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Ü Introducción
Acto predicativo: decir algo sobre algo -> “El perro ladró y el niño pequeño salió corriendo”. Para comprender la
oración es preciso ejecutar todos los procesos ortográficos, fonológicos, de acceso léxico y semánticos, para
cada una de las palabras individuales. El lector debe realizar ciertos procesos de segmentación de la oración en
unidades sintácticas.
o Agrupará ciertas palabras en unidades mayores denominadas sintagmas, gracias a la concordancia gramatical
entre ellas (“el niño pequeño”).
o El lector deberá descomponer la oración en sus cláusulas constituyentes, que tienen una relación.
o Debe establecer vínculos de correferencia entre las palabras de las cláusulas.
o El orden de las palabras también es un elemento sintáctico de primer orden, que contribuye a que el lector
establezca las funciones de cada uno de los conceptos.
Estas competencias son intuitivas y pragmáticas, muy diferentes de los conocimientos formales. El usuario de la
lengua no tiene por qué haber estudiado gramática. Todo esto se hace de forma inconsciente y a gran velocidad.
La realidad psicológica de la segmentación está avalada por un hecho importante: las unidades de entonación
prosódica en el habla coinciden con unidades gramaticales. El análisis de las pausas en el habla espontánea o
en la lectura en voz alta indica que realizamos pequeñas pausas entre sintagmas, y más largas entre cláusulas.
Durante la lectura silenciosa los lectores realizan también pausas espontáneas. Según la “Teoría del Arranque
Prosódico”, las unidades de entonación prosódica (sintagmas y cláusulas) en el habla del adulto podrían servir de
pista a los bebés para iniciarse en el aprendizaje de la sintaxis.
2 planteamientos en el estudio psicológico de los procesos sintácticos: Estructural y Funcionalista.
Aproximadamente la mitad de las palabras que generamos o comprendemos son gramaticales: artículos,
pronombres, conjunciones, preposiciones, algunos adverbios, verbos auxiliares. A esto hay que añadir los morfemas
(de género y número), que se combinan con las raíces de los nombres, verbos y adjetivos y que también tienen valor
gramatical. Además, todas las lenguas poseen elementos gramaticales. ¿Todas? En realidad, hay unas pocas
excepciones: las denominadas protolenguas, o lenguas macarrónicas, apenas tienen gramática. Según
Bickerton: “Rara vez, o nunca, tienen algún tipo de flexión morfológica, ni concordancia. Tampoco disponen de
verbos auxiliares para expresar tiempo verbal, aspecto, igualdad o pertenencia a clase, aunque a veces tienen
expresiones para la posibilidad o la obligación. No tienen subordinación, ni conjunciones y muy pocas preposiciones,
artículos o adjetivos demostrativos. Pueden incluir algunas negaciones, indicadores de preguntas y cuantificadores”.
Alguien disparó contra el criado de la actriz que estaba Someone shot the servant of the actress who was on the
en el balcón. + con su marido balcony.
Ante la pregunta “¿quién estaba en el balcón?”/”who was in the balcony?” los ingleses respondían el 58 % de las
veces “the actress”, mientras que los españoles elegían en el 62 % de los casos “el criado”. Es decir, la hipótesis de
cierre tardío se cumplía en los lectores ingleses, pero los españoles mostraban una preferencia relativa por un
cierre temprano. Demostraron que los tiempos de lectura aumentaban cuando se presentaba tras la CR una
desambiguación contraria a las preferencias de los españoles (añadiendo “con su marido”, ya que en teoría, no
puede ser el marido del criado).
La preferencia por el cierre temprano en los lectores hispanohablantes se observa en los tiempos de lectura y
también en la actividad electrofisiológica cerebral.
Los potenciales evocados relacionados con eventos (ERP) es una técnica electrofisiológica para valorar el curso
temporal de la actividad asociada a una tarea. Usando el ERP se ha observado que las anomalías sintácticas
generan algunas respuestas cerebrales características, especialmente en el P600. Carreiras, Salillas y Barber
presentaron oraciones ambiguas y corroboraron los estudios de Cuetos y Michel. El componente P600 no es un
registro directo de la actividad cerebral durante la segmentación sintáctica. Es la “detección de un conflicto”
entre una información nueva (semántica, morfológica o pragmática) y el procesos sintáctico ya realizado. Nos
proporciona información “a posteriori” de la segmentación.
NO SE VERIFICÓ la universalidad de las estrategias de segmentación que postulaba la “Teoría de la Vía Muerta”.
Frazier y sus cols. en su última propuesta, postularon la “Teoría de la Interpretación (construal theory)” y
consideran que los principios de adjunción mínima y cierre tardío:
o Sólo se aplican rígida y universalmente a un conjunto muy limitado de sintagmas o relaciones gramaticales
“primarias”, correspondientes a sujeto, predicado y complementos de las denominadas cláusulas finitas.
o Las oraciones ambiguas que incluyen sintagmas “no primarios” (oraciones de relativo), se interpretan
aplicando mecanismos semánticos de asignación de roles temáticos (conocimientos léxicos y del mundo).
2. Teorías Paramétricas de Segmentación
Las Teorías de Parámetros reconocen que hay diferencias sintácticas cualitativas entre las lenguas. Por
ejemplo, hay un parámetro lingüístico que difiere en inglés y español. La posición de los modificadores en el sintagma
nominal: en inglés el adjetivo precede al nombre, y en español el adjetivo sigue al nombre. Este hecho
favorecería que en las oraciones de relativo ambiguas se utilice en español una estrategia específica de adjunción de
ya que éste se percibiría como un simple modificador o complemento del nombre.
Otra posibilidad es que las estrategias de segmentación sintáctica se deban simplemente a la experiencia acumulada
de cada individuo con ambigüedades del mismo tipo (optar por la adjunción que ha resultado apropiada con mayor
frecuencia en su experiencia previa).
El registro de movimientos oculares durante la lectura, es el mejor método para analizar “en línea” el proceso. Es
caro, lento y costoso. Una técnica más barata es “La Ventana Móvil”. Un ordenador y un programa.
Aparecen máscaras que ocultan las palabras.
Según se pulsa una tecla, se desenmascara
una palabra y se oculta la anterior. Parece
que se va moviendo. Según se realiza, se coge un ritmo propio y el ordenador registra el tiempo que permanece
cada palabra en la pantalla. Mide el coste cognitivo. Las más largas o poco frecuentes, tardan más.
Si el conector es “inapropiado” los tiempos de lectura se incrementan (poner “porque” donde debía estar “pero”). No
son intercambiables.
La comprensión de oraciones activa expresiones faciales. Un aspecto importante del lenguaje humano es que
puede describir emociones y puede provocarlas. Pensemos en el impacto emocional que puede tener en el oyente
una expresión de halago, un insulto o una mala noticia. Algunos investigadores han tratado de valorar si la
comprensión de oraciones activa procesos emocionales, fijándose en una de sus manifestaciones fisiológicas:
las expresiones faciales.
Material que no sustituye la Bibliografía Básica. Resúmenes extraídos
6 Lenguaje - Ness Uned literalmente del manual de la asignatura. Prohibida su venta. Uso particular.
Tema 8: Comprensión de Oraciones 2016
Havas, Glenberg y Rinck presentaron a los participantes oraciones relativas a eventos de valencia positiva o de
valencia negativa. La tarea de los participantes era juzgar cada oración como agradable o desagradable, apretando
una de las 2 teclas asignadas. La mitad de los participantes debía mantener un lápiz entre los dientes, forzando una
mueca parecida a una sonrisa, y la otra mitad un
lápiz entre los labios, forzando una expresión de
preocupación. La manipulación de la expresión
facial era encubierta (la finalidad de mantener el
lápiz era evitar la articulación vocal). Los tiempos de
respuesta agradable/ desagradable claramente
indican un efecto de compatibilidad: la expresión de
preocupación produce una respuesta más lenta
para los contenidos agradables que la sonrisa (lápiz
en los dientes).
Los autores argumentan que durante la comprensión de oraciones los lectores simulan la emoción implícita,
empleando los mecanismos cerebrales correspondientes, incluyendo la expresión facial. Cuando la expresión
forzada en el experimento es de valencia diferente a la de la oración, se obstaculiza la simulación emocional
y se produce dificultad de comprensión.
Quizá la demostración más convincente procede del experimento de Havas et al. (2010). En él participaron mujeres
que recibían un tratamiento antiarrugas. Una inyección subcutánea de toxina botulínica, paralizante, en los músculos
del entrecejo. El experimento se desarrolló en 2 sesiones: una antes del tratamiento y otra después. En cada sesión
las participantes leyeron oraciones relativas a situaciones de ira, de pena o alegres. Se registraron los tiempos de
lectura como VD y se comprobó la velocidad lectora: oraciones alegres no variaba entre sesiones, la lectura fue más
lenta tras el tratamiento con toxina botulínica en oraciones tristes y de enfado. La parálisis de los músculos del
entrecejo (emociones negativas, enfado y pena), dificulta la comprensión de oraciones que implican dichas
emociones, sugiriendo que la simulación emocional es necesaria para la comprensión.
2. Más allá del Lenguaje Literal: Las Metáforas
Las metáforas son expresiones semánticamente híbridas: por lo general se refieren a ideas abstractas, pero
utilizan para ello palabras concretas. Muchas metáforas se refieren a estados mentales, a relaciones interpersonales
e incluso a conceptos científicos abstractos, utilizando términos relativos al mundo físico o sensoriomotor. Las
metáforas son literalmente falsas.
Tradicionalmente han sido consideradas como expresiones “bonitas” y de poco interés para la psicología y la
lingüística. Esto ha cambiado en los últimos 30 años, y el estudio cognitivo de la metáfora se ha convertido en un
campo de investigación para psicólogos, lingüistas, neurocientíficos y expertos en computación.
Son muy frecuentes (5 ó 6 por minuto de conversación). Las metáforas muertas, pasan inadvertidas, ya que están
fuertemente arraigadas en nuestros hábitos lingüísticos que no producen ninguna “tensión metafórica”. Sólo cuando
oímos o producimos metáforas vivas o nuevas, tenemos la impresión de disonancia semántica o tensión metafórica.
Las metáforas son herramientas de
colonización cognitiva. Los lingüistas Arriba Abajo
cognitivos Lakoff y Johnson publicaron Mi espíritu se eleva con la música Después del fracaso se ha hundido
en 1980 el libro “Metaphors we live by”,
que tuvo un gran impacto en la He ascendido a la cumbre del poder Cayó en un pesado sopor
comprensión e investigación de las metáforas. En él proponen que las metáforas no son únicamente modos de
hablar, sino más bien modos de pensar. Nuestro sistema conceptual se organiza de modo metafórico. Así, las
denominadas metáforas orientacionales constituyen un sistema conceptual organizado en torno a las dimensiones
del espacio. Por ejemplo, algunas nociones abstractas, como el bien, la virtud, la alegría, la conciencia, etc., se
sitúan metafóricamente en el polo “arriba” de la dimensión vertical, mientras que las nociones opuestas (el mal, el
vicio, la tristeza, la inconsciencia, etc.) se sitúan en el polo “abajo”.
Las metáforas pueden ser generativas, es decir, pueden guiar nuestro comportamiento. Cuando decimos o
pensamos que “el tiempo es oro” no se trata de una figura retórica. El efecto generativo de las metáforas puede ser
dramático. Los sentimientos y las conductas hostiles hacia las minorías se alimentan a veces de metáforas -> “Los
miembros de la comunidad Z son parásitos”.
Algunos experimentos representativos que tratan de fundamentar la comprensión de las metáforas en los procesos
sensoriomotores. La idea que subyace a estos estudios es que las metáforas no son convenciones lingüísticas
arbitrarias sino que, en algunos casos, su significado metafórico activa realmente procesos corpóreos:
è Santana y de Vega, método COA. Metáforas Orientacionales (frases de 3 tipos: metáforas espaciales, no
espaciales y literales espaciales). Las palabras se presentaban de una en una en el centro de la pantalla.