Qué es Ascensión:

Ascensión indica la acción de ascender o de subir a un lugar más alto. Por otra
parte, la palabra ascensión también se emplea para señalar la elevación de una
dignidad suprema, por ejemplo, la ascensión al trono.
El término ascensión deriva del latín ascensio, que significa ‘subir’. Entre los
sinónimos que se pueden emplear con respecto a esta palabra están ascenso,
subida o elevación.

En el cristianismo, la palabra ascensión se refiere al momento en cual Jesús de

Nazaret, hijo de Dios, asciende al cielo cuarenta días después de su
resurrección y se sienta a la derecha de Dios Padre.
Asimismo, simboliza el hecho de que la palabra de Dios fue encarnada por Jesús
y glorificada tras su ascensión al cielo.

Este acontecimiento es mencionado en varios versículos de la Biblia en el Nuevo

Testamento, en los cuales se narra que Jesús y sus discípulos fueron hasta el
Monte de los Olivos, lugar donde ocurrió la ascensión.

También se relata que, en el momento de la ascensión, se apareció un ángel del

cielo diciéndoles a los apóstoles que Jesús volvería de la misma manera que
ascendió.

En la Biblia, varios pasajes narran que, antes de la Ascensión de Jesús, éste les
prometió a sus discípulos que recibirían el Espíritu Santo, les pidió que enseñaran
el evangelio y, finalmente, los bendijo durante su ascenso.

Entre los versículos del Nuevo Testamento que describen la ascensión de Jesús
están Marcos 16: 19-20, Lucas 24: 50-53 y Hechos 1: 9-12.

Vea también Pascua (o Día de Pascua).

La Ascensión de Jesús
Para el cristianismo, el día de la Ascensión de Jesús representa una celebración
solmene de su glorificación, la cual se realiza cuarenta días después del Domingo
de Resurrección. Por ello, en el calendario litúrgico se establece una fecha para
dicha celebración, la cual es variable de año en año al igual que la fecha de
Semana Santa.

Cabe resaltar que se debe escribir con inicial mayúscula cada vez que se haga
mención de la Ascensión de Jesús como hecho solemne del cristianismo.

La Ascensión de Jesús simboliza el retorno celestial y glorioso del hijo de Dios,

luego de haber cumplido con su deber en la Tierra con los hombres.
Por tanto, representa la exaltación de Jesús y la posibilidad de que los hombres
que creen en su palabra puedan ascender hacia el cielo tras su muerte.