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ve. Pero entrelazados con esos intereses aparecen el desco- un discurso crítico sobre los medios de comunicación y su
nocimiento y los prejuicios que identifican mundo árabe con capacidad de manipulación y ocultamiento. Por su parte, Fe-
islamismo radical, o los razonamientos sobre que, en aquellos derico Guzmán señala cómo inciden en la práctica diaria de
contextos, el peso de la religión les incapacita para desarrollar los ciudadanos las consecuencias de los Tratados de Libre
formas democráticas de convivencia. Todas estas actitudes Comercio, una nueva forma de colonialidad global.
se encuentran permeadas por unos prejuicios que perpetúan
la sombra de la herencia colonial, así como la convicción de 4. Democracia
que los derechos, las libertades y el bienestar de las socie- A la vez que surgen amplios movimientos que demandan el
dades sólo pueden emanar de la experiencia de Occidente. acceso a unos sistemas políticos de derechos y libertades
Contra ese carácter excluyente y totalizador de la racionalidad que durante décadas les han sido negados, son evidentes los
moderna habla Walter Mignolo al referirse a que el “proyecto signos de retroceso de esas conquistas. “La democracia –la
inconcluso de la modernidad” sólo puede darse cuando se formal y la sustantiva, la representativa y la participativa, la
lleve a cabo el “proyecto inconcluso de la decolonialidad”, en- procedimental y la material– no vive en la actualidad su me-
tendida la idea de colonialidad como la “lógica cultural” del jor hora”, afirma Juan Gabriel Tokatlian, quien señala cómo “A
colonialismo y su herencia; una herencia que pervive y se mul- partir del 11 de septiembre de 2001 se ha producido un giro
tiplica incluso cuando la dominación por parte de la potencia (…) que tiende a brindar a las democracias una enorme dis-
colonial ha desaparecido. crecionalidad para recortar libertades y aplicar políticas coer-
Colocar el foco sobre determinadas realidades que confi- citivas”. La coartada del terrorismo es explotada con eficacia
guran el presente es el objetivo; cartografiar, describir, analizar, en Estados Unidos, mientras la Europa desarrollada esgrime
poner en evidencia las configuraciones del poder, decodificar, la inmigración en su estrategia “defensiva”, fortaleciendo sus
deconstruir, releer, descubrir qué hay detrás de las imágenes fronteras y recortando derechos a las minorías en su interior, y
dadas, de la historia tal y como ha sido contada, y explorar ello con la aquiescencia en ambos casos de amplios sectores
las reconfiguraciones geopolíticas generadas por las nuevas de la población.
relaciones de dominio global. Se trata, en fin, de “abrir el có- Frente a estas dinámicas surgen otras voces que cues-
digo del armazón visual, mostrando su reverso, exhibiendo tionan el modelo democrático basado en los muy estructura-
sus entrañas”, como señala García Andújar. Algunas de es- dos partidos tradicionales, y su alternancia en los gobiernos, y
tas cuestiones nutren el trabajo de Fernando Bryce, quien en el voto como único acto de participación de la ciudadanía.
aborda las representaciones de las prácticas coloniales y sus El desarrollo tecnológico permite un control a escala global
discursos “civilizatorios”. La libanesa Zeina Maasri, a través inimaginable hace tan sólo unas cuantas décadas pero, a la
de la compilación de carteles, investiga las diferentes narra- vez que hace posible una vigilancia y un control casi absolu-
tivas entre texto, imagen y transmisión de discursos de los tos, donde el concepto de privacidad se disuelve, ha abierto
grupos contendientes en la guerra civil desatada en Líbano las puertas a una nueva etapa en cuanto a la transmisión de
entre 1975 y 1990. Mientras, Ignasi Aballí traza una cartografía información, de comunicación y relación no mediada entre los
de los conflictos internacionales a través de la fría operación individuos, que se revela extraordinariamente eficaz a la hora
de contabilizar su presencia mediática y Zhou Xiaohu elabora de implementar nuevas formas de organización. C
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Ed Hall, con sus banderolas, construye una especie de Notas


microhistoria de las luchas sociales de las últimas décadas en 1. Sin realidad no hay utopía es el título de una exposición llevada a cabo
Inglaterra; y Artur Źmijewski, en su obra Democracias, mues- en el Centro Andaluz de Arte Contemporáneo, en 2011, y que se presenta
tra concentraciones humanas en diferentes puntos del planeta ahora en el Yerba Buena Center (YBCA) de San Francisco (http://www.ybca.
(Belfast, Berlín, Cisjordania, Gaza, Varsovia, Estrasburgo) con- org/without-reality-there-no-utopia), a partir del 15 de febrero de 2013. La
centraciones tanto de protestas contra las guerras o la repre- muestra, donde participan artistas de Europa, África, Asia y América, co-
sión como en manifestaciones lúdicas y celebratorias, donde menzó a gestarse en los albores de la crisis económica y se propuso trazar
las comunidades de individuos se convierten en el centro de un análisis de su origen fundado en la mirada crítica de un conjunto de
su atención. filósofos y pensadores relevantes y a través de una serie de artistas en cu-
A veces se trata, simplemente, de interpelar y de recoger yas obras cuestionan, a su vez, los discursos dominantes que describen la
las voces de los ciudadanos, como lo hace Carlos Motta en situación como si fura el fruto de un tsunami impredecible y no como la con-
su análisis sobre qué es y qué significa la democracia hoy, un secuencia de políticas económicas aberrantes llevadas a cabo durante las
trabajo de investigación que se ha prolongado durante cuatro últimas décadas a nivel mundial. Este texto, que ahora se ofrece con alguna
años y que titula La buena vida. Su indagación no se encuen- modificación, se publicó con motivo de la exposición en el primer número
tra lejos de la que plantea Oliver Ressler, empeñado en seña- de la revista de 11 a 21 (marzo-junio de 2011) que publica el CAAC.
lar que existen otras formas de concebir, de profundizar, de
ampliar lo que entendemos como sistemas democráticos. En * Comisarios de la exposición. Juan Antonio Álvarez Reyes es crítico
What is Democracy? Ressler entrevista a pensadores, politólo- de arte, comisario y director del CAAC; Mariano Navarro es escri-
gos, activistas y ciudadanos comprometidos en delinear otras tor, crítico de arte y comisario de exposiciones independiente; Alicia
formas de economía, de intervención política, de desarrollo Murría es crítica de arte, comisaria de exposiciones independiente y
individual y colectivo. En una de estas entrevistas el sociólogo directora de ARTECONTEXTO.
alemán Heinz Dieterich señala no sin optimismo que hoy “Las
condiciones objetivas son mucho más propensas a una de-
mocracia auténticamente participativa. Pienso que nunca ha
habido una mejor oportunidad de tener una verdadera demo-
cracia directa que la que tenemos hoy en día”.
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La lectura en la época del texto digital

Javier Maseda* y Pedro Medina**

“En toda nueva forma de ver se cristaliza autor de Being Digital2–, resumía la situación: “El nacimien-
n nuevo contenido del mundo” to de un nuevo medio de comunicación es al mismo tiempo
(Heinrich Wölfflin) fuente de entusiasmo y temor. Cualquier tecnología industrial
que extienda espectacularmente nuestras capacidades nos
El leer, como el ser, “se dice de muchas maneras”, lo que de- pone también nerviosos al cuestionar nuestro concepto de
bería remitirnos con frecuencia a la pregunta por su sustancia. humanidad”3; una declaración en la línea de Marshall McLu-
Asimismo, cada época posee un sistema de experiencias al han, quien sostenía que toda tecnología tiende a crear un nue-
que el arte y el pensamiento intentan dar forma con la intención vo contorno para la humanidad4.
de hacerlo visible, ocasionando distintas “crisis” de lenguaje, Este miedo o esta esperanza en el paso de la Galaxia
porque lo vivido excede la lengua que hemos heredado. Sin Gutenberg a la Galaxia Internet no se puede concebir como
embargo, esta búsqueda no acaece ahora por una cuestión un panorama de comunidades enfrentadas, definidas por la
de contenido o expresión, sino propiciada por las dudas sobre primavera de los “nativos digitales” contra el invierno de los
una nueva constelación, la digital, en un contexto de acelera- “inmigrantes digitales” –en términos de Marc Prensky5–, sino
ción, globalización, continuo cambio y complejidad creciente. que debe prevalecer una discusión sobre la propia lectura
Más allá de fascinación alguna por el medio, conservemos como aquello que propicia el conocimiento en la sociedad de
nuestra atención sobre los contenidos y los procesos, pero sin la información.
olvidar que el medio condiciona necesariamente lo percibido. No obstante, indudablemente están cambiando los hábi-
Muchas de las cuestiones surgidas ya fueron planteadas por tos de lectura y la industria en torno a los mismos. El paralelismo
Luis González en Nuevas formas de lectura en la era digital1, más obvio con nuestra época es el establecido por la imprenta
donde identifica varias creencias populares: la insistencia en el y el impacto que tuvo su aparición en la construcción del pen-
número decreciente de lectores, la desaparición del libro tra- samiento de su época. En cualquier caso, convendría separar
dicional –en la Feria de Frankfurt de 2009 ya se auguraba su los contenidos del soporte que se utiliza para acceder a los mis-
muerte para 2018– o el desprestigio de las obras generadas en mos. Al respecto, Luis González recuerda la Ley de la lectura,
ámbitos digitales frente a las obras en papel, en vez de ver las del libro y de las bibliotecas de 2007, que consagra legalmente
posibilidades positivas que aportan las nuevas tecnologías. un concepto de libro: “a) Libro: obra científica, artística, literaria
Alguien como Janet Murray, poco después de incorpo- o de cualquier otra índole que constituye una publicación unita-
rarse al Laboratorio para la Tecnología Avanzada en Humani- ria en uno o varios volúmenes y que puede aparecer impresa o
dades del MIT, bajo la dirección de Nicholas Negroponte –el en cualquier otro soporte susceptible de lectura”6. C
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Así, al margen del medio, debemos situarnos en una so- a algo social, como en los clubs de lectura, pero ahora con
ciedad de la información cuya dimensión globalizada y tec- todas las potencialidades de lo online.
nificada establece otra relación con el conocimiento. Y esta
realidad sí que hace más pertinentes o actuales unas platafor- Por tanto, el mundo digital conlleva para el universo de la lectura:
mas que otras. Luis González propone hablar de “procesos” 1. Nuevas formas de escribir.
de acceso al conocimiento, yendo más allá del soporte para 2. Nuevas formas de leer.
hablar de lectura, es decir, del acto de leer desarrollado por un 3. El contenido es fluido y dinámico (texto, imágenes, ví-
sujeto lector, de forma coherente con unos comportamientos deos, audio…).
culturales que no pueden quedarse en una dimensión objetual, 4. El formato o artefacto ya no es rígido.
sobresaliendo la importancia del sujeto que lee y la utilización 5. Experiencia individual vs. experiencia compartida.
crítica de la información y el conocimiento. 6. Realidad aumentada en el libro = lectura aumentada =
conocimiento aumentado = conocimiento compartido.
NUEVOS MODOS DE LECTURA 7. Notas a pie de página vs. hipervínculos.
Aclaraciones sobre aspectos formales de las publicacio-
nes digitales Asimismo, podríamos establecer distintos tipos de libros di-
La discusión, pues, tendrá que permanecer en la idea de lec- gitales:
tura y la transmisión de conocimiento, pero para hablar de ello 1. Sin formato: compuesto únicamente de texto, aunque
y también de lectores y nuevos procesos, conviene aclarar pueden contener imágenes; en su formato digital carece de
antes algunos conceptos, ya que no es poca la confusión en páginas: ePub, Mobi (Kindle), html.
torno a las plataformas digitales. Como “soportes” de texto 2. Formato definido inalterable: se maquetan como los
digital podemos entender varios: libros impresos y su maqueta permanece inalterable: pdf,
- Ordenadores. ePub3, html5 y css3.
- Tabletas (desde e-books a iPads). 3. Formato definido alterable: se maquetan siguiendo el
- Teléfonos móviles (smartphones). modo de las páginas web y su maqueta puede alterarse de-
- Televisores. pendiendo del soporte, formato de pantalla, resolución, etc.:
Mientras que los “medios” principales de texto digital son: ePub3, html5 y css3.
- Páginas web. 4. Interactivos: se maquetan y programan como aplica-
- Aplicaciones. ciones para un sistema operativo o mediante html5; incluyen
- Libros digitales (ePub…). elementos interactivos y animaciones, y su narración puede
Dentro del amplio campo de formatos y usos, el “libro”, ser no lineal: iOS, Android, ePub3, html5 y css3.
al igual que la música, el cine…puede ejemplificar perfecta- De todos ellos, el ePub3 será el próximo estándar de fac-
mente el cambio que se está produciendo. Hasta ahora el libro to de los libros electrónicos. Se supone que traerá interactivi-
en papel, vencedor histórico frente a otros soportes como la dad, contenido multimedia, formato para los textos, estanda-
arcilla o el pergamino, ha tenido un carácter fundamental en rización de los contenidos, permitirá conversaciones sobre su
nuestra cultura, pero cabe señalar que ha sido entendido en libro dentro del libro, independientemente del servicio donde
su dimensión objetual, lo que construye una imagen en la que se haya comprado… Es la promesa del “networkbook” o “so-
se identifican con tenedor y contendido. Sin embargo, con la cial book”.
llegada de la era digital queda de manifiesto que el libro es el
texto, dando más importancia al contenido que al formato, lo Ontología del texto online
que rompe el tradicional vínculo entre los textos (las obras) y A pesar de todas estas ventajas y posibilidades, bien por una
los objetos (los libros). No importa el soporte sobre el que se cuestión generacional o comercial, aún hay quien mira con
lea, el contenido reina sobre el continente. verdadera extrañeza a quien lee en un soporte digital. Este tipo
Aun así, en la lectura digital y en la lectura en papel apa- de shocks no son nuevos: “«Cuando leía sus ojos corrían por
recen factores diferentes y se crean experiencias distintas, al encima de las páginas, cuyo sentido era percibido por su es-
igual que ocurre entre la lectura en la pantalla del ordenador y píritu; pero su voz y su lengua descansaban». San Agustín de
la comodidad que aportan las tabletas, siendo los elementos Hipona quedó estupefacto al ver a San Ambrosio de Milán le-
hápticos de la lectura muy relevantes, porque leemos con todo yendo en silencio en su celda monacal. Lo cuenta en las Con-
el cuerpo y no solo con los ojos7. Pero no solo se transforma la fesiones. Corría el siglo IV y hasta entonces quien sabía leer lo
experiencia de los contenidos, también cambia la relación que hacía en voz alta”. Con estas palabras inicia Antonio Fraguas
se establece entre el lector y el escritor, o entre los lectores su Usted ya no lee ni escribe como antes8, constatando que
entre sí, al compartir su experiencia de lectura (algo que se todos los que nacimos leyendo y escribiendo de una manera,
puede aumentar hasta el infinito en el medio digital). moriremos leyendo y escribiendo de otra, lo que supone que
El libro hasta ahora era un objeto inmutable, en el libro se revise la posición del escritor y el editor, la forma en la que
digital ocurre todo lo contrario: es fluido, cambia constante- el autor concibe su obra y la aparición de subgéneros más ági-
mente según el soporte y según las preferencias del lector, ya les y dinámicos, quizás en parte propiciados por la velocidad
no hay páginas sino un porcentaje leído, podemos subrayar, de los tiempos que corren y de las nuevas plataformas donde
hacer anotaciones, compartirlas con otros lectores, compartir esto es contado.
páginas, leer en conjunto; la lectura pasa de ser algo íntimo Ya estamos adelantando algunas de las consecuencias C
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de este cambio de paradigma, pero antes conviene entender ra es un prescriptor de conocimiento, actuando como juez y
bien las características propias del texto digital y el sistema parte de lo que encuentra. Dependiendo del criterio del mis-
en el que se integra. Su inmediatez, ubicuidad y capacidad de mo, ese artículo puede seguir promocionándose, a través de
generación hacen de él un medio ideal de comunicación en un sus amigos, o finalizar su camino en él.
mundo globalizado, pero es sobre todo a raíz de las posibilida- No obstante, también son muchos los que avisan del
des transmedia y del devenir “social” de la web, instaurándose alienante fluir de lo mediático y de la efectiva manipulación del
un nuevo modelo basado en las redes sociales, cuando se usuario tras su aparente interactividad y poder en la Red14.
enfatizan los procesos colaborativos y abiertos en el mundo En cualquier caso, si nos centramos en el acto de lectura,
online, como iremos viendo más adelante. hay que reconocer que siempre fue interactivo, necesitaba del
En general, todas estas constelaciones deben entender- espectador en la concreción de todo texto, pero aunque el pro-
se dentro de un “sistema-red”, es decir, en el interior de una ceso de interacción sea común a todas las obras artísticas, con la
estructura social en red donde la conectividad es la promoto- llegada de las tecnologías digitales se intensifica la interactividad
ra principal de oportunidades comunicativas o relacionales9. e incluso la “huella” que generan los lectores; como ocurre con
Este sistema-red construye el gran laberinto contemporáneo opciones en plataformas como Kindle, donde puedes apreciar,
dentro de un juego de relaciones entre un capitalismo social por ejemplo, los párrafos subrayados por anteriores lectores.
y las innegables capacidades de comunicación al alcance de Ante este panorama, ¿cuál será la lectura del futuro? En
todos. Es precisamente la “participación” (ya existente antes los últimos años son innumerables los foros (online y offline)
de la web 2.0) lo que ha dado lugar a un nuevo paradigma y que debaten sobre esta cuestión. Por citar uno, el blog Fin-
al conjunto de prácticas sociales que le son propias, especial- dings inició a finales de febrero de 2012 una serie sobre el fu-
mente desde que podemos acceder a la información desde turo de la lectura, donde distintos actores del sector compar-
dispositivos portátiles. ten conclusiones. Una de las más llamativas fue del gurú de
Aparece ahora todo un universo “colaborativo”, que res- Internet Clay Shirky, que imagina una lectura más social:”La
ponde a una lógica inclusiva basada en un hecho: una “deter- lectura social no crea una nueva categoría. La gente extracta
minada aplicación o red social será mejor cuantos más usua- y anota y comparte y debate y cita y mezcla. Todo esto pasa a
rios hagan uso de ella, es decir, que hay valor en el volumen, todas horas. La lectura social introduce la idea del texto como
lo cuantitativo deviene cualitativo en esta época segunda de la un objeto usable. La idea de que lo leeré y luego haré algo con
web. Se entiende así que el empeño de las nuevas empresas de ello: esas acciones siempre estuvieron conectadas, pero fin-
la web sea generar la necesidad de pertenencia y participación” gíamos que no lo estaban porque el libro no tenía esas carac-
y esta participación se traduce en generación de datos y, por terísticas. La lectura social está allí donde un grupo de gente
tanto, en un valor, pues son rastreados por sistemas de segui- habla sobre un determinado texto”15.
miento de los sistemas de gestión de esas plataformas10.
Transmedia y contenido aumentado
Rol activo del lector y lectura social Este carácter colectivo ha de entenderse unido a lo que se en-
La web 2.0 ha propiciado la construcción de un paradigma co- tiende por “narrativa transmedia”, que consiste en contar una
laborativo en el que participa una multitud interconectada. El historia en diferentes soportes y medios, lo que requiere el uso
usuario se convierte ahora en protagonista y no en mero es- de varios lenguajes, además de un proceso de producción que
pectador, generando un espacio común. La “interactividad” es involucra a otros agentes, además del autor, como pueden ser
el término preciso para este ámbito11 y, en realidad, sería un producción, edición, comercialización, marketing, etc.
estadio más de esa enfatización del rol activo del espectador La transmedia se viene aplicando desde hace tiempo en
que ya iniciaron las vanguardias históricas y que potenciaron medios como cine, televisión o videojuegos, pero si nos cen-
los nuevos comportamientos artísticos a finales de los sesenta, tramos en el libro transmedia, este se caracteriza por presen-
aunque con una dimensión económica y social mayor, disol- tar una historia contada desde diferentes plataformas y en la
viéndose la clásica contraposición entre objeto y proceso, autor que el lector ya no es un sujeto pasivo, sino que puede alterar
y espectador, productor y usuario en gran parte de las dinámi- el curso de la narración o de la historia, transformándola en
cas activadas, que nos permite hablar de creación colectiva12. múltiples obras.
Desde la perspectiva de varios movimientos artísticos, Esta puede ser una opción para que a las editoriales no
esta “cocreación” se entendió como potencial político y praxis les pase lo mismo que a las discográficas, ya que ahora mis-
social dentro de una recepción más activa de las obras por mo con las herramientas que un autor tiene a su disposición
parte de los espectadores. Y si nos mantenemos en el ámbito podría perfectamente prescindir de ellas, pero cuando llega-
de Internet, más que en otras concreciones de lectura digital, mos al libro transmedia, vuelven a cobrar protagonismo, ya
hoy el “tú eres la información” lleva al extremo lo vaticinado que son las que tienen el dinero y los recursos necesarios para
por Walter Benjamin, cuando percibió que la Humanidad, “que poder producir una historia transmedia.
antaño, en Homero, era objeto de espectáculo para los dio- Sin duda, esta es una gran oportunidad para crear nuevos
ses olímpicos, se ha convertido ahora en un espectáculo de relatos, un campo sin explorar que puede dar lugar a grandes
sí misma”13. obras, seguramente protagonizadas por los nuevos escritores
No obstante, conviene matizar el carácter activo del lec- capaces de sacar partido a todos los medios disponibles a su
tor, ya que hay mucho más contenido filtrado por el usuario alcance.
que contenido generado por el mismo. El lector o usuario aho- Por otro lado, dentro de esta ontología del texto digital C
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hay que advertir que leer las obras en línea implica “ejecu- más, se adapta a los nuevos modos de socialización de los
tarlas”, es decir, se producen mientras se experimentan. Lo productos digitales respecto a diversos lectores. Lo que es
digital interactivo está sometido a un estado permanente de importante reconocer es que se pasa de una lectura lineal a la
actualización en función de la interacción con el usuario, por navegación, mientras que en cierto sentido el lector se acerca
lo que tendríamos que hablar de contenidos que están en a la posición del autor y cambia la noción de obra, que deviene
gerundio, es decir, están “siendo-ahí” –en referencia al “ser- un objeto colectivo y siempre in progress.
ahí”(Dasein) heideggeriano–, lo que dificulta la diferenciación
del ver y el producir, del producir y el reproducir16. Podríamos Conservación del conocimiento y externalización de la
incluso decir que la obra no es, sino que se transmite. memoria
Esto diferencia claramente la lectura digital frente a la de Este campo inmenso de posibilidades y caminos también
soporte físico, planteando la posibilidad de que el contenido plantea muchas dudas y críticas, ya que esta redefinición del
inmediato se relacione con más información, dentro de una concepto de lectura puede generar dispersión en el lector y,
poética de la yuxtaposición. Esto implica una forma distinta de sobre todo, cierto peligro que reside en la tendencia a la ex-
estructurar el conocimiento y de entender el acto de lectura. ternalización de la memoria, sobre todo ante la aparición de
Frente a la cinematografía, que plantearía un montaje en sistemas de registro visual portátiles, que han permitido que la
el tiempo, las narrativas desde Internet al cd-rom, pasando por percepción sea progresivamente computerizada.
los libros digitales, plantean un discurso espacial en el que los Ello tiene como consecuencia que nuestra experiencia
contenidos se superponen como estratos de información inte- sea simultáneamente un registro técnico (en una memoria ex-
rrelacionados. Es lo que llamamos “sistema hipertextual” (sis- terna). Esta es una expresión de turista contemporáneo, que
tema no lineal de almacenamiento), que entroncaría con mo- no vive su viaje sino que lo documenta, sustituyendo la visión
vimientos de ruptura de la linealidad narrativa tan frecuentes por la “visualización”19; incluso se está produciendo un fenó-
en la literatura del siglo XX desde el Finnegans Wake (1939) de meno curioso: se fotografía con el iPad, a pesar de su apara-
Joyce hasta la Rayuela (1963) de Cortázar, pasando por tan- tosidad, para contemplar ya lo que se tiene delante tal y como
tos otros como William Burroughs, y de la que incluso existen se visualizará después. Se asume así la propia definición del
antecedentes en el siglo XIII como la máquina de pensar de concepto “visualizar” en la RAE: “hacer visible una imagen en
Ramon Llull, compuesta por discos concéntricos interconec- un monitor”.
tados, o el Filmváz: A nágyváros dinamikaja de Moholy-Nagy Precisamente McLuhan ya avisó en los sesenta: el hom-
en 1925, hasta llegar al sistema de almacenamiento de datos bre ha empezado a llevar “el cerebro fuera de su cráneo y sus
Memex, ideado por Vannevar Bush en 1945. nervios fuera de su piel”20, algo que sigue un frenético cres-
El hipertexto, según la definición de su inventor, Ted cendo gracias a los dispositivos de almacenamiento digital y,
Nelson, es “the most general form of writing”17. En general, aún más, a los aparatos móviles que llevamos con nosotros.
podemos entender el hipertexto como un particular tipo de Ahora la información es cada vez más fácilmente transmitible,
documento digital que se sirve de la tecnología más común en editable, reutilizable… y, sobre todo, fácil de compartir, lo que
Internet, la web, y que implica un modo no lineal de estructurar parece implicar un vaciamiento de nuestra memoria biológica;
la información, donde el linkes la unidad fundamental que une si no, parémonos a comparar los números de teléfono que sa-
el texto con el motor conceptual del hipertexto. Por tanto, las bíamos de memoria y los que retenemos hoy día.
rupturas son obvias respecto a los principios básicos de la ¿Pero es esto un fenómeno exclusivamente derivado de
escritura impresa: no solo prescinde de la citada linealidad del la digitalización del mundo? Basta ir a los orígenes de la escri-
significante (Saussure), sino también de todo contexto18. tura, tal y como nos los cuenta Platón, para percibir un dilema
La convergencia de la hipertextualidad y de las posibi- más antiguo. En textos como la Carta VII o el Fedro, Platón se
lidades multimedia crean un nuevo tipo de lector, que, ade- muestra crítico con la escritura y toma partido por la oralidad C
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para hacer filosofía y extraer el saber de sí mismo. La aparición da como “electro-biblioteca” por El Lissitzky25, o ideas similares
de la escritura aparece vinculada a la mitología egipcia, inven- que encontramos en Jorge Luis Borges o Alain Resnais, entre
tada por el dios Theuth, y es presentada como phármakon, otros. Este sueño, que se remonta a la Biblioteca de Alejandría,
es decir, un remedio para la memoria y la sabiduría que com- parece posible gracias a la digitalización y puesta en común de
batiría el olvido, si bien Derrida destacó la ambigüedad del las colecciones custodiadas por las bibliotecas y el ofrecimiento
término, que puede ser cura pero también droga, por lo que de fondos privados. Entre los ejemplos más llamativos, la biblio-
Theuth habría hecho pasar un veneno por un remedio. Con teca digital mundial de Google, sometida a cuestiones preferen-
el pretexto de suplir a la memoria, la escritura nos hace más temente comerciales, y proyectos de preservación de la cultura
olvidadizos, no acrecentando el saber que poseemos sino que como la biblioteca digital europea Europeana, que cuenta, entre
lo reduce21. otros, con los fondos integrados de la Biblioteca Digital Hispá-
A pesar de la distancia y dejando al lado la teoría plató- nica de la Biblioteca Nacional, o la Biblioteca Digital Mundial,
nica de la memoria, Platón estaría achacándole a la escritura auspiciada por la Library of Congress26.
algo parecido a lo que se está imputando hoy al texto online, El panorama de acceso a la cultura es impresionante, sin
con la salvedad de que la crítica al texto escrito en Platón apa- embargo, no son pocas las paradojas de esta pulsión enciclo-
rece en muchos casos vinculada a su condición de “discurso pedista, sumida en la trepidante acumulación de conocimiento
fijo” sin posibilidad de interpelación y sin las virtudes de la de nuestros días y la imposibilidad de abarcarla. En cualquier
conversación, fenómenos que precisamente sí se pueden dar caso, ya nadie osa afirmar, como Pico della Mirandola en el siglo
en las plataformas online y con un número de interlocutores XV, que lo sabe todo, más bien hay que saber cómo administrar
enorme dentro de la red global. ¿Esto nos puede conducir a este nuevo phármakon que pone a nuestro alcance todo aquello
procesos ad infinitum? que queramos preguntar.

Mal de archivo Formas de lectura


Es precisamente Derrida quien expone otro problema de la Si pensamos en la conveniencia del libro digital, vuelven las du-
sociedad contemporánea: el “mal de archivo”22, que plantea das y las críticas sobre el “ruido” existente en torno al texto, que
más consecuencias que el término de moda “infoxicación”, dificulta la concentración del lector27. Una vez más se plantea el
no obstante más vinculado al mundo digital, donde Internet libro tradicional como el ideal para sumergirse en la lectura y los
presenta procesos desmesurados para la experiencia y la me- sopotes digitales como un menú de distracciones que fragmen-
moria humanas. tan la experiencia. Sin embargo, habría que preguntarse si no
El actual impulso hacia la memoria colectiva corre el ries- estaremos suponiendo que la lectura en papel permite un grado
go de caer en el abismo del delirio cuantitativo. Hoy hablamos de concentración que no corresponde con la realidad, ya que
de sobresaturación de información, pero al mismo tiempo se hay estudios que demuestran su carácter voluble, poco fijo28.
detecta la pulsión a archivarlo y controlarlo todocon la preten- De todas formas, frente al grado de dispersión de cada
sión de salvaguardar la memoria del olvido. Uno de los pro- lector y la falta de costumbre, siempre existe la posibilidad de
yectos más interesantes que han observado este fenómeno personalizar el acercamiento al contenido y aprovechar o limi-
ha sido Culturas de archivo23, que estudia las estrategias de tar esas “distracciones”, entrando en el terreno de los gustos
construcción-destrucción del archivo, sus prácticas de pro- y las costumbres adquiridas durante tiempo.
ducción de sentido, que implican la creación de realidad des- Quizás la poesía necesite más espacio en blanco, más
de su clasificación, gestión y representación, haciendo espe- silencio; probablemente un móvil no sea lo ideal para leer mu-
cial hincapié en la condición represora del archivo, aunque sin cho tiempo, pero es útil para leer noticias, responder e-mails
olvidar su dimensión como testigo. o conectarse a Twitter o Facebook; sin duda, los libros elec-
Esto enlazaría con aquella historia de una ambición que trónicos no decoran una estancia igual que antes sus herma-
Blumenberg recogió en los últimos capítulos de La legibilidad nos en papel; sin embargo, las ventajas son evidentes, por
del mundo, que ya desde Novalis, que se propuso escribir un la capacidad de almacenamiento, el contenido aumentado, la
“libro absoluto” (visto como una “enciclopedia” o una “biblia”), comodidad del formato personalizable, la calidad de las imá-
se puede rastrear hasta Humboldt, quien con Kosmos intentó la genes, la distribución potencialmente global, la ausencia de
“descripción del universo físico”. Esta aspiración es recogida por límites como la extensión, que en muchos casos dificultan la
Italo Calvino dentro de su capítulo sobre la “multiplicidad”, que producción y comercialización…
comienza con Carlo Emilio Gadda –porque sabía que “conocer Las formas de llegar al público, la promoción y la compra
es insertar algo en lo real y, por tanto, deformar lo real”– hasta lle- también están cambiando. Igual que en la música, se vendan
gar a las grandes novelas del siglo XX, concebidas como enciclo- historias sueltas, como singles sin su álbum. ¿Esto condicio-
pedias “abiertas” que ya nos hacen entender –mucho antes de na la forma de escribir? Lo importante sigue siendo la histo-
estos litigios con lo digital– que “hoy ha dejado de ser concebible ria, pero sí es cierto que la pantalla del ordenador nos remite
una totalidad que no sea potencial, conjetural, múltiple”24. principalmente a “buscar información”, mientras que la tableta
Hoy día nos encontramos con Internet como la gran en- nos devuelve a una experiencia más cercana a la del libro en
ciclopedia abierta, en continuo proceso, que pretende captar papel, que está haciendo que la gente lea más29.
el mundo precisamente en su mutabilidad. Y es ahora cuando Lectores y escritores están cambiando, ante lo que po-
los dos lugares de archivo por excelencia, el museo y la bibliote- demos inquietarnos, como San Agustín al ver a San Ambrosio
ca, quedan empequeñecidos por la gran biblioteca digital, soña- leyendo en voz baja, o apreciar nuevas formas de acercarnos C
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a los relatos, sin plantearnos distancia alguna al mundo. Al Aun así, a muchas empresas les cuesta adaptarse a los
mismo tiempo, se plantea generalmente una escritura para ser tiempos y están más preocupadas por la piratería o por sus lu-
consumida rápidamente en Internet, escuchándose en nume- chas empresariales que por entender y aprovechar realmente
rosas redacciones del mundo que en la Red se leen artículos las posibilidades del nuevo medio.
breves, aunque el éxito de la edición digital del New York Ti-
mes, y otros diarios, parece desmentirlo. Estos “himnos al fue- Oportunidades más que miedos
go lento” demuestran que en la Red todo cabe y que depende Puede que esté ocurriendo lo mismo con la industria del libro
de nosotros la elección. en España. Si nos paramos a pensar en el precio de un libro
Pero lo que se desprende rápidamente es que, en suma, en papel, la distribución es lo que encarece más el precio, a
las cuestiones, los límites, no derivan de un problema formal, lo que hay que añadir la impresión y la venta en librerías o
sino de las transformaciones profundas propiciadas por la cri- similares. Estos gastos rondan el 80-85 % del precio final de
sis económica y por el cambio de modelo de negocio, con un libro, que en el caso digital desaparecen. Aunque haya que
todas las cuestiones sobre derechos de autor y transmisión de invertir en otras plataformas y programación, en ningún caso
la información como fondo de la discusión. el desembolso es ni siquiera cercano a lo que puede resultar
la compra de una imprenta. Este ahorro podría suponer un au-
INDUSTRIA CULTURAL Y DIGITALIZACIÓN DE LA INFOR- mento de ingresos para autores y editores, además de facilitar
MACIÓN el acercamiento entre autor, editor y lector, sin olvidar todas las
posibilidades de contenido aumentado que ya hemos comen-
Sociabilidad y mercado tado. ¿Entonces por qué persiste el inmovilismo en la industria
Ya comenzamos a habituarnos a ver dispositivos electrónicos del libro y su insistencia en el antiguo modelo de negocio?
para leer, comprar libros cuándo y desde dónde queramos, Lo que se está imponiendo son plataformas incompa-
llevar encima una cantidad de volúmenes antes impensable, tibles entre sí, con sistemas de DRM que impiden la lectura
con los que trabajar, anotar, compartir, leer conjuntamente las sencilla del e-book en cualquier dispositivo, con precios simi-
obras… Los ámbitos de aplicación son múltiples, por ejemplo, lares a los de los libros físicos, cuando se han eliminado gran
en la enseñanza ya está cambiando la forma de leer los textos parte de los costes, y con una situación de monopolio que de
escolares, la manera de adquirir conocimiento: puedo leer un nuevo nos remite al encarecimiento de la publicación por su
libro para un trabajo o un ensayo con todos los componen- distribución31. ¿Qué consecuencia tiene esto?
tes de mi clase al mismo tiempo y compartir notas y discutir Fuerza al lector a buscar otras soluciones a esas trabas
sobre lo que estamos leyendo... Todo se está transformando, que le pone la industria, fomentando el pirateo que no se da
¿todo?, quizá no todos los lectores y, menos aún, gran parte en otros productos cuyo precio está ajustado al nuevo mo-
de la industria cultural. delo de negocio. Por ejemplo, el modelo de micropagos, que
Cada vez es más evidente que cualquier conocimiento ha popularizado la tienda de aplicaciones de iPhone y iPad;
que tenga trascendencia tendrá que ser compartido social- ¿quién va a piratear una aplicación que cuesta 0,75 o 2€?, no
mente o no será, aunque haya poderosas plataformas que merece la pena perder el tiempo buscándola. Además, en un
parecen optar por otros posicionamientos, más cercanos al mercado global se pueden incrementar las ventas de forma
modelo de negocio y el tipo de industria que se quiere imponer considerable.
que con las características formales de las publicaciones. Por otro lado, a veces resulta más rápido y fácil el pirateo
Asimismo, la web social muestra que la producción de que la compra a través de engorrosas plataformas de venta
sociabilidad y la producción económica pueden coincidir, ya de libros digitales, donde alguien no muy ávido en el mundo
que la producción de relaciones humanas se puede conver- digital puede verse perdido a la hora de instalar aplicaciones
tir en difusión y rentabilidad económica, llegando a hablar de en varios soportes, darse de alta en webs, sincronizar cuen-
economías “sociales” o de la “afectividad”, debido a que bue- tas, introducir códigos desde otras plataformas para finalizar
na parte de los beneficios empresariales se basan ahora en la el proceso en la aplicación…
generación de situaciones de cooperación y de comunidades El problema es que cuando la industria se dé cuenta
comunicativas. Hoy los nuevos negocios pertenecen a la cre- de ello, baje los precios y facilite el proceso de descarga,
ciente economía de lo inmaterial, donde a diferencia del ca- probablemente ya habrá perdido a un tipo de consumi-
pitalismo tradicional, donde el valor se basa en la escasez, el dores que han adquirido otras “costumbres”, por precio y
valor de los productos informacionales, o de otros productos por simplicidad. Ese es otro de los motivos por los que las
como el software, aumenta con su difusión. Así, las formas actuales plataformas de películas online tampoco triunfan:
de relación humana actúan en el nuevo sistema-red como las pocos títulos, precios abusivos y dificultad de acción con
bases instrumentales de la producción30. esa película.
Nuestra forma de acceso a la información se ha vuelto El rechazo a estas plataformas también se produce por la
social, cada vez se leen más medios online, pero no a través limitación de la capacidad del usuario de hacer lo que quiera
de sus páginas, esas noticias las encuentras en Twitter, Fa- (y no lo que pretende quien vende) con ese producto. Y tam-
cebook, compartidas por tus amigos o por los medios que bién podríamos considerar aspectos de tipo ideológico que
sigues mediante RSS. Esa es la forma de encontrarlas y leer pretenden dinámicas de “procomún”, potenciando licencias
un pequeño resumen de la misma, si con eso no has tenido alternativas al copyright como creative commons o el movi-
suficiente, vas al medio, pero de forma voluntaria e indirecta. miento copyleft, pero que no dejan de ser una parte minúscula C
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del procomún, que debería abarcar también el aire, el agua, el no permiten comentar ni compartir sus artículos, por lo que la
conocimiento científico… capa social que impregna Internet se pierde.
Son otras las lógicas de la propiedad, al margen de mo- Para trasladar una revista a una aplicación debemos te-
vimientos como los de software libre y de código abierto, y es ner en cuenta todo lo que nos ofrece el nuevo medio, debemos
otra la actitud que adquiere un usuario que siente capacidad de incorporar las capas de interactividad, contenidos enlazados,
acción, quizás jugando con la polisemia del término free en cas- comentarios de los usuarios y funcionalidades para compartir
tellano (libre y gratis), en la construcción de un espacio “común” lo que estamos viendo con el resto de la comunidad, si no
no exento de polémica. La preservación de la profesionalidad cumplen estas especificidades, estamos perdiendo todo lo
en la cultura se ha basado en los derechos de autor, que entran más importante que el nuevo medio nos ofrece.
en conflicto también con otros derechos como la privacidad o la Un gran ejemplo de todo esto, y que supone un paso
democratización de la cultura, en los que se amparan las redes atrás, son las aplicaciones “cerradas” creadas por los grandes
de pares. Sin duda, es una situación compleja la que se plantea del software, como Adobe, que nos ofrecen realizar revistas
en las dinámicas propias de las redes, caracterizadas por una y libros digitales con las mismas herramientas con las que
horizontalidad en la que todos somos iguales. construimos un pdf o una publicación para imprimir, más una
Esto nos lleva a pensar en la innovación y en la crea- capa de interactividad y de enlace de contenidos, no permi-
ción de nuevos modelos de negocio basados en estas nuevas tiendo compartir nada, ni subrayar un contenido, copiar o pe-
premisas. Asimismo, considerando las redes más allá de una gar. Es decir, es un pdf aumentado, pero todo ello enlatado en
discusión entre legalidad e ilegalidad, podemos profundizar en un modelo antiguo de no transparencia, no actualización y no
los procesos sociales más que en cuestiones técnicas o lega- compartición. Todo esto ocurre por dos motivos principales:
les. De hecho, dentro del campo de la cooperación colectiva preservar su modelo de negocio y evitar la piratería de esas
en red la capacidad para cooperar es algo que se comprueba revistas, pero lo que nos están ofreciendo es prácticamente la
en el proceso mismo de participación, que no elimina las je- misma revista que hay en nuestra estantería.
rarquías sino que las vuelve flexibles y basadas en el mérito. ¿Cuál podría ser el modelo a seguir para no ser póstu-
Esto nos sitúa en proyectos como Wikipedia32, no exento de mos a nuestro tiempo? Hay muchos, pero uno bastante pro-
faltas, pero que nos muestran una cooperación capaz de ge- bable es el que ofrecen revistas como Creative Review34, que
nerar bienes considerados comunes y universales, es decir, se basa en aportar los mismos contenidos que la revista im-
no sometidos al mercado, y sometidos a un proceso de “obra presa, pero adaptados a los nuevos formatos, evitando así el
abierta” en continua actualización. formato “pdf enlatado” para centrarse en un modelo html de
Este espíritu ya está siendo asumido por institucio- contenidos que podemos copiar, pegar e interactuar con ellos;
nes que crean su propio laboratorio de cultura digital, entre además, cada número se va actualizando día a día con nuevos
otras, Medialab-Prado en Madrid, el CCCB Lab y Platoniq en contenidos que van surgiendo.
Barcelona, ColaBoraBora en Bilbao, o el museo Reina Sofía. Otro modelo fallido es el de los periódicos con plataformas
Sigue siendo una reflexión realizada desde una geoposición como Kiosko, Zinio, Orbyt35, etc., que básicamente son “enhan-
pero que asume el pensamiento en red y el procomún como cedpdf”, nos permiten leer un pdf del periódico físico. Y además
su característica principal, como puede comprobarse en tenemos las propias aplicaciones de los periódicos, la mayoría
Bookcamping, la Fundación Robo, Traficantes de Sueños, muy limitadas frente a modelos más modernos y triunfadores,
el festival Zemos98... De todos ellos, resulta especialmen- no solo por formato sino también económicamente, como la
te significativo para el tema que nos ocupa Bookcamping33 aplicación de The Guardian36, todo un referente porque es sen-
y otros proyectos parecidos de biblioteca colaborativa en cilla, completa, fácil de leer y tiene un contenido excepcional.
Internet. Otra tremendamente atractiva es la de USA Today37, tanto por
En conjunto, todas estas iniciativas nos enseñan que hay diseño como por su facilidad de lectura, o la del New York Ti-
otras formas de hacer cultura y editar libros, diferenciando mes38, que ha recibido muchas críticas por su diseño, totalmen-
también al creador de la industria y replanteando los procesos te alejado de las demás del mismo gremio, pero que tiene el
de producción, que no solo parten de nuevas posibilidades propio ADN del New Yok Times, observas periódico y aplicación
de difusión y distribución, sino también de financiación, como y enseguida ves que transmiten el mismo espíritu en dos me-
son las plataformas de crowdfunding. dios totalmente distintos: texto y más texto, pocas fotografías y
contenido y más contenido. Estas sí son formas de entender los
Cada medio tiene sus características propias: revistas di- nuevos medios y modos de comunicación39.
gitales Frente a este modelo nos podemos centrar en The
Ya hemos insistido en que no se aprovechan las posibilidades Daily40, un periódico totalmente digital, sin edición impresa,
del nuevo medio. En el caso de las revistas hay que recordar que se crea diariamente especialmente para iPad, que apro-
de nuevo que crear una revista digital no es trasladar una exis- vecha todo lo que el nuevo medio ofrece: compartir, interac-
tente exactamente igual al mundo digital. Hay que tener en tividad, inclusión de nuevos formatos…Como dicen en The
consideración las especificidades del nuevo lenguaje, no po- Daily: “leer un periódico o artículos no tiene por que ser algo
demos coger una revista, convertirla en pdf, guardarla como rudo, también puede ser divertido y crear una completa nueva
una aplicación y ponerla en un iPad. Ese es uno de los motivos experiencia alrededor del mundo de la lectura”.Presentar las
fundamentales por los que las revistas en Internet no están noticias y los artículos de una forma distinta es algo que mu-
funcionando, junto con el hermetismo de sus formatos, que cha gente puede considerar banal, pero va con los tiempos, C
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puesto que supone un paso similar al que dieron periódicos cifrar únicamente en un 3-5 % la parte de contenido verbal
y revistas al pasar del blanco y negro al color: la experiencia que aprendemos diariamente. Hoy día, oportunidades como
cambia totalmente. las que hemos presentado, junto con otros fenómenos no lite-
Se transforma el paradigma y, con él, la forma de leer, los rarios como Twitter o WhatsApp, entre otros muchos, nos de-
modos de consumir. El límite es establecido pues por el diseño vuelven a un predominio del texto en la comunicación actual.
y la creatividad, sin olvidar nunca la imaginación. No obstante, De esta forma, este artículo, que no ha sido más que un
el diseño ya no será más cómo se ven las cosas, sino tam- breve intento por establecer un cierto orden entre las palabras
bién cómo se comportan, cómo interactúan, cómo funcionan, y las cosas, se sitúa en la senda de teóricos como Juan An-
cómo se usan, pensando siempre en el usuario. tonio Ramírez y sus estudios sobre el arte de masas41, o los
Lo mismo vale para las industrias. Deben pensar en el pasos que otros recorrieron tras Valéry, como José Luis Brea42,
usuario, pensar de forma creativa, aprender de los errores de quien defendió que el carácter reproducible, omnipresente e
otras industrias en el pasado (la de la música, por ejemplo) ilimitado de algunas formas artísticas nos sitúa dentro de unas
y no únicamente en preservar su modelo de negocio a toda prácticas que pasan del régimen de una economía de comer-
costa. Solo pensando de esta forma podremos publicar en co- cio a una de distribución, ubicua y siempre disponible.
rrespondencia con los nuevos soportes, diseñando para ellos Volvemos ahora al inicial miedo a la tecnología, a esos
y para quien los va a usar. estertores de otras formas de entender la cultura y también a
Proyectar otros mundos las necesarias reservas frente a los que simplemente se fasci-
Libertad del autor, que logra autopublicarse –como ya hicieran nan por el medio, solo que ahora dentro de un panorama que
en su día Marcel Proust, Emily Dickinson o Manuel Gómez de recuerda que la literatura es un acuerdo con el mundo, pero
la Serna– con facilidad, enormes intereses comerciales, di- no con el mundo tal como es, sino tal como queramos que
fusión del conocimiento, poder del usuario… son elementos sea. Asumamos el reto y las posibilidades abiertas por el texto
presentes en estas reflexiones sobre el texto digital que de digital, para seguir leyendo y estableciendo nuevos acuerdos
nuevo vuelven sobre el lector, como aquel que disfruta y apro- con el mundo.
vecha las experiencias pasadas, universalizando cada historia
singular desde su mirada individual, mientras escapa al fluir * Javier Maseda es Director de Creatividad del IED Madrid
de la temporalidad y cree en las palabras como símbolos que ** Pedro Medina es crítico de arte y Director del Área Cultural del IED
postulan una memoria compartida, como afirmaba el Borges Madrid
de El congreso.
Esta es una pasión y una necesidad que atraviesa la his- El presente texto ha sido publicado en El hilo de Ariadna, Madrid:
toria, sin embargo, en la segunda mitad del siglo XX parecía Casa del Lector - Fundación Germán Sánchez Ruipérez - AC/E, 2012,
haber perdido fuerza el texto como constructor de cultura pp. 86-105.
frente al imperio de la imagen, llegando algunos estudios a
C

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