Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
Haciendo la Corte
La escandalosa designación de María Teresa Day, efectuada por Rodolfo Suarez en 2020,
fue clave para obtener el control del Alto Tribunal por el partido hegemónico. Por este
motivo al asumir Suarez, denostó a Nanclares públicamente por lo que se vio forzado a
renunciar. Obtenida la vacante, propuso a Day, lo que mereció diversos cuestionamientos
por no reunir los requisitos constitucionales para ocupar el cargo, interponiéndose diversas
acciones judiciales ante la Corte. Para eludir las medidas judiciales, el pliego de Day fue
aprobado en secreto y en un insólito trámite express, lo que fue públicamente admitido por
el Gobernador Suarez.
Justicia a la Carta
A lo largo de la denuncia, se exponen casos emblemáticos de políticas del gobierno
cuestionadas judicialmente donde la actuación de los miembros de la Suprema Corte
designados por Cornejo y Suarez han intervenido en forma indebida para salvaguardar los
intereses del gobierno.
Tal es el caso del denominado “ítem aula”, ya que durante el año 2016, Cornejo logró la
aprobación de una ley que establece un incentivo al personal docente, cuestionado por el
Sindicato Unido de Trabajadores de la Educación (SUTE) ante la Corte por considerarlo
discriminatorio, violatorio del derecho a la salud y a la libertad sindical. El mismo día que
vencía el término para dictar sentencia, se presentó el Gobierno de la Provincia solicitando
un fallo plenario, cambiando la integración del tribunal que debía resolver en violación de la
ley 4969 que fija como límite para el llamado a plenario la fecha del acuerdo para dictar
sentencia, que se había producido siete meses antes.
La aprobación del fracking también cuenta con una participación de Garay como juez y
parte. Al momento de tratarse el cuestionamiento por parte de la Organización
ambientalista “Oikos”, ante la Sala I de la Suprema, del polémico decreto que habilita la
fractura hidráulica dictado en 2018, Garay, quien se desempeñó hasta el 31 de julio de 2018
como Ministro de Gobierno había dictado el decreto cuestionado. Así, tres meses después
de asumir como miembro de la Suprema Corte firmó la sentencia que rechazó la acción
procesal administrativa. Posteriormente, con la integración de la jueza Day, la Corte sólo
admitió la participación como amigo del tribunal a cinco instituciones que argumentan a
favor del Estado, rechazando la intervención de Xumek, que solicitó la declaración de
inconstitucionalidad.
La designación de Alejandro Gullé como Procurador General al frente del Ministerio Público
Fiscal por parte de Cornejo en 2016, resulta otro paso fundamental para avanzar contra la
independencia del poder judicial y para la implementación de políticas criminales violatorias
de derechos fundamentales. Desde la Procuración se ha impuesto el uso arbitrario de la
prisión preventiva y desde allí se opera en contra de la independencia de los Fiscales y
Jueces, quienes deben decidir bajo una intensa presión institucional y política.
En los últimos cinco años también se han verificado continuos ataques a la integridad moral,
amenazas de juicio político y todo tipo de descalificaciones contra magistrados y
magistradas que no se alinearan con la política hegemónica de Cornejo y Suarez.
El Fiscal Daniel Carniello fue presionado en su domicilio por Alfredo Cornejo en la campaña
electoral de 2015 para que ordenara la detención de un candidato opositor y por su negativa
sufrió todo tipo de represalias entre las que se encuentran denuncias penales y solicitudes
de destitución.
Asimismo, el Juez Federal Marcelo Garnica, y el Juez de Garantías David Mangiafico fueron
blanco de presiones públicas por parte del Cornejo cuando en un caso de resonancia
pública dictaron resoluciones otorgando la libertad a un grupo de albañiles que habían sido
detenidos.
Los jueces Alejandro Miguel, Luis Correa Llano y Ramiro Salinas, que integraron la Cámara
Penal de Apelaciones, también han sido perseguidos por el entonces gobernador Cornejo,
que a poco de asumir, los señaló como el “enemigo garantista”, denominando
peyorativamente a dicho Tribunal como “Camarón”, en alusión al tribunal especial creado
por un gobierno de facto para juzgar presuntos terroristas en 1971. El gobierno eliminó la
Cámara Penal de Apelaciones, que funcionaba con competencia en toda la provincia
licuando su poder y la convirtió en la Octava Cámara del Crimen. Luego de que estos
magistrados ordenaran la liberación de los militantes de la Organización Tupac Amaru,
Cornejo los atacó públicamente amenazando con un jury de enjuiciamiento. Esta amenaza
se concretó a partir de la acción de un abogado que actuaba como parte querellante, pero
que era asesor del Ministro de Justicia de la Nación. El Gobernador Cornejo realizó nuevas
declaraciones pocos días antes del Jury presionando para la destitución de los magistrados,
lo que fue rechazado por la Asociación de Magistrados. Finalmente la denuncia contra los
miembros de la Octava Cámara del Crimen fue archivada. Después de eso y como un acto
disciplinador Cornejo hizo aprobar la ley 9040, disolviendo todas las Cámaras para constituir
Tribunales Colegiados integrados bajo las órdenes de un funcionario administrativo
dependiente de Valerio.
Por su parte, la Jueza de Garantías Alejandra Mauricio, también fue blanco de presiones por
manifestar su desacuerdo con las reformas procesales impulsadas por el gobierno.
Después de ello, se le iniciaron 16 sumarios administrativos, entre los que se destaca el que
se abrió por rechazar los pedidos de allanamiento y detención en contra de miembros de la
Organización Tupac Amaru. El Secretario de Justicia durante la gestión de Cornejo - que
persiste en la gestión de Suarez - Marcelo D´Agostino, la citó a su despacho en la Casa de
Gobierno, donde, según relata la Jueza, fue amenazada manifestando el Subsecretario que
actuaba por órdenes de Cornejo, admitiendo que los sumarios administrativos se habían
realizado para pedirle el juicio político con el fin de silenciarla e impedir que declarara la
inconstitucionalidad de la ley 9040.
El Juez del Tribunal Penal Colegiado Eduardo Martearena, también ha sido blanco de
ataques por parte de Cornejo, que lo amenazó públicamente con destituirlo del cargo por
haber pronunciado un fallo en el que se declaraba la inconstitucionalidad de la pena de
prisión perpetua.
El Juez de Ejecución Penal, Sebastián Sarmiento ha sido otro de los Magistrados amenazado
con la iniciación de un Jury de enjuiciamiento, por dictar una resolución otorgando la
libertad condicional a una persona en 2017 en cumplimiento de los requisitos legales.
Durante la gestión de Cornejo se desplegó una política para efectuar designaciones masivas
de jueces afines al gobierno, presionando a magistrados para obtener su jubilación y
modificando las normas para la calificación en los concursos para facilitar la
discrecionalidad. Desde diciembre de 2015 y hasta fines de 2019, el ex Gobernador designó
un tercio del total de magistrados que componen el Poder Judicial, seleccionando jueces
afines de las ternas conformadas por el Consejo de la Magistratura. La manipulación de las
nuevas designaciones se ha visto facilitada por los cambios que el gobierno logró introducir
en el proceso de selección de Magistrados mediante la ley 9047, eliminando el puntaje en
los exámenes y elevando a un 60% el puntaje correspondiente a la entrevista personal con la
discrecionalidad que implica, quedando solo un 40% para méritos académicos y demás
antecedentes.