión y se encarga de darles lo que merecen más habVa hecho de él, en efecto, un ser .eve si interponga entre su ooBiciencia y los nes. Hay niin proyecto de orear una Comi-
estos triunfadores. No se pueden pisotear Je excepción. Algo a modo de extranjera eternos principios de verdad y justicia y sin sión especial en cada país para hacer una
flores, sin exponerse a que entre ellas haya -iistinción había en él. Quedaba en él algo que el maleficio de la pedagogía al uso o la lista de las abras más im.portan.bes que.uo,
un cardo que, se le clave a uno. Hay que Jomo matiz de otro mundo. Tras de su afa- iflllue-ncia de las pseudoverdades tradiciona>'.es habiendo -sido aún traducidas Jo merecen
'-ilidad no se sabo qué había—había, desde mantenidas por los viejos, impidan la pre- por su importancia. A e,s;is comisiones debe-
pasfij-j hay que pasar por la vida sin un ex- paración del futuro ciudadano para la realiza-
ceso de rencor, sin querer pisotear a los de- luego, distancia—. La resurrección había rían dirigirse los editores que deseasen orien-
ción de sus deberes de humanidad y de na- tación para sus colecciones extranjeras. La
más. H.ay que pasar como quien sabe que sido completa. Había sido en un día de jú- cuonalidad.
todo es breve tránsito. Y que las glorias más bilo. Pero aquel ritmo sonaba tan lejano, Nos parecen adecuadas estas notas al margen tendencia del Instituto es confiar esta mi-
opulentas so» fugaces. Nada es imf^erecedero, que ya para siempre lo oirían con un tera- dei ensayo ide Marafión, que realmente es ¡a sión a los P. E. N. Clubs. En las últimas se-
':)lor religioso. La superchería había difun- obra de un joven maduro, conservador para- siones se decidió a esto resi>ecto: "Cada cen-
nada más que lo que no tiene término. Y
üdo vn halo de misterio. idójico de una eterna juventud, deptómano del tro P. E. N. Club proporcionará, por su país
nuestra vida e.stá, limitada por la tangencial
elixir de Fausto. Infamoi», juventud, madu- respectivo, una lista de veinte obras, como
del tiempo. Querer imponerse a todo es pro- rez, senilidad, obediencia, rebeldía, austeri-
RESUBRBXrr máximum, cuya traducción recomendaría,
pósito de locos o de sonámbulos. La camisa dad, adaptación. Según su apreciación, "he obras publicadas en la lengua original antes
de fuerza o el frío de la mañana disipa estos aqui la línea quebrada que la evo.ución del de 1900.
designios. Además, querer triunfar por la JAIME I B A R R A organismo marca a nuestro deber", los puntos
fuerza es inmoral. El hombre verdaderamen- culminantes de nuestra vida están umidos por "El Instituto comunicará estas Ustas—des-
te superior abandona el éxito de sus cosas inflexibles lineas rectas rápida y vertiginosa-, pués de haiber consultado a las Comieiones
a la razón. Lo que no es verdad, tarde o mente ascendentes o descendentes. ¿No estará, nacionales—a los editores y la Prensa de
temprano ea descubierto. Las apariencias de
la verdad no son la verdad. Como un obje-
to . de - bisutería no es una joya de valor.
liiíolosla ie Hlartl en esos periodos oscuros de transición el secre-
to de un feliz arribo al puerto de término?
¿ Por qué no estudiar también esos tiempos
preparatorios que moldean la edad venidera?
diferentes países.
La Subcomisión toma nota del compro-
miso contraído "voluntariamente por los
P. E. N. Clubs de proporcionar sobre los tra-
Un buen engaste las dará apariencia de ta- por A. HERNANDEZ-CATÁ Muchos psicólogos modernos pretenden la
les. Pero el ojo experimentado sabe distin- creación de una biotipo'.ogía en relación a ductores—incluso los traductores de textos
"El arte de novelista y de poeta con las posibilidades sociales y profesionales de puestos en música—los datos que juzgue con-
guir. Todo lo que brilla, brilla por el sol,
que Hcrnández-Catá compuso otros re- los adultos futuros. Si nosotros pensamos un, ^'enientes.
pero no es el sol. La juventud es muy
aficionada a correr tras oropeles. Y los jue- latos aporta; este libro de historia un la- poco, podremos juzgar la enorme importan- "La Subcomisión invita al Instituto a es-
cia que tendrá en la formación de una ma- tablecer un rei^ertorio de estos datos para
gos de mano la deslumbran. Apariencias, tido de amor, un perfume de espiritua- durez verdaderamente austera una orienta- ser puestos a la disposición de los autores,
sólo apariencias. El problema del ser no lidad que nos sugestiona y encadena." ción precisa, un encauzamiento excelente los editores y toda persona interesada.
les ha inquietado aún. Además, Quevedo Dionisio Peres. de las energías juveniles que no se perderán
acertó cuando dijo: "Si quieres que t« si- como ahora en un torbellino de desilusiones Se ruega al Instituto el estudio de las me-
gan, ponte delante." Pero para ir delante y desengaños, que preparan la vida incon- didas necesarias para obtener de los edito-
"Hernández-Catá, tan cubano y espa^- res que las obras traducidas mencionen siem-
hay que. tener, buenas piernas y un estó- gru-ínte, cicatera y egoísta de los hojubres
ñol, ha sabido comprenderlo, y nunca ss actuales. pre el título original de la obra y las nom-
mago resistente. Quien no tiene estas cosas tan delicada su mano firme de escritor En este sentido la pedagogía nueva, reali- bres del antor y del traductor.
en grado de excelencia, por fuerza ha de zada por novísimos pedagogos, sereno« y
consciente como en estas páginas difíci- "El Instituto extraerá de los catálogos ya
apartarse un poco. Dejará los festine.s, por libres corno los fenómenos naturales, retie-
les. Sólo- para comprobar esta opinión puiblicado¿i, y eon la asistencia de los cen-
muy opulentos que sean, para Lúculo, y ne con poder inconmensurable nuestra es-
' vale la pena de leer su Mitología de tros P. E. N. si es necesario, una bibliogra-
las carreras para los que quieran ganar el peranza. El estudio científico de los caracte-
Marti." res y de los tipos marcará l^is posibilida- fía de las traducciones publicadas 6n el cur-
premio. El, a lo más, quedará en la pista. so del año precedente. Por otra parte, el Ins-
Si fueran carreras de caballos, apostaría por Luis Bello. des de cada cual en cuanto a su papel en la
.sociedad y en la profesión, siendo posible tituto podrá ponerse en re^lación con las So-
el último: es seguro. ciedades de literatos, de las diferentes nacio-
OCHO PESETAS la previsión de lo que en cada caso poará
rendir un hombre, considerada la. edad y nes, para recoger todos los informes útiles
Ahora paseaba por una zona de luz. Ha- RENACIMIENTO. COMPAÑÍA IBE- el tijjo psicológico^ a que pertenece. Los sobre la presente cuesitión.
bía vuelto a la realidad y a la vida. Mu- RO-AMERICANA DE PUBLICACIO- individuos de constitución asténica que tra- "La Subcomisión, estimando que la colabo-
chos que no pensaban haberle visto más, bajan más lentaiuiente, pero con más eco- ración de los editores es necesaria al regla-
NES. Príncipe de Vergara, 42 y 44. nomía que los atléticos, que ga.stan-mucho
se miraban asombrados. ¿Era posible? Cómo mento de la cuestión de los traductores, invi-
no habían acabado con él aquellos dardos, MADRID. con un rendimiento mediano, o los pícnicos
C|ue son capaces de trabajos de larga dura- ta al Instituto a provocar la resurrección de
si estaban envenenados? Sería verdad lo ción, .con mucha productividad y escaso los Congresos internacionales de editores, tal
que él se había permitido decir un día? El agotamiento, que corresponden a los tipos como existían a.nte3 d'e 1914.
era inmortal. Y aparecía sereno, casi son- de Lewy con otras denominaciones, marca- "La Subcomisión aprueba los trabajos em-
riente, como si no le hubiera pasado nada. rán los puntos decisivos a que se deben diri- prendidos en vista de la publicaición de una
Algo había, sin embargo, ahora a través de LA GACETA LITERARIA R r los futuros educadores de las multitu- serie de obras de eseritores hispanoamerica-
él. Su sonrisa ahora tenía más' de enigma APARTADO 33 des. Según !a facultad predominante en el nos, traducidos en diferentes lenguas" En
que nunca. Sonreía, y nadie sabría nunca carácter de un adolescente, pertenecerá, co- España ha mtierto el P. N. E. Club. Sería
MADRID mo adulto, a un tipo especial del que se co-
lo que aquella sonrisa quería decir. Su cor- nocerán todas las posibilidades. El tipo diñculitad para una mayor expansión inter-
tesía nunca había sido afectuosi. Ahora su predominantemente sensorial — según Fe- nacional de nuestras letras.
LA GACETA LITERARIA Página 13
Notas sobre Heidegger no implique paradoja y destruya nuestras in-
terrogaciones. Esta es ahora la cuestión. Ante G AL DÓS
la cual intentamos decir: LA Nada es negación
de la todedad—Allheii—del Ser, Sencillamente

Qué es metafísica el No-Ser. Pero aquí 'obligamos a la Nada


en cierto modo a la supreina determinación de
un ne§,3r, acto específico del entendimiento, que
significa el predominio lógico antes abando-
El último diálogo
n nado. Las posibles relaciones entre la Nada,
E! procedimiento que utiliza Heidegger para la negación y la negatividad. Podríamos, en Al ir paseíítido hasta la gran plataforma bohemio llaman burguesa, porque no la co-
descorrer el velo de la Metafísica es de unatodo caso, aceptar, que "Ja Nad.a es comO; el del Retiro donde los rosales en flor formah nocen ni pueden alcanzarla. Sí, aquí me en-
sencillez encantadora. No se trata de locali- no y la negación originarios, primitivos"..
zar un sector en el territorio de los saberes y Pero notemos que profundizando un poco la amable Rasaleda, me desvié un poco h-a- cuentro bien situado. Un poco más cerca de
otorgarle como premio a svi audacia teorética más en este camino hacemos depender la po- cia ©1 lado en que se espesan los árboles y la calle y ya me sentiría incómodo. Por ejem-
el reino de un sistema. Es otra cosa bien dis- sibilidad de la negación como acto intelectual, haga como el gesto de quien apatía con ¡os plo, ahí al lado está Campoamor, colocado
tinta. Heidegger río cree oportuno auxiliarse y, por ende, el entendimiento mismo,, justa y brazos, extendidos la maleza. Allí sorprendo en espectáculo, frente a la doble fila de auto-
de toda esa vieja problemática que la Meta- precisainente de la Nada. Todo ello nos indu- a Galdós sentado en su sillón. ¡Ahí Pero móviles circulantes y con una serie de figu-
física tradicional colocaba ante el investigador ciría a hablar de. una cierta iniposibílidad for- esta vez el sillón es de mármol. El grande
de una manera irremediable. La Metafísica con- mal de plantearnos el problema -de la Nada. ritas de mármol y bronce alrededor. IJC
siste en un grtipo de cuestiones, y en el grado Ahora bien, si nosotros, a pesar de toáa ello hombre está iimtóvil en su postura preferi- compadezco. Yo he tenido la suerte de un
en que éstas existan logrará aquélla su' propio seguimos, adelant^. r¡p5 prenderíanws de una da y ya no podrá incorporarse en tcclo el escultor discreto e inteligente. A mi no me
perfil. Ahora bien: esas cuestiones aludidas enésima firmeza. La de que . si la Nada tiene ourso de la eternidad. importunan figuritas ridiculas. Créeme que
no son unas cuestiones cualesquiera, cuyo úni- derecho'a 'Ser^iorobkma, debe' .sernos dada de Es la postura que otros muchos escrito- uno de los mayores' éxitos del grande hom-
co sentido mclafisico sea el de haber fracasado antemano;- suior g.egebé'fí sein. Y la posibi^ res, poetas y filósofos han escogido para la bre consiste en tropezar con un buen es-
ante ellas los métodos ordinarios—científicos, lidad de su hallazgo:.tiene,^que ser igualmente
. lógicos—de investigación. La legitimación me- indubitable. Si bien acontece que para encon- larga espera de la vida inmortal. Los gue- cultor para la aventura del monumento
tafísica se nutre de otro género de exigencias. trar algo hay que tener ya de él, de una ma- rreros célebres prefieren quedar convertidos final. Hay monumentos que son po.sitivos
Las cuestiones son, en cierto modo,, elabora- nera o de otra, un satwrr. • ¿Existe en este caso en bronce en, la actitud de arengar .a unos asesinatos. Y ese crunen, ahí está lo peor,
das, obtenidas, siquiera en un instante fuga- peculiarísimo de la Nada algún rastro o indi- batallones imaginarios, montando un caballo puede durar siglos.
císimo, con ayuda de una dimensión profunda cio de esa índole? ¿Y .cabe hablar, si no, de que se encabrita sin saber por qué y esgri- —^En efecto, no puede usted quejarse,
y radical que en nosotros reside. una especial investigación en la que resida un
puro encontrar? Ein Siichcn, dem evi reines miendo' una espada contra unos enemigos don Benito. El artista, le ha dejado sentado
Pues bien; Heidegger, ante el inmediato com-
promiso de definir la Metafísica, realiza en su Pindén zugehortf Fijémonos de nuevo en la que ño existen. Los fainosos políticos y ora- en un espléndido y cómodo sillón como a
honor la mejor cosa, a saber: Requiere una difusión que de la Nada hemos hecho. "La Na- dores gustan de quedarse en pie, vestidos de usted tanto le gustn,ban. A.sí le es dado a
cuestión, elegida entre. aquellas sobre las queda es la simple negación del Ser como un levita y con los brazos cruzados sobre el usted abandonarse a isus reflexiones y qui-
recae más evidente y general sospecha de ca- Todo." En ella existe una indicación notifica- pecho, o en la postura gesticulante del que meras etemales, sin perder contacto con las
rácter metafísico. Comprueba luego que sudora del precioso interés. dirige un discurso arrebatado a un audito- cosas y 'personas que amó en su vida mor-
planteamiento es extraño a las ciencias, y, por Ahbra bien; ¿corno es posible que tengamos rio suspenso y conmovido; y siempre sue-
tanto, que éstas no la, reconocen como proble- frente a nosotros, dado, el Ser en tanto totali- tal. Aquí los pájaros vienen a retozar en el
ma. Examina después el sentido lógico que dad? Pues de su negación, hemos dicho, surgi- le ocurrir que el auditorio esté formado por césped siempre reverdecido, y en- abril lle-
pueda revestir esa pregunta inicial que lanza- ría la Nada. ¿Cómo ha de sernos abordable la los gorriones del jardín o por los niños que garán a posarse en los arbustos en flor los
mos a todos los objetos: I-a de qué cosa sean. totalidad del Ser ? Claro que podríamos' pensar- juegan y disputan. mirlos enlutados, y a .silbar con stis ardientes
Un continuo rosario de paradojas denuncia la en la "Idea", y luego negar lo imaginado en Allí está Galdós. Sentado cómodamente, picos sonoros la mmca agotada canción del
en este punto la impropiedad lógica de la el pensamiento. Por este camino llegaríamos al como el que no tiene prisa. Los pajarillos amor. Aquí vienen sin duda las familias do-
esencia que se investiga. Pero la cuestión es concepto formal de una Nada imaginaria, ade-
de tal índole, que está ahí, ante nosotros, y no más de recaer en la peor clase de idealismo. saltan y cantan en torno, y el verde abanico mingueras a descansar un ratito y a conver-
la hace desaparecer el hecho de que sea impo- ¿Qué hacer, pues? Hay que fijar bien qué sea de la arboleda sacude el aire en calma con sar sobre sus afanes y problemas domésti-
sible adscribirla a unas esferas ontológicas e.so de la totalidad del Ser, Y cómo es posible leves insinuaciones de un suave rumor. Se cos. Es el mismo mundo y la misma huma-
determinadas. Así el esfuerzo inquisitivo ha una experiencia nuestra de esa totalidad. me figura que el genio petrificado conserva nidad que hizo usted vivir en sus novelas.
de continuar, hasta revelársenos una peculiar Vamos a distinguir para ello entre la expe- un último • aliento vital, el suficiente para Y, sobre todo, presidiéndolo y amparándolo
vivencia, del más complejo carácter, enlazada riencia la totalidad del Ser, absolutamente en reconcentrar la atención y poder absorber, todo, el altísimo azul palio del cielo.
a nuevas entidades, que entonces aparecen con sí, y el de encontrarse—sett\.íT, vivir el encuentro— entender y gozar ese leve y suave rumor de
un sentido irreductible y primario. La dificul- en medio del Ser como totalidad, —El cielo, sí; está bien el cielo. Pero a
tad máxima reside aquí, en este orbe origina- la totalidad del Ser. Lo primero es tener ante sí la fronda estremecida. condición de que no nos inquiete y abrume
lísimo de Heidegger, adonde hemos llegado a talmente imposible. Lo segimdo acontece fundamen- ¡Ah! ¡Venturo,sa suerte! Con usted, don demasiado...
base siempre de penetrar en regiones cada vez nuestra Vida. Aparece ya aquí la célebre enti- en
Benito, la Fortuna no se ha mostrado in- —Pues yo recuerdo, don Benito, que una
de más difícil acceso. Hasta vernos de pron- dad de Heidegger, das Dasein. (Sobre esta mis- digna! Puesto que la jubilación es forzosa, vez me hablaba tisted de cómo el hombre de
to en la dimensión radical de nuestra Vida, entidad vital trabaja-hoy con ardor en Es- al menos que nos jubilen con todas las me- las grandes ciudades no mira nunca al cielo,
en su nexo profundo con el Ser. Pero hay que ma paña el maestro Ortega, y los magníficos re- joras y todos los aumentos de sueldo posi- se pasa la vida sin darse cuenta de que exis-
salir de allí para que nuestro hallazgo meta- sultados que obtiene—y espera obtener—los sa- bles. Buen sitio para descansar. Ya no nece- te el cielo e ignora la inefable delicia de es-
físico sea recubierto de fi.irnia catcgorial y
se haga cognoscible. Pues si el momento en bemos muy bien los que frecuentamos las con- sita usted que le tran.sporten brazos amigos tar contemplando y cont.ando la muchedum-
que la cuestión vibl-ó acorde con la dimensión versaciones filosóficas de este maestro.) o serviles de tmo en otro sillón; ya no tien-: bre de las estrellas en la noche serena. Y
esencial de nuestra Vida es el que la reviste Hay vivencias caracteríctica.s, en las que re-
uísted que buscar a las muchedumbres, salir cómo usted sonti.a a veces la nece.sidad de
de legitimidad metafísica, este otro posterior side ese privilegiado aparecerse, descubrirse, el
en que la vivencia adquiere eficacia y estruc- Ser como totalidad. Por ejemplo, el tcdiój Pero a los escenarios de los teatros, ir de ciudad marcharse a un puel)lo del campo sólo para
tura, ademán del Ser, objeto invesligable di- no el tedio corriente que sentimos ante un «s-. en ciudad en perseguhniento de aquel c dor recrearse en la nocturna contemplación del
ríamos, es la más delicada tarea a que la cons- pectáculo, una ociosidad o una dedicación cua- de humanidad que era para usted un vicio cielo.
trucción de una Metafísica da origen. Este lesquiera. No. Aludimos al tedio angustioso, esa y un alimento indispensable. Ahora la Hu- , —Es verdad; me gustaba asomarme al
rango catcgorial de la Metafísica, este exis- indiferencia absoluta que se fragua en las .pro- manidad y la Naturaleza, la voz del hombre infinito del cielo, Pero me daba el vértigo.
tir ontológico tan particular que confiere a la fundidades abismales de la Vida, y que nos su- y del paisaje, vienen donde usted y le ro-
vivencia primaria el hecho de que es apresable merge en las cosas entre pertinaces nieblas. Ese Pronto regresaba a la gran ciudad donde el
por categorías, se convierte, ni más ni menos, tedio angustioso revela al .Ser en tanto totali- dean y acompañan. EtemimiRnt/C. .IVÍienlras cielo no existe o es como si no existiera.
en la razón de ser de la Metafísica. Lo que im- dad. Y nos deja en medio de él de un modo in- supongamos que han de datar eternamente —¿Pues cómo se explica, don Benito, que
pide toda sospecha de relación con otras esfe- dudable. Constituyendo a la par el acontecer este parque, este mármol y estos hombres... haya en la obra literaria de usted tanto es-
ras que por ahí existen, como la probleinática fundamental de nuestra Vida, Y veamos qué re- —No me puedo quejar. En efecto, la pacio destinado a la Religión, tantos perso-
religiosa y más propiamente el problema de la lación tienen estas vivencias—que se pueden muerte se ha portado bien conmigo. Aquí me najes místicos o religiosos y tanta contro-
Mística. denominar metafísicas—con nuestro problema de
la Nada—. Menos que nunca, frente a ellas, au- siento a gu.sto. Sin duda no fui en vida tan versia cristiana?
Ante nosotros tenemos, pues, una dificultad torizaremos a la Nada como negación de esa malo y de ideas tan perniciosas como las —Yo tomaba la R.eligión como tm fecundo
que en el artículo anterior planteábamos. Es totalidad revelada, obtenida. Más bien se nos devotas gentes suponían, pues el Sumo Po- argumento político y literario. Para mí sólo
la cuestión acerca de la NADA. Aquello que ocurre picguntar si no tienen lugar en la Vida der me ha reservado esta que tu llamas ven-
la ciencia abandona olímpicamente como "lo procesos análogos de los que pudiese brotar la había en el mundo litera.t.ura y. política. Me
infecundo". Esta cuestión de la Nada es la Nada, Vivencias metafísicas del mismo ráncjo tajosa jubilación. En otro sirio rae hubiese atraía la Religión por el dr.amatismo que
que sirve a Heidegger en la conferencia que y eficacia. Parece que sí son posibles, y tienen encontrado peor. Pobre de mí, por ejemplo, sugiere en las persona.s apasionadas, o por
comentamos para denunciar o poner de mani- lugar—aunque muy rarísimas veces—en los mo- si llegan a situarme en medio de una graii el fondo de guerra civil a muert/O, que el si-
fiesto el mecanismo a que toda construcción mentos supremos del espanto, de la angustia plaza concurrida, entre el fr.agor de los au-glo XIX infundió a la cuestión religiosa. N o
metafísica obedece. O sea, el esquema de nues- aterrorizada o pánico cósmico. No nos referi- tomóviles, presenciando siempre los desfi- pasé más adelante. Nunca me atreví a aven-
tro anterior párrafo. El análisis de Heidegger mos, claro, a los corrientes procesos de ansie- les oficiales y stifriendo la curiosidad imper-
es una genial maravilla, porque este maestro, dad, desasosie.gd, etc., que olx>doccn a un sen- turarme por las regiones de las íntimas y
a la vez qcu descubre en la Dasein una serie cillo mostrarse pusilánime ante al.go. Y tam- tinente de cuantos pasan. Ya sabes que fui estremecedoras inquisiciones de la vida eter-
de i>erspectivas vírgenes, utiliza con todo pri- bién se' trata de muy otra cosa que de un medianamente tímido, y si busqué a la mul- na!, ni osé preguntar a la noche el secreto
mor el secreto fenomcnológico. Vamos a inteiv complejo de temores. La angustia es, sí como el titud, era a condición de poder abandonar- de Dios.
tar resumirlo en su desnudez más clara. De temor angustia dé algo, i>ero no de esto o la cuando quisiera. E n cambio aquí, semi- —Pero ahora, naturalmente, conocerá tis-
propósito un poco tosca para conferirle cap- aquello. Aparece afluí una imposibilidad esen- oculto por estos árboles, sólo acuden a ver-
tación más fácil. ted todo el misterio..-
cial dé ser detérminable. Lá angustia se hace me los que verdaderamente son amigos y
Nuestra insistente e ingenua reclamación en acompañar de una aureola lúgubre y siniestra devotos míos. El resto de la Humanidad —No me preguntes nada más. Está legis-
presencia de la Nada es preguntar: "¿Qué es No podríamos decir por qué esos adjetivos co- pasa de largo por la avenida de carruajes, lado y convenido que los muertos no poda-
lá Nada?" Pero esta pregunta, la más senci- rresponden a la angustia. Hay quizá también mos revelar a los vivos el gran misterio.
lla y primaria que dirigimos a las cosas, nos una delimitación del Ser como totalidad qi'e enviándome todo lo más la música de las ¿Sabes de algún, muerto que haya infringido
revela una cualidad insólita. En ella conferi- nos sobrecoge y oprime en la angustia. Die bocinas de los automóviles. Sólo de vez en esa ley? No; no ha habido ninguno. Pasa,
mos a la Nada, de una manera o de otra, un Angst offenhavt das Nichís. Quedamos sus- vez, singulannente por la primavera, sue- pues. No puedo decirte más.
Ser. La colocamos ante nosotros como un pensos ante la Iniída de la totalidad. Con esto le venir alguna pareja de enamorados,
.ser. Acontece, pues, con esa pregunta, que sese enlaza que nosotros mismos nos refugie- atraídos por lo propicio del paraje; me mi- —¡Oh! ¡XJna palabra todavía!... ¡Don
despoja a la Nada de lo que constituía su pe- mos en medio del Ser. Sólo la pura Dasein ran, comprenden que yo no he de replicar Benito!...
culiar cnraclcrí.stica. Aquello que al ser preci- recoge el palpitar de la angustia. La angus- Un mirlo enhitado ha venido a posarse en
samente advertido por nosotros, nos impulsaba tia río tolera el lenguaje, pues el Ser como to- nada, y se. abandon.an a los dulces extremos im arbusto florido y se ha puerto a silbar
a preguntar qué cosa "es" la Nada. Pero si talidad estrecha a la Nada y calla en presen- del amor. Pero esto, bien lo salces tú, a mí con su ardiente pico sonoro la nunca agota-
obviamos con, algún artificio esta dificultad, cia de todo lo que consista en decir "es". Nos no me incomoda. Yo hice lo mismo cuando
nos encontramos con (jue también es imposible falta aún la prueba de la vivencia actual de la me fué otorgado hacerlo. da canción del amor.
toda respuesta a esa pregunta. Que por fuer- Nada, Pero su recuerdo inmediato está ahí, y
za consistiría en al.go así como la Nada "es" nos autoriza a decir que aquello ante lo <\w —jOh destino afortunado! La Providen- JOSÉ M > S A L A V E R R I A ,
esto o aquello. Según vemos, tanto la pregun- y por lo que nosotros nos angustiamos era pro- cia, efectivamente, ha sido con usted bené- (Del libro Mn.n'os i-clratos. próximo a puMi-'
ta como la respuesta son por igual paradóji- piamente la Nada, La Nada misma. En este vola. Ije ha dado en la muerte aqtiello que
cas y ab.surdas. Hay, por tanto, ante nosotros, punto comienza para el metafísico la esencial amó en la vida. Lo que significa haber pro- carac.)
un caso en que las reglas fundamentales del tarea. Ha de darnos de la Nada un saber vigo- longado, la vida indefinidamente.
pensar son inservibles. Pues el pensar—we- roso. En cuya expresión consiste radicalmente
—Sí, esta es la •vida que yo amé. Una vida
senhafl imincr Denken' vnn chvas—al pensar el problema de la Metafísica. Ya veremos en
la Nada contravendría su esencial peculiaridad. las próximas notas tomo Heidegger logra la de tono medio, sin p.<isiones excesivas, como
ROGELIO VILLAR
Ante estos fracasos de la pura proyección captación de este saber. La pregunta signe sien- corresponde al infatigable trabajador que yo "/WUSICOS E S P A Ñ O L E S " . - S e -
lógica, el carácter del problema va delimitán- do esta: Wie stchi es um das Nichts? fui. En otras actividades j-nide libar el pla- ¡(unda serie. <t.pesetas.
dose. Necesitamos, pues, localizar la Nada, cer; pero mi gran vicio y mi placer más "LA A R M O N Í A E N L A MÚSICA
hacerla «t cierto modo objeto, y un objeto tal fuerte fué el trabajo. Hay una voluptuosi- CONTEMPORÁNEA"; 1,50.
«Tue la anterior difiailtad de conferirle un ser R. LBDESMA RAMOS
{CoiMnu'ará.') dud qíie los Iiorabret <3« m i ' t-waaperftHaento "TEÓRICOS Y MÚSICOS". 1,50.
Página 14 LA GACETA LITERARIA

N O T I C I A R I O
te profesor de espafiol en Norteamérica, Eras- Una edición de las "Pintojas rajcional««",
mo Buccta. Pregimtado por sus trabajos y de Antonio López de Vegi.
preparaciones, nos ha ofrecido esto» datos;
EN PREPARACIÓN: Sea, bien venido nuestro querido amigé ep-
m libro español en Praga.—La Agrupa- « la Academia de la Lengua, a la Casa de
iCÍón de Amigas de Checorslovaquia, en Vclázquez y a un grupo de poetas espa- ReJadones anglo-hispanas. (/» Memoriam tre nosotros, siquiera sea transitoriamente.
sil -última reunión, se ha ocupado particu- fiO'les. a Bonilla, T. 11.) ***
larmente del proyecto de una Exposición Coincidiendo con los que ,se 'celebren en Nuevos datos en tomo a "Noruega, sím- Sobre la conferencia de Ossorio y Gallar-
•del Libro Español, en Praga. Y ha acorda- Francia, se realizará el segundo ciclo de bolo de la oscuridad". (Hoonenaje a Leite de do.—Es ya famosa la última conferencia de
do invitar a lo-s principales editores espa- actos, aún no acordados, pero que acaso Vasconcellos.) Ossorio y Gallardo. Ha merecido comenta-
ñoles a que participen en esta empresa, se terminen con eJ viaje a Maillane de una Algunas notas históricas al prólogo del "Ca- rios elogiosos del público que la escuchó.
que tiene por objeto la expansión cultural Co:nisión de .poetas y escritores españoles, ballero Cifar". (En R. F. E. y otro par de Ha merecido comentarios efusivos en la pren-
literaria española en Centroeuropa. encargados de llevar una corona de laurel misceláneas en la másma—«na sobre Fr. Am- sa de Madrid y de toda España. Pero tam-
E»ta Exposición será realizada con 'a a la tumba del vate provenzal. brosio Montesino y otra sobre una posible bién, como no podía por menos de suceder,
ayuda de las Cámaras Oficiales del Libro * .* * influencia de Erdlla con Fernando de He- obtuvo Ja oposición, incluiso ej dictamen
dé Madrid y Barcelona, y, por otra par- Un nuevo catálogo editorial.—Para quie- rrara.) severo.
te, por el Instituto español e iberoameri- nes gusten de los libros, aquí está este Contri'budón al estudio de la diplonfacia de Nos referimos al diálogo que hubimos de
cano de Praga. nuevo catálogo de la C. I. A. P. En él se los Reyes Católicos. La embajada de López sorprender, a raíz de la conferencia, entre
Vista la disminución sensible de la ex- incluyen casi todos lo« autores de la lite- de Haro a Roma en 1493. (En Anuario de dos de nuestros más significados intelc'C-
portación de productos españoles hacia Che- ratura española contemporánea, con opi- Historia del Derecho Español.) tuales.
coeslovaquia, la Agrupación ha expresado niones sobre los mismos nacionales y ex- El valor simbólico de los fonemas, según —i Qué le parece a usted Ossorio?—pre-
€l voto en pro de una nueva participación tranjeras. Colección de Clásicos. Colección los antiguos preceptistas españoles. guntó uno de ellos.
de España em .la Feria internacional de de libros raros. Colecciones de Documen- El ocaso del arte mayor. —¿Ossorio?—contestó el intelectual de
Praga. tos inéditos del Archivo de Indias. Colec- [Alguna cosa sola, D. Diego López de más significación, de más prestigio—. ¿Os-
Finalmente, la Agrupación ha tratado de ción , de libros populares. Monografías, et- Haro.] sorio? Ossorio es un bufete entre dos platos.
diversas iniciativas culturales referentes a cétera. To'da la Prensa, de España coincide
la difusión de la ciencia y el arte checoes- en señalar este catálogo como el más im-
lovaco en España.
* * •
pártante puiblicado 'hasta ahora por una
casa editorial,
LIBROS AMERICANOS
Una amiga de Loti.—Aíadame Louis Bar- * * • MEDIDA D E L CRIOLLISMO, por CANTOS D E L ARADO Y D E LAS
thou, que acaba de morir, fué gran amig-, La viuda de Anatole France.—^Ha- sido Carlos Alberto Erro.—Hay dos estados de H É L I C E S , por César Alfredo Miró. Que-
y confidente de Loti. Se sabe que el autor fe'icidad en los pueblos: uno letárgico, pa- sada.—Publicaciones el Ina. Buenos A'res.—
abierto el testamento de la viuda de Anato- sivo, cuando aun el pueblo no se ha descu- Debajo de estos versos hay un buen poeta.
del "Pescador de Islandia" se gloriaba de le France. En él quedan designados como bierto, no tiene conciencia. Otro de sosie- Debajo, y muchas veces, en ellos mismos.
no leer jamás...; .pero madame Louis Bar testamentarios el bibliotecario de la Come- go, de plenitud, de goce, cuando'ya se ha Ya es bastante. Y traducido a pronósticos, el
thou, con un tacto y una gracia admira- dia Fr:incesa y Fernando Baudat, magis- encontrado a sí mismo, cuando vive—al fin— resultado sería en extremo halagüeño. Lo
una existencia clás'ca, perdurable. Pero en- más grave de un libro no es que tenga ex-
bles, suplía el abandono del escritor, infor- trado, que ya fué testamentario de Anato- tre estos dos extremos hay el estado an- cesos., s'no faltas. Es decir, que no admite
mándole sobre las mejores obras e inclu- le France. La viuda del autor de "Thais" gustioso del pueblo que se busca y no se una tanización. Debajo de lo que sobra
so haciéndole de ellas una aguda crítica. instituye como heredera a la ciudad de encuentra. La Argentina está sufriendo est" siempre suele haber algún peso de valor.
desventura. Y nosotros, los españoles, lle- Debajo de lo que falta no hay sino un hue-
Así Loti, de! que se dice que, en efecto, París, y especifica que el Museo Galliera vamos ya varios siglos doliéndonos del mis co, un vacío.
nada leía, sorprendía frecuentemente a sus deberá recibir las ediciones artísticas de las mo mal. lEn Miró Quesada, no todos los poemas
compañeros de letras por la justeza de sus obras de Anatole France, así como las car- Mientras llega este encaje histórico. Tos tienen el mismo valor. Ni dentro de cnda
observaciones. tas personales que, se conservan del maestro. intelectuales se encargan de producir la te poema todos los versos tienen 1a misma be-
* ** * ** rapéutica, la doctrina. Los escritores jóv,- lleza. Pero prescind'endo de estos desnive-
nes de América están empeñados actual- les, su poesía alcanza horizontes de auten-
"Nueva España".—iSalió el primer nú- Mac Orlan en Madrid.^—'El gran escritor mente en esa búsqueda afanosa de la na- ticVlad lírica, y en la mayor parte 'de los
mero de esta Revista, dirigida por Anto fra.ncés Pie.rrc Mac Orlan se encuentra en cionalidad. No se sabe cómo van Tas pes- casos encuentra la expresión justa, acerta-
nio Espina, Adolfo Salazar y José Día.í Marlr''(l. Viene de Barcelona, y va de paso qui.sas. De momento sólo se advierte una da y poética.
conexión juvenil para exaltar valores.y he- Y aun más: admiro en Miró Quesada -ese
Fernández. Mitad política, mitad literaria. a Marruecos, donde piensa haoer, enviado chos nacionales. Todavía las voces no lle- esbozo de poeta cívico, soc'al, no logrado
Mueva España cumple y colma los propó- por el "Petit Journal", una serie Ae cróni- gan a las plazas: es -U'n nacionalismo inofen- todavía, pero cuya advertencia hace piresu-
sitos de sus directores, constituyendo, por cas sobre d Marruecos francés y español sivo. poner a un poeta lleno de inquietudes hu-
su espíritu, en Madrid, im espejo donde Las ediciones "UÜses",, que .recientemen- El libro de Carlos Alberto Erro tiene una manas.
confluyen aspiraciones serias, legítimas. El te han traducido su gran novela A bordo mezcla extraña de alegría y de real'dad, de T E N S I O N E S Y ALEGRÍAS, por Car-
exaltación y de indagación. Se advierte en los Alberto Garibaldi.—Ed"torial Albatros.
primer número inserta, entre otros artículos, de la "Estrella Matuthui", le preparaban un seguida la presencia de un joven valioso Montevideo.—Si hiciésemos una comproba-
prosas de Azorín, Jarnés, Rejano, Díaz F°r- sencillo homenaje; pero la brevedad de su —razonable—que busca en todos los medios ción del título, nos sentiríamos defraudados.
náridez, .A.do1fo Salazar, I^uis Calvo, Fer- estancia en Madrid ha obligado a aplazar- intc'crtuaics los mitos donde afianzar—v En los versos de este poeta no hav n' ten-
justificar—el nacionalismo de su generación. siones ni alegrías. Estas son palabras que
nández Armesto, Editoriales políticos, crí- le hasta la 'próxima pr'mavera. De regreso Carlos Alberto Erro parece haber encon- pertenecen al poeta en dominio y no al poe-
tica teatral, etc. Este primer número de de Marruecos, Mac Orlan se detendrá más trado uno: el crioll'smo. Ahora bien, mien- ta dominado. Son palabras de contención,
Nueva Es¡>aña ha sido muy leído, muy co- tiempp en Madrid, ciudad •que desea cono- tras no exista el fervor popular de la creen- de perfección.
mentado. cia, el mito no es válido, el mito queda re- Previa.mente, el poeta inicial y joven tien-
cer más a fondo. ducido a una simple palabra más o menos
* ** de—como Carlos A'herto Garibaldi—hacia
Ahoira., en su brev« estancia, sólo ha po- feliz. lo 'Contrario: hacia la anárquica indiscipli-
• Blasco Ibáñez.—"Les Nouvelles Littérai- dido conocer a',s:pe'Ctos superficiales. Varios Exactamente precisando: el criollismo es, na. Comprende mejor la d'stensión que la
res" alude en su último número a la gran- amigos le han llevado a ver "La copla an- en la actualidad, algo más que una palabra tens'ón. Mejor la tristeza que la a'egría.
deza y servidumbre de Blasco Ibáñez cr daluza"—-buscando un espectáculo españo- y algo menos—bastante menos—que un En este orden, Carlos Alberto Garibaldi
mito. Es u.na bandera literaria—Borges hace sus poemas iniciales imprecisos aún,
Francia. Se pensaba, como se sabe, que la lista—y le han orientado en una visita al Silva Valdés, Rojas Paz, etc.—^todavía en nebulosos de caos sentimental. A casi todos
Municipalidad de Mentón acogería con ge- torreón-mtiseo dé Ramón Gómez de la Ser- canr'no de norvenir. ellos i'es falta concrerión, un poco de geo-
nerosa comprensión el monumento que los na. Mac Orlan marcha encantado de Es- UN " F I L M " D E LA L I T E R A T U R A metría. Cualidades, al fin, de 'd'sciplina que
amigos de Blasco querían consagrar a su paña, renovando su deseo dr volver pronto. MEMBRINA D E HOY, por M e g á f o n o - suelen faltar, en la iniciación, a los buenos
Ediciones Glcizer.—B'ucnos Aires. Este li- poetas, incluso.
memoria. Y, sin embargo, los munícipcs, LA GACETA L.ITERARIA .s-aluda al gran es- bro no es la comprometedora antología, si- N A I P E ADVERSO, por JuMán Petro-
con su negativa, han echado por tierra 1a critor francés y lamenta que la brevedad de no—más simp'emente—^una manifestación de vick.—Edic'ones Ande. Santiago de Ch'le.
bella idea. su pa.so haya hecho imposi'ble el homenaje existencia. La calidad 'individual de cada es- Chile es un país donde los poetas están em-
critor agrupado tiene .menos importancia peñados en una causa cur'osa: en la reno-
Y un amigo de Blasco—Jean Cassou— que estábamos obligados a hacerle. que la presencia colectiva. Es 'un volumen vación del romanticismo. Pero sin estética,
se lamenta: * ** de voces en unísono—juveniles—que recla- sin profiósito. No creo qué los nuevos poe-
•—'Los escritores franceses, entre los cua- Véxex Glaldós.—'En b'reve aparecerá un man su ángulo en^ el concertó de los nue- tas de Chile se llamen a sí mismos neorro-
les tenía Blasco Ibáñez tantas devociones, nue\>o volumen de Benito Pérez Galdós, vos valores argentinos. . mánticos. Es otra cosa. Yo he conocido per-
Que haya en una ciudad de provin-~Í3 sonalmente a Pab'o Neruda, y esto ha ser-
sabrán con sorpresa y con dolor que el re- "Aíemorias", correspondiente a las "Obras —^Mendoza—^nueve escritores estimables, re- vido para explicarme el nuevo romanticis-
cuerdo de este hombre extraordinario, des- inéditas" del novelista, que viene .publican- vela hasta qué punto la literatura argentina mo de sus versos. El es un hombre de som-
bordante de vida y de 'cordialidad, ha sidc, rlu, con prólogos y notas de g.ran interés, actual ha llegado a un período de plenitud nolencias, de inflexiones de voz oscura, ca-
Bien es verdad •que la abundancia no de- dencioso, lento. Entonces iba hacia la In-
apenas a los dos años de su muerte, humi- el poeta argentino Alberto Ghiraldo^ dia, y me pareció que buscaba su verdado'-o
termina la calidad, sobre todo en América,
llado por eT pueblo mismo en qui- él, jíreoi- •« 4> *
donde cada ciudadano es un poeta.^Pero so- paraíso.
samente, iquiso fijar su gloria... (En isustitucíón de los libros de guerra. bre esa ma'Sa anónima de hombres'que ver- El romanticismo de Tos poetas de Chile
* •, * En S'U'S'titució,n de los liihros 'de guerra, sifican, no es difícil distinguir a los poetas consiste en esto: en que potencian la an-
auténticos, jóvenes, con nueva voz y con gustia de la intimidad. Pero la int'midad
Homenaje a Mistral.--Ha quedado cons- adviene a Europa un tipo de literatura mi- di.stinta.s inquietudes. es ini mundo y cabe vivir exclusivamente
tituido el Comité que, por iniciativa, del tad cinematográfica, mitad folletinesca. A lEimilio Antonio Abril abre el volumen en él. Estos poetas no se reducen, no vier-
diario "Comcedia", de París, ha de organi- este tipo de literatura, 'casi incatalogable con unos poemas de amplio ritmo, desnv- ten lágrimas sobre sí mismos. AI contrario,
zar en Madrid el ^homenaje a Mistral, en por sus distintos, encontrados aspectos, co- dos de palabrería superfliua, certeros de imá- irradian fuera, se exp'anan, se ensanchan.
o'casión de su centenario. Forman •dicho rresponde la cíbra, recién publicada en es- genes. A continuación, Luis J. Dalla Torre De este modo consiguen que el centro ro-
Vicuña hace unos juegos líricos con distin- mántico de la intimidad 'tenga Sugestivo cer-
Comité los señores siguientes: Benavente, paño!,, d'C Ileintz Evers, "La Mandragora". tos árboles, y en varios poemas que siguen co de ondas vitales. El mérito de ellos con-
Francos Rodríguez, Menéndez Pidal, Alta- * • • muestra, con belleza indiscutible, su incli-. siste en saber adornar con una Imaeinación
mira, Marquina, Díez-Canedo, D'Ors, Lo- Pi y Margall.—No como hecho políti- nación hacia una poesía objetiva y visual. frondosa el tronco viejo de la sentimenta-
Vicente Nacarato publica unas greguerías lidad romántica.
renzo, hermanos Machada, Ardavín, Rusi- co, pero sí como acontecimiento literario, personalmente con desembarazo de escritor
fiol, Díaz de Mendoza y la redactora co- hemos de consignar el éxito obtenido por PetrovJck consigue muy bellos poemas
que no necesita monitores. Serafín Bernar- por este procedimiento. Es. desde luego,
rresponsal de dicho diario, Remée de Her- "Las Nacionalidades", de Pi y Margall. do Ortega publica un 'Sustancioso ensayo so- menos romántico que Neruda, y, por cotí-
nández. bre Azorín. Seguidamente, otros tres poe- siguiente, más objetivador. A veces captura
Ha rebasado todos los cálculos editoriales, tas muestran su fina intuición: José E. Pei- expresiones concretas, forzadas y disonan-
Los acuerdos tomados en la última re- y una edición de siete mil ejemplares ha re, Guillermo Petra Sierralta'y Jorge En- tes. Pero casi siempre es tanto eT desborda-
tjnión fueron Tos siguientes: desaparecido de las librerías españolas en rique Ramparin. R'cardo M. Setaro firma miento imaginativo que llega a la subron-
Se celebrarán dos ciclos de actos.. El veintiocho días. un cuento lleno de humorismo moderno. Y, riencia, a lo que po'dría llamarse un superrea-
• • •
por último, cierra el volumen unas prosas lismo aséptico. Entonces es cuando consi-
más inmediato, que tendrá lugar en mayo de Ricardo Tudela, donde confirmo de nue- gue la,s imáp-ienes y las expresiones más
próximo, constará de tres partes, cuya or- El profesor Brasmo Buceta. V'O mi opinión inmejcirable sobre este gran bellamente ilógicas.
ganiaadón se propondrá, respectivamente. Se halla entre nosotros el joven y etnintn- lírico americano.
César Mv ARCONADA,
LA GACETA LITERARIA Página 15

E s ca p a r a t e He Libros
"CUANDO YA ESTE podría ser cierto entendiendo que esos si-conquistas de la psicoanálisis. Pero siempre STOVENSON: / Í Í extraño caso del Dr. Jekill
sin explicaciones, en una serie de fundidos
glos no fueron •confusión,, sino infinitud, de- y Mr. Hyde.—C . L A . P.—2,50.
TRANQUILO" seo de dar un sentido total a cada menudo
y claroscuros muy de "film" alemán. Libro
que entra plenamente dentro .de la clasifi-
objeto, y paralelamente reducir la nota gran-
cación "literatura de postguerra.". Uno de "El extraño caso del Dr. Jekill y místeT
Eugenio d'Ors comienza ahora a publicar Hyde", de Rdberto Luis Stevenson, es la
los libros que como reacción contra los
dielocuente de la vida entera a un gracioso
su colección definitiva de obras. Una colec- temas bélicos cultivaron un exaltado espl- novela cumbre'de este autor y ima de las
ción total', inmensa. Hecha página tras pági- y simpático juguete. El ha dicho: "No hayritualismo que rozaba los linderos de lo novelas más interesantes de 'la literatura
na, minuto tras minuto. Paralelamente en tres término medio para la escultura. O es un sobrehumano. inglesa. Por cualquiera de sus aspectos, esta
idiomas. Con una absoluta continuidad de la- dios o es un bibelot". Esos son su prosa y Recoge "La Aíandrágora" motivos de la obra ofrece valores sobresalientes, calidades
leyendas de brujería y hechizo, .cuya raíz
su idea; devoción, unas veces; otras, recreo, estética.s admiraWes, singular esiiiritualidad.
bor y vida. Sintiendo el tiempo' y dando a las de que la realidad tal como la ve el vulgo
vibraciones del paso del tiempo 'temblores fruición en todo momento. Prosa clara, lim- Y nótese que estas aspectos no son sólo de
no es la realidad verdadera. Busca en todas
de revelación. El título de la colección: písima, impecable de •contornos, lógica, inte-
las cosas el sentido terrorífico, "el tabú". orden literario. "El extraño caso del Dr. Je-
ligible para todo intelecto, nunca fácil por
El verdadero protagonista del libro es la kill y Mr. Hyde" tiene al lado de su estilo
"Orbis Pictus". El del primer volumen:
su misma abundancia de ideas. Pero siem- planta mediterránea—célebre en todas las —pulcro, como todo lo de Stevenson—notas
"Cuando ya esté tranquilo". Son obras com- leyendas .de brujería y hechizo—cuya raíz que ya no pertenecen a la inventiva, ni a!
pletas y, sin embargo, no deben llamarse pre comprensible. Hay que desvanecer el tiene forma humana y a la cual se han atri-
prejuicio de un Oirs recargado y sibilino. modo original do novelar de su autor,
así, con esta frase que abre la puerta del buido siempre poderes de captación de per-
sonalidad. Esta planta encarna—a través de sino simplemente—pero de llentv—a la mo-
olv'do. Porque son las obras de un espíri- Acaso no hay otra prosa tan exactamente
trucu'entos enrodos^—en una "mujer fatal". ral. Para quien lea apasionad,amente este li-
tu joven. Juventud significa inquietud, an- matejnática, tan a^bsolutamente esencial. bro (con la pasión que despierta su asunto
Equilibrada entre la conseja y el "film" de
sia de horizontes, infinittid, fruición de la aventuras, •o.rientada hacia el campo de lo extraño, intrigante, interesantísimo), acaso,
GIL B E N U M E Y A sobrenatural, al ueo de las musas poptilares, no repare en el fondo ético, incluso ejemplar,
vida, gustada como el más sabroso fruto;
todo eso es Ors. En perfecto eq-uilibrio en- tiene, sin enibargo, una auténtica calidad que prasenta artísticamente ©1 dualismo de
literaria—dentro de las reglas estéticas 'más uno de sus personajeü. Ese hombre dividido
tre el pensamiento puro y la pura acción. actuales—\ la de dejar en duda la intención,
"Ventaja en el saber, ventaja en el res- entire burlas y veras, entre magia auténtica en 'dos, encarnando indistintamente en dos
MAURICIO BACARISSE: '^Mitos^\ Mundo La- y aberración mental. Ni afirma nada ni
hombres—^imo bonísúno, otro malo, crimi-
pirar, serenidad guardada a -medias por las
tino, 3,50. niega nada. Deja los episodios en una ne nal—, representa por sí mismo la lucha ín-
teorías, a medias por los ritmos." He aquí hulosa que les da patente de modernidad. tima, habidíi en todo espíritu humano entre
a Ors. los sentimientos bondadosos y sus extremos
El nuevo libro de Mauricio Bacarisse,
En esta serie de "Obras completas"—o Laerte de FERRETEA opuestos.
Mitos, supone un adelanto feliz sobre su
mejor, de obras perfectas—^el primer volu- Pero cuando liablamos de moral, como
obra anterior, también •de versos. El Paraíso
men «s una iniciación ampliamente repre- cuando hablamos de intenciones sociales, hu-
desdeñado. La naturaleza del poeta obtienj
sentativa; sus distintas partes resumen va- manitarias, con relación a ima obra de arte,
en esta obra de poemas su mejor ex,posi- parece que ésta ha sacrificado algo de su es-
riadas perfecciones en un .mosaico de pe- ANTONIORROBLES : 26 cuentos infantiles-—
ción, revelación y fuerza, depurando coi tética en obsequio .dé sentimientos legítimos,
queñas, exquisitas gilosas. "Las glosas de] C. "I. A. P.—3 toma«, 12 pe.setas.
clarísimo sentido de \o lírico lo que a la líri- pero secundarios. En este caso particular de
agua tranquila", "Granada", "Barnizado",
ca corresponde. Es •deoir, Mauricio Bacaris- Stevenson-^y más concretamente, en "El ex-
"Velada de música", "Cosas de cntrete- En punto a literatura infantil, las niños
se, poeta de gran intimidad, poeta de—como españoles se mitren, se han mitrido hasta traño caso del Dr. Jekyll y Mr. Hyde"—la-
nes", "Bajo el signo de la más cara", "Pa- zona moral, social, hujnauitaria, etc., hay-
se decía, como no Iray más remedio qu«; ahora, de libros .extranjeros. Nuestra infan-
ra ver el entierro del Conde de O'rgaz", que extraerlas, .por interpretación, de una
decir—"vida interior", logra en estos ver- cia sólo entabló relaeiones, por lo que re-
"Lo m'smo en la región del saber", " E ! obra de arte purísimo, reducida a, sus justos
sos apartar, versificando, aquel tipo de sen-eordíimoR, con Perrault, con Svvift, con Aiini-
padrenuestro del indio quichua", "Glosas limites, escueta. I^a novela de Stevenson es,
saciones que no caen de ;lk'no, .por anti- cis, con Defoe. Ello^nos refrescaban y per-
de un académico heterodoxo", "Virtud", mitían vuelos a \^iestra imaginación, oiiresa ante todo, ima novela cuyo a.simto arrastra
poéticas, en el plano de la .sana poesía.
"Deportes de invierno", "Bondad y forta- con tanta mesura moral como despedía la al lector a lo largo de mivchas páginas, intri-
Esta depuración es problema que sólo han gadísimo. La zona moral será perceptible sólo
leza", "Es'tética y máquina", "Espejo de figura pedagÓEtica, insoportaWe, de Juanito,
de plantearse los buenos poetas. Bacariss'' a quien vea. tras el persionaje desdoblado un
virtuosos artistas", "Motivos de Andalu- el niño qtte alojaba en su pecho "un 'corazón
ha luchado con esas ecuaciones, hijas de caso de conciencia, una lucha íntima común,
cía". Controvertibles en algunos de sus con- de oro". Del "Jnanito" (seudoespañol) había
su extensa sensibilidad, hasta obtener estos casi universal: la lucha existe en mayor ó
ceptos, .indiscutibles por ia virtud de su hon- que saltar al extranjero para presenciar al-
signos puros, esenciales, que constituyen 1 sruna rica y fasicinn^nte aventura literaria. menor proporción en todo hombre, con más
rada, escrupulosa construcción. Muchas ve- violencia en los mejores.
cadena brillante de poemas, deslumbrante Cuando nos obsequi,iba.n con un libro infan-
ces, una fusión absoluta con el alma de las La reputación de Steven.son ha aumentado
en imágenes, de su libro. til, sabíamos que éste podía corresponder a
cosas. después de su muerte, siendo numerosísimas
Todo ello en contra de su teoiría. En' una do est^as das diferenciadas especies: a
La obra de Eugenio d'Ors escapa al co- la especie pura, .del libro puro, sólo desti- las ediciones que se han hecho, posterior-,
contra, naturalmente, del prólogo de este
mentario. Porque su nota esencial es el nado a distraer, o a 1,* especie impura, que mente, de sus obras. Cuando la novela deja
libro, donde Bacarisse argumenta en per-
predominio de los valores íntimos. Entre de=»liznb,T siempre algtma moraleja, una lec- de ser un relato p.ara convertirse en un aná-
juicio de la ithagen y a favor del mito. "El lisi.« psicológico, Stevenson tiene el acierto
Ors y la realidad, entre Ors y la belleza, ción de Geografía o un ejemplo histórico, al
mundo antiguo—dice Bacarisse—-así lo con- de poner su gi'an talento al servicio de una
no hay intermediarios. Ni sitio para una amparo del muí; tenue, insulso de los relatos.
cibió, y a su sentir me adhiero. No es dej-r literatura por el e.stilo de la de Scott y no
glosa. Eugenio d'Ors dialoga con las cosas El libro franco, abierto, imaginativo, au-
den por la imagen coono anillo de boda inferior a ésta por su estructura, por el mé-
valorándolas y dándolas un nuevo color. ténticamente inocente, no 'ha existido en
de dos ideas o de Üos diseños; pero ella Esp.aña para los niños. En esifce sentido sólo todo de su narración, por la brillantez de
Literatura toíémica la suya, literatura que su estilo. Incluso superándola, en cambio, en
es ai mito lo que el anillo de boda es al son consignables los cuentos de "Pinocho"
dota de un sentidp mágico a todo lo exis- técnica y elegancia. A estas cualidades ee
amor de los esposos. Y yo prefiero diva- (recreados y aclimatados aquí por Salvador
tente y de una existencia auténtica a todo une cierta liljertad y una gracia más fran-
gar sobre ese amar a contar los quilates Bart.olozzi)" y "Platero y yo". Pero "Platero
lo mágico. Fervor. No se coloca frente a cesa que ingle.s'a, lo que explica,, en parte,
de la sortija. No es mi propósito ex'tende'- y yo", con todos sus valores etemales, no
la belleza contemplativamente, ni junto a en el libro que rerfinere, ni entiende, a mi el éxito (le St«ven.son en Francia.
me en la justificación psicológica die la
la belleza, ni bajo el signo de la belleza. juicio, la imaginación infantil. A) español hay tr.aducido de este autor
formación interna de la metáfora, sino de- La ¡«la del tesoro, La flecha ne^ra, El di-
Hace de la fruición estética una comunión De cuentos gratos para los niños son estos
mostrar que las metáforas no se quedan immitero, Secuestrado, Nuevas noches. Pero,
civil. Comunica su propio temblor a todo tres tomos—"26 cuentas inf.antiles en orden
en esqueleto verbal o en momia imaginat'- ningima de estas obras supera a "El extra-
espíritu bien construido. Henchido de esen- alfabético"—^de Antoniorrobles. Entre otras
va. Cobran existencia y viven su vida. Es- ño caso del Dr. Jekyll y Mr. .Hyde", que
cias cósmicas, sólo quedan dos términos en razones, porque Antoniorrobles no se acerca
tos mitos son un intento, no de reprodu- a los niños con tono pedagógico, sino s-ira- e.s considerada como la obra cumbre de Luis
su producción: El y el Universo. Dialoga
cir su génesis .psicológica en mí, ni de plementp jug.ando. Cada uno de «us cuentos Roberto Stevenson.
con el Universo. Como un Sócrates que
volver a la poesía episódica que condena- es ima broma. Una broma lit.eraria de buen E. S. y Ch.
hubiese vivido en -el barroco uniendo a su
ron sin saber por qué, los arrieros, sacris- guato, gra.cio«a, a.b.s-urda, cuyas contradiocío-
verdad desnuda un sentido de totalidad, un
tanes y horteras de nuestra \ianguardia nes humorísticas devienen el encanto mayor
sentido católico. Así mejor;\ Ors las más
desde 1918 hasta hoy, sino el prurito de de ca.da relato. Quienes oímos a Robles en
puras esencias del pensamiento' clásico, aña- el Círculo de Bellas Artes, hace tmos días,
bosquejar .un resumen de la vida, pasión
diéndoles ese temblor de infinito que viene leyendo uno de sits cuentoa ("Boda de la
y muerte de ciertas imágenes."
de Roma y Jerüsalén. Princesa y Colorín") a un grupo de niñas,
Contra su propia teoría, Mauricio tíaca-
Añade, sin embargo, a la nota desnuda sabemos como reaccion.a.n éstos ante esa
irisse realiza un verso imaginativo, cuya gra-literatura humorística de la época, ten fina
de lo mediterráneo, un poco de patetismo
cia está, además de en sí mismo, en su como alegre. Robles ha puesto en esioa re-
ibérico, casi semítico, que redondea las
distancia prudente, estética, del mito... Buenlatos sti grande imaginación, también su in-
grandes líneas de su pensamiento y le con-
poeta, Bacarrisse no le importa contradecir- fantilid.'í'd (espíritu poético),, como asimismo
vierte—acaso a su pesar—^en una figura esen-
se, en beneficio de s-u libro, en un mismo su sentido preciso, para nosotros exacto, del
cial del mundo español. Su universalidad LIBRERÍA ESPAÑOLA EN PARLS
libro. ,Su .prólogo va por un lado simpá- niño, obteniendo con ello un tipo original,
—absoluta—es la universalidad jesuíta, la nuevo, de cuentos infantile-s. LEÓN SÁNCHEZ CUESTA
tica, cierto en parte y de legítima protesta.
del Humanismo español, la del Sacro Ro- Algunos, como Salaverría., ven en estos
Su verso va por otro, fiel a sí mismo, di-
mano Imperio, concebido bajo las gruesas cuentos dem.isiado intelectualismo. Otros van Servicio esmerado, rápido y económico de
vorciado de teorías, poético.
nubes del cielo de España, que convierten más allá y dan a 'los cuentos de Antoniorro- libros a todos los países.
E. .S. y.Ch, ,
el infinito en un inmenso juego de círculos bles una trascendencia educacional, pedagó-
inspirados. Todo el ardor de la vieja Iberia gica. Posiblemente están en lo cierto quienes
violenta, resumido bajo 'Una fría superficie afirman una y otra cosa. A nmestro juicio, el
de diamantes, dura, pulida, «quilibrada de mérito mayor de estos relatos está en lo si-
facetas, menuda d€ aspecto. O también la H. HEINZ EVERS: La Mandragora. Mundo guiente:'en que consiguen distraer a los ni-
Latino. - ños, y ello sin transcendentalismo, con ,el
enorme espuma solidificada de un océano
puro juego, siempre de buena ley, de la me-
convertido en cristal. Podría decirse que si PARÍS (V.') MADRID
los siglos del barroco no hubiesen existido, Rehabilitación del folletín. Libro enigmá- jor literatura. 10, Rué Gay-Lussac Calle Mayort 4
tico y tenebroso que ^ mezcla las viejas su-
d'Ors los hubies* creado. Pero e»to sólo persticiones med/ievalés cbaí las rdjciemte,» 1 . S. y Ch.
La Gtaú!^ Lttenirta ridad y el prestigio que tengan. Pero ellos de Hollywood, junto al que pondremos to-
VISITAS DE CINEMA son los primero^ en reconocer que con ellas dos cuantos españoles podamos. La pelícu-
no se pueden realizar buenos films. Debe- la—que no puedo precisarle cuándo la ha-
mos, pues, hacer nosotros nuestras pelícu- remos—será hablada en inglés y en es-
las. Pero trayendo una plantilla de técni- pañol.
Los escritores: Ed^^ar Neville cos extranjeros y montando las cosas en
deb'da forma.
—Díganos qué hay de cierto en el divor-
cio de las "estrellas".
Edgar Ncville llegó al cinema por donde una cosa de calidad europea, que es lo que —Se habló de un film que iban ustedes —Pues que en Hollywood, la gente, no se
acaban otros: Comenzó por Hollywood. La no encontraba allí, desde que Harry D'Ar- a hacer en España. divorcia ni más ni menos que se divorcia-
•meta, no solamente de los que suefían con rast—que le ayudó en la filmación de "Una —Es un proyecto que hace tiempo plan- rían aquí. Y que, gracias al divorcio, es muy
el "estréllate", sino de todos cuantos nos mujer en París" y "La quimera del oro"— teamos en Hollywood Harry D'Arrast y difícil encontrar un matrimonio mal avenido.
O'cupamos de cosas del cinema. Por eso se separó de él. Por tanto, yo cuajé muy yo. Se trata de un asunto español, que no —¿Y de la "ley seca"?
Neville, lleva una gran ventaja sobre nos- bien con él y fui admitido en las conferen- es ima españo'ada, aunque haya un tema —'En Hollywood se bebe mucho. Casi
oíros, -que todavía no hemos ido a Holly- cias donde se elaboraba el argumento de taurino en toda la obra. El argumento me tanto como en Nueva York. Y desde lue-
wood, ni hemos visto a "Charlot" ?in "Luces de la c'udad". Y, desde luego, des- costó—ayudado por la critica de D'Arrast go, infinitamente más que en cualquier otro
"maquillage", ni a Doug''.as, ni a Buster de el principio hasta el fin de la filmacióri. y por la muy severa de "Charlot"-—seis país. Es facilísimo encontrar a cua'quier
Keaton, ni a Harry Lagdon... Por eso, El me explicaba todo. El porqué de todo. meses de trabajo. Al final todos quedamos hora cualquier clase de vino, y no dema-
ÑevilIe hablará siempre de Hollywood, de Me enseñaba a descomponer el gesto de satisfechos. Tanto es así^ que Charlie Cha- siado caro.
una forma o'bjetiva. Sin tener que ceñirse los actores—que nadie como él sabe, porque plín nos ofreció presentar la obra. Algo —jY del aburrimiento de Hollywood?
• a los -gabinetes de publicidad de las casas es actor y además genio—. Me dio un pri- definitivo, artística y financieramente. Los —Hay dos cosas. O está uno metido en
productoras. Ni influenciado por las notas mer curso de dirección, que será seguido "Artistas unidos" distr'buirán el film en el engranaje de Hollywood, y conoce a
de los qiif han pasado en él dos días so- de un segundo y definitivo en cuanto ter- todo el mundo. La dirigirá íHarry D'Arrast todo el mundo, y alterna, y se divierte, >
lamente. Neville pu'cde mostrarnos la au- mine su nuevo film. —que habla español como nosotros—^con b'en, pasa todo lo contrario, con el que va
tent^'cidad de Hollywood. Y con ella, des- quien me pasé todo e' mes de octubre re-
—¿Qué hay de ,cierto en sus amores? en turista y vistos los estudios—en una
hacer la leyenda hollywoidense, tan falsa corriendo en automóvil Andalucía. En Gra-
—Que reaímente ha estado enamorado fría visita' de turista—queda completamente
y pintoresca como nuestra España de pan- nada vimos a Falla, a qu'en pedimos «ii
mu'has veces. Con lo de Lita Grey, que aislado y se aburre sin comprender que
dereta. música para nuestra obra. Le conté el ar-
era una menor, le tendieron una celad-i los aburridos son ellos. En el primer caso,
El anunriado viaje de "Charlot" a Es- gumento en una reunión en la que estaba Hollywood es algo maravilloso. En el se-
que le obligó a casarse y en la que le e=-
paña nos ha llevado hasta Nev'lle. Nos- Fernando de los Ríos, y saqué la 'mpr°- gundo, ni más ni menos aburrido que otro
*afaron cerca de un millón de dólares. Abo
otros conocíamos muchas fotos del mismo sión de que les había gustado mucho. Des- 'ugar cualqu'era. Aunque, desde luego, para
ra está más tranquilo y puedo decirle. ]r
acompañado por nuestro literato. Esto nn = pués v'mos a Belmonte, a quien reservamos vivir en Hollywood es necesaria una ocu-
que el mi.smo contestó a Douglas., dosnu'^;-
afirmó su amis*-ad y quisimos la descripción un papel importante y e! que también—en pación d:rcctamente conectada con el cine-
de una temporada en la que no se le habia
de un "Charlot" distinto al de Poulnille. principio—aceptó. Contamos con un fondo ma.. Es la forma de vivir suave, tranqui'a,
visto por ninguna parte: "¡Hola, Charlie'
al de Pau' Morand, al de Waldo Franrk de actores españoles y con unos cuantos indolentemente, en un terrible campo de
-'Cómo estás ahora?—le dijo Douglas—^."
al de Ramoud. En "maillot". Como le ha- de Hollywood, los que han de hacer de batalla.
"Pues muy bien. Ya lo ves. Entre escán- ingleses. El personal técnico le traeremos
bíamos visto retratado con 61. Como nos
dalos." ' Juan P I Q U E R A S
lo ofrec'ó más tarde.
—¿Conoce su posic'ón real ante el c'nc
—'¿Le fué difícil or'entarse en Ho- sonoro?
llywood? -—Sí. "Charlot" ha sufrido la m'sma rear-
—En absoluto. Al primer día de mi lle- ción que todos los intelectuales del mundo
gada me uní a todos. Por la noche, había Pero ron la diferencia de que en é'. tenía
depositado dos rar''as: una para Char'ie y más mérito, por estar en e] foro de ':•
otra para lo-s Douglas Fairhanrks. Y onr
la mañana, Douglas nos invitaba a ''os
condes de Yeves, a mi mujer y a mí a nl-
nrodu'-ción sonora. "Charlot" es una co':,'
V el cine—sonoro o s'lencioso—es otra. F."
'o relat-'vo a él. no 'c importa nada. Sa'^,'
NOVEDADES
moirzar. Douglas hacía entonces "La más-
nne el púb''co arud'rá a sus films, sen'' CU'^NDO YA ESTE .TRAN- Engenio d'Ori^. Píjginns en que la idedo
cara de hierro". Intimamos mucho. Pasa- QUILO
conio sean. En ellos habrá un fondo nii'- gía y la poesía se funden en claras imáge-
mos juntos todo el día. Por 'a nc-he. des- nes lacónicas,—Renacimiento. 5 pesetas. En-
sical. Serán sonoros, pero no hablados. F '
pués de la cena, oasamos los caballeros al cuadernado, 6. Por suscripoión, 4,50 y 5,-50.
dice que no hab'ará nunca. Cosa que me
baño turco. De allí a la piscina. Y en h
piscina, un hombrecito pequeño, desnudo narece admirable, norqne destruiría "^on .=i' TEATRO. Azorin. — Contiene este volumen: "Oíd
voz—humana—la maravillosa sugestión de Spain". "Bra,ndy, mucho brandy". "Come-
sonriente: "Charlot". Durante los die?: día =
= u tino, real a fuerza de irrealidad. dia del art«". Las tres obras más discuti-
sucesivos, vivimos juntos. Por ''as mañanas das y de mayor resonancia teatral de estos
venía un "Rolls" a recogernos. Veíamos —;Y usted cómo ve el nuevo cinema?
últimos tiempo^. — Renacimiento. 5 pesetas,
trabajar a Douglas. Haríamos excursiones —El c'ne hah'ado es un helio, mecánica-
Y una película con areument-o mío y d:- mente es maravilloso. Pero artísticamente ha LAS NACIO-NALIDADES Pi y Margall.—Contiene este libro, que es
r e c ' ó n de Douglas, de "Charlot", de m' matado la bon-ta 'nterrogac'ón que tenía c' la obra cumbre del gran político, todas :as
ñne mudo. F.l mudo es c'ne para p-cnt!^ razones que apoyan el principio federalis-
m'smo.
con imae'nación, F1 hablado es cine n-n--' ta.—Mundo Latino. 7,50.
—j Logró internarse pronto en Vs es- explicar lo mismo que el mudo a las MITOS Mauricio Bacarise.—El poema logra en este
tudios? libro de versos máxima univer-salidad.—
nersonas que carecen de ella. Y como
—En el d" los "Artistas unidos" y "Char- Mundo Latino. 3,.50.
estas se.gundas son mucho más numprosas
lie Chanlin" en se"-in'da. Entraba con ellos
que las primeras, aquí un extraordinar'o SALÓN D E E S T Í O Benjamín James.—Segundo cuaderno de L.\
mismos. En los demás, al nrinc'n'o 'bn co"
ñxito. El pr'mer año de cinc hablado fiif' GACBT.\ LITERARIA, en la cual han apareci-
una entrada de v'sitante. Desnués. ya Inrrr.^ do hasta ahora "Circuito Imperial", de
esoantoso. Pero es porque a los nredn^tores
un pase de escritor. Con estos padrinos E. Giménez Caballero, y "Novísimas gre-
de Hollywood—que son los primeros que
conocí a ''oda la .cren+e ''ntcresante de Ho- guerías", de Ramón Gómez de la Serna.—
carecen de imag'nac'ón—se les ocurrió con
llvwood, Y más ruando formamos una pan- C. I. A. P. 6 pesetas.
dilla intecrrada por Doug'as, "Charlot" vertir e' cine en teat-ro. Prescindieron de
los directores de cine y trajeron de Nueva FIGURAS- DOCTRINAS Y Benjamín Fernández Medina (Ministro del
Ha.nry D'.A^rrast Harry Crocker y yo. Fn EMPRESAS
York directores de escena, que fotogra- Urugua).—Discursos, artíciüos y cartas del
todas las fiestas, grandes y pequeñas, esta iní5Ígne diplomático.—C. I. A. P. 5 pesetas.
trin'-a tenía tm s'tio reservado. Eramos lo= fiaron muy malas obras de teatro. Actual-
que más nos reíamos y los que más dia- mente, son ya los directores cmcmatoirrá- SIETE RAYOS DE SOL Concha Espina.—Cuentos tradicionales ver-
bluras cometían. ficos quienes dir'gen las pelícu'as habla- tidos a la literatura de la autora de "El
das. Y el resultado es totalmente satisftc- metal de los muertos". — Renacimieu'-o.
—jQué casa frecuentaba usted más? 5 pesetas.
'•or'o. Al 'nrincinio hubo mucha más de-
—La de Mnr'on Daw'es. Es donde má'
manda que oferta en el mercado. Cuando PANORAMAS^ MEJICANOS Horacio Blanco-Fombona.—Es aste libro ima
nos hemos reunido. Marión es lo más de-
psto se anivele se harán buenos fihns. Aho- guía exactísima y un índice de todos los pro-
licioso de Hollvwood. Allí es donde se en- blemas de Méjico y de su vibrante actu:ali-
ra que, éstos, lógicamente, estarán dialo-
cuentra lo más rntercsanf-e de la ciudad v dad.—Renacimiento. 5 pesetas.
gados en inglés, y nosotros veremos pe-
lo que llega de fuera. Yo quiero mucho a
sadísimas versiones, LA MANDRAGORA lieintz Evers.—El libro que apasiona ahora
Marión. Como todo el mundo, la estimo
—Por eso nos la harán exclusivamen'-e a Europa. La novela extraña y cinemát'ca,
por lo buena, lo inteligente y lo simpática
' '• ouyo asunto intriga como el má-s episódico de
qtie es. "lara nosotros.
los folletines.—Mundo Latino. 5 pesetas.
—Sin embargo, en su álbum (un álbum —Sí. En Hollywood .se están haciendo
en eT que Nevilk ha ¡recogido fotografías ne'ículas habladas en español. Pero serán Compañía íbero-Americana de Publicaciones. Ldbrería Fernando Fe, Puerta del
en las que aparece con lo más popular de de un resultado espfintoso, por la incom- Sol, 15 Libreril'- Renacimiento, Preciados, 46, y Plaza del Callao, 1, MADRID,—
Cine^andía") hay muchas más fotos de netencia y por la incultura absoluta que. Librería Barcelona, Ronda de la Universidad, 1, BARCELONA.—Librería Fe,
"Charlot" que de ninguna otra persona. con respecto al extranjero, tienen IQS pro- Isaac Peral, 14, CARTAGENA.—/J&T-em Fe, Mari,TOo Catalina, 12, CUENCA.
—Charlie y yo hic'mos una gran amistad du''tores de HoUvwood, agravada por h Librería Fe, Larga, 8, .JEREZ.—Fena del Libro, Exposición Iberoamericana
carencia de buenos artistas cinematográfi- SEVILLA.—En T/VNGER: Antigua calle del Banco de España.—En BUE-
"Ch'rlot"—como vo—tiene un espír'+u muv
NOS AIRES: Florida, 251.
pagano. Y esta compenetración nos h'7o cos españoles. Ahora quieren llevarse eom
pwñía» 4e teatro para fKpltyiir W psT»«,U-

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