Para empezar, debemos comprender que es la biomecánica, es la disciplina
que estudia el movimiento del cuerpo humano, ya sea andando, corriendo o realizando cualquier acción que implique movimiento. En este caso veremos y entenderemos la aplicación de la biomecánica en el ciclismo. La Biomecánica global que experimente un ciclista está influenciada por infinidad de factores como consecuencia de la interacción con la bicicleta. Con el soporte de la tecnología o sin ella, el análisis cinemático es objetivable y medible. Sin embargo, si pretendemos profundizar en la Biomecánica, el asunto se complica en la comprensión cinética otro cantar. La persona encargada de esta investigación fue Nan Oliveras. Nan Oliveras llegaba al estudio con una buena propuesta cinemática sin molestias aparentes y con excelentes resultados en su curriculum. Si las medidas de la bici están bien según sus características y rinde, ¿Por qué habrían de proponer cambios? La eficiencia y confort de un ciclista depende directamente de la estabilidad que pueda experimentar sobre su bicicleta. Tenemos un objetivo claro; control del movimiento para mantener íntegra y estable la estructura. Los sistemas de control propioceptivo de un ciclista se inhiben con inmensa facilidad cuando interaccionan con elementos mecánicos; calas, sillín, manillar, plantillas, cuñas. El movimiento final se resiente porque el ciclista recibe dicha inhibición propioceptiva y se resiente en su disposición sobre la bicicleta. En CyclistLab entendieron lo obligado de optimizar el sistema neuromuscular del ciclista en primera instancia, ya que éste proporcionará estabilidad y control gestionando las fuerzas que optimizan las palancas. Cada vez somos más partidarios de reeducar antes de compensar de manera pasiva con elementos externos; gran parte de las soluciones dinámicas se encuentran en el propio sistema propioceptivo del ciclista.