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LUCIANO

ACERCA DEL
ÁMBAR o
LOS CISNES

TRADUCCIÓN Y NOTAS POR ANDRÉS ESPINOSA ALARCÓN


La traducción ha sido revisada por ALFONSO MARTÍNEZ DÍEZ
Texto griego de Luciano:
http://mercure.fltr.ucl.ac.be/Hodoi/concordances/lucien_ambre_cygnes/
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ACERCA DEL ÁMBAR O LOS CISNES


ΠΕΡΙ ΤΟΥ ΗΛΕΚΤΡΟΥ Η ΤΩΝ ΚΥΚΝΩΝ

Según J. SCHWARTZ (Biographie de Lucien de Samosate, Bruselas, 1965, pág. 129), es una
prolaliá de juventud del autor, próxima a la redacción de los Diálogos de los dioses. Para
TOVAR (Luciano, Barcelona, 1949, págs. 33 y sigs.), Luciano se propone defender su teoría
retórica, atacando a los que «destilan oro» (escuela asiánica), y propugnando la sobriedad
aticista, «que quiere un vocabulario muy puro y escogido, unos medios de expresión y
ornato muy sobrios», al tiempo que se ridiculiza a los oradores altisonantes, auténticos
cisnes poéticos. ¿Recurre Luciano a sus conocimientos geográficos, vividos en sus viajes (el
Erídano o Ródano), o es mera ficción literaria?
ACERCA DEL ÁMBAR O LOS CISNES
ΠΕΡΙ ΤΟΥ ΗΛΕΚΤΡΟΥ Η ΤΩΝ ΚΥΚΝΩΝ

[1] Ἠλέκτρου πέρι καὶ ὑμᾶς δηλαδὴ ὁ μῦθος 1 Acerca del ámbar, sin duda os habrá
πέπεικεν, αἰγείρους ἐπὶ τῷ Ἠριδανῷ convencido el mito: los álamos, a orillas del
ποταμῷ δακρύειν αὐτὸ θρηνούσας τὸν río Erídano, lo destilan en su llanto de dolor
Φαέθοντα, καὶ ἀδελφάς γε εἶναι τὰς por Faetonte; y aquellos álamos son las
αἰγείρους ἐκείνας τοῦ Φαέθοντος, εἶτα hermanas de Faetonte, que, en su aflicción
ὀδυρομένας τὸ μειράκιον ἀλλαγῆναι ἐς τὰ por el joven, fueron convertidas en árboles, y
δένδρα, καὶ ἀποστάζειν ἔτι αὐτῶν δάκρυον desde entonces brotan de ellos lágrimas de
δῆθεν τὸ ἤλεκτρον. τοιαῦτα γὰρ ἀμέλει καὶ ámbar. Cuando oía yo contar tales historias a
αὐτὸς ἀκούων τῶν ποιητῶν ᾀδόντων los poetas, esperaba —de poder visitar algún
ἤλπιζον, εἴ ποτε γενοίμην ἐπὶ τῷ Ἠριδανῷ, día las riberas del Erídano— llegar a
ὑπελθὼν μίαν τῶν αἰγείρων ἐκπετάσας τὸ situarme debajo de uno de esos álamos para
προκόλπιον ὑποδέξεσθαι τῶν δακρύων extender mi túnica, recibir algunas lágrimas,
ὀλίγα, ὡς ἤλεκτρον ἔχοιμι. y conseguir así ámbar.
[2] καὶ δὴ οὐ πρὸ πολλοῦ κατ´ ἄλλο μέν τι 2 De hecho, recientemente y por otro
χρέος, ἧκον δὲ ὅμως ἐς τὰ χωρία ἐκεῖνα, motivo, visité aquellas tierras y —tenía que
καὶ—ἔδει γὰρ ἀναπλεῖν κατὰ τὸν remontar el curso del Erídano— no vi ni
Ἠριδανόν—οὔτ´ αἰγείρους εἶδον πάνυ álamos ni ámbar, pese a mi atenta búsqueda,
περισκοπῶν οὔτε τὸ ἤλεκτρον, ἀλλ´ οὐδὲ y los nativos ni siquiera conocían el nombre
τοὔνομα τοῦ Φαέθοντος ᾔδεσαν οἱ de Faetonte. Cuando yo trataba de
ἐπιχώριοι. ἀναζητοῦντος γοῦν ἐμοῦ καὶ averiguarlo y preguntaba cuándo
διαπυνθανομένου, πότε δὴ ἐπὶ τὰς llegaríamos a los álamos del ámbar, se reían
αἰγείρους ἀφιξόμεθα τὰς τὸ ἤλεκτρον, los barqueros y pedían que les dijera más
ἐγέλων οἱ ναῦται καὶ ἠξίουν σαφέστερον claramente lo que quería. Y yo les contaba el
λέγειν ὅ τι καὶ θέλοιμι· κἀγὼ τὸν μῦθον mito: Faetonte fue un hijo de Helio, que, al
διηγούμην αὐτοῖς, Φαέθοντα γενέσθαι llegar a la edad, pidió a su padre que le
Ἡλίου παῖδα, καὶ τοῦτον ἐς ἡλικίαν ἐλθόντα dejara conducir el carro, para ser él también
αἰτῆσαι παρὰ τοῦ πατρὸς ἐλάσαι τὸ ἅρμα, autor de un día; concedióselo Helio, y
ὡς ποιήσειε καὶ αὐτὸς μίαν ἡμέραν, τὸν δὲ Faetonte pereció al caerse del carro; y sus
δοῦναι, τὸν δὲ ἀπολέσθαι ἐκδιφρευθέντα, hermanas, presas de aflicción («precisamente
καὶ τὰς ἀδελφὰς αὐτοῦ πενθούσας ἐνταῦθά aquí, entre vosotros —les dije—, vino a caer,
που, ἔφην, παρ´ ὑμῖν, ἵναπερ καὶ κατέπεσεν, en el Erídano»), se convirtieron en álamos y
ἐπὶ τῷ Ἠριδανῷ, αἰγείρους γενέσθαι καὶ aún lloran ámbar por él.
δακρύειν ἔτι ἐπ´ αὐτῷ τὸ ἤλεκτρον.
[3] Τίς ταῦτά σοι, ἔφασκον, διηγήσατο 3 «¿Quién te ha contado esas cosas? —
ἀπατεὼν καὶ ψευδολόγος ἄνθρωπος; ἡμεῖς preguntaban—. Es un embustero charlatán:
δὲ οὔτε ἡνίοχον τινα ἐκπίπτοντα εἴδομεν nosotros jamás hemos visto caer a un
οὔτε τὰς αἰγείρους ἃς φὴς ἔχομεν. εἰ δὲ ἦν τι cochero, ni tenemos los álamos que dices; si
τοιοῦτον, οἴει ἡμᾶς δυοῖν ὀβολοῖν ἕνεκα así fuera, ¿crees que nosotros remaríamos
ἐρέττειν ἂν ἢ ἕλκειν τὰ πλοῖα πρὸς ἐναντίον por dos óbolos y arrastraríamos los barcos
τὸ ὕδωρ, οἷς ἐξῆν πλουτεῖν ἀναλέγοντας contra corriente, de poder enriquecernos con
τῶν αἰγείρων τὰ δάκρυα; τοῦτο λεχθὲν οὐ sólo recoger las lágrimas de los álamos?»
μετρίως μου καθίκετο, καὶ ἐσιώπησα Esta observación me molestó bastante, y callé
αἰσχυνθείς, ὅτι παιδίου τινος ὡς ἀληθῶς avergonzado, porque realmente me había
ἔργον ἐπεπόνθειν πιστεύσας τοῖς ποιηταῖς ocurrido algo propio de un niño, al creer a
ἀπίθανα οὕτως ψευδομένοις, ὡς μηδὲν ὑγιὲς los poetas que propalaban tales falacias, que
ἀρέσκεσθαι αὐτοῖς. Μιᾶς μὲν δὴ ταύτης es de locos aceptar con agrado. Defraudado,
ἐλπίδος οὐ μικρᾶς ἐψευσμένος ἠνιώμην pues, en una esperanza como ésa, nada
καθάπερ ἐκ τῶν χειρῶν τὸ ἤλεκτρον desdeñable, afligíame cual si el ámbar se me
ἀπολωλεκώς, ὅς γε ἤδη ἀνέπλαττον ὅσα καὶ hubiera escapado de las manos, después de
οἷα χρήσομαι αὐτῷ. haber imaginado los múltiples y variados
usos que de él iba a hacer.
[4] ἐκεῖνο δὲ καὶ πάνυ ἀληθὲς ᾤμην 4 Creía, sin embargo, que la otra parte del
εὑρήσειν παρ´ αὐτοῖς, κύκνους πολλοὺς relato era cierta, y que encontraría allí
ᾄδοντας ἐπὶ ταῖς ὄχθαις τοῦ ποταμοῦ. καὶ muchos cisnes cantando en las orillas del río.
αὖθις ἠρώτων τοὺς ναύτας—ἀνεπλέομεν Y volví a preguntar a los barqueros —pues
γὰρ ἔτι—Ἀλλ´ οἵ γε κύκνοι πηνίκα ὑμῖν τὸ aún seguíamos remontando—: «Y los cisnes,
λιγυρὸν ἐκεῖνο ᾄδουσιν ἐφεστῶτες τῷ ¿a qué hora os cantan su armoniosa melodía
ποταμῷ ἔνθεν καὶ ἔνθεν; φασὶ γοῦν a ambas orillas del río? Pues dicen que son
Ἀπόλλωνος παρέδρους αὐτοὺς ὄντας, compañeros de Apolo, hombres cantores,
ᾠδικοὺς ἀνθρώπους, ἐνταῦθά που ἐς τὰ que aquí se convirtieron en aves, y por ello
ὄρνεα μεταπεσεῖν καὶ διὰ τοῦτο ᾄδειν ἔτι cantan, sin haberse olvidado aún de la
οὐκ ἐκλαθομένους τῆς μουσικῆς. música».
[5] οἱ δὲ σὺν γέλωτι, Σύ, ἔφησαν, ὦ 5 A lo que ellos, entre risas, contestaron:
ἄνθρωπε, οὐ παύσῃ τήμερον «Pero, hombre, ¿no vas a terminar hoy de
καταψευδόμενος τῆς χώρας ἡμῶν καὶ τοῦ inventar falsedades sobre nuestra tierra y el
ποταμοῦ; ἡμεῖς δὲ ἀεὶ πλέοντες καὶ ἐκ río? Nosotros, que estamos siempre
παίδων σχεδὸν ἐργαζόμενοι ἐν τῷ Ἠριδανῷ navegando, y que prácticamente desde la
ὀλίγους μὲν κύκνους ἐνίοτε ὁρῶμεν ἐν τοῖς niñez trabajamos en el Erídano, vemos a
ἕλεσι τοῦ ποταμοῦ, καὶ κρώζουσιν οὗτοι veces algunos cisnes en las charcas del río,
πάνυ ἄμουσον καὶ ἀσθενές, ὡς τοὺς mas graznan sin gracia alguna, débilmente,
κόρακας ἢ τοὺς κολοιοὺς Σειρῆνας εἶναι de suerte que los cuervos o los grajos son
πρὸς αὐτούς, ᾀδόντων δὲ ἡδὺ καὶ οἷον σὺ sirenas a su lado; pero sus dulces cantos,
φὴς οὐδὲ ὄναρ ἀκηκόαμεν· ὥστε como tú dices, no los hemos oído ni en
θαυμάζομεν πόθεν ταῦτα εἰς ὑμᾶς ἀφίκετο sueños, de manera que nos sorprende que os
περὶ ἡμῶν. hayan llegado semejantes historias acerca de
nuestra tierra.»
[6] Πολλὰ τοιαῦτα ἐξαπατηθῆναι ἔστι 6 Podemos vernos envueltos en muchos
πιστεύοντας τοῖς πρὸς τὸ μεῖζον ἕκαστα engaños de esta naturaleza de creer a quienes
ἐξηγουμένοις. ὥστε κἀγὼ νῦν δέδια ὑπὲρ refieren las cosas exagerándolas. De modo
ἐμαυτοῦ μὴ ὑμεῖς ἄρτι ἀφιγμένοι, καὶ τοῦτο que yo ahora temo, por lo que a mí respecta,
πρῶτον ἀκροασόμενοι ἡμῶν, ἤλεκτρά τινα que vosotros, que acabáis de llegar y habéis
καὶ κύκνους ἐλπίσαντες εὑρήσειν παρ´ ἡμῖν, escuchado esto de mis labios, pese a haber
ἔπειτα μετ´ ὀλίγον ἀπέλθητε καταγελῶντες esperado encontrar en mí algo de cisnes y de
τῶν ὑποσχομένων ὑμῖν τοιαῦτα πολλὰ ámbar, os vayáis dentro de poco mofándoos
κειμήλια ἐνεῖναι τοῖς λόγοις. ἀλλὰ de quienes os prometen tantas y tan nobles
μαρτύρομαι, ὡς ἐμοῦ τοιαῦτα prendas en los discursos. Pero os doy fe de
μεγαλαυχουμένου περὶ τῶν ἐμῶν οὔτε ὑμεῖς que ni vosotros ni nadie me ha oído jamás
οὔτε ἄλλος πω ἀκήκοεν, οὐδ´ ἂν ἀκούσειέν jactarme en tales términos sobre mis
ποτε. ἄλλοις μὲν γὰρ οὐκ ὀλίγοις ἐντύχοις creaciones, ni podría oírme. En cambio a
ἂν Ἠριδανοῖς τισι καὶ οἷς οὐκ ἤλεκτρον, otros, y no pocos, podréis encontrar,
ἀλλὰ χρυσὸς αὐτὸς ἀποστάζει τῶν λόγων, Erídanos cualesquiera, de cuyas palabras
πολὺ τῶν κύκνων τῶν ποιητικῶν fluye no ya ámbar, sino el mismísimo oro, y
λιγυρωτέροις· τὸ δὲ ἐμὸν ὁρᾶτε ἤδη ὁποῖον resultan mucho más melodiosos que los
ἁπλοϊκὸν καὶ ἄμυθον, οὐδέ τις ᾠδὴ poéticos cisnes. En cuanto a mi relato ved
πρόσεστιν. ὥστε ὅρα μὴ τοιοῦτό τι πάθῃς cuán sencillo y sin mitología resulta; tampoco
μείζω περὶ ἡμῶν ἐλπίσας, οἷόν τι πάσχουσιν lo acompaña canción alguna. Por tanto,
οἱ τὰ ἐν τῷ ὕδατι ὁρῶντες· οἰόμενοι γὰρ procura no te ocurra que esperes más de mí y
τηλικαῦτα εἶναι αὐτὰ οἷα διεφαίνετο αὐτοῖς te pase lo que a los espectadores de los
ἄνωθεν, εὐρυνομένης τῆς σκιᾶς πρὸς τὴν objetos sumergidos en el agua, que, creyendo
αὐγήν, ἐπειδὰν ἀνασπάσωσι, πολλῷ que su tamaño es el que aparece desde fuera,
μικρότερα εὑρίσκοντες ἀνιῶνται. ἤδη οὖν al ensancharse la imagen por la
σοι προλέγω, ἐκχέας τὸ ὕδωρ καὶ transparencia, cuando los extraen a la
ἀποκαλύψας τἀμὰ μηδὲν μέγα superficie y los encuentran mucho más
προσδοκήσῃς ἀνιμήσεσθαι, ἢ σαυτὸν pequeños se ven defraudados. Por ello te
αἰτιάσῃ τῆς ἐλπίδος. prevengo, tras verter el agua y descubrir mi
realidad: no confíes en sacar nada grande del
fondo, o habrás de reprocharte tu esperanza.

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