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Irma Lorena Acosta Reveles a presente obra integra las discusiones y los análisis de Elsa María Blancas Moreno
los profesores universitarios que conforman la Red de
Doctora en Ciencia Política por la Es doctora en ciencias de la educa-
Dra. Ana Margarita Alvarado Juárez María del Carmen Guadalupe Díaz Mejía
CA. Estudios Sociales CA. Procesos Socioeducativos
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca Universidad Autónoma de Querétaro
Dra. Guadalupe Nancy Nava Gómez Mtra. Sara Miriam González Ramírez
C.A. Procesos Sociales y Prácticas Institucionales CA. Procesos Socioeducativos
desde el Pensamiento Crítico Universidad Autónoma de Querétaro
Universidad Autónoma del Estado de México
Mtro. Saúl Vázquez Rodríguez
Dra. Irma Lorena Acosta reveles CA. Sociología de la Educación y Procesos
CA. Posgrado en Ciencias Políticas Educativos
Universidad Autónoma de Zacatecas Universidad Pedagógica Nacional – Unidad 201,
Oaxaca.
Mtro. José Ramón Olivo Estrada
CA. Procesos Educativos y Desarrollo social Dra. Virginia Guadalupe Reyes de la Cruz
Universidad Autónoma de Nayarit Estudios Sociales
Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca
Dr. Luis Rodolfo Ibarra Rivas
CA. Procesos Socioeducativos Mayra Araceli Nieves Chávez
Universidad Autónoma de Querétaro Universidad Autónoma de Querétaro
la educación
pública, una mirada
desde la universidad
ISBN: 978-607-555-034-3
Esta obra fue recibida por el Comité Interno de Selección de Obras de Colofón
Ediciones Académicas Comunicación para su valoración en el primer semes-
tre de 2019, se sometió al sistema de arbitraje por pares académicos especialis-
tas en la materia. Los resultados de los dictámenes fueron positivos
INDICE
Presentación . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11
Primera Parte
EL ACONTECER EN EL ESPACIO UNIVERSITARIO
7
ÍNDICE
Segunda Parte
LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD ANTE
LA FORMACIÓN PROFESIONAL
8
ÍNDICE
9
ÍNDICE
Tercera Parte
LA REFLEXIÓN CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD
10
Presentación
Pedro Flores-Crespo1
El libro que usted tiene en sus manos llega en un momento muy oportu-
no. En los últimos meses, la educación superior ha enfrentado retos que
seguramente moldearán su perfil y políticas a futuro. La autonomía uni-
versitaria, por ejemplo, fue eliminada de una iniciativa de ley enviada por
el gobierno entrante, la cual se pudo corregir gracias a la presión de las
propias universidades y del papel desempeñado por la oposición. Tam-
bién, por iniciativa gubernamental, se desea hacer obligatorio el nivel uni-
versitario.
Por otro lado, tenemos universidades públicas financieramente “que-
bradas” y ante el problema de la exclusión de los jóvenes en edad de cursar
la universidad, surgió un controversial programa (las 100 universidades
para el “bienestar” Benito Juárez) cuando las existentes universidades pú-
blicas sostuvieron que podrían haber ampliado la participación de los jó-
venes si recibieran mayor atención y financiamiento.
Aunado al voluntarismo presidencial, por un supuesto “error” en las
primeras propuestas del presupuesto federal para el 2019, se les recortaron
fondos públicos a las instituciones de educación superior públicas (ies) y,
por si fuera poco, algunas se hicieron harakiri proponiendo sus propios
planes de austeridad. Todo ello frente a la violencia registrada últimamen-
te en los campus de universidades tan prestigiosas como la unam y paros
prolongados de actividades como el que enfrentó la comunidad de la
Universidad Autónoma Metropolitana (uam) por más de tres meses.
Es precisamente bajo este contexto —y ante las metas incumplidas
de las administraciones anteriores—,2 que un grupo de académicos de
distintas universidades públicas se reunió para reflexionar sobre la po-
lítica universitaria de México. Una de las ventajas de este libro es su di-
versidad y alcance en términos temáticos. Aquí usted podrá leer una
1
Universidad Autónoma de Querétaro (fcpys).
2
Me refiero específicamente a la tasa de cobertura de 38% cuando el gobierno de Enrique
Peña Nieto (2012-2018) propuso que 40 de cada 100 jóvenes en edad de cursar la universidad lo
hicieran. Para mayor información sobre un “sexenio perdido” en educación superior, véase el tex-
to de Roberto Rodríguez en Campus Milenio, 11 de enero de 2017.
11
PRESENTACIÓN
12
PRESENTACIÓN
Por otro lado, uno de los problemas más graves de la política de edu-
cación superior en México consiste en no haber podido integrar la labor
de las escuelas formadoras de profesores con las universidades. Por eso el
texto de Elsa Blancas, Manuel Ochoa y Saúl Vázquez es clave. Un dato
que sorprende es que, de acuerdo con los autores, en Oaxaca existen 36
programas de posgrado para la profesionalización de profesores, pero
sólo nueve son administrados por ies públicas, mientras el 75% restante
lo ofrecen particulares. ¿Puede haber una creciente privatización en la
tierra de la aguerrida sección 22 de la Coordinadora Nacional de Traba-
jadores de la Educación, cnte? Dejemos esto para discutir a futuro.
Y en los debates actuales sobre la universidad mexicana, no podría
faltar el tema del mercado laboral de los profesionales. José Ramón Olivo
escribe al respecto y argumenta que las competencias requeridas por los
egresados varían sustancialmente por carrera, aún cuando todas las que
el autor analiza caigan en el área de ciencias sociales (Contaduría, Econo-
mía y Administración).
Otro texto interesante sobre los procesos de formación de los jóvenes
universitarios es el que corre a cargo de Luis Ibarra sobre la relación entre
comunicación, educación y el hecho de “conversar sobre las conversacio-
nes”, a lo que el autor, siguiendo a Maturana, nombra “lenguajear”.
El libro cierra con un capítulo referido a la autoetnografía. Ahí, Ber-
nabé Ríos y J. Ramón Olivo se preguntan cómo mejorar la lectura y com-
posición de textos académicos y proponen aquel método como una ma-
nera de que los estudiantes se den cuenta de su propia vida y actuación
dentro de los procesos de aprendizaje.
En resumen, procesos de aprendizaje, desarrollo de ciertos progra-
mas universitarios y el contexto macroeconómico son al menos tres ejes
por donde corre el valioso trabajo de estos colegas universitarios. Su mi-
rada interdisciplinaria constituye un aporte original en tiempos de incer-
tidumbre, incumplimiento y cambios supuestamente profundos. ¿Estará
la universidad pública mexicana lista para enfrentar una nueva oleada de
políticas verticales y centralistas? ¿Será capaz de renovar su autonomía y
dar nuevos bríos a su independencia intelectual y política a favor de los
jóvenes del país? Los invito a leer este interesante libro y que discutamos.
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Primera Parte
EL ACONTECER EN EL ESPACIO UNIVERSITARIO
Capítulo 1
Aproximación al discurso institucional sobre las políticas
de planeación de la educación superior mexicana:
hacia una propuesta social y culturalmente responsable
Resumen
1
Título del proyecto: “Análisis del discurso institucional sobre las políticas de la educación
superior mexicana: hacia una propuesta social y culturalmente responsable”, con clave prodep_
idca-24424 y clave uaem-ca-242.
17
EL ACONTECER EN EL ESPACIO UNIVERSITARIO
Introducción
18
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2
Para Martínez Romo (1996): “La planeación se enfoca a los aspectos de previsión de los
recursos materiales necesarios, como a los cambios administrativos indispensables para operar;
centralmente, la planeación se orienta a los recursos técnicos de infraestructura de gestión nece-
sarios para sostener con eficiencia y eficacia este crecimiento y desarrollo de la educación superior,
y su vinculación racional con el presupuesto, la administración y la disposición de los recursos
financieros. Además, ésta opera propiamente como un sistema de formulación, implementación y
evaluación de las políticas educativas, que permitieron la interacción concertada entre las institucio-
nes educativas superiores y los niveles de gobierno federal y estatal”, (pp. 224-225).
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20
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cación que existe en México. Más aún, existe una discusión abierta sobre
la pertinencia y la relevancia de la planeación de la educación superior
mexicana a partir de los datos alarmantes y crecientes sobre desigual-
dad, pobreza y desempleo entre la población mexicana. No obstante, en
la práctica se insiste en la presentación y establecimiento de indicadores,
números, cifras y porcentajes; y se olvida completamente que la univer-
sidad la formamos seres humanos quienes a su vez se forman, se cons-
truyen y se reúnen a fin de discutir de manera crítica y responsable las
ideas que generarán conocimiento y permitirán la transferencia de la
cultura.
Por tanto, reconocer el momento que se vive implica, primero, reco-
nocer a otros; esto es una política del reconocimiento, para comenzar a
romper con la cultura hegemónica que implica la educación superior y la
preponderancia de una cultura dominante, por una educación superior
mexicana que promueva la ruptura de la violencia estructural que actual-
mente nos oprime y nos priva de libertad y del ejercicio de nuestros dere-
chos; además de que, por si fuera poco, esta violencia estructural de las
instituciones conduce a una latente pérdida del sujeto y con ello su iden-
tidad, lo cual conlleva a la decadencia de la identidad universitaria. Por
ello se sugerirán opciones para la reconstrucción de la identidad acadé-
mica, intelectual y cultural de la educación superior.
Asimismo, y en respuesta al discurso dominante derivado de las polí-
ticas internacionales y particularmente al proveniente del presidente en
turno de los Estados Unidos de América, Donald Trump en el cual expre-
sa posturas discriminatorias, segregacionistas, separatistas y asimilacio-
nistas más que nunca una es necesario reconstruir nuestra realidad en
términos de repensar nuestra identidad y nuestra cultura más allá de las
improntas socioculturales que han prevalecido a partir de la relación de
México con los Estados Unidos de América y con otros países denomi-
nados como “de Occidente”,3 ¿Será acaso que existen diferentes “Occiden-
tes”, o bien que ese discurso nunca ha aplicado al caso de México?
El problema fundamental consiste en que los sistemas de educación
superior no son iguales, porque las sociedades no son iguales; porque las
culturas difieren demasiado unas de otras; porque ellos nunca han consi-
derado a México como parte de Norteamérica. México está al Sur. Este
juicio no es metafórico. Se asiste hoy a una realidad que se hace presente
en la construcción de un muro que no tiene nada de metafórico. Es la
3
O bien eurocéntricos.
21
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Desarrollo
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5
Véase Habermas, 1992. Estas discusiones están apareciendo nuevamente en México con el
rescate de planteamientos como las teorías de la descolonización en América Latina o los estudios
sobre la llamada “teoría crítica” de la Escuela de Frankfurt, con Max Horkheimer y Teodoro
Adorno entre otros.
23
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POLÍTICAS DE PLANEACIÓN DE LA EDUCACIÓN SUPERIOR MEXICANA
7
Desde esta perspectiva, cultura significa que el hombre es un ser cultural, o que el hombre
siempre se encuentra en un estado de cultura. Al respecto, “sin cultura el hombre fue y es, no
algo así como una madera bruta, un mármol informe, sino que es y será un brutum” (1978,
p. 310).
8
Las cursivas son nuestras.
25
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pero también por reunir todas las modalidades de lo que se conoce como
capital. Sin embargo, este fenómeno mantiene ciertas contradicciones.
En realidad, la hegemonía del modelo económico imperante sostenida
por la mundialización condiciona a los Estados; los supedita a un merca-
do nacional que se desborda, que ya no es lo que era, ya no es propio; los
trasciende por que avanza, en la apariencia, hacia horizontes externos,
pero desconocidos; los margina; los inutiliza. El Estado-nación vive así,
brutalmente, la disolución en el mercado mundial de lo que estuvo en la
base de su construcción histórica: el mercado nacional,9 la economía na-
cional, la sociedad nacional, la cultura nacional (Anguiano, 2010, p. 176).
En este orden, es posible aludir al desmantelamiento de la dimensión
social del Estado en el contexto y creación de un nuevo paradigma eco-
nómico, el cual transforma las relaciones sociales y culturales íntegras. Es
decir, las relaciones sociales en general están reguladas actualmente por
los procesos de acumulación de capital y mediadas por el mercado. En lo
que concierne a la educación superior mexicana, este proceso aparece como
parte de los mecanismos de modernización, propios del esquema globa-
lizador que se establecen como pautas de conducción para la educación
superior. Para el nivel de la educación, esta política trajo consigo la genera-
ción de un modelo único basado en la competitividad y en la privatización.
Hasta la década de los setenta, la educación superior mexicana se ex-
pandió de forma sostenida en cuanto al número de instituciones, la can-
tidad de estudiantes y profesores y la disponibilidad de recursos financie-
ros. A partir de los ochenta; en cambio, el financiamiento público para la
educación superior se ha reducido significativamente en casi todos los
países (Altbach y Johnstone, 1993; World Bank, 1994; Johnstone, 1998;
World Bank, 2000, citados en Ordorika, 2004).
En este marco, la educación superior pública mexicana enfrenta una
serie de problemáticas que, al mismo tiempo, se convierten en los cáno-
nes a seguir para incorporarse al proceso modernizador:
9
“Los Estados, y sobre todo los del Sur, son remitidos a la gestión de las recaídas sociales de
esta mundialización sobre la cual ellos casi no tienen control; esta gestión se efectúa a la escala
nacional: pobreza, delincuencia, desempleo, migraciones… Pero en materia económica, los Esta-
dos no pueden sino acompañar las tendencias pesadas de la mundialización” Chesneaux, 1993,
p. 4).
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• venta de servicios,
• vinculación Universidad-empresa,
• procesos de privatización,
• incorporación al sistema de evaluación, transparencia, rendición de
cuentas, acreditación y certificación de actores y programas, y
• ampliación de la matrícula.
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rior resulta adecuada para una organización como la ocde, creada y vin-
culada a cuestiones económicas y productivas. Bien pueden observarse
las connotaciones de tecnicidad.
Ahora bien, más allá del matiz técnico, se puede inferir e interpretar
un cierto alejamiento al interior de la relación entre conocimiento y la con-
dición humana. No obstante, quien lee esta enunciación puede también
argumentar a favor de ella, señalando que lo humano y lo social están in-
corporados en la propia relación (conocimiento-relación humana). Pero lo
que aquí interesa es incorporar el punto de vista de la tecnicidad, surgida
de una definición enfocada con base en una enunciación sobre lo produc-
tivo; es decir, sobre otra posibilidad de enunciaciones diferentes.
Por su parte, la Organización de las Naciones Unidas para la Educa-
ción, la Ciencia y la Cultura (unesco, por sus siglas en inglés) no plantea
de manera clara una definición. Sus discusiones suceden en torno a la al-
fabetización, así como a las diferentes formas en las que la educación ha
de llevarse a cabo. En el tenor anterior, resulta interesante saber que, en el
caso de México, la educación sí tiene una definición y además diferente.
La Ley General de Educación, en su artículo segundo, establece que la
educación es:
Esta definición brinda una connotación más integral y por ello, tal
vez más importante en el contexto de un país como México. Aparece
como una posibilidad de recuperación del sentido de la transformación
de lo social como idónea del quehacer educativo. Igualmente con rela-
ción al aspecto formativo como labor intrínseca de la educación, y en
suma, el resquicio de reflexividad que puede establecer, a través del uso
de esta definición para el caso de la educación terciaria, es decir, de la
educación superior.
10
El subrayado es nuestro. Se intentará mantener como guía de este escrito esta definición, en
virtud no solamente de sus rasgos integrales, sino porque constituye una definición derivada de la
cultura y la historia de México.
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Reflexiones finales
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Bibliografía
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Capítulo 2
Transformación de las políticas sociales y educación
Preámbulo
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1. Referentes teórico-epistemológicos
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el trabajo manual del intelectual. Esa división del trabajo forja una ena-
jenación, y, también, es la condición para que la conciencia se emancipe
de las ideas, las teorías y la moral, las cuales se encuentran “en contra-
dicción con las relaciones existentes… con la fuerza productiva existen-
te”. La división del trabajo gesta un doble movimiento: los productos del
trabajo se convierten en algo ajeno —como un poder— para el productor
directo y, en lo político, se presentan como escisión entre interés indivi-
dual e interés común organizado en una comunidad ilusoria: el Estado,
espacio donde las luchas entre clases se presentan como luchas por la
democracia, por derechos que pugnan por un interés común, general,
opuesto a los particularismos, y se impone como poder (político) ajeno
a los productores directos (ciudadanos) al no lograr dominarlo. Ese po-
der no es más que la “fuerza de la producción multiplicada”, por tanto, con
Marx se sostiene que “las ideas de la clase dominante son las ideas do-
minantes en cada época [esto es] la clase que ejerce el poder material
dominante en la sociedad es, al mismo tiempo, su poder espiritual do-
minante” (Marx y Engels, 1974: 26, 32-36, 50). En ese sentido se puede
hablar de una superestructura jurídico-político-ideológica, expresión
orgánica de la hegemonía de la clase dominante, que adquiere materiali-
dad en instituciones y prácticas concretas, pues tales ideas emergen de
—y se despliegan en— específicas condiciones materiales de existencia
que “determinan [bedingen] el proceso social, político e intelectual de la
vida en general” (Marx, 1982: 66). Sin embargo, esto no excluye ideas opues-
tas al dominio que, en lenguaje de Gramsci, implican la creación de una
conciencia de los intereses propios que trascienden sus límites corpora-
tivos (económicos) hacia otras clases y grupos subalternos en la esfera
político-ideológica, conciencia que apunta a crear una unidad, una di-
rección intelectual y moral; esto es, una hegemonía asentada en alianzas
de grupos sociales afines en tanto comparten un elemento de dominio
directo, de uso de la fuerza, respecto de los grupos sociales fundamenta-
les que pretende excluir o someter (Gramsci, 1999: 36) grupos suscepti-
bles de movilización —politización— en función de los intereses de las
clases dominantes, que se convierten así en hegemónicas culturalmente.
Ese pensamiento hegemónico tiene un modo de constituir a los su-
jetos a quienes se dirige: de politizarlos, despolitizarlos y repolitizarlos.
Lo anterior, se ilustra a través de las transformaciones de las políticas
sociales, particularmente en la educación; en esas condiciones, las clases
subalternas pueden producir una conciencia sobre sus propios intereses
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Colofón
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les y examinar los incentivos para que los profesores mejoren la calidad y
resultados de la enseñanza” (ocde, 2010:6, 21-27).
La política social y la escolarización se legitiman con una ideología
cuyo centro es la noción de desarrollo humano, que deshistoriza y niega
a los sujetos reales, pues juega necesario:
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Bibliografía
55
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60
ANEXO
Cuadro 1. Gasto público federal y gasto social en México, 1925-2018 (millones de pesos)
Concepto 1925* 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970
Gasto Total Federala 293.0 279.0 301.0 632.0 1573.0 3463.0 8883.0 20150.0 64020.0 109261.0
Gasto Social 55.0 94.0 101.0 218.0 464.0 935.0 2082.0 4670.0 7323.0 13452.0
Educación 21.0 32.0 38.0 75.0 170.0 314.0 731.0 1959.0 4075.0 7817.0
Aportaciones para
Educación Básica en — — — — — — — — — —
los Estados (Ramo 25)b
Aportaciones Federales
para Entidades Federativas — — — — — — — — — —
y Municipios (Ramo 33)c
Comunicaciones y Obras
26.0 47.0 36.0 63.0 159.0 459.0 1043.0 697.0 909.0 1641.0
Públicasd
Obras públicas (Desarrollo
— — — — — — — 1162.0 1162.0 2061.0
Social, 1992)e
Salubridad y Asistenciaf 3.0 9.0 11.0 38.0 78.0 131.0 248.0 714.0 1007.0 1649.0
Aportaciones Seguridad
— — — — — — — — — —
Socialg
Industria, Comercio y
5.0 6.0 16.0 42.0 57.0 25.0 40.0 100.0 118.0 219.0
Trabajo (Economía)h
Trabajo (y Previsión Social,
— — — — — 6.0 20.0 38.0 52.0 65.0
desde 1940)i
Desarrollo Regional
(en 1990 incluye — — — — — — — — — —
Solidaridad)j
Erogaciones no
sectorizables — — — — — — — — — —
(Ramo 23)k
Deuda Pública 84.0 19.0 30.0 88.0 286.0 664.0 1786.0 5500.0 9871.0 11225.0
Fuentes: inegi. Estadísticas históricas de México, (2014) (para datos de 1925 a 1990 en millones de viejos pesos); Calderón Hino-
josa, Felipe. Anexo estadístico del sexto informe de gobierno (2012), http://calderon.presidencia.gob.mx/informe/sexto/pdf/ANEXO_
ESTADISTICO/02_ESTADISTICAS_NACIONALES/2_ECONOMIA_COMPETITIVA_Y_GENERADORA_DE_EMPLEOS.pdf;
Peña Nieto, Enrique. Anexo estadístico del sexto informe de gobierno (2018), http://cdn.presidencia.gob.mx/sextoinforme/informe/6_
IG_Anexo_Estadistico.pdf
* De 2015 y 2018 el gasto total se refiere al Gasto Neto Total del Sector Público Presupuestario que incluye: Costo financiero de la
deuda del sector público y el Gasto no programable (Participaciones a entidades federativas y municipios y Adeudos de ejercicios fis-
cales anteriores; y el Gasto social corresponde al Gasto programable del sector público en clasificación administrativa.
c
Se establece en 1984: aportaciones para educación básica y normal, para servicios de salud, infraestructura social, fortalecimien-
to de municipios y DF, y aportaciones múltiples (asistencia social (dif), para infraestructura de educación básica y superior, educa-
ción tecnológica y de adultos y seguridad pública. A partir de 1997 se constituye como Ramo 33, con fondos para Educación Básica,
de Servicios de Salud y de Infraestructura Social Municipal que se ampliaron a infraestructura para educación superior, asistencia
social (dif), aportaciones para educación tecnológica y de adultos y para seguridad pública en las entidades federativas.
d
Se creó en 1891; en 1917 se añade la Dirección de Caminos y Puentes y en 1925 se descentraliza como Comisión Nacional de
Caminos; en 1958 se le separa la obra pública y se crea, en 1959, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes; en 1982 absorbe a la
Secretaría de Asentamientos Humanos y Obras Públicas.
f
La atención a la salud pública se organiza a partir de la Ley de Secularización de Hospitales y Establecimientos de Beneficencia
(1861) creando una Dirección General que dependía de la Secretaría de Estado y del Despacho de Relaciones Exteriores y Goberna-
ción; subsistió hasta la creación de Secretaría de Asistencia Social, en 1937; cambió de denominación a Salubridad y Asistencia (1943)
adscribiendo el Departamento de Salubridad Pública a la Secretaría de Asistencia Pública, y, a partir de 1982, se denomina Secretaría
de Salud, que incluye el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia.
g
Constituidas por pago de pensiones y aportaciones para garantizar la protección social de la población asegurada incluidas las
aportaciones a las Afores, con antecedentes en la Ley de Pensiones Civiles (1925), sustituida por la Ley de Retiros (1946) que incluía a
trabajadores del sector público paraestatal, la Ley del Seguro Social (1943) cubría accidentes de trabajo, enfermedades profesionales y
no profesionales, maternidad, invalidez y muerte, y se extiende a personal del Estado con la Ley del Instituto de Seguridad y Servicios
Sociales de los Trabajadores del Estado (1959). A partir de 1992 constituye el Ramo 19.
1975 1980 1985 1990 1995** 2000 2005 2010 2015*** 2018
400725.0 909988.0 13659979.0 156816300.0 429724.8 1243126.6 1979808.0 3355288.0 4917247.4 5279667.0
48007.0 279891.5 4459317.5 50985679.0 169697.9 443402.5 729557.6 1353259.8 2078675.7 2205533.5
31115.0 139940.0 1332034.0 17702400.0 34600.6 85550.8 137371.3 225696.4 326197.8 280969.3
4007.0 40022.0 533597.0 3165.5 13155.9 19194.5 42125.0 72586.6 119904.1 84548.6
6643.0 36336.0 77746.0 564000.0 4392.6 13332.2 21755.2 76560.6 112440.0 106645.5
5088.0 19626.0 169555.0 2489700.0 7703.6 16261.4 33705.5 86765.6 121772.4 122557.3
764.0 41231.0 533597.0 9613.5 1192.6 2733.5 6441.5 15704.8 17698.0 9578.4
390.0 2598.0 18006.0 215200.0 662.0 3207.6 3344.6 3865.0 4981.3 4037.0
27449.0 171852.0 5777243.0 65368300.0 83621.2 201015.0 210185.5 255755.1 408287.2 647479.8
h
En 1861 se creó la Secretaría de Estado y del Despacho de Fomento. Se transformó en Secretaría de Industria y Comercio, en mayo
de 1917 y, en diciembre de 1917, se le adjudican atribuciones en materia de trabajo quedando como Secretaría de Industria, Comercio y
Trabajo; cambia de denominación, en 1934, separando las Juntas de Conciliación y Arbitraje; en 1946 cambió a Secretaría de Economía
asignándole atribuciones para conservación y desarrollo de recursos naturales y administración del Seguro Social; para 1958 se convier-
te en Secretaría de Industria y Comercio añadiéndole atribuciones en materia de pesca, comercio exterior, de asesoría a nuevas indus-
trias manufactureras, organización de artesanos e industrias familiares; en 1976 se le quitan facultades de pesca y se denomina Secreta-
ría de Comercio; en 1982 se convierte en Secretaría de Comercio y Fomento Industrial para promover la planta industrial, fijar estímulos
fiscales y atender el Programa de Franjas Fronterizas y Zonas Libres; en 2000 cambió a Secretaría de Economía para apoyar empresas de
grupos de escasos recursos: banca social, microcréditos, empresas en solidaridad, integración de consumidores.
i
En 1911 se crea el Departamento del Trabajo dentro de la Secretaría de Fomento y Colonización e Industria para conciliar los con-
flictos laborales; en 1915 se adscribe a la Secretaría de Gobernación para regular los contratos de trabajo (hasta la creación de Junta Fe-
deral de Conciliación y Arbitraje, en 1927) y se incorporó a la Secretaría de Industria, Comercio y Trabajo y, a partir de 1931 se le asig-
nan atribuciones de vigilancia del cumplimiento de la Ley Federal del Trabajo (jornada laboral, indemnización por despido, derechos de
asociación y huelga), conciliación de conflictos laborales y establecer una política de previsión social e inspección; se constituye como
Secretaría del Trabajo y Previsión Social en 1940.
j
En 1982 se crea el Ramo 26: Promoción Regional como parte de los Convenios Únicos de Desarrollo; en 1984 cambió a Desarrollo
Regional (descentralización de servicios públicos federales y fortalecimiento de municipios); en 1989 se denomina Solidaridad y Des-
arrollo Regional; en 1993 se adscribe a la recién creada Secretaría de Desarrollo Social y, en 1996 se denomina Superación de la Pobreza
con los fondos de Desarrollo Social Municipal –que comprende servicios básicos, como agua potable, alcantarillado, drenaje, electrifica-
ción, mejoramiento de la infraestructura, educación básica, de salud, construcción de caminos rurales, vivienda, abasto, proyectos pro-
ductivos—, y para el Desarrollo Regional y Empleo con sus fondos de: Empleo Temporal; Crédito a la Palabra; Empresas Sociales y Cajas
de Ahorro; Atención a Zonas Áridas; Jornaleros Agrícolas; Apoyos a Mujeres y Servicio Social.
k
Se establecen en 1985 y, en 1994 cambia a Provisiones Salariales y Económicas; en 1997 se denomina Ramo 23 y se otorgan a soli-
citud de entidades federativas y municipios mediante convenio con shcp, a través de la Cámara de Diputados para proyectos regionales
de infraestructura estatal y municipal de pavimentación, alumbrado, drenaje, cultura de los trabajadores, desastres naturales, transporte
público para personas con discapacidad, previsiones salariales; los diputados son los que aprueban y distribuyen los recursos.
Cuadro 2. Participación porcentual del gasto social en el gasto público federal, México 1925-2018
Concepto 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965
Gasto Total Federal 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00
Gasto Social 18.77 33.69 33.55 34.49 29.50 27.00 23.44 23.18 11.44
Educación 7.17 11.47 12.62 11.87 10.81 9.07 8.23 9.72 6.37
Aportaciones para
Educación Básica en — — — — — — — — —
los Estados (Ramo 25)
Participaciones
a Estados y Municipios — — — — — — — — —
(Ramo 33)
Comunicaciones
8.87 16.85 11.96 9.97 10.11 13.25 11.74 3.46 1.42
y Obras Públicas
Obras públicas
(Desarrollo Social, 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 0.00 5.77 1.82
1992)
Salubridad
1.02 3.23 3.65 6.01 4.96 3.78 2.79 3.54 1.57
y Asistencia
Aportaciones
Seguridad Social
— — — — — — — — —
(a partir de 1992,
Ramo 19)
Industria, Comercio
1.71 2.15 5.32 6.65 3.62 0.72 0.45 0.50 0.18
y Trabajo (Economía)
Trabajo (y Previsión
— — — — — 0.17 0.23 0.19 0.08
Social, 1980)
Desarrollo Regional
(a partir de 1982 y en
— — — — — — — — —
1990 incluye
Solidaridad)
Erogaciones no
sectorizables (1990,
Provisiones Salariales — — — — — — — — —
y Económicas,
Ramo 23)
Deuda Pública 28.67 6.81 9.97 13.92 18.18 19.17 20.11 27.30 15.42
a
Incluye gasto no programable que comprende participaciones a Estados y Municipios, Estí-
mulos Fiscales y Adeudos de Ejercicios Fiscales Anteriores, así como Pago de Deuda Externa.
b
Se establece en 1993 con recursos destinados a Desarrollo Regional y Solidaridad; se convier-
te en el Ramo 25 para que las entidades federativas asumieran la descentralización de la educa-
ción básica y normal.
1.50 1.00 4.40 3.91 0.00 3.06 1.54 2.13 2.16 2.44 1.60
1.89 1.66 3.99 0.57 0.36 1.02 1.07 1.10 2.28 2.29 2.02
1.51 1.27 2.16 1.24 1.59 1.79 1.31 1.70 2.59 2.48 2.32
0.20 0.19 4.53 3.91 0.01 0.28 0.22 0.33 0.47 0.36 0.18
0.06 0.10 0.29 0.13 0.14 0.15 0.26 0.17 0.12 0.10 0.08
10.27 6.85 18.89 42.29 41.68 19.46 16.17 10.62 7.62 8.30 12.26
Cuadro 3. Distribución porcentual del gasto social federal en México, 1925-2018
Concepto 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965
Gasto Social 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00 100.00
Educación 38.18 34.04 37.62 34.40 36.64 33.58 35.11 41.95 55.65
Aportaciones para
Educación Básica
— — — — — — — — —
en los Estados
(1993, Ramo 25)
Participaciones a
Estados y Municipios — — — — — — — — —
(Ramo 33)
Subtotal a educación 38.18 34.04 37.62 34.40 36.64 33.58 35.11 41.95 55.65
Comunicaciones
47.27 50.00 35.64 28.90 34.27 49.09 50.10 14.93 12.41
y Obras Públicas
Obras Públicas
(Desarrollo Social, — — — — — — — 24.88 15.87
1992)
Salubridad y Asistencia 5.45 9.57 10.89 17.43 16.81 14.01 11.91 15.29 13.75
Aportaciones
Seguridad Social — — — — — — — — —
(Ramo 19)
Industria, Comercio
9.09 6.38 15.84 19.27 12.28 2.67 1.92 2.14 1.61
y Trabajo (Economía)
Trabajo (y Previsión
— — — — — 0.64 0.96 0.81 0.71
Social, 1980)
Desarrollo Regional
(a partir de 1982
— — — — — — — — —
y en 1990 incluye
Solidaridad)
Erogaciones no
sectorizables
(1993, Provisiones
— — — — — — — — —
Salariales y
Económicas,
Ramo 23)
58.11 64.81 50.00 59.84 75.43 69.51 63.34 61.21 50.78 46.63 46.34
12.20 8.35 14.30 11.97 0.01 7.75 4.33 5.77 5.36 5.77 3.83
15.32 13.84 12.98 1.74 1.11 2.59 3.01 2.98 5.66 5.41 4.84
12.26 10.60 7.01 3.80 4.88 4.54 3.67 4.62 6.41 5.86 5.56
1.63 1.59 14.73 11.97 0.02 0.70 0.62 0.88 1.16 0.85 0.43
0.48 0.81 0.93 0.40 0.42 0.39 0.72 0.46 0.29 0.24 0.18
Introducción
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70
LA CRISIS DE LAS UNIVERSIDADES EN EL CONTEXTO GLOBAL
tos comienzan a surgir más grupos que buscaban mejoras laborales, uno
de ellos fue el del sector educativo.
En el caso del sector educativo, en el nivel universitario tenemos que
sus movimientos se han registrado de igual manera por malestares e in-
conformidades de algún grupo que ha sido afectado o se encuentra vulne-
rable ante el contexto; estos fenómenos sociales son multicausales, pero
sabemos que los principales tienen que ver con el ámbito económico, po-
lítico y cultural.
Este tipo de inconformidades no son exclusivas de un país o conti-
nente; se ha manifestado a lo largo y ancho del planeta pues, aunque las
culturas son diferentes, se comparten factores que contribuyen al males-
tar de las comunidades universitarias. Este fenómeno se ha presentado
con fuerza en el sector estudiantil en años recientes en países latinoame-
ricanos como Chile y Argentina y en el continente europeo en España e
Inglaterra; sin embargo, no es exclusivo del sector estudiantil, también ha
habido manifestaciones de trabajadores académicos y administrativos
que exigen mejoras laborales, y la mayoría de las veces se ven involucra-
dos en esas luchas sectores externos al universitario.
En el Reporte de Movimientos Universitarios 2018 se puede encontrar
el estudio de 200 casos de movimientos universitarios alrededor del globo
terráqueo suscitados a partir del año 2012 en 96 países de cinco continen-
tes; entre ellos, los continentes africano y asiático fueron los que registra-
ron mayor número de este tipo de movimientos, tal como lo presenta la
gráfica 1, en la cual se puede observar el porcentaje de representatividad
de cada continente, teniendo en cuenta que no se consideró el nivel de
desarrollo económico de cada país sino los movimientos registrados en
el período 2012-2018.
Se señala también que la información de dicho reporte fue recabada a
través de periodistas enfocados en la educación superior y por medio de
fuentes directas como estudiantes, académicos, autoridades universita-
rias y autoridades de gobiernos locales. Con esta serie de actores, se cons-
truyó el reporte en el cual se hace mención a 16 causas que incitaron a la
organización y ejecución de manifestaciones, las cuales se muestran en
la gráfica 2.
Esto provocó paros de labores, huelgas de hambre, toma de las insti-
tuciones universitarias y gubernamentales, marchas, denuncias por redes
sociales, levantamiento y publicación de actas en donde se denuncian los
actos de otras instancias de la universidad y de instancias externas a ella.
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EL ACONTECER EN EL ESPACIO UNIVERSITARIO
3%
20% 29%
32% 16%
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10 9
9
8 7
7
6 5 5
5 4
4 3 3
3 2
2 1 1 1 1 1 1 1
1 0
0 l os s ón s .. s .. s
ra ica ica va i to o
el. tica de. eca ple stic ism ció
a o n
ció
n
abo olít man dén cati nac ica en lí es B m üí r ra p
L p u a u i d s Po n se ing erro Mig orru
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n
sH ac Ed crim Sin one as icio De L T C
ir e osic cho idad mas Dis ci r m d
ca p r e iv r itua efo Con
e O De t fo S R
Pr Ac Re
Fuente: elaboración propia con datos del Reporte de movimientos universitarios 2018.
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Conclusiones
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Bibliografía
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Capítuo 4
Dispositivos disciplinarios y control laboral
en la universidad
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DISPOSITIVOS DISCIPLINARIOS Y CONTROL LABORAL EN LA UNIVERSIDAD
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DISPOSITIVOS DISCIPLINARIOS Y CONTROL LABORAL EN LA UNIVERSIDAD
Los dd que rigen el trabajo académico, y que conforman esa trama com-
pleja y dialéctica, gravitan en tres planos (macro, meso y micro) de acuer-
do con su ámbito de intervención.
El plano macro se trata de cuando su proyección e incidencia alcanza
todo el territorio del país o lo trasciende, como es el caso de los instru-
mentos internacionales en materia educativa o científica que suscribe o
adopta el gobierno nacional. Las tecnologías de control que se despliegan
en el plano macro, dada su cobertura y la enorme influencia que tienen
en la vida académica del país, parecen opacar al resto.
Los dd macro circulan por conducto de documentos programáticos,
cánones de comportamiento a seguir, normativas de aplicación general,
fórmulas burocráticas e incluso lineamientos técnicos despojados pre-
suntamente de intencionalidad política en su diseño. Su dispersión ema-
na ordinariamente de una instancia formal centralizada y se irradia a
otras, puntualmente reguladas también en sus actividades y metodolo-
gías, siempre en un proceder vertical. Asimismo, las ordenanzas gravitan
a nivel de campos semánticos, retórica y discursos de claro contenido
axiológico que perfilan lo deseable y decretan un deber ser.
Las instancias que dictan y supervisan el cumplimiento de estos pre-
ceptos se sitúan jerárquicamente sobre otras, a manera de pirámide, para
fijar estándares, premios, sanciones y procedimientos estrictos para acce-
der a los modelos ideales en diferentes escenarios. Las instancias de eva-
luación o certificación son eventualmente externas a las estructuras gu-
bernamentales, pero igualmente están investidas de autoridad académica
o profesional respecto al sector que organizan y dictaminan. Esta institu-
cionalidad no escapa sin embargo a la discrecionalidad y prácticas infor-
males. Aquí se sitúan las políticas estatales de corte sectorial, educativo,
laboral, fiscal, científico-tecnológico, financieras, salariales, entre otras,
con todas sus normativas y aspectos operativos.
Otros dd de fácil identificación en este nivel son los mecanismos de
evaluación y sistemas que convergen en la validación de competencias; los
programas de reconocimiento y estímulos a la productividad. Menos evi-
dentes, pero de enorme influencia, son los esquemas de aseguramiento de
la calidad o de estratificación profesional; escalafones salariales centrali-
zados; bolsas financieras para proyectos administradas por instancias fe-
derales; las prioridades que dictan las agendas de investigación; concursos
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3. Dinámica laboral-académica
en las universidades mexicanas
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Recapitulación
Se pretendió perfilar una ruta teórica que aportara una visión integral de
qué ocurre hoy en las universidades, específicamente respecto al ámbito
académico-laboral. Se sostuvo que, tras varias décadas de cambios en las
universidades, en medio de un ambiente económico competitivo que se
apropia de todas las áreas de la vida social, se despliega un andamiaje re-
gulatorio —como trama compleja y dialéctica— que disciplina al trabaja-
dor académico para lograr de él una aportación mayor a la valorización
de capital. Ese entramado regulatorio dispone el ordenamiento del que-
hacer científico y docente, porque organiza actividades, define modelos de
ser y actuar, mientras los institucionaliza y legitima discursivamente.
También porque ordena en el sentido de que dicta prioridades y las im-
pone como interés colectivo, superior e incuestionable. De esto se conclu-
ye que existe una convergencia de esfuerzos en la lógica de la eficiencia y
para las necesidades de acumulación.
Por la naturaleza peculiar de sus componentes, la trama de dispositi-
vos de control es congruente con los fines productivistas con que se con-
cibe la actividad académica; también lo es por los planos o dimensiones
en que se despliega (macro, meso y micro), con los cuales alcanza una co-
bertura amplia, en lo vertical y horizontal. Es integral por el conjunto de
entes que la dinámica interpela e implica; y eficiente en la medida que las
entidades participantes suscriben y reproducen, desde su sitio y cotidia-
namente, esas tecnologías disciplinarias. Lo hacen a través de fórmulas
administrativas, prácticas en torno a la publicación y acreditaciones, in-
tercambio de códigos de valores, etc., independientemente de que les re-
sulten positivos a su condición laboral.
El saber científico acumulado, erigido en instrumento para la disci-
plina laboral, es lo que hace posible la trama de control, tanto a distancia
como in situ, además de en el plano de la subjetividad. Articula conoci-
miento básico, experimentación, procedimientos, técnicas, prototipos,
proyecciones, recursos estadísticos y digitales, que juntos conforman tec-
nologías, es decir saberes con aplicaciones prácticas. Estos recursos apoyan
el ejercicio de poder político y económico; la consistencia de éstos, su
complementariedad e interacción, le da fortaleza al conjunto. Los dd son
dinámicos, en principio por su sustrato científico. Continuamente se re-
nuevan y para ello se nutren de sistemas de registro que monitorean a
partir de los datos que el propio investigador aporta, el cumplimiento de
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104
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Bibliografía
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EL ACONTECER EN EL ESPACIO UNIVERSITARIO
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106
DISPOSITIVOS DISCIPLINARIOS Y CONTROL LABORAL EN LA UNIVERSIDAD
107
Segunda Parte
LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD
ANTE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Capítulo 5
Responsabilidad social y formación docente
en la Universidad Autónoma de Querétaro
Introducción
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LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD ANTE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Justificación
Este trabajo es relevante pues pretende mostrar una radiografía sobre las con-
diciones institucionales respecto a quiénes somos, qué hacemos y cómo lo ha-
cemos, para así poder sensibilizar y educar en temas de responsabilidad social.
Es relevante en el sentido de que significa el esfuerzo institucional por propi-
ciar espacios de reflexión y análisis entre docentes sobre temas relacionados
con el quehacer educativo, espacios de formación docente que inviten a la
toma de conciencia sobre temas de trascendencia como la rs, con dirección al
desarrollo humano con sentido pedagógico y de conciencia personal y social.
Este trabajo propicia la oportunidad de mirar las condiciones en las
que se vive cotidianamente es decir la manera coo se participa en el clima
de trabajo, las relaciones laborales y las formas de vinculación con las pro-
blemáticas y necesidades del entorno.
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FORMACIÓN DOCENTE EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO
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Objetivo
Objetivos específicos
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De la reflexión al comprender.
Teorización de la experiencia
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Resultados preliminares
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Retos y expectativas
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FORMACIÓN DOCENTE EN LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE QUERÉTARO
Los retos son de diversa índole, tales como la formación disciplinar, los
efectos perversos de la globalización en las personas, la modernización
institucional y de la práctica docente. En resumen, reconocer la compleji-
dad de nuestro paso por el mundo. En un curso de formación docente,
donde confluyen diversas formaciones disciplinarias, un primer reto se-
ría el de eliminar las fronteras de pensamiento entre las ciencias sociales
y las ciencias naturales; esto es, formar docentes con conocimientos inte-
grales, que comprendan tanto a las ciencias exactas como al entorno so-
cial (un ingeniero tendría que saber de economía y sociedad, así como
un educador de finanzas y política). Es una necesidad de nuestro tiempo
reconocer la complejidad del conocimiento, del todo y sus partes; es de-
cir, lo bio-socio-cultural del mundo y de la persona (Morin, 1990: 25-36)
y religar saberes disciplinares, no sólo de las ciencias duras y sociales, sino
también de la filosofía, la historia, el arte.
La especialización del saber —un efecto de la modernidad— o frag-
mentar el conocimiento científico por disciplinas (Dubet, 2013: 101-148)
invita al trabajo transdisciplinar a fin de enriquecer el trabajo colegiado
en las facultades. Morin (1990: 85-110) nos invita a no reducir la realidad
a un saber disciplinar, sino a asociar sin demeritar los saberes disciplina-
res, a partir de sus estructuras teóricas y metodológicas. Pero hay que dar
el salto a la interdisciplinariedad para abrir el horizonte de nuestra inter-
pretación del mundo y al diálogo multinivel y horizontal, condición ne-
cesaria para la responsabilidad social.
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LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD ANTE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Bibliografía
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Documentos
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Capítulo 6
La profesionalización de profesores de educación básica
en servicio: una reconstrucción a partir de dos programas
de maestría en la Universidad Pedagógica Nacional,
Unidad 201, Oaxaca
Introducción
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LA PROFESIONALIZACIÓN DE PROFESORES DE EDUCACIÓN BÁSICA EN SERVICIO
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La profesionalización de profesores
de educación básica en el contexto nacional
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Conclusiones
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LA PROFESIONALIZACIÓN DE PROFESORES DE EDUCACIÓN BÁSICA EN SERVICIO
mos las reflexiones de cinco estudiantes con más de diez años de servicio
acerca de sus procesos formativos en el posgrado, en las cuales se pueden
reconocer tres núcleos de formación profesional que los hacen transitar
de un conocimiento pedagógico básico a construir un conocimiento es-
pecializado: 1) los cursos formativos que integran el currículo, 2) el inter-
cambio profesional y 3) la elaboración de la tesis.
Todos los estudiantes entrevistados reconocen la importancia de los
temas desarrollados en cada uno de los módulos, que el trayecto forma-
tivo escolarizado es sustancial en su preparación y que los estudios de
posgrado les proporcionaron conocimientos teóricos y prácticos que les
permiten tener una mirada crítica hacia su práctica profesional y los
contextos donde se desarrolla. Además, establecen una diferencia sus-
tancial entre los cursos aislados que se reciben como capacitación y un
programa de posgrado, y valoran positivamente los seminarios porque
les permiten redireccionar la mirada hacia lo que sucede en las aulas,
volver extraño lo cotidiano e incluso reinventarse como docentes. En el
intercambio académico que se da en las aulas reconocen que no son los
únicos que tienen dudas en torno a su profesión; por ejemplo, que si bien
hay que enseñar a leer y escribir, ahora se hacen preguntas de cómo y
para qué, y estas dudas o cuestionamientos hablan de una posición re-
flexiva hacia su trabajo docente. Finalmente, se autorrefieren como más
conscientes de sus tareas pedagógicas, y establecen relaciones causales
entre la teoría revisada en el posgrado y su ámbito de acción profesional.
Como resultado de su formación proyectan la organización de colecti-
vos de estudiantes de posgrado que tengan iniciativas en el ámbito edu-
cativo, por ejemplo, publicar una revista y estructurar una red de maes-
tros promotores de la lectura.
Al concluir esta primera etapa de reflexión colectiva, podemos decir
que los programas de posgrado para maestros en servicio contribuyen de
manera importante a definir su identidad como profesionales de la edu-
cación. Los seminarios que se desarrollan en cada programa se convier-
ten en espacios de construcción y discusión del conocimiento especiali-
zado. Este tipo de conocimiento pedagógico se espera que sea resultado
de los estudios de una maestría en educación, que en el caso de los pos-
grados profesionalizantes, tiene como base la reflexión de la práctica. La
formación académica que se desarrolla en estos dos posgrados de educa-
ción permite a los profesores estudiantes plantearse los problemas educa-
tivos originados en su práctica profesional desde una mirada más com-
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LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD ANTE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Referencias
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LA PROFESIONALIZACIÓN DE PROFESORES DE EDUCACIÓN BÁSICA EN SERVICIO
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Capítulo 7
Capacidades requeridas y desarrolladas en espacios laborales:
percepción del egresado del área Económico-Administrativa
de la uan
Resumen
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CAPACIDADES REQUERIDAS Y DESARROLLADAS EN ESPACIOS LABORALES
escrita, manejo empresarial, entre otras. Esta situación debe ser un reto para
la institución educativa; aunque en un primer momento la enfrenta el egre-
sado, deberá ser parte de lo que se llama “formación para la transición”.
A partir de ello, se está desarrollando un proyecto sobre la trayectoria
laboral de los egresados de la Universidad Autónoma de Nayarit, desde la
generación 1990 hasta la 2010, recuperando su testimonio en cuanto a la
evolución en el empleo (ascendente o descendente), adquisición de com-
petencias (en el trabajo o en la formación universitaria), salarios, referen-
cias socioeconómicas, entre otros datos. En este caso, se analiza la adqui-
sición de la capacidad de expresión oral y escrita, en un primer momento
adquirida durante su formación y observada a partir del estudio de se-
guimiento de egresados, y en un segundo momento, se analiza esta com-
petencia desde la perspectiva del profesionista en su trabajo, lo cual nos
proporciona los niveles de adquisición en la institución y los esfuerzos
que como profesionista realiza para desarrollar esa competencia que se
les exige de forma permanente.
Introducción
149
LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD ANTE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
la formación.
Ante esta situación se manifiestan requerimientos en el proceso de
formación que significan retos a enfrentar una vez en el proceso de tran-
sición, es decir, durante el paso de la formación en la universidad a las
exigencias del empleo; se trata de integrar a la tarea de la institución ele-
mentos formativos de carácter transversal. Más allá de las herramientas
teóricas y metodológicas disciplinarias, se trata habilidades que los mis-
mos egresados están recuperando al margen de la propia institución.
Conforme a ello, es necesario exponer algunos elementos sobre este tipo
de formación, llamada “para la transición”, recuperar dos de experiencias
empíricas a través del proyecto que viene realizando nuestro cuerpo aca-
démico en la institución. Estos datos muestran desde la percepción de los
egresados y de su ámbito de trabajo, la necesidad de incorporar una serie
de habilidades transversales que les son indispensables para ejercer su
práctica particular las ellos mismos adquieren frecuentemente al margen
de la formación universitaria. Esta recuperación formativa la realizan en
general de forma paralela a su ejercicio laboral.
Desarrollo
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CAPACIDADES REQUERIDAS Y DESARROLLADAS EN ESPACIOS LABORALES
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LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD ANTE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
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CAPACIDADES REQUERIDAS Y DESARROLLADAS EN ESPACIOS LABORALES
universitarios que fortalezcan el paso al ámbito del empleo? ¿Cuáles son las
estrategias de la institución para asumir como propios los retos que enfren-
tan los egresados en el proceso de transición de la universidad al empleo?
¿Cómo están las condiciones en las actividades laborales en relación con la
práctica de las capacidades transversales por parte de nuestros egresados?
Es así como la integración de esas capacidades específicas que apoyen
al egresado a enfrentar el reto del empleo, se le llama “formación de transi-
ción”, cuyo propósito es darle un carácter formativo al espacio de transi-
ción, o —en otras palabras— convertir al espacio de transición en una
“transición formativa”, cuyo objetivo es mejorar la empleabilidad del
egresado, siempre y cuando esté enmarcada en una buena afirmación
ocupacional (Ramírez, 2001: 339).
El paso de la formación en la institución educativa —que incluye las
funciones de la universidad, la articulación de éstas desde los espacios
áulicos, hasta los procesos de vinculación— al contexto productivo y so-
cial en el cual como profesionista tendrá actividades laborales, implica
una necesaria transición. Esto lo entendemos como el paso de los/las jó-
venes de la escuela al mercado laboral. Y por ello es fundamental saber
qué está pasando con el proceso de transición, si ha resultado o no exito-
so, o qué elementos influyen o han impedido el paso de un estatus a otro
(Hernández y López, 2003).
El sustento de un proceso de incorporación al espacio laboral sin
obstáculos o a un desarrollo profesional importante está basado en un
trabajo educativo que considere como eje académico el de las competen-
cias. En términos de Le Boterf (2001, citado en Chechia e Iglesias, 2013),
una persona competente es la que sabe actuar de manera pertinente en
un contexto particular, eligiendo y movilizando un equipamiento doble
de recursos: recursos personales (conocimientos, saber hacer, cualidades,
cultura, recursos emocionales, etc.) y recursos de redes (bancos de datos,
redes documentales, redes de experiencia especializada, etc.). Saber actuar
de forma pertinente supone ser capaz de realizar un conjunto de activida-
des según ciertos criterios deseables.
Esta condición exige que el proceso educativo que sustenta la forma-
ción de profesionistas se reoriente hacia la adquisición de competencias,
específicamente las que tienen que ver con situaciones-problemas —de
acuerdo con Roegiers y Peyser Bief, 2007—, las cuales conducen al alum-
no a la integración de un conjunto de aprendizajes puntuales y a su arti-
culación con diferentes saberes y saber-hacer.
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LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD ANTE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Aspectos metodológicos
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CAPACIDADES REQUERIDAS Y DESARROLLADAS EN ESPACIOS LABORALES
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LOS DESAFÍOS DE LA UNIVERSIDAD ANTE LA FORMACIÓN PROFESIONAL
Resultados
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Grafica 1. Capacidades desarrolladas por los egresados
de Administración
50
45
40
35
30
25
20
15
10
5
0
jo a s s
ba on r ian
o
nd s so ajo ro
ra e r c viso id ie uale cur rab ot
t d r ot d t
de en pe ac en an de
ros apr l su vid end n m po
ñe e r e u
ap gr
pa
m
co Capacidad de comunicación rural Habilidad en el uso de las TIC
Habilidad para el trabajo en equipo Habilidad para la forma de decisiones
Habilidades promedio
Fuente: Datos de la encuesta.
40
35
30
25
20
15
10
5
0
compañeros aprender con vida estudiando Cursos grupo de otras
de trabajo el supervisor cotidiana en manuales trabajo
60
50
40
30
20
10
0
compañeros aprender con vida estudiando Cursos grupo de otras
de trabajo el supervisor cotidiana en manuales trabajo
Capacidad de comunicación oral y escrita Habilidad en el uso de las TIC
Habilidad para el trabajo en equipo Habilidad para la toma de decisiones
Habilidades promedio
Fuente: Datos de la encuesta.
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35
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compañeros aprender con vida estudiando Cursos grupo de otras
de trabajo el supervisor cotidiana en manuales trabajo
Capacidad de comunicación oral y escrita Habilidad en el uso de las TIC
Habilidad para el trabajo en equipo Habilidad para la toma de decisiones
Habilidades promedio
Fuente: Datos de la encuesta.
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50
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30
20
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0
Contaduría Economía Economía Admin. Admin. Contaduría Admin. promedio
Comunicación Comunicación Habilidad Habilidad Habilidad Habilidad Habilidad Habilidades
oral y escrita oral y escrita en el uso en el uso para el trabajo para tomar para tomar en promedio
de TIC de TIC en equipo decisiones deciciones
compañeros de trabajo aprender con el supervisor vida cotidiana
estudiantes en manuales cursos tiempo de trabajo
Fuente: datos de la encuesta.
Conclusión
Entre los egresados de los programas del área estudiada, se presenta que
algunas de estas capacidades son necesidades importantes para unos y
que para otros en cambio no son tan significativas. Los entrevistados ase-
guran que han tenido que resolver necesidades por diferentes medios,
considerando que en sus tareas laborales se las habían exigido estas capa-
cidades y al momento de egresar no las habían adquirido. En promedio
las cualidades que requerían más desarrollo por parte de los egresados se
integraron en los siguientes ámbitos: vida cotidiana, entre los grupos de
trabajo y con el apoyo de los compañeros.
En cuanto a los de Administración, a éstos les exigían una mayor
cantidad de habilidades (manejado de las tecnologías, toma de decisio-
nes y trabajo en equipo); a los economistas les pedían saber de las tic y
la habilidad de comunicación; y en cuanto a los contadores, la comuni-
cación y el saber tomar decisiones. Se reconoce en los resultados que la
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CAPACIDADES REQUERIDAS Y DESARROLLADAS EN ESPACIOS LABORALES
capacidad del trabajo en equipo sólo se observó cómo necesidad con los
administradores.
Con los resultados encontrados en los programas de las licenciaturas
estudiadas, se manifiesta la necesidad de propiciar cambios en la práctica
docente, de integrar con alguna estrategia a los egresados para conocer sus
experiencias en las diferentes fases de su práctica profesional, de favore-
cer acciones de educación continua, reconociendo que estas cualidades
requeridas están cambiando e intensificándose, ya que las determinan los
distintos contextos de aplicación. Es necesario seguir con trabajos de in-
dagación con docentes, autoridades educativas, profesores y estudiantes
que pudieran dar cuenta de la situación del problema.
Bibliografía
161
Ramírez, J. (2001): Estrategias para generar una transición formativa es-
cuela-trabajo en los jóvenes pobres urbanos: El papel de los actores
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Garritz-Ides-CONCYTEG-2008.pdf
Tercera Parte
LA REFLEXIÓN CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD
Capítulo 8
Educar, pensar y lenguajear
Resumen
Educar es una tarea compleja, así que en el presente capítulo se ilustra tal
complejidad relacionando las labores de educar, pensar y lenguajear
(‘conversar sobre conversaciones’). Un propósito perseguido es describir
tensiones existentes en formas de comunicación educativa. Se enfatizan
límites y potencialidades del uso del pensamiento de sentido común al
momento de educar. Para valorarlo también se muestran características
de comunicación erudita (filosófica-científica) y del buen sentido. La hi-
pótesis que dirigió la investigación sostiene que existen relaciones com-
plejas entre las formas de comunicación educativa y del pensar del senti-
do común, científico, filosófico o pedagógico, y la sabiduría popular o el
buen sentido. Se destaca el concepto de lenguajear porque enlaza: i) teo-
rías filosóficas que aportan un sentido a la vida; ii) obras pedagógicas, las
cuales estipulan formas de comunicar deseables para los fines y medios
educativos propuestos; iii) aportes sociológicos que relacionan formas de
comunicar, relaciones sociales y educar, y iv) posturas psicológicas que
articulan formas de comunicar y educar con procesos psíquicos. Un límite
del trabajo estriba en que problematiza más de lo que llega a facilitar: casi
no responde a cómo educar. Más bien, alerta sobre dificultades inheren-
tes al vínculo educar-pensar-lenguajear. Su apoyo metodológico devino
del pensamiento complejo. Inicialmente, se muestra el poderío y lími-
tes del sentido común. Después, el estado del arte y las teorías inherentes
a él. En forma escueta se sintetizan argumentos teóricos y, luego, se justi-
fica por qué estudiar el pasaje del sentido común al pensar científico-filo-
sófico. Los comentarios finales tienden a vislumbrar formas de educar-
pensar-lenguajear de manera más pertinente y grata, para contribuir a la
emergencia de un mundo mejor.
165
LA REFLEXIÓN CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD
166
EDUCAR, PENSAR Y LENGUAJEAR
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LA REFLEXIÓN CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD
Freire (1998) iluminó una zona que no percibía con suficiente nitidez:
transitar del lugar del educando, que llamó “acá” (sentido común), al “allá”
del profesor (modos de pensar y comunicar científico). De acuerdo con
este autor brasileño, educar consiste en llevar de un acá estudiantil a un
allá docente. Antes analicé procesos comunicativos (Ibarra, 2007, 2009,
2010, 2012 y 2017); sólo que no valoré, en todo su poderío, al sentido
común; el cual es el motivo de esta investigación.
168
EDUCAR, PENSAR Y LENGUAJEAR
169
LA REFLEXIÓN CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD
mundo. La criticó porque con ella se legitima, pero no se explican las bases
de tal clasificación. Bourdieu (2002) también alertó que ya no existiesen
términos como explotación, capitalismo, dominación y otros más.
En mi experiencia encontré que la vulgata también es local, de univer-
sitarios; quizá la compartan periodistas o personas que pretendan distin-
guirse por cultas. Las frases hechas con que topé tampoco comprendieron
vocablos marxistas. Tal vez esta teoría no sea ya parte del sentido común
docente; incluso quizá ya haya sido proscrito de él. El escrito de Bourdieu
abrió la posibilidad de investigar sobre lo que se dice para argumentar, la
frase hecha que no es motivo de mayores explicaciones: es una forma de
comunicación educativa, supuestamente legítima.
Los lugares comunes, mostrados por Bourdieu, ejemplifican lo ex-
puesto por una española: “Son la pluralidad de voces que hablan, sin que
nos demos cuenta, en los enunciados que consideramos ‘propios’: viejos
saberes, creencias, dichos del sentido común, verdades que no necesitan
demostración, opiniones fijadas por el estereotipo” (Arfuch, 1995, p. 4).
Las frases comunes (“acá”) están vinculadas con el sustrato de una
lengua y una cultura, de una trama sociocultural: el lenguaje precede al
universitario y le impone marcas al hablar. Si bien el lenguaje atesora una
sabiduría acumulada (Arfuch, 1995, p. 4), es indispensable reconocer qué
conservar y bajo qué condiciones. Es factible que transmitir el oficio de
pensar por sí mismo, como profesional de una ciencia, con algún grado
de autonomía, no siempre se beneficie con el empleo de frases comunes
ni lo que conlleva: hablar sin saber qué se dice con precisión.
Maturana (2001) creó un neologismo: lenguajear. Con él de nominó
algo nuevo: una red, un espacio de conversaciones en el que se exteriorizan
las emociones y sentimientos, las ideas y las acciones, tanto de las que se
parte, como aquellas que son posibles. Lenguajear no es hablar por hablar,
tampoco es un soliloquio; es conversar sobre las conversaciones que cons-
tituyen la democracia. Gracias al lenguajear, a sumergirnos en las conver-
saciones que aluden al mundo deseable como una práctica social cotidia-
na, traemos al presente el futuro deseable (Maturana, 2001, p. 65).
A lo anterior añadiría que la democracia se construye al encontrar lo
común y lo diferente; semejanzas y diferencias que están presentes en las
conversaciones sobre la democracia, en el lenguaje. Hay democracia al
pactar acuerdos para coordinar acciones. Adicional al campo político, len-
guajear también puede contribuir a educar científica o filosóficamente, al
conversar sobre las conversaciones de sentido común, de sentido común
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EDUCAR, PENSAR Y LENGUAJEAR
171
LA REFLEXIÓN CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD
172
EDUCAR, PENSAR Y LENGUAJEAR
útiles para, por ejemplo, comunicarse sobre acciones cotidianas, por caso,
solicitar ayuda para preparar los aperos científicos. El sentido común es
un sostén de la comunicación humana. 2) Existen contenidos específicos
del sentido común, en este caso, frases hechas o átomos del lenguaje. 3)
Comprender las frases hechas —o contenidos del sentido común— per-
mite entender procesos socioeducativos de maestros y alumnos, al mos-
trar cómo opera el sentido común. 4) El sentido común es una produc-
ción histórico-social, y como tal lo estudia la teoría de las representaciones
sociales (Moscovici, 1998).
Raiter afirmó que Bourdieu no fue un especialista en temas semánti-
cos ni del lenguaje (2003, p. 206), y aun así fue elocuente al escribir el libro
¿Qué significa hablar? (2001). Tal descalificación muestra mi condición,
pues recién estudio teorías sobre el lenguaje e ignoro mucho más del len-
guaje de lo que Raiter atribuyó a Bourdieu.
Pese a mi ignorancia, me empecino en comprender la acción docente
que transita de emplear frases hechas o lugares comunes al dar clases (“acá”),
y pretende llegar a una forma de comunicar científica (“allá”). Para enten-
derla ofrezco lecciones de quienes me antecedieron: teorías que explican
al sentido común, y teorías sobre el lenguaje (lenguajear) y sus componen-
tes (contenidos-frases hechas), así como otras sobre el pensar científico.
Althusser (2005) opuso ciencia e ideología. Estimo que entre ideología
o sentido común y ciencia no hay una barrera infranqueable. No existe
una diferencia abismal entre opinión, filosofía y ciencia. Existen nexos,
por ejemplo el uso del lenguaje. Sin embargo, la racionalidad que abunda
en la ciencia y la filosofía es casi inexistente en el sentido común.
Para fines de este trabajo, la racionalidad se entiende como un hábito
reflexivo e ilustrado que produce una cultura científica; esta cultura se
guía por intereses conceptuales. En el caso de las ciencias empírico analí-
ticas, su interés es mostrar teóricamente el universo en su ordenación
conforme a leyes; las ciencias histórico-hermenéuticas constituyen siste-
mas estructurados con un sentido, su interés es interpretar y explicarlo;
las ciencias críticas persiguen un interés emancipatorio (Habermas, 1993,
pp. 162-172). Agrego otro interés no admitido por Habermas: el fenome-
nológico, el cual le importa describir y formular la esencia de los fenóme-
nos humanos.
Bourdieu llamó a la racionalidad científica “modo de pensar”; mostró
que es de naturaleza deductiva, experimental, histórica y crítica-reflexiva
(Bourdieu, 1989). No es el espacio para abundar en esos modos de pen-
173
LA REFLEXIÓN CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD
sar (véase Ibarra, Díaz y González, 2012), sólo reitero que pensar y
comunicar son acciones humanas presentes en el sentido común, en la
ciencia y la filosofía.
En cada ámbito se siguen intereses distintos. En el del sentido común
se persigue responder, de manera casi inmediata, a exigencias del entor-
no; estas demandas provienen de un sinnúmero de ambientes: físicos,
químicos, biológicos, sociales, familiares, históricos, etcétera. Quien opi-
na se permite hablar de lo que se le ocurra y cae en la opiniomanía (Mo-
rin, 1975, pp. 15-27).
En la ciencia el interés está centrado en describir, explicar-interpretar,
criticar-transformar o en formular leyes o regularidades de un aspecto de
la realidad; usualmente un biólogo no se permite hablar de filosofía, por
ejemplo. (Maturana es una muestra de lo contrario: un biólogo que escri-
bió sobre filosofía y sociedad). En filosofía el interés es por describir, ex-
plicar-interpretar, criticar-transformar o formular leyes de la realidad en
su totalidad, no sólo de un aspecto de ella; además, también se distingue
porque no sólo se interesa por lo que es, sino por lo que debiera ser en
ramas como la ética, política y estética, por ejemplo. Las obras filosóficas
ofrecen lo que la ciencia no aporta: un sentido a la vida humana y a la
vida en general. La pedagogía también ofrece sentido, específicamente al
acto educativo; además de prescribir fines trascendentes, también expresa
cómo llegar a ellos.
Aquello que se piensa está intrínsecamente vinculado con conteni-
dos específicos: pensar no se hace en abstracto, sino que se piensan pen-
samientos; es decir, conceptos, categorías o teorías. Asimismo se piensa
con el endeble soporte del sentido común, de las frases hechas. Se piensa
sobre enunciados con el soporte de otros enunciados. Al comunicar, al
lenguajear, se expresan contenidos. Lenguaje y pensamiento forman una
unidad (Vygotsky, 2013). Educar se hace sobre la base de esa unidad; de
este modo, ¿cómo educar la sensibilidad humana sin recurrir a obras pe-
dagógicas, estéticas o científicas?
Metodología
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EDUCAR, PENSAR Y LENGUAJEAR
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LA REFLEXIÓN CRÍTICA EN LA UNIVERSIDAD
Síntesis teórica
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Comentarios finales
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sobre las conversaciones a propósito del tema. Sin lenguajear existe mo-
nólogo: ora el maestro habla, habla, habla y habla… ora sólo predomina
una sola visión, no hay conversación sobre las diversas conversaciones a
propósito de educar. Educar es una acción social e individual. El monó-
logo da la impresión de cumplir: “terminé mi programa a tiempo”, reza el
sentido común docente. No hay tal eficiencia.
Educar es una acción humana estudiada con el recurso de varias teo-
rías. Una forma de justificar su complejidad estriba en crear un dentro y
un afuera. Lo “dentro” son acciones realizadas al educar, mientras lo que
está “fuera” son aquellas que la determinan sin ser propiamente acciones
educativas. Por ejemplo, el ambiente socio-cultural en que se educa pro-
picia un cierto tipo de educación. El “dentro” lo explican, por ejemplo,
teorías psicológicas sobre el aprendizaje, también teorías sociológicas que
explican las relaciones entre seres humanos o teorías de las neurociencias.
Es compleja la educación porque, en este ejemplo, debe conversarse sobre
las conversaciones de dos disciplinas: sociología y psicología. Lenguajear
para recrear las conversaciones previas y abrirse a otros modos de len-
guajear: cambiar modos de pensar y de actuar.
La complejidad de la educación, asimismo, estriba en que es imposi-
ble definir una frontera absoluta entre los sistemas: dentro-fuera. Entre
ambos sistemas existe una zona en la que ambos se confunden o interpe-
netran: el cuerpo (dentro) encarna lo social, económico, político o cultural,
se viste o habla de tal o cual manera (fuera). Simultánea y contradictoria-
mente, lo individual se convierte en grupal, social, cultural, económico o
político. Lo individual y lo debido al ambiente precisan comprenderse
para educar de mánera más eficiente y digna.
Educador y educandos necesitan valorar (acción que tiende más
a sentimientos, como aprobación o rechazo), comprender (más cercano a
ideas) y actuar (acción que puede —o no— vincularse con pensar y valo-
rar: praxis). Educar, pues, se ve favorecido con un pensar y lenguajear com-
plejo. Es complejo porque otro caso educar transitaría entre el sentido
común, el sentido común científico, el buen sentido y pensar-comunicar
científica y filosóficamente.
¿En qué se apoya y a dónde se proyecta lo complejo? Quizá la res-
puesta más abstracta o teórica sea: relacionar, relacionar, relacionar, re-
lacionar, relacionar y más relacionar. En este trabajo relacioné sentido
común, sentido común científico, buen sentido y pensar-lenguajear-edu-
car científico-filosófico-pedagógico: pasar de un acá estudiantil o docente
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Bibliografía
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Capítulo 9
Lecturas e ideas en el posgrado desde texto autoetnográfico
Resumen
Introducción
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Los trabajos finales fueron expuestos por los estudiantes, cuyos títulos
fueron:
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Aspectos metodológicos
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estrategias para guiar con éxito, a los estudiantes, ante las demandas de la
escritura en la escuela, y ubica el trabajo y la visión del docente como
mediador encaminado a la formación de lectores y escritores autónomos.
En ella destacan sus etapas de deconstruction (importancia del género en
la disciplina, su actualidad como producto de la investigación, oportuni-
dades y limitaciones), joint construction (el autor su vida y obra, el texto y
su estructura, propósitos, objetivos, metodología, resultados, conclusio-
nes, bibliografía consultada) e independent writing (elaboración indepen-
diente del texto, conocimiento de la estructura a desarrollar, la exposición
de avances ante el grupo, asignación de tiempo para el trabajo individual,
trabajo entre pares).
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• Comentar sus avances en los diversos escritos que les hayan sido
solicitados por los docentes.
• Sentirse acompañados para exponer sus dudas en relación con las
reglas gramaticales, la estructura, cohesión y coherencia de sus di-
versos escritos y particularmente de su trt.
• Fomentar el intercambio de lectura por parte de los pares y sus di-
versos comentarios.
• Trabajar en diversos temas afines: signos ortográficos, elaboración
de párrafos, estilos narrativos, escritura recreativa, la narración, la
argumentación, la descripción, las estructuras textuales, conectores
discursivos, citación apa-Vancouver.
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Testimonios
Conclusiones
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Bibliografía
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La educación pública: una mirada desde
la universidad, coordinado por Elsa María
Blancas Moreno e Irma Lorena Acosta fue
publicado por Colofón. Se terminó de imprimir
en diciembre de 2019 en los talleres de Ultradigital
Press S.A. de C.V. Centeno 195, Col. Valle del Sur, C.P.
09819, Ciudad de México. El tiraje consta de 500 ejemplares.
La impresión se realizó mediante Offset en papel Cultural de 75
gr. El cuidado editorial estuvo a cargo del departamento de Colofón
Ediciones Académicas, un sello de Colofón S.A. de C.V.