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CAPÍTULO 6
DIAGNOSTICO.-

1. 6.1.-Pruebas subjetivas.-

Para el diagnóstico de cualquier enfermedad se sigue una pauta ya


determinada que consiste en la realización de una historia clínica, donde el
paciente o sus familiares relatan el motivo de la visita al médico, la
sintomatología que presenta el paciente y aquellas otras circunstancias que
consideren oportuno relatar, después viene una exploración de dicho paciente
y por último unas exploraciones complementarias que permitan un diagnóstico.

Dentro del diagnóstico de la sordera nos limitamos a hablar de estas


pruebas complementarias fundamentales a la hora de encauzar un diagnóstico
de sordera o hipoacusia.

Las pruebas subjetivas son aquellas que necesitan la colaboración del


paciente para ser realizadas. El explorador realiza una acción y se espera del
explorado una respuesta.

6.1.1.- ACUMETRIA.-

Se entiende por acumetría todos aquellos métodos exploratorios de la


audición que se llevan a cabo por medios no radioeléctricos. La mayoría de
ellos han quedado obsoletos en la actualidad, pero algunos tienen una vigencia
permanente porque permiten al otólogo o a cualquier persona que se dedique a
la audiología hacer una rápida exploración auditiva que permite, en personal
con experiencia, dar una idea cualitativa de la audición del sujeto.

Es una prueba subjetiva que valora de forma cualitativa el estado de la


función auditiva. Existen dos tipos:

6.1.1.1.- Acumetria verbal.-

Es una prueba “de andar por casa”, que nos da una idea pobre de la
audición del sujeto.
Consiste en ver a que distancia un sujeto entiende hablándole con voz
cuchicheada, normal y fuerte. En los niños puede facilitar, más fácilmente que
la audiometría tonal, cual es su umbral de audición.
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Figura 6.1.- Espectro de la voz humana

Fowler describió
una tabla que puede
servir de orientación para
saber , por aproximación ,
los decibelios de pérdida
de un enfermo cuando
por algún motivo no
puede hacer otro tipo de
prueba:

Según este autor la


distancia debe ser siempre la misma, de 76 cm, que suele ser la normal entre
el explorador y el paciente:

Oye voz débilmente cuchicheada Pérdida hasta 30 dB.


Oye voz fuertemente cuchicheada Pérdida hasta 45 dB
Oye voz moderada Pérdida hasta 60 dB
Oye voz alta Pérdida hasta 75 dB
Oye voz gritada Pérdida hasta 90 dB.
No oye voz gritada Sordera total

Tabla 6.1.-Tabla de Fowler para acumetría verbal

Deben utilizarse palabras que tengan vocales agudas como la i, medias


como la a y la e y graves como la o y la u . Hay que dar el mismo volumen de
voz y es necesario ensordecer el oído contralateral. Lógicamente en los niños
la cosa no es tan fácil y en los adultos, en la mayoría de los casos vamos a
poder utilizar la logoaudiometía de la que luego hablaremos

En la figura 6.1 puede observarse el espectro de la voz humana


diferenciando mujeres de varones. En la figura 6.2 intensidad y frecuencia de
los sonidos más conocidos.
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Figura 6.2.- Intensidad y frecuencia de los sonidos más corrientes

6.1.1.2.- Acumetria instrumental.-

Hasta hace pocos años la única forma de investigar el umbral mínimo de


audición era usando una serie de instrumentos, hoy día relegados al olvido en
la mayoría de los casos como el reloj de Lucae que siempre emitía el mismo
tono y por ello las exploraciones eran comparables unas con otras (aunque
actualmente nadie encuentra un reloj de este tipo es cierto que muchos
pacientes averiguan su pérdida de audición cuando constatan que no oyen su
reloj); el pito de Galton que posee una rosca numerada que permite variar la
frecuencia (su única ventaja con respecto a los diapasones es que puede
alcanzar hasta los 12.000 Hz que no son alcanzables con los diapasones)
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Los Diapasones son sencillos aparatos de acero en forma de horquilla que al


golpearlos emiten un sonido del mismo tono. Es una prueba, que pese a su
sencillez, sigue siendo válida, siempre que pueda ser realizada correctamente.

Figura 6.3.- Diapasones

Los diapasones
empleados en la clínica
van de las frecuencias 128
a la 4.096 c/s y deben ser
golpeado para que genere
sonido; este golpe debe
ser suficiente para producir
el movimiento de las ramas
pero no excesivamente
intenso como para
provocar sobretonos
distintos de los del propio
diapasón. En cuanto a la posición del diapasón con respecto al oído cuando se
trata de investigar la vía aérea es de unos dos centrimetros de la entrada del
conducto auditivo externo teniendo en cuenta que las ramas del diapasón estén
alineadas longitudinalmente con el eje del conducto. Cuando se investiga la
vía ósea, después de hacer vibrar las ramas del diapasón, debe apoyarse el
mango en la parte donde pretendamos que se trasmita el sonido haciendo una
ligera presión.

Existen muchas pruebas de acumetría instrumental pero las dos mas


importantes y que van a aportar datos transcendentales de la audición de un
sujeto son las dos primeras descritas de Rinne y Weber :

6.1.1.2.1.-Prueba de Rinne.-

Fue ideada por Rinne en 1885 y consiste en hacer una comparación


entre la audición por vía ósea y por vía aérea.

Suelen emplearse diapasones de tonos graves que son los que mejor
trasmiten por vía ósea

Se realiza colocando el diapasón de cada una de las frecuencias en la


mastoides del sujeto explorado. Cuando deja de oírlo se le pone enfrente del
oído. Si el sujeto no tiene una sordera de transmisión al ponerlo en frente del
oído volverá a oír el sonido. Si tiene una sordera de transmisión, no lo oirá.
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Se llama Rinne (+) positivo cuando oye mas por vía aérea que por vía
ósea
Se llama Rinne (-) negativo cuando oye mas por vía ósea que por vía

aérea.

Hablamos de Rinne acortado cuando oye mejor por vía áerea que por
vía ósea y el tiempo de percepción de ésta última está acortado. Es lo que
ocurre en las hipoacusias perceptivas en las que el aparato trasmisivo está
conservado pero existe una hipoacusia neurosensorial.

La prueba puede
acortarse, y de hecho así se
hace, poniendo el diapasón en la
mastoides e inmediatamente
después en el oído. Si oye más
o igual por vía oséa existe una
hipoacusia de tramisión, si oye
más por vía aérea la audición es
normal o existe una hipoacusia
neurosensorial.

Figura 6.4.- Prueba de Rinne

6.1.1.2.2.- Prueba de Weber.-

La describe Weber en 1884 y solo explora la vía ósea colocando el


diapasón en el vertex o en el centro de la frente

Se coloca el diapasón en la frente del sujeto y se le pide que indique por


cual oído oye más. Si el sonido se va hacia el oído que menos oye, será una
hipoacusia de transmisión. Si se va hacia el oído mejor, el otro padece una
sordera neurosensorial. La notación en el caso de que exista lateralización se
anota con una flecha que indica la dirección de la lateralización. Si no lateraliza
se dice que el Weber es indiferente.

Audición H. H.
normal transmisión Neurosensorial
Rinne Positivo Negativo Positivo
Weber Indiferente Al oído malo Al oído bueno

Tabla 6.2.- Esquema de las pruebas de Rinne y Weber


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En la tabla 6.2 viene un resumen de los resultados e


interpretación de ambas pruebas acumétricas.

Figura 6.5.- Prueba de Weber

6.1.1.2.3.- Prueba de Schwabach

Descrita en 1885 se basa en la comparación de la audición por vía ósea


del explorador y el paciente. Para ello hay que contar con que la audición del
explorador ha de ser normal. Para realizarla se coloca en la mastoides del
paciente y se le indica que avise en el momento de dejar de oír. En ese
momento se la coloca el explorador: si oye existe una hipoacusia en el
paciente, si no oye existe una audición normal. Poco usada en la actualidad.

6.1.1.2.4.- Prueba de Bing

Descrita en 1891 su principal utilidad es descubrir los falsos Rinne


negativos.

Se realiza utilizando los diapasones de graves trasmitiendo el sonido a


través de la apófisis mastoides del oído a explorar. Cuando deja de percibir el
sonido se le pide al sujeto que se obstruya con el dedo el conducto auditivo
externo. Si se trata de un normoacúsico o una hipoacusia de percepción el
sujeto volverá a oír el sonido mientras que si se trata de una hipoacusia de
trasmisión el sujeto no oirá nuevamente el sonido. Será Bing (+) si el sujeto
vuelve a oír (normoacúsico o hipoacusia neurosensorial) y Bing (-) si el sujeto
no oye nuevamente (hipoacusia de tamisión).
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6.1.1.2.5.- Prueba de Gellé

Parecida a la anterior y descrita 10 años antes, utiliza para obturar el


conducto una pera de Plitzer. La pera hace presiones y depresiones en el
conducto herméticamente cerrado con la oliva. Si existe una hipoacusia de
trasmisión el paciente no percibirá el sonido Gellé (-). Cuando se trata de una
hipoacusia de percepción o una audición normal vuelve a oírse el sonido del
diapasón porque hemos creado una hipoacusia de trasmisión Gellé (+).
También pude llamarse Gellé modifica o Gellé no modifica el sonido del
diapasón.

6.1.1.2.6.- Prueba de Bonnier

Tiene utilidad en el diagnóstico de la otosclerosis. Para realizarla se


emplea la vía ósea y se aplica el diapasón en zonas óseas alejadas del cráneo,
en la rótula, el extremo proximal del cúbito o en la clavicula. Cuando existe una
hipoacusia de tramisión debido a una otosclerosis el paciente oye
perfectamente el sonido que se trasmite desde un sitio tan alejado. En sujetos
normales o en hipoacusias no debidas a otosclerosis no percibe el sonido del
diapasón

6.1.2 .- AUDIOMETRÍA TONAL.-

Desde el momento en que se intentó medir la audición se hubo de


establecer un patrón para determinar el grado de agudeza o pérdida auditiva
contando en unidades, después se buscó la forma de anotarlo en un gráfico
para facilitar la comprensión. La parte mas complicada del problema fue
encontrar una unidad. Esta unidad es el decibelio que varía
considerablemente en unidades físicas dependiendo de la frecuencia y de la
intensidad que estemos estudiando en ese momento. Es por tanto una unidad
fisiológica más que una unidad física.

Según la ley de Weber y Fechner “ En la audición la intensidad aumenta


en progresión geométrica, mientras que la percepción auditiva aumenta en
progresión aritmética”

Intensidad 1 10 100 1000 10000 100000 1000000


Sensación 0 1 2 3 4 5 6

Tabla6.3.-Relación entre intensidad de sonido y sensación de sonido

Conociendo el valor de la intensidad del sonido y conociendo la relación


entre intensidad y sensación podemos determinar la magnitud de la audición.
La unidad que se utiliza es esta comparación es el bel, en memoria del inventor
del teléfono, Graham Bell. Esta unidad, no exacta, relaciona la sensación
percibida con la intensidad física producida. En la práctica audiológica esta
unidad resulta demasiado grande y por ello no se emplea en audiología. Sin
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embargo la décima parte del bel, el decibel, corresponde a la mínima cantidad


de sonido capaz de estimular el oído en la frecuencia de 1000 Hz. El decibel
es igual a 0,0002 dinas por centímetro cuadrado que transformado en medida
de energía sería 10-16 watts. La relación entre el punto físico de referencia y
una intensidad dada es la unidad logarítmica llamada decibel, unidad de
sensación acústica que expresa el logaritmo de la excitación sonora y sirve
para determinar la agudeza auditiva.

Así pues existe un sonido físico cuyo estudio corresponde al ingeniero y


técnico acústico y una sensación de sonido, fenómeno psicofisiológico, que
corresponde valorar al otologo o audiologo.

Sonido estímulo vibratorio Sonido sensación auditiva

Intensidad Unidad de fuerza (wat o dina/cm2) Decibelios

Frecuencia Ciclos por sengundo Octavas (sensación de tonos)

Tala 6.4.- Diferencias entre sonido físico y sensación auditiva


Podemos lograr las representaciones gráficas de:

Nivel de intensidad: representación de la energía sonora en unidades


físicomecánicas a partir del decibel (0,002 dinas/cm2)

Sensación de volumen:
percepción auditiva
relacionada con la potencia
con la que es oído un tono.
Esta sensación de volumen
de un sonido varía con la
frecuencia estudiada. Su
medida es el fon.

Figura 6.6 .- Curvas isofónicas

Umbral auditivo: es la
mínima cantidad de
audición que percibe el
oído en una frecuencia determinada. Como la sensación auditiva es
imposible con el 0 de intensidad física, ya que depende de varios factores,
se parte de un 0 relativo establecido de antemano para medir la audición de
una manera homogénea. Para lograrlo se estudiaron 100 sujetos jóvenes y
sanos y se estableció el umbral promedio de todos ellos en cada una de las
frecuencias. Se estandarizó una gráfica en el que el 0 está en la línea
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horizontal del promedio hallado


situada en la parte superior y a
partir de esta las pérdidas en
decibelios vienen representadas
en líneas paralelas hacia abajo.

Existen dos referencias actuales


de este nivel auditivo: la americana
ASA 1951 y la europea ISO 1964.
Se tiende a utilizar esta última que
es más exacta que la primera y que
es la que normalmente viene
establecida en los aparatos
comerciales que manejamos

Figura
6.7.- Comparativa entre las
normas americana y europea
En la actualidad se utiliza el
gráfico americano para reflejar el audiograma. El eje de las ordenadas está
dividido en decibelios (de 10 en 10) indicando la pérdida de audición,
empezando por el 0 y terminando en el 110. En el eje de las abscisas se
encuentran las frecuencias que percibe el oído humano desde 125 hasta 8000
Hz habitualmente.

Figura 6.8.- Gráfico audiométrico americano


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La gráfica audiométrica es la
representación de la respuesta del paciente.
Existe una anotación universal en la que el color
rojo se utiliza para marcar los resultados del oído
derecho y el color azul los del izquierdo. Además
unas marcas que recuerda el diagrama de la
figura 6.9. La unión entre frecuencias se realiza
con trazo continuo para la vía aérea y en trazo
discontinuo para la vía ósea.

Figura 6.9.- Monigote de Fowler

El audiómetro es el aparato encargado de medir la audición. Está


básicamente formado por:
Un oscilador que permite la generación de frecuencias que pueden ser
variadas a voluntad
Un potenciómetro calibrado en decibelios que permite variar la intensidad
de la frecuencia generada por el oscilador.
Salidas para auriculares, vibrador y altavoces
Interruptor para interrumpir a voluntad las salidas y un selector de las
mismas para poder enviar el sonido a una u otra.

Figura 6.10.-Audiometro

Un buen audiómetro ha de
constar de dos canales
que funcionen
independientemente. El
contar con un solo canal
no permite un
enmascaramiento
adecuado y con ello no
son útiles en el gabinete
audiológico.

La cabina audiométrica permite la realización de las audiometrías en


un ambiente sonoro adecuado, imprescindible si deseamos hallar el umbral
audiológico de una persona.
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Figura 6.11.-Cabina

Las pruebas audiométricas


han de realizarse en un ambiente relajado con
el sujeto a explorar tranquilo y dispuesto a
colaborar pues es imprescindible su ayuda
para la obtención de resultados adecuados y
fiables. Es conveniente, por parte del
explorador, una explicación clara de lo que se
pretende obtener con la prueba para
conseguir la colaboración adecuada. Esta
explicación es imprescindible en pruebas más
complicadas como pueden ser las pruebas
supraliminares y la logoaudiometría ya que
una mala compresión por parte del paciente
conlleva a una mala realización de la prueba y
unos resultados falsos.

6.1.2.1.-AUDIOMETRÍA TONAL LIMINAR.-

Es el estudio de los umbrales de audición de las distintas frecuencias de


cada uno de los oídos y se reflejan en una gráfica llamada audiograma.

Aunque puede utilizarse otra técnica la que a continuación se detalla


puede ser útil:
1. Se explica al enfermo, como ya se ha indicado, la naturaleza de la
prueba y la necesidad de su colaboración que en este caso
consiste en levantar la mano o apretar un botón cuando empiece
a oír el sonido.
2. Se colocan los auriculares sin que compriman el pabellón ni la
entrada del conducto auditivo externo.
3. Se comienza a investigar la frecuencia 1000 Hz con una
intensidad superior al umbral esperado del paciente para que
identifique el sonido. Una vez obtenida la respuesta del paciente
se baja a la mínima intensidad del audiómetro y se va subiendo
hasta obtener nuevamente respuesta del paciente. Se bajan 10
dB y se sube nuevamente para obtener la respuesta. Si coincide
con la anterior es el umbral auditivo para dicha frecuencia. No
hay que obsesionarse con obtener un umbral exacto repitiendo
una y otra vez distintas intensidades próximas a dicho umbral que
pueden fatigar al paciente y provocar una respuesta falsa.
4. Se continúa con la frecuencia 2000, 4000 y 8000 y luego 500, 250
y 125. En nuestro medio hospitalario se realiza tambien la
frecuencia 3000 y 6000 sobre todo cuando estamos realizando
estudios previos a la indicación protésica.
85

5. Una vez terminado un oído se comienza con el otro. Si existe


diferencia de audición entre uno y otro oído suele comenzarse
con el oído mejor, si no existe mucha diferencia o no la
conocemos, lo mejor es comenzar por el oído derecho y a
continuación el izquierdo.
6. Una vez terminada la vía aérea se realiza la vía ósea, cambiando
los auriculares por el vibrador óseo y cambiando el audiómetro la
salida de vía aérea por la salida por vía ósea.

AUDIOMETRIA OD

Hzs
250 500 1000 2000 3000 4000 6000
-10
0
10
20
30
40
AEREA
dBs

50
60 OSEA
70
80
90
100
110
120

Figura 6.12.- Audiometría tonal normal

AUDIOMETRIA OD

Hzs
250 500 1000 2000 3000 4000 6000
-10
0
10
20
30
40
AEREA
dBs

50
60 OSEA
70
80
90
100
110
120

Figura 6.13.- Audiometría tonal con hipoacusia de transmisión


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AUDIOMETRIA OD

Hzs
250 500 1000 2000 3000 4000 6000
-10
0
10
20
30
40 AEREA
dBs

50
60 OSEA
70
80
90
100
110
120

Figura 6.14.- Audiometría tonal con hipoacusia neurosensorial.

6.1.2.1.2.- Ensordecimiento o enmascaramiento

Puede definirse como la aplicación del ruido necesario para cubrir el


sonido que está percibiendo un oído.

Se debe ensordecer sistemáticamente el oído contralateral al explorado,


siempre que se den las siguientes circunstancias:

Cuando la diferencia entre las dos vías óseas sea de 15 dB o más

Cuando exista diferencia de 40 dB o más entre las vías óseas.

Siempre que el sujeto que estamos explorando refiera oír por el oído
contralateral, independientemente de donde se sitúe la audición de cada
oído

Es imprescindible que un ensordecimiento sea eficaz y que no repercuta en


el oído examinado

Los métodos de enmascaramiento actual pueden ser con sonido


monofrecuencial, ruido en diente de sierra, ruido blanco y ruido de banda
estrecha.

Las propiedades enmascarantes de un sonido dependen de:


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La frecuencia del sonido enmascarante que ejerce su máximo poder sobre


la frecuencia inmediatamente superior
De la composición frecuencial, a más frecuencias en el sonido más poder
enmascarante.
De su intensidad

En la practica se utiliza el sonido de banda estrecha, si el audiómetro lo


permite, o bien el ruido blanco a una intensidad mínima de 60dB y máxima
de 85 dB.

Si existen dudas sobre el enmascaramiento logrado hay que utilizar la


técnica de Rainville-Jerger o SAL.

Lo que se hace con esta técnica es medir el efecto enmascarante producido


por un ruido enviado a través de la vía ósea sobre los tonos puros que
mandamos por vía aérea, es decir, lo inverso a lo que se ha descrito antes.

Sistemática de la prueba

1. Se hace una audiometría tonal liminar por vía ósea y aérea


2. Se hace una nueva audiometría por vía aérea desde la frecuencia
250 a la 4000 mientras ensordecemos por vía ósea con ruido de
banda estrecha o ruido blanco, colocando el vibrador en la frente a
una intensidad de 50 dB
3. Se resta el umbral obtenido sin y con enmascaramiento
4. A estas cifras se le restan unas cifras estándar calculadas por Jerger.
La cifra que se obtiene en cada una de las frecuencias, es el valor
real de la vía ósea

Cifras estándar:

250 20
500 45
1000 50
2000 50
4000 50

En personas normales y con hipoacusias de trasmisión será perceptible


el ruido enviado por vía ósea, lo que hará descender el umbral con
enmascaramiento. En las personas que padezcan una hipoacusia de
percepción, la bajada de umbral será menor y proporcional a la hipoacusia que
padezcan

6.1.2.2.- Audiometría tonal supraliminar.-

Las pruebas supraliminares se realizan utilizando tonos por encima del


umbral de audición y van encaminadas a localizar el tipo de hipoacusia
neurosensorial, es decir, sirven para determinar si una hipoacusia
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neurosensorial es coclear o retrococlear, basándose en las características que


ya vimos del reclutamiento positivo en el caso de la coclear y la fatigabilidad en
el caso de la retrococlear.

6.1.2.2.1.- Balance monotonal biaural (Test de Fowler)

Se realiza en el caso de un oído normal y el otro con hipoacusia y


consiste en comparar la sensación de intensidad entre los dos oídos, sano y
enfermo y su mecánica es la siguiente:
1. Se determinan los umbrales por vía aérea de ambos oídos
2. Partiendo de estos umbrales vamos aumentando la intensidad del
oído sano en 10 dB y los que sean necesarios del enfermo para
que sienta la misma intensidad que el oído sano y así hasta llegar
al máximo del campo auditivo o del audiómetro.
3. Se repite el mismo procedimiento en todas las frecuencias que se
quiera.

Para anotar los gráficos disponemos de dos modelos pudiéndose usar


cualquiera de ellos

Figura 6.15.- Gráficos del test de Fowler

Cuando existe reclutamiento las líneas van siendo más convergentes


conforme se aumenta la intensidad indicando un pinzamiento del campo tonal
del oído enfermo; por el contrario, cuando no existe reclutamiento las líneas
permanencen paralelas aún a máxima intensidad.
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6.1.2.2.2.- Prueba de los umbrales de confortabilidad y molestia(Test de


Watson y Tolan o de Cahart)

Procedimiento:
1. Se halla el umbral de mínima audición
2. A continuación se le sube de 5 en 5 dB hasta que el sonido le sea
agradable subiendo o bajando dos o tres veces hasta lograr el
umbral de confortabilidad
3. A continuación se halla este mismo umbral en todas las
frecuencias
4. Se halla el umbral de molestia que es cuando la intensidad del
sonido le es desagradable o molesto sin llegar al nivel de
algioacusia

Cuando existe reclutamiento las líneas de incomodidad y confort tienden


a unirse, en caso de oídos normales la diferencia es superior a 40 dB. En
hipoacusias de trasmisión la diferencia es similar a los oídos normales aunque
es posible que no aparezca umbral de disconfort.

Esta prueba, que es muy sencilla de realizar y que no precisa de


audiómetro sofisticado debería realizarse con más frecuencia de lo que se hace
y, sobre todo es muy importante en los estudios de prótesis.

6.1.2.2.3.- Prueba del umbral de modulación (Test de Lüscher y Zwislocki).-

Es necesario disponer de un audiómetro que disponga de dispositivo


para la realización del test.

Sistemática de la prueba:

1. Se hace una audiometría tonal liminar para saber el umbral de audición


2. A 40 dB por encima del umbral de audición, en la frecuencia elegida,
averiguamos cual es el valor de los incrementos que es capaz de
discriminar el sujeto explorado
3. Para ello, con el control de modulación, se va disminuyendo del máximo
de 6 dB al mínimo hasta que el paciente considere que oye un tono
continuo.
4. Se hace otra vez lo mismo pero empezando de 0 y subiendo hasta que
el paciente indique que oye el sonido modulado.
90

Figura 6.16 .- Anotación


del test de Lüscher

Si el umbral de
modulación es inferior a
0,7 decibelios
estaremos ante un oído
con reclutamiento. Si el
control de modulación
está en porcentajes,
estos alcanzan de 0 a
70% y los resultados
comparativos con la
modulación en
decibelios vienen
explicados en la
siguiente tabla:

Modulación en dB Porcentaje de Sensación


1
Oído normal 1 a 1 /2 dB 8 a 16%
Reclutamiento 0,8 a 0,2 dB Menos del 8%
Neuropatías 2 a 4 dB Más del 16%
Sorderas funcionales Más de 4 dB Más del 40%

Tabla 6.5.- Interpretación del test de Lüscher

6.1.2.2.4.- Prueba de límenes diferenciales de intensidad a la modulación. (Test


North-Western de Jerger)-

Jerger modificó la prueba anterior comparando los resultados de la


discriminación de modulación del sonido a 10 dB y a 40 dB por encima del
umbral (limen) de audición

Sistemática de la prueba:
1. Se hallan los umbrales de audición
2. En una frecuencia dada se comprueba cual es la intensidad de sonido
de modulación a 10 dB por encima del umbral.
3. Se realiza la misma prueba a 40 dB por encima del umbral en la misma
frecuencia
4. Se realiza el procedimiento en todas las frecuencias que nos interesen.
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En personas con reclutamiento apenas existe diferencia en las cantidades


de intensidad de modulación que se perciben tanto a 10 como a 40 dB. Si
existe diferencia en los normoacúsicos.

6.1.2.25.- S.I.S.I test de Jerger..-

Como en los test anteriores se basa en la apreciación, por parte del


paciente, de pequeños incrementes de intensidad de un sonido.

Sistemática de la prueba:

1. Se halla el umbral audilógico con la audicometria tonal


2. Se le explica detalladamente que cada vez que note un incremento de
sonido lo marque apretando un boton o levantando la mano.
3. A 20 dB por encima del umbral de la frecuencia estudiada se comprueba
cuantas veces se percibe el incremento de 5 dB dentro de un sonido
continuo, enviado variaveces .
4. Se repite la prueba mandando un sonido de 1 dB 20 veces y se cuenta
cuantas de ellas contesta
correctamente.
5. Esto mismo se repite con
las frecuencias que
puedan interesarnos.

El número de respuestas
correctas en cada frecuencia (de
las 20 enviadas) se multiplica por
cinco para hallar el porcentaje de
respuesta. En las lesiones
cocleares los porcentajes de
respuesta son altos mientras que
son bajos en los sujetos normales
o con hipoacusias de trasmisión.

Figura 6.17.- Representación gráfica


del S.I.S.I.

Estos test descritos anteriormente sirven para descubrir la


existencia o no de reclutamiento, pero existe otra característica fisiológica que
también puede evidenciarse, sobre todo cuando es patológica. Ya describimos
en capítulos anteriores el concepto de adaptación auditiva y como esta es
anormal en el caso de patologías del VIII par en su rama coclear. La existencia
de una adaptación auditiva patológica normalmente conlleva a la existencia de
una lesión del nervio coclear.

Para descubrir esta patología se han ideado diversos métodos de los


que sólo se van a describir los dos más fáciles y extendidos:
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6.1.2.26.- Tone Decay Test de Schubert y Cahart..-

Es un método sencillo que puede realizarse con cualquier audiometro.

La sistemática es la siguiente:
1. Se hace una audiometría tonal liminar para descubrir el umbral
2. Se envía la frecuencia elegida durante un minuto a nivel de umbral
3. Se sube de 5 en 5 dB cada vez que el sujeto deja de oír
4. Se repite la sistemática con las frecuencias que se quiera explorar.

Existe una mala adaptación y por ello una posible lesión retrococlear cuando en
un minuto hay que aumentar el sonido más de 30 dB. Existe una adaptación
nomal cuando no es necesario subir más de 15 dB. Entre 15 y 30 dB puede
existir una lesión coclear.

6.1.2.27.- Registro del umbral continuo de Marco y Delgado..-

Se realiza la exploración en las frecuencias 500 hasta 2000 durante 90


segundos

Sistemática de la prueba:
1. Audiometría normal para obtener los umbrales
2. Enviar sonido a 500 Hz, 5 dB por encima del umbral durante 90
segundos
3. Subir la intensidad de 5 en 5 dB cuantas veces sea preciso durante
minuto y medio.
4. Repetir la sistemática en todas las frecuencias por vía aérea y ósea

Los criterios de normalidad son iguales a los de la prueba anterior.

También es posible estudiar la Fatiga Auditiva, muy importante en medicina


preventiva y laboral

6.1.2.2.8.- Prueba de Peyser.-

Sistemática de la prueba:
1. Audiometría tonal para obtener los umbrales
2. Estimulación de uno de los dos oídos con un sonido de 1000 Hz por vía
aérea a 100 dB por encima del umbral auditivo de la persona durante 3
minutos.
3. Quince segundos de reposo
4. Determinación del umbral auditivo por vía ósea de la frecuencia 1000
5. Repetir todos los pasos en el oído contralateral.
93

Después de una hora de descanso se vuelve a repetir todo el ciclo pero


determinando los umbrales por vía ósea tras la estimulación.

Si después de la estimulación no han caído los umbrales el sujeto no


tiene predisposición a padecer trauma acústico. Si hay una caída superior a 10
dB se puede asegurar que el sujeto tiene predisposición alta a padecer trauma
acústico. Si el umbral está entre 5 y 10 dB por debajo del primitivo es dudosa
la predisposición al trauma acústico.

6.1.2.2.9.- Prueba de Wilson.-

Sistemática de la prueba:

1. Audiometría para obtención de umbrales


2. Estimulación de un oído en la frecuencia 2000 y a 80 dB de
intensidad
3. Reposo de 2 minutos
4. Nueva determinación del umbral de 4000
5. Se realiza lo mismo en el oído contralateral.
Los criterios son similares a la prueba anterior. 10 dB de pérdida indican
predisposición al trauma acústico.

6.1.2.2.9.- Prueba de Theilgaard.-

Sistemática de la prueba:
1. Audiometría tonal
2. Exposición de un sonido en la frecuencia 1500 y 100 dB durante 5
minutos en un oído
3. Descanso de 5 minutos
4. Determinación del umbral posestimulatorio en 2000 Hz
5. Repetir todo el proceso en el oído contralateral

Los criterios son iguales a las dos anteriores

6.1.2.2.9.- Prueba de Grisen.-

Sistemática de la prueba:
1. Audiometría tonal
2. Estimulo de un oído en la frecuencia 3000 a intensidad de 90 dB
durante 5 minutos
3. 5 minutos de reposo
4. Determinar el umbral de 4000 Hz
5. Se repite el oído no explorado

10 dB de pérdida de umbral indican gran predisposición al trauma acústico


94

6.1.2.2.9.- Prueba de Falconet.-

Sistemática de la prueba:
1. Determinación del umbral
2. Estimular con ruido blanco a 100 dB de intensidad durante 5
minutos
3. Determinación de umbral de 4000 a los 30 segundos, 1 minuto,
cuatro y 8 minutos.

Es patológica una pérdida superior a 10 dB.

6.1.2.3.- Audiometría automática de Békésy

En el año 1947, von Békésy, idea un audiómetro que permite al propio


paciente hacer la audiometría de una manera automática.

Sus características son:

El propio paciente controla la intensidad del sonido por medio de un


pulsador
Automáticamente el aparato va pasando por cada frecuencia
Siempre empieza por el oído izquierdo en frecuencias graves para estudiar
todas las frecuencias de dicho oído y después las del derecho
Puede emitir sonido continuo o entrecortado
Sólo se realiza por vía aérea
Tiene dos mandos manejados por el explorador, uno para impedir que pase
de una frecuencia determinada hasta que queramos y otro para descender
de manera brusca 10 dB. El primero es útil para estudiar la adaptación y el
segundo como prueba para descubrir simuladores

Sistemática de la prueba:
1. Se explica al paciente que cuando oiga debe pulsar el botón y
debe dejar de pulsarlo cuando deje de oír.
2. Las frecuencias exploradas son: 500, 1000, 2000, 3000, 4000,
6000 y 8000 Hz
3. La gráfica, que dibuja el propio aparato, es una línea quebrada.
4. Se discute cual es el umbral del paciente si el pico más cercano al
0 o el más alejado. Esto carece de importancia ya que esta
audiometría no está indicada para hallar el umbral
5. También se discute cual es la diferencia que puede ser
considerada normal entre pico y pico. Se acepta que está entre 7
y 10 dB siendo menor en las frecuencias agudas.

6.2.5.1.-Curvas de Jerger.-

Jerger, tras el estudio de muchos oídos con el audiómetro de Békésy,


hizo la siguiente clasificación:
95

1. Curva tipo I: Los trazados con sonido continuo y discontinuo se


superponen. Este tipo de trazado corresponde a personas con
audición normal o con hipoacusias de trasmisión.

2. Curva tipo II: Se superponen los dos trazados en las frecuencias


500 y 1000 y en el resto de frecuencias el sonido continuo queda
10 a 20 dB por debajo del discontinuo, típico de las lesiones
cocleares
96

3. Curva tipo III: La curva de sonido continuo desciende en todas


las frecuencias en relación con la obtenida con sonido
discontinuo. Indica adaptación patológica muy evidente por lesión
retrococlear

4. Curva tipo IV: Es una mezcla de II y III con descenso de 15 a 25


dB de una curva con respecto a la otra desde las primeras
frecuencias. En un 50% corresponde a hipoacusias cocleares y
en otro 50% corresponde a hipoacusias retrococleares.
97

5. Curva tipo V: El trazado con sonido continuo es mejor que el del


discontinuo. Suele ser el trazado de personas que padecen una
hipoacusia psíquica o son simuladores.

La utilidad de este aparato viene dada por la obtención de datos de la


curva que favorecen el topodiagnóstico:
En separaciones de picos inferiores a 5 dB se puede considerar la
existencia de reclutamiento aunque no se haya obtenido por otras
pruebas.
En separaciones de picos superiores a 10 dB la discriminación para los
cambios de intensidad es mala como ocurre en las presbiacusias
aunque también ocurrirá en las personas ancianas que no entienden
bien la prueba.
En el caso de simuladores, la curva seguirá a igual nivel aunque
hagamos descender bruscamente 10 dB de intensidad pues el paciente
está contestando por encima de su umbral para simular hipoacusia.
Si existe adaptación patológica y mantenemos la frecuencia, el umbral
de audición va descendiendo paulatinamente.

Esta exploración no puede suplantar la audiometría clásica por lo que no


está muy difundida aunque, si se dispone del aparataje, puede ser útil.
98

6.1.3.- AUDIOMETRÍA VOCAL O LOGOAUDIOMETRÍA.-

La logoaudiometría es la prueba que más se acerca a la realidad sonora


del individuo. En ella no averiguamos el umbral de su audición sonora sino su
capacidad de comprensión del lenguaje y por ello estudiamos no solo su
integridad auditiva sino también su integridad cerebral ya que no solo tiene que
oír las palabras sino que tiene que comprender para poder responder
correctamente.
En el año 1927 se diseña el primer audiómetro que permite la
audiometría vocal o logoaudiometria, pero es en el año 1947, tras la Segunda
Guerra Mundial, cuando se empieza a investigar y a desarrollar esta técnica en
Estados Unidos. En los años 50 Tato, en Argentina, confecciona la primera
lista de palabras de lengua española, muy generalizada en nuestro medio y la
más usada hasta la salida de las listas de Cárdenas y Marrero.

Figura 6.18 .- Gráfica audiométrica

En la gráfica logoaudiométrica distinguimos varios conceptos :

1. Umbral de la palabra, intensidad donde empieza a entender


palabras
2. Umbral de recepción verbal (URV), intensidad donde contesta
correctamente al 50% de las palabras.
3. Porcentaje de máxima discriminación,
4. Intensidad de máxima discriminación. Intensidad necesaria
para contestar el mayor número de palabras correctamente
99

Figura 6.19.- Lista para hallar el Umbral


de Recepción Verbal de Marrero y
Cárdenas

En las listas de Marrero y


Cárdenas se presentan dos listas
polisílabas para hallar el umbral de
recepción verbal (URV)

La sistemática de la prueba es
como sigue:
1. Se explica a través del
micrófono una serie de
palabras, repita en alto la
que cree que ha oído.
2. Se mandan dos palabras
de las listas de
polisilabos 20 dB por
encima del umbral que
pensemos tiene el
paciente.
3. Si las contesta correctamente se disminuye 10 dB la intensidad y
se manda una palabra. Se sigue disminuyendo 10 dB hasta que
no repita correctamente la palabra enviada.
4. Subir 15 dB y mandar 4 palabras y bajar de 5 en 5 dB hasta que
solo conteste correctamente 2 palabras. Ese será el URV.

Para hallar el nivel de discriminación auditiva se utilizan las listas de


palabras ponderadas y podemos utilizar dos metodologías:

Máxima discriminación

La sistemática de la prueba es la siguiente:


1. Sabiendo el URV se inicia la exploración 35 dB por encima
de dicho umbral pasando 25 palabras de una lista
2. Anotamos la intensidad enviada y el número de palabras
contestadas correctamente multiplicadas por 4. El
resultado es el porcentaje de máxima discriminación.
100

Figura 6.20.- Lista de palabras ponderadas

Curva completa

La sistemática de la prueba es la
siguiente:
1. Se inicia la
prueba en
intensidades
inferiores al
umbral de
recepción
verbal si lo
conocemos o
en
intensidades
algo inferiores
al umbral tonal
de las mejores
frecuencias.
2. Se presenta al
paciente una
lista completa
de 25 palabras
y anotamos
las respuestas
correctas que multiplicaremos por 4 para hallar el
porcentaje. (si utilizamos sólo 10 palabras se multiplica por
10).
3. Vamos subiendo la intensidad de 10 en 10 dB hasta lograr
la máxima discriminación y continuamos para hallar el
umbral de molestia si lo tiene o descubrir reclutamiento.

Si sospechamos trasmisión del sonido de un oído al contralateral hay


que enmascarar éste siguiendo las reglas ya descritas en la audiometría tonal.

Es interesante el enmascaramiento ipsilateral, para establecer la relación


señal/ruido (S/R), que suele ser de +5 dB en los oídos sanos (la señal enviada
es 5 dB superior al ruido enmascarante). En el equipamiento protésico no
debemos olvidar que la prótesis va a amplificar todo el sonido que llegue y por
ello si el cociente señal/ruido es desfavorable, el equipamiento protésico va a
ser difícil.

El material utilizado son listas de palabras bisílabas, generalmente, que


se van emitiendo a distintas intensidades en tandas de 25, aunque
frecuentemente y para abreviar se utilizan tandas de 10 palabras que también
puede ser útil, para saber el porcentaje de respuesta que tiene el individuo.
101

Siguiendo a las citadas Cárdenas y Marrero estas


autoras también proponen listas de palabras frágiles que
también permiten averiguar la máxima discriminación,
como las anteriores, pero con mayor porcentaje de
errores ya que son palabras más difíciles de discriminar y
pueden, por tanto, descubrir déficit ocultos con las listan
anteriores. La sistemática de realización de la prueba es
la misma que la ya explicada para las listas ponderadas.
Pueden ser útiles en el descubrimiento de problemas
discriminatorios en pacientes con resultados normales en
la audiometría tonal y en la logoaudiometria convencional.

Figura 6-21.-Listas ponderadas de palabras frágiles de Marrero


y Cárdenas
El Test de Rasgos Distintivos
(T.R.D.), es un test experimental que no
solo pretende una estimación cuantitativa
(porcentual) sobre la capacidad de
discriminación, también información
cualitativa de la misma (fonemas, rasgos ditintivos y bandas de
frecuencia afectados). Se compone de listas de 58 palabras y
puede presentarse en forma de lista cerrada, en cuyo caso se
da una lista de palabras al paciente para que elija una de las
dos palabras emparejadas o bien en forma de lista abierta en
cuyo caso se realiza como la logoaudiometría convencional.

Figura 6.22.- Lista de palabras para


T.R.D.

En el caso de lista abierta (sin hoja de respuesta) se


pueden enviar las 58 palabras de una lista o las 116 de las dos.
La Discriminación Máxima se halla enviando las palabras a
una intensidad 35 dB por encima del U.R.V., multiplicando cada
respuesta correcta por 1,72 si utilizamos una lista y por 0,86 si
utilizamos las 116 palabras. No se puede hacer con estas
listas una curva completa.

En el caso de lista cerrada es necesario utilizar las dos


listas y nos puede informar de:
Nivel palabra
nº de aciertos – nº errores

Se halla aplicando la formula Porcentaje modificado = -----------------------------------------X


100
116

Nivel fonema
102

En esta aplicación se valora un fonema por cada palabra estableciendo


matrices de confusiones para fonemas específicos y grupos de ellos.

Para más información aconsejamos la lectura de “Cuadernos de


Logoaudiometría” Cuadernos de la UNED. Universidad Nacional de Educación
a Distancia. Si existe interés en este test en particular, para cualquier consulta,
sugerencia o comentario pueden ponerse en contacto con:
Dra. Victoria Marrero

Dpto. de Lengua Española – Facultad de Filología

Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED)

C/Senda del Rey s/n

28040 Madrid

Tfno.: 398 68 54 Fax: 398 66 96

E-mail: victoria.marrero@hyman.uned.es
103

Figura 6.23.- Logoaudiometría normal oído izquierdo y con hipoacusia de transmisión


el oído derecho.

LOGOAUDIOMETRIA

120

100

80
Porcentaje

60

40

20

0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110
-20
Intensidad
O IDO DEREC HO O IDO IZQ UIERDO

Figura 6.24.- Logoaudiometría de hipoacusia coclear oído derecho y retrococlear oído


izquierdo.

LOGOAUDIOMETRIA

100
90
80
70
Porcentaje

60
50
40
30
20
10
0
0 10 20 30 40 50 60 70 80 90 100 110 120

Intensidad
OIDO DERECHO OIDO IZQUIERDO
104

6.1.4.- AUDIOMETRÍA INFANTIL.-

Las pruebas subjetivas, cuando de niños se trata, tiene un grave


inconveniente y es que no siempre se puede contar con la colaboración del
paciente como en el caso de los adultos. A un niño no se le puede pedir que
levante la mano cada vez que oye un sonido determinado ni se le pueden
mandar listas de palabras para que las conteste y mucho menos si ese niño
tiene 3 días, 3 meses o 3 años y además es sordo.

Figura.-6.25.- Juguetes
sonoros

Los métodos
propios de la infancia
han se ser utilizados
cuando sea preciso, si
el niño contesta a una
audiometría
convencional no es
necesario el uso de estos métodos que sólo tratan de lograr que el niño
colabore cuando no esté dispuesto a ello en las pruebas convencionales
descritas para los adultos.

Un niño pequeño puede ser estudiado por medio de reflejos no


condicionados, por reflejos condicionados y la audiometría por el juego, que es
la manera más eficaz de lograr la colaboración del pequeño.

6.1.4.1. Reflejos no condicionados.-

6.1.4.1.1.- Reflejo cocleopalpebral

Ante un sonido intenso existe una contración refleja del orbicular de los
párpados provocando el cierre de los ojos. Normalmente se desencadena el
reflejo 70 dB por encima del umbral de audición.

6.1.4.12.- Reflejo de Moro.-

Es la apertura brusca de los brazos del lactante ante un sonido intenso.


Con la maduración del niño este reflejo va desapareciendo
105

6.1.4.13.- Reflejo cocleocefálico.-

Aparece en niños mayores de tres meses y consiste en el giro de la


cabeza o los ojos cuando se produce un sonido sufiencientemente intenso
cerca del niño.

Con estas pruebas es difícil hallar el umbral audiológico del niño y


detectar hipoacusias unilaterales. Puede estimularse con sonidos puros o con
sonidos complejos como los generados por los juguetes sonoros

6.1.4.2.-Reflejos condicionados.-

Los reflejos que vamos a utilizar como respuesta ante el sonido, en este
caso a diferencia del anterior, van a ser generados por medio del
condicionamiento.

Los más sencillos y al mismo tiempo los menos sensibles son los
condicionados por los juguetes sonoros, que una vez identificados por los niños
van a provocar el reflejo cocleopalpebral cada vez más cerca del umbral real de
audición del niño.

6.1.4.2.1.-Prueba de Suzuki

La prueba de Suzuki consiste en condicionar al niño que tras un sonido


hay un muñeco que se ilumina y
baila. Se envía el sonido y
décimas de segundo después se le
ilumina el muñeco para que el niño,
cuando oiga el sonido mire hacia el
muñeco. Es el reflejo
cocleopalpebral utilizando el
audiómetro que envía un sonido
puro en lugar de un sonido
complejo y permite, por tanto,
hacer una audiometría tonal.

Figura 6.26. Aparato de Suzuki

Los propios autores de esta prueba hacen un estudio de 250 niños que
separan por grupos de edad y investigan los porcentajes de éxito y error que se
reflejan en la siguiente tabla1:

1
Audiometría Clínica. M. Portmann. C. Portmann. 3º Edición. Toray Masson..1979. Pag.295
106

Grupo de edad Total niños Éxito% Parcial% Fracaso%


0 a 1 año 29 44,8% 5,5% 51,7%
1 a 2 años 74 85,1% 13,5% 1,4%
2 a 3 años 99 88,7% 9,1% 3,1%
Más de 3 años 48 56,4% 35,4% 8,3%

Suzuki y Sato, tras explorar a 181 niños establecieron la diferencia del


umbral de la prueba y el umbral real dependiendo de la edad del niño que
influye en gran manera en estas exploraciones:

< de 12 meses 36,5 dB de diferencia con el umbral real


De año a año y medio 23 dB
De año y medio a dos años 19 dB
De dos a dos años y medio 14 dB
De dos años y medio a tres años 12 dB
De 4 a 9 años 3,2 dB

6.1.4.3. Audiometría por el juego.-

6.1.4.3.1.- Prueba de Peep-Show de Dix y Hallpike.-

La prueba de Peep-Schow consiste en utilizar un tren que se mueve


cuando el niño recibe sonido y acciona una palanca. Se necesita la
colaboración del pequeño que al principio apretará indiscriminadamiente la
palanquita para que el tren funcione, oiga o no sonido. Una vez habituado
puede responder bien a la
audiometría. El problema es que
esta prueba es tardía, sobre los
3 años de edad.

Figura 6.27.- Peep-show

Según Satatten y Wishart


(1956), solo es posible
condicionar al 7,5% de los niños
con dos años de edad que sube
al 43% entre dos y tres años, el
80% a los niños de cuatro años y
el 93% a niños entre cuatro y
cinco años. El umbral es bastante aproximado al real, pero con una caida de 7
a 12 dB para niños de 3 y 4 años.

6.1.4.3.2.- Método el garaje de Perelló.-

Fue descrito por este médico catalán en 1964 y es muy objetivo y barato
ya que consiste en un garaje con cuatro cocheras y cuatro coches diferentes.
En la primera debe estar un camión, en la siguiente una motocicleta, un turismo
107

y un camión de bomberos en la última. Las frecuencias estudiadas


corresponderan a 250, 500, 1000 y 2000 Hz.

Figura 6.28.- Garaje de Perelló


Casi todos los
profesionales que
realizan audiometrías
infantiles tienen trucos
que permiten la
colaboración del niño,
muchas veces con
procedimientos mucho
más sencillos y baratos
que el Suzuki o el
Peep-Show.
Personalmente he
utilizado bolas de
colores que los niños
entran o sacan de un
vástago según oígan o no un sonido.

En Estados Unidos se utilizó durante algún tiempo el Crib-o-Grama,


procedimiento que se basaba en el registro de gráficas que se modificaban con
el movimiento de los niños a los que se les metía un interruptor debajo de la
almohada y se les estimulaba con sonidos intensos provocando sus
movimientos que eran registrados en el ordenador conectado al interruptor.
Aparecían mas del 30% de falsos positivos y solo descubrían sorderas
profundas.

Es fácilmente deducible que la audiometría infantil con procedimientos


subjetivos choca con una gran dificultad al necesitar la colaboración del niño,
dificultad que se acrecienta cuando el niño es muy pequeño o es sordo.
108

Figura 6.29- Láminas para logoaudiometría infantil.

6.1.4.4. Logoaudiometría infantil.-

La logoaudiometría infantil se diferencia de la del adulto en los


recursos que han de emplearse para que el niño participe y realice la prueba.
Un procedimiento puede ser el de la figura 6.29 para que el niño señale uno de
los dibujos que le
decimos verbalmente a
una intensidad
determinada con o sin
lectura labial. Un
procedimiento más fácil
es que se señale partes
del cuerpo o bien partes
de un juguete del propio
niño.

Figura 6.30.-Listas
ponderadas infantiles

Cárdenas y Marrero presentan en su Cuaderno de logoaudiometría listas


infantiles para niños de 6 a 12 años. En la evaluación de la prueba hay que
permitir un error entre el 5 y 10%.
109

Lo mismo que la logoaudiometría en adultos es la prueba que permite un


estudio completo del órgano auditivo desde la periferia hasta los centros
corticales encargados de descifrar el mensaje sonoro, en los niños la
logoaudiometría en sus distintas variantes permite una exploración audiológica
más fiable para hallar el umbral auditivo de un niño que la audiometría tonal, al
menos hasta los 6 ó 7 años.

Figura 6.31.- Lista de T.R.D. Infantil.

También en los niños se puede hacer el


Test de Rasgos Distintivos Infantil (T.R.D.I.), test
aún sin aplicación clínica pero que permite como
en los adultos identificar no solo
cuantitativamente sino, también,
cualitativamente.

En nuestro medio, en niños muy


pequeños, menores de 3 años, para los que van
destinadas las listas descritas, utilizamos las
láminas editadas por la Sociedad Española de
Otorrinolaringología o, más frecuentemente, el
propio cuerpo del niño.Es lo que venimos
llamando logoaudiometría por señalamiento que
puede lograrse en niños muy pequeños si los
padres les han condicionado, Hemos logrado
hacer el test en la consulta con voz normal a
niños de un años, aunque lo normal es hacerlo a
partir del año y medio de edad en consulta y de dos a tres años en cabina.
También Marrero y Cárdenas a las que venimos
siguiendo en este apartado y cuyo libro
CUADERNOS DE LOGOAUDIOMETRIA es
necesario tener para disponer de todas las listas y
CDrom.

Figura 6.32.- Lista para niños


pequeños

En el caso de la lista de la derecha se utilizan


los alimentos como tema para realizar una logoaudiometría, en nuestro caso el
propio cuerpo del niño que se señala siguiendo nuestras órdenes. También es
bueno pedir listas de palabras usadas y conocidas por los niños y
proporcionadas por sus cuidadores, padres y maestros. Usando este tipo de
exploración, en niños mayores, puede mantenerse una conversación con el
niño, utilizando los auriculares y el audiómetro. Esta exploración permite
descubrir el umbral de recepción vocal y sobre todo a qué intensidad de sonido,
con y sin lectura labial, el niño es capaz de seguir una conversación
110

permitiendo con ello saber de una manera muy exacta cual es el nivel auditivo
útil del pequeño, mucho más práctico que el umbral frecuencial.

En niños muy pequeños, menores de 2 años, es más fácil hallar el


umbral de comprensión del lenguaje o URV que el umbral frecuencial de una
audiometría tonal.

Pero quizás lo más importante es que la logoaudiometría permite


comprobar la integridad de los centros nerviosos prácticamente desde los
pocos meses de edad, circunstancia no lograda con las pruebas
electrofisiológicas que se explicaran más tarde y que tienen su importancia en
el descubrimiento de sorderas periféricas pero no de afecciones centrales.

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