Vivimos en los
últimos momentos
de un mundo
que expira y ya
vemos las señales
precursoras de otro
que nace: la Navidad
tiene para nosotros
un significado
profundo, que
debemos meditar.
Imagine el lector que está pasan- tiano que amamos, estaba condenado tiano y de todo aquello que nos distin-
do por una de sus peores y más largas a desaparecer para siempre. guió en el concierto de las naciones en
pesadillas. un pasado no tan lejano.
No vamos a comentar los resulta-
En ella, ve que todos los esfuerzos dos de las elecciones. Ellos están a Más aún, de acuerdo a las propias
realizados para asegurar un futuro disposición de todos. palabras del candidato triunfante,
tranquilo a su familia se evaporan;
peor aún, la educación a sus seres más
queridos, sus propios hijos, es absorbi-
da por un monstruo, que Ud. no con-
sigue identificar claramente, pero que
le roba el derecho de educarlos; y, co-
mo si todo eso fuera poco, la querida
Iglesia donde Ud. se casó y bautizó a
sus hijos arde en medio de las llamas
producidas por una orgía delirante y
satánica.
Nos acercamos a la segunda vuel- Para concluir con estas considera- Ya lo decían los romanos: “talis vi-
ta que tendrá lugar en pocas semanas ciones, observamos la quizá definitiva ta, finis ita” (tal vida, tal fin).
más. A diferencia de la primera, quien desaparición de la Democracia Cris-
tendrá la voz cantante de la izquierda tiana. Provoste sacó menos votos que Hacemos votos para que los miem-
será el Partido Comunista. el candidato ausente, Parisi. bros de ese Partido, que aún conser-
ven algo de cristiano, no sigan los
No es un misterio que el programa Los candidatos electos para repre- consejos de sus cúpulas partidistas,
de la coalición de izquierda fue redac- sentantes de la Democracia Cristiana que causaron esta derrota, sino la
tado por el Partido Comunista, y que también disminuyeron sensiblemente, sentencia de Quien nos enseñó “No
éste ya amenazó a Boric, por la voz limitándose sólo a 8 diputados, la ci- se puede servir a dos señores, porque
del alcalde comunista, Jadué: “El día fra más baja de su historia. aborrecerá al uno y amará al otro”
en que Gabriel (Boric) se tuerza un (San Mateo 6:24).
milímetro de la línea del programa, Sin embargo, lo que no disminuyó
me van a tener a mí primero en la lí- en la DC fue su espíritu “kerenskia-
S
e tornó común escu- diferentes, con bastante menzó a retirar de una bol- saje de atención o de falta
char, incluso en fami- mantequilla, para ser con- sa de plástico sándwiches de afecto. Los colegas de
lia, la siguiente excla- sumidos con jugos de frutas comprados en un supermer- Pedro Luis lo percibieron, y
mación: “¿Cocina? ¡Es cosa frescas. Ella misma hacia cado. Como postre, una ta- explicitaron una triste reali-
del pasado! El tiempo de las los bizcochos o queques pa- bleta de chocolate. Su café dad actual: frecuentemente
mañanas trabajosas junto ra el postre del hijo. Los co- pasó a ser el de la máquina ciertas esposas, incluso di-
al fogón, preparando platos legas sentían el olor del buen de la oficina. Y así pasaron ligentes, toman con negli-
rebuscados, es cosa gencia los cuidados
del pasado. La sim- de la mesa.
plificación se impo- ***
ne, los minutos son
preciosos”. Se engañan los
que creen que la
Muchos piensan Iglesia, para evitar
que el esmero en la la gula, tomó el par-
preparación, la se- tido del ayuno y de
lección de las rece- la abstinencia como
tas e ingredientes, regla general para
son desvelos inúti- la sociedad. Éstos
les. Opinión perjudi- son justos y necesa-
cial para todos, pues rios en los tiempos y
no considera que la condiciones propios
buena cocina deno- a él destinados. Sin
ta la dedicación y el embargo, la Iglesia
afecto indispensa- desde sus primeros
bles para mantener siglos favoreció la
la unión de la fami- elaboración de rece-
lia. Padres e hijos se tas culinarias como
consideran estima- factor de perfeccio-
dos al notar el cuidado en café que salía del termo. Vaso, tres, cinco días, con un Pe- namiento de los pueblos.
la preparación de los platos. taza y cubiertos estaban ajus- dro Luis silencioso, masti-
Las comidas crean un am- tados en una cajita de cuero, cando su vulgar merienda. Los benedictinos de la
biente capaz de influir en todo envuelto en una gran ser- Allá por el quinto día, uno abadía de Cluny, en Bor-
las relaciones personales. villeta de lino blanco, inmacu- de sus colegas le preguntó: goña, tomaron como un de-
*** lado, que le servía de mantel. ber el crear recetas para la
– “Pedro, ¿Qué pasó? preparación de pescados,
La mesa es un fiel espe- Ninguno de sus colegas te- ¿Te casaste?” huevos y verduras. (Ellos se
jo del cariño de la esposa y nía algo semejante. Ellos co- abstenían de la carne). Ca-
madre. Uno de mis amigos, mían sus sándwiches envuel- – “No, todavía no”. da día era servido un menú
Pedro Luis, se casó cerca de tos en papel común y tomaban diferente en el gran refecto-
los 40 años. Mientras esta- café en vasos de plástico, pero La madre estaba en el hos- rio de los monjes, lo que les
ba soltero vivía con su ma- veían con delicias a Pedro Luis pital por algunos días, curán- obligó a reflexionar sobre
dre, y ella le preparaba un tomar su rápido almuerzo. dose de un reumatismo. los sabores y posibilidades
almuerzo para llevarlo a la alimenticias, saliendo así
oficina donde trabajaba. Ca- Entre tanto, a partir de He ahí como una simple del primitivismo en que se
da día los sándwiches eran cierto día, Pedro Luis co- comida transmite un men- encontraba la culinaria pa-