Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Eclesiastés 3:1-6
¿Por qué, cuales son las razones?
Juan Ramón Chávez
Introducción.
G
eneralmente los seres humanos planeamos lo que queremos hacer durante el día o
durante la semana. Por ejemplo: Ir al súper, ir al trabajo, estar con la familia, hacer
ejercicio, estudiar, hacer algún deporte, asistir alguna fiesta, checar el Facebook,
dormir, etc. y tenemos tiempo para todo y si no lo tenemos lo hacemos, porque queremos esas
cosas. Preguntamos: ¿Y el tiempo para Dios? Generalmente no se encuentra tiempo para Dios.
No hay tiempo para ir a la iglesia, para orar, para leer la Biblia, para hablarle a otro de Cristo,
para visitar a un enfermo, etc. Dicen: “Es que el tiempo lo tengo muy justo”, “Es que no hay
tiempo para nada”. Sin embargo, Dios para todo hizo tiempo. El hombre más sabio (Salomón) del
mundo dijo, que “todo tiene su tiempo y todo lo que se quiere tiene su hora”. Hay tiempo para
buscar y hay tiempo para perder. Pero hoy es el tiempo de buscar. ¡Sí! Es tiempo, pero de buscar
a Dios.
Sin embargo, la paciencia de Dios tiene un límite. La gente en el tiempo de Noé lo supo muy
bien. Dios tuvo paciencia con ellos permitiendo que Noé pregonara justicia (2 Pedro 2:5)
según se cree por 120 años (Génesis 6:3). “y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los
llevó a todos” (Mateo 24:39). Porque la paciencia de Dios tiene un punto final. Siglos más
tarde Dios fue paciente mientras conversó con Abraham que le pidió que si había 50 justos no
destruyera las ciudades, después si había 40, después 30, después 20 y después 10 en total 6
veces intercedió por Sodoma y Gomorra y 6 veces Dios estuvo dispuesto a tener paciencia
(Génesis 18:23-33). Pero ya que justos solo era Lot y su familia, Dios decidió sacarlos y
destruir Sodoma y Gomorra. Porque la paciencia de Dios no es para siempre.
Llegará un día cuando la paciencia de Dios se acabara para la gente de hoy. Y Dios empezará
hacer juicio ajustando cuentas. Entonces la gente ahora si querrá hacer lo que Dios le había
estado pidiendo, pero ya será demasiado tarde. El tiempo de su paciencia habrá terminado.
Dios ya no estará disponible. Pablo dice que Jesús vendrá “en llama de fuego, para dar
retribución a los que no conocieron a Dios, ni obedecen al evangelio de nuestro Señor
Jesucristo; 9 los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del
Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:8-9).
Por eso es urgente atender el evangelio ahora, mientras Cristo llama. Hay un dicho que dice:
“Más vale tarde que nunca” o “Nunca es demasiado tarde”. Pero la Biblia enseña que “Más
vale temprano que tarde” y que “tarde es demasiado tarde”. Por eso es mejor venir a tiempo,
mientras Cristo llama. Dios ha determinado un día apropiado para obedecerle. Hebreos 4:7
Dice: “otra vez determina un día: Hoy, diciendo después de tanto tiempo, por medio de
David, como se dijo: Si oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones”. Esperar más
tiempo para el arrepentimiento, para cambiar de vida, para hacerse cristiano, puede ser
demasiado tarde. Hoy es el día.
Jesús mismo dijo a los fariseos: “Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que
me envió. 34 Me buscaréis, y no me hallaréis; y a donde yo estaré, vosotros no podréis
venir” (Juan 7:33-34). Habría un momento en que ellos sentirían necesidad de un Salvador,
pero sería demasiado tarde. Él se habría vuelto de regreso al cielo, y debido a la incredulidad y
No podemos decir como dice Santiago: “Hoy y mañana iremos a tal ciudad, y estaremos allá
un año, y traficaremos, y ganaremos” (Santiago 4:13). Porque no somos dueños del tiempo ni
del futuro. Dios es el que controla todo. Por eso Santiago dice que debemos de decir: “Si el
Señor quiere, viviremos y haremos esto o aquello” (Santiago 4:15). Cuando estamos llenos de
vida nos sentimos muy seguros y creemos no necesitar de Dios. Y no es hasta que Dios nos
llama la atención, que despertamos de nuestra ilusión. Nos damos cuenta que estábamos
viviendo una fantasía. A veces Dios tiene que permitir eventos desafortunados en nuestras
vidas para hacernos reaccionar, de que dependemos solo de su voluntad y que necesitamos
buscarlo. En el A.T era muy similar la gente: Dice el salmista: “Si los hacía morir, entonces
buscaban a Dios; Entonces se volvían solícitos en busca suya” (Salmo 78:34). Es mejor
escarmentar en cabeza ajena, antes que en la nuestra.
Conclusión
Hemos visto que es tiempo de buscar a Dios. Porque Dios no siempre estará disponible,
porque la vida es demasiado frágil y porque Dios recompensa al que lo busca. Aunque a veces
pensamos que no hay tiempo para asistir a la iglesia, orar, leer, la Biblia, visitar al enfermo,
etc. si lo hay. Y si no lo hay, hay que hacerlo. No esperes estar en la cárcel, para darle tiempo
a Dios. No esperes estar en el hospital, para darle tiempo a Dios. No esperes que el medico te
diagnostique una enfermedad terminal para darle tiempo a Dios. No esperes estar divorciado
para darle tiempo a Dios. No esperes estar en una pena o dificultad para darle tiempo a Dios.
Ahora es tiempo para buscar a Dios, mañana puede ser demasiado tarde. La Biblia dice: “Si
oyereis hoy su voz, No endurezcáis vuestros corazones” (Hebreos 3:15). Dios te espera u
nosotros también.