Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
net/publication/318381167
CITATIONS READS
0 2,692
3 authors, including:
Some of the authors of this publication are also working on these related projects:
All content following this page was uploaded by Reinaldo Uribe-San-Martín on 12 July 2017.
Puntos clave L a aparición de una crisis convulsiva en un paciente crítico plantea una nueva
emergencia que, en algunos casos, representará un síntoma más del cuadro
de base ya conocido; en otros corresponderá a la aparición de una complicación
• Las crisis epilépticas se producen debido
neurológica grave y en algunos se deberá a un fenómeno iatrogénico, ya sea
a la aparición de descargas neuronales
hipersincrónicas patológicas y habitual- como efecto colateral de un fármaco administrado o por suspensión inadvertida
mente son autolimitadas y breves. de algunos medicamentos. Ante esta situación corresponde una aproximación
• Las crisis reactivas son ocasionadas por sistematizada, que incluya certificar clínicamente la naturaleza del fenómeno
una alteración reversible inducida por un (de tipo epiléptico o no), revisar el contexto clínico (presencia de factores des-
agente exógeno o cambios en el medio encadenantes de crisis convulsivas), considerar la posibilidad de aparición de
interno. una complicación neurológica y estimar el riesgo de transformarse en un estado
• Se define Estado Epiléptico (EE) como epiléptico. Este último, corresponde a una complicación grave, se asocia a morta-
la mantención de crisis clínicas o elec- lidad y a secuelas neurológicas significativas. Sin embargo, frecuentemente puede
troencefalográficas con una duración ≥ ser sobrediagnosticado y con ello provocar daño por iatrogenia. El justo balance
5 minutos.
entre simplemente observar una crisis convulsiva como fenómeno autolimitado
• El tratamiento del EE incluye el uso de una o administrar una terapia agresiva desde un comienzo se alcanzará conociendo
benzodiacepina intravenosa asociada a
de buena manera la fisiopatología subyacente en cada paciente (Figura 78-1).
otro anticonvulsivante.
• Se denomina EE refractario a la persistencia
Figura 78-1 · Esquema de enfrentamiento en caso de una crisis convulsiva
del EE después de uso de una benzodiace-
pina y otro antiepiléptico convencional
utilizado en dosis adecuadas. Crisis convulsiva
• El pronóstico de los pacientes que pre-
sentan un EE depende principalmente de
dos factores, de la causa que lo provoca ¿Corresponde a un ¿Corresponde a una ¿Corresponde a
y de su duración. fenómeno epiléptico? crisis reactiva? una complicación
• Temblores • Alteraciones neurológica?
• Distonías agudas metabólicas • Accidente
• Mioclonías multifocales • Uso de drogas cerebrovascular
• Respuestas de proconvulsivantes • TEC
decorticación o • Suspensión de • Tumores
decerebración medicamentos • Infecciones SNC
• Síncope convulsivo anticonvulsivantes versus
• Tetania y calofríos • Epilepsia conocida
• Conversivos • Fenómeno de Todd
Terapia final
631
En el presente capítulo se revisarán los temas de nistagmo episódico también debe incluirse en el diagnóstico
diagnóstico diferencial, en especial distinguiendo eventos diferencial de crisis epilépticas. Deben también considerarse
reactivos de complicaciones neurológicas y los que ocurren cuadros confusionales de naturaleza no establecida o cuya
en pacientes epilépticos conocidos. Además, se darán las magnitud es desproporcionada respecto de eventuales factores
bases de diagnóstico, clasificación y tratamiento del estado generales que pudieran explicarlos.
epiléptico.
Epilepsia y crisis reactivas: una distinción
importante
CRISIS CONVULSIVAS EN LA UNIDAD DE
Las crisis epilépticas se producen debido a la aparición de
PACIENTES CRÍTICOS
descargas neuronales hipersincrónicas patológicas. Esta acti-
Diagnóstico diferencial vidad anormal tiene múltiples causas, que pueden resumirse
El diagnóstico diferencial de las crisis epilépticas es siempre básicamente como excesiva actividad excitatoria (glutama-
necesario, especialmente ante un primer episodio o si los signos térgica o por cambios iónicos depolarizantes) o disminución
son sutiles. Aunque las crisis generalizadas tónico-clónicas, con de mecanismos inhibitorios (gabaérgicos o cambios iónicos
o sin inicio focal, son fácilmente reconocibles en un ambiente repolarizantes). Si esta condición es espontáneamente recu-
hospitalario, otros fenómenos motores pueden confundirse rrente, se tratará de una epilepsia. Por otro lado, la excesiva
con crisis focales. Dentro de estos se deben considerar los excitación o reducida inhibición puede corresponder a una
temblores (movimientos involuntarios rítmicos), las distonías situación transitoria, determinada por una alteración reversible
agudas provocadas por fármacos (neurolépticos, antieméti- inducida por un agente exógeno (drogas proconvulsivantes)
cos), mioclonías multifocales (frecuentes en encefalopatías o cambios en el medio interno (alteraciones metabólicas); se
de distinto tipo), respuestas de decorticación o decerebración, trata aquí de crisis reactivas (causas detalladas en la Tabla
síncope convulsivo (bajo flujo cerebral acentuado, con com- 78-1), producto de un agente causal inmediato, generalmente
promiso de conciencia que culmina con algunas sacudidas reversible, episodios que no recurrirán una vez corregido el
generalizadas), tetania e incluso calofríos muy intensos. factor causal y que no conllevan mayor riesgo de desarrollar
En pacientes comprometidos de conciencia, la presencia de epilepsia.
Alteraciones metabólicas
Hiponatremia e hipernatremia En general por caídas rápidas del sodio o niveles más bajos que 128 mEq/L.
Hipoglicemia e hiperglicemia Crisis en el 5%-10% de hipoglicemias y en el 25% de las hiperglicemias no cetósicas. Esta última, se debe
sospechar en los casos de estado epiléptico focal motor en adulto mayor.
Hipocalcemia e hipercalcemia En la hipocalcemia las crisis pueden estar asociadas a fenómenos de tipo tetánico. En la hipercalcemia
las crisis convulsivas son muy inhabituales.
Insuficiencia renal y hepática Asociada a encefalopatía y mioclonías multifocales. Además, cuando cursan con alteraciones hidroelectrolíticas
graves y drogas proconvulsivantes.
Otros Se han descrito crisis en casos de hipomagnesemia e hipofosfatemias severas.
Drogas proconvulsivantes
Antibióticos Varios pueden causar crisis convulsivas por su capacidad antagónica gabaérgica, pre o postsináptica
(penicilinas, cefalosporinas, carbapenémicos en especial el imipenem, algunas fluroquinolonas, isoniacida
y metronidazol).
Antidepresivos En especial tricíclicos y el bupropión. Debe tenerse en cuenta potenciaciones farmacocinéticas como el
uso de fluoxetina (inhibidor enzimático) que duplica los niveles de amitriptilina.
Antipsicóticos Su riesgo es bajo, estimándose que hasta el 1% de los usuarios presenta esta complicación.
Otros Múltiples otras drogas producen convulsiones, entre ellas teofilina y aminofilina, ciclosporina, analgésicos
opiodes, medios de contraste, cocaína, e incluso, paradojalmente en algunas circunstancias, los
anticonvulsivantes.
Suspensión de anticonvulsivantes
Benzodiacepinas La suspensión inadvertida del fármaco producirá crisis convulsivas, síndrome de privación y en ocasiones
desencadenar un estado epiléptico no convulsivo, en especial en adultos mayores.
Alcohol Antecedente frecuentemente ignorado u ocultado. La mitad de los pacientes alcohólicos que presenta
una convulsión aislada progresará a un síndrome de privación completo.
Antiepilépticos La suspensión brusca de anticonvulsivantes en un paciente epiléptico puede desencadenar crisis,
habitualmente recurrentes y no rara vez EE.
632
Una vez establecido que la crisis convulsiva correspondió idealmente debiera practicarse una resonancia magnética
con alta probabilidad a un evento reactivo, con agente des- contrastada. Si la información así obtenida no es suficiente
encadenante conocido, no procede necesariamente practicar para explicar la convulsión y especialmente ante la sospecha
estudios complementarios, salvo que, por no ser suficiente el de una infección del SNC, corresponde estudiar el líquido
factor causal imputado deban descartarse otras posibilidades. cefalorraquídeo mediante una punción lumbar, a menos
Ante crisis reactivas corresponde corregir la anormalidad que exista hipertensión intracraneana que contraindique el
que la está provocando o remover el agente exógeno causal. procedimiento.
Simultáneamente deberá administrarse un tratamiento sinto- En todos estos casos procede el tratamiento sintomático
mático ante nuevos episodios, habitualmente benzodiacepinas, de las crisis, con benzodiazepinas, así como el uso de antiepi-
lo mismo que si el riesgo de nuevas convulsiones es alto (por lépticos, siendo los más usados actualmente la fenitoína, el
ejemplo, si la causa tardará en corregirse). Lo recomendable ácido valproico y el levetiracetam. El tiempo de uso mínimo
es un tratamiento de corto plazo con estos fármacos (por recomendado es de pocas semanas, a menos que haya habido
ejemplo clobazam). El uso de profilaxis anticonvulsivante de crisis recurrentes o la condición neurológica basal conlleve un
largo plazo no está justificado en estos casos. mayor riesgo de desarrollar epilepsia en el futuro.
Las crisis como síntoma inicial de una complicación Crisis en pacientes epilépticos conocidos
neurológica La ocurrencia de crisis en pacientes con epilepsia previamente
Las crisis convulsivas, de inicio focal o generalizado, pueden conocida obliga en primer lugar a revisar y optimizar la terapia
corresponder a la manifestación inaugural de una complicación en uso, estableciendo los niveles plasmáticos predosis o valle,
neurológica. Por ejemplo, en las hemorragias intraparenqui- cuando corresponda y, eventualmente, cambiando el antiepi-
matosas de sitio atípico (de lóbulos) se encuentran hasta en léptico en uso, de existir ya un tratamiento satisfactorio; en
un tercio de los casos; en las trombosis de seno venoso, en este último caso el cambio debe ser siempre progresivo. En
cerca de la mitad de los casos, y en los infartos en aproxima- segundo lugar debe evaluarse la presencia de otros factores
damente el 10%. Aunque la posible presencia de un déficit desencadenantes, los mismos descritos para crisis reactivas,
neurológico focal ayudará al diagnóstico de una lesión, es corrigiéndolos cuando corresponda. Finalmente, ante un
preciso recordar que una alteración de lenguaje, hemiparesia, cambio del tipo de crisis, aumento significativo de su núme-
etc. puede encontrarse después de una convulsión de origen ro sin un factor claro que lo explique o ante la aparición de
focal, incluso reactiva (fenómeno denominado “parálisis de nuevos signos o síntomas neurológicos deberá descartarse
Todd”, que incluso puede llegar a prolongarse por algunos una complicación neurológica.
días), de modo que su presencia no necesariamente habla de
una lesión establecida, aunque la haga sospechar. Por otra Uso del electroencefalograma
parte, la ausencia de estos déficits focales tampoco descarta El electroencefalograma (EEG) es un complemento diag-
la ocurrencia de un evento vascular, ya que las lesiones vas- nóstico importante, que sin embargo no sustituye el juicio
culares pueden encontrarse en áreas no elocuentes o tener clínico. Debiera practicarse siempre que se plantea una crisis
una semiología sutil. convulsiva como diagnóstico diferencial, porque de mostrar
Los procesos infecciosos del SNC frecuentemente se hallazgos específicos (actividad epileptiforme) apoya con
acompañan de crisis convulsivas, pudiendo estas aparecer fuerza esa posibilidad (Figura 78-2). Aunque un primer re-
aisladas o junto a alteración de conciencia y déficit focal, en gistro intercrítico tiene una sensibilidad baja, no superior al
lesiones tales como absceso cerebral, meningitis bacteriana, 30%, de ser positivo para cambios epileptiformes tiene una
empiema subdural, etc. Las neoplasias intracraneanas, ya sea alta especificidad (sólo el 2% de falsos positivos). En cambio,
intraparenquimatosas o meníngeas, primarias o metastásicas, el registro electroencefalográfico de una crisis, por azar más
suelen manifestarse como crisis epilépticas; el 20%-40% de difícil de obtener, permite establecer virtualmente siempre la
estos pacientes ha tenido episodios convulsivos al momento de naturaleza epiléptica de los eventos (Figura 78-3). Este examen
hacerse el diagnóstico. En el traumatismo encefalocraneano, la también debe practicarse como parte del estudio cuando el
aparición de convulsiones debe hacer plantear complicaciones diagnóstico de crisis convulsivas es inobjetable, en este caso
como hemorragia intracraneana e infecciones. con fines pronósticos. Ante la sospecha de crisis convulsivas
En estos escenarios, inicialmente deberán practicarse sutiles o estado epiléptico no convulsivo, el EEG es el único
neuroimágenes. En la mayoría de los casos será suficiente la modo de llegar a diagnóstico. La persistencia de un estado
tomografía computada de cerebro, si bien en casos particu- postictal debe evaluarse también con un EEG debido a la
lares, como ante la sospecha de trombosis de senos venosos, posibilidad de un estado epiléptico no convulsivo.
633
Figura 78-2 · Electroencefalograma que muestra actividad epileptiforme interictal generalizada de predominio anterior (recuadro)
Figura 78-3 · Crisis eléctrica, subclínica de inicio temporal derecho (recuadro) en un paciente con episodios convulsivos secundariamente
generalizados, aparentemente controlados
634
ESTADO EPILÉPTICO
5 minutos o más, ya que en esta situación es evidente que
Para comprender el concepto de estado epiléptico (EE) y sus los mencionados mecanismos inhibitorios han fallado y se
definiciones se debe tener presente que las crisis epilépticas requiere de una aproximación terapéutica urgente, entendiendo
son habitual y característicamente autolimitadas y breves. no obstante que una proporción de estos pacientes podría
Esto se debe a que, en relación a una crisis, se activan de haber detenido espontáneamente su evolución. Basándose
modo compensatorio mecanismos inhibitorios que intentan en el concepto fisiopatológico de autolimitación de las crisis,
evitar no solo la propagación del ictus, sino también su man- la Liga Internacional contra la Epilepsia en su glosario no
tención o reiteración. Han existido varias definiciones de EE. incluye en la definición de EE un límite de tiempo deter-
La más antigua y clásica lo caracteriza como la persistencia minado y lo caracteriza, ya sea como la presencia de crisis
de crisis por más de 30 minutos, ya sea de modo continuo que no muestran evidencias de detención en el tiempo que
o como repetición subintrante, sin recuperación del estado lo hace la gran mayoría de estos pacientes, o bien, como la
neurológico basal entre ellas; este límite de tiempo se basa presencia de crisis recurrentes sin vuelta al estado neuroló-
en hallazgos experimentales que muestran que pasado este gico interictal basal.
punto se puede producir daño neuronal, que la condición
tiende desde entonces a automantenerse y que se hace resis- Clasificación
tente al tratamiento farmacológico. Sin embargo, debido a las El estado epiléptico se puede dividir según su presentación
graves repercusiones que puede tener el EE, se estima que, semiológica en convulsivo y no convulsivo, siendo este último
para efectos prácticos, no es conveniente esperar este tiempo casi exclusivamente diagnosticable por electroencefalografía.
para iniciar un tratamiento agresivo y por ello los plazos se Además, respecto a la ubicación afectada se subdividirá en
han ido acortando. Se prefiere entonces definir el EE como los tipos focales o generalizados, con distintos subtipos para
la mantención de crisis clínicas o electroencefalográficas por cada uno, los cuales se detallan en la Tabla 78-2.
A. Convulsivo
A1. Generalizado
Es el cuadro más grave e incluye tanto las formas de inicio generalizado como focales o con generalización secundaria. Se trata de una emergencia
médica absoluta, que requiere tratamiento inmediato. Tiene muy importantes repercusiones sistémicas, que incluyen anoxia, hipertensión
sistémica y pulmonar, acidosis metabólica, hiperkalemia, hipertermia, etc., todo lo cual explica la mortalidad que el cuadro puede presentar.
A2. Focal
Si está limitado a una extremidad o segmento corporal, sin eventos secundariamente generalizados, este cuadro no tiene repercusiones
sistémicas y por tanto la aproximación terapéutica debe ser menos agresiva, en especial porque algunos casos pueden ser muy refractarios
(“epilepsia parcial continua”). En pacientes sin antecedentes de epilepsia previa, especialmente en la tercera edad, debe siempre considerarse
la posibilidad de un estado hiperosmolar no cetoacidótico, incluso si no hay historia previa de diabetes mellitus.
B. No convulsivo
Se lo puede definir como un cambio del estado mental, asociado a descargas epileptiformes ictales en el EEG. Solo puede diagnosticárse si se
lo sospecha, ya que la confirmación se hace mediante este registro. Esta variedad de EE es planteable en todo paciente epiléptico que presenta
una alteración de conciencia persistente, ya sea después de un evento convulsivo o no. Debe también sospecharse en todo paciente con
compromiso de conciencia de etiología, ya sea no clara o desproporcionadamente mayor a lo esperado para eventuales causas establecidas.
B1. Generalizado (“de ausencia”)
Es el menos frecuente. Corresponde a la aparición de crisis de ausencia, subintrantes o continuas, que se manifiestan, ya sea con la semiología
típica, como episodios discretos, repetitivos o bien de un modo menos específico, como un cuadro simplemente confusional. La sospecha es
fácil cuando el paciente tiene antecedentes de epilepsia generalizada, con o sin ausencia, pero habitualmente es menos reconocible cuando se
presentan por primera vez, en pacientes sin antecedentes de epilepsia, en cuyo caso el diagnóstico habitualmente es tardío. El cuadro puede
ser desencadenado por la suspensión brusca de antiepilépticos, el uso concomitante de medicamentos proconvulsivantes o aparecer de novo,
como ya se indicó. En pacientes adultos mayores puede aparecer por primera vez en relación a la suspensión brusca de benzodiacepinas.
B2. Focal (“parcial complejo”)
Se manifiesta como una alteración de conciencia, prolongada, de inicio brusco, antecedentes que sin embargo no siempre son evidentes. En
pacientes con antecedentes de epilepsia es lo primero a sospechar ante ese cambio clínico, pero también en postictales que se mantienen
por períodos muy prolongados. No obstante, el EE no convulsivo focal puede aparecer también de novo, en pacientes que presentan lesiones
estructurales de cualesquier tipo, en cuyo caso pueden aparentar un cuadro psiquiátrico. Otro grupo en el que se lo debe tener presente es
en pacientes críticos, sobre todo cuando se mantiene compromiso de conciencia sin suficiente explicación o que presente manifestaciones
motoras sutiles.
B3. Sutil
Esta variedad se presenta en pacientes graves, generalmente con compromiso sistémico importante. Hay en ellos, además de la alteración
de conciencia, ligeras mioclonías de párpados, labios o cara, como única manifestación que produce un cerebro dañado estructural o
metabólicamente. Es probable que pase inadvertido, si no se le da relevancia a esas ligeras manifestaciones clínicas.
635
636
paciente y la disponibilidad del medicamento. Así, en epilep- en cuenta posibles encefalopatías autoinmunes, las cuales
sias generalizadas idiopáticas, la droga de elección debería pueden tratarse con esteroides, inmunoglobulinas, plasma-
ser el ácido valproico, lo mismo en cardiópatas o pacientes féresis o inmunosupresores. En los casos que se relacionen
con alergia conocida a la fenitoína. El levetiracetam es una con una neoplasia, el tratamiento de esta está indicado per
alternativa útil para pacientes con falla hepática o en terapia se, también para el control del EE.
con múltiples fármacos (anticoagulantes, antineoplásicos,
etc.). Aunque aparece entre las recomendaciones clásicas Pronóstico
también el fenobarbital; su uso se ha limitado debido a sus El pronóstico de los pacientes que presentan un EE depende
efectos colaterales y el único caso en que se recomendaría de principalmente de dos factores: de la causa que lo provoca
elección es en el EE inducido por suspensión barbitúrica. Las y de su duración. De modo global es pobre en los casos re-
dosis y vías de administración de los anticonvulsivantes más fractarios o superrefractarios y favorable en los de ausencia.
frecuentes se resumen en la Tabla 78-2. Aproximadamente el 40% de los pacientes que presentan
Estado epiléptico refractario se denomina a la persis- EE, evolucionan hacia la refractariedad. El riesgo relativo
tencia del EE después de uso de una benzodiacepina y otro aumenta un punto por cada hora que se prolonga el EE. Tres
antiepiléptico convencional utilizado en dosis adecuadas. cuartos de los pacientes que se hacen refractarios, incluso
En esta situación, la práctica más convencional incluye la excluyendo los EE postanóxicos, egresan con malas escalas
administración de un segundo antiepiléptico o la inducción de funcionalidad (Rankin 4-6). Factores asociados a peor
anestesia barbitúrica, benzodiacepínica o con propofol. Aunque pronóstico son la mayor duración con drogas anestésicas,
el coma barbitúrico produciría mayor control del EE, se asocia intervenciones en caso de arritmias y neumonía. El uso de
también a más complicaciones. Por todo esto, el agente a usar ventilación mecánica prolongada se asocia a mayor morta-
deberá determinarse en forma individualizada, evaluando la lidad, mientras que el control de las crisis antes de alcanzar
condición general del paciente, edad, comorbilidades, etc., patrones de paroxismo-supresión o registro isoeléctrico del
tomando en cuenta incluso variables tales como el costo y EEG predicen una mejor recuperación funcional.
disponibilidad de los distintos fármacos. Una reciente en- Por otra parte, el EE no convulsivo presenta un mejor
cuesta a expertos mostró que ellos en la práctica prefieren pronóstico respecto de la variedad convulsiva, con excepción
en adultos el uso de midazolam o propofol, a pesar de sus del tipo sutil, propio de pacientes en coma, en el que se ha
posibles complicaciones, como la mayor tasa de recaída en el observado mortalidades cercanas al 40%, dependiendo de la
caso del primero o el síndrome por infusión de propofol con edad y causa subyacente. La presencia de ciertos patrones
el segundo (falla cardíaca, rabdomiólisis, acidosis metabólica, electroencefalográficos, aunque a veces difíciles de discernir
etc.), por sobre el uso inicial de barbitúricos. por su heterogeneidad, también tienen significación pronós-
Shorvon y cols., introdujeron la denominación EE su- tica. Así por ejemplo, las descargas periódicas generalizadas o
perrefractario para aquellos que persisten después de 24 horas lateralizadas (PLEDS en la sigla inglesa) están estrechamente
de uso de agentes anestésicos o recaen al intentar retirar este asociadas con la aparición de crisis subclínicas y EE no con-
tratamiento. Aunque su frecuencia no se encuentra enteramente vulsivo, ambos asociados a peor morbimortalidad en adultos.
establecida, el mismo autor estima que aproximadamente un Finalmente, se han propuesto variados esquemas de
sexto de los pacientes que ingresan a cuidados intensivos con tratamiento para mejorar el pronóstico de estos pacientes.
un EE evolucionará como superrefractario. No existen pro- Así se ha observado, a grandes rasgos, que el tratamiento de
tocolos terapéuticos validados para enfrentar esta condición primera línea es suficiente para el control electroclínico en
y en la literatura se sugiere una gama extraordinariamente pacientes con EE lesional o previamente epilépticos, mientras
amplia de alternativas, todas ellas sustentadas por pocos casos que terapias más agresivas y el uso de monitoreo EEG conti-
clínicos, y que incluyen uso de ketamina, sulfato de magnesio, nuo es recomendado en caso EE refractarios. No se cuenta,
piridoxina, hipotermia, estimulador vagal, dieta cetogénica, sin embargo, en la actualidad con información suficiente
cirugía, etc. Probablemente más importante que lo anterior, que permita preferir alguno de los distintos esquemas de
es el tratamiento etiológico del EE, con especial atención en tratamiento sugeridos, en especial de las aproximaciones
aquellos casos donde su aparición es de novo y debe tenerse terapéuticas más agresivas desde el inicio en el EE refractario.
Bibliografía
Brophy GM, Bell R, Claassen J et al. Guidelines for the evaluation and Hocker S, Wijdicks EF, Biller J. Neurologic complications of cardiac
management of status epilepticus. Neurocrit Care 2012; 17(1):3-23. surgery and interventional cardiology. Handb Clin Neurol 2014;
Chen JW, Wasterlain CG. Status epilepticus: pathophysiology and 119:193-208.
management in adults. Lancet Neurol 2006; 5(3):246-56. Kurtz P, Gaspard N, Wahl AS et al. Continuous electroencephalogra-
Claassen J, Albers D, Schmidt JM et al. Nonconvulsive seizures in phy in a surgical intensive care unit. Intensive Care Med 2014;
subarachnoid hemorrhage link inflammation and outcome. Ann 40(2):228-34.
Neurol 2014; 75(5):771-81.
637
Rowe AS, Goodwin H, Brophy GM et al. Neurocritical Care Society Wasterlain CG, Liu H, Naylor DE et al. Molecular basis of self-sustaining
Pharmacy Section. Seizure prophylaxis in neurocritical care: a review seizures and pharmacoresistance during status epilepticus: The
of evidence-based support. Pharmacotherapy 2014; 34(4):396-409. receptor trafficking hypothesis revisited. Epilepsia 2009; (50 Suppl
Shorvon S, Ferlisi M. The outcome of therapies in refractory and super- 12):16-18.
refractory convulsive status epilepticus and recommendations for Widjick EFM. Neurological complications of critical illness. Oxford:
therapy. Brain 2012; 135(8):2314-28. Oxford University Press, 2002.
Todd Ch, Fisher R. Convulsive seizures and status epilepticus. En: Fisch
B. Epilepsy and Intensive care Monitoring. Principles and practice.
New York: DemosMedical, 2010; 259-85.
638
Medicina
Viewintensiva (interior).indd 638
publication stats 29-04-15 14:35