La mujer de la escalera

Entre el segundo y el tercer piso de mi casa hay una suerte de peaje. Lo habita una mujer
morena de pelo liso y largo hasta las piernas. Usa un vestido blanco antiguo que no deja ver
sus pies. Hace días, su boca borrosa como la niebla me dijo que no regresaría y por eso no
he vuelto a subir, me he quedado aquí; ¡que alguien me traiga la comida! La esperaré en el
escalón treinta y tres hasta que mi pelo me cubra los pies o mis huesos me consuman la
piel.