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Introducción
En los capítulos anteriores hemos enumerado las distintas etapas en una campaña de exploración,
analizando además la filosofía que hay detrás de cada una de ellas. En este capítulo nos
centraremos en la labor geológica propiamente dicha, revisando no obstante, una serie de
aspectos relacionados.
A estas alturas deberíamos tener claro que el geólogo es un profesional que participa
necesariamente en diversas etapas del proceso de exploración, desde el diseño de la campaña,
pasando por los trabajos de campo, y llegando a la etapa de evaluación de un prospecto.
Una vez que todas estas etapas han sido completadas, se pasa a la fase más interesante bajo el
punto de vista geológico: los trabajos de campo. Ir al campo no es tan solo un paseo bien pagado,
requiere de un objetivo claros, un compromiso absoluto, y una definición específica de la
estrategia y tácticas a seguir. No olvidemos otro tema relacionado de importancia capital: la
logística. Definitivamente no es lo mismo explorar en selva tropical, que en desiertos, o en
regiones subárticas. Cada una de éstas presenta su propia problemática, partiendo por la
accesibilidad a las zonas de trabajo. Otro aspecto a considerar es el factor estacionalidad. Por
ejemplo, si estamos planificando trabajar en una región tropical, deberemos primero averiguar
cual es la estación de la lluvias, de otra manera la campaña de exploración se puede malograr en
su totalidad. O que decir de las diferencias invierno-verano en las regiones subárticas.
Los mapas
Si la planificación ha sido la adecuada, ahora todo o casi todo depende del geólogo. La principal
herramienta de trabajo de este son los mapas geológicos. Por eso es importante señalar aquí que
vastas regiones del mundo carecen no solo de mapas geológicos, sino que en ocasiones, incluso
de los topográficos. En el mejor de los casos, el geólogo podrá contar con una base topográfica 1:
50.000 y unos mapas geológicos (si los hubiera) de escalas tipo 1: 200.000 o superiores,
incluyendo bases tan genéricas como la escala 1: 1.000.000. Cualquiera sea el caso, durante las
etapas iniciales de la campaña de campo el geólogo detectará zonas potencialmente interesantes
(prospectos), los cuales en algún momento habrá que cartografiar a diferentes escalas de detalle y
semidetalle, normalmente sin base topográfica. Un prospecto, dependiendo de su extensión puede
ser cartografiado a escalas del tipo 1: 10.000. Luego habrá que seleccionar dentro de éste, donde
utilizaremos escalas de mayor detalle. Todo dependerá en gran medida de tres factores:
● El presupuesto.
● El tiempo disponible.
● El tipo de geología del prospecto.
Olvidándonos por un instante de los dos primeros factores, si por ejemplo el rasgo geológico más
significativo de un prospecto son unos diques dacíticos de 10 m de potencia, éstos apenas
obtendrán una representación gráfica a la escala 1: 10.000. Recordemos que 10 m a esta escala
tendrán apenas 1 mm de grosor en nuestro mapa. Esto es absolutamente insuficiente, sobre todo
si dichos diques presentan fenómenos de alteración que queremos resaltar.
Estudio de un prospecto (Dead Horse: caballo muerto) a distintas escalas (1: 5.000 al
1:1.000), a medida que queremos más detalles sobre el blanco. Note que los mapas carecen
de base topográfica. Nota: estas técnicas cartográficas se enseñan en la asignatura de
Geología de Campo, que imparte el Departamento de Cristalografía y Mineralogía.
El factor último en todos estos casos es el geólogo, quien decidirá el cómo realizar su mapa en
función de los factores antes señalados. Pero claro, cada geólogo tiene su propio punto de vista de
cómo hacer las cosas. Un factor que en cualquier caso jamás deberá pasar por alto es que "el
tiempo es oro". Observemos en la siguiente figura la actitud de dos geólogos frente a la misma
situación de campo.
Compare el trabajo realizado en tres días. Digamos que el geólogo "listo" sopesa la importancia
de cada afloramiento en términos de sus ideas con respecto a la geología del prospecto, y así
desarrolla una estrategia para la búsqueda de nuevos afloramientos importantes. El geólogo listo
no solo completa antes el trabajo, sino que lo hace mejor. Recordar que el principal instrumento
del geólogo en el campo no es ni el martillo, ni la brújula, ni el GPS, es "su mente".
Los geólogos consultores con experiencia (senior) en exploración son profesionales bien
pagados, que pueden ganar hasta unos US$ 800 ( 890) por día. Un geólogo joven recién
incorporado (junior) puede andar en el orden de los US$ 100 ( 110). El promedio anda en el
orden de los US$ 400-500 (440-550). Por ese dinero, se exige obviamente calidad en los
resultados. Por otra parte, los geólogos senior de compañía (plantilla) ganan unos US$ 4000-5000
( 4400-5500) al mes, mientras que los geólogos junior andan en el orden de los US$ 1000-2000
( 1100-2200) al mes.
La toma de muestras
En esta sección no nos centraremos en lo que es la toma de muestras rutinaria para la cartografía,
o una campaña geoquímica, sino que estudiaremos las metodologías concretas que se utilizan
sobre las zonas más interesantes de un prospecto.
Una vez localizado un blanco dentro de un prospecto lo que procede es pasar a la etapa de estudio
de detalle del mismo. Durante esta fase, la toma de muestras cobra especial relevancia. Esta la
llevaremos a cabo mediante tres metodologías:
● Pozos.
● Trincheras (calicatas).
● Sondeos.
Los pozos y trincheras se realizan ahí donde el terreno lo permite (fácil de excavar), y se
realizan normalmente mediante métodos mecánicos. Estas constituyen técnicas preliminares, en
un prospecto, o pueden ser utilizadas de complementaria durante la fase de sondeos. Los pozos
son muy comunes en la exploración de placeres auríferos; con maquinaria especializada se
pueden alcanzar profundidades de hasta unos 13 m.
Excavador hidráulico Poclain 160; permite alcanzar una profundidad en el pozo es de unos
12-13 m.
Las trincheras se cavan a ser posible a 90º de la dirección de la estructura principal, y se utilizan
para obtener muestras y cartografiar en detalle. La excavación puede realizarse con una
retroexcavadora o un bulldozer, pudiéndose alcanzar profundidades de hasta 4 m.
Geólogo trabajando en una trinchera. Note los bancos de seguridad (safety batters) para
minimizar el riesgo de derrumbes.
La toma de muestra suele realizarse por roza continua (channel sampling), abriéndose un canal
(roza) con la ayuda de una sierra eléctrica, martillo neumático, o martillo geológico. La idea es
que el canal tenga unos 5 cm de ancho, y sea tan largo para la toma de la muestra como continua
sea la geología. Es decir, si hay cambios litológicos o mineralógicos importantes, deberemos
empezar la toma de una nueva muestra a lo largo del canal:
Aunque este ejemplo es para un frente de galería en una mina subterránea, sirve igual para
los propósitos del tema trincheras. Note que la roza continua de muestreo se ha realizado
perpendicular a la estructura, y que tendremos tantas muestras continuas (1 a la 5) como
cambios litológicos o mineralógicos son observados. Deberemos localizar en nuestro mapa
de la trinchera la localización de la roza de muestreo, así mismo marcando las distancia de
cada muestra continua.
Como regla general en el caso de cuerpos regulares (e.g., filones), la disposición y secuencia de
sondeos es la siguiente:
A la izquierda podemos observar la disposición de sondeos del tipo DDH (ver más adelante:
sondeos con recuperación de testigo), para estudiar un cuerpo regular delimitado por una
anomalía en superficie. A la derecha podemos observar la misma situación en un corte.
Dado que se ha determinado que el cuerpo mineralizado se dispone E-W, buzando 50º S, los
sondeos se dispondrán con una inclinación de 40º N. Primero se llevarán a cabo los sondeos
1 y 2. Si la cosa va bien (leyes y mineralogía interesantes), pasaremos a la posición 3, y si la
cosa continua bien (el geólogo está ahí mismo para testificar los sondeos "a pié de
sondeadora"), se continuará con la secuencia que se presenta en la figura.
Disposición de sondeos del tipo DDH para estudiar un cuerpo de geometría irregular.
Recuerde que el geólogo solo contará con las intersecciones de los sondeos con el cuerpo
mineralizado (segmentos en negro) para delimitar la geometría del cuerpo. Por un
momento solo visualice las intersecciones y vea difícil que puede ser el proceso.
Los sondeos pueden ser diversos tipos, dependiendo del tipo de terreno y la calidad de
información que queramos obtener. Entre los distintos tipos de sondeos tenemos los siguientes:
Los sondeos de hélice son los más simples, y pueden ser realizados manualmente o con
máquinas montadas en vehículos. Se realizan en terrenos de fácil penetración, y pueden alcanzar
profundidades de hasta unos 60 m, siendo 30 m una profundidad común. El diámetro normal es
de unos 5-15 cm:
Los sondeos con recuperación de testigo son caros pero proporcionan gran información
geológica. Los precios son de alrededor de US$ 100 ( 110) por metro perforado. La herramienta
de corte es un tubo hueco con una corona de diamante en la cabeza, siendo los diámetros más
comunes: 2.17 - 6.35 cm. Se pueden perforar hasta 10 m por hora. La herramienta gira y corta un
testigo de roca (testigo) a medida que profundiza. Dicho cilindro de roca queda contenido dentro
del tubo portatestigo. A medida que se profundiza, se van agregando varillas al sistema. El
problema es que cuando el portatestigo está lleno (3 m), hay que retirar el varillaje que se ha ido
agregando progresivamente. Cuando se han perforado muchos metros, por ejemplo, más de 100,
toma tiempo recuperar el tubo portatestigo, y recordemos, el tiempo es dinero. Para remediar esto
se puede utilizar un tubo portatestigo conectado con un cable a superficie (wireline core barrel),
pero en ese caso, el diámetro del testigo será inferior.
Los sondeos por aire reverso son muy populares, y están en uso desde los años 70. El sistema
permite la recuperación de cuttings por inyección de aire o agua a través de un sistema de pared
doble, que evita los problemas de contaminación que se producen en el sistema percusión-
rotación. Son de gran velocidad y en algunos casos pueden ser implementados como sistemas
duales RC/DDH.
Aire reverso. Note como el aire/agua entra por un sistema interno de doble pared (flechas
descendentes) y regresa con los cuttings a superficie por el interior (flechas ascendentes), lo
que evita la contaminación que suele producirse en el sistema percusión-rotación.
Qué se hace con un testigo ? Los primeros estudios se llevan a cabo "a pié de sondeadora",
luego los testigos son enviados a una nave donde se almacenan y pueden ser estudiados en
detalle. Una mitad (sección longitudinal) suele destinarse para análisis químicos (determinación
de leyes). Con la otra mitad del testigo el geólogo estudiará la litología, mineralogía, en parte
algunos rasgos estructurales, y el RQD.
Los dos primeros fueron descubiertos en fajas metalogénicas "conocidas" de edades Eoceno-
Oligoceno y Cretácico, respectivamente. En concreto, Candelaria fue encontrado en las
proximidades de un conocido distrito de cobre (Punta del Cobre).
El Indio y La Coipa por su parte se encontraron en una faja metalífera "nueva" (es decir, se
definió a partir de los descubrimientos que se realizaron), de edad Mioceno. Sin embargo en la
zona habían labores mineras previas de tipo artesanal (pequeña minería), lo que ilustra la
importancia de la presencia de antiguas labores mineras (donde hay yacimientos puede haber
más).
● El Indio (6 Mt, 12 g/t Au, 110 g/t Ag, 4.6% Cu): se encuentra en la Cordillera de los
Andes, a cotas superiores a los 4000 m. El distrito se sitúa en una faja de alteración
hidrotermal que se extiende 250 km en N-S, con 1-10 km de ancho. Las primeras
propiedades mineras se constituyeron ya en 1967. Sin embargo la primera inspección
"geológica" se realizó en 1974 (ENAMI). En 1975 se realizan trabajos de detalle por parte
de la empresa St. Joe. Epoca de máximo riesgo político. El mérito de la St. Joe, consistió
en asumir tales riesgos, enfrentándose además a una situación logística precaria y a una
gran complejidad estructural en los sistemas filonianos.
● La Coipa (64 Mt, 1.1 g/t Au, 89 g/t Ag): la Coipa se sitúa en la alta Cordillera, a 4100 m
de altitud, en una faja metalífera que se encuentra al norte de la de El Indio, en un distrito
minero hoy denominado Maricunga. A este también pertenecen otra serie de
mineralizaciones epitermales. El yacimiento se encuentra a pocos km del camino
Tinogasta-Copiapó (la receta chilena: buscar yacimientos cerca de un camino o vía férrea,
lo mismo se aplica a La Escondida J ). La zona de alteración hidrotermal ya había sido
reconocida en el siglo pasado. El descubrimiento se benefició de otro (El Indio): el éxito
acarrea más éxito. La Compañía: Sierra Morena, primero subsidaria de la Phelps Dodge y
luego de la Gold Fields, utilizó una geología moderna con modelos conceptuales (teóricos)
de reciente desarrollo (modelo para yacimientos epitermales). Definida el área de
exploración, se tomaron 1750 muestras de suelo o roca alterada (regolito) para geoquímica
en una área de 3 x 2 km (afinando el blanco), lo que de inmediato mostró una clara
anomalía, con valores de 60-70 g/t Ag y 0.02-2.8 g/t Au. Cuando se cavaron trincheras con
bulldozers estos valores subieron hasta 670 g/t de Ag en tramos de 60 m. La roca muy
alterada dio problemas en la recuperación de sondeos.
● La Escondida (1760 Mt, 1.6% Cu): este yacimiento se sitúa en la faja Terciaria de los
pórfidos cupríferos, en la II Región de Chile. Se trata de un descubrimiento muy
La Escondida y otros pórfidos cupríferos en Chile y Perú. Los círculos negros grandes
indican tonelajes iguales o superiores a 50 Mt de cobre metal.
● Candelaria (366 Mt, 1.1% Cu, 0.26 g/t Au): Candelaria se sitúa al lado de uno de los
distritos de cobre más emblemáticos de Chile: Punta del Cobre (importante desde el siglo
XIX). En concreto se localiza en una zona de metamorfismo de contacto entre granitoides
del Cretácico medio y rocas volcánicas y carbonatadas del Cretácico inferior. Otro hecho a
resaltar es su curiosa paragénesis, con sulfuros de cobre, oro, y magnetita, en abundancia
esta última como para casi ser considerada como un yacimiento de hierro. Otro rasgo a
destacar es el intenso metasomatismo sódico y potásico que presentan las andesitas. La
empresa: la Phelps Dodge, tuvo un comienzo modesto en la zona, empezando con dos
minas pequeñas que compraron (Santos y Reguardo), junto con una planta procesadora de
minerales. A partir de ahí expandieron reservas. Hoy por hoy, está definida una zona
mineralizada de 2000 x 600 m, en producción a cielo abierto desde el año 95.
Candelaria y el distrito minero de Punta del Cobre. Note la relación con rocas de
metamorfismo de contacto y la zona de cizalla.
Analicemos por un instante las consecuencias de este cambio radical del pensamiento. Estos
yacimientos podían ser explicados en términos sedimentarios, sin que hiciera falta la intervención
de cuerpos ígneos profundos.
Este pensamiento se vio reforzado por los estudios que habían realizado los geólogos ingleses
(principalmente) en el Copper Belt de Zambia (en esa época: Rodesia del Norte). De acuerdo a
las ideas prevalecientes, esos yacimientos de cobre (e.g., Mufulira, Rokana, N’kola, y muchos
otros del Copper Belt) se habían generado por procesos sedimentarios, en los que habían
intervenido probablemente también, procesos bacterianos electroquímicos, y exhalativos.
Sumemos a esto que se suponía (y supone), que el cobre se había derivado del basamento de la
secuencia Proterozoica que alberga las mineralizaciones estratiformes del Copper Belt.
De esta manera, con sentido común, los geólogos australianos hicieron un rápido ejercicio mental
percatándose de que en principio también ellos disponían de una basamento antiguo y una
cubierta Proterozoica-Cámbrica, de tal manera, que, por qué no podía haber en Australia
yacimientos de cobre equivalentes a los del Zambian Copper Belt ? En Australia del Sur
estaban las rocas muy antiguas del cratón Gawler, y encima de éstas, en discordancia, las facies
sedimentarias del Stuart Shelf. Reforzando aún más este pensamiento estaba la presencia de un
pequeño yacimiento estratiforme de cobre emplazado en las facies del Stuart Shelf: Mount
Gunson.
Los sondeos comenzaron en 1975, cortando el primero 335 m de sedimentos horizontales del
Cámbrico y el Proterozoico (facies del Stuart Shelf). Luego el sondeo pasó la discordancia (con el
cratón Gawler) y cortó 40 m de mineralización de cobre de baja ley (~ 1 % Cu), y no fue hasta el
noveno sondeo que se encontraron leyes económicas.
Los geólogos de la Western Mining rápidamente se dieron cuenta de que había dos cosas que no
encajaban con el modelo:
Digamos que los hechos modificaron radicalmente la perspectiva dictada por el modelo de
exploración. A continuación, a medida que se estudiaba en mayor detalle la geología del
yacimiento, se continuó modificando el modelo. Los hechos pueden ser resumidos de la siguiente
manera:
Evolución del modelo para Olympic Dam. Arriba, el modelo de exploración; al medio, el
modelo que se desarrolló a luz de los primeros sondeos; y abajo, el modelo avanzado.
A partir de este texto extraiga sus propias conclusiones, sin olvidar que la exploración necesita de
mentes con ideas, lo suficientemente flexibles sin embargo, como para que un modelo (que puede
ser correcto o no) jamás atenace nuestras decisiones. La cratonización es un fenómeno que debe
afectar a las rocas, no al pensamiento.
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