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Lección 12.

La redistribución del poder económico

IDEA CENTRAL

Desde hace bastantes años, muchos de los países desarrollados apelan al ahorro de
los países emergentes para financiar su ritmo de crecimiento, situación
perfectamente visible a través de los saldos de la cuenta corriente exterior de los
distintos países. No debe olvidarse que un signo negativo de ese saldo significa que
se importa capital del resto del mundo y que un signo positivo muestra que se
exporta capital al resto del mundo.

Entre los primeros destacan Estados Unidos, Reino Unido y España; y, entre los
segundos, China, Japón y varios de los otros países asiáticos más Rusia y algunos de
los países árabes exportadores de petróleo.

Esa situación genera una serie de consecuencias, de carácter económico y político,


que constituyen el hilo conductor de esta lección.

CONCEPTOS CLAVE

Desarrollo de contenidos

La apelación al ahorro exterior se canaliza a través de diferentes vías: inversión


directa, inversión de cartera y otras formas de inversión. En el primer caso, los
inversores de un país adquieren participaciones en el capital de las empresas del país
prestatario; en el segundo caso, y por lo general, adquieren títulos de renta fija; los
créditos constituyen el grueso de las otras formas de inversión. Lo que no debe
olvidarse, en todo caso, es que los inversores extranjeros aumentan su presencia en
la economía de los países deudores.

Además de las vías que acabamos de señalar, los países acreedores verán
acrecentadas sus reservas exteriores, al recibir muchas más divisas – monedas de
otros países – de las que necesitan para sus compras en el exterior, sean éstas de
bienes y servicios o de de títulos.

Y lo que se advierte, desde hace ya bastantes años, es que muchos de los países
prestamistas han acumulado reservas muy por encima del nivel necesario para hacer
frente a posibles desequilibrios exteriores. Aunque no es el único, el caso más
conocido es el de China, que, en la actualidad, acumula más de dos billones de
dólares en reservas, materializadas en gran medida en títulos del Tesoro
norteamericano. La razón primera no es otra que el deseo de las autoridades chinas
de evitar que el dólar se deprecie frente al yuan chino, depreciación que se
produciría si los tipos de cambio bilaterales – precio del dólar en yuanes o precio del
yuan en dólares – respondiesen a la evolución del sector exterior de los dos países,
con déficit corriente continuado en el caso de Estados Unidos y superávit, también
continuado, en el caso chino. ¿La razón última? Que el mercado de Estados Unidos
es el primer mercado de exportación de productos chinos, lo que hace que las
autoridades de ese país se esfuercen por evitar cualquier debilitamiento de dólar
frente al yuan, debilitamiento que encarecería las exportaciones de productos chinos
al mercado norteamericano y, consecuentemente, las reduciría.

Pero, además, las copiosas reservas de algunos países sirven para conseguir otro
objetivo: obtener beneficios diversos a través de los fondos soberanos. Se trata de
fondos de inversión gubernamentales, financiados mediante reservas, y por medio
de los cuales se persiguen diversos objetivos : adquirir parte del capital social en
empresas situadas en otros países; ampliar los mercados exteriores; entrar en
empresas de gran capacidad tecnológica ; o, simplemente, lograr rentabilidades
mayores que las ofrecidas en los mercados de bonos. Destacan, por su volumen, los
fondos árabes aunque el fondo chino es el que más preocupa a algunos gobiernos
occidentales, por tratarse de un instrumento que, en manos de un país dictatorial,
puede perseguir objetivos mucho más políticos que económicos.

RESUMEN

Debe partirse de la idea ya expuesta en el párrafo anterior: que buena parte del
mundo desarrollado está apelando al ahorro de los países emergentes y que lo lleva
haciendo desde hace bastantes años. Una situación que, de forma gradual,
redistribuye el poder económico a escala global por distintas vías.

De un lado, la acumulación de reservas por parte de algunos prestamistas deja en


sus manos el patrón de tipos de cambio, tipos de cambio que reflejan escasamente
los fundamentos de las distintas economías y que, en realidad, sirven para
condicionar los flujos comerciales. La pugna entre Estados Unidos y China sobre la
relación dólar-yuan es el ejemplo más claro pero no es el único. Se trata de lo que
ya se ha denominado “mercantilismo monetario”.

Por otro lado, el dinamismo mostrado por lo fondos soberanos, financiados con
reservas, permite concluir que, año tras año, los fondos, cuya actuación es muy poco
transparente, se han convertido en vehículos de inversión pública a través de los
cuales los países acreedores penetran en el tejido económico de los países deudores.

Finalmente, y sin necesidad de apoyarse en la actuación de los fondos soberanos,


muchas de las empresas de los países emergentes van adquiriendo partes
importantes del capital de los países deudores, sobre todo en momentos de crisis
como los actuales.

PROPUESTA DE AMPLIACIÓN

Bibliografía general

Este tema deberá prepararse a través del capítulo 3, “Las cigarras y las hormigas”
del libro del profesor Requeijo, J.: Odisea 2050: La Economía Mundial del Siglo XXI,
Alianza Editorial, Madrid 2009.

Bibliografía complementaria:

* En el capítulo correspondiente del libro del Profesor Requeijo encontrará numerosa


bibliografía complementaria.

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