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Proclamación de la República por su nuevo Presidente

En nombre de todo el gobierno de la República española, saluda al pueblo una voz, la de su Presidente,
rendida por la emoción e impulsada por el entusiasmo ante el espectáculo sin igual de una reacción casi
imposible de imitar que esta nación ha dado al mundo resolviendo el problema de su revolución latente y
cambio indispensable de su estructuración, en medio de un orden maravilloso y por voluntad y vía
perfectamente legales. [...] El acto del domingo con ser admirable y perfecto, ha tenido complemento
grandioso con el requerimiento que ayer hizo la opinión al régimen monárquico para que desaparezca y la
implantación en el día de hoy de la República por un acto de voluntad soberana, de iniciativa del país, sin el
menor trastorno, completando aquella empresa de tal manera que el mundo entero sentirá y admirará la
conducta de España, ya puesta en otras manos con un orden ejemplar, que ha de completar su eficacia. [...]
La normalidad en el país es completa, y nos hemos posesionado sin el menor incidente. El primer acto del
Gobierno ha sido la concesión de una amplia y generosa amnistía. Estamos todos seguros de que España
goza de un completo amor en todas las regiones, que servirá para hacer una España grande, sin que ningún
pueblo se sienta oprimido, y reine entre todos ellos la confraternidad. Con el corazón en alto os digo que el
Gobierno de la República no puede dar a todos la felicidad, porque eso no está en sus manos, pero sí el
cumplimiento del deber, el restablecimiento de la ley y la conducta inspirada en el bien de la patria. ¡Viva
España y viva la República!

Niceto Alcalá Zamora en Unión Radio el día 14 de abril de 1931

Estatuto de Autonomía de Cataluña

Art. 1°. Cataluña se constituye en región autónoma dentro del Estado español, con arreglo a la Constitución de
la República y el presente Estatuto. Su organismo representativo es la Generalidad y su territorio el que
forman las provincias de Barcelona, Gerona, Lérida y Tarragona en el momento de promulgarse el presente
Estatuto.

Art. 2°. El idioma catalán es, como el castellano, lengua oficial en Cataluña. Para las relaciones oficiales de
Cataluña con el resto de España, así como para la comunicación entre las Autoridades del Estado y las de
Cataluña, la lengua oficial será el castellano. Toda disposición o resolución oficial dictada dentro de Cataluña,
deberá ser publicada en ambos idiomas. [...] Dentro del territorio catalán, los ciudadanos, cualquiera que sea
su lengua materna, tendrán derecho a elegir el idioma oficial que prefieran en sus relaciones con los
tribunales, autoridades y funcionarios de todas clases, tanto de la Generalidad como de la República [...]

Art. 14°. La Generalidad está integrada por el Parlamento, el Presidente de la Generalidad y el Consejo
Ejecutivo. Las leyes interiores de Cataluña ordenarán el funcionamiento de estos organismos, de acuerdo con
el Estatuto y la Constitución. El Parlamento ejercerá las funciones legislativas, será elegido por un plazo no
mayor de cinco años, por sufragio universal, directo, igual y secreto. [...] El Presidente de la Generalidad
asume la representación de Cataluña. Asimismo representa a la región en sus relaciones con la República, y
al Estado en las funciones cuya ejecución directa le esté reservada al poder central.

Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932


Manifiesto del General Sanjurjo

Españoles: Surge de las entrañas sociales un profundo clamor popular que demanda justicia y un impulso que
nos mueve a procurarla. [...] En el año y medio de sectarismo tiránico la economía nacional ha sufrido el
quebranto de miles de millones; se ha hecho mofa y escarnio de los sentimientos más fuertemente arraigados
en la mayoría de los españoles; se han destrozado los organismos de defensa, e insultado groseramente a los
cuerpos armados; ha aumentado la criminalidad de un modo alarmante; el paro forzoso, extendido en
proporciones aterradoras, tiene en la miseria a muchos cientos de miles de obreros; no se ha tenido en varios
meses un solo día de sosiego y tranquilidad, con el sobresalto constante de incendios, huelgas, revoluciones,
robos, atracos y amenazas; las leyes de excepción nos privan más que nunca de los derechos ciudadanos, y
[...] se han alentado imprudentemente los sentimientos de varias regiones [...] poniendo en peligro inminente la
integridad de España.

Por el amor a ella y por el imperativo de nuestra conciencia y de nuestro deber, que nos obliga a salvarla de la
ruina, de la iniquidad y de la desmembración, aceptamos desde este momento la responsabilidad de la
gobernación del país y asumimos todas las funciones del Poder público, con el carácter de Junta Provisional.

Las Cortes, que eran ilegítimas por el régimen de terror en que fueron convocadas, y son facciosas por la
prorrogación de sus funciones [...] han quedado disueltas. No venimos, sin embargo, a imponer un régimen
político contra la República, sino a libertar a España de la oligarquía, que en sólo un año ha ocasionado daños
tan gravísimos en lo material y en lo moral. La forma en que los poderes del Estado han de organizarse se
determinará por la representación legítima de todos los ciudadanos, designada en elecciones que se
celebrarán en un régimen de libertad, sin amenazas ni coacciones [...]. Y para ello es preciso, ante todo, que la
paz y las disciplinas sociales se restablezcan en beneficio de todas las clases y no en el de una sola de ellas,
de modo que los actos políticos de todas las tendencias puedan celebrarse en un ambiente de tolerancia y de
respeto mutuo [...].

Los poderes que esta Junta asume durarán el tiempo indispensable para restablecer aquellas disciplinas,
postulado esencial previo para la legitimidad de cualquier Parlamento que la nación elija. Pero durante este
período de la restauración de la paz pública será inexorable en la persecución de cuantos aspiren a reproducir
los métodos de terrorismo a que acabamos de poner término, y, sobre todo, de cuantos están al servicio de la
organización extranjera, cuyo fin esencial es el de introducir y fomentar la discordia interna en las naciones,
organización que por lo que aquí respecta queda desde este momento declarada fuera de la ley. [...]

A todos, repetimos, requerimos para que cooperen a dotar a España de instituciones estables, a instaurar la
paz interior desaparecida, a reconstruir su economía sobre la base de la estricta justicia social, sin la que no
hay orden verdadero; a imponer la libertad que respeta todos los derechos naturales y sociales. Sólo a esos
fines responderán los decretos de la Junta Provisional, y para ello requiere la colaboración de todos los
ciudadanos; la cordialidad con que pide y espera su concurso le autoriza, si se produjera cualquier intento
perturbador, para suprimirlo de un modo severo.

¡Viva España! ¡Viva la soberanía nacional! 10 de agosto de 1932


La Constitución de 1931

Art. 1. España es una República democrática de trabajadores de toda clase, que se organiza en régimen de
Libertad y de Justicia. Los poderes de todos sus órganos emanan del pueblo. La República constituye un
Estado integral, compatible con la autonomía de los Municipios y las Regiones. La bandera de la República
española es roja, amarilla y morada.
Art. 2. Todos los españoles son iguales ante la ley.
Art. 3. El Estado español no tiene religión oficial. […]
Art. 6. España renuncia a la guerra como instrumento de política nacional.
Art. 7.El Estado español acatará las normas universales del Derecho internacional, incorporándolas a su
derecho positivo.
Art. 12. Para la aprobación del Estatuto de la región autónoma se requieren las siguientes condiciones: a)
Que lo proponga la mayoría de sus Ayuntamientos o, cuando menos, aquellos cuyos Municipios comprendan
las dos terceras partes del Censo electoral de la región. b) Que lo acepten, por el procedimiento que señale
la ley Electoral, por lo menos las dos terceras partes de los electores inscritos en el Censo de la región. Si el
plebiscito fuera negativo, no podrá renovarse la propuesta de autonomía hasta transcurridos cinco años. c)
Que lo aprueben las Cortes. [...]
Art. 26. Todas las confesiones [religiosas] serán consideradas como Asociaciones sometidas a una ley
especial. El Estado, las regiones, las provincias y los Municipios, no mantendrán, favorecerán, ni auxiliarán
económicamente a las Iglesias, Asociaciones e Instituciones religiosas. Una ley especial regulará la total
extinción, en un plazo máximo de dos años, del presupuesto del Clero. Quedan disueltas aquellas Órdenes
religiosas que estatutariamente impongan, además de los tres votos canónicos, otro especial de obediencia a
autoridad distinta de la legítima del Estado. Sus bienes serán nacionalizados y afectados a fines benéficos y
docentes. Las demás Órdenes religiosas se someterán a una ley especial votada por estas Cortes
Constituyentes y ajustadas a las siguientes bases: l.º Disolución de las que, por sus actividades, constituyan
un peligro para la seguridad del Estado. 2.º Inscripción de las que deban subsistir, en un Registro especial
dependiente del Ministerio de Justicia. 3º Incapacidad de adquirir y conservar, por sí o por persona
interpuesta, más bienes que los que, previa justificación, se destinen a su vivienda o al cumplimiento directo
de sus fines privativos. 4.º Prohibición de ejercer la industria, el comercio o la enseñanza. 5º. Sumisión a
todas las leyes tributarias del país. 6º. Obligación de rendir anualmente cuentas al Estado de la inversión de
sus bienes en relación con los fines de la Asociación. Los bienes de las Órdenes religiosas podrán ser
nacionalizados.
Art. 27. La libertad de conciencia y el derecho de profesar y practicar libremente cualquier religión quedan
garantizados en el territorio español, [...]. Las manifestaciones públicas del culto habrán de ser, en cada
caso, autorizadas por el Gobierno. [...]
Art. 29. Nadie podrá ser detenido ni preso sino por causa de delito. Todo detenido será puesto en libertad o
entregado a la autoridad judicial, dentro de las veinticuatro horas siguientes. [...]
Art. 31. Todo español podrá circular libremente por el territorio nacional y elegir en él su residencia y
domicilio, sin que pueda ser compelido a mudarlos a no ser en virtud de sentencia ejecutoria. [...] El domicilio
de todo español o extranjero residente en España es inviolable. Nadie podrá entrar en él sino en virtud de
mandamiento de Juez competente. El registro de papeles y efectos se practicará siempre a presencia del
interesado o de una persona de su familia [...]
Art. 34. Toda persona tiene derecho a emitir libremente sus ideas y opiniones, valiéndose de cualquier medio
de difusión, sin sujetarse a previa censura. En ningún caso podrá recogerse la edición de libros y periódicos
sino en virtud de mandamiento de Juez competente. No podrá decretarse la suspensión de ningún periódico
sino por sentencia firme.
Art. 36. Los ciudadanos de uno y de otro sexo, mayores de veintitrés años, tendrán los mismos derechos
electorales conforme determinen las leyes.
Art. 38. Queda reconocido el derecho de reunirse pacíficamente y sin armas. Una ley especial regulará el
derecho de reunión al aire libre y el de manifestación.
Art. 39. Los españoles podrán asociarse o sindicarse libremente para los distintos fines de la vida humana,
conforme a las leyes del Estado. Los Sindicatos y Asociaciones están obligados a inscribirse en el Registro
público correspondiente, con arreglo a la ley.
Art. 42. Los derechos y garantías consignados en los artículos 29, 31, 34, 38 y 39 podrán ser suspendidos
total o parcialmente, en todo el territorio nacional o en parte de él, por decreto del Gobierno, cuando así lo
exija la seguridad del Estado, en casos de notoria e inminente gravedad. Si las Cortes estuviesen reunidas,
resolverán sobre la suspensión acordada por el Gobierno. [...]. El plazo de suspensión de garantías
constitucionales no podrá exceder de treinta días. Cualquier prórroga necesitará acuerdo previo de las
Cortes o de la Diputación Permanente en su caso. Durante la suspensión regirá, para el territorio a que se
aplique, la ley de Orden público.
Art. 51. La potestad legislativa reside en el pueblo, que la ejerce por medio de las Cortes o el Congreso de
los Diputados.
Art. 52. El Congreso de los Diputados se compone de los representantes elegidos por sufragio universal,
igual, directo y secreto.
Art. 67. El Presidente de la República es el Jefe del Estado y personifica a la Nación. La ley determinará su
dotación y sus honores [...].
Art. 68. El Presidente de la República será elegido conjuntamente por las Cortes y un número de
compromisarios igual al de diputados. Los Compromisarios serán elegidos por sufragio universal, igual,
directo y secreto, conforme al procedimiento que determine la ley. [...]
Art. 70. No podrán ser elegibles ni tampoco propuestos para candidatos: a) Los militares en activo o en la
reserva, ni los retirados que no lleven diez años, cuando menos, en dicha situación. b) Los eclesiásticos, los
ministros de las varias confesiones y los religiosos profesos. c) Los miembros de las familias reinantes o ex
reinantes de cualquier país, sea cual fuere el grado de parentesco.
Art. 75. El Presidente de la República nombrará y separará libremente al Presidente del Gobierno y, a
propuesta de éste, a los Ministros. Habrá de separarlos necesariamente en el caso de que las Cortes les
negasen de modo explícito su confianza.
Art. 86. El Presidente del Consejo y los Ministros constituyen el Gobierno.
Art. 121. Se establece, con jurisdicción en todo el territorio de la República, un Tribunal de Garantías
Constitucionales, que tendrá competencia para conocer de: a) El recurso de inconstitucionalidad de las leyes.
b) El recurso de amparo de garantías individuales, cuando hubiere sido ineficaz la reclamación ante otras
autoridades. c) Los conflictos de competencia legislativa y cuantos surjan entre el Estado y las regiones
autónomas y los de éstas entre sí. d) El examen y aprobación de los poderes de los compromisarios que
juntamente con las Cortes eligen al Presidente de la República. e) La responsabilidad criminal del Jefe del
Estado, del Presidente del Consejo y de los Ministros. f) La responsabilidad criminal del Presidente y los
Magistrados del Tribunal Supremo y del Fiscal de la República.

Art. 122. Compondrán este Tribunal: Un Presidente designado por el Parlamento, sea o no diputado. El
Presidente del alto Cuerpo consultivo de la República a que se refiere el articulo 93. El Presidente del
Tribunal de Cuentas de la República. Dos diputados libremente elegidos por las Cortes. Un representante por
cada una de las Regiones españolas, elegido en la forma que determine la ley. Dos miembros nombrados
electivamente por todos los Colegios de Abogados de la República. Cuatro profesores de la Facultad de
Derecho, designados por el mismo procedimiento entre todas las de España.

Art. 125. La Constitución podrá ser reformada: a) A propuesta del Gobierno. b) A propuesta de la cuarta parte
de los miembros del Parlamento. En cualquiera de estos casos, la propuesta señalará concretamente el
articulo o artículos que hayan de suprimirse, reformarse o adicionarse; seguirá los trámites de una ley y
requerirá el voto, acorde con la reforma, de las dos terceras partes de los diputados en el ejercicio del cargo,
durante los cuatro primeros años de vida constitucional, y la mayoría absoluta en lo sucesivo. Acordada en
estos términos la necesidad de la reforma, quedará automáticamente disuelto el Congreso y será convocada
nueva elección para dentro del término de sesenta días. La Cámara así elegida, en funciones de Asamblea
Constituyente, decidirá sobre la reforma propuesta y actuará luego como Cortes ordinarias.
Ley de Bases de la Reforma Agraria

Los efectos de esta Ley se extienden a todo el territorio de la República. Su aplicación, en orden a los
asentamientos de campesinos, tendrá lugar en los términos municipales de Andalucía, Extrema dura, Ciudad
Real, Toledo, Albacete y Salamanca. Las tierras del Estado y las que constituyeron antiguos señoríos,
transmitidas desde su abolición hasta hoy por título lucrativo, podrán ser objeto de asentamientos, sea
cualquiera la provincia donde radiquen. La inclusión en posteriores etapas, a los fines de asentamiento, de las
fincas situadas en términos municipales de las 36 provincias restantes, sólo podrá realizarse a propuesta del
Gobierno. [...]

La ejecución de esta Ley quedará encomendada al Instituto de Reforma Agraria, como órgano encargado de
transformar la constitución rural española. [...] El Instituto de Reforma agraria promoverá la formación de
organismos de crédito a fin de facilitar a los campesinos asentados el capital necesario para los gastos de
explotación. [...]

Serán susceptibles de explotación las tierras incluidas en los siguientes apartados: 1) Las ofrecidas
voluntariamente por sus dueños siempre que su adquisición se considere de interés por el Instituto de
Reforma Agraria. [...] 5) Las que por las circunstancias de su adquisición, por no ser explotadas directamente
por los adquirentes y por las condiciones personales de los mismos, deba presumirse que fueran compradas
con fines de especulación o con el único objeto de percibir su renta. [...] 7) Las incultas o manifiestamente mal
cultivadas en toda aquella porción que, por su fertilidad y favorable situación permita un cultivo permanente,
con rendimiento económico superior al actual. [...]

Quedarán excluidas de la adjudicación temporal y de la expropiación las siguientes fincas: a) Los bienes
comunales pertenecientes a los pueblos, las vías pecuarias [...]. b) Los terrenos dedicados a explotaciones
forestales. [...] d) Las fincas que por su ejemplar explotación o transformación puedan ser consideradas como
tipo de buen cultivo técnico o económico.

Gaceta de Madrid, 21 de septiembre de 1932

La fundación de Falange Española

He aquí lo que exige nuestro sentido total de la patria y del estado que ha de servirla: Que todos los pueblos
de España, por diversos que sean, se sientan armonizados en una irrevocable unidad de destino. Que
desaparezcan los partidos políticos. Nadie ha nacido nunca miembro de un partido político. En cambio,
nacemos todos miembros de una familia; somos todos vecinos de un municipio; nos afanamos todos en el
ejercicio de un trabajo. Pues si esas son nuestras unidades naturales; si la familia y el municipio y la
corporación es en lo que de veras vivimos, ¿para qué necesitamos el instrumento intermediario y perniciosos
de los partidos políticos, que, para unirnos en grupos artificiales, empiezan por desunirnos en nuestras
realidades auténticas? [...] Queremos que no se canten derechos individuales de los que no pueden cumplirse
nunca en casa de los famélicos, sino que se dé a todo hombre, a todo miembro de la comunidad política, por
el hecho de serlo, la manera de ganarse con su trabajo una vida humana, justa y digna. [...]

Y queremos, por último, que si esto ha de lograrse en algún caso por la violencia, no nos detengamos ante la
violencia. Porque ¿quién ha dicho –al hablar de “todo menos la violencia”– que la suprema jerarquía de los
valores morales reside en la amabilidad? ¿Quién ha dicho que cuando insultan nuestros sentimientos, antes
que reaccionar como hombres, estamos obligados a ser amables? Bien está, sí, la dialéctica como primer
instrumento de comunicación. Pero no hay más dialéctica admisible que la dialéctica de los puños y los
pistolas cuando se ofende a la justicia o a la patria.

José Antonio Primo de Rivera, mitin fundacional en el Teatro de la Comedia, 29 de octubre de 1933
La unión de FE y JONS

1º. Creación del movimiento político Falange Española de las Juntas de Ofensiva Nacional Sindicalista. Lo
fundan F.E. y JONS reunidos.2º. Se considera imprescindible que el nuevo movimiento insista en forjarse una
personalidad política que no se preste a confusionismos con los grupos derechistas.

3º. Encaje de las jerarquías de F.E. y JONS. Recusación en los mandos del nuevo movimiento de los
camaradas mayores de cuarenta y cinco años.

4º. Afirmación Nacional-Sindicalista de un sentido de acción directa revolucionaria.

5º. El nuevo movimiento ha de ser organizado de modo preferente por los actuales jerarcas Jonsistas en
Galicia, Valladolid y Bilbao, y de acuerdo inmediato con las actuales organizaciones de F.E. en Barcelona,
Valencia, Granada, Badajoz y sus zonas.

6º El emblema del nuevo movimiento ha de ser el de las Flechas y el Yugo Jonsista, y la bandera, la actual de
las JONS: Roja y Negra.

7º. Elaboración de un programa concreto Nacional-Sindicalista donde aparezcan defendidas y justificadas las
bases fundamentales del nuevo movimiento: Unidad, acción directa, anti-marxismo y una línea económica
revolucionaria que aseguren la redención de la población obrera, campesina y de pequeños industriales.

Madrid, 13 de febrero de 1934

Por F.E., JOSÉ ANTONIO PRIMO DE RIVERA - Por JONS, RAMIRO LEDESMA

Programa del Frente Popular

Los partidos republicanos de Izquierda Republicana, Unión Republicana y el Partido Socialista, en


representación del mismo y de la Unión General de Trabajadores, Federación Nacional de Juventudes
Socialistas, Partido Comunista, Partido Sindicalista y Partido Obrero de Unificación Marxista, sin perjuicio de
dejar a salvo los postulados de sus doctrinas, han llegado a comprometer un plan político común que sirva de
fundamento y cartel a la coalición de sus respectivas fuerzas en la inmediata contienda electoral y de norma
de gobierno, que habrán de desarrollar los partidos republicanos de izquierda, con el apoyo de las fuerzas
obreras, en el caso de victoria. Declaran ante la opinión pública las bases y los límites de su coincidencia
política [...]. Como supuesto indispensable de paz pública, los partidos coaligados se comprometen:

A conceder por una ley una amplia amnistía de los delitos políticos sociales cometidos posteriormente a
noviembre de 1933, aunque no hubieran sido considerados como tales por los Tribunales. [...]

Los funcionarios y empleados públicos que hayan sido objeto de suspensión, traslado o separación, acordada
sin garantía de expediente o por medio de persecución política, serán repuestos en sus destinos. El Gobierno
tomará las medidas necesarias para que sean readmitidos en sus respectivos puestos los obreros que
hubiesen sido despedidos por sus ideas o con motivo de huelgas políticas en todas las corporaciones públicas
[...]. Por lo que se refiere a las empresas de carácter privado, el Ministerio de Trabajo adoptará las
disposiciones conducentes a la discriminación de todos los casos de despido que hubieran sido fundados en
un momento político social [...].

Se promulgará una ley concediendo a las familias de las víctimas producidas por las fuerzas revolucionarias o
por actos ilegales de la autoridad y la fuerza pública en la represión la adecuada reparación del daño inferido a
las personas. [...]
Serán reclamadas las transgresiones cometidas contra la ley fundamental. La Ley orgánica del Tribunal de
Garantías habrá de ser objeto de reformas, a fin de impedir que la defensa de la Constitución resulte
encomendada a conciencias formadas en una convicción o en un interés contrarios a la salud del régimen. [...]

Los casos de violencia de los agentes de la fuerza pública acaecidos bajo el mando de los Gobiernos
reaccionarios aconsejan llevar a cabo la investigación de responsabilidades concretas hasta el esclarecimiento
de la culpa individual y su castigo. Se [...] sancionará con la separación del servicio a todo agente que haya
incurrido en malos tratos o parcialidad política. El Cuerpo de Vigilancia se organizará con funcionarios aptos y
de cumplida lealtad al régimen. [...]

Los republicanos no aceptan el principio de la nacionalización de la tierra y su entrega a los campesinos,


solicitado por los delegados del partido socialista. En cambio, consideran conveniente una serie de medidas
que se proponen la redención del campesino y del cultivador medio y pequeño. [...]

La Hacienda y la Banca tienen que estar al servicio del empeño de reconstrucción nacional. [...] No aceptan
los partidos republicanos las medidas de nacionalización de la Banca propuestas por los partidos obreros;
reconocen, sin embargo, que nuestro sistema bancario requiere ciertos perfeccionamientos si ha de cumplir la
misión que le está encomendada en la reconstrucción económica [...]
La República que conciben los partidos republicanos no es una República dirigida por motivos sociales o
económicos de clases, sino un régimen de libertad democrática impulsado por motivos de interés público y
progreso social. Pero precisamente por esa decidida razón, la política republicana tiene el deber de elevar las
condiciones morales y materiales de los trabajadores [...], sin reparar [...] en cuantos sacrificios hayan de
imponerse a todos los privilegios sociales y económicos. No aceptan los partidos republicanos el control
obrero solicitado por la representación del partido socialista. [...]

Aunque la política de reconstrucción económica debe conducir a la absorción del paro, es menester además
organizar administrativa y técnicamente la lucha, estableciendo los servicios que sean necesarios [...].
Unificación, bajo la dirección del Estado, de las diversas instituciones de fundación privada, totalizando sus
recursos, sin perjuicio del respeto a la voluntad del fundador.

Declaración del gobierno ante el asesinato de Calvo Sotelo

El Consejo de Ministros, ante los hechos de violencia que han culminado en la muerte del Oficial de Seguridad
señor Castillo y el Diputado a Cortes don José Calvo Sotelo, hechos de notoria gravedad, y cura execración
tiene que formular con las más sinceras y encendidas protestas, se cree en el caso de hacer una declaración
pública en el sentido de que procederá inmediatamente, con la mayor energía y la severidad más clara, dentro
de los preceptos de la Ley de Orden Público, a tomar aquellas medidas que demandan la necesidad de
mantener el espíritu de convivencia entre los españoles y el respeto elemental a los derechos de la vida
humana. [...] Se ha practicado ya múltiples detenciones, que serán seguidas de otras, habiéndose clausurado
distintos Centros.

14 de julio de 1936

Elección del General Franco

La Junta de la Defensa Nacional, creada por decreto de 24 de julio de 1936, y el régimen provisional de
mandos combinados respondían a las más apremiantes necesidades de la liberación de España. Organizada
con perfecta normalidad la vida civil en las provincias rescatadas y establecido el enlace entre los varios
frentes de los ejércitos que luchan por la salvación de la patria, a la vez que por la causa de la civilización,
impónese ya un régimen orgánico y eficiente, que responda adecuadamente a la nueva realidad española y
prepare, con la máxima autoridad, su porvenir.
Razones de todo linaje señalan la alta conveniencia de concentrar en un solo poder todos aquellos que han de
conducir a la victoria final, y al establecimiento, consolidación y desarrollo del nuevo Estado, con la asistencia
fervorosa de la nación. En consideración a los motivos expuestos, y segura de interpretar el verdadero sentir
nacional, esta Junta, al servicio de España, promulga el siguiente

DECRETO:

Art. 1°. En cumplimiento de acuerdo adoptado por la Junta de Defensa Nacional, se nombra Jefe del Gobierno
del Estado español al Excelentísimo señor General de División don Francisco Franco Bahamonde, quien
asumirá todos los poderes del nuevo Estado.

Art. 2°. Se le nombra, asimismo generalísimo de las fuerzas nacionales de Tierra, Mar y Aire, y se le confiere
el cargo de general jefe de los ejércitos de operaciones.

Art. 3º. Dicha proclamación será revestida de forma solemne, ante representación adecuada de todos los
elementos nacionales que integran este movimiento liberador, y de ella se hará la oportuna comunicación a los
Gobiernos extranjeros. [...]

Dado en Burgos a 29 de septiembre de 1936 (Boletín Oficial de la Junta de Defensa Nacional)

Decreto de Unificación de Falangistas y Tradicionalistas

Llegada la guerra a un punto muy avanzado y próxima la hora victoriosa, urge ya acometer la gran tarea de la
paz, cristalizando en el estado nuevo el pensamiento y el estilo de nuestra Revolución Nacional. Unidos por un
pensamiento y una disciplina común, los españoles todos han de ocupar su puesto en la gran tarea. Esta
unificación (...) precisa tener en cuenta que (...) Falange Española y Requetés han sido los dos exponentes
auténticos del espíritu del alzamiento nacional iniciado por nuestro glorioso Ejército el diecisiete de julio. Como
en otros países de régimen totalitario, la fuerza tradicional viene ahora en España a integrarse en la fuerza
nueva. Falange Española aportó con su programa masas juveniles, (...) los Requetés [aportaron], junto a su
ímpetu guerrero, el sagrado depósito de la tradición española (...). Por todo lo expuesto, DISPONGO:

Artículo 1º. Falange Española y Requetés, con sus actuales servicios y elementos, se integran, bajo Mi
Jefatura, en una sola entidad política de carácter nacional, que de momento se denominará Falange Española
Tradicionalista y de las J.O.N.S. Esta organización, intermedia entre la sociedad y el Estado, tiene la misión
principal de comunicar al Estado el aliento del pueblo y de llevar a éste el pensamiento de aquél a través de
las virtudes político-morales, de servicio, jerarquía y hermandad (...). Quedan disueltas las demás
organizaciones y partidos políticos.

Artículo 2º. Serán órganos rectores de la nueva entidad política el Jefe del Estado, un Secretariado o Junta
Política y el Consejo Nacional (…)

Artículo 3º Quedan fundidas en una sola Milicia Nacional las de Falange Española y de Requetés,
conservando sus emblemas y signos exteriores (...). La Milicia Nacional es auxiliar del Ejército. El Jefe del
Estado es el Jefe Supremo de la Milicia (…).

Dado en Salamanca a diecinueve de abril de mil novecientos treinta y siete.

Francisco Franco, Boletín Oficial del Estado (Burgos), 20 de Abril de 1937.


Los Trece Puntos de Negrín

El Gobierno de Unión Nacional declara solemnemente, para conocimiento de sus compatriotas y noticia del
mundo, que sus fines de guerra son:

1º. Asegurar la independencia absoluta y la integridad total de España.


2º. Liberación de nuestro territorio de fuerzas militares extranjeras [...].
3º. República popular representada por un Estado vigoroso [...].
6º. El Estado español garantizará la plenitud de derechos al ciudadano en la vida civil y social, la libertad de
conciencia y asegurará el libre ejercicio de las creencias y prácticas religiosas[...]. 7º. El Estado garantizará la
propiedad, legal y legítimamente adquirida [...]. 13º. Amplia amnistía para todos los españoles que quieran
cooperar a la inmensa labor de reconstrucción y engrandecimiento de España [...]. Cometerá un delito de
traición a los destinos de nuestra patria aquél que no reprime y ahogue toda idea de venganza y represalia.

Dimisión de Azaña

Excelentísimo señor:

Desde que el General Jefe del Estado Mayor Central me hizo saber que la guerra estaba perdida para la
República, sin remedio alguno, y antes de que a consecuencia de la derrota el Gobierno aconsejara y
organizara mi salida de España, he cumplido el deber de recomendar y de proponer al Gobierno, en la
persona de su jefe, el inmediato ajuste de una paz en condiciones humanitarias, para ahorrar a los defensores
del régimen y al país entero nuevos y estériles sacrificios [...].

El reconocimiento de un Gobierno legal en Burgos por parte de las potencias, singularmente Francia e
Inglaterra, me priva de la representación jurídica internacional necesaria para hacer oír de los Gobiernos
extranjeros, con la autoridad oficial de mi cargo, lo que no es solamente un dictado de mi conciencia de
español, sino el anhelo profundo de la inmensa mayoría de nuestro pueblo. Desaparecido el aparato político
del Estado, Parlamento, representaciones superiores de los partidos, etc., carezco, dentro y fuera de España,
de los órganos de Consejo y de acción indispensables para la función presidencial de encauzar la actividad de
gobierno en la forma que las circunstancias exigen con imperio. En condiciones tales, me es imposible
conservar ni siquiera nominalmente un cargo al que no renuncié el mismo día que salí de España porque
esperaba ver aprovechado este lapso de tiempo en bien de la paz.

Pongo, pues, en manos de V. E., como presidente de las Cortes, mi dimisión de presidente de la República, a
fin de que se digne darle la tramitación que sea procedente.

MANUEL AZAÑA, Comunicación al presidente de las Cortes del 27 de febrero de 1939

Último parte de guerra

En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos
objetivos militares. La guerra ha terminado.

El Generalísimo Franco

Burgos, 1° de abril de 1939


Sobre la reconciliación

MANUEL AZAÑA, (1938): Es la conmoción profunda en la moral de un país, que nadie puede constreñir y que
nadie puede encauzar. Después de un terremoto, es difícil reconocer el perfil del terreno. Imaginad una
montaña volcánica, pero apagada, en cuyos flancos viven durante generaciones muchas familias pacíficas. Un
día, la montaña entra de pronto en erupción, causa estragos, y cuando la erupción cesa y se disipan las
humaredas, los habitantes supervivientes miran a la montaña y ya no les parece la misma (…). Es la misma
montaña, pero de otra manera, y la misma materia en fusión que expele el cráter, cuando cae en tierra y se
solidifica, forma parte del perfil del terreno y hay que contar con ella para las edificaciones del día de mañana.
Este fenómeno profundo, que se da en todas las guerras, me impide a mí hablar del porvenir de España en el
orden político y en el orden moral, porque es un profundo misterio, en este país de las sorpresas y de las
reacciones inesperadas, lo que podrá resultar el día en que los españoles, en paz, se pongan a considerar lo
que han hecho durante la guerra. Yo creo que si de esta acumulación de males ha de salir el mayor bien
posible, será con este espíritu, y desventurado el que no lo entienda así. (…) Pero es obligación moral, sobre
todos de los que padecen la guerra, cuando se acabe como nosotros queremos que se acabe, sacar de la
lección y de la musa del escarmiento el mayor bien posible, y cuando la antorcha pase a otras manos, a otros
hombres, a otras generaciones, que se acordarán, si alguna vez sienten que les hierve la sangre iracunda y
otra vez el genio español vuelve a enfurecerse con la intolerancia y con el odio y con el apetito de destrucción,
que piensen en los muertos y escuchen su lección: la de esos hombres, que han caído embravecidos en la
batalla luchando magnánimamente por un ideal grandioso y que ahora, abrigados en la tierra materna, ya no
tienen odio, ya no tienen rencor y nos envían, con los destellos de su luz, tranquila y remota como la de una
estrella, el mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: “Paz, Piedad y Perdón” una estrella, el
mensaje de la patria eterna que dice a todos sus hijos: paz, piedad y perdón.

CARDENAL GOMÁ, “Lecciones de la guerra y deberes de la paz”, 8 de agosto de 1939. Prohibida su difusión
en los diarios: La paz no será durable ni verdadera si cada español, si todos los españoles no abrimos
nuestros brazos de hermano para estrechar contra nuestro pecho a todos nuestros hermanos. Y lo somos
todos, [...] los de uno y otro bando. Quiere ello decir que tenemos el deber de perdonar y de amar a los que
han sido nuestros enemigos. [...] nos consta, por conductos autorizados y múltiples, hasta por nuestras
conversaciones con vosotros, que se mantiene vivo el odio en muchos corazones por el recuerdo de los
lamentabilísimos hechos pasados. [...] Sabemos que se mantiene vivo el espíritu de desquite entre los bandos
de algunas localidades y que en otros los agraviados se han tomado la justicia por su mano. [...] Un poema
ditirámbico que se canta en loor de los “caídos”, con pupilas de estrellas y séquito de luceros, es bellísima
ficción poética, que no pasa de la categoría literaria.

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