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Los estereotipos de género y su influencia en conductas sexuales inapropiadas

Esteban Alí Sánchez Zúñiga

Facultad de Idiomas

Los estereotipos sexuales son creencias comúnmente aceptadas como “naturales” y


poco cuestionadas que podrían influir en cómo los hombres y las mujeres expresamos
nuestra sexualidad. El comportamiento sexual está determinado, en gran medida, por
estereotipos que permean en nuestra sociedad. Por ejemplo, los hombres, en su
mayoría, son percibidos como personas hipersexuales y más agresivos, mientras que a
las mujeres se les asigna el rol de ser sexualmente pasivas y sumisas.

La adolescencia es una etapa compleja de la vida, en la que culmina la


construcción de la identidad propia, incluida la sexualidad. Por lo tanto, es necesario
informar sobre la importancia de conocer nuestro propio cuerpo, en búsqueda del
placer, para así dar un consentimiento sexual de forma responsable.

La educación sexual es una asignatura pendiente dentro de las familias, debido a


que hablar de ella se ha considerado hasta hace poco un tema tabú, del que no se
habla abiertamente con los hijos/hijas y menos a edades tempranas.

Según la encuesta de Save the Children (2020), la pornografía es la principal


fuente de aprendizaje para el 30% de los/as adolescentes entre trece y diecisiete años.
En general, estos se inician a través de las imágenes plasmadas en la pornografía.
Todo ello provoca que se idealicen las relaciones sexuales o que se mantengan
estereotipadas reproduciendo un rol activo/dominante por parte de los hombres y uno
sumiso por parte de las mujeres. También hay que añadir que es escaso el contenido
pornográfico en el que se promueve el uso de métodos anticonceptivos como el
preservativo.

Las parejas que son consideradas “formales” negocian el uso de anticoncepción


no de manera explícita, pues en algunos casos la pareja llega a “insinuar” que hay que
cuidarse. Aunque con el tiempo y la confianza que van construyendo ambos, acuerdan
no usar el condón, que es el método más común. La no utilización de métodos
anticonceptivos para algunos jóvenes incorpora el significado que representa la
confianza construida en la relación de pareja, mientras que para otros depende de la
situación y creencias sobre la sexualidad.

En cambio, en las relaciones “informales” los hombres generalmente invierten


menos tiempo en el cortejo, pues las relaciones ocasionales sólo son para obtener sexo
y placer, no involucran sentimientos, tiempo o cuidado, sólo importa la diversión y la
satisfacción personal, considerando que el sexo con parejas informales es un asunto
hormonal. Sin embargo, los hombres no son los únicos que se fijan en el físico para
establecer un contacto sexual, sino también las mujeres buscan con quién sí acceder a
tales prácticas sin involucrar algún afecto. Esta negociación implícita permite que
ambos entablen una relación sexual sin la necesidad de intimar emocional o
afectivamente y que esté mediada por un compromiso. Al entablar una relación de este
tipo, no existe exclusividad sexual por parte de ninguna de las dos personas. Aun así,
éstas siguen siendo muy mal vista por la sociedad más conservadora.

Existen muchas falsas creencias sexuales se presentan dentro de la pornografía,


debido a la desorientación y falta de información. Esto puede provocar después
embarazos no planeados e inclusive, infecciones de transmisión sexual por no utilizar
anticonceptivos. Tampoco hay que olvidarnos de las posibles adicciones al sexo y la
pornografía, que pueden provocar después parafilias que se consideren de muy mal
gusto.

Según otra encuesta de Save The Children, el 13,8 % de adolescentes ha


entrado en contacto a través de internet, al menos una vez, con una persona
desconocida con fines sexuales. El 4,8 % de adolescentes homosexuales ha tenido
este contacto a menudo y un 16,2 % en alguna ocasión. A pesar de ser muy pequeño,
este porcentaje muestra una realidad creciente, y es útil para analizar las tendencias en
el pasado y de cara al futuro ya que este tipo de contactos por internet conlleva un alto
riesgo de sufrir violencia sexual online, como el online grooming o la sextorsión.

Otra consecuencia menor, pero no menos importante, es el sexismo. La


hiperfeminidad es el nombre que se le asigna a la exageración de los estereotipos que
se tienen sobre las mujeres. Estos incluyen comportamientos pasivos, ingenuos, de
inocentes, suaves, coquetos, delicados, maternales y complacientes. Mientras que la
hipermasculinidad es la exageración de los estereotipos que se tienen acerca de los
hombres. Estos tienen creencias sobre competir con otros hombres y dominar a las
féminas de manera agresiva y astuta, tener mucha experiencia sexual, ser poco
sensibles, físicamente imponentes, ambiciosos y exigentes.

Es muy común ver estereotipos de género por todos lados. Hay formas de luchar
contra estos para ayudar a que todas las personas, sin importar su sexo o preferencia,
se sientan valoradas e iguales ante todo el mundo. Todo esto respetando las
diferencias y enseñando que, tanto hombres como mujeres, somos responsables de
nuestro destino y de la forma de relacionarnos unos con otros.

En nuestra sociedad existe una falta de educación sexual enfocada en el placer,


el cuidado y el consentimiento. Los/as adolescentes deben de ser educados en una
sociedad que transmita unos valores de igualdad. No es suficiente centrar las charlas
que se imparten en los institutos únicamente en el uso del preservativo, la planificación
familiar o en que se les informe a las mujeres de los métodos anticonceptivos para
evitar embarazos no deseados y la transmisión de enfermedades sexuales.

Es necesario que exista un sistema educativo que tenga en cuenta la educación


sexual desde una perspectiva de género que fomente las relaciones saludables.
Debemos de empezar desde ya a romper esos estereotipos que provocan prácticas
desiguales y que pueden perjudicar nuestro bienestar y salud. Para ello, es necesario
inculcar a las generaciones más jóvenes relaciones y encuentros sexuales basados en
valores como la igualdad, el respeto, el amor, la empatía, y el consentimiento.

Es importante comprender y generar una visión amplia en torno a la sexualidad,


donde la construcción de significados, estereotipos y formas de relación asumen un
carácter complejo en las prácticas a partir del papel de los participantes, pues siguen
presentes estereotipos de género bajo la influencia de creencias, mitos o discursos del
grupo social y cultural, de lo que significa ser hombre, mujer, o inclusive el significado
de ser pareja.
Referencias
Diana, C. (07 de Septiembre de 2021). Planned Parenthood. Obtenido de ¿Qué son los
estereotipos y roles de género?: https://www.plannedparenthood.org/es/temas-
de-salud/identidad-de-genero/sexo-e-identidad-de-genero/que-son-los-
estereotipos-de-rol-de-genero

Muñoz, Y. D. (06 de Junio de 2021). fundadeps. Obtenido de fundadeps:


https://fundadeps.org/opinion/consecuencias-desinformacion-estereotipos-
genero-relaciones-sexuales-entre-adolescentes/

Salguero, M. (2016). ESTEREOTIPOS DE GÉNERO Y PRÁCTICAS DE SEXUALIDAD.


En M. Salguero, Estereotipos de género: sexualidad y anticoncepción (pág. 18).
Ciudad de México.

Sanjuán, C. (04 de Junio de 2020). Save The Children. Obtenido de


(DES)INFORMACIÓN SEXUAL: PORNOGRAFÍA Y ADOLESCENCIA:
https://www.savethechildren.es/sites/default/files/2020-
11/Informe_Desinformacion_sexual-Pornografia_y_adolescencia.pdf

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