La arquitectura es el arte inevitable porque estemos donde estemos, conscientes o inconscientes, durante toda

nuestra vida tenemos contacto alguno con edificios, centros urbanos, paisajes, etc., todo aquello creado por el
hombre. Todo lo mencionado anteriormente es considera arquitectura, por lo tanto, hay constante interacción.
Todos los seres humanos, sin excepción, estamos inevitablemente amarrados con el arte de la arquitectura.

La diferencia clásica entre los términos edificio y arquitectura consta en que anteriormente solo consideraban
arquitectura a todo aquel edificio importante para la autoridad de su época, y todo aquel edificio considerado
dentro de la clase popular simplemente no era considera arquitectura. La lectura nos da un ejemplo claro sobre
aquella distinción, mencionado en el libro de Nikolaus Pevsner, “un cobertizo para una bicicleta es un edificio; la
catedral de Lincoln es una obra de arquitectura”.