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Neoevolucionismo y ecología cultural...

Neoevolucionismo y ecología cultural. La


obra de Julian Steward y la renovación de la
enseñanza de la antropología en la Argentina

RMA Gastón Julián Gil

CONICET-Universidad Nacional de Mar del Plata. E-mail: gasgil@mdp.edu.ar


Dossier

Resumen
La introducción de la obra del antropólogo norteamericano Julian Haynes Steward (1902-1972) produjo una
parcial renovación de la enseñanza de la antropología en la Argentina desde mediados de la década del cincuenta.
Principalmente en arqueología (y más tarde en lo que comenzaría a llamarse antropología social), el enfoque
materialista, neoevolucionista y ecológico entró en tensión con la corriente histórico-cultural alemana que había
hegemonizado el campo antropológico nacional liderado por el italiano José Imbelloni desde la Universidad de
Buenos Aires. La circulación de estas nuevas ideas -que también provocaron fuertes polémicas en su ámbito de
gestación original- es abordada principalmente a partir de la labor transformadora y revitalizadora de Alberto Rex
González, posgraduado en la Universidad de Columbia y alumno de Steward a fines de los años cuarenta. De este
modo, se propone un análisis de las maneras en que nuevos postulados conceptuales provenientes de una tradición
metropolitana se difundieron en un contexto periférico.

Palabras Clave: Antropología argentina; Neoevolucionismo; Ecología cultural; Universidad

Neo-evolutionism and cultural ecology. The Argentine Renovation of Anthropology Teaching under the influence of
Julian Steward

Abstract
The introduction of the U.S. anthropologist Julian Haynes Steward (1902-1972) to the Argentine courses of
Anthropology in the mid-50´s, launched a process of partial renovation in Argentine anthropology. His materialistic,
neoevolutionist, and ecological scope applied to Archeology and, later, to what would become Social Anthropology,
differed from more established views such as German historical-cultural theory led by Italian anthropologist José
Imbelloni and Austrian archaeologist Oswald Menghin. This paper describes and analyzes the arrival of Steward’s
ideas to some Argentine schools of Anthropology (Córdoba, Litoral/Rosario and La Plata) in the late 40s, by means
of archaeologist Alberto Rex González, a Columbia Ph.D. and one of Steward’s students. In fact, studying Steward’s
diffusion in Argentina may cast some light upon the ways in which concepts and theoretical frameworks born in
metropolitan anthropologies, reach peripheral contexts and are transformed within their new academic homes.

Keywords: Argentine anthropology; Neoevolutionism; Cultural Ecology; University

Encuentros y tensiones teóricas en la antropología patrones historicistas que habían caracterizado una
argentina tradición metropolitana (Cardoso de Oliveira 1995) -la
alemana- que se encontraba en franca retirada en el
La circulación local desde la década de 1950 de la escenario antropológico mundial. Esta corriente histórico-
obra del antropólogo norteamericano Julian Haynes cultural rechazaba, a grandes rasgos, al evolucionismo
Steward (1902-1972) fue una de las instancias a partir y a las antropologías que “han tomado del lenguaje
de la cual la hegemonía de la corriente histórico-cultural sociológico algo más que el lenguaje” (Imbelloni 1935:
alemana en la Argentina comenzó a ser discutida. Como 209), en alusión a la antropología social británica.
consecuencia, se generarían importantes tensiones que Imbelloni fustigaba a la antropología social por nutrirse
darían lugar al desarrollo de otra concepción de esta de una matriz limitada “por un pensamiento de extrema
ciencia y en particular de la subdisciplina arqueológica, relatividad” (Imbelloni 1935: 209). Al confiar en las
pero que también abonarían el terreno para el desarrollo fortalezas de una aproximación inductiva y filosófica
de la antropología social desde los años sesenta. En su frente a la concepción “práctica” y “normativa”,
contexto periférico, la antropología argentina –liderada condenaba aquellos intentos de priorizar “la morfología
hasta mediados del siglo XX por el italiano José Imbelloni interna de una cultura” (Imbelloni 1935: 209) que apenas
desde la Universidad de Buenos Aires-, reproducía los reproduce “fórmulas caducas y cambiantes” (Imbelloni
Recibido 29-06-2010. Recibido con correcciones 29-09-2010. Aceptado 02-10-2010

Revista del Museo de Antropología 3: 225-238, 2010 225


/ ISSN 1852-060X (impreso) / ISSN 1852-4826 (electrónico)
Facultad de Filosofía y Humanidades – Universidad Nacional de Córdoba - Argentina
G.Gil

1935: 209) y que persigue la armonía de los componentes o, si se prefiere, las equivalencias establecidas entre las
internos. Con la definitiva institucionalización de la diferentes especies de capital” (Bourdieu 2008:171).
disciplina que se concretó a partir de la creación de las Pero además, las transformaciones globales que se
carreras de grado, en las universidades nacionales de puedan suscitar en el campo global (por ejemplo el
La Plata y Buenos Aires, estos enfoques difusionistas aumento de la matrícula en un determinado momento
dominantes hegemonizaron de igual modo las currículas político, el aumento presupuestario para investigación,
y no permitieron la generación de espacios para el fundación de nuevas universidades) se traducen en
desarrollo de otras concepciones teórico-metodológicas cambios morfológicos evidentes que redundan en una
que caracterizaban los estilos disciplinares de las modificación “de la relación de fuerzas entre las facultades
tradiciones metropolitanas norteamericana, británica y las disciplinas, y sobre todo, dentro de cada una de ellas,
y francesa. De esa manera, la circulación de autores y entre los diferentes grados” (Bourdieu 2008:171-172).
teorías que excedieran el mainstream difusionista fueron Por ello, se hace necesaria una “historia estructural” del
gestándose en espacios marginales de esas carreras, en campo universitario.
otros espacios institucionales y a partir de la labor de
investigación, docencia y formación de recursos humanos Como señalan Darnell y Murray (2004) cuando en los
de personajes que, con mayor o menor capacidad de años sesenta se comenzó a delinear en los Estados Unidos
liderazgo, pudieron construir sus trayectorias académicas, la especialidad de historia de la antropología, se gestó
también con impacto diverso. “una dialéctica de praxis y reflexividad, una reinvención
continua” (Darnell y Murray 2004: xiii) de la disciplina. En
Como indica Altamirano para toda América Latina, no es ese contexto, los mismos autores afirman que se cristalizó
ninguna novedad que “nuestros países ingresaron con una “retórica de la discontinuidad” que caracteriza a la
retraso al mundo moderno y culturalmente continuaron antropología norteamericana, a partir de la cual el legado
desempeñando el papel de provincias de las grandes boasiano se invisibilizó y varias de las nociones centrales
metrópolis, sobre todo de las europeas, que funcionaban de su obra (el antirracismo, el relativismo cultural, la idea
como focos de creación y prestigio de donde provenían las de pluralidad) se incorporaron al sentido común de la
ideas y los estilos inspiradores” (Altamirano 2008: 10). Sin disciplina, naturalizándose y olvidando quiénes fueron sus
embargo, el modo en que las teorías circulan en un campo promotores. De ese modo, se plasmarían “genealogías
disciplinar desde una tradición metropolitana a otra invisibles” que están encarnadas en las ideas, los
periférica merece un análisis detallado. Se trata de una contactos personales y los acuerdos institucionales que
clase de intercambio internacional que, como “los textos son fundamentales para definir una identidad disciplinaria,
no importan su contexto con ellos” (Bourdieu, 2000: en este caso la antropología norteamericana. Eso le
161), abre un amplio espacio para una reinterpretación permitió entonces a las críticas feminista, posmoderna y
“en función de la estructura del campo de recepción” poscolonial -principalmente desde sus inquietudes por la
(Bourdieu, 2000: 161). En efecto, las maneras en que narrativa y el diálogo- proclamar arrogantemente (Darnell
circulan las ideas (en este caso, por ejemplo, como y Murray 2004.) su autonomía y la inexistencia de vínculos
postulados teóricos) dan cuenta de las apropiaciones con el pasado. La propia Darnell sostiene además que
locales de ciertos autores, de sus posiciones en las luchas si bien los antropólogos suelen situarse en genealogías
de poder dentro de un campo, de la conformación de exclusivas, sus propias prácticas denotan otro tipo de
liderazgos, del nacimiento de líneas de investigación y el influencias y linajes mucho más complejos que los que
establecimiento de genealogías académicas, explícitas e conscientemente proclaman (Darnell y Murray 2004).
invisibles (Darnell 2001) y “linajes ocultos” (Guber 2006).
Y por supuesto, también se pueden leer – a la luz de Julian Steward y la antropología norteamericana
esa circulación de ideas- cómo interactúan las nuevas
perspectivas analíticas con los cambios institucionales, La historia de la antropología norteamericana difícilmente
principalmente en lo que hace a la consolidación de pueda comprenderse en forma cabal sin considerar en
nuevas redes académicas emergentes con capacidad detalle la figura de Julian Steward (1902-1972), fundador
de producir alteraciones en el equilibrio de fuerzas de lo que él mismo denominó “ecología cultural” y
de un determinado campo disciplinar. En relación a partidario de -también en sus propios términos- un
ello, Bourdieu entiende que la estructura del campo evolucionismo multilinear. Steward protagonizó -según
universitario obedece a las relaciones de fuerzas que Marvin Harris (1997)- junto con Leslie White (1900-
existen entre los agentes que dan cuenta de un estado 1975) y el arqueólogo australiano Vere Gordon Childe
en un momento temporal determinado. Esos agentes (1892-1957), la “restauración nomotética”, orientada
están dotados de cuotas de poder que “detentan a a reconducir los enfoques particularistas que, desde la
título personal y sobre todo a través de las instituciones descollante labor de Franz Boas y sus discípulos, habían
de las que forman parte: la posición ocupada en esta hegemonizado el campo de la antropología cultural
estructura está en el principio de las estrategias que en los Estados Unidos. Steward concibió un proyecto
apuntan a transformarla o a conservarla modificando o intelectual integrador de la disciplina antropológica
manteniendo la fuerza relativa de los diferentes poderes que involucraba principalmente a la arqueología y a la

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antropología social, pero también a una antropología una notoria influencia fue la importancia que Steward le
aplicada y de las sociedades complejas, “modernas”, o estaba empezando a asignar al estudio antropológico
“nacionales”, un término que utilizaba corrientemente. de las sociedades contemporáneas, enfatizando la
Esa poderosa impronta que dejó en una de las más especificidad antropológica frente a la sociología en el
importantes tradiciones antropológicas metropolitanas estudio de los mundos modernos. Entre aquellos jóvenes
también se explica a partir de los vínculos y la influencia estudiantes de Columbia se encontraba un médico
que ejerció durante su labor docente en la Universidad argentino que sería una figura clave en la renovación del
de Columbia. En su relativamente breve paso entre campo arqueológico nacional desde los años cincuenta
1946 y 1952 por aquella “torre de marfil” todavía y que tendría una labor relevante como docente en la
identificada con la figura de Boas, estudiantes que formación de muchos futuros antropólogos sociales que
luego se transformarían en destacados exponentes de la transitaban la universidad argentina en la década del
antropología norteamericana se nuclearon en torno a su sesenta: Alberto Rex González.
liderazgo intelectual. Antropólogos de la talla de Eric Wolf,
Sidney Mintz, Roy Rappaport, Morton Fried, John Murra, Rex González y la antropología argentina
Elman Service, Andrew Vayda, Robert Murphy y Robert
Manners encontraron en Steward una atención especial De acuerdo con los datos (testimonios y documentos
durante sus seminarios pero sobre todo un enfoque como programas de materias) con los que se cuenta y
materialista que contrastaba notoriamente con la escuela las fuentes indirectas, la tarea docente de Alberto Rex
de Cultura y Personalidad que encarnaba la otra figura González (n. 1918) en el marco de sus cátedras, resultó
polar del departamento: Ruth Benedict. Esos estudiantes vital para la difusión de nuevos autores que escapaban
conformaron informalmente el Mundial Upheaval Society a la lógica dominante de la corriente histórico-cultural
(MUS) denominación irónica de connotaciones artísticas alemana que emanaba desde el Museo Etnográfico
(upheaval significa trastorno). Según Peace (2008) este en la Universidad de Buenos Aires. Pero además de
grupo presenta una importancia notoria para entender lo meramente formal de sus cátedras, es necesario
la historia de la antropología en los Estados Unidos y destacar la labor de formación plasmada en los grupos de
las tensiones sociopolíticas dentro de la academia antes investigación que se construyeron alrededor suyo y, sobre
y después del Macartismo. Los integrantes del MUS, todo, en los espacios de cierta informalidad a partir de
cuyos vínculos personales y académicos perduraron su liderazgo carismático, entendido como una dimensión
en el tiempo, eran mayormente militantes de partidos del poder, traducido bajo “otro nombre de la legitimidad,
de izquierda (aunque Steward siempre se mantuvo producto del reconocimiento, del desconocimiento, de
alejado de la política) y rechazaron el relativismo y el la creencia «en virtud de la cual las personas que ejercen
particularismo dominantes en su medio, características autoridad son dotadas de prestigio»” (Bourdieu 2007: 227).
del legado boasiano. De ese modo, abrazaron las posturas
neoevolucionistas y materialistas de autores como el A su regreso de los Estados Unidos, los métodos empleados
propio Steward y los mencionados Leslie White y Gordon por González entraron en tensión con los postulados
Childe, a quienes nunca interpretaron como antagonistas. aceptados mayoritariamente en el campo antropológico
Procedían mayormente de los estratos medios y medios- argentino. Principalmente la utilización sistemática de
bajos, y habían accedido a la Universidad de Columbia la estratigrafía y el empleo “revolucionario” del fechado
gracias al GI Bill, un subsidio que le permitió a los radiocarbónico, configuraron “una nueva etapa para la
veteranos de guerra acceder a estudios de postgrado que arqueología en la Argentina” (Pérez Gollán 1998: 18),
de otra manera difícilmente habrían podido concretar. que empezaría a incorporar preocupaciones y conceptos
Una parte importante de los más notables antropólogos de la corriente histórico-cultural norteamericana
norteamericanos (Clifford Geertz, Marshall Sahlins, entre (Politis 2001), como el de área cultural, las tipologías
otros, además de los mencionados de Columbia) fue y las influencias ambientales. Rex González consiguió
beneficiaria de ese subsidio oficial. realizar en el laboratorio de la Universidad de Yale en
los Estados Unidos el primer fechado radiocarbónico
Con la llegada de Steward a Columbia, no pocos del país, referido en este caso a las grutas de Intihuasi,
estudiantes –sobre todo los militantes de izquierda- se pudiendo establecer así una antigüedad en 6000 A.C.
vieron atraídos por el apasionamiento en sus clases y la Este procedimiento posibilitó, a modo de experimento
posibilidad de trabajar con ejemplos contemporáneos crucial, construir las primeras cronologías absolutas en la
y polémicos, como considerar a la Revolución China Argentina, “hito que marca la extinción definitiva de toda
como un caso de cambio evolutivo independiente (Peace especulación cronológica. La consecuencia más directa
2008). Además, Steward se involucró personalmente es que no quedó ni el rastro de la certeza de Boman (a
con la formación y el futuro académico de sus tesistas, la que muchos adherían con absoluta fe ciega) de que
muchos de los cuales, por ejemplo, obtendrían plazas de las poblaciones indígenas del NOA, apenas eran un par
profesores temporarios en la Universidad de Illinois –su de siglos más antiguas que la invasión europea” (Pérez
destino a partir de 1952- cuando escaseaban los puestos Gollán 1998:19). Más tarde, ya como miembro activo de
de profesores. El otro de los ejes que parece haber ejercido las distintas comisiones del CONICET, consiguió el apoyo

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de este organismo de investigación del estado argentino de la Universidad de Córdoba, quien se hizo cargo de la
creado en 1958 para montar el primer laboratorio en cátedra de antropología social, materia optativa del plan
el país donde se desarrollara la técnica del fechado naturalista y arqueológico del Museo de la Universidad
radiocarbónico, para la Universidad Nacional de La Nacional de Plata.
Plata. Ello permitió, por ejemplo, aplicar para la región
andina “un modelo diacrónico1 de gran profundidad Ese vínculo entre las subdisciplinas antropológicas se
histórica para interpretar el desarrollo de las sociedades sostendría en una obra enfocada a mostrar que es
indígenas del NOA” (Pérez Gollán 1998: 18). De esa “posible buscar una interpretación integral de la cultura
forma, se comenzó a trabajar sobre cronologías culturales, sin perder por ello el rigor en el nivel más básico de
principalmente basadas en un modelo de periodización descripción arqueológica o desatender el desarrollo de
propuesto por Wendell Bennett (Bennett et al. 1948) técnicas refinadas de recopilación e interpretación del
para esa región, pero influenciando notoriamente a material de campo tanto propio como ajeno” (Ceballos
otras áreas culturales, “no sólo por un injerencia directa e Hidalgo 1998: 19). Las mismas autoras señalan que
en la discusión sobre unas y otras sociedades, sino por González desarrolló un proyecto “ambicioso” que
la penetración teórico-metodológica que ejerce sobre giró en torno a tres dimensiones fundamentales: la
equipos diversos de investigadores que se desempeñan relevancia de la investigación empírica; la utilización de
en todo el país” (Boschin 1998: 12). Sobre estos nuevos nuevos y más rigurosos métodos y tecnologías; y “la
parámetros, los grupos de investigación que se formaron articulación en explicaciones abarcativas y unificadas
en torno a la figura de González emprendieron trabajos teóricamente” (Ceballos e Hidalgo 1998: 20). Todo ello
de campaña que privilegiaban las labores de excavación en pos de lograr una síntesis entre “una aproximación
y que además contemplaban la incorporación de descriptiva (clasificaciones, tipologías, seriaciones) y una
estudiantes y jóvenes graduados inclinados hacia la aproximación interpretativa o explicativa de escenarios
antropología social. En relación a ello, como señalan históricos” (Ceballos e Hidalgo 1998: 20). Precisamente,
aquellos jóvenes (dedicados a la arqueología pero también uno de los tantos “alumnos informales” de González,
a la antropología social) que no estaban ligados (ni como destaca en relación a su afiliación teórica adquirida en
alumnos en instituciones o como parte de sus grupos de los Estados Unidos que el neoevolucionismo “prestaba
investigación) formalmente a González, lo reconocen atención a los procesos actuales. La evolución no había
como un referente indiscutible. Así, puede aparecer como cesado o amenguado y el interés por lo contemporáneo se
el “maestro dedicado a despejar nuestros interrogantes” extendía a sociedades campesinas o aún urbanas” (Ratier
(Boschin 1998: 13), o como quien les mostró “el concepto 1998: 49). Del mismo modo, Ratier considera que aquello
de antropología como totalidad pero, por sobre todo, que en los años sesenta se denominó antropología
un ejemplo ético que nunca dejaremos perder y que social por sus primeros cultores fue antes que nada una
deberá orientar toda nuestra tarea profesional” (Ratier “actitud hacia el estudio del presente y las pretensiones de
1998: 45). En la misma sintonía, la figura de González aplicabilidad del conocimiento eran la frontera. En Buenos
ha sido definida como “el constante recordatorio de que Aires dimos en llamar antropología social a aquella que
había otra antropología posible” (Llamazares 1998: 61), privilegiaba la problemática actual y aspiraba a intervenir
además de considerarlo como “un “atractor pregnante”, en la resolución de problemas” (Ratier 1998: 43).
como un “maestro remoto” (Llamazares 1998: 61).
De un modo similar, quienes sí fueron sus alumnos y Aunque para muchos arqueólogos no están demasiado
optaron por la antropología social, también lo señalan claros los fundamentos neoevolucionistas en gran parte
como un referente central en las inicios de la joven de los trabajos de González, nunca dejó de afirmar
subdisciplina, en un marco sociohistórico en el que la que su búsqueda analítica fue siempre la “evolución
“historia fundante es una historia de pequeños grupos, cultural”. Mientras que, por ejemplo, Márquez Miranda
de personalismos que canalizaron el sentido social del daba cuenta de una homogeneidad socio-cultural de
período” (Ringuelet 1998: 47). De hecho, fue José Cruz,2 las poblaciones de los Valles Calchaquíes a los que se
discípulo de González, graduado en la carrera de historia denominaba “diaguitas” desde la conquista española,
González:
1
Carbonari y Figini (1998) destacan en la obra de González la calidad
de los estudios diacrónicos, contextuales (no tipológicos) como un in- “se esforzó por identificar una pluralidad de
tento explicativo de los procesos culturales.
2
adaptaciones culturales locales en una dinámica
Cruz dejó su cargo tras la Noche de los Bastones Largos en 1966 y cultural regional más amplia que comprendía
se radicó en la ciudad venezolana de Mérida. Su lugar fue ocupado
Mario Margulis, un entonces joven contador público y graduado de la al noroeste argentino inscripta junto con sus
especialización en sociología de la Universidad de Buenos Aires, que áreas aledañas, señalando que era un craso error
luego establecería una larga y sostenida trayectoria en el campo de las metodológico no sólo atribuir homogeneidad a esas
ciencias sociales argentinas (exilio mexicano mediante durante el Pro- culturas, sino presuponer la existencia necesaria de
ceso militar de 1976) que se prolonga hasta la actualidad. Su llegada
a La Plata resultó problemática para aquellos ayudantes alumnos que cualquier continuidad cultural entre las poblaciones
completaban la cátedra de Antropología Social, algunos de los cuales prehispánicas y las que hallaron los conquistadores
fueron reemplazados en sus funciones docentes en las cátedras, según españoles en el siglo XVI” (ver Soprano en este volumen).
relatan los implicados, por diferencias políticas.

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Aquí la noción de área cultural cumplía un papel relevante fue sistemática durante toda su trayectoria intelectual
en las interpretaciones, descripciones y clasificaciones, ya pero se concretó progresivamente, ya que se formó
que se ponía el énfasis en la relación de las respectivas como antropólogo en un medio en donde primaban los
poblaciones con su medio ambiente, consideradas enfoques histórico-culturales que ponían un énfasis en
más directas en aquellas culturas de menor desarrollo los fenómenos de difusión. Tras graduarse en zoología y
(González y Pérez 1972). Ello no excluía, la existencia de geología en la Universidad de Cornell, Steward ingresó
un gran centro de irradiación de civilización: “el “Centro con 23 años en 1925 en la Universidad de California,
Nuclear Andino”. Berkeley, cuyo departamento de antropología estaba
conducido por dos de los primeros y más famosos
De cualquier manera, mucho tiempo después de su boasianos: Alfred Kroeber (1876-1960) y Robert
formación en Columbia, González seguía confiando Lowie (1883-1957). Pese a la resistencia que Steward
en que “la idea de Evolución y la explicación de sus iría evidenciando con los postulados teóricos de sus
mecanismos es uno de los objetivos fundamentales profesores y que eran ampliamente aceptados en el
de la ciencia” (González 1998: 364). Así, le adjudicaba campo disciplinar de la época en los Estados Unidos, los
a la complejidad de la cultura la imposibilidad de trabajos en el marco de su posgrado respetarían a grandes
haber encontrado todavía explicaciones análogas a rasgos el clima de ideas y enfoques dominantes. Kroeber
las de evolución biológica. Entonces, abogaba por la y Lowie mantenían además estrechos contactos con los
formulación de explicaciones evolutivas de la cultura difusionistas alemanes. Uno de sus principales referentes,
que contemplen todos los subsistemas de ese proceso Wilhelm Schmidt (1868-1954), pasó un semestre en
de cambio constante en el tiempo hacia formas más Berkeley desarrollando una intensa actividad académica
complejas. Al considerar al proceso evolutivo de la cultura e interactuó de forma fluida con los estudiantes, inclusive
como un “hecho incontrovertible” (González 1998: 364) con el mismo Steward.
postulaba la utilización de un enfoque descriptivo (cómo
se desarrolló la evolución) del que deben hacerse cargo Cuando su obra alcanzó la madurez, Steward planteó
la prehistoria y la arqueología, y el restante explicativo explícitamente la contradicción entre las aproximaciones
(por qué ocurrió la evolución) tarea de la antropología históricas, particularistas, frente a los planteos “científicos”
social y cultural (González 1998: 364). De cualquier modo, que buscan generalizaciones, a los que él adhería. En
González (1974) había insistido en desligar cualquier tipo sus propias palabras, la ciencia antropológica debería
de relación mecánica entre el desarrollo tecnológico y sus “intentar clasificar fenómenos en categorías ordenadas,
aplicaciones prácticas, ya que “los sistemas simbólicos para reconocer las consistentes interrelaciones entre
pueden intervenir y llegar a jugar un rol decisivo. Pero ellas, y así establecer leyes o regularidades, y hacer
esto no significa que no exista otro proceso paralelo e formulaciones que tengan un valor predictivo” (1972: 3).
independiente que origine el cambio a partir de inventos De esa manera, consideraba que el concepto de difusión
o creaciones cuyo origen sea directamente el de llenar había impedido la consideración de las relaciones de
necesidades prácticas inmediatas” (González 1998: causa y efecto en la explicación de la historia cultural. De
369). Por consiguiente, “el proceso de Evolución Cultural acuerdo con Steward, los postulados difusionistas acerca
estaría basado en la interacción permanente entre los del origen de los rasgos culturales no alcanzan a explicar
sistemas simbólicos y los tecnológicos, junto a los bio- nada, ya que la “difusión se vuelve una causa mecánica e
demográficos. Actuando en conjunto como un todo ininteligible, aunque universal, y es utilizada en contraste
frente a los procesos ecológicos de adaptación al medio con otras clases de causas para dar cuenta de casi el 90%
natural como al cultural” (González 1998: 372). de la cultura mundial” (Steward 1972: 182).

Steward y las corrientes histórico-culturales Steward abogaba por explicaciones de otro tipo que
revelaran el modo en que se aceptan determinados rasgos
Tanto Steward como White (aunque con diferentes culturales que, en definitiva, constituyen particularismos
enfoques) recuperaron en la antropología social los que distinguen las sociedades pero obscurecen las
aportes de los principales autores evolucionistas del regularidades. Como consecuencia, las regularidades
siglo XIX, con particular énfasis en el legado de Lewis culturales se pueden formular en diversos niveles, cada
Henry Morgan pero también del británico Edward Tylor. uno de ellos en sus propios términos. A la difusión sólo
Aunque ambos estaban influenciados por el marxismo, le corresponden los aspectos secundarios de la cultura,
discreparon notoriamente en la clase de generalización y no los del núcleo cultural, es decir “los tipos básicos
que postulaban (de mayor alcance en White), además de los patrones sociales, económicos y religiosos”
de que el trabajo de Steward era bastante más sensible (Steward 1972: 208). De esta manera, concedía que
a los cambios no evolutivos y a las especificidades de es posible encontrar fenómenos de difusión incluso
cada cultura. Steward colocó un énfasis marcado en las entre hemisferios pero de ningún modo como primera
determinaciones ecológicas, a diferencia de White que explicación del desarrollo cultural, que es más bien el
estaba más interesado en la producción energética de producto de la interrelación funcional de los patrones de
cada cultura. La adopción de un enfoque neoevolucionista subsistencia y asentamiento, la población, la estructura

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social, el trabajo cooperativo, la guerra y la religión. a organizar: el Proyecto Virú Valley (desarrollado por
Todos ellos tienen sus formas distintivas y requieren William Strong, Gordon Willey y Wendell Bennett),
formulaciones especiales. De esa manera, Steward y el Proyecto Yucatán (financiado por la Carnegie
proponía una metodología que fuera capaz de determinar Foundation y liderado por Robert Redfield). Ello coincidió
regularidades de forma, función y procesos que ocurren con un enfoque estratégico de las agencias oficiales
transculturalmente entre sociedades que se encuentran norteamericanas hacia América Latina, acompañado
en áreas geográficas diversas. por el interés de las fundaciones filantrópicas. De hecho,
hacia mediados de la década del 30 comenzaron a ser
Steward aclaraba que la ecología cultural no era una teoría financiadas actividades orientadas a ese subcontinente,
sino un método, el cual consistía en que “las regularidades tanto por organismos oficiales como el Social Science
transculturales que surgen de procesos adaptativos Research Council (SSRC) como por las fundaciones
similares en condiciones ambientales también similares son Guggenheim, Carnegie y Rockefeller. Con el ingreso de
funcionales o sincrónicos por naturaleza” (Steward 1972: los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, se
5). Así, suponía que los cambios culturales apuntan a una intensificaron además los programas de entrenamiento
mayor complejidad cultural, por lo que el evolucionismo en lenguas extranjeras, en un marco general en el que las
multilinear es básicamente una metodología que supone universidades fueron puestas al servicio de los esfuerzos
que se producen regularidades significativas en el cambio bélicos. La Fundación Rockefeller ocupó una posición
cultural y que están determinadas por leyes culturales. De clave en el financiamiento de esas actividades desde
este modo, Steward era partidario de un evolucionismo 1940 -incluso antes de desatarse la guerra- cuando bajo
que buscara formas recurrentes, procesos y funciones la tutela de Nelson Rockefeller, el gobierno federal había
antes que esquemas universales omniabarcativos. Las creado la Office of the Coordinator of Interamerican
taxonomías se construyen entonces a partir de las diversas Affairs (OCIAA), la cual proveyó el financiamiento de la
clases de paralelismos y similitudes que existen en las mayor parte de las iniciativas académicas hacia América
diversas culturas pero que se distinguen por su limitada Latina (Patterson y Lauria-Perricelli 1999: 221).
ocurrencia y especificidad. Así, le interesaban los términos
sociológicos (banda, clan, clase, estado) que se usan para Principalmente a partir del proyecto Puerto Rico (1948-
describir características que se encuentran repetidamente 1949), Julian Steward se vinculó de un modo directo con
en culturas que no han tenido contacto probado. Allí una antropología de las sociedades complejas, o más bien
surge la importancia del concepto de tipo cultural de las “sociedades nacionales” como solía denominarlas.
que se diferencia de área cultural en varios aspectos. El Proyecto Puerto Rico fue financiado por la Fundación
En principio, se trata de características seleccionadas Rockefeller con la intención declarada de contribuir a la
y no de un contenido total de elementos. Lo que se formulación de planes de desarrollo que favorecieran
hace es seleccionar constelaciones especiales de rasgos la transformación industrial y la estabilización política.
causalmente interrelacionados que se encuentren entre Ello encuadraba perfectamente en las inclinaciones de
dos o más culturas, pero no necesariamente en todas. Steward hacia cierto desarrollismo, dado que confiaba
Pero esa selección de características debe realizarse en en que las sociedades marchaban hacia una sucesión de
función del enfoque y del problema, por lo que cualquier formas más complejas y emergentes. Así, planteaba -a
aspecto de la cultura puede adquirir una importancia partir también de los hallazgos de Redfield en Yucatán-
primordial. A diferencia del concepto de tipo cultural, que la integración podía producirse con la urbanización
la noción de área cultural supone ciertas similitudes y el abandono de los patrones folk culturales y sociales
conductuales que se dan en regiones con uniformidades pero también con la incorporación al estado nacional de
ambientales. La cultura sería entonces una especie de todas aquellas subculturas especializadas regionalmente
ajuste a las presiones ambientales particulares, aunque que no se hayan urbanizado completamente y que se han
Steward admitía que “varios patrones diferentes pueden readaptado antes que transformado. De todos modos,
existir en cualquier área y que diferentes culturas pueden también concebía que la transición de lo tradicional a lo
existir en similares condiciones ambientales” (Steward moderno produce una serie de conflictos –principalmente
1972: 35). generacionales- entre los patrones de cooperación y
compartición más tempranos y los objetivos de maximizar
Steward y el estudio de los mundos contemporáneos el beneficio económico (Clemmer y Myers 1999). En el
estudio de lo contemporáneo Steward se vio atraído por
A finales de la década del 30, Steward había abandonado la oposición folk-urbano de Robert Redfield (1897-1958),
sus estudios sobre los nativos norteamericanos y se ya que consideraba que las culturas tribales presentaban
encaminó a organizar estudios enfocados regionalmente características similares a las folk: pequeñas, aisladas,
hacia Latinoamérica, estimulado por la inquietud homogéneas, cerradas, con patrones que giran en
de generar conocimiento y formulaciones teóricas torno al parentesco, orientadas hacia objetivos y valores
universalmente válidas para la comprensión del cambio e impregnadas “por un supernaturalismo general”
cultural. Patterson y Lauria-Perricelli (1999) aseguran (Steward 1972: 53). Siguiendo también la lógica de
que se inspiró en dos investigaciones a las que ayudó Redfield, consideraba que las sociedades en proceso

230
Neoevolucionismo y ecología cultural...

de urbanización se caracterizaban por estar altamente económica que siguió al crack de Wall Street en 1929.
desorganizadas a partir de un rápido cambio que las Cuando el proyecto se reflotó en 1939 el BAE aprobó el
llevaba hacia la secularización, la individualización y la financiamiento y le encomendó a Steward una tarea que
primacía del conocimiento científico. iba necesitar de un gran esfuerzo colectivo. La edición
del Handbook fue un trabajo de largo aliento para el que
A diferencia de las sociedades tribales o “primitivas” Steward debió realizar diversos viajes a Sudamérica, entre
caracterizadas por la homogeneidad, el escaso margen ellos la Argentina,3 a cuya capital consideró como “un
de desviación y el alto nivel de integración, Steward sumamente animado centro de civilización” (Kerns 2003:
aseguraba que las sociedades nacionales no pueden 227). Este ambicioso proyecto se encuadró perfectamente
pensarse sobre la base de patrones culturales porque se con su idea cada vez más sólida de estudiar en su totalidad
carece de esas uniformidades en la conducta individual. las diferentes culturas humanas, de las más “simples” a las
En contraposición, optó por analizar el “carácter nacional” más “complejas”. Allí, pudo capitalizar provechosamente
a partir de los niveles de integración sociocultural, como la tarea de más de 80 académicos, la mayoría de ellos
un común denominador de la conducta que puede verse arqueólogos y etnógrafos respaldados por trabajos
afectado por factores tales como la crianza en el seno de campo en las diversas sociedades sudamericanas
de la familia, las presiones institucionales (principalmente consideradas. A partir de su rol de editor, pudo imponer
las escuelas) y los medios de comunicación de masas. los formatos de los artículos, instruir a los autores para
En lo que consideraba una marcada heterogeneidad que cubrieran las temáticas sobre la base de un orden
de las sociedades modernas, Steward proponía el y criterio determinados. Como señala Kerns (2003), en
concepto de niveles de integración sociocultural como todo el Handbook sobrevuela implícitamente la distinción
una herramienta metodológica capaz de dar cuenta analítica entre el núcleo cultural y los rasgos culturales
de los diversos grados de complejidad de las culturas, secundarios. Por eso, el sumario destaca cuestiones tales
ya que nos provee “un nuevo marco de referencia y un como los patrones de asentamiento, la tecnología, la
nuevo significado al concepto de patrón; y facilita la economía y las formas de organización social y política. Por
comparación transcultural” (Steward 1972: 52). Según el contrario, quedaron relegados aspectos tales como los
Wolf, el concepto de niveles de integración sociocultural ciclos vitales, mitología, religión y folklore. Steward utilizó
constituye un intento de “generar una construcción una serie de cuatro tipos culturales (“The Marginal Tribes”,
teórica para entender el microcosmos estudiado en un “The Andean Civilizations”, “The Tropical Forest Peoples”
contexto más amplio” (2006: 28), y que en el marco de la y “The Circum-Caribbean Peoples”) para organizar el
idea de evolución emergente, “tuvo por objeto sugerir que Handbook y presentar de forma ordenada una cantidad
las unidades de la misma clase, cuando se hallan sujetas tan grande de información histórica, arqueológica y
a procesos integrativos, podrían dar unidades nuevas etnográfica, basada en el criterio de que los datos se
que no solamente incluyeran las del nivel inferior sino organizaran que categorías que tuvieran un significado
que también mostraran características cualitativamente real e histórico (Patterson y Lauria-Perricelli 1999). Cada
diferentes en el nivel superior, emergente” (Wolf 2006: tipo se basó en la interpretación de aspectos tales como
29). También Wolf señala que Steward “usó el concepto las prácticas económicas, la organización sociopolítica y
para rebatir argumentos que trataban a «la comunidad» las actividades rituales antes que en elementos sociales
como una pequeña reproducción de «la nación», como o históricos contingentes que producen la diversidad.
si se tratara de fenómenos estructurales cualitativamente
idénticos. Sin embargo, enseguida procedió a erguir un Los autores argentinos que participaron del Handbook
edificio conceptual en el cual las unidades del nivel familiar fueron Fernando Márquez Miranda (“The Diaguita of
se convertían en partes de un nivel regional, y en que las Argentina” y “The Chaco-Santiagueño culture”, en
unidades del nivel regional se volvían partes del nivel de volumen 2), Salvador Canals Frau (“The Huarpe”, volumen
la nación” (Wolf 2006: 28-29). 1 y “Expansion of the Araucanians in Argentina”, volumen
2), Antonio Serrano (“The Charrua” y “The Sambaquís of
Steward en la antropología argentina the Brazilean Coast”, volumen 1), Eduardo Casanova (“The
cultures of the Puna and the Quebrada de Humahuaca”,
La obra de Steward fue introducida en la Argentina casi volumen 2), Francisco De Aparicio (“The Comechingón
de un modo contemporáneo con sus trabajos y sus textos and their neighbors of the Sierras de Córdoba”, volumen
estuvieron presentes en las carreras de antropología 2), Joaquín Frenguelli (“The present status of theories
de Buenos Aires y La Plata y en carreras de historia concerning the Primitive Man in Argentina”) y José
como Rosario y Córdoba. Además, la figura de Steward Imbelloni (“Chefalic Deformations of the Indians in
gozaba de una presencia relevante en América Latina Aregntina”, volumen 6). Márquez Miranda, que definía
debido a sus tareas como editor del Handbook of South como “monumental” al Handbook, destacaba que a partir
American Indians, gestado en el marco de Bureau of de esa publicación Steward “arriba al establecimiento de
American Ethnography (BAE) del Instituto Smithsoniano.
El Handbook había sido una idea original de Robert Lowie 3
. Según sugiere Kerns (2003) uno de los principales problemas que
pero se desechó en los difíciles tiempos de la depresión Steward tuvo con los antropólogos argentinos fue que algunos de
ellos no entregaron sus contribuciones a tiempo.

231
G.Gil

áreas que participan de las características socio-político- Como recuerdan los alumnos de González durante
religiosas, triple basamento que, cuando se logra, puede la década del sesenta, sus clases tenían a Theory of
dar mejor el cuadro general de las regiones culturales Culture Change. The Methodology of Multilinear
en esta parte meridional del Continente americano” Evolution como un eje central, como las otras dos figuras
(Márquez Miranda 1958: 29). Incluso se refería a Steward descollantes de aquella “restauración nomotética”
como “mi amigo” (Márquez Miranda 1958: 29), más (Harris 1997), Leslie White y Gordon Childe. Pese a los
allá de que comentara con cierto escepticismo –dada debates que Steward mantenía con ellos, sus alumnos
su adhesión al método histórico-cultural- sobre el se resistieron sistemáticamente a concebirlos como
“inesperado retorno hacia el evolucionismo” (Márquez verdaderos antagonistas y los consideran como parte
Miranda 1958: 35) del que realiza un análisis algo de un “triunvirato” (Peace 2008) verdaderamente
esquemático e incompleto. De todos modos consideraba revolucionario en el campo de la antropología. Por
que “Steward encara de una manera inédita el problema supuesto, esa “revolución” no fue bien acogida por
del desarrollo cultural. Los autores anteriores –durante el campo antropológico local que, liderado por José
el medio siglo transcurrido- sostienen o demuestran, en Imbelloni y Oswald Menghin,5 rechazaba las corrientes
su casi totalidad, la imposibilidad de formular leyes que norteamericana y británica y se aferraba a la teoría
esclarezcan el desarrollo de la cultura” (Márquez Miranda alemana de los Kulturkreise. El mainstream argentino
1958: 35). prefería recostarse sobre una visión humanística (propia
del historicismo alemán) y era incompatible con las
En la difusión de la obra de Steward ocupó un lugar teorías que buscaban leyes y regularidades, como el
privilegiado el arqueólogo Alberto Rex González, quien neoevolucionismo y, particularmente, la ecología cultural
-como ya se ha mencionado- formó parte del primer de Steward.
grupo de alumnos de Steward en Columbia. Su llegada
a esa universidad se vio facilitada gracias al contacto Por el contrario, el objetivo explícito en la obra de
que el arqueólogo Antonio Serrano4 le proporcionó Imbelloni consistía en “dar una idea general de la relación
con el propio Julian Steward. Los años que González entre el hombre y la civilización” (Imbelloni 1935:23), en
pasó en esa prestigiosa universidad norteamericana el marco de la cual definía cultura como “una entidad
fueron determinantes en su formación e indirectamente abstracta y potencial del espíritu de una sociedad humana
impactarían con fuerza en la renovación de ideas y prácticas organizada” (Imbelloni 1935: 33). Para Imbelloni, la
en el campo antropológico local, tanto los postulados cultura también aparece como “una entidad provista de
teóricos que Steward le inculcó a sus alumnos como las vida autónoma, suficiente en relación a las necesidades
modernas técnicas de investigación arqueológica, que los humanas, internamente organizada y original en cuanto
estudiantes de Columbia concretaban en la Universidad a la solución de los problemas de la vida material,
de Arizona. Su contacto como estudiante de Steward en social y mental del hombre” (Imbelloni 1935: 150).
un seminario de etnografía americana resultó, según su Este proyecto intelectual daba forma a una Etnología
propio relato: que para desarrollarse como síntesis de las culturas del
mundo necesitaba los materiales de disciplinas como la
“fundamental porque me hacía ver la importancia de Etnografía, la Lingüística, la Arqueología y la Musicología,
comparar los distintos pueblos americanos conocidos entre las más importantes. Incluso aseguraba que “la
por la etnografía y tratar de buscar explicaciones Etnología es la ciencia de nuestro siglo, y hacia ella se
de tipo cultural; esto para una formación general orientan todos aquellos que desean penetrar a fondo
más o menos amplia, no dogmática, tratar de las instituciones humanas, por ejemplo, el derecho. O
juntar distintas ramas de las ciencias del hombre,
de la antropología, para tener una visión integral 5
Oswald Menghin nació en Austria (1888-1973) y desde su llegada
de los pueblos. Creo que en mí eso repercutió a la Argentina en 1948 ejerció una notable influencia en el campo
profundamente y hasta ahora. La visión que he arqueológico argentino que se mantuvo inalterado por décadas. Los
tenido de mi trabajo toda la vida obedece, en buena más firmes cuestionamientos que recibió están vinculados con las
parte, a esa formación” (Bianciotti 2005: 171-2). actuaciones políticas en su país natal, por las que fue considerado
prisionero de guerra (liberado luego en 1947) tras la derrota alemana
en la segunda guerra mundial, principalmente por su participación
como Ministro de Cultura y Educación del gobierno pro-nazi de Seyss-
4
En algunas entrevistas que le realizaron, González no menciona la Inquart en 1938. De todos modos, y aunque su compromiso tan directo
labor de intermediación de Serrano y suele explicar su decisión de con el nazismo fue relativizado (sobre todo por su militancia católica),
emigrar a los Estados Unidos en el consejo que le habría formulado Kohl y Pérez Gollán (2002) analizan en detalle su obra e interpretan
el antropólogo francés de origen suizo Alfred Métraux (1902-1963), la carrera de Menghin como una muestra de los extraordinarios
que había trabajado durante una década en la Universidad de Tu- “peligros de combinar política, religión y prehistoria” (Kohl y Pérez
cumán (Bianciotti 2005). Los intercambios epistolares durante 1945 Gollán 2002: 561). Por ello, la trayectoria académica de Menghin
entre Steward y Serrano (a quien el norteamericano se refería como “ilustra los peligros de enfatizar la relevancia del conocimiento de
“querido amigo”) muestran que en efecto Serrano lo había recomen- un especialista de prehistoria para resolver problemas políticos y
dado a González para estudiar en Columbia y que el propio Steward sociales contemporáneos” (Kohl y Pérez Gollán 2002: 562), del mismo
había iniciado gestiones para que se le otorgue una beca. Debo estos modo que su “rigidez ideológica lo llevó a involucrarse en actividades
y otros documentos a Mirta Bonnín, directora del Museo de Antrop- políticas censurables y a distorsionar e interpretar tendenciosamente
ología de Córdoba. los registros etnográficos” (Kohl y Pérez Gollán 2002: 562).

232
Neoevolucionismo y ecología cultural...

las directrices esenciales de nuestra mente: religión, arte década del cincuenta, Serrano le ofreció hacerse cargo
y filosofía” (Imbelloni 1935: 43). Dentro del proyecto de la cátedra de Arqueología Argentina de la Facultad de
global de la Etnología, el autor italiano desarrolló el Filosofía y Letras de la Universidad del Litoral en Rosario,7
“neologismo” de Culturología a la que definía como: que él mismo dictaba y que había dejado vacante para
enseñar en la Universidad de Córdoba. Según sus propios
“la ciencia que estudia la vida de las Culturas, como testimonios, González se vio obligado allí a perfeccionar
producto de la actividad de las sociedades humanas. sus lecturas y ofrecer un panorama teórico más compacto
La palabra «vida» comprende ya, claramente, tanto para sostener ambas cátedras (Bianciotti 2005), lo que
el concepto de formación y desarrollo, como el de sería sustancial en la formación de futuros arqueólogos
difusión, predominio y sucesión; en una palabra, y antropólogos sociales. Desde sus cátedras8 intentó
todas las etapas de su proceso histórico. Por otra recalcar “la necesidad de que el arqueólogo se proveyera
parte, en la idea de Cultura están concebidos, en su de una sólida formación en teoría de la cultura. En
totalidad, los elementos patrimoniales del hombre. líneas generales enfatizamos, hacia aquella década, las
Luego, son partes analíticas de la Culturología: la propuestas formuladas por Gordon Childe” (González
historia de la economía, de la técnica, de la religión, 1991-1992: 102).
del arte, del estado, etc.” (Imbelloni 1935: 182-183).
La influencia de la obra de Steward en la enseñanza de
En definitiva, los postulados teóricos que -aunque la antropología argentina puede apreciarse también a
contemplaban los fenómenos de difusión cultural- través de la labor de aquellos alumnos y discípulos de
prestaban especial atención a los condicionamientos de González que se hicieron cargo de cátedras que él
medioambientales, a la identificación de tipos culturales dictaba o que él mismo promovió. El caso más evidente
y áreas culturales, al desarrollo tecnológico de las tal vez sea el de José Cruz, el discípulo propuesto por
sociedades y que privilegiaban la construcción de González para dictar las materias de antropología
cronologías absolutas, no podían encajar en la propuesta social/cultural en las instituciones en las que pudo
de Culturología y en las diversas utilizaciones del concretar un mayor peso institucional. Cruz era un
difusionismo alemán. De hecho, los primeros trabajos de graduado de Historia (con orientación en antropología)
González no contienen demasiadas referencias teóricas de Córdoba que además había participado en los
que busquen polemizar con el mainstream dominante, trabajos de campaña arqueológicos encabezados por
mucho más cuando se trataba de publicaciones gestadas González, puntualmente en Laguna Blanca (Catamarca).
en los espacios institucionales controlados por Imbelloni. Cruz enseñaba “Antropología Cultural” en la Facultad
No por ello, esas producciones se privan de formular deFilosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de
observaciones críticas a las ideas dominantes en el campo Córdoba y la misma materia, denominada Antropología
antropológico local, en especial las metodológicas. Por Social (optativa de la carrera de Antropología), en la
ejemplo, un artículo publicado en Runa indicaba que: Facultad de Ciencias Naturales y Museo de la Universidad
Nacional de La Plata. Como consta en el programa de
“No es imposible que algún día podamos vincular 1965 de Antropología Cultural en Córdoba, Cruz planificó
específicamente algunos de los antiguos horizontes una materia con una densa carga de contenidos que
de cazadores de América del Norte con sus similares ofrecía un panorama actualizado de la disciplina en la que
de América del Sud y Mesoamérica y elaborar predominaban ampliamente los autores norteamericanos.
secuencias válidas de gran amplitud geográfica, Y por supuesto, la obra de Steward y otros materialistas,
pero debido a la enorme variedad y a la diversidad como White, ocupaba una porción significativa de esos
tipológica de los instrumentos utilizados habrá contenidos. En la primera parte del programa (dividida a su
que tener mucha cautela en la valoración de estas vez en tres unidades) Cruz planteaba una “aproximación
afinidades” (González 1952: 129).
trabajos de campaña o de etnohistoria” (González 1991-92: 93). Salvo
En ese mismo artículo prefiguraba que “la etapa de a Palavecino, los consideraba desactualizados en la moderna teoría
investigación inevitable que se nos impone es la de antropológica. Precisamente, Palavecino era uno de los dos profesores
(junto con Ciro René Lafón) que enseñaron a Julian Steward en la ca-
tratar de hallar y definir los grandes complejos dentro rrera de antropología de la Universidad de Buenos Aires en la década
de las distintas áreas, para lo que se requiere mucha y del sesenta.
cuidadosa labor en el terreno, tarea más que olvidada 7
El Instituto de Antropología de la Universidad Nacional de Litoral fue
entre nosotros” (González 1952: 130). creado en 1951 en Rosario y comenzó a funcionar un año más tarde.
Desde su creación fue dirigido por Antonio Serrano, siendo luego re-
González se inició en la docencia en la Universidad emplazado por Alberto Rex González. Garbulsky (2004) señala que la
reforma del plan de estudios de la carrera de historia en 1957 (y que
Nacional de La Plata en 1949 (Soprano 2006) en la entró en vigencia en 1959) permitió la creación de una orientación en
cátedra de arqueología que estaba a cargo de Enrique antropología, en la que González tuvo una activa participación.
Palavecino.6 Muy poco tiempo después, ya entrada la 8
Por ejemplo, en la carrera de La Plata, González dictó durante la
década de 1960 en los sucesivos planes materias como Arqueología
6
González identifica a Palavecino, junto con Serrano y Vignati, como Americana (culturas pre-cerámicas)”, “Arqueología Americana (cultu-
arqueólogos de la vieja guardia que “concentraban su actividad en ras agro-alfareras)”, Prehistoria General y Arqueología Argentina.

233
G.Gil

epistemológica” de la disciplina, en la que se advierte problemática del cambio cultural, se retoma el concepto
una exposición ecléctica de autores (Schobinger, Evans- clásico de evolución para luego sí focalizar en las nuevas
Pritchard, Beals, Kluckhohn, Herskovitz y Haddon) que formulaciones teóricas sobre ese mismo concepto,
no excluía a Imbelloni con su Epítome de Culturología, además de considerar especialmente la ecología cultural
lo que completaba un panorama amplio de las distintas y “su aplicación al origen de las primeras culturas
tendencias y subdisciplinas de la ciencia antropológica, urbanas”. Steward adquiere en esta parte del programa
que implicaba al “problema terminológico”. La línea una significativa importancia, configurándose –dentro
epistemológica se continuaba en la segunda unidad, en de un grupo de autores relevantes en la disciplina- como
donde ya se comienza a advertir una toma de posición una de las referencias privilegiadas. Las restantes otras
teórica en la elección de los autores y las problemáticas, “bolillas” también descansaban sobre el arsenal teórico
como la relación de la antropología con la historia y en de la antropología norteamericana,11 y estaban dedicadas
general con las diversas “ciencias del hombre”. El perfil a la Escuela de Cultura y Personalidad, “La Familia”, “Las
de la subdisciplina de la antropología cultural se define instituciones políticas y económicas”, “La religión en la
con mayor claridad en la tercera unidad (“La practicidad sociedad ágrafa” y “La aculturación”.
de la antropología”). En ese segmento del programa ya
se postulan las problemáticas contemporáneas y hasta El programa de la materia que el propio Cruz dictaba
se llega a plantear una noción de gran relevancia en la el mismo año en La Plata estaba estructurado sobre
época (y mucho más todavía en los años venideros), principios similares pero no era exactamente igual.
como la de compromiso.9 Directamente ligado a ello, se Constaba de siete unidades y era algo más restringido
consideraban la antropología aplicada, la problemática del y específico de antropología social. Esa asignatura
cambio dirigido y los estudios de desarrollo. Se destacan dictada en La Plata también contenía una proporción
en esa parte autores como Sol Tax, Raymond Firth y alta de autores antropológicos norteamericanos, aunque
George Foster. también agregaba algunos referentes de la sociología
de ese país, como Talcott Parsons y Robert Merton.
La segunda parte del programa (“bolillas”10 4 y 5), La primera unidad, de contenido epistemológico, se
denominada “Aproximación metodológica”, consideraba posicionaba sobre densas problemáticas disciplinares,
los métodos etnográfico, comparativo y genealógico, como el objeto de estudio, sus principales categorías de
además de ocuparse puntualmente de la vinculación análisis y retomaba, entre otros aspectos, la noción de
de la antropología con la sociología. En los aspectos compromiso del antropólogo. También se desarrollaba
específicamente referidos al método etnográfico se en este segmento el contexto histórico del surgimiento
analizaban problemáticas tales como la “aceptación, y el desarrollo de la antropología social. Los enfoques
identificación y adaptación”, el “uso de idiomas materialistas y neoevolucionistas (Steward, White y
indígenas”, el “informante clave” y los “estudios de Childe) aparecían en la parte final de la segunda unidad
áreas culturales”, todas ellas de histórico peso en la (“Aproximación Gnoseológica”), denominada “Estructura
etnografía norteamericana. Ya en esta parte comienzan y Cultura”. Steward12 volvía ser referenciado en la tercera
a aparecer trabajos de Steward como referencias unidad (“aproximación metodológica”). Precisamente,
centrales, aunque siempre en medio una gran cantidad como muestra Soprano (en este volumen) en un análisis
de culturalistas norteamericanos, lo que queda muy claro detallado de los programas y la labor institucional de
en la sexta unidad (”La Cultura”) en la que predominan actores claves en el escenario antropológico platense,
antropólogos como Kluckhohn, Kroeber, Lowie, Beals 11
y Herskovitz. Será en la séptima “bolilla” (“Dinámica Por supuesto, entre las citas dominantes se destacan varios de los
ya nombrados, juntos con otros de gran relevancia en la tradición
e interpretación de la cultura”) cuando pueda notarse norteamericana (Lowie, Kroeber, Linton, Redfield, Mead), pero
con mayor claridad la influencia de Steward, no sólo también aparecían, siempre en menor cantidad, de otras tradiciones,
por los textos de lectura obligatoria sino por el enfoque como Firth, Malinowski (los británicos más referidos), Frazer (para
propuesto, en donde se destacan los integrantes de aquel la parte de “magia”) y –sobre todo en las primeras unidades- Lévi-
Strauss.
mencionado “triunvirato” materialista y neoevolucionista: 12
Steward, Childe y White. Allí es donde se postula la Una de las tantas características de la obra de Steward es que nunca
hizo un trabajo de campo intensivo, sino que concretó estadías cortas
9 desde una perspectiva naturalista y empirista. Sus trabajos en el terreno
La noción de compromiso adquirió en los años sesenta una
estaban enfocados en obtener “información confiable” y nunca le
importancia vital en las representaciones de los cientistas sociales, cada
prestó demasiada atención –tal cual era costumbre en la antropología
vez más vinculados con la política, lo que daría una notable relevancia
norteamericana de su época- a las formas de interacción con los
a la figura del intelectual comprometido, frente al experto del período
nativos. Trabajaba prioritariamente con entrevistas a informantes en
desarrollista y al anterior intelectual humanista (Suasnábar 2004; Gil
el marco de un trabajo intensivo con unas pocas fuentes, aunque con
2010). Anclada en la concepción sartreana, comenzó a ligarse cada
un énfasis marcado en la observación del paisaje y de los recursos
vez más en América Latina con los proyectos revolucionarios a los
tecnoambientales. Y además, le preocupaban los patrones de la
que muchos de sus componentes adherían en ciertos casos de forma
conducta y la actividad social directamente observable. Las carencias
explícita, en un contexto en el que “la revolución fue para muchos
analíticas de su trabajo de campo quedarían expuestas más tarde en
ciudadanos y dirigentes una declaración de principios” (Ollier 2005:
el proyecto Puerto Rico, cuando sus estudiantes se vieron obligados a
10). Guber (2008) se ha ocupado detalladamente de cómo se utilizó
construir sus herramientas metodológicas durante el mismo proceder
esa categoría en la antropología social argentina.
del trabajo de campo. Steward tampoco era demasiado sensible a
10
Con ese término aparecen segmentados los contenidos. considerar las denominaciones emic.

234
Neoevolucionismo y ecología cultural...

Cruz ponía un marcado énfasis en la investigación sobre del programa, bajo los “ítems” referidos a los “sistemas
el terreno, para el cual había planificado en 1965 una serie ecológicos”, a “las teorías y conceptos evolucionistas”,
de “reuniones de seminario preparatorio para los trabajos a “las culturas pre-neolíticas”, y las “culturas neolíticas
de campaña”, orientados hacia el análisis de comunidades y postneolíticas”. Otros autores citados eran White,
(como el que había hecho en Laguna Blanca con el Nadel, Manners, Redfield y Lewis. Uno de los últimos
equipo de Rex González), pero también había planificado ítems del segundo y último segmento del programa,
ejercicios de etnografía urbana orientados hacia “los denominado “el estudio de las culturas modernas y el
barrios de emergencia”, concebidos para “preparar los carácter nacional”, también contaba con referencias
diseños de investigación previos a la labor de campo de Steward, además de, por supuesto, Ruth Benedict y
que se cumplirán en el período de receso de la actividad Margaret Mead.
docente”. Lo restante del contenido de la asignatura
(unidades denominadas “partes especiales”) estaba Por supuesto, los canales de difusión que se han
referido a los estudios de comunidades, los sistemas de mencionado no pueden presentarse como las únicas
parentesco, la aculturación y la antropología aplicada. vías de acceso en el campo antropológico argentino
de la obra de un autor descollante en la historia de
Una instancia que podría haberse transformado en la antropología del siglo XX. Sí tal vez fueron las más
un punto de inflexión en la enseñanza y práctica de evidentes, principalmente a través de las cátedras y la
la antropología social es la materia de ese nombre formación de recursos en investigación de campo. Más
(obligatoria para los alumnos de ciencias antropológicas allá del real impacto que el método de la ecología cultural
de la UBA) que dictó en 1962 el destacado antropólogo y sus consiguientes enfoques neoevolucionistas haya
norteamericano Ralph Beals, quien se desempeñó como producido entre los diversos actores del campo local,
profesor visitante en el departamento de Sociología. En significó un aporte altamente contrastante con el tipo
aquellos años, merced a los subsidios internacionales de antropología que, a grandes rasgos, se enseñaba y
que la gestión encabezada por Gino Germani obtuvo practicaba en la Argentina.
de fundaciones filantrópicas (Ford y Rockefeller) y de
la UNESCO, fueron muchas las destacadas figuras de Conclusiones
las ciencias sociales metropolitanas (Cicourel, Balan,
Touraine, Silvert, Horowitz, Heintz, entre otros) que La antropología argentina comenzó a experimentar
formaron parte del plantel docente de Sociología en la transformaciones sustanciales en la segunda mitad
Facultad de Filosofía y Letras. Un antropólogo que aún del siglo XX, vinculadas con cambios relevantes en la
no había iniciado la carrera en 1962 definió a aquella estructura de funcionamiento de un campo disciplinar que
materia como “una leyenda”13 y no recuerda con precisión estaba atravesando su definitiva institucionalización. Pero
a compañero suyo de los años superiores que la hubiera esas transformaciones transitaron caminos con ritmos
cursado. Más allá de la mayor o menor presencia de los marcadamente diferentes en las distintas subdisciplinas.
estudiantes de antropología en las clases de Beals, no Mientras que la antropología social encontró serios
se ha detectado vínculo posterior o influencia alguna obstáculos (institucionales, de liderazgos, etc.) para
declarada por antropólogos locales.14 Beals había sido poder desarrollarse, la arqueología experimentó mayores
compañero de Steward en Berkeley y luego siguieron posibilidades de “progreso” alternativo a los lineamientos
teniendo estrechos vínculos personales y profesionales. En dominantes impuestos por el Kulturhistorische Methode
la materia que dictaba en la UBA, Beals apeló a numerosas en las carreras de las universidades centrales de Buenos
referencias de Steward, sobre todo en la segunda parte Aires y La Plata. La renovación metodológica y teórica
–no exclusiva por supuesto- que propició el liderazgo
13 de Alberto Rex González a partir de su formación en
Comunicación personal.
14
Es importante resaltar que, en los primeros años de la carrera de los Estados Unidos impulsó la introducción de nuevos
ciencias antropológicas, el Museo Etnográfico de Buenos Aires fue el autores, en especial desde su tarea como formador en
escenario central de una vida intelectual intensa, a partir de las clases y docencia en distintas universidades, pero también en su
conferencias que allí se impartían, pero también por los materiales que papel de “maestro informal” que le reconocen muchos
había a disposición, como colecciones, cajas, estantes y documentos
que favorecían un contacto continuo entre profesores y alumnos. Como de sus “discípulos” indirectos. Lo mismo le corresponde
espacio propio y claramente separado de las aulas de la facultad, era el a los grupos de investigación que se formaron alrededor
punto de encuentro predilecto y distintivo del ambiente antropológico suyo. Así, la antropología experimentó un flujo de
porteño (Guber 2006). Aquella “unidad inicial” (Guber 2006) de ideas por distintos canales, ya sea institucionales
profesores y alumnos en “El museo” se manifestaba especialmente
frente a los otros estudiantes de la Facultad de Filosofía y Letras y a los o parainstitucionales, que progresivamente fueron
demás estudiantes de antropología en el resto del país. Inclusive desde impactando en otros referentes locales del campo
sociología, uno de los estigmas que solía proyectarse sobre la carrera formados en otra matriz disciplinar. De ese modo, en
de antropología era “cueva de fascistas” (Guber 2006). Sin embargo, el marco de la hegemonía que el difusionismo alemán
luego de una primera etapa de plena identificación de estudiantes y
profesores, aglutinados por el ámbito común y “sagrado” del Museo, siguió detentando en los espacios institucionales de
aquellos primeros graduados comenzaron a alejarse de sus maestros a Buenos Aires y La Plata, otros espacios de formación
partir de una serie de enfrentamientos disciplinares y políticos (Guber se continuaron abriendo también con otros referentes
y Visacovsky 1999; 2000).

235
G.Gil

(por ejemplo Augusto Cortazar, Enrique Palavecino, Ciro latinoamericano se constituirían en referencia ineludible
Lafón,15 Susana Chertudi) que progresivamente fueron de los futuros “antropólogos sociales” de fines de los
difundiendo en sus cátedras las nuevas ideas y enfoques años sesenta y principios de los años setenta en la
que se imponían en el campo antropológico mundial. Argentina (Guber y Visacovsky 2000). De ese modo,
el contexto periférico de la antropología argentina
Claramente se ha presentado aquí un relato vinculado con que estaba extremadamente ligado a una tradición
las estrategias de posicionamiento del propio González y metropolitana en retirada, comenzó a experimentar una
de sus intérpretes autorizados. El análisis detallado de su mayor cercanía con otras tradiciones con mayor vigor
obra, como de las huellas discursivas más puntuales de en el campo antropológico mundial. Pero ese contacto
sus posicionamientos teóricos requiere una investigación fue extremadamente fragmentado (por ejemplo en lo
mucho más detallada y de largo alcance. Por ello, en este institucional, lo geográfico) ya que además las sucesivas
artículo se ha presentado uno de los modos en los que interrupciones institucionales cortaron procesos (como
impactó en la Argentina un clima intelectual preciso que ocurrió en 1966 a partir de la Noche de los Bastones
en un espacio de origen también propició una importante Largos) de una renovación más incipiente, sobre todo
renovación teórico-metodológica. En ese sentido, Steward en el espacio institucional clave de la Universidad de
es un autor clave en el desarrollo de la antropología, Buenos Aires (Guber 2007). Esas limitaciones que iban
tanto en su país como en la Argentina. Su obra, gestada surgiendo de los avatares de las política nacional se
en un marco culturalista con el que nunca dejó de estar irían haciendo cada vez más determinantes en la década
vinculado, se fue posicionando cada vez hacia posturas del setenta, cuando distintos proyectos académicos y
materialistas y neoevolucionistas. Sin embargo, ello no trayectorias profesionales encontrarían obstáculos todavía
impidió que muchos de los alumnos que se nuclearon en muchos más serios que los que se habían producido con
torno a su liderazgo y fueron directamente influenciados anterioridad. Pero esa es otra historia.
por él, desarrollaran importantes trayectorias académicas
en las que incorporaron herramientas analíticas más Mar del Plata, agosto de 2010
propias de la tradición británica, muy firmes en la Bibliografía
Universidad de Chicago, institución en la que además
se formaría Esther Hermitte,16 otro referente importante Altamirano, C. 2008. Introducción general. En C.
en la renovación de la antropología argentina. Allí, Altamirano (director) Historia de los intelectuales en
investigadores que participaron del Proyecto Puerto América Latina I. la ciudad letrada, de la conquista al
Rico como Eric Wolf (y algunos otros en instituciones modernismo: pp. 9-27, Katz, Buenos Aires.
diferentes, como por ejemplo Sidney Mintz desde Yale)
llevarían adelante trabajos que de algún modo sintetizarían Bennett, Wendell; E.Bleiler y F.Sommer. 1948. Northwest
la tradición británica de trabajo de campo con los Argentine Archaeology. Yale University Publications in
enfoques materialistas y de áreas culturales en los que se Anthropology 38, New Haven.
formaron. Precisamente, los estudios sobre campesinado
Bianciotti, A. 2005. Alberto Rex González: la imagen y el
15 espejo. Arqueología Suramericana 1(2):155-184.
El arqueólogo Ciro Lafón, aunque formado en el marco histórico-
cultural y discípulo orgulloso de Imbelloni, estimuló el desarrollo de la
antropología social en la UBA a la que consideraba un “un signo de Bourdieu, P. 2000 Intelectuales, política y poder,
modernización y nacionalización que no implicaba negar las ramas Buenos Aires, Eudeba.
«clásicas», ni introducir una bandera extra académica, esto es, políti-
ca” (Guber 2007; Visacovsky et al. 1997). Inclusive en los años setenta
se pronunció favorable a “una antropología al servicio del país, de
Bourdieu, P. 2007. El sentido práctico, Siglo XXI, Buenos
sus hombres y de sus instituciones” (Lafón 1974: 313). Además de Aires.
la condición militante que implicaba proporcionar conocimiento para
“dar testimonio de la situación real en la que estamos viviendo” (Lafón Bourdieu, P. 2008. Homo academicus, Siglo XXI, Buenos
1974: 313), Lafón aseguraba estar “intentando iniciar una Antropolo-
gía Nacional, no dependiente, empezando por ensayar la elaboración
Aires.
de nuestro propio modelo. Que es COMPROMETIDO CON NUESTRO
PAÍS” (Lafón 1974: 332). Boschin, M. T. 1998. Introducción. En AA. VV., Homenaje
16
Hermitte regresó de Chicago en 1965 y encontraría serias dificulta- a Alberto Rex González. 50 años de aportes al desarrollo
des para insertarse en la estructura de enseñanza de las universidades y consolidación de la antropología argentina: pp. 11-15,
rioplatenses. En la primera parte de 1966 tuvo a su cargo en la carrera Facultad de Filosofía y Letras, UBA, Buenos Aires.
de ciencias antropológicas de la UBA un seminario sobre “etnografía
de los «mayas contemporáneos» con el mismo enfoque estructural-
funcionalista que había aplicado en su tesis doctoral” (Guber 2007: Carbonari, J. y A. Figini. 1998. Quien sabe lo que busca,
281). Las posibilidades de esta innovación se cortaron con las renun- interpreta lo que encuentra. Sobre contexto, secuencia
cias masivas en la UBA luego de la Noche de los Bastones Largos a y cronología en la obra de Alberto Rex González. En
las que se plegó Hermitte, a partir de lo cual continuaría su labor en
el Centro de Investigaciones Sociales (CIS) del Instituto Di Tella, un
AA. VV., Homenaje a Alberto Rex González. 50 años de
organismo privado que resultó central en el proceso de modernización aportes al desarrollo y consolidación de la antropología
cultural que atravesó la Argentina de la época y en el estímulo de la in- argentina: pp. 75-81.
vestigación en ciencias sociales según los parámetros internacionales.

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Neoevolucionismo y ecología cultural...

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