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erJStiil.dnza es .túi temd ap,CI.SÍ~~tJfe
C o l e ee i 6 n Tr i ,1 n g u l o s Pe da g 6 g í e o s
que concierne a t.od.os lo,, edúca_dorJs.-Dps cono(;/i(m/~-
centes e i1ivesú.gadcrm d?¡entinas; (i!orú:i· Edeisk.{n_ y
Ade(a Coria, h a_1Mlízan en este libro eScrito ·con Ún
lenguaje q,;e in;erpel,:¡.f,cmiprome;e al lettor.
Glovia Edelstt.in dirigi.á·dUrante cuatro añm la eS:.
:IMÁGENES E IMAGINACIÓN
cuela de Cienám de k1_E,d:utación ·de fa Universidad
l\'acfontJÍ de Córdoba, donde es titula.r por concu.tso,de /,a -~átedn:. de Metodología.,
INICIACIÓN
Ob.rervació;i )' Prd.cticas de la Enseii.anza. Su experiencia~ -el saber construítf.o en
ei haceP c.?tidiarto, su preocttpacidn por·tos andamiajes..cOnceptuáles, su respeto p_Or A LA DOCENCIA
lr.s eJptt:cics dt l:ts prdct1cas, el conocimiento .adquirido_ por la refl-exi6il y .en_ el
aa,mpañanúento de ese pasaje de practicante á dnce/zt.e" son sin duda alg;unos as--
ptctus de la trayectoria profesional de la autora que leperiniten desentrafiar pun-
Gloria Edelstein
ta ,e/ave.s dd proceso de dt.•-ve,;ir educaMr. En esta tatea.· fa acó.mpaña Ade~ Co~ Adela Coria
rú, JnY1fesm-,-1 adjunta por concurso de fa rr.ísma éátedYa~ y áses-cra ped'ag9gica _en
~i .1.frca de- educación a distancia de la Universidad-de Córdoba. Ambas dqcentes
e-trmpaFtienm en este Libro la responsábilidad de sistematizar io 511.bido y. el esfaet'-
Zlt ¡u1r e,n.·cntnir }¡¡, manera de C(nnu11iCarlt!. Asf,.afrec0-al fedtf!r ci.portes .rígnifi-
c1ttl11r1s_para r~fl.exíon(t.r sobrr fo conocido~ fas propias práctí~as., c/esde una p~1:Spec-
ttv11 que integra conceptos prtra decodi:f1car y entender 1,a· cl!tididneidad, ab'f'iendo
t&hh..Js interrogJintes como alternativas,
lvf.tt.-rfa :J'akme pmloga esté libro,, r:n et que·/¡1.s tt.utoras ia reconóce;,-1 como . ·«nnéstra~~
ÍNDICE
DEPARTAMENTO DE EDICIONES Pág.
Dirección: Martha Güerzoni de García Lanz
Prók,go 5
Dire~tora de colección: Ora. Gra<:lela Frigerio
Supervisión editorial: Maria En,ma Barbería Presentación 7
Bibliografia 107
formal'.bres. pero al que !e es í11eludíble revelar las huella, del pasado, reconocí:
bles en aquello que es foto5raflado.
Aspira modestamer:ire a s1ltar de vez: e_n. c4ando de I~~
anaqueles y ser una her~mi_enta mis de trabajo y reflexmn besde esa perspectiva, se intentan identificar nudos ·de significa-
crítica. ción en fa variabilidad de las prácticas de la enseñanzt en 'las Insti--
tuciones y Planes de Formación. Aun cuando no todas las experien-
cias las reflejan de modo sistemático, se podrfa.n .señalar tres caracte-
'Jltiffias· ae-ca-:_--
rísticas H~:CUff~ntes que ti_I:)ificarí_a_n eS,l§ .Qrá~ticaS en fas
~sé~fiace·rerefeñCia-a-tis esciSiO~es gue la::: atraviesan, -a los efec-
tos de mimetización a los c_ue se exponen y a la impJ,"onta formal,
por la ausencia del cotidiano escolar como espacio en el que ellaa se
despliegan.
12 GLORIA EDELSTflN - ACTLA CORIA LA PRÁCTICP DE LA E:NSEI\ANZA EN l.A -'ORMACIÓN Clf DOCEt\.'TES 13
La primera característica. refiere, en un "sentido, a la es.c.isló.n._~ntre no permiten al alumno alcanza'r un nivel de integraci5n en relació.n
la fbrmación en disciplinas de múltiples campos considerad:>s tron- con el d.)jeto de :=nseñanza que· habrá de construir para su~ prácti-
cales y 1a ·que integra el :ampo p_edagógico-didáctico, la.S asignaturas cas. Construcción nec_esaria para asumir _Y fundamentar una postura
·a él aEociadas. personal 11 provisoriá. 11 en relación con su campo de trabájo,. el que en-
En el caso de lo.s profesorados de Nivel Medio, la desarticulación trama pensamiento y acción. ·
también se observa entre disciplinas propiaS de cada campo de co- Es entonces cu:indo loS límites en la formación para la compren-
nocimtento y, en los casqs de Nivel Inicial, fundamentalmente Prima- sión se convierten en lími~es hacia la proyección-interven-ción, con
rio,. entre las didácticas especiales y los espacios curr~culares que diversas expresiones concretas, de las que probablemente sea redun-
asumen 1~ instrumentación propia del nivel. dante dar ejemplos.
Es llamativo y constatable que las asignaturas de formaci6n pedagó- Otro tanto ocurre en relación con lo pedag5gico. El alumno ha tra-
gica se encuentran distan::::iadas no sólo de los abordajes espeé.ficos de bajado en cada caso sobre una parcela de c-::mocimiento sin las ne-
las dis:::iplinas de un determinado ~ampo, sino también de las propias cesarias relas:iones y diferenciaciones qu~ :e permitan .analizar el
prácticas de la enseñanza, .a las que se supone deben alimentar. complejo de variables puestas en juego en los procesos de enseñar
Én ~sta peJ;"Spectiva, se desaprovechan aportes socio-históricos y y aprender. No ha tenido más que instancias aisladas y breves de
3;ntropológicos;_ lingüísticos; del campo de la psicología y psicosocio~ acercamiento a la realidad, la que tampüco ha penetrado en fas. ~1,1-
logía; :le la lógica y la epistemología., entre otros. Estos aportes se in- las por la vía de las indagaciones empíricas de otros sujetos. La teo-
tegran con diversas designaciones y formas de indusión en asigna- ría ha estado desvinculada de la práctica; no ha sido trabajada co-
turas propias de los diferentes planes, y serían de gran importancia mo soporte que pDsibilíte fa comprensión de los procésos cotidianos,
para una más adecuada comprensión de los procesos en el interior tan1poco como receptora _de problemáticas que, plasmadas -en l~s
del aula. prácticas, señalen nuevos núcleos de cuestio:.1.amiento e indagación.
Esa posibilidad es desaprovechada por un •diseño curricular que, Desde ya que, si la postura es lograr una 1rticulación teoría~prác-
al plantear las asignaturas co1no compartirl1,entos estancos, ·dificulta ·ttea difefente, no puede limitarse al campo de lo didáctico. Es:o re-
los intentos de integración. forzaría la estrecha perspectiva det=¡de la que se encara en muchos ca-
La .circunstancia aludida se agrava, en no pocos ca~os, por el re- sos la teoría peda5ógíca er. la fofm:::.ción de docentes. Atin tratándo-
duccionismo con que se en,cara 13 form:::.ción pedagógica, que da se de la formació:1 de grado, en la búsqueda de artirulación teoría-
cuente de una nueva disociación l¡¡ observada entre teoria y prácti- práctica habría que ampliar la visión, aportando al reccnotimier.to de
ca. La práctica de la enseñanza se plasma al finalizar el proceso for- problemáticas más abarcativas, én relacíón ccn la dive:-sidad cultural,
m~tivo, asignándole el ya clásico rol de instancia de aplicación de la con los condicionantes soc.o-históricos, con el sistema educativo for-
normativa y prescripciones planteadas· desde la teo~ía·. mal y no formal, éon las ir.cstituciones, entre otras.
Si se trata de un mandato que deviene de la ·formaliz::1-ción curri- ,. Una segunda característica en los Planes de Forrnacfó'n que luego
cular, que rebasa las propias decisiones_ y deseos de los actores coti- marcará significativamente las prácticas de la enseñanza es la fuerte
dianos. de las institqciones formadoras, é_~te tampo-co se concreta por in.fluencia del Ilivel para el que se forma en :ios planos: el plano de
la enorrrie. distancia existente respecto a la; situaciones de la-re8.lidad las propuestas que devienen del cnrículum prescripto y ;iquel que
escolar en la que el practicante se debe insertar. refiere a los intercambios cotidianos entre. formadores-.y-alumt1Q.s.~€n -
Se desprende de lo señalado que los alumnos se acero.n a Jas el espacio escolar.·
_prácticas de la enseñanza después de un proce_so específico de co- Llama la. 3:tención la naturalidad con que docentes forn1adores y
nocimiento que les ha ido permitie11do síntesis parciales progresivas, 'alumnos suelen adn1itir 11 las razones didácticas 11 come soporte __ó~__la
pero que, en la -mayoría de los casos, ha:1 sido cc!lstruidas a ·partir simplifica-ción de contenidos que habrá que operar en función del fu-
de un enfoque fragmentado. tµro. Ello se manifiesta en las propuestas de las distintas disciplinas,
No se trataría entonces de una ilusoria apelación a la unidad que estrechando las perspectivas de ariálísis e infantilizando las activida-
no tolera l;is diferencias. Se alude a la· fr¿gmentación de niveles de des de enseñanza.
anális:s desde diferentes encuadres teóriccs y metodológicos, que, al La naturalidad suele inscribirse frecuentemente en lf. fonna de pre-
no ser explicitad9s, al solaparse, D disgregarse sin razones aparentes, sentación de trabajos, teóricos o prácticos, que los alumnos se em-
LA PRÁCTCA DE LA EI\SEÑ-ANZA EN _A ~ORMACIÓN DE DOCENTES 15
14 GLOfM EDELSTfiN - ADELA CORI.~
2 ,Entre e,;as investig;;ciones, pue::ien deStacacse las !levadas adeíante por Justa Ezpe-
'.eta (1991), Escuelas y -,naestros, y por C. l3rasfavsky y A. fürgin (Cornp.) 0992), ·For-
mación de Profesores. J-,npacto, pasatio y preser.te. .,.~
(l.____,17, \ &-. '
GLORIA EDELSTEIN - ADELA COOIA [A PR.Á.CK:A D~ LA ENSEÑANZA EN lA FORMACIÚN DE OOCENiES 23
22
han dado o intentado dar sentido a la acción, s5:_Q!_~!!!~-~.r:íª .C:t5=:rt9 _g.p,:__ _ Su estructura ten1poral la dotaría de un ritm0: un tempo, una orienta-
ción.
Q.9,_,_Q~-~-,#:1~J?UJE-!~d.t..._precís_amente en la puesta en_ J:.~_ª:? '"~~
-~!:1 -~~~~i®
E~ tie_f.J-.P9.J2c\.-~!.=-i~ es distinto del iiempo 11 lineal,. homogéneo y con-
ptáctic~; des_de el que· ·10s sujetos· resiTelYeri -ia-dlv~rsid~d de_ s~t~1ac_~~-
a
- nés· las ciue deben enfrentarse. . "' tint~¿;, del calendario; ':stá hecho g§__l_'.1/ilotes_:1, dotado de ritmos parti-
1
Ello revelaría que las prácticas o":>edecen a una lógica que las de- culares, tiem:po q_ue_~p~e_rpia o q_tJe se atasca .según lo que se haga con
fine y o:,0rga singularidad no subsumible ni equivalente a la lógica él, es de-:Ií-,--s~gúll iaS fUildOD.es·qüeTe~Corifiere1a acción que se neva
teór_ica que intenta explicarlas, ni ta:.npoco expresióh de una respues- a cabo en él".
ta mecánica a la imposición institucional. Como en los juegos, en el present~ directanente percibido se cons-
truiría una pre-visión, donde se anticiparían situaciones y las anticípa-
En el campo de la _s_o.c;,iplqgJ.2_. se eI)._~~~I?:~r~E __ ~p_r?_:-_~~~-·~-~-~~~~-1:f~?~.
que reconocen en la práctica una ISgíca es_pe~_ífl½?.., Se ha~e refe~en- ciones q.1e los otros actores producen frente a ellas. Aquel que está
cia·-en particular a· los des::.rro11os teóricos de Pi.erre B::>urdteu, qu~en, comprdmetido en el njuegct decide, según ciertas probabilidades ob-
como fruto de investigaciones slstem:iticas con una irr.portante orien- jetivas, en función de ºuna apreciación glohal e instantánea [. . .J Esto
tación antropológica, asigna un es:atuto singular a la necesida~ de ocurre en el acto, eri un abrir y cerrar de ojos y en el calor de la ac-
una teoria de las prácticas, piant;:!ando instrumentos conceptuales ción; es decir, en ·.1nas condiciories que excluyen Ia distancia) la pers-
que permiten su estructuración'\ . pectiv@, la panorámica, la demora, e: desapegan.
Se avanzará ,er.tonces en una conceptualización general, que tiene Es poi- ello que entre las_p__mpiedades.-de..la.prái;(i_~Jl...~§t'i!!.\J~.-~rg~n-
por objetivo abrir un espado de reflexión a pard.r de una línea d~ ~ná- cia, las llamadas, las_affienazas, l_Ós p~-~.9-~--"~-..s~gl!irj_...._pJQR~-º.ª-.cJ~:?.._q::J.~
lisis que puede contribuir a investigar la singularidad de las practicas ~on producto de la ·participación e.n:-el Juego. ___: _
docentes como p::-ácticas sociales·<. . La práctica, en su ·urg_encia, implíca_un cierto encanto,__ energía, Hu_:- \
Lo que definiría una práctica> para Bourdieu, no es un conju:1.to de sión, -pro_jucto de l_~_ improvisación_e ].J:?:~.~-~-t!91:1.~.9_r~-- ~~, "ql!~--§·~- s!~p!!~:. \
axiomas claramente determfnab1es, sino l~---~in_9=~id.urr.br~_:·t:l~~:~~~~ ga;~ )' dee's~_ -~_ncanto S_~_- d_eri~~ _Su- _efic~c~-ª- _s::>cial_. A Ja vez, st:pone ,...J
iplú:;staS· sÜbre e-í -ftÍtul\>. ·se ·geñéfllil ~ñ ·1a Ui-gendá-Intervalos de tiem-
dad resultantes_ del f.techo __ de que tienen por prif1:dpi_o_ ~S? .~n!~:~.!~-~
-consCú:ntes y-éOristañtes·SinO"Pri~CQios·-prác:icos, opacos a ellos mis- po que no serían tiempo upara nadan sino que sería el tiempo de des-
i'n-OS, sujeios··a vanacíOrÍ según la lógica de l_a situ<:1ción, el punto ~e pliegue de estrategias. Un retraso entre acciones puede ser en 1:í una
vista casi. siempre parcial, que· ésta :mpone L..] Así, lot- pasos de ,_la lo-=_, estrategia. Se trata:fa de especies de manipulaciones del tiempo en la
gica ~ráctica raramente sorc coheren::es por entero y rarament~ incohe- ; acción, tendientes a nsaca:r partido' de ese tienpo a través de esa ma-
1
nipulación.
·rentes por··entefü' 1
:· •• • •• - • • • • •
· Coherencia· sin intención aparente y unidad sin pnnc1p10 unificador Otra característica central de la experiencia práctica es la aprehen-.
inmediatamente visible, la~ prácticas son resdtado de la aplicadón ~~ sión del mundo social como dado por supuesto, como evidente.
Las estructuras sociales incorporadas en el sujeto, es decir, los habitt.-tS,
prin_ci_p_io~ <;le. percepcióñ-~~j~~cció:1 nun~~.~~:ª~!~.i~:~Ifll5~g'tie~~
procuran la ilusión de la comp~ensión inmediata, de la experiencia del
i.~:~üi~~ultad_Q,J.Q~l~~,.aproximaría a la obra de ait_<;::
mundo, excluyendo 11 cualquier inte1Togación sobre sus propias condi-
Un raSgo característico de la prictíca es que se desarrolla ~n ~l
ciones de posibilidadn.
tiempo, recibe del tiempo su fonna como orden de una suces1on, Y
El concepto de habitus, señala Alicia Gutiérrez (1994) 1 ºconstituye
. su séntido. Es por ello que sería irreversible.
una suei:te de bisagra 11 en el sistema de relacbnes teóricas planteado
La pr5.ctica se vincula 2l tiempo= no sólo porque se juega 'enn el
por Bourdieu, ya que 11 perrnite ~rticula.r lo individual y lo social, las es-
tiempo, sii:io, además, porque juega estratégicamente "con" el tiempo.
tructllras internas y las estructuras sociales externas, y comprender que
tanto éstas con10 aq~éllas, lejos de $e:- extrañas por naturaleza y Ge ex-
3 Este :málisis se basa fu¡1daoentalmente ert la obrn de Pierre 3ourdieu -~1991), El
cluirse re::íprocamente, son, al contrario, dos estados de la misma rea-
sentido práctico. Los textos entre comill~. siri aclaración remiten, en este cap1tL1lo, a la lidad, -de la misma historia colectiva que se deposita y se inscribe a la
citada
4
óbr:1. d d l ·va vez e· ü1disociablemente en los cuerpos y en las cosas 1 (P, Bourdi.eu,
Se recupera la idea de lnve3ügadón, p.i.es es funda.mental, es e a pe~~ect1 .
que se trata, reconocer el carácter heurístico de los con_ceptos, u~ suerte de d1spos1: cit¡ido por A .. Gutiérrez, 1994). .
. ción gene_'21izada a la invención sociológica", el reconocumento de _m~ ma?~ra de pe~e En El sentido práctico (P. Bourdieu, 198.0) los babitus, "que seri,m
· sar. (L. W:;.cquan:, presentación de Réponses,-pot,tr une anthropolog•~ réfle:xwe, de P1erJ
Bourdieu, 1992).
GLORIA EDl:lSTI:IN - ADELA CORIA
LA PRÁCTICA DE LA Eí\Bi:ÑANZA EN LA FORMAC'ÓN DE DOCENTES 27
26
verse, regula~a e inventiv.an;1ente a la vez,· er_ el juego que se juega eh Más aCeiante, se abordará. otra pe::-spect?va de ·lectura, vincufada al
el camro del que es agente. campo del psicoanálisis, g_ue también pre-tendf: dar cuenta de lo que se
La trayectoria de un suieto no se.ría, entonces, una ·sucesíór: deter-· esOOza como fractura, como n1alestar desde ot."'O lugar c'.e cónstitución
minada de ·actos, sino una· trama· compleja de pensam'.entos, represen- del sujeto.
taciones y prácticas, explicable hist6rlca y sociológicamente.
anteriormente, ?ºr cuanto la lógica de la práctica no obedece al pensa- las _prácticas, analizando sisten~ticamente las posiciones quf: se oc1.:.-
miento, a los conceptos, no se ob:etiva 1nientras actúa, >Sino que se rige pan en el campo educativo (en .las institucioi:ies formadoras y aquellas
y- orgtniza por el sentido práctico. en las que se concretan las experiencias ·de práctica), las experiencias
Ello merecerla una toma de· distancia, una salida del juego que se de los agentes (categoias de percepción i apreciación, disposiciones)
juega, 11 hacer desaparecer las urgencias11 1 hacer discontinuo el tiempo que estructuran acciones y las r~presentaciones a ellas· asociadas {te-
contiriuo, ver en. un instante hechos que s60 se producen en una suce- mas de posición).
sión, hacer aparecer rela~iones c_ue en la acción son imperceptibles, En definitiva, se trataría de asumir una lectura de la trayectoria de
romper el encanto, salir de las ap·1estas. los sujetos, su puesta én juego en las situaciones particulares 1 pero a.
Tal trabajo es posible con la mediación de otros sujetos que, en po- partir de reccnocer qt:e esa deconstrucción tiene que involucrar a_l
sición de observadores, tendrían b difícil tarea pe estar fuera del juego, propio observador.
de ser espectadores, con el riesgo que ello i:nplica, y comprender lo que _Ello significaría asumir una postura con1prensivo-explicativa que
allí se juega, intentando recupei:a,r el sentido que tiene la acción para lo~ onente en los procesot de 11 int:=:vención11 de los formadores respecto
sujetes que son sus protagonistas1 • a los procesos de práCtica, con una fuerte impronta ética en este que-
Po:iría pensarse que una condición fundamental para ei-:ccarar ese hacer.
proceso de objetivación es objetivar, en plimer lugar, cuál es la pro-
pia lógica del observador, cuál es su punto de vista, su mirada en pers- .
pectiva, ya que, al igual que en cualquier práctica social, en la prác-
tica científica lo que se juega es un sujeto cuyo sentido práctico tam-
bién es prodllcto de una historia social.
En lo que respecta al actor, la toma de distancia respecto a su pro-
pia práctica le plantearía asumir un punto de vísta 1 que ya nD es el de
la acción sin ser tampoco el de la ciencia 11 • Postura cuasi-teórica, el·
agente perdería, para Bourdieu, .a posíbildad de expresar ºla verdad11
de su práctica, los principios que la regulan, que, precisamente, son
los q..1e esa m:.sma práctica se obstina en omitir u ocultar.
Las prácticas de la enseñanz~ inscriptas en un proceso de forma-
ción docente, son patµculares, en el sentido de que están formula-
das I a propósitou. ¿A propósito de qué? De ser reflexionadas desde
las teorías que s~puestamente las oriectan y desde los principio$
prácticos que las constitüyen. Podrían denomínarse entonces meta-
prácticas. .\
Los actores serían portadores de un conjunto de conocimientos que
efectivamente han posibilitado c:::mstruir pÍopuestas de acción.- En ese
sentido, esos conoc_imientos y esas propuesras serían parte de 11 su ver-
dad'': aunque las prácticas se obstinaran en contradecirlos.
En estos procesos de formacién de docentes, sería fundamental asu-
mir ·como planteo metodológico la progresiva reconstrucción de
7
Las ideas de Pierre Bourdieu, expuestas en su trabajo "Los ritos de institución~ (en
Iniciitrse en la docencia Qué significa hablar, 1985), han ir.spirado estas reflexiones. El autor ;efiere al hecho de
que el sentido de instüucióo puede ser visto -~omo acto, con l.a visión del movimiento,
que rompe con Ja idea de lll institución como Jo ya dado que cuenta· con estabilidad y
¿Pbr ·qué se f~cuerdae de manera singular las primeras p::-ácticas? d~finiciooes típicas. ~uando -algo se instituye, significa que se insti!Ia como legítima una
¿Qué característicaS tiene esa experiencia para insr.c.larse como algo d;ferencill que puede ser natural. Así, las dife1encias sociales entre sexos, sobre .a b:.tse
~e las difer.'!ncias btoié,gicas, o las: diferencías entre clases sociales, que quedan narura-
particularmen[_e significativo· para quienes la ,vivencian? ¿Sor. rasgos· ltzadas. Los ritos de institución serían los mecanismos posibilitanres de legitimación de
que penníten distinguirla de otras experiencias docentes? esas diferer.cias. Un cierto e5tado puede ser transformado a· través de actos rituaJes. Es-
En el análisis de· esta cuestión se acude a los apones de un enfoque tamos fren.te a. 1o qu~,snele denom'.narse en ar.tropología 'ritos de iniciación" (po• ejem-
plo, práct1cas de pasaje de !:a niñez a la adole~cencia).
GLOR:A ECELSTf!N - ADELA CORlA Los SUJETOS DE LAS PRÁCTICAS 39
38
pación muy significativa en !o que se refiere a la constriicción de~ lu- universo que suma, lo itnpensado y la posibilidad de la f""~
gar de docentes. · . - .. ~ -ab
1nt1c1~~ct..Jn que, ¡:or n1editadá y_ sostenida en argumentos· más O me-
Podría. :1.ipocetizarse que e:;a anticipación se dada én dos plano.S de n.os s?lrdos ,Y .cohe:entes, parecí_a estar ex<::"nta -:le fracturas .
:aprendizaje,_ que serían eseucturantes del queha:cer docente:
. . La inmediatez, una de las categorías que Jackson utiliza para descri-
- El aprendizaje de la urgencia .de la práctica,· el aprendizaje Jlr e1 acontecer en las aulas, que es retomad.2 di e ''d E
del tiempo en la enseñanza. La dimensión del tiempc _en su obieti- . d. e . y s Uw a por
:1e 1, Y otros : 1987), se ordena sobre Ja lógica de las pistas, una Íógi-
Re-
vidad puede ser capturada .en accione$ de observación. Pero su pers-
:Jectiv-a interna. como instantes de tiempo e:¡;n que se torr,an decisiones
':ª-~e 1~ 1m~g1nanc que ,.se cespliega en un circuito reglado que pare-
•-e11a ser mas o menos t1pico.
~ue-defi:nen en el 3egundo :1 segundo lÜ CJ.ue va a ocurrir allí, se p~e- _. La in:mediatez de l"s .acontecimientos de la Case rev~la la impottan-
de medir en el mismo acto _de enseñar. ·- •~I~ que los maestros dan a las indicaciones pasajeras del con1 porta-
: El ·aprendizajé de la asimetría constitutiva de los procesos de 1_111ento de los alumnos, que serían verdaderos signos de su desempe-
enseñar y aprender. La observación de la simultaneidad de ambos ao. Se trata de un _r:gistro afe~ivo, no mediado por la reflexión, por
procesos puede contribuir a consolidar la id.ea, a veces ,sosteniqa -co- ~l q~e el docent~ mua y ~elecc1ona actitudes, g':stos, expresiones que
mo ejemplo de perspec~iva.s democráticas en ~a enseña:i.za., de que ~1 l.:Onfrrman que eJer:e adecuadamente su funcié,n
enseñar se estructura sobre la base de una rélación horj.zonta1 con . Los -g~stos de a[rmación, negac.ión, aburrimi~~to, distracción O -in-
quien aprende, por lo que se eljmínan las diferencias. Es en las prác-
ticas donde por primera vez se experimenta esa diferen:::ia: se es actor
d1ferenc1a son novedosos para el practicante en tanto sera' ¡
y .
ez que los reco~ocerá . '
como actor. Constítuyer. ª~=
·
los signos que habrán
principal de ta puesta en juégo de infinitas formas de ·reconocimiento de.devolverle la unagen de 11docenteH, que }o ratificán O no
y desconocimiento desde una u otra posición. Es en las prácticas don- sición. - en su po-
de se devue!:ven miradas o se niegan, se dirigen gesto5 o ·se oc:.ütan, Sin embargo, .estos .códigos constituirían tipifit~cion_es instituciona-
se respo:1.de con palabras o con indiferencia. Y, en esos pequeños ac- les, .Y. ?ºr ello. el practicanre.Jos habrá aprendido, en realidad, desde la
tos se reconoce que no e5 lo mismo ser docente que ser altunr,o. _pos1c1on de alumno, ':!n su:paso por·Ias aulas.
~ª-- noveda~ deja:i~ de ser tal, en tanto el practicante como aluinno
habra apr;ndtdo qLe el éx;itc pedagógico se traduce en rostms de pla-
De la palabra al cuerpo cer, entus.asmo. mov1nuent<?s de afinnación; e.1. tanto, las señales de
que l~s _cosas no funcionan se demuestran en el desinterés, rostrós de
Una propuesta para asumir una práctica docente es un texto con. aburnm1ento y pasividad. ··
fuerza dscursiva. En tanto discurso, se construye con palabras y con Hade~do por uc mO~~nto :a-Ps,tiacció.l). de la situaci6:r.. singular que
imágenes, de otros sujetos qué preceden el acto de esCritura, de qui~ri se geneia .po~ ~ p~esencia .d,~bsetvadore·s d·.1rante las prácticas, la
lo escribe) de qu~enes lo reciQirán, de lo q\1-e vendrá. _manera ~tpecia1 en que se pl~S:me este acto constitutivo de la relación
Lo que constit11ye la propuesta de enseñanza, sin embargo,· deja de de ense1;anza. · entre sujetos a_l_un:inos y sujetos pra_cticantes, desde la
ser pro-puesta para. pasar a ser 11 pue.sta 11 ez:i juego en el escenario de persp<=:ct1va__ d:- ta ló~ca de ~as pistas, dependerá en _grc.n medida dé '
las prácticas, en el tiempo de las prácticas y entre los sujetos· que com- las caractenst.H_::as etanas de los sujetos alumnot:. - -
parten la experiEncia. · .__ En e~des :empra.nas, el practicante esta;fa.en la posició.n de µlaes-
Esa puesta en acto incorpora un nuevo orden a las palabras Y a tIC? _sust1tu.:9: sin que opere un reconocünientoi más allá de lo af~ctivo
las itná.genes an.ticipadas, construido tambtén con palabras e imáge- de__l c~~bio d:: situ-~~ión. Será otro maestro, a veces ·mas reclamado:
nes, pero que· se mediatizan ahora por el encuentro de mirad2.S, g_es- !flªs·ludico, mas ca:1.noso o más reprensivo. .
tos, vo:es. Se suele seña'.ar con. frecuencia que es_ e:i la hora de las . Es prol:3:bl: que esa po~i~ión sea rá?ida1nent~ aceptada sin que me-
prácticas cusndo los practicantes pooen, precisan1e:1te por primeq dien est~2:egias_ de comphc1dad o ·a?imulación por ,parte de los a.lum-
vez, el cuerpo. ~os .. Qtnzas 1:>s prc-ce·sos identificatol10s, a pes1.r del corto tiempo en
Las :Jalabras enunciad¿.s se anuncian ahora de mú1tiples maneras y terminas 1elat1v?S ~ue supone la perrr..anencia en las aulas.,._ se puedan
c~rren; en esos tiempos urgentes de la práctica, con el beneficio o ries- pensar .:cl_e modo semejante a los q~e tienen lugar en el trabajo habi-
go de :,er escuchadas u cbviadas, comprendidas o re::hazadas. ru~L .setratará, una vez más, del amor al maes:ro y de las posiciones
De cuerpo presente, e11 el momento del encuentro se construye un prox1mas a los referentes familia.res. _
Los SUJETOS DE LA5 PRÁCTICAS. 43
42 GlOR:A EDELSTEN - ADELP, CORIA
El logra de este punto de equiHbLo, que permite un fluido inter- De otros enfoques
ca1nbio y ::onfrontación de ideas sin forzar a seguir la direccióil de-
finida explícita o implícitamente pór quien adúa como referente au-
En la formación de docentes se estaría difundiendo como otra pers-
torizado, legitimado institucíonahnente 1 · es el problerna más delica- pectiva la tendencia a incluir _como ·Jn eje la revisión de propuestas
do al asunir la tarea docente en reladón con las p1-ácticas de la en- construida$ por expertos. Surgen al resf>ecto algunos inten-oga!ltes que
señanza. Sobre todo cuando, en el reencuentro con e.las, se actua- interesa debatir.
lizan en el docente formador los supuestos teóricos y prácticos que. Desde el punto de vista ,:ognitivista, en los últimos años han sido
desdé su trayectoria, le permiten indagarla y, en consecuencia, ima- objeto de análisis y de expe:iencia?-diversas las diferencias entre suje-
ginar atternativas posibles. tos expertos y novatos en la forma de resolver problemas y ejecutar
La tensión, el debate' interno, pare:en ser inevitables e incideri en taréas específicas. Sin embargo; hasta la fecha, los estudios comparati-
las difetei:tes formas de asumir la tarea. En algunos casos, el forma- vos entre novatos y experto.5 han tendido a ser demasié.do estáticos y
dor operará como facilitador de las búsquedaE y resoluciones que se descriptivos, No hay respuestas firmes a preguntas tales como:· ¿caáles
trabajan con el practicante; en otros, obturanco la posIDilidad de in- ::on las condiciones que hac~n -que una persona concrete la transición
teracción al no poder tomar distanci2- de los propios enfoques y po- de novatc a ·experto? ¿Estas condiciones, son las mismas en relación
sibles derivaciones a propuestas concretas que él realizaría. con distintos can1pos? ¿J;.,a experticia r~fiere · a: un campo de conoci-
Abrirse a la escucha y comprensión de la lógica peculiar de mientos o a un área limitada de problemas? (Pozo, 1989).
las alternativas generadas por practicantes no es tarea fácil. Por otra parte, parecería que en el caso de Jas prácticas de la ~o.se.=.._
Implica poner en suspenso los propíos deseos de realización, que ñanza, __ep tanto prá_c;ti<:as muitideterq.inadas, y por lo tento altamente
derivan de una suerte de mhnetizaci:m con el lugar de practicante.
Estos múltiples entrecruzamientos se relaciÜnan con temas plán:..
con1.pl<ajas, _con -e~cies
-----·---- - - , , --
de tflCe_rtiduinbre ffilJ.), amplios, -no
· · - - - - · - - - - - - - - - ·-~'<-- ----,.- ,- --
sería sen-
---- -·-·--------
cillo defifllr condiciqrtes de e}[pe~tícia,
teados desde estudios y encuadres ·dSerentes en. el campo de la psi- '"-eñ~iO-d(:, caSo-: y-es rrecuer_te·que es:o ocurra, es-factible detectar esa
cología, como los relativos a proceses identifi:atorios 1 transf~re::icia- c-ªl.t<:fad en relación con alguno de los a~p~f.~9i_~9}-~RfQfil~t!.Q..Qi.. ~Q-~
Ies, profecía de autorfealización, entre los principales'. ta práctica (iffitai:nient9 de fo-s COñtef1iclÜs, elaboración de mater'.ales,
Quizás de lo que se trate es de abrir un espacio de diálogo don-· -coo·rcHnac:ón c:ié1 trabajo grupal, etcétera) y difíCiimente-eri e1 cOñ.jÚ.n-
de la asimetría propia de los procesos de enseñanza quede en to·-a~túifeas im!)Hcadas. EStc díficultaría la identificación de expertos.
suspenso. Quizás, ante las instancias de prácticas intensi-yas (resi- Tampoco está resuelto aú:1. desde el cognitivismo en qué medida el
Cencia) ya haya que posicionarse, aun reconcciendo las diferenciasl reconocirr:iento de las formas en que un experto resue:ve problemas
en la perspectiva de diálogo entre pares, pero recor.ociendo tam- hace posible el tránsito de novato a ex.pe1to. Se estaría trabajando rnás
bién que, como tal, plantea:á confrontación de ideas, momentos de en la línea de aprovechar la experticia para gen~rar en bs novatos l:lS
Cemanda y distanciamiento, pero marcados por· la nec~sidad de tra- condiciones propicias para el cambio conceptual.
_bajar las propias ideas por parte de Jos practicantes. No se trata si- Desde Dtra perspectiva de análisis, la idea de trabajar propuestas
no de abrir espacios de .intercambio, de nego:iación de significados de 11 expertos 1' pod1Ía reconectar con la tendencia a modelizar, de
y, a partir de e11o, dar lugar a la generación de una propuesta que fuerte tradición en Iá formación de docentes. Al decir de Carriz:ales
exprese sobre todo el proyecio del practicante en relación con sus (1991), con la tendencia 11 a elaborar mundos felices, plenos de orden,
prácticas.' homogeneidad, sin conflictos y sin historia, violentando de este mo-
Esto no sólo facilita el proceso -:onstructivo en esta instancia, do la reaLdad11 •
sino que abre posibilidades para una relación clara en la copartí- Los mojelos, en tanto ligados a evidencias desde las que se e~abo-
·cipación en sus diferentes momentos, includas las instancias eva- ran otras evidencias, controhn la ang1..:stia ante lo desconocido, dan se-
luativas. guridad, pero también, como esquemas simplificados, avalado:: por
Será pues fundamental poder reconocer lo que se juega en esta comportamientos preestablecidos", estereotipan, convierten en realidad
relación v, desde allí, ir arnando la propuesta de trabajo, que, por el pronóstico, generan imágenes sin ~ujeto.
otra part~, plantearía desafíos diferer.tes según los contextos, las ins- La idea es hoy, siguiendo 3.. este aubr, sustituir la tendenciaafll.o-
tltuciones y los sujetos invclucrados en cada caso. delizar por la tendencia a diseñar. Ésta se caracteriz-a por construir
GLOR!A EDELSTE!N - ADELA CORIA
Los SUJETOS DE LAS FRÁCTICAS .51
porvenires que no son puros; incorpora las contradicciones tomando estaría <landó cuenta de una razón que tendría tal vez más peso. Re-
posición en ellas. No atenta contra lo des:gual, pues no pre:ende or- conocerse en El pasado como sujeto expuesto á la necesidad de que
denar. En todo caso, propone nuevas razones que conmuevan las cer- otro 11 preste 11 st. grado o curso para realizar laS ·prácticas, en ·s~s tiem-
tezas oficialízadas. pos de iniciación, se transforma en el presente en un acto S?:lidarlo.
Podría desc;ut?rirse otro sentido en ciertas expresiones típicas, po~-
eje1nplo, 11 tengo practicantes", que en el acto de habla se pronuncián,
al tiempo que un gesto o el torio de voz señalan pesadumbre, cansan-
do, signos de intenupción de la actividad cotidiana.
Mirar desde el lugar Gel docente de la institución en que se realizan ' 1Tener practicantes
11
remitiría a una posición novedosa para el do-
las prácticas plantea un giro sustancial en el análisis. Exig~ alterar el cente: tener algo que ·yer con la iniciación de otro. Ser artífice de
orden de los significantes, poniendo por ::l.elante la primacía de otro una posibilidad, que otro se inicie, aunqi:.e éste no sea el eje de los
sujete, cuya preocupación .~entra! es asumir procesos de ense- actos de formación que asume.
ñ.anza en diversas disciplinas, y no la formación de practicantes, Sería posible pensar-que este análisis se relaciona poco con las 11 co-
aunque por tradición los reciba." sas dichas.11 en .os pasillos, en los recreos, o has.ta en el lugar del des-
Esta situación, por sí mis111a, y2. propone álgunos signos para ser in- · canso que se encuentra cuando un. practicante da sus clases. En reali-
terpretados. El docente de las ins~itucione::, a menos que se lo convo- dad, eS algo" de 10 que casi no se habla. Ya. se ha planteado la fuerza
que explícitamente, no participa ,de 1-:i intencionalidad que caracteriza con que queda registrada la marca de la iniciación en la docenciá. Pa-
esa fr;::,rmación. ra ello, eviden:emente, son muchos lds sujetos que participan, apor-
Sería factible interrogarse entonces: ¿por qué y para qué un docen- tando desde SLS propias perspectivas.
te se dispone fi. facilitar el lugar en que se reconoce en tanto maestro: El docente que 11 entrega11 su au.a para esta experiencia, aunque -sean_
para que otro :1cupe su lugar? ¿Cuál es· el sentido que tiene esta acti- débiles los trazos que deje, entrega algo que siente le pertenece y
vidad para él? ¿Cuáles son los beneficios, cuáleS, los· costos? tendrá probablemente como beneficio, una vez más, alguna se-
Puede ser p:::.r muchos coriocido que hay ocasiones en las que no ña que, algún día, será recordada.
se tra:a de una disposidón en el estricto· sentido de una voluntad de Tal vez en la experiencia de l"'sá.Hr a buscar 11 escuelas y maestros,. o
apertura. Suele ocurrir que, en las escuelas en las que se ~alizan las profesores "dispuestos", tengan también alguna resonanCia ciertas au-
prácti:::as, Ia cuestión de recibir o no practicantes sea decídida relativa- las que, al tierr.po que abreri sus puertas, las cierran al margen del be-
mente al margen d"?l deseo del. cocente a cargo. Ello tendrá sus pro..- neficio que pu:=dan recibir en el futuro.
pias _consecuer.cias; y se. tratamiento se deja por ahora en suspenso. Ocurre que, considerada en sí misma, :a presencia de practicantes
De::>e admiti~se, sin embargo, que el mero hecho de abrir las puer- y docentes formadores in·umpe en la actividad cotidiana y la interrum-
tas de un aula supone, al menos abrir en s_imultaneidad un conjunto pe; fundamen~mente, presentífica una alteridad que está puesta a
de situaciones posibles: la de ser mirado,· mostrar o dejarse ver; su in- prueba, pero que pone a prueba a la vez los propios modos de
versa, la posibiidad de mirar a otro; tambíén, un acto de entrega, com- desenvolverse. El tiempo de las prácticas sería como un tiempo
pa1tir un tiempo de trabajo, o de relativa búsqueda de otras ::ondicio- de sobresalto.
nes cotidianas, es decir, repartir de algún modo ese tiempo. El practicante y los docentes orientadores ocupan tiempo y espacie
Cualquiera sea entonces el motivo, e incluso, el n1odo en que un escolar, pero, fundamentalmente, ocupan parte del tiempo _interno del
docer:te asume esta actividad, es preciso reconocer el ºvalor de expo- docente a cargo del aula, el que los imagina de un modo muy parti-
nerse\ en el doble sentido de va:entía- e importancia, al abrir el espa- cular.
cio donde se producen los que ·constituirían 11 secretos 11 de "las singula- ¿Cómo se construye el 1ugar del practicante en el imaginarjo del do-
res formas de- encuentro de un doceflte ccn "sus" a~umnos. cente a cargo del cur_so o grado?
Ca.:;:i de modo inevitable, es frecuente escuchar innumerables razo- En función ,je los su_etos y contextos singulares, podrían articular-
nes que sostendrían la decisión del docente de 1·edbir practicantes: se, seguramente, variadas hipótesis que den cuenta de una superposi-
apren:ier, actu21izarse., conocer métodos nuevos, hasta la Obligatorie- ción de imágenes acerca de ese lugar, algunas más nítidas, o:ras sin lí~
dad, entre otras. mites definidos. Ellas se~·án prodccto de las formas de relación concre-
Sin embargo, cuando el docente alude a su historia de formación , tas que se construyen en un proceso que ~e va diversificando según la
Los SUJETOS DE LAS PRÁCliCAS .
53
52 GLO:RIA ED'c:L'iJé\N - Af.;EV ComA
Una propuesta
teórico-
metodológica
para las
prácticas docentes
LOS TEXTOS DÉ LAS PRÁCTICAS
ve ccn él; es un problema del 0rden de 1a legWmacíón social, en tan- Las razones didácticas suelen ser las de mayor peso para dar cuen-
to se reconoc€n determinadqs conoéimientos y Do otros, operándose ta de ~a 11 simplificación" de los contenidos, la que suele derivar, por
así en 1~ e:SeuEia una selección valorativa sobre la base _de un- univer- ejemp:o, en el uso de manuales en lugar del aprovechamieflto de las
so más amplio dt;::' cono~Jmientos posibles. No se podría ·eritonces fuentes:, o en la eliminadón de conjuntos relevantes de conceptos de
·pensar en Una propuesta de enseñanza válida para todo campo de co- una ettructura tj.isciplina:ia dada, por cuan:o no var. a ser requeridos
nocimiento ni en la homogeneidad en cada uno de ellos. en el momento de su enseñanza en el nivel correspondiente.
El desarrollo actual del conocimiento y la reflexión en tomo a los También se observa el predominio de ciertas for:nas de funciona~
procesos d·e su producción exigen cada vez mayor profundización miento frente a las evaluaciones, en las que se desraCa el érfasis en
sob~ la cuestión disciplinar. Esto plantea paralelamente interro- aspectJS formales por sobre. los c::mceptu;les. ·
¡j· gantes- sobre 1a necesidad de recuperar aportes multi e interdiscipli- Estas observaciones llevan a plantear 1a necesidad de la profun-
1· narios en la bÚ;sque,:la de re~puestas desde múltiples senti:los a las dización de los contenidos discipl.in,irios en la formación de
problemáticas que surgen en la enseñanza en diferentes campos maestros y profesores, por cuanto debe desarrolla:se al máximo ni-
(Edelstein, 1994). vel posible en relación con los avan~es cieµ.tífíco-técnicos, apuntando
El t_m..baj_o ...fl].. _relación con la__.disciplir:ia~ se constituye, desde esta a red,~cir la brecha entre conocimiento erudito y conocimíen::o esco-
persP~trva·, en 1a primera tarea a la que debe abocarse el practicante, larizado, ·
En la$ exp~riencias de formación se cdnstata recurrentemente la Un clásico en. esta materia como Schwab (1973) ya Jo planteaba así,
impósibilidad de pensar, imaginar posibles diseño~ para las prácticas y agregabi otras razones como fundamento de la necesidad de- incluir
de la enseñanza, cuando no hay dominio pr~vio de las estructuras sin- disciplinas en la enseñanza, El cor:ocimíento de las estructuras· sustan-
táctica. y semántica de 1a disdpJina. tivas de las disciplinas es fundamentaJ para •1saber qué probJe:nas ~-
Al hablar de dominio no se pretende significar el aprehend,er un demos afront~r al impartir ese conocimiento 11 • Lo importante es que
conjt:.nro de conocimientos desarticulados, sino, -en :odo case, la nece- se presenten los C()noc~mi~ntos dis_<::!J)lí~rbs de _medo _proces1:1al, es
sidad de revisar enfoques alterriativos de los que devienen configura- decír: _gu.~. se pued3:_SQillP(~n.d.~r .q:ue -~se conoCh.:nJerito'··_es·•h~StóriOO.
ciones didácticas difereflt~s al traducirlós en propuestas de enseñanza. pOi"elk>, incompletQ, e~~e:~~,.,pr9yi§J<?I?,?c~,__l_irniP~:1º-:~~n.,~-~-~Yií~~i~---~
·ttoy se asiste a un progresivo ·cteteriorc cualitativa, en loS procesos En este sentido, y como síntesis de Jo que Bellack (1973)-deno-
de fcrn;i~ción_,d_í;:!}113€Str9s_y_P(Qfejofk~7ei cuvo~marco se reconocen mina 11 los esfuerzos contemporáneos por definir nuevamente el rol
en articulación dos órdenes de razones: · del conocimien:o en el currículu::nn, se h2..ce hincapié en les ucon-
ceptos y métodos básicos que _utilizan los eruditos como her:-amien-
- la pérdida de é:q_Qodmientos· sust?-11tívos de grupos discipli- tas intele_ctuales para analizar y ordenar sus datos 11 • El autor nombra-
narios, o su eventual transformación errónea por efecto de do, ap::1yándose en Bru:ier, insiste en la potencia de los grandes
11 ~las 1 ~~~iciones; - .- · -· ---~•-~
f conce¡::tos organizadores por cuanto permiten comprender: a veces
' .
- Ja sís:emática é4cltJ1i!i9It4~ conjuntos de saberes (~.1!!J~cgJ_!!m, J pretj.ecLr o modificar, el :nundo en. que vivimos, pero funda:nental-
1 ·mente, para dar sígnificado y estrucrUra ·a las regularidades de· la ex-
nulg), entre los qúe es más evideci.te la ausencia,-de consicte---=-
·, periencia.
~rÉ:fones acerca d~ la lógica de construccíón de 'esos conoci-
mientos específicos. Es pertinente aclarar que no se .trataría Ge una inclusión en sí no-
veqos~. ya que actualmente constituyen lo explícito ~e los planes de
Pcr otra parte, observacíones sistemátiéas en ambos espacios insri- estudio ·de formación de maestros y profesores.
tuciona1es de forn1ación (maestros y profesores) pOSibiHtan reconocer Lo novedoso e¿ la _expHcitaciÓn de la existencia de dit er8idad de
7
ciertos fenóme.rios cuyo efecto es formativamente predominante por enfoques Y la inclusión & los)lrocedimientos o modos de cons- "f -~
sobr~ conocimientos disciplinarios. . trucci~n de conocimientos propios del campo como contenidos
· Se· hace alusión a ciertas 9;ar:<15 ~o~t~jY!JYª$ · de( nivel ;ea~a el que de la formación. Esto es considerado su.::tancial p3.ra pode:- luego
~-!orma que recorren los mocfo~a1s1t_~~~~9~-·..ErS:,~~-V~jjQn~_de co- avanzar en construcciones didácticas pertinentes, a la vez que para
.O..QCiIOJ:~~Pt,9.s., _c;;f l~:t:·~~.i?.~C-t'átíVáfr-de su ª?ropiación por los futuros contrar:-estar el efecto infantilizador de expresiones 11didactízadas" en
~aestros o profe~ores. --- ,-,..
e-,•~ "·- ·----···:---~------ relación con el contenido.
GLORIA EDELSTE!N - AOELP, CORIA UNA PRQPUESfA TEÓRICO-METODOLÓGICA PARA LAS :>RÁCT!CAS DOCENTES 69
Para superar una forma dogrnáticá. de concebir el conocimier.to, se puesta de enseñanza. Devie~e así fruto de un acto sinoularmente
· considen fundamental que los futuros maestros o profesores se apro- cre;at~~o ~: artici.1laii.óh entre la lógica disciplkar, las pcsibiHdades de
pien del problema de 11 de.terminar para cada disciplina qué constitu-
ye un c..escubrimiento o una comprobación, qué eiterios e.nplea
aquella para medir la cuali~ad de S'JS datos, cuán estrictamente p_ue-
t( aproprnc10n de la misma pcr los sujetos y las .)ituaciones v contextos
particulares que constituyen ámbitos d91!-de ambas lógic¡s $e entre-
:ruza:1.. La. adopción por el docente de una perspectiva azjológica,
de aplic:;1.r sus cánones para precisar cuáles son sut elem~ntq-s de 1deolog1ca (en el sentido de vision~s de mundo), incidé en las formas
prueba y, en general, ·el de determinar la vía a través de la cual la dis- de vinculación c~:,n el cono:imiento cuya interior_izaci~- se pr(?pone
ciplina Ee mueve desde sµs datos hasta sus conclusio~es" (Schwab, ·. · Y, por lo tanto,, t1e.:1e ta1nbién su expresión er. _la construcción meto-
1973). dológica (Edelstein, 1994).
Existirían otros conocim:entos, ya no disciplinarios, ?ero que serían Su elaboración en relacién con las prácticas, como en toda ·activi..:
ceritrales para la comprensión adécuada de los ca1npos discipli.ria_rios. dad de docencia, implica o¡::ciones diversas, relativas, según se ha Se-
Se hace referencia a las ideas que los· alumnos tienen sobre la ñalado, y en •primer término .respecto a la estructuración de los con-
ciencia, que, según. Pozo, podrían ser de origen sensorial, social y tenido~ disciplinares. También en torno a ·las actividades, a los mate-
analógico. Esto cobra sentido en el marco de facilitar el ¿arnbio con- riales, a la organización de las interacciones v a la artic.ilación de to'-.
ceptual, cuestión clave en el aprendizaje de conceptos científicos. dos estos elementos en la elaboración d~J diseño didáctico como de
Un enfoque así rebasa la concepción curricular, que sólo atieride a los criterios. para su instrum-~ntación. ·
la estructura conceptual por transm:tir, para incluir prbcesos y estruc- .En la construcción metod:,lógica es impo.rta::ite llegar a un nivel de
turas cognitivas de gran persistencia y muy difícil modificación, por concreción que incli~ya aportes prbvenientes -dé ·1a teCnología
adquirir la forma de verdaderas teorfas, implícitas o explícitas :Pozo, educativa. .
1987). El impacto de las teorías críticas en el_ campo de la dicláctica ha lle-
Junto a ello, la atención a procesos metacognitivos sería surrramen- vado progresi_vamerite a un discurso de 11 desinstru1nentalización11 en
te relevante a efectos de posibilitar el cuestlonamiento de e.sas ideas los procesos de formación de docentes. ·
consolicadas, a la vez que contrastarlas con los procedimientos pro- : Desde el enfoqi.:e de Can- y Kemmis y el a:1álisis de la tecnología
pios de las disciplinas quE se estudian. educativa _bajo el ideario "la técnica como ideología 11 y la racionalidad
De este modo se avanza sobre problemas atinentes a la enseñanza subyacente (raciooaijdad técnica), que lleva a situar la problemática
tje las dscif)linas. Se entiende que, si un futuro forrr.adof no encara de los val_ores com::, una dis:::usión necesaria, las consideraciones me-
estas estrategias en su proceso- de aprendizaje de las disciplina:,, muy todológicas comienzan a seguir un camino a:ternativo, asentándose
difícilmente pueda resolver la cuestión en el mümen:o de pensar su en la relación contenido-1nétodo como enfoq.ie central de su cons-
enseñacza para otros suje:os. . tn.;cción con sentid::,; se sostlene así la necesidc.d de aba:1.donar las ru-
tinas preespecificadas entre los princ:pales argumentos.
No obstante, al mejor estLo 11 curvawra de la ·vara 11, l;as consideracio-
U ria alternativa: la construcción metodológica· nes instrumentales han c~ídO bajo la mirada dél prejllicio, negándose,
por efecto r~sidual. utada 11 pr9puesta tecnológi:a. Débé admi~!~§.-~~
Destacar corno tarea pfloritatia el trabajo en tornó a la disd.:)lina y hoy la_t_<=_<:no_!9gíªJ9rrn,i_p'!:Ile ..tlel.rnogg_gf_p1.o_tlllfQó~rcugción
de conocimiento~. · · · .., • · , ~ --~---
diferentes enfoques en ella, no significa en modo alguno descuidar el
lugar de lo metodológico al construir la ·propuesta pedagógica para la El ··prObieip.a de los medios no se r!=soiyerfa en exc.lu~i~dád -en la
práctica de la enseñanza. El reconocin.l.iento de las peculiaridades . selección de te)(.:tOS'que un docente realiza ·de ~n corpus existeñte. Es
de cada campo de conocimiento y de las disciplinas etl su inte- sabido ya lo que oc~rre c:on 'los textos (des<;ontextualización} Y ocu.;.
rio-r conUeva la necesidad de asumir Una postura frente al problema JTe en relación cor. ellos, en tanto materialización de e::ifoques y de-
que adquiere su concreción en lo que. se define _como construc- ,'>arrollos conceptuales, lo mismo que en relac:ón Con el coiJ.ocimien-
ción .metodológica. to en general: el do-cente queda alienado en el uso de recursos pro"
La éxpresión 11 construcci6n metodológica 1' implica reconocer al do- <lucidos ¡:or otros. ; ·
cente como sujeto que asume la tarea de elaborar dicha pro- Si a esto. se agrega el ·fuerte impa~o .socia] del uso de I~ ima?en
70 GLORIA EDELSTEiN - A::>ELA CORIA ÜNA PROPUESTA TEÓRC:O-METOXLÓG!CA PAR~. LAS PRÁCTICAS DOCENTES
71
como lenguaje sustitutivo del. de los textos y el que tiene en forma in-· operar en relación con la disci_plina por parte "de quien en¡,eña
cípiente en la escuel-:1 la computadora comD recurso; se abre una fuer- respecto de los procesos de apropiación de ella por el alumno.
[e necesidad de incluir esta cuestión en la formación. l!na problerr.ática quE irrumpe con· fuerza én relación con el ·plan-
La formación- docen~, tal como se 1a concibe, debe generar las ·ba- teo de innovación y de géneración de diser'íos alternativos en el ca-
ses que ·posibiliten la construcción metÜdológica, donde· -se recono- so de las prácti:::as de la enseñan:.:a, es la de continuidad~ discon-
·, ce un lugar en la generación de efectos de sentido a los medi9s tinuidad de las propuestas pedagógicas elaboradas por el practican-
11 de ~nseñanza, que se significan_ en el marco de una:. propuesta te en relación con aquellas que -E-on propias de las prácticas cotidia-
\ pedagógica global. · - · · ., _ . . nas previas a su inserción.
Es_ valioso comprender en .torrto a la constru<;:c1on 1netodologica que Interesa en este punto recuperar el peilsainiento de Carrizales
distintos .enfoq..1e.s acerca de los procesos de enseñanza y aprendizaje, (1991) cuando trabaja el tema. ·Al respecto, _se pregunta, entre otras
como en relación con- la especificidad de los campos de _conocimien- cuestiones:~l'desde el ser.lido Común, ¿quién s·e opone al carr.bio? Na-
to y·contextos institucionales, deteril).inan opciones diferentes. die o casi nadie se jue~ la carta de estar contra él; cada· uno -de los
Sin embargo, eñ todos los cas::>s se trat1 de imaginar diseños al- sujetos sociales ~ individuales están, de alguna manera, por el cam-
ternativos. Éstos no se conforme1.n como mera sumatoria de elemen- bio, cada uno le da· su contenido y su íntencionalidad, le proporcio-
tos de corte didáctico. Ponen en juego por parte del practicante un· na sus ámbitos y sus dirnensionet: 11 •
proceso complejo por fa multiplicidad y simultaneidad de factores ~ ¿Por qué entonces deviene tan conflictiva la propuesta de cambio
tener en cuenta, que en lo esencial ~puntan a la recoristruC~ión del que presenta ·el practica::1te? Sigu:endo con el análisis de Carrizales
.objeto de enseñanza con el prop:>sito de que el alumno apfellda. 11 Es- surgen algunas pistas.· _,,'
to significa reconstruir bs cap.ter.idos desde_ una_ nueva _mirada: lá-,-mí- La fórmación ep. e~te asp~cto se enfrenta a su punto noda.) el sus-
radi~:leCotró; marcada;;-~·¡;. -i~t~oci0fl3.iid3.d-.def enséfta1~11· (Ede1steir1, . tento de toda su concepiualización.
Lttwin., 1993). -
Sigt1ifica tanbién 11(...] diseñar actividades que propongan la pues- ¿A cu~l cambio nos referimc,s cuando hablamos de ·formación? ¿Al
ta en práctica· _de procesos cogr.ítivos de distinto tipo por parte del cambio para llegar a ser como se debe ser o al cambio del cambio?
En el J?:1mero do1:1.ina el tiem.70 de duración, de c~ntinuidad y de in-
alum:1.b con el objeto de generar la consnucción de conocimie~tos 11 • tegrac10?, es un tie:mpo en e. que domina la razón, ya sea de senti-
Desde la perspectiva· que se. ~ostiene eJ;l relación con "las prácticas do comu:i, teológica, científica. o de Es~ado; domina la eVidencia {a
pedagógicas y el papel deí docente en ellas, es valioso generar en.los cett~~a d:= que las cosas son como son y no de otra manera:. La for- ·
practicantes, desde los procesos formatiVos 11 [. .. J un pr~ces~ reflexivo ID-ª~~º1:LfQ....QJ11.1e~i(,)n de c~n1il;mida~ ,f!::)ry.ciona adapta.nc;k.). a:."Ji¡J~i;Qi'""'
y de construcción del conocimiento del mismo desafío del que. se le l~s ..aJ~b~_l:Q_s,.Jm:q~@P:!Q_ madurar en eJ seriti_~? que_haga _s_cva_la _ ra-
va a plantear al alumno. Sólo en la medida en que sea posible admi- c10nahdad del ~ero, de que aspire al éxito" sodii.Iíñente ·estab1eCiclO
.e.cm.o fª.J.·.--.. _ - ·'" · · .--."'-·--- ...........-,.-.•···•·-•··---""···~-- •-•· -.. .:.
tir la no linealidad cte. los desariolloS teó:-icos, la necesidad de apro- La .f<;rm~ciórí hen l_o cOtid.iano es continuidad. e irt!egración, funciona
xima-:iones sucesivas en los niveles de comprensión de los núcleos ~Q._!§'.0:Uf.Q.§_SlJ:!_.~~~~ció1]: L ] En cambio, la ruptura es discontinui-
conceptuales centrales en cada disciplin~, co~o de sus inte~relacio- ..__QªQ., lo que sígnifka dejar de pensar en lo que he p é n s a a b ~
de pensar como he pensado. ,. .:. ____ _
nes; en la medida en que comprenda el Valor de la deconstrucción
teórica, el reéonocimiento de la existencia del con~icto cognitivo, los Para realizarse la ruptura requiere P.ensar lo cotidiano de una mane- ·
~:-~- -:-•"'--<.·-•~,"-="~.es dec'•
ra no..,...cotdian-<l .... , pen·ar
:. en ]o mpensa
· b~¡--¡-
e, en o que uó ha
obst2.culos y contradicciones como instancias previas para la recons- sido obJeto de nuestro pensar L..l Este ejercicio de develamiento es-
trucción crítica_ del conocimiento, sólo así podrá plan~arle al alumno tablece una idea básica para 1a formación que se refiere al tiempo de
una propuestt semeja.nte 11 (Edelstein, Litwin, 1993). d:~da, confusión, ~daga:ción y creación. Este es el tiempó de forma- .
· El íngreso de esta perspectiVa en la formación pbsibilita trabajar en Cton por excelenc.a, aun cuando es vivido con la tensión que resul-
ta de toda situación desestructurante.
torno a un nudo altamente problemático en relación con la construc-
'ción ~etodológica tal como ha sido signi:°icada. Permitirá hacer cüns-
ciente·la mayor contrad.icción que se plantea al generar una propues- Por todo ello es quizás que, seg4n observa agudamente Carrizales:
ta dE enseñanza.
La formación en dimensión de ruptura es de corta ·duración el mo-
Se trata de asunúr la 11,ecesaria diferencia entre los modos de mento de la discontinuidad es corto, aun cu,;1.ndo se haya .id~ prepa-
72 GLORIA .EDELSTEIN - ADF..A CORIÁ UN.A PROPUESTA·TEÓRICO-METODOLÓGICA PARA LAS P'.<ÁÓ:CAS DOCENTES 73
ra~do en la dimen_s:ón de la c~ntü:midad. Al igual que en la cotidia- table~idas, se caracterizan por la duda., la confusión, pero también por
n~idad _se gesta lo no cotidiano, es en lo continuo donde se gesta lo la creacíón 12 . ·
d1scontmuo L..] Toda discontinuidad deviene a su vez en nueva con- .Es que en el tiempo de ruptura ~ntran-en crisis los modelos
tinuidad; así, la ruptura no deriva. en-escepticismo ni en irracio11ali-
. _dad, las nuevas razories son absorbidas por la cotidianeidad 7 se for- particulares tanto corno la.tendencia a_ modelizar, que están enrai-
talecen Y maduran en tiempo de duración. za1os en los diferentes sujetos de esta experiencia, no sóio (;_::Il el prac-
tic~nte, también ~ docentes de las instituciot1es· que lo reciben. y en
CabE. destacar que 11 est~ proceso de ruptura no se realiza sólo en el docentes de la inRitucióti f::>rmádora.
campo racional ya que no se trata shnplemente de sustituir una razón Por lo tanto· es :lífícil salir de esta rrama que conforma una. suerte de
por otn., pues toda oficialización de la razón califica a las otras cte enrevesada r~d.- Difícil incluso porque, coincidk'.ndo con Caffizales, si .se
irracionales tendiendo a pei-petuar.Se como la única verdad. Toda ofi- pretendiera en la brmación institucionaliza·r la idea de· tiemPo de ruptu-
cialización de la razón requiere de un marco institucional que la av~- a
ra, éste se anularía sí misrr.o. Por eso quizás la idea central sea la no li:.
le Y elabore el programa de su c_ontinuidad recurrier:Ído a pe:suadir neqlidad de este proceso. Proponer nuevas razones no puede significarse
más que 'con argumentos íntelectuaies, con argu~entos valo:ativps'. como lui.:ha intransigeflte contra toda razón. Pa· eso, según lo señala, el
afectivcs y cemocionales 11 , manifest.aciones que parecerían aportar a la tiempo de ruptura es corto. Quizás según su propuesta, estas razones de-
comprensión de nudos. conflictivos e·n los ¡::rocesos de práctica a los berían ser base para ~nsar más en d~Qs_abie.:t.o.s que ec1. modelización.
. __ __..-.,.~---,,-·· ._. '._, ·-- ·-.~----=-- ~
to institucional y áulico), O:Jjeto de indagación que incluye sin duda la posició~-actitud frente a la indag:aciOti, tanto en et moni.ento d~
las significaciones que de Ella tienen los sujetJS. h recolecc1on de datos como en el análisis. El practicant= v los docen-
Ese t.iP.º ..9'cib()rdai'c J>OSibfü~ la generasI5i:,A~,;;j;;., l,,:,err~- tes orientadores de la institt:ción formadora sen portador~s -de rrsenti-
11
gantes,.infere,gsl"§_.q\J"'_Q/;'D,J;¡ji;.µi;,_,lJ:; lQ;¡,.(;,.ru')mgQQS,,Í!l~gps, 1~0- ~o común , acusarc el .impacto dé: determinado? .fenómenos y proce-
nociendo singularidades y no adeCuando los datos a catégorías. pr~-· · san ct:sdE- sus i:narcos 1nterpretativo-s; por ello se hace impre:Sciridible
construhlas. :;,:¡;e ¡_¿;:;;¿-;r,_¿,;, ··- ··-.-· · - --- · - ····· · ··· - -. ·· - · · asumir una act;tud de ~~~nente vigilanc_i~ __ sobre los sentidos que
Ppr ci.erto que ú.na lecrr_ua de esta naturaleza demanda una sustan- E:9-~tellos construyen desde su lugar. -=,,,,,,--- -- ---.-.. ·"". --.,-· --~-----e-
cial modificación de las· pautas de trabajo más extendidas en la ..,.,.,,,... Son imp6i:t~rites, e.OtoñcEs:·--·1os-- ffiomentos en que mnfrOntar: sus
formación de docentes. De allí el interés por estos aportes como su- observaciones Y análisis con otr...9s E.S~~ sociales ·eompr~metidcs en
pera:dores de algcnas de las limitaciones señaladas. el proyecto, lo que posibilita fesignifitar la_ elaboración teórica inte-
Se impon9ría, para hacerlo factible, la permanencia del practi- grando a su vez los resultadoscle la indagación a la realidad q~e fue
cante (y también de los <lacen~lo acompañan) en el can;,.- su referente.
~•':i:i~~~f~¡¿~f~~~~~ª-"'~~ntr9Jta_pas_~'.:_,ºb~~'l<:i~\ Al respe-c;to, y conscientes de que ella puede ser vis:a desde dife-
~~?tes. prism~ Y de que existen diversificados patrones de ínte1preta-
Enxiifl j)fiffie·r rnorrie·n:i:o:Se ~btien2n dátos ampiioS y desarticulqdos, c1on, mteresa recuperar instancias de socialización de los conoci-
pero que revelan aspectos de la cotidianeidad en las s:tuaciones estu- mientos que se van cqnstrcyendo ep. un proceso colectivo de traba-
diadas. La información se ·organiza a art_i_r d= la ectura de _los !Ufile- jJ que pe;-mite integrar: diversidad de perspec;tivas.
riales recogidos en ·-un.-piO":e.50--d---· ecoñ~ la reª1i_dad -~fucbando La incorporación de este enfoque conlleva un -posicionamiento- di-
'así 'üfl_a'- selecciQilde7C;_ mársig[11fiCaiiVQ: É~ es!~ I~Sttrlcia cobran re- f~rente en 1a re~ac;ión entre iastitución _formadora· e institución que re-
t~~ió.~fa].OS_j:~l~~~~;f~§:~tit~ -sii~- dái:t.§9J?E!!~._,,~!_~_I]!~Eldí1Dient0 ·ct~ cibe ª. l?s pract1c~es. Se re:¡uiere superar el descomproffiiso y la es-
lo observado. - . . · '"~-______.., tereot1pra ~n las re:adunes, trabajar fas mutuas resfatencias y generar
· •·'-·•-·Eilb·-~~g;;Ji~~ ins~rtarse en un conte.xto ·más amplio de determinad.;:. una experiencia coparticipada que constituya el tiempc y el esi:acio
nes y· búsqueda de categorías de análisis más generales que permitan que se vive en comiln en tiempo y espacio de problematización v aná-
entende:- la situación parµ01Iar. El marco teórico y conceptual ac~úa así ltsis compartido. ·
como parámetro del traEhj•) ahaiítico que posibilitará l:.na mayo~ com- La redefmición que se esboza,. ya pensada én relación con las pro-
prensión de la realidad. · · puestas de formación ·en lo que se refiere aI ingreso de practicantes en
Perrrute, en roda caso, en. función de la in:Ormadón recogida, con- las instituciones en que realizarán las prácticasi haría· posible viv:r· su
frontar· lo que· se prevé como desarroUo pos:ble con lo que acontece aravesam~ento inst:tucional.
y las diferentes sign,ificacío."les que·) desde los sujetos, lo cargan de sen- La nc_ult:1ra es~olarn que irr_perceptíblemente ?enetra e:i pasillos, au-
tidos. las, patios, esa s1ng.1laridad que sintet.za pasado, presente, y desde él,
Las categorías -:onstruidas en investigaciónes punurn.les, si bien son proy~c~ión al futuro, ~s uno de los apreh_dizajes más ricos y, a la vez
product::> de la especial ar:icuJación entre teoría y un contexto empi- confhct1vcs, del 11 pasot' por la escuela en la formacíón de docentes.
rico• sin_~lar,_ se consideran aportes enriqllecedores· en el memento Los Pra:ticantes jenen l-a oportunidad de aproximarse a los modos
analítico._. ~tá reinterpreta.r otras realidades particulc.res en estudio. particulares_ de organización e intercunbio de grupos de alumnns y
Ello siempre que se asuman los recaudos necesarios, que ev:iter: extra- docentes; a los usos de los eapacios, cempos y objetos· escolares; a·1as
polaciori.es -~cánicas 15 • _,,.,
redes corr.unicacionales formale;, e in.formales; a las nor:uativas explí-
Según yá se ha expresad(?, este e:-ifoque exige una refleXión Sobre citas e im?lícitas; a las fonnas más típicas de presentación de los co-
nocimientos, de concebir el aprendizaj~ y de sistematización en pro-
puestas metodológicas a las rutinas escolares -izar la bander~, fo:mar
15 Se hace •referen.::ia, por ejer.1plo, a ias denominadas "dimensiones•formativas~ de la fila~ el orden y la línpieza de los cuadernos,_· los modos de dirigirse en-
experienda escolar 'i las catego~ías oonstn.rdas en su in.teri.at:, que se presentJ.n en et tre !?ares 'f con la autoridad-; a ías f:,rrnas de discipHnamiento ·.¡ de
texto "De huellas, b,:rdas y vere:ias, una his:oria cotidiana en la e~cuel~", de E. Roék-
well (198D: la estructura de la eicperiencia escolar, la d:'finidón escolar-del' trabajo do- ejercicio cie poderes; a los h,1gares qu~ tienen· alumnos y docentes en
cente:, fa presentacién del contenido escoLs.,, l:a.. definid-ón escob.1 del apren.diza¡e, la la instituc:ón y a las mutua:. representaciones ·-alumnos y doóentes
transmisión de copcEpciones del mundo.
UNA P:IDPUESTA TEóracO-METOOCLÓG!CA PARA LAS PRÁCTICAS DOCENTES
78 GLORIA EDELSTE!N - ADELA CORIA
también una n:ptura co:1 · la· nfiesta para el ojo y el· oído 11 (Certeau; truir la operación deconstrnctiva y reconstructiva. ,
1993)
Los procesos de observación y acompañamiento centrarán de
La ?rof~ndiz~ción. en los proceses de reconstru<;ción crítica de 1~1 l
J
~xpenene:1a sera posible en la medida en que s.e inco:-pore el colec-jf .; ,
este modo su preocupación en procurar la. profundizacíón paulatina t1vo a la tarea. · · 1 'e
de la propuesta de enseiÍanza el;1borad-a por el practicante desde · En este sentido, el taller como opción metodológica que abre un
la reéonstntccíón crítica de datos relacionados con las situa,ciones, espacio a los procesos de _reflexión 7ré y postpráctka apa1:ece como
sus dtci§iQp.es y actuaciones, y los .~1:P~~-~~9-~ que de ell~s se pú~- alternativa prívilegiada, que pennite sumar al ''traba:o de costura 11
dén~Íñfenr:-ES decir, cer.trarían e~ focó en la cuestión del conoc1- asumido en la soledad de a dos un :uadro 1nás vasto de Semejanzas
miento. A Z -~ Y ºdesemejanzas 11 ,:certeau, 1993), y se expone al reconocimiento de
Esta triangulación t;n la relación -doc~nte (tutot)-p~acticar_tes-pro- los inú1ti?Ies itine:-arios asumidos_. Constituye una manera de ser ac-
puesta de enseñanza de□anda un tritbajo paralelo de construcción_ de tor Y observador a la vez 1 en la medida en que hay ·1:nuchos otros 11
ios vír:culos que permitan sostener como centro el Y.~rti_ce,_ad.~.C.:_"!J.ado. que se exponen a sér n1irados en simultaneidad.
La fuerte movilización que implican los procesos .de práctica Ge la Se recuperan al respecto las expe:-lencias que tienen en su origen
GtORJA EDELS!E!N - AufLA t..:Uwr1 UNA PROPUESTA :"E:óR:C:0-METODOlÓG!CA PARA LAS PRÁCTICI'\.$ DOCENTES 83
los Talleres de Educadores, .qué, en el interior de propuestas investi- Si se entiende la docencia como práctica social compleja que ex-
gativas y de formación, dieron lugar a una línea de trabajo cualitati- presa conflictos y contradicciones, se in1pone in_cor_porar_ de~_de_ la
va, fundamentalmente en Chile y la Argentina. formación de grado una lectura críti¿;¡_--a; t◊S-~m~~--co~ t~óficOS de··re~·
Esta línea :,one en el centro de1 debate la problémática del sector 'ferenda y las detivaciones que éstos Órigiilan. ·
docente, el significado social de su trabajo, tanto para lo_s propios do- · · · La__p2Stbilidad_ de reflexionar eil torpe a proceses que acontecen ·
centes como para la sociedad. en las prácticas constituye un eje·priolitario de la formación.
Se plantea desde sus inicios como propuesta éernocratizadora en Es claro que procurar una aproximación a la calidad de estas prác-
la capacitación de docentes, en la medida en que procura abrir es- ticas demanda :J.U esfue1zo de indagación acerca de la naturaleza de
pacios que posíbHiten generar aportes en relación con las políticas sus determinantes, sus Hmites y posibilidades·. En el aula· no se en-
educativas, su gestión y conlrol (Bat2.llán, Saleme, García, Mar- cuentran los problemas claramente definidos, hay que dilucidarlos
tínez:). desde situacior.es que se presentan en muchas ocasiones de modo
Serí~p.~~~!Lejantes-,a -eje-rcki0&---de. investigación, p9nien~?-espec_ial ambiguo y conflictivo. De allí la necesidad de una actitud de búsque-
cutctád()-__en la producción colectiva. La ~dea de investigacióñ~é"ñ"'Ca- da sistemática de las claves que las caracterizan.
Pacifación es aquí significada, en sentido genéric:), con10 orientado- El análisis de las prácticas ·de ia enseña:1.za deviene así como ne-
ra para la búsqueda, la problenatizadón de la realidad, el .análisis y cesidad ante I_a consíde_radón de un objeto de estudio que se desa-
el descubrimiento de nuevas rElaciones. rrolla e~,.c=:~tf~i!ºj c,?~Cí~s y n? en6-á11!b_itos prefigurad-e,;.
Desde Vera y Argumedo, se plantea la necesidad de explicitación de En este sentido, el taller es un dispositivo analhad<5r privilegia-
supuestos de base, relativos a fa concep-é:ión de realidad y del conoci- do, que permite revelar elemefltos- constitu:ivos de la.s prácticas, pro-
fñ1e":1.t0,ace-r<:a··de···-ias Prácticas educativas y las prácticas escolares en vocándolos, obligándola:: a haplar, a decir lo que en el aula tantas ve-
particular y sobre la ela1?oraciÓn de -criterios metodológicos. ces es dicho sin palabras. Es privi.egíado por la poslbilidad. que ofre-
Interesa esta refei-e!l"ci"á global porque, en la práctica·,-un número ce de trabajar sobre contenidos manifiestos y latentes de la co1idianei-
importante de propuestas de taller fueron descarnadas de su sentido dad escolar, lo G_ue sólo puede concretarse a partir de procesos de bús-
originario, banalizadas en su implementac;ión. Al respecto, cabe se- queda e indagación de lo que est2_ más allá de la apariencia.
ñalar que ef. muchos casos, -aunque era la intención producir un Al respecto,_ interesa r~scatar la palabra de Ageno cuando dice:
efecto de m-dtiplicación de la experiencia, _no se contaba con coor-
dinadores preparados para estar al frente de los talleres; en otros, la este deslizamiento del lugar -ilusorio- del saber al lugar -simbóli-
coyuntura operó como obstaculizador. co- de la construcción del conocimiento, sólo puede efectuarse des-
Después de procesos sociales globales cuyas marcas autoritarias pués de_ asumir la función de ia ignorancia que libera la pregunta
tuvieron particular expresión en el ámbito de las instituciones educa- investigativa y evita la seducción del re.ato del disc:urso pedagógic~
tivas en la Argentina, era predecible que la apertura de espacios pa- que, al atrapar y paralizar el pensamiento, no permite la necesaria
ra 11 decir11 se configurara como ámbitos catárticos. Sí bien estos ámbí- distancia para poder trabajarb. Este corte entre Ja seducción del re-
~_ lato_ al_ qu_e_ queda pegado' e:--~sufétO,"\:_;n.1:¡;i~Pado¡·en E:f 'ii-ábajo ifl-
1
En el taller con10 opción metodológica para el anájsis de las prác- procesos con implicancias personales tan fuer~es; por el atravesa-
ticas de la enseñanza, los practica::1tes, en tanto sujetos y objetos al -~~:~~?.--~~aj._\1?-;~}Y?. que, en e:. ca1npo de la do~::ncia pa1t1cu!afii1e"ñte·,
mismo tiempo, son protagoni.~tas del proceso de const1ucdón de co- representa, la mirada del otro.
nocimientos. ~sto supone un ejercicio investigativo que exige, desde La impo;ian-da ·d'= avanza1 Sobre estos procesos, por otra parte na-
el punto de partida, la aceptación de que no se cuenta con todas las t~1-a.les, se conec~a con ~l reconocimiento de 1a -~g~ de los pro-
respues:as, q_ue es necesario potenciar las capacidades de problema- pios puntos de vista; con la necesidad y dificultad que supone obje-
tización, de. generar interrogantes, de forn1ular hipótesis, de realizar tivarlos desde los que se fo1mulan. ,
inferencias, de construir r_uevas categorías. Estas dificultades se acrec_entan por las connotaciones evaluativas
IQ1p!~~~~~p.___aj~rC:t~!º-..-~!~~-tivo que se enriquece en la medida en d~l calific3.r-descalificar, que imponen una eiigencia de producir
que incorpora el colectivo y,- desde él, los múltiples sentidos q~e es cierto efecto de completud de los relatos, frer:te a los fallos, fractu-
po"sible recuperar respecto de los episodios, situaciones y pr:,cesos ra&, contr2dicciones, que muy probablemente habrán .sído observa.:.
objeto de anál~~i~- -~e~í_a el lugar p::-ívílegiado para encarar esos pro- dos en las práctica, por quienes en esta circunstancia asumen el lu-
cesos ~--~a~tósocioanáff.Sis;_1 a los que se alude en el capítulo 11 Una gar de la coordinación.
f)ropuedf teóriéo.:.metodológica para las prácticas docentes 11 • Se hace necesario, en consecuenci::.., 'trabajar en torne a esta cu_es-
Por él tipo de relacior.es que con1promete entre los participan- tión, C<;?f!Str.~!r YD ~.i!_llª_ que posibilite abrirse a -u;a 3.ctit~Cf d~·--i~d-á.-
tes, el trabajo de taller reclama c0ndíciones facilitadoras de los pro- gación en profundi::lad, reconstruyendo y buscando la con1prensión
ces.os grupales 1.-En este-sentido, se incorporan como referentes teó- y la explicación de sittraciones, apelando a un trabajo teórico, analí-
rico-me:Ódológicos importantes aportes que sobre la teoría de gru- tico e interpretativo.
pos provienen de la psicología sociai (Riviere, Anzieu, Bauleo, El planteo general, referenciado en aportes sobre le grupal y el
Kaes, entre otros). trabajo en taller de educadores, se conecta aslmismo con línea~ de
El anílisis de las prácticas, -por el grado de "exposición que supo- investigación propias del pe:1samiento anglosajón e. his;Jario. A par-
nen, de:nanda que los practicantes asun1an el proyecto de taller co- tir de ellas, se ha pfasmado la idea de la revabrización de las prác-
mo propio, atendiendo a la generación de condiciones nécesar'.aS pa- ticas, como consecuencia del análisis sobre los procesos en ellas
ra la producción colectiva. co1nprometidos,
Esto significa reco·nocer el taller como un espacio valioso para in- Se destaca la ·necesidad de lo~ proce~os y práctica reflexivós, pa-
tercambiar experiencias y, a su vez, como fuente de nuevas expe- ra evitar el caráct~r ~c_rítiC:9 y conse_rvadqr en fas prácticas doce~tes.
riencias, donde la comunicación es abierta a redes múltiples que res- . . .~.-~-~inci?ien~o en l_a necesijad de incorporar el concepto de.J[efle-
petan los tiempos y los marcos de procesos ,eflexivos diferentes, con ,. .. . . .~?J1...,_]abe
. senalar sin embargo que dude a p_-ácticas diversas e~iñ-
apertura en la escucha no prejuiciosa, sin rotulamientos; un ámbito cluso cont:-adictoria;,11:i. La diferencia básica se plantearía entre proce-
donde bs participantes se hacen cargo de papeles dferentes según s.os de reflexividad direccionaPos y con una fuerte imJ)ronta desde la
las necesidades del proceso constructivo y no quedan andados en autoridad externa y procesos reflexivos que surgen como consecuen-
roles fijos y estereotipados. En suma 1 espacio para pensar y _r:ensar- cia de la reconstrucción crítica de la experiencla,
se _en_ g14p9..:. ---~------·-_.,_, _______ · - - - - - ····--·· - _, Desde esa lectura, sería posible la confluencia :on las visíones de ta-
Lo gr_1pal es un lugar organizado y de representación interna, por ller Y el encuadre sobre lo gl1..lpal recuperados como marco referencial.
el que se potencia la circulación de la palabra y la d.:-a1natit:ación de Se pueden incorporar los aportes Ce ~ 0992), quiell adhiere
múltiplés situaciones que s~hs.U11ª_.P,_~~-!!9 ser abc:)fdada_s_por efec- Y desarrolla esta perspectíva como una ~puesta. para profundizar el
to de su complejidad. Es un lugar de deslizarnient.; d;;,-¡- chiste o la conoc_irhie:1to de los docentes sÜbre sus procesos de trabajo, desde
ironía,_ que permiten comenzar a hablar sobre la dramatiddad de in- un.a ngurosa profesionalidad, sin ___ a_2~!.ªt-·ª _1ª_J9-~iQD_ª1Jcfa_d técn_ica.
numerables vivencias: Apuesta qL1e procura penetrar en laS 11 zonas indetermi~~das, pocó
Evidentemente, no se trata de un proceso que surge rápida y má- definidas y cena.gasas de la~ prácticas: 11 y que, por la incertidumbre
gicamer.te. Demanda un laborioso tr.:ibajo por parte del docente for-
mador (coordinador en esta instanci2.) y lo-s propios practicar.tes-ta- 16
Así lo advierten diversos amores que trabajan en rel2ciSn con la formaciófi de do-
lleris.tas. Trabajo arduo sobre todo por lo difícil de someter a análisis centes, como S.te!},!":1gu_~(:!, ~!)~ot,
G!meno Sacristán, Pérez Gónez.
UNA PROPUESTA TEÓRICO-METODOLÓGICA PARA LAS PRÁCTICAS DOCENH;s
86 GLORIA EDELSíE!N - ADELA CORIA. 87
que las caracteriza, no pue"den encontrar un marco de comprensión- ta com?rensión deberá ser compartida en el punto de pa1tida de este
explicación _,..,.e_n-dü;_ha trabajo para no quedar arrapados en la creencia ·cte que hablar de· la
...., racíonaiid~d. - -
Para ellq,schón postula que la reconstrucción de la experiencia de- práctica 1_1es" aquella práctica de la que se _habla. Hablar acerca de las
manda: .... ,~---- prácticas, analizrrlas y confrontarlas obedece ·a una lógica diferente. El
análisis será tanto más potente en la medida en que pueda recÜnoc::er-
- reconstruir situaciones donde se produce la acción (redefi- se esa distancia como constitutiva de la roma de distancia que supone
e impone !a......,_,.
refle:r;.ión.
... -
---~----,. ····- -·-
nfr ·situacíoneS problen1áticas); .
Ta1nbién interesa se:1.alar laS :"ormas que, según eI autor, adopta la . Si _la__ _profesionalJdaci se '>'.:in_cula cada· vez más a lg c.oncreción_ de.
reflexión: como conocimientos en la acción (tácito); como reflexión _p~oces_o~ reflexivos resp_~ctq._c.le:J;tPJ...Q.PX~LP!áFU~?.-,., es vital ligar el en-
~.!t la acción y como reflexión sobre la acción y sobre Ia reflexión en foque de la evaluación a _esta pertpectíva.
la acción. Momentos de acción"y°·-refl.exió:1 que se entrecruzan en una Desde algunos tratamientos teóricos, se ha avanzado n1ucho en
espfral de ciclos de. experimentación; :rr.omentos de accién y refle- torno a la cuestión de la ~valuación. El pasaje de perspec_tivas cen-
xión, que no son independientes, se exigen y comple1nentan. tradas exclusivamente .~P}~:!.}:.~!!.SÍ}P._~enro Yla productividad en térmi-
Indudablenente, la recuperación de este enfoq~1e se hace sobre la nos cuantitativo~ a mode·ios que s:gñitTCan·-fa·-evafüációffComo com-
prensión y explicació.O•-es·:uff hediO --------r,< ""---•--,~-.•-=:·-:r=·•,--,,-•,,.,,,;,-,
-~<- -- :•
base de destacar la necesidad de dímensioriar adecuadamente la· ----·-~•a•~... - ... _,_ e•--... .,---,. -·· -~~ que Se 1econoce caua V"'eZ mas
práctica crítica frente al acto de reflexión. En este sentido, se efectua- en los postulados de diferentes autores.
ra relacionando la indagación sobre los escenarios en que se inter- Siguiendo los desarroHos teóric::>s, incluso se supera la. polaridad
viene y las condiciones políticas, sociales y económicas que afectan entre los modelos de corte cuantitativo y los de -corte cualitativo, se
la acción. ~sto será posible en la medida en que ~e expliciten los su- c~n~idera valioso que el alumno pueda identificar sus niveles de ren-
puestos y se los trdbaje sometiéndolos- a·esc;:iutinio público. dun1enzo expresados cuantitativarr.ente; se deben por ende abando-
. Siguiendo el pensamiento de Elliot Cl99Ü), será fundamental dar n~r posturas para las que era tabú la con:probación de ese rendi-
lugar a la deliberacióc, a espacios de diálogo y debate; pasar de h miento y la productividad, que ne_5aban la relación· entr.e el proceso
reflexión individual a la reflexión_ s:opperat.iv_a, para evitar que se re- y e.J producto resultante.
produzcan ~~-tC~~~1!1prf:~-~j._o_g~_$. __Qe.fQr.Q.1Jl.4~~-,.4~ lf!_.r~_ªl.id.ª_d,. En suma, . ., Se_ procur.,a valorar los resultados de una propuesta pedagógica en
tal como ro--señala Elliot, aten:ier a una racionalidad diferente del t~rm1ncs mas .aQarcativos, incluyendo· como referente relevante las
proceso reflex:ivo, lo que demanda contraste inte:-subjetivo y plural c1rc~nstancias espacio-temporales en las que ella se desarrolla.
Se entiende entonces que la recuperación de estos enfoqueS deb~ S1n. embargo~ el_ e~pacio de manifestación de estos avances .queda
apOyarse en procesos de reflexión no exentos de i11.tepcionali- redu~1d~ t~d~via a ciertos proyectos_ innovadores; ello.s no har.. logra-
.~d, que; superando posiciones objettvistas que i.centúan la rigurc- do aun 1ncidtr en las prácticas pedagógicas cotidianas. . .
sidad de las descripciones, se .nteresen particularmente por encon- Dada~ la~ ca~acterís_ticas- ·que· asurne la actividad evaluativa en los
1
trar nuevas alternativas explica:ivas. La idea es que los procesos de narcos 1?~tltuc10nales, es quizás la que refleja con más claridad la
. conocünientc y con1prensión !E_si9-~:Q:.5!i~S~f9:!P-~-~~~-~.nJ~~ .IrrQ~ª5 problernat1ca del poder y del control". ·
de_inte_:cvf!t.1.ci59-,., Se- destacaría entonces una relación diferente entre ~Tna visión de la evaluación lígf~a al ejercicio expreso del poder
la dimensión explicativo-c01nprensiva y la proyectiva. ·
Se asume, en relación_ .con"t~J análisis pre¿edeñte acerca de la lóg'.- •
l7 ,Basíl
r1•
Bernstein
•
afirma que la evaluación , como s·1·tema
~
· se con¡·igura
de mensa¡e,
ca Ce_ -la práctic~, qy_~dí-tiem~ la reflexión qjJic~s:ol~~ poi cOG 1g::is que r7~l!lan la valoración legiti.na del conocimiento legítimo en l.a puesta
-
0
~ -:cto del. d 15 f:>OSltlVO ped-agógi:o, cuyo efecto señ-a e; ejercicio del contml s:mbólico
. . . -----
e.senqª!.rnente d1fer.ente -~at;¡ueLdd. qu,;~_pJ:etende dar cuenta, Es-
'
e as conciencias (C'..ases, código y control, ·voJ. I · La estructura del discu.,.~ 0 =dago,a,·
co, ·vo.1 I\'i 1993). ' ,.., r o -
GLORIA EDELSTEIN - ADELA COR!A fJNA PROPUEETA TEÓRICC-IJIETODOLÓGl:A PARA lAS PRÁCTICAS DOCENTES 89
y del co:1.trol procura básicamente elementos justificc..torios de deci- bricación que es ha.sta cierto punto artesanal y en la que ocupa un
siones y descuida .el avance en la :::omprensíón de bs procesos de lugar destacado la intuición, inclusc cuando es cuidadosamente ins-
conocimiento. Es una visión cuy-as consecuencias se agravan por la trumentada.
infinidad de expectativas que en ella se depositan, :o que deviene Como toda fabricación, la evaluación, nó obstante poner ..en juego
como espacio sobredeterrninado (E::le!stein, 1992). rutinas estables, introduce innovacicnes. El problema reside en reco-
Esta c .1estión adquiere mayor relevancia c.1ando se observa que la
1 nocer la parte de z..rbitraríedad que s:n duda ca.racte1iza esta consttuc-
enseñanza se realiza· en un dima de evaluación constante er: taritÜ.. ción, auc cuando en diferentes situaciones no se evaJúa del mismo
fa~ tareas escolares com~~ican ~ritejio~ ··i~t~¡~QS-·cte···¿a_üd~d en los modo ni aspectos sen1ejantes, sino que se toman en consideración
proceso5 por realizar y en los prodJctos de ella esperados.- notas idiosU1crátícas y a veces cont:adictorias, desde sujetos y con-
La diná~ica cotidiaria de la e·n~ñ.iflza remite a dertO Clima de textos sir,gulares.
control sin que éste deba· 111anifestarse en procedimientos formales. El alur:1.no aprende a ser evaluado y a evaluar. Casi se podría de-
La evaluación ejerce, parafraseando a Gimer:o Sacristán, una presión cir que se fa1n.i:liariza con la nocíón de excelencia valorada en la es-
n1odeladora de la práctica curricular. Sirve como vía para sancionar cuela, pasando a ejercer calíficadamente, al decir de Perrenoud, el
11
el progreso de los alumnos por el currículum, determinando la pro- oficio de alumno 11 en cuanto interiori'.?ación Ce una cu:tura propia de
moción, con lo que asume una funcíón reguladora. la organización institucional, de la clase. Oficio que en definitiva se
Desde estas connotaciones, no se distin¿suen los procedimíentos asocia al tener éxito, al aprender las reglas del juego.
efectuados como función diagnóstica de los realizados con intendón Desde esta visión crítica) se retoma el punto de origen, es decir, Ia
sancíonatoria {Gimeno Sacristán, 1988). necesidad de un enfoque de la evaluación que se cor.ecte, y no en-
La experiencia de aprender es así signíficada por los alumnos en tre en ccntradicción, con )a genera:ión de procesos reflexiv:o& res-
muchos casos, acorde al tipo y con~enido de los controles de que es pecto de la propia práctica.
objeto, se trate de procedimientos f:>rmales o íilformales, externos, o El planteo reclan1a una modificación sustantiva de las propuestas
i:ealízados por el propio docente. Esto implíca que el énfasis que evaluativas, que posibilite trabajar sobre la iinpronta de modelos
pongan los procedimientos de evaluación .-.sobre determinados com- fuertemente arraigados, tanto en docentes como en akmnos. a :os fi-
ponentes de las propuestas pedagóg~cas deviene en un núcleo po- nes de su desplazamiento. ·
tente de incidencia en la transforrnhción dél currículum en su desa- Parecería que una alternativa viable es poner en el centro el
rrollo, dada la carga institucional y psicológ:ca que ellos ~ienen. proyecto· educativo o propuesta de enseñanza concebida holis- ~ -
Está claro que cuando· se .prqdllcen inno7acíones en los conteni- ticamente como punto de referencia. Desde allí, asignar a l;;. eva~ ----
dos como en las· opciones metódológicas, ªi1?_.pr_qp_i;._e.s.tª·-g~---~~L?!J,,!ª:-~ .l~ación ta ~isió~ .de. identific_ar las concreciones y ñ1ieles de desa~
cíón es coherente, estimula la· •consolidación de tales innovaciones. Si rrollo, reconociendó iílcluso lás tensiones y e::ontradiccio-nes que s·~
•••-•· •' , .. , . . ., -,... · • ••·.- k••~~••····"•·•.·.";,,-"•"'''·~--•a-,~•"'.···••-••·••·.-••~••-- :, ~ -
iC.:/:
a menudo recrean otras formas de clasificación, incluso informales. sujeto, a su máximo crecirníento intelectual. . ··,
Según este autor, los juicios y jenrquías de excelencia son, en tan- ~s~a perspectíva ~ermite pen_s3..:_j:~ ~Y?-}~~ción en relación con las
to representaciones, el resultado de una construcción intelectual, practicas de la.ense.· :13-nza ~sde .u~ Iuga~.1~fe.r:?_i.te, ~-r~!S~.tA<:~?.,~.-;~m l:>~
s=ul[ural, social. Por ello u:iliza la metáfora de la fabricación, en tan- proces_~s d~ ~fl~;-;!9!1 co1no reconstrucc1on cnt1ca de la expenenc1a.
to pi-ocedimientos relativamente eEtables que son eE parte codifica-. En tanto las prácticas de la enseñanza justamente den1andan del
dos por la organizadón y en parte inventad:)s por cada docente. Fa.:- practicante 1:i elaboración de una propuesta de intervención, es fac-
UNA PRoPUESTA TEÓra"CO-METOXJLÓGICA PARA LAS PRÁCTICAS DOCENTES 91
90 GLORIA EDELSTl;:!N - ADELA CORIA
. ------- . .
tible incorporar la evaluacióri como ~~~~gpy que pern1ite recono-
El metaanálisis se podría caracterizar como un proceso de cons-
truccjón teórica que se zealiza, aJ decir de Lltwiri1 11 a Ja manern de una
cer los recorrkos., los movimientJs que cada sujeto va realizando en
la géneración de dícha propuesta.
transparencia o un cristal que permiteJ!.!1ªJ1lLé.Y:a...mk,1.da §Obre la -~J-~:
se. La superposición de las transparencias nos remite a una _narrativa
Al respecto, son signific~tivos los intercambios practicante-~ocef!_-
te orientador--formador v las iriteracciones entre par~.~ La evaluación
-qu; ¿eja de hablar de la clase vivida para__c;_q_nstn..1ir Jd!L..~'\'.Q.L~lgJ.9.,.
que cobra vida independientemente de ella. Cada una de las cons-
co1nproÍnetid"adesde este lugar genera-ría condiciones para s:.iperar la
trucciones permite superar los niveles interpretativos del mismo con-
apuesta individual a parámetros formales de exceleÍlcia. Permitiría
tenido tratado y poner énfasis en los aspectos sustancia_les. No se tra-
reconocer los propios cambios, estilOs y posibilidades de avance. En
ta de conocer lo conocido, dad? que caja uno, cuando planea su
suma, la evaluación podría potenciar los mejores aprendiza¡es.
clase, conoce la estiuctura sobre la que asienta su propuesta, sino de
Esta idea trae aparejada Una redefinición del papel del docente,
rescatar el papel que la superp.9.~:!_<;j_Qn__de.. narrativ,as_genera_1;:omp ex.,.
quien, en todo caso, sólo marca momentos y apuesta a concretar des-
presión de la mis.ma C':'lllPJejidad_<f.jg~f!ica [. .. ] e113:5ñar a ts~rJ~,.;¡la-_
de ur1a posición de 11 ayuda 11 las mejores producciones ..
se juega un· páP,el dé"-II1ejora1nie:ito respecto de la práctica docente,
Supone, en la- práCtica, una reh.ción tutorial caracterizada, según se
ha sefialado, de:3de una perspecti'1a constructivista, que insiste progre- --~nto se J~Q.{~fk!l.tt;fJ.~:,.;Jgn€S ~obre cada una d~t2ec_i~.t.>.ES
que se adoptaron para la enseñanza'' (Litwin, 1993).
sivan1ente en ampliar los· 1nárgenes de autonómía en cada sujeto.
Sella ilusorio pensar que-este cambio sustantivo en los enfoques y
prácticas de la evaluación es de sencilla resolución, dadas las trayec-
torias personales y las caracterís:icas que definen a las instituciones
educitivas. Incluso, dado el problema estructural que plantea en sí
la evduación en el sentido de la asimetría de lugares que supone.
En el caso 'particular de la práctica de la enséñanz_a, es significati-
vo el impacto de la evaluación, sobre todo porque constimye una
etapa final que da lugar a la titulación, producto de complejos pro-
cesos de auto, inter y hétero evaluación-.
Por ello es frecuenté observar una tendencia a acomodar la actua-
ción a una suerte de 11 oficio de practicanteU, tomando en préstamó el
concepto de Perrenoud. La problemática se advierte en una deman-
da de las "reglas de Juego 11 , aur: cuando la propuesta se Cesarrolle
priorizando la elaborac:ón de una alternc..tiva creativa por parte del
alumno. Esa demanda se traduce en el señalamiento de pistas para
un desempeño correcto, que se procuran negociar según el marco de
relaciones establecidas con el docente orientador de .la institución
formadora, con el docente. a cargo del curso en que se realizan las
prácticas, o con ambos a la vez.
En ese marco; priorizar la incorporación de nuevos enfoques de
la ev;;.luación en los centros de formación de docentes y, Particular-
mente, en rela-:ión con las· prácticas de la enseñanza, tendría un al-
to potencial generador de 11 nuevos habitUS por el impacto que ellas
1
. /
ticas docentes 11 • Ampliar 1a perspect'.va de Iecturn. en esta direcdón lln- en séntido amplio, no recortada al salón de clases. Luego, avanzar en
plicaría preparar para reconocer los múltiples atravesamientos q_ue se la reYisión de propuestas de enseñanza d:versas de docentes en ejei·-
expresan en dichas. prácticas. cicio en las instituciones educativas del n1edio y de los propios docen-
Se procuratia -fomentar desde el currículum .diferentes modos de ob- tes q.1e intervienen como fÜrmad()res.
servación, procurando un contacto cori la realidad educativa que ope- Será significativo generar procesos de interca1nbio con docentes que
re como referente empíriro de )as cuestiones abordadas desde la teo- puedan conectar a los practicaµtes con diseños alternativos, como en
ría, ya· sea como fuente genéradora de problen1as o co1no vía de con- sus fon.nas de ilnplemerltación, a través Ce observaciones de algunas
frontación de supuestos, ¡:reocupación, que también ya fue anticipada. unidacles 18 de enseñanza y su posterior debate.
El trabajo en torno a las prácticas Clebería incorporarse ya en rela- Er. una propuesta curricular, el espacio y el tiempo suelen ser las
ción con las '!is.::-iplirias del área de formación general (designadas insta:1cias dqnde se juega la exist~ncia de formas implícitas de trasini-
como teóricas o de funda1nentación). Esto permitiría superar la re- sión ::le clasificaciones sociales, convertidas en estructuras y r.ormas es-
presentación sobre sus contenidos <::orno formulaciones abstractas colares. Dónde y cuando trabajar :no serían, desde esta lectura, proble-
desconectadas de la realidad. Hacerlo posible demandaría ind:c.gar en mas menores, sino precisan::i-ente es allí donde cobra fuerza el discur-
vertientes interpretativo-explicativas emanadas de diferentes enfo- so pedagógico en tanto fo1ma de l.'egulación de la experiencia 19 . Es por
ques y disciplinas. ello =!ue merecerán tin tratamiento curricular cuidadoso y cÓnsciente
La idea de antcipar las 'prácticas no se refi~re a las definiciones pre- de 12.s implicancias de las decisio1:1es m~s ele1nentales que se tomen.
valecientes de realización de ªprácticas de ensayo11 • Aunque en apa- Como eco de esa preocupación, se ccnsidera importante procurar
riencia éstas doten a los planes de una posibilidad de acercamiento a una distribución de los alumnos il)tegrantes de cada curso de modo de
la realidadt serían recorte5 relativamerue arhrrarios que no posibiHtan cubrir un espectro de situaciones en salas, grados, cursos, instituciones
reconocer y en consecuer.cia dar cuerita de [os. pr.ocesos que ocurren diferentes, que anticipe la reaHdarj socio-educativa con que habrán de
en los espacios hstituci<_:rnales y áuJcos indagados. trata:- en sus futuras prácticas p1•ofesionales.
Será relevante, con10 alternativa, el análisi5 de propuestas de docen- En tanto se cuestionan las exp~riencias puntuales y fragmentadas, y
tes en ejercicio en diferentes instituciones y, al mismo tiempo, la iri- se rEvaloriza en cambio el seguirrüento con cierta continuidad de uni-
corporación del trabajo netaanalítico en re:ación coh las propuestas dades de análisis definidas, es ft.n.damental contar con espacios de in-
que el alumno recibe en distintas' asignaturas o áreas de su plan de for- tercambio que posibiliten abarcit un universo amplio de problemáti-
mación. cas relativas al área de especialización. Er:: el caso de que la formación
En este punto cabe un recaudo. La difusión de perspectivas teóricas r_en1ita a campos de conocimiento, la distribución deberá procurar
cognitivistas que valorizan el papel de estrategias metacognitivas y me- abarcar las distintas disciplinas ql.\e los integran, según su inserción en
taanalíticas ha llevado en algunos casos a banalizar o estereotipar di- cicles y/o modalidades.
chas prácticas con su consecuente ?étdida de sentido. Se rescata en esta instancia el valor de propiciar la elabora.ción de
Aplicando esas estrategias en e: U)omento pertinente, se lograría propuestas alternativas de trabajo en el aula por parte de los alumnos.
un avance significativo: que la propia histOria de formación pueda En su discusión, es de interés-.abrir el debate con c;ompañeros, con do-
objetivarse en sus distintas dímensic:mes, identificando en ellas los centes de las instituciones eni"las que realizaron sus experiencias y con
nudos críticos n:ás p~tentemente reveladores de la ::,roblematicidad tutores, oriemadores de prácticas.
de la.. práctica. Indudablemente, posibilitaría recono~r supuestos de Al. respecto merece una cons:cleración especial la incorporación de
propuestas diferentes y éerivaciones en la enseñanza generadas de las llamadas ~microexperiencíás didácticas" como formas d= anticipar
dichos supuestos. esp'-cios de práctica previos a las residencias. Interesa recuperar su
Esta ide;1. se vincula a la necesidad ele abrir espacios de reflexión so- aporte como =labóración de una propuesta general qUe posibilite lue-
bre las prácticas .docentes en el interior del propio centro de forma- go evaluar se implementación desde distintos lugares: el lugar de la
ción, asumiéndose a sí mismos como instancias de aprendizaje desde
un lugar diferente. 18
Se alude a unidades pcr emender q1.1e carece de sentido obse1var experiencias ais-
. .E.n la búsqueda de incbir el trabajo en torno a las prácticas en los ladas.
1
1n1c1os de la formación, la idea sería comenzar por una aproximación _ ~ Ver. en este sentido, Basii Bernstein, La estructura del disc~rso peda&_ógico. Clases,
codigo y control, vol. IV, Madrid, Mor.Ha, 1993.
s.=;tO,?IA EDELSTEJN - ADELA CORlA ARílCULANDO IDEAS PARA LA FORMACIÓN 97
/
coordinación de la microex?eriencia, como observadores involucra- las características de los grupos y hs disponibilidades previstas en el
dos, come alumnos y desde el lugar del docente a cargo de la dase. diseño curricular para esta instruffientación. Cambia también si es asu-
Cabe aclarar que la expre5ión umicroexperíencias" se distq.ncia de la n1ida conjunta1nente por diferentes J.ocenteS de cada año o si se con-
idea de ºlaboratorio didácticJ 11 desde la que fueron incluidas durante centra en el espacio académico curricular.
mucho tiempo en programas de formación de docentes. En este ::aso
se las valcriza en t2.nto bases para la .:eflexión.
Pensar el tiempo de la pr'.:lctica en relación con e} tiempo de fo:-n1a- LA RESIDENCIA EN EL DISEÑO GLOBAL
ción ·suele remit~r z un retjuerimientc de defiriición de horas pa;-a la DE L'\S PRÁCTICAS DOCENfES
práctica en relación con la duración tctal de la carrera de grado. t-lo se
t:-ata de predefinir un quantum. Éste deberá ser acorde al diseño glo- Una 2dvertencia para la lectura: cuando se alude al diseño, es cen-
bal que se adopte para la formación. Sin embargo, resulta importante tral considerar que las decisiones de diverso orden que se sugieren for-
subrayar, sobre la base de diversas experiencias, que las horas de tra- man p3:rte de un proyecto global, que cobra sentido si se comparte en-
bajo de ca:npo que serán pa1te Significativa de esta tarea deben incluir- tre la institución forniador~ y aquellas en las que se desarrolla el pro-
se en la carga horaria real de trabajo. Es frecuente que ellas no sean ceso de práctícas docentes.
institucionalizadas y queden como tareas ad bcc, que el alumno debe
acreditar y que, al no ser tornadas en cuenta e:1 ia progI"amación, ge-
neran múltiples superposicicines y su progresiva desvalorización con La organización
relación a las tareas que se concretan en el salón de cilases.
Abarcar segmentos de ur.a práctíca con unidad de sentidb en el En la medida en que la residencia ünplica una ins:ancia de inco~-
marco de lo progfamado es una idea clave; por eHo, fos porcemajes po.ración al trabaj-:J docente en un sector específico de'. campo ocupa-
de tiempo deberán manejarse de modo flexible, priorizándose así, n1ás cional para el cual habilitan las incumbencias,. se cons:dera pertinente
que el criterio cuan:itaüvo, l.a posibilidad de captar, a los fines de 1ná- plantearía al final de los estudios de grado, con un año de duración y
lisis, las t_1nid_á9"es observacionales de modo integrado. en estrecha articulación con las experiencias de práctica desarroUadas
En la medida en que uno de los réditos de esta secuencia se rela- desde el inicio de la formación.
ciona -con la reflex;.ón en torno a las e..-xperiencias fealizadás, habría Ésta serfa, desC.e la experiencia, una aspiración ambicíosa. ·¿Por qué
que instituciónalizar también espacios a tales efectos en el trayecto for- un año y no unas cuantas semanas, o un cuatrimestre? El fundamento
mativo. para pensar la residencia en un año tiene que ver con una caracteri-
Si los conceptos espontáneos suelen ser implícitos, un paso necesa- zación de las tareas básicas que, se entiende, ella imp]ca.
rio para su modificación es hacerlos explícitos en la aplicación a Pro- La en.:rada en :as instituciones educativas Q.e distintos niveles para
blemas coacr~tos. Se reccinoc::e al respecto el valor de la toma de con- reaHzar la prácticr docente es un proceso que incluye varias etapas re-
ciencia por el alumno como paso indispensable para el cambio con- lacionadas, que mentan a la vez, cada uná, con su especificidad. Se
ceptual. · intenta llevarla a cabo lo más tempranamente posible durante el pri-
Apropiarse de nuevas teorías exíge la reflexión en tomo ~ las ideas pre- n1er cua:rimestre del año, acompañando el trabajo de reconstrucción
vias. Este es el sentido desde donde se valoriza la noción de reflexión, teórico-metodológica sobre la enseñanza en general, y en cada área,
expresión ::nuy extendí$ en la formaci6n de docentes y en much6s ca- disciplina y cíclo en particular.
sos vaciada de contenido o utilizada en referencias contradictorias. La tarea se ini~ia con la selección del grupo de instituciones, tt>man-
Se trata de rescatarla coino actividad que prcpicia la reconstruc:ión do como criterios:
crítica de :a experiencia, ta toma de conciencía de conflictos cogniti- - la posibilidad de acercamiento a escuelas de diferentes carac-
vos, la net:esidad de reorganización conceptual, principales proc;:;sos terísticas y modalidades que den cuenta de la realidad educa-
i=osibilitad:xes de la construcción de cor1.ocimientos. tiva del rr.edio,
Incluir las prácticas desde el punto de partida. en la _formación hace - promover el intercambio ce alumnos Clue concretan su resi-
i=reciso generar espacios que garanti:eo _la ínstrun1ent~ción teórico- dencia en la tnisrna. institución como dd Conj 1.1nto de .:.ctores
metodoló_gica pertll:ente. El tiempo necesario puede ser variable s<:gún que párticipan de la experíer1da.
98 GLORIA EDELSTl:IN - ADELA CnR!A ARTICUL'\NOO IDEAS =>ARA LA FORrMC!ÓN 99
A partir de la selección y distríbución de alun1nos se considera ne- ción de lo explícito y le in1plícito; la recuperación de visiones, repre-
cesario organiza un equipo docente de apoyo en cada caso. Esto im- sentaciones, vivencias y experiencias de individuos y grupos que cons-
pli,caría un cambio importante en las formas clás~cas de concebir la ta- tituyen. Jo cotidano escolar. ·
rea, aunque -se trata de un esfuerzo que parece inabordable. Gada El análisis del proyecto instituClonal en el área o disciplina de inter-
practicante, y esto es claYe, requiere ser acompañado en su experien- vención demanda un tratamiento particular, contrastando lo documen-
cia por un docente que se posiciona como tutor y qJe trabaja con un tado y lo no docuinentado,. e inferir supuestos e indagar procesos que
conjunto definido de practicantes. ,.. efecti'1an1.ente se activan en las prácticas cotidianas. En esta etapa, es
De allí lil necesidad de un: equipo docente. Ello significa integrar a importante la presencia del tutor en momentos clave.
la tarea del habitual coordinador de prácticrn a otros docentes que, se- Será relevante confro:1tar los análisis sit:..raciÜnales que se elabofan
gún sus áreas de desempeño profesional. pueden realizar valiosos con los actores de la institución en encuentros de trabajo donde la me-
aporte3 en la tarea de acompañamiento del practicante, según la espe- todología de taller suele resultar la más acecuada. Con esta actividad
cificidad de cada etapa. no se trata sólo de cubrir el necesario recaudo de triangulaci5n cuan-
Cada equipo docente .:1.ecesitaría definir un miembro con funciones do se realizan procesos de indagación de corte cualitativo. Es objetivo
de coordinador de la experiencia en cada .1na de las instituciones en central ir generando ur. espado de trabajo compartido, sobre todo
que se realice la residencia. Esto facilita la ta.rea ínterinstitucional, que . cuanCo se entiende que la base para una experiencia valios<:. de resi-
deberá hacerse explícita en tanto proyecto desde el inicio de las tareas. dencia es que dicha experienci~ sea asumida como coparticipada por
En el trabajo en esas int:titucíones, los denás integrantes del equipo las instituciones compro:netídas, según ya se señalara,
van siendo co1wocados a la tutoría según las necesidades. Una tarea que debe ser privilegiada en la residencia es la elabora-
ción de ~na propuesta personal de intervención pedagógica sostenida
desde la aproximación diagnóstica aludida y la integración de aportes
Las tareas teóricos incorporados a lo largo de la formación y reactualizados en la
primera etapa de la residencia. En este punto es importante plantear
Una prírnera tarea es la realización de una aproximación diagnósti- al practicante l. necesidsd de asumir, desde estos elementos, ,ma pos-
ca al contesto institucional y áulíco en que se realiza la residencia, que tura (aunque p.:-ovisoria) sobre el aprendizaje, la enseñanza y, en rela-
se entiende corno acercamientos sucesivos y cada vez más profundos ción ron ello,_ el enfoque pa1ticular respecto de contenidos, interaccio-
a la realidad de la práctica docente en el contexto en que ésta se des- nes, actividades y recursos, procesos evaluativos, entre los prin.cipales.
pliega. Esta propuesta servirá de marco analítico para los problemas que efec-
Ella exige una sistemática presencia en :a ínstitudón con e1 fin de tivamente tengan lugar en su experiencia de práctica docente. Es con-
recabar la información necesaria y factible de ser obtenida respecto a: siderada con docentes del equipo y de las otras instituciones.
A ¡:artir del 3egundo semestre, las propuestas se efectivizc.n, apor-
- notas id~ntificatorias de fa institución; tando un segu,ndo e importantísimo 1nomento de encuentro con la rea-
- ·proyecto curricular;
lidad. En esta etapa del proceso, los tutores de práctica acom:>añan al
- representaciones y postulaciones acerca de la formacíóri; practicante, encarando sistemáticamente la reflexión sobre la e:xperien-
- concepciones acerca del. conocimiento, el aprendizaje· y el cia junto a docentes de las instituciones. se· crea así un espacio que
trabajo docente;
posibiHta prodt:cir reajustes progresivos a partir de confrontar lo pen-
- non.nas y prácticas usuales. Utilización de tie1npos y espacios. sado y lo Vivido.
Se procura hacer una :ectura de esas dimensiones tratando de cap- Un~ vez concluidas las práctic<es, se entra en un proceso de refle-
tar el raovlmiento, la dintmica, los procesos interactivos, de reproduc- xión y elaboración conceptual sobre los problemas más relevantes de
ción, de resister:cia, de negociación, desde :os que la institución parti- las prtcticas do:entes con la propuesta de realizar talleres. Les practi-
cipa en el proceso de soc~alización. cantes, a su vez, permanecen en las instituciones haciendo observacio-
Esta aproximación diagnóstica, para lograr el m2.yor nivel de ex- nes postpráctie::. que alirr.entan su comprensión de los efectOs posibles
haustividad pos.ble, requiere la concreción de obseivaciones y entre- de ell<:.s y una ~Proximación más a fondo de la realidad institucional.
vistas y un análisis 1ninucioso de documentacíón esa·ita¡ la confronta- En este marce>, en las instituciones se realizan encuentros y talleres
100 GLORIA EDELS1ElN ~ ADELA '.:ORlA ARílCULANOO IDEAS PARA LA FORMAC ÓN 101
para el análisis de las experiencias, en los que participan el conjunto En esta perspectiva, se coadyuva é:. desarrollar como actitud la toma
de los acrores involucrados; a partir de-ellos se adoptan decisiones pa- de conciencia sobre la resp,)nsabilidad socia\ que implica ser docente,
ra experiencias futuras. actitud sustantiva no sólo én lo relativo a la residencia sino a tcdo el
Sintetizando, en los ·deba:es con presentaci6n de prcblemátic~s re- trayecto de la- formación.
lativas a fa práctic<1 se pueden discriminar las siguientes ihstanciás: Se propone'n dos grandes etapas, que impHcan. un trabajo paralelo
en la institución donde se realiza la residencfa. y en la iristitució:1. for-
- instancias que se orientan a confrontar la información reco-
madora.
gida a partir de la inserción en las instituciones para elaborar
un informe. de. aproximación diagnóstica, enriquecido por mi-
radas y as:gnacione:. de sentido diferentes, desde un tr_abajo En la institución de residencia
minucioso sobre registros e intercamblo de lecruras descripti-
vas y analítico-lnt:=rpretativas; Primera 1etapa
- instancias en las que se analizan propuestas d~ int.e1vención
- La inserción en las instituciones para. la residencia. Aproximación
con la intención de incorporar, en el momento de previsión, diagnóstica al contexto institucional Y. áulico.
v:siones alternatiVas que sin duda actúan despu§:s como dina-
mizadores en los espacios interactivos; - Observaciones particip·1ntes, Incorporacién paulatina a diferentes
tareas, tari..to institucionales (reuniones de departamento o áreas; reu-
- instancias en que, después de efectuados los ¡:recesos C.e in- niones 9e persond; activid2.des de for1nación docente; actos escdares;
tervención, se traba_ia con los pares en torno a problerniticas tareas con los padres y la comunidad, etc.) como áulicas (producción
patticulares de c.1da experiencia, como aqueil:as recurrentes. de materiales; selección de bibliografía; orientación de trabajos grupa-
De este modo, se ª?Unta a concretar un proceso de reflexión les; elatoración y corrección de instnunentos de evaluación; segui-
y elaboración conceptual, considerando categorías teóricas miento de tareasi preparación compartida con el docente de activida-
pertinentes y generando otras nuevas 1 sobre las cuestiones 1nás des áulkas y extra. áuHcas; etcétera).
relevantes de la p1·á:tica docente. ·_ Participación en tallere,~ con otros alumnos que realizan la residen-
La evaluación en este año de residencia opera en focna penné:nen- dci: en la misma institución, con directivos y doCentes. Se requie1e co-
te e interconectando forrna,<:; y momentos auto, inter y beteto evaluati- mci mínimo un encuentro en el inicio de la· residencia y uno par,;. con-
vos. Respecto a 1~ acredíta:ión, se entiende oportuno el planteo de frontar lo elaborado por los alumnos en relación con el diagnóstico
dos instancias básicas sobre la base de la presentación del infor:ne y aproximativo.
la realización del coloquio. La primera, para la presenta:ión y defensa - Cierra esta etapa 1a presentaciór. de un primer informe de avance
de la propuesta de intervención, sostenida en la apro::x:imación diag- sobre la apro:ximaé:íón diagnóstica y de la propuesta de inte.rvención
nóstica y en las postulaciones pedagógico-dicácticas y del campo de elaborada por el residente.
conocimiento part:cular, que fundamentin el ·diseño de la unidad o las
unidades seleccion_adas para la práctica intensiva, La segunda, como Segunda etapa
informe firtal de la residencia, en el que se efectúa una revisión y am-
pliación de la primera aproximación diignóstica preseJltada eíl el in- - Realización Ce una práctica inte:nsiva en una sala o grado, o en
forme anterior_y de la propu.esta de intervención peda2ógica; un aná- una disciplina/área, según la orientación. Debe responder a dos c1ite-
lisis en profundid2.d de la experiencia de práctica intensiva y conside- rios bás:cos, que probablemente deo1anden espacios de negociación
raciones en relación con e: Proyecto global de Reside11cia (presenta- entre re:;identes, docentes orientadores y do<;:entes a cargo. Se t:-atarí.a
ción y defensa). de respetar el de,c;arrollo continuo de unidades temáticas y dejar abier-
Interesa plantea- algunas especificaciones que suponen la preocu- ta la elaboración de la propuest~ para· la práctica de la enseñanza. a las
pación por atender, como recaudo ético, los procesos que se generan perspec:ivas y enfoques por los que opte el residente.
en las instituciones que reciben practican.tes; a la vez que la valonci.ón - Observaciones participantes posrpráctica de modo de dar conti-
de su inclusión ccino parte del proceso forn12tivo. nuidad ·1 la residencia, abriendo la posibilidad de evaluación del -pro-
ARTICULANDO IDEAS FARA lA FORMACIÓN
10,
102 GLORIA EDELSTEIN - ADELA COR/A
En la institución formadora
Primera etapa
- Discusión teórico-metodológica sobre las prácticas docentes, abor-
daje de las instituciones y résignifica.ción de aportes teóricos ya apro-
piados.
- Preparación de! prllller informe de avanc!,:: sobre la aproximación
diagnóstica a la instítución y al aula en que se realiza la residencia.
- Participación en talleres o ateneos de análisis ~e la experiencia de
inserción y preparatorios de los tal.eres por efectuar en las diferentes
instituciones en que están incorporados los residerites.
- Elaboración de las propuestas alternativas para la práctica intensi-
va. Participación en ateneos para su análisis y debate
Segnnda etapa
20
G. Frigerio, ~¿Se hafl vuelto inúrHes las ir;sütuciones :!ducativas?" en Para qué sir-
ve la escuefa (CompJ, 3ueno~ Aires, 1'esi.s, 1993.
106 GLORIA ECELSTEIN - Ao:LA CORíA 107
que forma, pero cuando 11 sale 11 , cuando está afuera, se encuentra con BIBLIOGRAFÍ.~
otros ºínteriores 1 • En uno y otro caso, afueia y adentro, tíene valor la
prescripción; _pensamos así que siempre habrá múltiples "otros 11 que Abraham, A. et a.. (1986), Ei enseñante es también una persona, Barcelona, Gedisa.
deben ser escuchados y pueden compartir un trabajo. Achilli, S. (1986), La práctico. docente: una inte'f1)retación desde los saberes del maestr:J,
Tan1bién hay posiciones 11 dentro y fuera 1 en las miradas teórice:1s y Buenos Ai -es, CRICSO.
en las :esolucioríes prácticas. Allí cabe también el mandato de exoga- - - - - - (1990:0, Antropok.gía e invesligación edL-:cacional. Aproximacién. a un enfo-
mia: 1ninir a otros lugares_ <=l;esde o:ros lugares. que constr,t.ctivisudndiciario, Buenos Aires, Terc"er Congreso Argentino de Antro-
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