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TEMA 2

Configuración de los equipos de


radiofrecuencia en instalaciones de
sonido

Escuela de Sonido e Imagen ACEIMAR

1º de Sonido en Producciones Audiovisuales


Curso 2020/21

Manuel Amigo Gómez


Entendiendo los sistemas de microfonía
inalámbrica

Los micrófonos inalámbricos se utilizan en espectáculos donde los intérpretes


han de moverse libremente por el escenario sin la limitación que impone la
presencia de un cable.

Los sistemas de microfonía inalámbricos convierten las señales de audio


procedentes de un micrófono o de un instrumento en señales de
radiofrecuencia, que pueden ser transmitidas por el aire desde un emisor hasta
un receptor, donde se volverán a convertir a la señal de audio original.

En todos estos sistemas siempre hay pérdida de calidad: la señal será más
susceptible de recibir interferencias si se transporta por radiofrecuencia que si
lo hace a través de un cable. A esto hay que añadir la pérdida de calidad que
supone el procesado de la señal, tanto en emisión como en recepción, para
poder adaptarla a las características del medio de transmisión. Esto afecta tanto
al ancho de banda de la respuesta en frecuencia como al margen dinámico.

Los sistemas de microfonía inalámbricos están compuestos por una fuente de


entrada que genera señal de audio —como un micrófono o un instrumento—;
un emisor, que normalmente se coloca adosado al cuerpo del intérprete; y un
receptor, que se coloca en la entrada correspondiente del canal de la mesa de
mezclas asignado a ese micrófono. También existen adaptadores inalámbricos
que convierten cualquier micrófono común en un micrófono inalámbrico,
convirtiendo la señal de audio en señal de radiofrecuencia apta para la
transmisión.

El emisor y el receptor han de estar sintonizados —es decir, trabajar en la


misma frecuencia portadora— para que se produzca el transporte de la señal de
radiofrecuencia.
Para minimizar los problemas que pueden aparecer durante el transporte, que
normalmente se presentarán en forma de interferencias, se ha desarrollado la
técnica diversity, que consiste en colocar dos sistemas de recepción en
diferentes lugares del recinto que recibirán las señales del mismo emisor. Es
decir, cada micrófono cuenta con un emisor y dos sistemas de recepción
sintonizados en la misma frecuencia, colocados en diferentes lugares. De esta
forma se puede seleccionar la señal más limpia en recepción. Entiéndase aquí
que puede duplicarse únicamente la antena, o también el módulo de
recepción, todo ello integrado en un mismo receptor como dispositivo físico.
Transmisor de radiofrecuencia

El primer bloque de un transmisor de radiofrecuencia es la entrada de audio:


aquí se realiza la adaptación eléctrica adecuada entre la fuente de entrada y el
resto del dispositivo. Para ello cuenta con unos controles de ganancia
(sensibilidad) y unos conmutadores de impedancia de entrada. Si es necesario
proporcionar alimentación fantasma se activa también desde este bloque.

Posteriormente se encuentra el bloque de procesado o tratamiento de señal.


Aquí se prepara la señal para su transmisión, tratando de compensar las
limitaciones impuestas por el medio. Para ello se somete a la señal de audio a
varios procesos:

Pre-énfasis: consiste en una ecualización que amplifica la señal de audio en la


banda de más alta frecuencia para reducir los efectos adversos de ruido que
existen en esa parte del espectro y que aparecen durante la transmisión en FM.
Compresión: consiste en la compresión del margen dinámico de la señal de
audio, con un ratio de valor típicamente 2:1 para adaptar la señal al rango
dinámico limitado de transmisión FM (50 dB.). El proceso de compresión reduce
el rango dinámico del audio antes de que se transmita.

A continuación se encuentra un limitador, que regula la dinámica de la señal de


audio para evitar saturaciones de esta antes del proceso de modulación de la
misma.

El siguiente bloque es el modulador de radiofrecuencia. La señal de audio se


envía a un mezclador, donde un oscilador controlado por tensión (VCO) genera
una señal portadora de alta frecuencia. Es en este bloque donde realmente se
convierte la señal de audio en una señal de radiofrecuencia mediante una
modulación en frecuencia (FM). El valor de la frecuencia de la señal portadora
varía en función de las variaciones de amplitud de la señal de audio a transmitir,
la combinación de estas dos señales, portadora y audio, da lugar a la señal de
radiofrecuencia que finalmente se transmite.

El último bloque previo a la transmisión de la señal es el del procesado de la


señal de radiofrecuencia. Una vez modulada la señal, se filtra para eliminar las
posibles frecuencias espúreas que hayan podido aparecer durante el proceso de
modulación y se amplifica con la potencia suficiente para lograr cubrir la
distancia requerida en transmisión. En el caso concreto de la microfonía
inalámbrica la potencia de transmisión suele variar entre 10 y 50 mw.

Para asegurar una transmisión eficaz de la energía radiada es conveniente


contar con valores de ROE (Relación de Ondas Estacionarias) cercanos a la
unidad en este bloque final del transmisor. Este parámetro establece la relación
entre la energía aplicada eficazmente a la onda de radiofrecuencia a transmitir
y, la que se pierde, generando además la aparición de ondas estacionarias en la
antena de transmisión que volverán al cuerpo de éste provocando un
funcionamiento indeseado del mismo. Un valor de ROE cercano a la unidad
implica que no existe potencia reflejada, y por tanto tampoco pérdida de
energía

Receptor de radiofrecuencia

El receptor de radiofrecuencia normalmente posee algún tipo de indicador de


tipo vúmetro que permite controlar el nivel de la señal de audio, incluso un
indicador de sobrecarga (overload) que avisará si se produce saturación de
señal. También resulta muy útil que incorpore algún tipo de dispositivo medidor
de nivel de señal de RF. De este modo se puede monitorizar si la recepción, y
con ello la transmisión, se están llevando a cabo correctamente.

El primer bloque del receptor es conocido como Front End. Aquí se realiza el
filtrado dejando pasar sólo la banda donde se encuentre la frecuencia
sintonizada (frecuencia portadora). La calidad del receptor dependerá en gran
medida de la calidad y la precisión de actuación de estos filtros.

Posteriormente se encuentra un amplificador de radiofrecuencia que dotará a


la señal de radiofrecuencia del nivel adecuado para poder seguir trabajando
con ella. Normalmente la señal recibida es débil, debido a que ha sufrido
atenuación por distancia al cubrir el trayecto de transmisión requerido, y
también a que ya de por sí la potencia de partida es de un valor relativamente
bajo —recordemos que oscila entre 10 y 50 mw—.

El siguiente bloque está formado por un oscilador y un mezclador. Los


receptores de radiofrecuencia están basados en la heterodinación de la señal;
es decir, que dependiendo de cuál sea la frecuencia de sintonización (fsint) del
sistema se generará un valor de frecuencia en el oscilador (fvco) de modo que la
resta de ambos valores dé como resultado el valor conocido como Frecuencia
Intermedia (10.7 MHz. en los sistemas que utilizan demodulación FM, fsint – fvco
= FI). Esta circunstancia permite que todos los procesos posteriores,
principalmente la demodulación, se realicen siempre en los mismos valores de
frecuencia independientemente de la frecuencia de sintonización del sistema,
lo que conlleva una simplificación en el diseño y una mejor calidad en el
tratamiento de la señal al minimizar los errores de operación y procesado de
esta.

El ancho de banda del filtro de Frecuencia Intermedia determina la


selectividad del sistema: si presenta una alta selectividad puede operar con
frecuencias de trabajo más próximas. Una vez que se ha rebajado la señal al
valor de frecuencia intermedia se procede a la demodulación de esta, en este
caso se realiza una demodulación FM extrayendo la señal de audiofrecuencia
para tratar de restaurarla a su estado original.

Una vez que se tiene señal de audio se lleva a cabo su procesado o tratamiento.
Aquí se devuelve a su estado inicial tratando de compensar las limitaciones
impuestas por el medio de transmisión. Para ello se somete a la señal de audio a
varios procesos complementarios a los llevados a cabo en el módulo de
transmisión, recordemos que estos fueron pre-énfasis y compresión, por lo que
ahora se somete a la señal a procesos de de-énfasis y expansión.
De-énfasis: consiste en una ecualización que atenúa la señal de audio en la
banda de más alta frecuencia. Cuando se combina con un “pre-énfasis” en el
transmisor, se reduce el ruido de alta frecuencia hasta 30 dB.

Expansión: consiste en la expansión del margen dinámico de la señal de audio,


con un ratio de valor típicamente 1:2 para devolver la señal a su rango dinámico
original. El propósito del proceso de compresión/expansión, más conocido como
companding o compander, es conservar la proporción original de la señal a
ruido.

Cada fabricante diseña companding diferentes, utiliza ratios de compresión y


expansión levemente diferentes, y tiempos de ataque y recuperación también
dispares, lo que origina que los sistemas no sean realmente compatibles entre
sí, esto sucede incluso dentro de la misma marca en diferentes gamas. Esta es la
circunstancia que hace que los sistemas no sean del todo compatibles entre sí,
puede suceder que se transmita y se reciba la señal de radiofrecuencia; pero no
se escuche la señal de audio con suficiente calidad.

Este procesado puede ser también multibanda. Tiene el inconveniente de que


suele introducir algo de ruido en graves, y además sucede que cada marca
coloca la frecuencia de corte en un valor diferente, y utilizan tiempos de
ataques y recuperación también dispares en cada banda que hace a los
sistemas menos compatibles aún. Existirá transmisión-recepción; pero con mala
calidad de audio.

El último bloque del receptor es un amplificador de audio que aporta a la señal


la ganancia suficiente para poder entrar en el previo de la mesa de mezclas.

Para mejorar la recepción de la señal de radiofrecuencia, que suele verse


comprometida por la existencia de ruido e interferencias, se ha diseñado un
sistema conocido como Squelch, que consiste en un silenciamiento automático
de la señal de entrada cuando esta no se adapta a las condiciones requeridas.
Se puede producir de dos modos diferentes
• Por amplitud (threshold). Si la señal recibida tiene un nivel inferior a un
umbral marcado por el usuario en el receptor ésta se silencia
automáticamente. Presenta el inconveniente de que no detecta las
interferencias, de modo que si la señal entrante tuviera un valor de
energía superior al umbral, pero con interferencias, el squelch
permanecería abierto y la señal seguiría su curso. Su ajuste óptimo es
justo por encima del ruido máximo existente en cada momento.
• Por tono piloto codificado o subtono. Se emite un tono en un valor de
frecuencia concreto cuando se está transmitiendo señal de
radiofrecuencia desde el emisor al receptor. El receptor comprueba las
señales entrantes y chequea si el tono piloto de alta frecuencia está
presente. Si está presente deja pasar la señal al receptor; si no lo
encuentra, el receptor asume que la señal no es de su propio transmisor y
se mantiene silenciado incluso si la señal de interferencia es muy fuerte.
En el proceso de encendido, la portadora emite instantáneamente, y el
tono se incorpora después de que la señal de RF se estabilice. De esta
forma se enmascara cualquier ruido de encendido. En el proceso de
apagado, el tono deja de emitirse inmediatamente silenciándose así el
receptor, la portadora se desconecta después, de esta forma se
enmascara cualquier ruido de apagado. Los sistemas de silenciamiento
por tono piloto pueden ser engañados por una intermodulación que se
produzca justo en ese valor de frecuencia.

TRABAJANDO CON SISTEMAS DE MICROFONÍA INALÁMBRICA

Ajuste de ganancias
Se han de ajustar las ganancias tanto en emisión como en recepción de los
equipos para que la transmisión sea lo más limpia posible. Interesa que los
transmisores emitan a la mayor potencia posible; se puede asignar más
potencia de emisión a los micros principales y menos potencia al resto —es una
forma de asignar prioridades—. Dependiendo de la distancia a cubrir y del
equipo que se utilice, será conveniente aumentar la potencia de emisión, o la
ganancia del sistema de recepción.

Si existen dos señales en la misma frecuencia, moduladas en FM, el receptor


demodula la que tiene mayor nivel, y sólo se escucha una señal. Puede suceder
que vaya saltando de una señal a otra, pero nunca se escucharán las dos a la
vez, como sucedería en AM. Selecciona y demodula la que tenga más nivel, con
3 o 4 dB más es suficiente.

Adaptación de impedancias
Es necesario llevar a cabo una buena adaptación de impedancias para
conseguir un equipo estable y con máximo rendimiento. En RF se trabaja con
una impedancia de 50 ohmnios; si la línea de transmisión se cierra con una
impedancia distinta, parte de la energía que recibe se refleja hacía el transmisor,
devolviéndola a la antena del transmisor en forma de ondas estacionarias. Se
trata de energía que no se radia y se desperdicia.
Antenas
Las antenas se colocarán cubriendo la zona de trabajo, en la medida de lo
posible en campo abierto, siempre por encima del público y lejos de cualquier
superficie de reflexión, así como fuentes potenciales de interferencias.

Cableado y conectores
El cableado ha de estar completamente extendido, nunca enrollado. Si se
enrolla, se forma una bobina que hace las veces de antena, y que recibe señal
electromagnética que introduce interferencias sobre la señal de RF que está
recibiendo.

Se ha de realizar la tirada de cables evitando campos magnéticos y factores de


curvatura de cable, tratando de minimizar los puntos de conexión. Es
importante verificar los conectores (limpieza, conexión entre cable y conector,
…) y utilizar los que sean estancos.

Pilas
Se han de utilizar baterías profesionales, porque estas ofrecen siempre un valor
de voltaje constante (típicamente se suele trabajar con pilas de 1.5 voltios)
independientemente de la carga que tengan. Las no profesionales solo dan ese
voltaje cuando están a plena carga, y trabajar con variaciones de voltaje puede
dañar los equipos.

Las pilas duran menos si se trabaja a volumen más alto, o si el micrófono se sale
de rango, porque busca la zona de cobertura, busca su señal de RF y gasta más
batería.

Interferencias y señales no deseadas


La selectividad es la habilidad de un receptor para responder a la señal deseada
y rechazar señales de los canales adyacentes. Para evitar las interferencias es
necesario detectar y minimizar las frecuencias co-canal (frecuencias con la
misma portadora) y también las presentes en la banda adyacente, por si
hubiera emisores con anchos de banda que entran dentro del ancho de banda
de otro emisor o frecuencias portadoras que entran dentro del ancho de banda
de otras.

En una recepción de radio utilizando un receptor superheterodino, la


frecuencia imagen es una frecuencia de entrada no deseada que es capaz de
producir la misma frecuencia intermedia que la frecuencia de trabajo.

Las interferencias eléctricas suelen ser causadas por motores de inducción,


ordenadores, equipos de soldadura, equipos de iluminación regulada, dimmers,
y sobre todo, dispositivos de iluminación LED.

Las interferencias de RF suelen ser causadas por otros sistemas inalámbricos,


emisiones de televisiones, radios, etc…

Se denomina modulación IMD (o intermodulación) a la modulación de las


frecuencias de las ondas electromagnéticas que se producen cuando las ondas
interactúan a medida que son transmitidas a través de un sistema electrónico
no lineal. El resultado de esto son nuevas frecuencias que causan interferencias:
son los conocidos productos de IMD, y responden a unas fórmulas que se
muestran a continuación.
Las IMD (interferencias por intermodulación) que más nos molestan son las de
tercer orden de dos transmisores, que son las que más energía tienen. También
las de tercer orden de tres transmisores, y quinto orden de dos transmisores.

La intensidad de las intermodulaciones es proporcional al cuadrado de la


potencia de transmisión e inversamente proporcional al cuadrado de la
separación entre los transmisores.

Tres transmisores
Dos transmisores

Para monitorizar las señales presentes en el espectro de radiofrecuencia que


pueden interferir con el sistema a plantear, y para poder realizar una adecuada
coordinación de frecuencias, se utilizan diferentes herramientas. Destacan las
siguientes:

• RF Explorer: analizador de espectro de mano.


• Wireless Workbench: SW de la marca Shure.
• Wireless Systems Manager: SW de la marca Sennheiser.

Chequeo
Para realizar un chequeo de un sistema de radiofrecuencia es conveniente
seguir un plan de trabajo, que bien puede ajustarse al siguiente: se encienden
todos los emisores de microfonía inalámbrica y de in-ear —que suelen ser los
que dan problemas, ya que emiten la señal—. Posteriormente se va chequeando
la señal en los receptores uno a uno; se chequea la señal de RF y la señal de
audio.

Puede suceder que aparezca suciedad (ruido) en los sistemas. Dependiendo del
nivel de ruido existente se puede trabajar en esa frecuencia o no; si la señal de
RF es al menos un 60% superior a la señal de ruido, la enmascarará y no habrá
problemas.

Los in-ears se chequean sin audio (en mute), y con la ganancia al máximo, así
cualquier mínima interferencia se percibirá mejor. Durante el espectáculo es
muy recomendable bajar la ganancia; para ello hay que salir de la mesa de
mezclas con un buen nivel de señal. Se puede chequear una pasada con el
transmisor apagado y observar si en alguna posición se cuela alguna señal. Las
demás pasadas se harán con la portadora encendida y así se detecta si falta
cobertura o alguna interferencia consigue anular el squelch.
Es muy habitual trabajar con sistemas "spare" que están sintonizados en
frecuencias de reserva. A veces sólo se dejan las frecuencias de reserva, o
incluso el sistema completo, ya preparado, con micrófonos de reserva
funcionando en frecuencias adicionales, de modo que si falla algo se utiliza ese
sistema.También hay espectáculos en los que a los artistas principales se les
ponen dos micros, y van con dos petacas y dos micros trabajando en diferentes
frecuencias. Si falla alguno se conmuta al otro, cerrando o abriendo el que
interese en cada momento directamente en la mesa de mezclas —donde se
controlan como dos señales independientes—.

Bandas de trabajo y equipo

Bandas de trabajo
Las bandas de trabajo para los sistemas de radiofrecuencia son típicamente las
bandas de VHF (Very High Frequency) y UHF (Ultra High Frequency). La ventaja
principal de funcionamiento en UHF es que hay menos probabilidad de
interferencia debido al mayor espectro de frecuencia disponible y menor
cantidad de sistemas funcionando. Se puede trabajar con potencias mayores y
antenas más pequeñas; eso sí, los sistemas son más caros y la calidad de la señal
de audio es peor que en los mejores sistemas VHF.

Los sistemas VHF son más baratos, hay más variedad de productos y de niveles
de calidad. Suelen ser más fáciles de utilizar y están implementados para
trabajar en peores condiciones. Los sistemas de distribución de antenas en esta
banda suelen ser también más fáciles de implementar y más económicos. La
gran desventaja es que hay menos frecuencias disponibles, lo que genera que
haya más probabilidad de interferencias.

Las interferencias debidas al equipo eléctrico, dispositivos digitales,


ordenadores y equipos de iluminación también son generalmente menores en
las frecuencias de UHF, debido a que el ruido de estas fuentes se vuelve menos
intenso a medida que la frecuencia de trabajo aumenta.

A continuación se muestran las frecuencias y potencias legales en España:

• Potencia máxima autorizada de 10 mW y 50 mW.


• Se permite emisión de banda ancha (200 kHz)
• VHF1: 31,500-31,750-37,850-38,300-38,550 MHz.
• VHF2: 174,100-174,300-175,500-176,300-179,300 MHz.
• VHF3: 188,100-188,500-189,100-191,900-194,500 MHz.
• UHF: 470-786 MHz, en los espacios entre canales de TV, canales de 200
kHz potencia máxima de 50 mW.
• 823-832 MHz: canales de 200 kHz. potencia máxima 20 mW.
• Banda 863-865 MHz: 10 canales de 200 kHz potencia máxima de 10 mW.
• Banda 1.785-1.800 MHz: 74 canales de 200 kHz potencia máxima de 10
mW.
• Banda de 1.880-1.900 MHz.: canal de 1728 kHz. potencia máxima 250 mW.
Equipos

Antenas
Las antenas se sintonizan para una frecuencia o rango de frecuencias
particular. El tamaño de la antena es proporcional a la longitud de onda de la
señal que se quiere captar.

Un aumento de 6 dB en la potencia de transmisión incrementa un 50% el rango


de la antena y viceversa.

Las antenas se suelen colocar sobre pies de micro. Las antenas pasivas son de
doble utilidad, pueden emitir o recibir señal. El diseño de las antenas, sobre todo
en los transmisores, es crucial para el buen funcionamiento del sistema.

Las antenas más utilizadas en sistemas de RF son: helicoidal para los sistemas
in-ear, LPDA (Log-Periodic Dipole Array) para los micrófonos, y fractal para las
intercoms.
La antena LPDA (Array de dipolos) es un arreglo o combinación de varios
dipolos espaciados de forma logarítmica, lo que permite direccionar el ángulo
de recepción entre 50º y 70º —dando una mayor ganancia en su eje— y cubrir
un mayor ancho de banda; es decir, crear un patrón de directividad
determinado. Se consigue una antena directiva, que se podrá apuntar a la zona
que se necesite cubrir —por ejemplo, un escenario—, rechazando las
interferencias que puedan venir por la misma frecuencia de transmisión desde
otros puntos. En este tipo de arreglos todos los elementos son activos, no como
en la Yagi que cuenta con elementos pasivos (director y reflector).

El ancho de banda de trabajo es muy amplio; puede ser de unos 470-960 MHz,
pudiendo llegar a aportar entre 6 y 9 dB más de ganancia que una antena
isotrópica. Es ideal para la recepción de microfonía utilizando la técnica diversity.

La antena helicoidal posee un patrón de cobertura bastante estrecho, entre 60º


y 75º. Concentra más energía en el haz, consiguiendo así mayor alcance. Se
denomina de este modo porque el elemento activo de la antena tiene una
estructura de hélice, que provoca el giro de los campos electromagnéticos al
atravesarlo.
La polarización es circular y normalmente responde al mismo giro que las
agujas del reloj; polariza con su antena receptora en todas las posiciones. Se
suele colocar con bastante altura para conseguir una mayor cobertura, resulta
ideal para utilizar en las transmisiones de in-ear en grandes espacios.

El ancho de banda de trabajo es muy amplio, pudiendo llegar a aportar entre 8


y 11 dB. más de ganancia que una antena isotrópica. Es una antena directiva.

Cables
Se utilizan cables de tipo coaxial RG-58, RG-59 o RG-213, que tienen una
impedancia de 50 ohm. Es necesario comprobar el rango de trabajo. Han de
tener la impedancia adecuada y estar en buen estado. Cuanta mayor sea la
sección, mayor es la calidad del transporte de la señal y se asegura tener menos
problemas en el sistema. Los cables en RF han de dejarse extendidos, y tener
precaución de no pasar cerca de pantallas de TV, LED u ordenadores.

Siempre que sea posible se tendrá en cuenta el minimizar la longitud del cable
coaxial a cambio de alargar el cable de señal de audio. La pérdida introducida
por el cable influye mucho más en el transmisor que en el receptor.

Conectores
Es una de las partes más débiles en cualquier instalación. Es imprescindible
revisarlos comprobando que no tienen golpes, que existe una buena soldadura
y el pin del vivo está en buen estado. Nunca han de estar en contacto con otros
materiales conductores.
BNC (0-3 GHz). El BNC es un conector no muy adecuado para RF por las
aberturas que tiene, no es estanco.

TNC (0-11 GHz): igual que el BNC, pero con rosca. Este sí es estanco.
Tipo N (0-18 GHz): es muy parecido al BNC, de tamaño un poco mayor y con
rosca, y también estanco.

Tipo PL: muy parecido al tipo N, con el vivo un poco mayor.


Distribuidor o splitter
Fundamental para sistemas multicanal. Es un sistema de distribución de
antenas activo (amplificado) o pasivo (no amplificado), diseñado para extender
un sistema de transmisión al dividir la señal procedente de un par de antenas
entre varios receptores. Recibe la señal de radiofrecuencia completa, y con esta
alimenta a los receptores que estarán sintonizados en la frecuencia que interese
recibir.

Se utiliza en racks en microfonía para conexionar la salida de una antena a


varios receptores. Es necesario considerar el rango de trabajo y las pérdidas si
son pasivos y las ganancias si son activos. Si son pasivos tendrán unas pérdidas
de al menos 3 dBs, ya que dividen la potencia entre sus puertos de salida.
Combinador
Fundamental para sistemas multicanal; combinan varias señales en una única
salida. Se suele utilizar para emitir con una única antena la señal de los
diferentes transmisores, o sea que varias señales de transmisión van a una
misma antena. Se utiliza en racks de in-ears.

Es necesario considerar el rango de trabajo y las pérdidas si son pasivos (unos 3


dBs) y las ganancias si son activos. Los sistemas activos permiten combinar la
salida de varios sistemas de transmisión, como IEM e intercom, no presentan
pérdidas y son más inmunes a las intermodulaciones. Existen sistemas activos
con ajuste de potencia, que permiten combinar transmisores con diferentes
niveles de potencia, con ajustes de potencia independientes.
Filtros
Los filtros internos a los dispositivos tratan de eliminar todos los armónicos
generados por el amplificador, frecuencias imagen, etc. Las formas de filtrar de
manera externa serían disminuyendo en todo lo posible el ancho de banda de
trabajo de las antenas, combinador, splitter... así se conseguiría atenuar todas las
señales fuera del rango de trabajo. También se pueden utilizar filtros externos y
optimizar la medida de la antena.

Amplificador (booster)
Compensan la pérdida de un cable en la recepción de RF y se colocan en lo que
se conoce como el in (la entrada) de un cable coaxial. Amplifican la señal a la
salida de la antena, y pueden ir integrados en la antena o independientes a ella.
Con la utilización de estos dispositivos se incrementa la distancia de trabajo o la
cobertura.

Necesitan alimentación para funcionar, pueden trabajar por pasos o de forma


automática, estos últimos detectan la longitud del cable e introducen la
amplificación que corresponda.
Se ha de considerar que los equipos de microfonía inalámbrica (transmisores,
receptores, combinadores, distribuidores, etc) se calientan mucho y es
recomendable dejar espacios para la ventilación.

A veces es más cómodo poner los distribuidores (splitter) y combinadores en el


centro del rack. El cableado coaxial puede ser el más delicado mecánicamente.
Es necesario considerar las pre-escuchas para poder chequear la señal de los
equipos presentes en la instalación, y para ello es ideal contar un sistema aviom
y un patch de conectores bantam.

Racks

Se ha de considerar que los equipos de microfonía inalámbrica (transmisores,


receptores, combinadores, distribuidores, etc) se calientan mucho y es
recomendable dejar espacios para la ventilación.

A veces es más cómodo poner los distribuidores (splitter) y combinadores en el


centro del rack. El cableado coaxial puede ser el más delicado mecánicamente.
Es necesario considerar las pre-escuchas para poder chequear la señal de los
equipos presentes en la instalación, y para ello es ideal contar un sistema aviom
y un patch de conectores bantam.
Radiofrecuencia: la tecnología Diversity

Las ondas de radiofrecuencia se desplazan directamente desde la antena de


transmisión a la de recepción en línea recta. La intensidad de la señal recibida
depende inicialmente de la potencia aplicada en el transmisor y la distancia
entre las antenas del sistema, y también de la interacción de las ondas con los
objetos que encuentran a su paso, que pueden provocar atenuaciones y
reflexiones de las mismas.

Los diferentes trayectos en la transmisión de la onda de radiofrecuencia dan


lugar a la onda directa y sus reflexiones. Cada una de ellas posee diferente nivel
y fase, de modo que la señal en la antena de recepción será una combinación
de estas, y como consecuencia variará el nivel y la fase de la señal total recibida.

La transmisión multitrayecto puede producir cancelaciones de señal en el


receptor debido a que la señal captada por la antena del receptor es la
combinación de todas estas señales diferentes que han recorrido diferentes
caminos hasta llegar al mismo punto, dando como resultado una señal
combinada muy débil.

La tecnología Diversity se desarrolla para minimizar el efecto de cancelación


de la propagación multitrayecto y extender el rango operativo útil de los
sistemas inalámbricos. Para ello, los receptores diversity cuentan con dos
antenas y/o dos módulos de recepción en el mismo dispositivo. Los circuitos de
conmutación en el receptor seleccionan bien la señal de radiofrecuencia de una
de las antenas, o bien la señal de audio de cada uno de los módulos de
recepción, teniendo en cuenta cuál proporciona una mejor calidad de señal,
mayor nivel de radiofrecuencia o mayor relación señal/ruido, dependiendo del
funcionamiento interno de cada uno de ellos.
Las probabilidades de que haya cancelaciones simultáneas en ambas antenas
es relativamente baja, por lo que los receptores diversity proporcionan
inmunidad casi completa contra interrupciones debidas a la propagación
multitrayecto.

En los emisores se cuenta sólo con una antena, debido a que si se emite la
misma frecuencia desde dos puntos distintos se crean intermodulaciones e
interferencias, y se producirían cancelaciones con mayor probabilidad. Las
antenas de recepción han de estar separadas al menos un cuarto de la longitud
de onda que se esté sintonizando, y colocadas con un ángulo de abertura de 45º
para conseguir la máxima separación entre sus puntas. Es necesario utilizar el
mismo tipo de cable y de la misma longitud para cada una de las antenas del
sistema diversity.
La tecnología Dual diversity solo analiza el nivel de señal de radiofrecuencia y
no analiza la relación S/R de la señal de audio procedente de la antena
seleccionada. Sólo tiene un módulo de recepción en su interior.

La tecnología True diversity cuenta con dos antenas y dos módulos de


recepción diferentes, no solo se tiene en cuenta el nivel de radiofrecuencia, sino
el nivel de la señal de audio, de modo que la conmutación se realiza sobre la
propia señal de audio, no de radiofrecuencia. Existen modelos que “suman” la
señal de audio que recogen cada uno de los módulos de recepción, tratando de
mantener un nivel de salida constante.

Métodos de diversity

Conmutación de antena

Se conectan las dos antenas a un switch y el receptor va conmutando a la que


tiene mejor señal de radiofrecuencia. Si la señal es débil en las dos antenas
estará continuamente conmutando de una a otra y no resulta una buena
solución.
Suma pasiva de antenas

Se va sumando la señal de las antenas que han de estar separadas al menos λ/2,
de modo que ninguna señal individual será mejor que la señal suma final. Se
suelen colocar las antenas con diferentes polarizaciones. Este sistema permite
que no se cancele nunca la señal pero la suma es siempre menor que la mejor
de las partes, siempre hay una antena sola que tendría mejor señal que la suma
de las dos. La ventaja es que así se asegura que nunca haya cancelación.

Conmutación de fase de antena

Se cambia la fase de la señal de una de las antenas cuando se detecta que tiene
cancelación de fase y entonces se suman las señales. La mayoría de los sistemas
cambian la fase 180º, también hay sistemas que no introducen un cambio de
fase completo como algunos de la marca Lectrosonics.

Conmutación de la señal de audio

Se tienen dos módulos de recepción (true diversity) integrados en un


dispositivo, y entonces se conmuta la señal de audio ya demodulada, no de
radiofrecuencia. Se analiza el nivel de la señal RF pero la conmutación se
produce en la señal de audio. Es el sistema más común hoy en día.
Algunos de estos sistemas cuentan con un potenciómetro de panorama, que
permite combinar el audio que sale de cada uno de los módulos de recepción
del dispositivo.

Diversity de frecuencia

Se trata de una transmisión que se realiza en dos valores de frecuencia


diferentes y dos módulos de recepción sintonizados en esos dos valores de
frecuencia. Una vez demoduladas las señales, se procede a la combinación de
las señales de audio procedentes de las dos frecuencias de recepción. Para ello
estos sistemas cuentan también con un potenciómetro de panorama.
Sistemas digitales de TX-RX por radiofrecuencia

Los sistemas inalámbricos digitales utilizan algoritmos propietarios para


codificar audio digital en un formato analógico. Son capaces de transmitir con
robustez sobre enlaces de radio en FM analógico, siendo inmunes a ruidos de
transmisión. La transmisión por RF, eso sí, se mantiene en el dominio analógico.

Se los denomina también sistemas híbridos, porque operan con la señal de


audio en formato analógico y digital dependiendo del bloque que atraviese la
señal.

Los sistemas inalámbricos digitales (micrófonos o monitores in-ear) realizan


conversiones analógico/digital y digital/analógico de la señal de audio, contando
por ello con una mayor fidelidad de la misma, que presenta varias ventajas en
cuanto a calidad se refiere:

• Respuesta en frecuencia más plana, y con más ancho de banda.


• Rango dinámico superior y mejor relación señal-ruido
• Menos artefactos audibles procedentes del procesado “companding”

No necesitan los procesos de companding ni pre-énfasis/de-énfasis, lo que


mejora la calidad de la señal de audio en todo el proceso de transmisión-
recepción. Utilizan el ancho de banda de audio completo, de 35 Hz a 22 kHz.

El ancho de banda necesario para una transmisión digital inalámbrica de alta


calidad depende de la cantidad de información digital transmitida, y de la tasa
de transmisión. En la práctica, el ancho de banda está limitado física y
legalmente, y esto restringe la cantidad total de información a transmitir.

En los sistemas de transmisión de audio digital se requiere un ancho de banda


que sea al menos equivalente a una señal del bit rate de la señal de audio digital
original a transmitir. Por ejemplo, el bit rate de audio digital en calidad CD es de
16 bits x 44.1 kHz = 705.6 kbps (bits por segundo). Hay sistemas de más calidad,
trabajando a 24 bits y 48 kHz; estos cuentan con un bit rate de 24 bits x 48 kHz =
1152 kbps.

Por tanto, para transmitir audio digital en calidad CD se necesita un ancho de


banda de 705.6 kHz, y para transmitir audio digital de alta calidad se necesita un
ancho de banda de 1152 kHz. Teniendo en cuenta las limitaciones legales de
transmisión, es completamente inviable, e ilegal, transmitir estas señales. La
forma de hacer posible la transmisión de tal cantidad de información es
someter al flujo de datos resultante a un proceso de compresión hasta
ajustarlo al ancho de banda permisible de 200 kHz.

En efecto, en los sistemas inalámbricos digitales es necesario adaptar los datos


transmitidos a los límites del ancho de banda utilizando técnicas de compresión
y codificación de datos. Estas se basan en los conocidos códigos de canal, que
implican un proceso de codificación de los datos en el transmisor y, un proceso
complementario de decodificación de la información transmitida en el receptor.
Este proceso es conceptualmente similar al compandig que se realiza en los
sistemas analógicos, con la salvedad de que aquí es llevado a cabo en el
dominio digital. Bien implementado, el audio resultante puede tener las
ventajas en cuanto a calidad mencionadas anteriormente: mayor respuesta en
frecuencia (más ancho de banda), mayor margen dinámico (mejor relación
señal-ruido) y menos artefactos audibles que en los sistemas tradicionales
analógicos. Además, el esquema de transmisión digital puede ofrecer alguna
mejora en el rendimiento de radiofrecuencia, así como la posibilidad de
encriptado de datos.

El nivel más alto de implementación digital utiliza un camino de transmisión


completamente digital. La señal de audio de entrada se digitaliza en el
transmisor y permanece en el dominio digital hasta la salida del receptor, que
últimamente se viene realizando mediante el protocolo de audio digital en red
Dante.

Existen niveles “intermedios” de digitalización en la microfonía inalámbrica,


en los que la transmisión se realiza en el dominio analógico, mediante
portadoras analógicas (FM) o digitales (FSK o PSK). También existen sistemas
que realizan una modulación completamente analógica devolviendo la señal al
dominio analógico justo antes de este proceso, de modo que todo el procesado
de la señal de audio se lleva a cabo en el dominio digital, y todo el procesado de
la señal de radiofrecuencia se lleva a cabo en el dominio analógico.

El método básico de transmisión de datos digitales en una señal de


radiofrecuencia implica la modulación de la portadora en pasos discretos, un
proceso llamado "shift keying". Se puede hacer mediante variaciones en el valor
de la frecuencia (Keying de cambio de frecuencia o FSK), o en el de la amplitud
(Amplitude Shift Keying o ASK), o en de la fase (Phase Shift Keying o PSK). Se
trata de modulaciones digitales con portadora analógica, es decir que la
transmisión de la información digital (señal moduladora) se realiza mediante un
medio analógico (señal portadora o modulada). La modulación que se utiliza
normalmente es del tipo FSK o PSK.
Para reducir la velocidad de datos digitales a transmitir, es decir, el ancho de
banda a utilizar, es necesario llevar a cabo algún tipo de compresión de datos.
Existen de dos tipos, sin pérdidas y con pérdidas. Los primeros reducen el flujo
de datos mediante la codificación de datos en formas más cortas y, los
segundos obtienen menos tasas de reducción de datos a cambio de restaurar
exactamente el flujo de datos original. Cada códec implica una solución de
compromiso entre el grado de compresión de datos alcanzado, la calidad de
audio y tiempo de procesamiento (latencia).

Los codecs utilizados dividen el ancho de banda audible en varias subbandas,


procesando cada una de ellas de forma independiente utilizando diferentes
ratios de compresión en función de las necesidades de cada señal de audio
particular. El flujo de datos resultante de este proceso modulará la salida del
transmisor, normalmente mediante modulación de tipo FSK o PSK. En el
receptor se restaura la señal correspondiente a cada subbanda hasta conformar
la señal de audio completa original.
Debido a que la información que se transmite está codificada digitalmente, la
inmunidad al ruido es mucho mayor de lo que un sistema analógico puro
puede conseguir.

Los sistemas digitales presentan una mayor eficiencia espectral, debido a que
pueden gestionar más sistemas simultáneamente en el mismo ancho de
banda.
En ellos hay que considerar la latencia que introducen los conversores A/D, D/A,
los DSPs y los codecs. En los sistemas de directo es necesario mantener la
latencia en valores inferiores a 5 mseg.

En general, los sistemas digitales presentan las ventajas implícitas al audio


digital, como son la restauración de la información en caso de pérdida parcial, la
compresión y la codificación para ocupar menos espacio en la transmisión a
cambio de perder algo de calidad en la señal de audio, y la posibilidad de
encriptación de la información.

Transmisor digital

El diagrama de bloques de este transmisor digital cuenta con una entrada de


señal analógica que ataca a un preamplificador donde se realizan los mismos
ajustes de ganancia e impedancia de entrada que se llevaban a cabo en un
receptor analógico.

El siguiente bloque que se observa es un conversor analógico digital A/D,


donde se transforma la señal analógica al dominio digital. A continuación se
encuentra el bloque de procesado, conocido como DSP (Digital Signal
Processor). En esta parte se realiza la compresión de datos y la codificación en
subbandas para adaptar la señal de audio digital a las limitaciones impuestas
por el sistema de transmisión.

A continuación se produce la conversión digital a analógico, para proceder a la


modulación de la señal de audio en el dominio analógico para prepararla para la
transmisión que se sigue realizando en el dominio analógico también.

Finalmente, un amplificador de radiofrecuencia proporciona la potencia de


transmisión necesaria, legalmente establecida entre 10 y 50 mw.
Receptor digital

El diagrama de bloques de un receptor digital cuenta con un primer bloque


conocido como Front End. Aquí se realiza el filtrado, dejando pasar sólo la
banda donde se encuentre la frecuencia sintonizada.

El siguiente bloque está formado por un oscilador y un mezclador, que


rebajarán la frecuencia de sintonización al valor de frecuencia intermedia. Ahí
se la somete a la amplificación necesaria para poder realizar la demodulación
de la señal extrayendo la señal de audiofrecuencia para tratar de restaurarla a
su estado original.

A continuación se encuentra el conversor analógico digital A/D que


transforma la señal recibida al dominio digital, codificándola en subbandas y
sometiéndola al procesado complementario al que ya se la sometió en el
equipo transmisor. Además realizará procesos inherentes al audio digital, como
pueden ser corrección de errores, restauración de la base de tiempos para
sincronización, y desencriptación de la señal siempre y cuando resulte
necesario.

Finalmente, se encuentra el conversor digital analógico que realizará el


procesado complementario para restaurar la señal de audio analógica original.
Una vez de vuelta al dominio analógico se encuentra el amplificador final de la
salida del sistema, que ajustará la salida de audio al nivel requerido.

En estos casos, únicamente el procesado de la señal —es decir, las operaciones


equivalentes a los procesos de companding y pre-énfasis y de-énfasis que se
llevan a cabo en los equipos analógicos— es lo que se realiza en el dominio
digital de la señal.

FUENTE: Tutoriales de RF de Elena García Vicente. Ingeniera Técnico de Sonido


e Imagen por la E.U.I.T.T. de Madrid. Profesora de Sonido e Imagen en el CIFP
José Luis Garci.

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