Está en la página 1de 7

Muluc.

Luna

1
Muluc.Luna
La meditación es una actividad fundamental para el desarrollo espiritual
individual, la depuración y la conexión con nuestro Yo Superior y nuestros
guías espirituales, produciendo a corto plazo los efectos de su práctica.
También nos conduce a reencontrarnos con la plenitud de nuestra
personalidad, a situarnos en paz con nosotros mismos y es la mejor ayuda que
nos podemos regalar para nuestra vida cotidiana porque nos devuelve la
autoconfianza, la paz y la calma, lo cual nos permite afrontar las situaciones
de estrés con serenidad, contemplándola desde una posición objetiva de
espectador, actuando ante ella con una fuerza interna característica de las
personas que actúan convencidas de lo que hacen por su alto nivel de
confianza y seguridad en sí mismas.

La meditación expande y afina nuestra conciencia y hace más profunda


nuestra comprensión de nosotros mismos, de nuestra realidad personal y de
nuestro entorno, conduciéndonos progresivamente a penetrar en la conciencia
de la verdad absoluta que es la Unidad Universal, donde todos somos uno y
donde tu conciencia individual se expande sin límites, disolviéndose en
comunión con la Conciencia Universal donde te sientes uno con el Todo.

Con la meditación asidua vas “lavando” el templo de conciencia de las


sombras que están dentro de ella y también de tus miedos que interrumpen el
libre flujo de la energía en tus cuerpos físico y sutiles, y progresivamente te
vas desbloqueando y abriéndote al Amor, a la Energía Universal y a la
conciencia de Unidad.

En otras palabras meditar es…


La simple práctica de un estado de concentración. Nuestra atención se
puede centrar en multitud de cosas durante la meditación: nuestro
pensamiento, nuestra energía interna, nuestra propia conciencia, la misma
concentración, u objetos externos. Meditar es dejarnos fluir, dejando de lado el
cuerpo y la mente, centrándonos en el aquí y ahora. Dejamos que nuestra
mente sea libre, sin fijarnos en los pensamientos que crea, para que fluyan
entrando y saliendo.

Meditar no siempre es fácil, especialmente al inicio, pues requiere disciplina


y práctica para su perfección. Por tanto, requiere esfuerzo, pero a la larga sus
beneficios para la salud son numerosos.

En el mundo acelerado en el que vivimos, muchas personas encuentran en


la meditación una forma de conectar de nuevo con ellos mismos, lejos de la
cultura occidental, donde el consumismo y los valores materialistas rigen la
vida de la gran mayoría de ciudadanos. La meditación es una manera de
recuperar la esencia de uno mismo y lograr la paz interior.

De forma resumida, estos son algunos beneficios de la meditación:

Aumenta tu autoconocimiento: algunas formas de meditación ayudan a


reflexionar sobre la propia experiencia.

2
Muluc.Luna
Mitiga los efectos del estrés: ayuda a encontrar la calma y a reducir los
niveles de estrés y ansiedad.
Afecta positivamente al sistema inmunológico: tiene efectos positivos en la
salud general.
Mejora la capacidad de atención y concentración: trabaja la autoconciencia
y la atención.
Es útil para empatizar con los demás: mejora las relaciones
interpersonales.
Aumenta la tolerancia al dolor: reduce los síntomas dolorosos.
Mejora la memoria y las funciones cognitivas: acrecienta la memoria tal y
como indican algunos estudios.
Potencia la aparición de pensamientos positivos: ayuda a tener una actitud
optimista y positiva.

Posturas para meditar

La postura de tu cuerpo condiciona tu estado mental: una postura de


meditación adecuada te permitirá respirar plenamente y, gracias a esta
respiración profunda, tu mente se calmará de forma natural. Por otra parte,
una buena postura le dará estabilidad a tu cuerpo y evitará tensiones y
dolores innecesarios, con lo cual podrás permanecer sentada durante periodos
largos con comodidad.

Sentada en posición de loto con apoyos

Cuando nos sentamos sobre un zafú u otro tipo de cojín adecuado para la
práctica de la meditación, nuestras caderas se elevan y basculan ligeramente
hacia delante. De esta manera, podemos apoyar las rodillas en el suelo,
conseguir una buena curva lumbar y mantener la columna erguida con
facilidad durante largos periodos de tiempo.

Los brazos y las manos:

Coloca la mano derecha bocarriba en tu regazo y la izquierda encima. Tus


pulgares se deben tocar formando una línea paralela al suelo. Esta posición de
manos se conoce como mudra cósmico. Es importante que las manos
reposen sobre el vientre y los pies o las inglés; de lo contrario, se creará
tensión en tus brazos y hombros. Los brazos reposan relajados a los lados
del cuerpo. Los codos no están ni pegados al tronco ni muy alejados de él. Los
hombros descansan echados hacia atrás y los omóplatos se acercan
ligeramente entre sí. Libera la tensión de los trapecios y el cuello.

La cabeza

Recoge el mentón acercándolo a la garganta y eleva la coronilla como si


quisieras que tocara el cielo. Recuerda, no crees más tensión muscular que
la necesaria. Las orejas deben estar en la misma línea vertical que los

3
Muluc.Luna
hombros y las caderas. Procura no ladear la cabeza a un lado ni al otro, ni
hacia delante ni hacia atrás; debe estar bien centrada.

Caminando

Mientras caminas, puedes meditar. Al hacerlo, besa la tierra. O como dice el


maestro zen de origen vietnamita Thich Nhat Hanh: "Camina como si estuvieras
besando la Tierra con tus pies".

Para meditar caminando, la espalda debe permanecer erguida, pero al mismo


tiempo distendida y con los hombros sueltos.

La cabeza se dirige hacia el cielo, mientras que notamos en todo momento el peso
de los pies y su contacto con la tierra o el suelo, plena y firmemente a cada paso.

Siempre que sea posibles, es mejor hacerlo descalzos. Avanzamos libres, sólidos,
sin prisas y ante todo, presentes en el aquí y ahora.

Meditar caminando ayuda a corregir las malas posturas, como las rodillas hacia
atrás y los hombros caídos.

En una silla

Medita sobre una silla descansando la columna. Siéntate sobre los isquiones (los
huesos de la pelvis) en el borde de una silla o con la espalda en el respaldo,
dependiendo de tu habilidad para mantener la columna erguida. Descansa las
manos sobre los muslos y relaja los hombros.

Concéntrate en la respiración en la punta de la nariz, notando su temperatura y


textura. Relaja el cuerpo al exhalar. También puedes observar los pensamientos
como olas que suben y bajan, con calma, en el océano de la consciencia.

Esta postura es recomendable para personas con problemas óseos y articulares o


con falta de flexibilidad

4
Muluc.Luna
Acostado

Meditar acostado requiere un grado superior de atención y concentración


para enfocar la consciencia en la respiración. El conjunto cuerpo-mente suele
asociar tumbarse con dormir, y al tumbarse es fácil que la mente desconecte de la
práctica del enfoque y se suma en un sueño profundo.

Pero recuerda que meditar es lo opuesto de dormir, es un estado despierto de


plena consciencia y concentración. Así pues, mantente relajada/o, pero no
dormida/o.

Meditar no necesita de grandes requerimientos. Solo hace falta buscar


un lugar y momento tranquilos, sin distracciones exteriores. Y vivir el
presente, el aquí y ahora.

Practicar la meditación con regularidad reduce la fatiga y el estrés, y


proporciona una gran sensación de bienestar. Por lo que te animo a
experimentar con varias posturas y a elegir aquella en la que sientas mejor.

Para meditar correctamente tenemos que tener presente los siguientes


puntos básicos para que la meditación sea exitosa y podamos percibir los
beneficios de la misma en nuestra mente y nuestra mente y en nuestro
cuerpo.

1. Actitud corporal

Esta actitud está explicada anteriormente, es decir, la posición corporal debe


combinar dos aspectos: estabilidad y permanecer despierto.

2. Actitud emocional

Debemos permitir que fluya con libertad todo aquello que aparezca en tu
conciencia. Acepta cada sensación, emoción o pensamiento tal y como es, sin
elegir ni rechazar.

No pienses que no pasa nada, simplemente porque no ves tu crecimiento… las


grandes cosas crecen en silencio.

3. Actitud mental

No tomes partido ni por ni contra nada, sea lo que sea. No juzgues tus propios
sentimientos, sensaciones o pensamientos. No digas: «Esto está bien, esto está
mal». Si aparecen juicios y valoraciones en tu mente, toma conciencia de los
juicios y valoraciones que han surgido y déjalos estar sin darles importancia.

Si te preguntas como meditar correctamente, ten en cuenta que la mente es


fundamental para obtener todos los beneficios de la meditación.

5
Muluc.Luna
4. Actitud espiritual

No huyas ni persigas nada, sea lo que sea. No quieras alcanzar nada ni


liberarte de nada, sea lo que sea. Simplemente quédate ahí, observando,
aceptando que cada cosa es lo que es en este momento.

Técnicas para alcanzar ese estado “divino” de la meditación

Existen diversas técnicas para alcanzar un estado elevado de la consciencia


que, dependiendo de cada persona, pueden resultar más o menos sencillas. Lo
que para unos puede inducir a un estado de concentración rápido, a otros
requiere un esfuerzo y una fuerza de voluntad salvaje.

Si todavía no has descubierto cuál es la que mejor se adecúa a tus gustos o


necesidades, aquí tienes un breve resumen de algunas de las técnicas de
meditación más utilizadas:

Respiración

La inducción a un estado de concentración a través de la respiración es una


de las prácticas más empleadas por las principales corrientes. Consiste en
realizar ejercicios concretos y repetitivos de respiración, poniendo toda la
atención en el aire, en cómo pasa por los orificios nasales, en el frío al inspirar
y el calor al exhalar, etc. Con el transcurso del tiempo, la práctica y la
disciplina, la mente alcanza más rápidamente el estado meditativo. Consulta
cuáles son los mejores ejercicios de respiración para meditar.

Objeto

Es una técnica de concentración que utiliza un objeto, una vela, un color, etc,
de manera que la atención debe centrarse en ese objeto hasta que poco a poco
la mente se va calmando y llegando al estado meditativo.

El sonido

Todas las civilizaciones han recurrido a las ondas de sonido para inducir a
estados de concentración, espirituales o místicos. Campanas, cánticos,
mantras, etc… repeticiones de sonidos concretos que inducen fácilmente al
estado meditativo.

Consejos para meditar

Si deseas iniciarte en la práctica de meditación, te ofrezco algunos consejos


para que esta disciplina te resulte más sencilla:

Un buen momento para meditar es nada más levantarse o antes de


acostarse, aunque meditar es una práctica que puede realizarse en
cualquier momento del día.

6
Muluc.Luna
Acondiciona una sala en tu casa, en el jardín o en algún espacio donde
dispongas de cierta amplitud e intimidad. Procura que sea un espacio
limpio, con pocas cosas, aireado, que te inspire calma y serenidad.

Se puede meditar en cualquier postura, pero la postura de loto es la más


indicada por la colocación de la columna vertebral. Si te resulta incómoda
o no puedes mantener la espalda recta, puedes ayudarte de cojines o
mantas. Si de todas formas sigues notando incomodidad, utiliza cualquier
postura que te resulte agradable.

Procura llevar una ropa cómoda, ligera y que te permita respirar


libremente, sin opresión.

Mientras te aplicas en prestar atención a la técnica que hayas elegido, por


tu mente cruzarán un sinfín de pensamientos, sobre todo al principio. No
quieras evitarlos. Deja que pasen, como la corriente de un río, obsérvalos y
déjalos ir. Lo importante es que no retengas ninguno, que no te
identifiques con ninguno. Que observes los pensamientos como en una
pantalla mental de cine sin hacer juicios. Si vas tras uno sin darte cuenta,
simplemente regresa al estado de concentración. No te culpes por hacerlo;
en eso precisamente consiste el ejercicio.

Para notar los beneficios de la meditación es necesario un compromiso


diario, una rutina, una disciplina a través de la cual la meditación se
convierta en una prioridad.

Al igual que ocurre con todas las cosas, te aconsejamos que no desistas si
no consigues resultados inmediatos. Es más, lo preferible es que no
busques ningún tipo de resultado. Que la satisfacción sea, en sí, la propia
práctica, el momento de calma, la voluntad de cambio y compromiso con
una misma.

También podría gustarte