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24 minutos de Felicidad

Raniel D.
En un mundo, que obviamente no es el nuestro, existe una ciudad llamada Witdrim.

Las personas que viven en esta ciudad son fanáticas de un programa de televisión que se

transmite en vivo todos los sábados. A su cargo esta Johnny Pac-Man, considerado una

de las personas más influyentes en Witdrim.

En algún hogar…

— ¡Apúrate mujer que ya va a empezar el programa!

En la escena del futuro crimen…

—Bienvenidos sean todos a este su programa “Asesinos al aire”, yo soy Johnny Pac-Man

y como cada sábado vamos a mostrarles totalmente en vivo el asesinato de una persona.

El día de hoy tenemos a un joven de 22 años que planea asesinar a una chica de su misma

edad, dice que esta chica se burló de él la semana pasada y que por eso quiere asesinarla.

El nombre del asesino no será revelado para proteger su identidad.

—Cuéntenos Señor Asesino, ¿por qué quiere asesinar a la señorita Helena?

—Mira Johnny, espero que las chicas que estén viendo esto aprendan para que no

cometan el mismo error. La semana pasada asistí a una fiesta y conocí a Helena, ella

como toda zorra solo buscaba sexo, trate de negarme lo más posible porque para mí

desgracia soy inútil en la cama. Después de que me insistió un rato, terminamos yendo a

un hotel y ahí fue cuando todo pasó. Preferiría que a lo largo de la transmisión fueran

descubriendo el resto de la historia.

—Muy bien, ¿dónde está Helena justo ahora? ¿podemos hablar con ella?
—Claro Johnny, te llevare a donde se encuentra.

— ¡Miren! Ahí está la señorita Helena, pero se encuentra inconsciente ¿cuánto tardara en

despertar?

—No creo que mucho, lleva un buen rato así y supongo que en cualquier momento

despertara.

—Mientras esperamos que esto suceda le realizare una serie de preguntas. Dígame, ¿uso

alguna técnica profesional para raptar y dormir a la señorita Helena?

—La subí a mi auto cuando iba a una fiesta y para dormirla se podría decir que use el

método clásico.

— ¿Cloroformo?

—No. Quise hacerlo como en las películas y le di un golpe para noquearla.

— ¿Y funciono?

—No, creo que las películas engañan. Al ver que no funciono tuve que darle otro, uno

tras otro…

—Pobre señorita Helena, se ve que es una chica bastante guapa.

—Zorras como ella que solo usan a los hombres para una noche de sexo no merecen vivir

y más si se burlan como ella se burló de mí.

— ¿Qué fue exactamente lo que le hizo Helena?

—Ella misma se los dirá.

Unos minutos más tarde…


— ¡Miren todos! Helena está despertando, cámara 1 por favor enfócala bien.

—Que caraj… ¿dónde estoy y porque Johnny Pac-Man está aquí? —dijo Helena.

— ¿No te lo imaginas princesita? —dijo el Señor Asesino mientras se peinaba para las

cámaras.

—Iba camino a una fiesta y… si Johnny está aquí eso quiere decir que… ¿voy a asesinar a

alguien? ¡QUE EMOCION! ¿Es la zorra que me robo a mi novio cierto?

— ¿Tu belleza es tan grande como tu estupidez? Estas aquí porque voy a asesinarte.

—Espera… ¡Yo te conozco! Eres el chico impotente.

—Hija de pe…— el señor asesino se puso furioso por el comentario de Helena así que

comenzó a patearla.

Johnny interrumpió al señor asesino.

—Tratemos de mantener la calma. Para darles un respiro a estas personas iremos a unos

comerciales, quédense con nosotros y vean el desenlace de este asesinato.

En el mismo hogar del inicio…

—Mujer, ¿qué no es esa nuestra hija Helena?

—Creo que sí. ¿Sabes lo que eso significa?

— ¿Qué nuestra hija será famosa?

— ¡No! Van a matar a nuestra hija… ¡Y YA NO TENDREMOS TANTOS GASTOS!

Volviendo a la casa del Señor Asesino…


—Estamos de regreso en esto que es “Asesinos al aire”. Nos encontramos ahora en el

sótano del asesino, donde planea torturar a la víctima.

—Mira Johnny, no voy a torturarla como se merece ya que no soy un asesino profesional

y tampoco un desalmado. Solo voy a hacerla sufrir un poco, es todo.

—Bien, las cámaras son todas tuyas y puedes darle indicaciones a los camarógrafos para

que enfoquen lo que quieras.

—Gracias Johnny. —el asesino se aclaró la garganta. — Para comenzar voy a tener una

pequeña plática con la señorita.

— ¿Tengo cara de que quiero platicar contigo idiota? —dijo Helena.

—Disculpen a la señorita, es bastante graciosa. — el señor asesino la abofeteo un par de

veces — Te callas y me dejas hablar ¿entendido?

—Si querido. —dijo Helena sonriendo hipócritamente.

—Mira Helena, mujeres como tú ya no tienen remedio, tu alma está llena de pecados y

Dios nunca los perdonara. Yo conozco una manera de purificar tu corazón y si me lo

permites yo te ayudare a quedar libre de todo pecado ¿te parece?

— ¿Me vas a llevar a una iglesia? ¿tengo que confesarme?

—No, voy a purificar tu cuerpo. No tengo las herramientas adecuadas para esto, dime

Johnny ¿la puedo cortar con una motosierra?


—El daño será mayor y no hablemos del desastre que se hará. Pero si, puedes usarla. —

dijo Johnny sonriendo como siempre, creo que este chico está más enfermo que todos los

asesinos.

— ¿Estas consiente de que si usas eso vas a manchar bastante tu hermoso y bien decorado

sótano?

— ¿Te estas burlando de mi sótano?

—Obvio.

El señor asesino trato de ignorar su comentario.

—Bien, primero comenzare cortándole una pierna. —el asesino tomo la motosierra y sin

pensarlo le corto una pierna.

— ¡Y allá va la pierna derecha! Espero que todos en casa estén viendo esto porque no

todos los asesinos se enfocan en las extremidades de sus víctimas. —dijo Johnny

completamente entusiasmado por ver la siguiente acción del asesino.

— ¿Cómo te sientes pequeña Helena? —pregunto el asesino.

—Bastante bien, creo que ni me duele.

—No te duele gracias a una serie de cosas que te inyecte.

— ¿Qué cosas?

—Cosas… Ahora, quiero que le platiques a todos que paso la semana pasada y porque

estás aquí ahora.

—La semana pasado quise tener sexo con este chico y el muy impotente no pudo. Fin.
— ¡Maldita! —grito furioso mientras le cortaba la otra pierna — ¡CUENTALO BIEN

ESTUPIDA!

—Mamá, si estás viendo esto quiero decirte que he tenido 2 abortos, papa te engaña con

la señora que vende quesadillas en la esquina y hace 1 año deje de ir a la Universidad.

Perdón mamá, pero tenía que decirte, de todos modos me voy a morir.

En el hogar de Helena…

—Hija de… ¡MATALA SEÑOR ASESINO, MATALA!

— ¡Si, mátala!

—Así que… ¿Con la señora que vende quesadillas? Te paso meterte con la vecina, pero

con doña Cuquita… Te hace falta Jesús viejo.

—Es que hace bien buenas las quesadillasss…

—Ya sé de qué va a tratar el próximo capítulo de asesinos al aire... —dijo la madre de

Helena mirando con odio a su esposo.

En la escena del crimen…

—Le quedan 5 minutos al programa, así que por favor acelere el proceso señor asesino.

—Está bien Johnny. —el Señor Asesino tomo la sierra y le corto todas las extremidades a

la chica. — muchos se preguntarán porque sigue consciente, es por un par de cosas que le

inyecte antes de iniciar. Ahora sí, cuéntale al público lo que paso.

—Por favor, quiero seguir teniendo sexo ¿eso es un pecado? Soy un ser humano y tengo

derecho al placer.
—Personas como tú no tienen derecho a nada. Además, no creo que nadie quiera tener

sexo contigo ahora.

—Existe cada loco... Está bien, les voy a contar lo que paso. La semana pasada fui a una

fiesta con mis amigas y conocí a este chico cuyo nombre no recuerdo. Como pueden ver

es bastante guapo, yo quería tirármelo…

—Que fina. —dijo Johnny mirando con desprecio a la víctima— Continua…

—Él no se dejaba, quería que nos conociéramos mejor y esas cosas que a mi sinceramente

me producen nauseas. Después de insistirle un rato acepto ir a un hotel conmigo, yo soy

fiel practicante del sexo oral, soy toda una experta en ese asunto y comencé por hacerle

esto al chico. Paso un rato y me di cuenta de que el no reaccionaba ante nada, yo pensé

que estaba nervioso o que era su primera vez, pero después de algunos minutos me di

cuenta de que simplemente no podía. No sé cómo no me di cuenta antes, después de eso

me levanté de la cama y me despedí.

—Señor Asesino ¿esa es la razón que tenía para matar a esta chica?

—No Johnny, lo que me dijo antes de irse me rompió el corazón.

—Ay que sensible eres. —dijo Helena

— ¿Qué le dijiste al Señor Asesino Helena?

—No lo recuerdo.

— ¡Claro que lo recuerdas! —el asesino tomo la sierra y la puso en el cuello de Helena —

diles o la enciendo.
—De verdad no me acuerdo.

—Helena, por favor dinos que le dijiste.

—Okay… Como les conté, pasé varios minutos tratando de estimular oralmente a este

chico. ¡EL TUVO TODA LA DIVERSIÓN Y YO NO TUVE NADA! Por eso, antes de irme

le dije… “Al menos te di 24 minutos de felicidad”.

—Perra…— el chico perdió el control y término cortando en varios pedazos a la señorita

Helena.

Después de que el Señor Asesino acabo por completo con Helena, saco a todo el equipo y

no quiso responder a las clásicas preguntas que hace Johnny después del asesinato.

Afuera de la casa del Señor Asesino…

—Así termina este episodio, nunca me había conmovido tanto con una historia, el chico

me dio bastante pena, pero nuestro equipo lo va a ayudar para que encuentre una

solución a su problema. Yo soy Johnny Pac-Man, espero tengan una excelente noche y

nos vemos el próximo sábado en un nuevo episodio de “Asesinos al aire”.

Y tengan muy presente que si un chico no les funciona en la cama no deben de

restregárselo, mucho menos decirle “Al menos te di 24 minutos de felicidad”.

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