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ANTOLOGÍA DE TEXTOS
Saint Gregory School - Prof. Jose Manuel Bermúdez
TABLA DE
CONTENIDOS
El corazón delator
PÁGINA 12
El tonel de amontillado
Agatha Christie:
(Torquay, 1891 - Wallingford, 1976). Autora inglesa del género policíaco, sin duda una de
las más prolíficas y leídas del siglo XX. La estructura de la trama de sus narraciones,
basada en la tradición del enigma por descubrir, es siempre similar, y su desarrollo está
Británico.
“Admitió que había sostenido una discusión con “-Pues lo que he dicho, querida. Si has
él la mañana anterior, a la hora del desayuno. cometido alguna tontería, no lo ocultes. Yo sólo
quiero ayudarte.
“-Supongo que la oirían los criados… -comenté.
“-Nadie ni nada puede ayudarme, excepto la
“-No estaban en la habitación.
“Luego hablé con el servicio. La cocinera quería “-Oh, no. Físicamente está bastante bien, aparte
contarme lo de las setas, pero la contuve: de la vista, que le empieza a fallar. Puede que
estaba harta de aquellas setas. En vez de eso, la nos sobreviva a todos nosotros, pero su mente
interrogué detalladamente acerca del estado se está perdiendo muy deprisa. Les dije al señor
de su amo en aquella trágica noche. Las dos y a la señora Denman que debían internarlo en
estuvieron de acuerdo en que parecía un sanatorio, pero la señora Denman no quiere
agonizante, que apenas podía tragar, sólo oír hablar de ello siquiera.
hablaba con voz apagada y delirante, y que no “Debo decir que Mabel siempre ha tenido un
dijo nada que tuviera sentido. corazón generoso.
“-¿Qué dijo cuando deliraba? -pregunté con “Bien, así estaban las cosas. Consideré
curiosidad. cuidadosamente todos los aspectos y
“-Algo acerca de un pescado, ¿no? -dijo finalmente decidí que sólo quedaba una cosa
volviéndose a la otra. por hacer. En vista de los rumores que
circulaban, debíamos solicitar un permiso para
“Dorothy asintió. exhumar el cadáver, practicarle la debida
autopsia y hacer que las lenguas se callaran pa-
mejores cuentistas de todos los tiempos. Revalorizó y revitalizó el cuento tanto desde sus
nada tenía que envidiar a la novela y otorgando al relato breve la dignidad y el prestigio
—No, amigo mío. No me preocupa tanto que —Está más adelante —contesté—; pero mira las
estés ocupado, sino que veo que padeces un blancas telarañas que brillan en las paredes de
fuerte catarro. Las criptas son intolerablemente estas cavernas.
húmedas. Están cubiertas de salitre. Se volvió hacia mí y me miró a los ojos, con los
—Vamos, de todos modos. Este catarro no es suyos que eran dos globos brumosos
nada. ¡Amontillado! Te habrán engañado. Y en destilando los humores de la embriaguez.
cuanto a Lucresi, él no sabe distinguir un jerez —¿Salitre? —preguntó después de un rato.
de un amontillado.
—Salitre —contesté—. ¿Desde cuándo tienes esa
Mientras decía esto, Fortunato me tomó del tos?
brazo; y yo, luego de ponerme un antifaz de
seda negra y de ceñirme un roquelaire dejé —¡Uf, uf, uf...! ¡Uf, uf, uf...! ¡Uf, uf, uf...! ¡Uf, uf, uf...!
A mi pobre amigo le fue imposible contestarme —Bebe —le dije, presentándole el vino.
hasta pasados varios minutos.
Lo alzó a los labios con una mirada maliciosa.
—No es nada —dijo por fin. Se detuvo y asintió amistosamente con un
movimiento de cabeza, mientras tintineaban
—Ven —dije con decisión—, vamos a regresar; tu
sus cascabeles.
salud es preciosa. Eres rico, respetado,
admirado, querido; eres feliz como lo fui yo en —Brindo —dijo— por los enterrados que
un tiempo. Eres un hombre a quien echarán de descansan a nuestro alrededor.
menos. En mi caso, no importaría. Volvamos, o
caerás enfermo y no quiero tener esa —Y yo, porque tengas larga vida.
responsabilidad. Además, está Lucresi...
Otra vez me tomó del brazo y seguimos
—Basta —dijo—, esta tos no es nada; no me adelante.
matará. No moriré de una tos.
—Estas criptas son enormes —dijo.
—Es verdad, es verdad —contesté—; no es que
—Los Montresor —contesté— fueron una
quiera, por cierto, alarmarte innecesariamente...,
distinguida y numerosa familia.
pero debes tomar todas las precauciones
apropiadas. Un trago de este Médoc nos —He olvidado vuestras armas.
protegerá de la humedad.
—Un gran pie humano de oro en campo de
Entonces rompí el cuello de una botella que azur; el pie aplasta una serpiente rampante
había extraído de una larga fila de la misma cla- cuyos dientes se clavan en el talón.
—¿Y el lema?
—¡Muy bien!
—Bromeas —exclamó, retrocediendo unos pasos —Sigue adelante —dije—. Allí está el
—. Pero vamos a ver ese amontillado. amontillado. En cuanto a Lucresi...
—¡Fortunato!
—¡Fortunato!
cambiarían para siempre el género de terror y la ciencia ficción. Tenía debilidad por los
helados y por los gatos. Considerado un gran innovador del género de terror, al que
aportó una mitología propia –los conocidos como Mitos de Cthulhu, que consituyen un
Bram Stoker:
(Dublín, 1847 - Londres, 1912). Los problemas de salud de su niñez no le impidieron
Filosófica.
que tantos novelistas han seguido, Arthur Conan Doyle creó al doctor Watson, un médico
leal pero intelectualmente torpe que acompaña a Sherlock y escribe sus aventuras.
Sófocles:
(Colona, hoy parte de Atenas, actual Grecia, 495 a.C. - Atenas, 406 a.C.). Poeta trágico
griego. En el 468 a.C. se dio a conocer como autor trágico al vencer a Esquilo en el
concurso teatral que se celebraba anualmente en Atenas durante las fiestas dionisíacas,
cuyo dominador en los años precedentes había sido Esquilo.Sófocles llegó a escribir
hasta 123 tragedias para los festivales, en los que se adjudicó, se estima, 24 victorias,
frente a las 13 que había logrado Esquilo. Se convirtió en una figura importante en
Alejandro Casona:
(Besullo, 1903 - Madrid, 1965). Comediógrafo español, autor de un teatro de ingenio y
humor que mezcló sabiamente fantasía y realidad. En este sentido, la suya está