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Ensayo Crítico

El Estado Multiétnica y Pluricultural


Políticas Públicas y Derechos
de los Pueblos Indígenas en Venezuela (1999-2010)
Luis Jesús Bello
Para aclarar lo que significa un estado pluricultural o multiétnico, se debe partir de un
hecho histórico cierto, ocurrido especialmente en América y es que las distintas
organizaciones socio-políticas que se han constituido desde 1492 como Estados-Naciones
han sufrido profundos cambios y crisis, tanto desde el punto de vista ideológico como
organizativo, y no tomaron en cuenta las realidades culturales preexistentes; por el
contrario, los pueblos indígenas, a pesar de estar sometidos a la evolución dialéctica con
otras civilizaciones-, sólo han sufrido modificaciones en sus estructuras sin perder su razón
de ser, es decir, conservando los factores específicos que constituyen el fundamento de su
identidad cultural: lenguas propias, su cosmovisión, arte, sentido colectivista y uso del
derecho consuetudinario, entre otros.

A partir de la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela


(CRBV) en el año 1999, se abre paso debe perseguir el reconocimiento de los Pueblos
Indígenas como expresión de la diversidad cultural de la sociedad venezolana, valorando
sus costumbres, creencias y todas sus aspiraciones. Este nuevo paradigma no implica que
cada pueblo debe desarrollar su propio Estado, sino de lo que se trata es de cambiar la idea
de un Estado cultural y socialmente homogéneo por un nuevo modelo político que acepte
su realidad social y reconozca la existencia de sus diversas etnias, es decir, un Estado
Pluricultural y multiétnico.

Por tanto, el reconocimiento formal de la pluralidad cultural en la Constitución política


de Venezuela permitirá una igualdad "a través de la Ley" que redundará en las condiciones
económicas y sociales del indígena, quien siempre ha estado en un subnivel de vida
respecto a los demás ciudadanos no indígenas. Los críticos sostienen, entre otros
argumentos, que este planteamiento constituye una "legislación discriminatoria que atenta
contra el principio de igualdad consagrado en la Constitución, a lo cual se debe responder
que se trata de una discriminación positiva, como lo han denominado algunos especialistas,
en el sentido de que se pretende mejorar las condiciones de vida y salud, trabajo, medio
ambiente, de las cuales han carecido siempre y que se les adeuda por el sólo hecho de ser
indígenas; es decir, no es más que una respuesta a la secular discriminación negativa que
han sufrido estos pueblos.

Al hablar de pueblos indígenas, debemos traer a colación que durante décadas el


reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas en Venezuela quedó suspendido,
la Constitución venezolana de 1961, se limitaba a reconocer en su artículo 77, un régimen
de excepción para la incorporación progresiva de las comunidades indígenas a la vida de la
Nación. La única disposición existente, incluía dentro de un único supuesto a las
comunidades campesinas e indígenas, sin distinguir la especificidad cultural de los pueblos
indígenas, a quienes consideraba como comunidades, y bajo el criterio de incorporación a
la vida de la Nación.

A fines de los años 80 y comienzos de los 90, muchos países latinoamericanos


comenzaron a realizar reconocimientos amplios de derechos específicos a los pueblos
indígenas a nivel constitucional, se ha reconocido el pluralismo cultural y se ha plasmado
en forma expresa en diversas constituciones de América; otras sólo consagran algunos
derechos de los pueblos indígenas. Así se tiene, por ejemplo, que la Constitución de
Nicaragua (1987) declara en su artículo 8 lo siguiente: "El pueblo de Nicaragua es de
naturaleza multiétnica... "; en la Constitución de Colombia (1991) Se expresa en su
artículo 7: "El Estado reconoce y protege la diversidad étnica y cultural de la Nación
colombiana". La de México (1992) prescribe en su artículo 4: "La Nación mexicana tiene
una composición pluricultural sustentada originalmente en sus pueblos indígenas..." La de
Paraguay (1992) reconoce en su artículo 62: "Esta Constitución reconoce la existencia de
los pueblos indígenas, definidos como grupos de cultura anteriores a la formación y
organización del Estado paraguayo". En igual sentido pero no en forma tan precisa, se
tiene la Constitución de Ecuador (1979), en su artículo 1; Perú (1993) lo reconoce en su
artículo 2, numeral 19; Guatemala (1985) en su artículo 66; Brasil (1988, en su artículo 23).
Cabe destacar que sólo en Panamá (1983), Brasil y Nicaragua se han creado por separado
los estatutos de excepción de carácter territorial o de explotación de los recursos.

Todo esto implicaba un profundo cambio de perspectiva política y cultural que colocaba
el manejo de los Estados nacionales. Reconociendo lo que algunos autores han llamado el
orden jurídico de la diversidad, según el cual los Estados nacionales reconocen su carácter
multiétnico, pluricultural y plurilingüe, a través del modelo de Estado homogéneo y
unitario (Estado-Nación), que era visto como la participación de un grupo dominante
nacional, que utilizaba al Estado para privilegiar su identidad, cultura, lenguaje, historia,
religión y que precisaba al Estado como expresión de su nacionalidad; a otro modelo
diferente, es decir al modelo de Estado Multicultural en el que se reconoce y respeta la
diversidad. Este es el modelo adoptado por la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela en 1999 que reconoce por primera vez en el país los derechos específicos de los
pueblos indígenas.

Ahora bien, en el preámbulo de la CRBV se reconoce a Venezuela como una Nación


multiétnica y pluricultural y en las disposiciones fundamentales en el artículo 9, se
establece que los idiomas indígenas también son de uso oficial para los pueblos indígenas y
deben ser respetados en todo el territorio de la República por constituir patrimonio cultural
de la Nación y de la humanidad.

Se aprobó dentro del título III sobre derechos y garantías, un capítulo específico
(Capítulo VIII) denominado “Derechos de los Pueblos Indígenas” en el cual se establece en
el artículo 119:

El Estado reconocerá la existencia de los pueblos y comunidades indígenas, su


organización social, política y económica, sus culturas, usos y costumbres,
idiomas y religiones, así como su hábitat y derechos originarios sobre las
tierras que ancestral que el Estado reconocerá la existencia de los pueblos y
comunidades indígenas, su organización social, política y económica, sus
culturas, usos y costumbres, idiomas y religiones, así como su hábitat y
derechos originarios sobre las tierras que ancestral y tradicionalmente ocupan
y que son necesarias para desarrollar y garantizar sus formas de vida.

Igualmente, en artículo anteriormente citado se constituye una obligación constitucional


para el Estado venezolano, en el sentido de que corresponde al Ejecutivo Nacional, con la
participación de los pueblos indígenas, demarcar y garantizar el derecho a la propiedad
colectiva de sus tierras, las cuales son inalienables, imprescriptibles, inembargables e
intransferibles de acuerdo a lo establecido en la Constitución y la ley.

De la misma forma, el artículo 121 se indica:

Los pueblos indígenas tienen derecho a mantener y desarrollar su identidad


étnica y cultural, cosmovisión, valores, espiritualidad y sus lugares sagrado y
de culto. El Estado fomentará la valoración y difusión de las manifestaciones
culturales de los pueblos indígenas, los cuales tienen derecho a una educación
propia y a un régimen educativo de carácter intercultural y bilingüe,
atendiendo a sus particularidades socioculturales, valores y tradiciones.

Asimismo se consagra en el artículo 260 que las autoridades legítimas de los pueblos
indígenas podrán aplicar en su hábitat instancias de justicia con base en sus tradiciones
ancestrales y que sólo afecten a sus integrantes, según sus propias normas y
procedimientos, siempre que no sean contrarios a la Constitución, la ley y el orden público.
De manera que, la aplicación del derecho indígena y las posibilidades de administración de
justicia propia, están sujetas a las limitaciones que la propia Constitución establece, es
decir, los límites de la Constitución, la ley y el orden público, pero que algunos expertos
han interpretado como los límites propios de los derechos fundamentales y derechos
humanos, cuyas controversias deben ser resueltas de manera intercultural. En este aspecto
es fundamental la coordinación que deba haber entre lo que se ha llamado la jurisdicción
indígena, en cuanto jurisdicción especial, y la jurisdicción ordinaria del Estado

Es de suma importancia resaltar que, no sólo se reconocen los derechos indígenas de


manera amplia, sino que se reconoce a los pueblos indígenas como pueblos y como sujetos
plenos de derechos colectivos y específicos con identidades culturales y sociales propios y
diferenciados de las del resto de la población venezolana.

Por otra parte, hay una afirmación expresa de los derechos originarios colectivos sobre
las tierras tradicionales y ancestralmente ocupadas por los pueblos indígenas, las cuales
deben ser demarcadas por el ejecutivo nacional con la participación de los propios pueblos
indígenas. El Estado venezolano asume la obligación constitucional de demarcar las tierras
y hábitat indígenas para garantizar mediante un proceso nacional que incluya a todos los
pueblos indígenas del país, sus posibilidades reales de subsistencia física y cultural.

De igual manera, al reconocer de forma específica su organización social, política,


económica y cultural, está reconociendo las posibilidades históricas de ejercicio de su
autonomía interna como pueblos dentro de sus territorios. Es decir, esta consagrando la
posibilidad de que los propios pueblos indígenas desarrollen la capacidad de tomar sus
propias decisiones en lo social, político, económico y cultural, en el contexto de su realidad.

En el mismo sentido, sobresalen los derechos políticos de los pueblos indígenas, como
expresión de su derecho a participar en la sociedad venezolana de la cual forman parte
integrante. En efecto, los derechos de participación política de los pueblos indígenas en el
actual constitución son muy extensos, brindándoles no sólo la oportunidad de participar
con un número de tres representantes fijos ante la Asamblea Nacional, sino ante todas las
demás instancias legislativas del país, de carácter regional y local. Este es un logro bien
importante, por lo que significa la ocupación de espacios de decisión por parte de los
pueblos indígenas y sus organizaciones.

Una vez la CRBV de 1999, la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de


Venezuela ha aprobado varias leyes que desarrollan los derechos de los pueblos indígenas
reconocidos en el texto constitucional. Es por ello que en el año 2001, se ratificó el
Convenio Nº 169 de la Organización Internacional del Trabajo sobre Pueblos Indígenas y
Tribales en Países Independientes y se puso en vigencia la Ley de Demarcación y Garantía
del Hábitat y las Tierras de los Pueblos Indígenas. En el año 2005, se aprobó la Ley
Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas, en 2008 se aprobó la Ley de Idiomas
Indígenas y en el 2009 se aprobó la Ley del Patrimonio Cultural de los Pueblos y
Comunidades Indígenas. También se han aprobado un conjunto de normas que hacen
referencia a los derechos indígenas en diferentes leyes nacionales ordinarias y especiales,
pero no referidas específicamente al ámbito indígena.

En este sentido, la Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y las Tierras de los
Pueblos y Comunidades Indígenas establece en su artículo 1 que:

Esta Ley tiene por objeto regular la formulación, coordinación y ejecución de


las políticas y planes, relativos a la demarcación del hábitat y tierras de los
pueblos y comunidades indígenas, a los fines de garantizar el derecho a las
propiedades colectivas de sus tierras consagrados en la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela.

Y en el artículo 2 se señala que a los fines de la presente ley se entiende por

Habitad Indígena la totalidad del espacio ocupado y utilizado por los pueblos
y comunidades indígenas, en el cual se desarrolla su vida física, cultural,
espiritual, social, económica y política; que comprende las áreas de cultivo,
caza, pesca fluvial y marítima, recolección, pastoreo, asentamiento, caminos
tradicionales, caños y vías fluviales, lugares sagrados e históricos y otras
necesarias para garantizar y desarrollar sus formas específicas de vida.

Por su parte, la Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas hace referencia al


reconocimiento de los pueblos indígenas como pueblos originarios en su artículo 1,
indicando expresamente que:

El Estado venezolano reconoce y protege la existencia de los pueblos y


comunidades indígenas como pueblos originarios, garantizándoles los
derechos consagrados en la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela, los tratados, pactos y convenios internacionales y otras normas de
aceptación universal, así como las demás leyes de la República, para asegurar
su participación activa en la vida de la Nación venezolana, la preservación de
sus culturas, el ejercicio de la libre determinación de sus asuntos internos y
condiciones que los hacen posible.

Además, señala en el artículo 4 que la misma Ley tiene por objeto establecer los
principios y bases para:

1. Promover los principios de una sociedad democrática, participativa,


protagónica, multiétnica, pluricultural y multilingüe, en un Estado de justicia,
federal y descentralizado.
2. Desarrollar los derechos de los pueblos y comunidades indígenas
reconocidos en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, en
las leyes, convenios, pactos y tratados válidamente suscritos y ratificados por
la República.
3. Proteger las formas de vida y el desarrollo sustentable de los pueblos y
comunidades indígenas, con fundamento en sus culturas e idiomas.
4. Establecer los mecanismos de relación entre los pueblos y comunidades
indígenas con los órganos del Poder Público y con otros sectores de la
colectividad nacional.
5. Garantizar el ejercicio de los derechos colectivos e individuales de los
pueblos, comunidades indígenas y de sus miembros.

Como se observa, el estado venezolano ha realizado esfuerzos agigantados,


garantizándoles un reconocimiento bastante amplio de los derechos de los pueblos
indígenas y la CRBV se encuentra dentro de las Constituciones más avanzadas de América
Latina, en materia de reconocimiento de estos derechos específicos indígenas. Se establece
uno de los catálogos más extensos de derechos, incluyéndolos en la Constitución en su
conjunto y no limitándolos al capítulo VIII. De igual manera, la Constitución hace un
reconocimiento progresista y conforme a las principales exigencias de las organizaciones
indígenas del continente. En este sentido, cabe destacar que las principales demandas de los
pueblos indígenas fueron incluidas y garantizadas. Se partió de que son derechos
específicos debido a las particulares condiciones culturales, lingüísticas, económicas,
religiosas y sociopolíticas que los distinguen de otros sectores de la sociedad nacional, que
les pertenecen como pueblos y sujetos colectivos (derechos colectivos) y que son
reclamados como derechos históricos anteriores a la formación de los Estados nacionales.
Y tal como indica el Preámbulo de la CRBV este reconocimiento “implica un profundo
cambio de perspectiva política y cultural que reorienta la conducción del Estado
venezolano, al reconocer su carácter multiétnico, pluricultural y multilingüe.”

En Venezuela también se ha dado un paulatino reconocimiento jurídico de la situación


de la diversidad cultural nacional constituida por los pueblos indígenas venezolanos, tanto
legal como jurisdiccionalmente.

En este sentido, en el ordenamiento jurídico venezolano se hallan muchas referencias


normativas relacionadas a la realidad indígena, las cuales incluyen leyes aprobatorias de
tratados internacionales en materia de derechos indígenas, así como diferentes leyes
orgánicas, ordinarias y especiales así como decretos, resoluciones ministeriales y
reglamentos, que regulan diferentes áreas vinculadas a su realidad en el contexto nacional.
Adicionalmente, dentro de las instituciones del Estado existen dependencias específicas
para atender los diferentes aspectos de las condiciones de los pueblos indígenas.
BIBLIOGRAFIA

 Bello, Luis J. (2005). Derechos de los Pueblos indígenas en el Nuevo


Ordenamiento Jurídico Venezolano, IWGIA.
 Bello, Luis J. (2011). El Estado ante la Sociedad Multiétnica y Pluricultural.
IWGIA.
 Hacia un Estado pluricultural : naturaleza de los derechos de los pueblos indígenas
en Venezuela,(2010). Fundación Editorial El perro y la rana, Fundación Juan Vives
Suriá y Defensoría del Pueblo.

Documentos legales

 Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada en Gaceta Oficial


Extraordinaria de la República Bolivariana de Venezuela Nro. 36.860, del 30 de diciembre
de 1999.
 Ley Orgánica de Pueblos y Comunidades Indígenas, aprobada en Gaceta Oficial de la
República Bolivariana de Venezuela Nro. 38.344, del 27 de diciembre de 2005.
 Ley de Demarcación y Garantía del Hábitat y las Tierras de los Pueblos y
Comunidades Indígenas, aprobada en Gaceta Oficial de la República Bolivariana de
Venezuela Nro. 37.118, del 12 de diciembre de 2001
 Ley de Patrimonio Cultural de los Pueblos y Comunidades Indígenas. aprobada en Gaceta
Oficial de la República Bolivariana de Venezuela Nro. 39.115, del 06 de febrero de 2009.

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