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Aquello a lo que llamamos como música propia es una de las más vendidas y a
la vez menos valoradas y un ejemplo de esto es el plagio, más que un negocio
se ha convertido en un crimen, y no solo pasa en México si no también en
todas partes del mundo, todos quieren recibir dinero de alguna forma, y la
manera más fácil es el robando obras de diferentes autores que aún no han
sido registradas o incluso abusando de la amabilidad de los músicos que muy
honestamente crearon sus obras, la lectura nos narra perfectamente un caso y
no es el único, solo es el que destacó más, sobretodo en México,
Para relacionar estás artesanías con los derechos de autor es que la mayoría
de los mexicanos tenemos la costumbre de regatear, y lo único que hace esto
es como los derechos de autor, estamos cometiendo un crimen, no estamos
valorando el trabajo de nuestros propios compañeros de país, y lo único que
hacemos es hacer que esa cultura se pierda más, con el tiempo a eso
llegaremos si no logramos detenernos o tener conciencia de ello, la misma
situación de plagio se encuentra aquí, las grandes empresas de ropa están
robando los estilos y diseños de los indígenas y las venden como su
creatividad cuando la realidad es que los artesanos no reciben ni una sola
moneda por eso, y aún así como mercadotecnia que es la que nos engaña,
caemos en comprar más caro una prenda de esas y preferimos regatear a
nuestros artesanos.