Está en la página 1de 5

Prólogo

En el año 2592, Michael Lau logro apoderarse de la mitad del territorio del país

que hasta entonces se había conocido como Rusia. Después de haber trabajado

durante 10 años en la creación de armas biológicas para ese gobierno, descubrió

una forma de alterar genéticamente a los seres humanos desde su gestación para

que nacieran con habilidades que les permitirían participar en batallas sin el uso

de armas. 

Amuralló el territorio que había dominado de tal forma que ninguna fuerza militar

era capaz de atravesar sus barreras protectoras. Bautizó al nuevo país como Nación

de Lau y a pesar de que el gobierno ruso había logrado evacuar a casi todos los

ciudadanos, fueron 3 millones de personas las que quedaron atrapadas tras los

muros del nuevo país impenetrable. En el año 2600, después de 8 de arduo

trabajo, el país estaba completamente acondicionado para comenzar a operar bajo

el plan que Michael había estructurado tiempo atrás.

Después de 21 intentos fallidos, logró crear finalmente una sustancia en forma de

vacuna a la que denominó Gen 22 y la cual aplicó a cientos de mujeres

embarazadas para probar su eficacia. A pesar de que se planteaba un posible

resultado, no era capaz de adivinar por completo qué clase de habilidades tendrían

las personas que nacieran de las mujeres que habían sido expuestas a la vacuna.

Después de monitorear durante varios años a los niños nacidos bajo su

experimento, se dio cuenta de que había logrado crear dos especies diferentes de 

super humanos, a los cuales llamó Tomadores (Takers) y Dadores (Givers).

A pesar de que Michael Lau los había bautizado como la clase superior, los

Tomadores solamente nacían con una inteligencia mayor a la del resto y con el 

poder de tomar prestada la energía o habilidad de su contrario, los Dadores.

En cambio, los Dadores se dividían en 2: Dadores de Energía y Dadores de Magia. 


Los Dadores de Energía nacían con una fuerza superior a la del resto de los seres

humanos y su trabajo era únicamente darle esa fuerza a un Tomador cuando la

necesitaba. Es por ello que cuando los Tomadores eran enviados a batalla, siempre

se les asignaba un Dador como soporte.

Además de energía, esta especie de Dadores era capaz de transferir sangre e

incluso regalar extremidades si su Tomador así lo requería.

Por otro lado, los Dadores de Magia nacían con habilidades que iban desde la

ignición, invisibilidad, rapidez, transportación, manipulación de tiempo y espacio,

entre muchas otras. 

Pero a diferencia de los Dadores de Energía, estos no podían hacer uso de sus

habilidades ya que estas únicamente se podían activar al hacer contacto con un

Tomador. De ese modo tanto Dador como Tomador contaban con un tiempo

limitado de un par de horas para usar la habilidad.

Para el año 3627 la Nación de Lau contaba con los humanos más poderosos del

mundo. Se podría decir que el resto de los países conspiraba en su contra para

terminar con la amenaza que había dejado Michael Lau antes de morir: conquistar

todas las naciones y extender el Gen 22.

Pero el resto del mundo no era lo único que amenazaba a la Nación. Había varios

reportes sobre una persona que intentaba fabricar una nueva vacuna para crear al

humano definitivo, una mezcla de un Tomador y un Dador. Un ser invencible.


Capítulo 1

Amaru sacudió cada parte de su cuerpo mientras abría los ojos. Giró en la cama

para poder ver de frente a Kenai, pero se llevó una sorpresa al ver que este ya se

había levantado.

—¡Kenai! Por milésima vez, activa a Seborg cuando dejes la cama para que no

quede ahí toda deshecha, se ve mal.

Desde la cocina se lograban percibir unos cuantos ruidos y aunque Amaru sentía

curiosidad, prefirió quedarse en la habitación activando al robot para que la aseara.

—Y así es como se activa— dijo para sí mismo.

Rápidamente Kenai entró a la habitación y en un tono desesperado dijo:

—¡Ven Amaru, ven! Tienes que ver lo que hay en la cocina.

Y sin siquiera tener la oportunidad de negarse, Kenai lo tomó del brazo y lo llevó

rápidamente a la cocina. Amaru abrió los ojos en señal de sorpresa al ver lo que

tenía en frente.

—¿Qué es? — preguntó a su amigo.

—¡Es un pastel de cumpleaños! —soltó Kenai completamente orgulloso de lo que

había preparado para su mejor amigo.

—¿Un qué, de qué?

Kenai emitió una gran carcajada a ver el rostro de su amigo en completa confusión.

—Si no hubieras faltado a la clase de historia la semana pasada, supieras que lo

que tienes aquí enfrente es un pastel de cumpleaños. Hace cientos de años los

humanos solíamos festejar el día de nuestro nacimiento con una fiesta y en ella
siempre iba incluido un pastel, que es una especie de pan que se decora de

diversos colores. Pero lo más emocionante de todo son estas cositas que se le ponen

arriba —dijo apuntando hacia el pastel —la maestra dijo que se llamaban velas. Me

tomó demasiado trabajo conseguirlas en el acervo histórico y solamente me dijeron

que me podían dar 2, las demás se conservan como preciosas reliquias.

Amaru estaba completamente impactado por las cosas que su amigo podía lograr.

Llevaban 20 años siendo inseparables y aun así Kenai lograba cosas que

despertaban una gran admiración en él.

—Y este pastel… ¿se debe comer? —preguntó con una sonrisa en el rostro.

—¡Por supuesto que sí! Pero este no lo comeremos porque no es de verdad, la

señora Op me lo prestó de su museo de comidas.

—La señora Op es una gran perso…

Sin poder terminar la frase Amaru tenía a Kenai colgado de su espalda dándole un

gran abrazo.

—¡Feliz cumpleaños número 25 mejor amigo! O como decimos nosotros… ¡Feliz

día de tu nacimiento número 25!

—Muchas gracias Kenai. —dijo Amaru en un tono poco alegre.

A pesar de que llevaba años tratando de superarlo, Amaru seguía sin

acostumbrarse al hecho de que por su culpa a su mejor amigo le faltaba una pierna.

Verlo día con día le pesaba en el pecho y su corazón se encogía aún más al recordar

que en pocos días se elegirían a los Tomadores y Dadores que se enviarían a la

batalla contra Estados Unidos.

Trató infinidad de veces de convencer a la academia de que Kenai ya no era apto

para ser su soporte en batalla, pero se negaron diciendo que sería muy difícil
encontrar a otro Dador que fuera compatible con él. Además, el chico solo había

perdido una pierna, aún tenía fuerza, sangre y algunas otras extremidades que dar

para su Tomador en la guerra.

—Vamos Amaru, sopla a las velas para apagarlas antes de que se consuman —dijo

Kenai tratando de sacar a su amigo de los pensamientos que lo agobiaban —me

gustaría guardarlas para el día de mi nacim… cumpleaños. Dicen que debes pedir

un deseo en tu mente mientras las apagas, si lo pides con muchas ganas ese deseo

podría cumplirse.

Amaru sopló a las velas para apagarlas y en su mente repetía una y otra vez que

deseaba no ser enviado a la guerra.

También podría gustarte