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SOBRE Nº3

INTRO

Se escucha de fondo sonido de gente llegando


Sonidos de ramas y hojas, fósforo, encienden fuego.
Intermitente con ruido de ciudad que crece hasta un silencio probar que se pierda en sonido
mar o viento

El cotidiano está lleno de ruidos, lleno de palabras, señales, gestos


Autos, teléfonos ,colectivos,timbres, bocinas, taxis,alarmas.

El terror de lo cotidiano es el del silencio compartido


el de la indiferencia, de la negación o de la complicidad.

Cuentos, poesías, adivinanzas, creencias como el Lobizón, La luz mala, el farol de mandinga
yasiyatere, cacuy , La viuda o la salamanca
son NUESTRA historia..

Borges dijo... los años pasan y son tantas las veces que he contado esta historia, que ya no se
si la recuerdo de veras o si sólo recuerdo las palabras con la que la cuento.

Celebramos los 100 años de la encuesta nacional del folclore


nuestra herencia hecha voz, hecha carne, hecha aliento

(Sonidos cocina, pava cargándose de agua, sonido fuego encendiendo, cortando pan)

Quien haya tenido oportunidad de vivir entre los moradores de las sierras habrá oído miles de
relatos que ellos aseguran ser verídicos y que se relacionan en su generalidad a aparecidos, a
luces malas, almas en penas que reclaman misas o responsos y así tantos casos de la fantasía
lugareña que en ciertos momentos una empieza por participar de las creencias y con el tiempo
es de las que afirman ser cierto que el difunto tal o cual se le presentó a don fulano, y le dijo tal
o cual cosa, etc.etc.
Mi nombre es Leonor de Brizuela trabajo en la Escuela No. 11 de Monte Maíz, Córdoba y
a uno de esos casos voy a referirme:

En el año 1913 desempeñaba el cargo de Directora de la Escuela Nacional No. 40 en Amaná,


pueblito oculto entre los últimos contrafuertes de las sierras del Famatina y cuyos principales
moradores en su casi totalidad son personas que pertenecen a la primera mitad del siglo
pasado, así en edad como en vetustos conocimientos.
Una noche recibí la visita de un matrimonio, ambos muy viejitos, muy conversadores y muy
buenos, mi primera atención fué ordenar a la sirvienta les brindara mate (pava chiflando).
Desde la cocina llamó la sirvienta muy apurada “Señora venga a ver una luz muy
grande”(Silvia). Salimos todos a fuera y mirando hacia al sur, allí en unas pequeñas lomitas
distantes tres leguas más o menos, veíase una luz grande que iba corriéndose hacia el este, y
con el vislumbre, parecía verse los algarrobos y peñas de las sierritas.
¿Qué significará aquello?- pués no alcanzaba a comprender de qué provenía, si era algún
fuego fatuo, o una estrella muy baja o que era, entonces don Javielito, que así llamábase el
esposo visitante dijo “ vea señora; esa es el alma del gaucho Espinosa que fue un sanguinario,
asaltó a cuanto viajero que pasaba por el camino de los pueblos, es decir, los que venían de
Jáchal; Valle Fértil e iban a la Rioja o Catamarca, generalmente en tiempo de las funciones de
San Nicolás o de la Virgen del Valle. Dicen que en esas sierritas tenía su escondrijo y que allí
enterraba la plata y alhajas que quitaba los viajeros después de darles muerte. Por eso esa luz ,
sale de allí, es una luz mala y cuando se la mira de cerca se ve en medio de la bola de fuego
una calavera con una cruz arriba; es además señal de desgracia para nosotros”(Juan)
Terminó el pequeño relato, se sacó el sombrero y en coro con la señora rezaron un credo.
A mí se me erizó el cuerpo, me dió un escalofrío e inmediatamente me fui adentro.

(sonido pasos alejándose y susurros bajos de Silvia y Juan)

El olvido, amenaza con borrarlo todo, el narrador vivencia el tiempo como si este no avanzara.
Los relatos ponen de manifiesto las relaciones complejas y dinámicas entre religión y el mundo,
como así también la capacidad de diversas éticas religiosas en la elaboración, transformación y
reconfiguración de otras éticas en el campo político, económico, artístico.

Soy María Luisa Ceballos Araya maestra en la Escuela No. 32 en Villa del Rosario, Como
a tres leguas de la ciudad de Córdoba al sud, allí, sucede el relato que me fué contado y que
voy a referir. (Elena)
(Sonido gente rezando que entra de a poco)

El dueño de casa había muerto; como es costumbre hasta el presente rezar el novenario la
gente de aquella casa lo hacía. La familia era numerosa y entre ella había un niño de doce
años.
Para rezar todos se reunían en una pieza, no sin antes cerrar bien las puertas; como en la
mitad del rezo venía un espíritu invisible y abriendo las puertas sacaba al niño de doce años, el
pobre chico daba gritos de terror y dolor llevándolo hasta hasta el fondo de la quinta lo
abofeteaba y rasguñaba, (sonido forcejeo respiración agitada y quejas de niño ) los demás de
la casa corrían tras ellos sin ver nada más que al niño que corría entre los árboles; el niño decía
a su vez cuando era restablecido del ataque, que él no veía a na idies, pero sí sentía los fuertes
golpes que sobre él caían.
(pausa rezo que aumenta)
Esto se repitió todas las noches del novenario.
La gente terminó por decir que el que llevaba al niño era el duende , que haciendo eso
interrumpía el rezo, (pausa) rezo que tal vez salvaría el alma del difunto.
(sonido agua cayendo lluvia a lo lejos o pasando tipo cataratas y sonido selva o pantano)

Soy Isidoro Paniagua El Maestro que recolectó el relato es Antonio F. Di Mambro. A él se la narró Isidoro Paniagua. El
legajo dice:
“Maestro: Antonio F. Di Mambro. Narrado por: Isidoro Paniagua 48 años de Caa Catí hoy General Lavalle (Pcia de Corrientes)

La fábula de El zorro y el sapo

Encontrábase un día Don Juan y Don Sapo.- Don Juan comenzó por reírse de Don Sapo, quien
ofendido díjole:
-Hola don Juan; usted que es tan listo, le apuesto una comida a que le ganó una carrera.
-Pero ,amigo, qué quiere, hágame el favor.
-No Don Juan, no se eche atrás.
-Bueno, si usted insiste aceptaré
Satisfecho, Don Sapo habló de esta manera:
-Mañana, a esta misma hora iniciaremos la carrera.
-Vea, amigo, la haremos de 500 metros, y le doy 480 de ventaja.
-No se burle, Don Juan, no necesito ventaja.
Aceptado el desafío, Don Sapo reunió a todos los suyos y después de hacerles presente, la
apuesta hecha a Don Juan díjoles:
-Cada uno de vosotros se colocará a un metro de distancia, a la derecha e izquierda,
respectivamente y al pasar D. Juan gritará:
-Cuidado, Don Juan, no me pise-
Y dirigiéndose al último que restaba, díjole:
-Usted se colocará en la raya y antes que llegue Don Juan, gritará:
-Párese, amigo, que ya he llegado.
Al día siguiente corrióse la carrera y habiendo cumplido todos con lo indicado, Don Juan
perdió;confundido ante la derrota, miraba con desconfianza a Don Sapo, y díjole:
-Bueno., amigo, me ha ganado, pero sepa que no tiene cara de corredor. (Juan y Abuelo)

mientras la lluvia aumenta entra tema


Imperio Argentina - Nobleza baturra - 1 - La segadora y el carretero

El afán de develar lo oculto ha estado presente en la historia de la humanidad desde siempre y


de ello existen valiosos y variados ejemplos. La adivinanza es una composición lírica breve de
tipo popular y tradicional que ha sido definida de múltiples maneras. Para algunos, su esencia
está en el hecho de ser un ejercicio intelectual, un juego en el que se reta a un contrario de
forma ingeniosa para que resuelva un breve enigma o problema, en el cual puede o no
presentarse una clave, a veces verdadera, otras falsa o encubierta.

El siguiente relato fue recogido por el Maestro Teótimo Centeno Escuela No. 11 en
Fortuna, San Luis y narrado por Creencia de Lucero
Cierto rey tenía encerrado al marido de una señora; esta se presentó ante su soberano para
implorar el perdón de su esposo, pero el rey contestó a las súplicas de la mujer en la forma
siguiente: si me tráes una adivinanza que yo no pueda resolver, tendrás a tu marido en libertad.
(Ricardo)
Toda llorosa, la mujer se marchó pensando en el modo de encontrar la adivinanza, que su rey
no pudiese encontrar satisfactoriamente la respuesta.
Después de varios días, se presenta nuevamente en el palacio del rey y pide sea llevada a
presencia de éste. Cuando fué introducida a las cámaras del soberano, díjole la siguiente
adivinanza:
Tome, mi rey, este vino
pájaro trajo a su nido;
la madre traigo en las manos
y en el que vengo no es nacido. (Silvia)
Respuesta. Cuando el rey le propuso a la señora trajese la adivinanza, esta se volvió
tristemente, pensando o mejor dicho recordando todas las adivinanzas que ella supo en su
juventud, pero las que le venían a su memoria no le satisfacían. Marchaba por el camino,
cabalgando en una yegua, preñada, pero la desgracia llega, muriéndose el animal; la mujer por
no perder todo, resuelve partir la panza del animál, y sacar el hijo.,Así lo hace, separando
además el cuero para sacarle alguna utilidad.
Una vez llegada a su casa, vé en un árbol cercana a esta, un nido con varios pichones dentro y
a la madre que traía en su pico granos de uva, como alimento de su prole; al ser picados estos
granos, caía el jugo al suelo, pero la señora, colocó una taza debajo para recojerlo; después
hizo vino con él.
Fijándose en todo lo que había sucedido, nuestra señora creyó haber encontrado lo que tanto
buscaba, y formó la adivinanza arriba escrita. El vino que ofrecía al rey era traído por los
pájaros al nido. La madre que traía en las manos, eran las riendas hechas con el cuero de la
yegua muerta, madre del potrillo, en el cual montaba, que no era nacido, pues había sido
sacado antes de tiempo.
En vano se esforzó el rey por solucionar tal adivinanza, teniéndole que dar libertad al marido de
la señora del cuento.
FIN
Caminaban por un caminito, dos madres y dos hijas. ¿Cuántas eran?
Respuesta: Eran tres; abuela, hija y nieta (Silvia)

El cuento popular ha nacido de la narración oral y por ella se transmite y enriquece, se narra
siempre en un lenguaje vivo, directo, evocativo, de una simplicidad encantadora y transparente,
con la infaltable astucia que caracteriza este relato, Narrado por Adellaida Espeche de Vera
recopilado por la Maestra, Dina Vera de Barrionuevo en la Escuela No. 2 en.Santa Rosa, Valle
Viejo, Catamarca.
Titulado: Cuando lluevan buñuelos

Un dia andando en el campo un pobre viejo leñador encontró una mula caída cargada con
plata. Al volver a su casa comunica el hallazgo a su mujer que era una vieja de pocos menos
años que él; ésta le encarga una completa reserva pues tenía la idea de ir por la noche a
recoger el tesoro.
Llevaron el dinero y lo guardaron en unas petacas.
Viéndose ya ricos, la vieja pensó que era necesario educar al viejo, le comunica su idea y
lohace consentir; con el fin de que parezca más o menos igual a los chicos que asistían a la
escuela, le hace una camisa larga.
Una vez mientras el viejo estuvo en la escuela, la vieja hizo buñuelos y rosquetes los que los
desparramó por el patio y el techo durante la noche. Al levantarse al dia siguiente para ir a la
escuela el viejo se sorprendió al ver esto y correl y le dice a la vieja: levanta para que veas la
lluvia de buñuelos; ésta haciéndose también la sorprendida le dice: levantá todos los que
quieras en las faldas y llevá a la escuela.
Al tiempo cansado el viejo de su aprendizaje vuelve a su antiguo oficio de leñador; en una de
estas salidas, se encontró con dos hombres que le preguntaron: Diga viejo, no ha visto una
mula cargada con plata?Si, mi vieja la ha guardado en una petaca. Muy satisfechos los
hombres marcharon junto con el viejo. Al llegar este le dice a la vieja.
-Vieja, estos son los dueños de la plata. La vieja muy asustada contesta ¿qué plata?.
Esa que hallamos en el campo.
-Este viejo está loco ¿de que plata me hablas?
-Pero acordate vieja cuando fui a la escuela.
- Han visto Uds. que este viejo está loco, un viejo cabeza blanca que recién vir a la escuela.
-¡Pero acordate vieja de ese año que llovió buñuelos.!
_¡Pero han visto Uds. que viejo más zonzo y loco que año habrá visto llover buñuelos!
Con estos argumentos quedaron los hombres convencidos de que eran todas locuras del viejo.
De este cuento nace el dicho “cuando lluevan buñuelos.”

(Sonido pájaros saliendo de cueva o saliendo de árboles, cuervos, grillos, noche, aullido)

En las noches, en ruedas de fogón, contaban a sus jóvenes historias sobre la Salamanca, el
gran interés que despertaron estas narraciones hizo que sea un excelente recurso para infundir
miedo, aumentar su prestigio de hombres experimentados y sobre todo transmitir pautas
culturales de tipo ético y moral.
horribles bestias, furiosas víboras, sonidos que hielan la sangre, visiones demoníacas, cruzara
senderos de espinas y fuego, pero principalmente renunciara a dios, escupiendo a la entrada a
un crucifijo. cerrado el trato, sale al mundo a despertar la envidia de otros varones y la
admiración de mujeres.

(comienza a subir sonido de fuego)

No. 41
Legajo No. 5
Maestro: Martín Apaza
Escuela No. 68
El Cóndor, Jujuy
Las Salamancas
(Leyenda)
Los indígenas hablando acerca delas salamancas, dicen que son los antros infernales, situados
generalmente en alguna peña óbién, en algún manantial “bravo”, cuyas aguas se secan al
anochecer; a este, llámanle también “sereno”.
Hay salamancas bravas, como también las hay buenas; en aquellas solamente tiennen entrada
los brujos, quienes no obstante, las tropillas de mula-ánimas, de hombres y mujeres desnudos
que asolan los alrededores, logran entrar sin asco ni miedo al antro, en busca del diablo,
aquien consultan algún maléfico intento en contra de alguna persona.
Las salamancas buenas, son aquellas que más frecuentan algunos individuos para aprender a
la maravilla, cualquier oficio ó habilidad, allí los diablos, son los maestros que, durante una
noche ejercitan sabiamente a sus educandos; quienes una vez instruídos, egresan de las
espeluznantes academias con el marbete de “buen cantor”, de “buen peleador”, de “buen
domador” ó de cualquier otra habilidad por nimia que sea. Asi, los aspirantes a domadores son
destinados a domar un cerdo, los cantores a la academia respectiva, los peleadores a una sala
de armas y, por ende los demás.
Un toque de campana, el balido de un cabrito ó el canto de un gallo, anuncia a los visitantes la
hora de entrada; luego una orquesta de cajas, herkes y de otros instrumentos, atrona el aire a
guisa de introducción, para después dar lugar; al canto de hombres y mujeres, mezclado con
algunos gritos y risotadas.
Para entrar a las salamancas, dicen que es menester proveerse de cualquier animalito blanco,
tener decisión y valentía, para no desmayarse ante las suaves caricias de los monstruos
horripilantes que guardan la entrada, la cual se halla abierta, desde el anochecer hasta la
madrugada del día siguiente, ó sea mientras dura, el aprendizaje de los que han entrado. El
animalito blanco es el alma, de la que se apodera el diablo, una vez que los neófitos, han
pasado el umbral de la salamanca; asi es que, aquellos vuelven solamente a la tierra “en
cuerpo”.
Cuando el ex discípulo del diablo, está por morir -dizque-, este lo vigila constantemente hasta
que expira, entonces, si le es posible, roba a los dolientes el cuerpo del desgraciado ó bien, lo
extraé de la sepultura, para que después “ande penando” por el mundo, bajo la figura de algún
animal, ó simplemente de un esqueleto rodeado de fuego.

Legajo No. 2
Maestra: Ramona H Cardoso
Escuela No. 33
Consultado Francisco López
Cipollettti, Río Negro
El horno del compadre
(Cuento)
Escrito tal cual lo refirió Don Francisco Ló pez, hombre de unos 90 años cordobés, que ha sido soldado
enganchado en los ejércitos de línea.
Había una vez un paisano haciendo un horno para hacer pasteles y cuando terminaba, se presentó un
compadre, y le dice “como la erró cumpa, no ve que la puerta del horno no debe quedar pal lao oeste, porque
de ese lao vienen los vientos.
-Bueno compadre, tiene razó n, la cambiaré, y así fué, la cambió para el norte; en ese momento llega otro
compadre y le dice: “pero compadre, parece gringo ¿có mo se la ha ocurrir hacer pa ese lao la boca el horno.
Asi no le dá nadita de luz; esta puerta debía estar pal sud.
-Tiene razon compadre, como está fresquita l’obra la via cambiar. Cerró la boca del horno y la abrió para el
sud.
En esto llegó una vecina y dijo; qué mal el horno, este compadre no ha pensado en la pobre mi comadre, que
tiene que dar toda la vuelta para poner el pan y los pasteles, y hasta se le enfriará el horno; La boca debía ser
pal este, deshagala compadre, Ud. lo ú nico que debe atender es lo que yo le digo, en interés de la comadre.
Entonces el pobre echó el horno al suelo, buscó una rueda vieja de carro, que tenía é hizo un horno giratorio
sobre la rueda para dar gusto á todos.
Cuando decían los muchachos “Tata allá viene ñ o Manuel, decía el compadre. Den vuelta la rueda que el
horno quede la boca pal norte.
Ya gritaban los muchachos “Tata que viene ñ o Anacleto. Pongan el horno pal sud y los muchachos así lo
hacían.
-Tata vienen juntitos ñ o Genaro y ñ o Valencia.
-Caray! Hechenle el cuero pelas encima, asi no vido la boca

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